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PF 144 Doc 1 PDF
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He fundamental’ que" Bab de. eheaset 6
fue Ja clase obrera sino la guerrilla de Teo-
ponte; ‘Torres, en cambio, tuvo que trabajar
frente a un hecho cumplido que era el] mo-
Viniento obrero, que. se hapa reorganiztdo,
Gue habla hecho fusible et'7 de octubre, que
ahora resiamaba ef reeoneclmiento de at Bo:
der, Quiza esta nueva presencia explique por
qué a bonapartigme fe Ovande fiene'un Ber
fate reacelonario. mientras. que ‘el, de" TO-
res coneluye en uaa suerte de. eomprom|so
por la eatdstrofe ‘con ‘la, lqulerda, Ovando
ate de un pacto con la intellgencia nacio-
halista; Torres, de una accién conjunta con
In clase gbrera’ Bero la experiencia de Ovan-
do manché la imagen del gobierno de To-
Freer Nunca pudo ig aquierds tener con 62
& Son Torre uh pare sta ‘con a
¢ poder, Tories ne lo. buseabe: 1m lequiende
fo are teal Bieeto ae an
liqapenas dela experiencia’ de Ovando, tra-
taba de obtener de Torres lo que podia, es-
perando su desercion en cualquier instante:
le obligaba a hacer concesiones permanente-
mentee potgue temic. que siguiea, el. curso
ae Ovaro bero, por ese via, ar influencia so.
bre un gobierno curiosamente débil y cazu-
fro a uy tiempo se hizo eration 9 autodes,
ttuctiva,
BI trato con Torres se hacfa arduo. En prl-
mer término, como se ha dicho, porque To-
rres no buscaba sino esporadicamente a la
faquierda, queria sorprengeria también se
ducirla con un trato amistoso; pero no hay
duda de que la temia fundamentalmente.
Su plan politico es una combinacién extrafia
Ge yelolagaes que’ concluyen en una suerte de
Confusa hongavez final fay un momento en
que incluso intenta desplazar a la izquierda.
ee euando se propone fe, construceion Gel te:
rrismo, Bta una ventacion mecanion, que Sa
lia de su conformacion como regimen. E] su-
yo fue un semibonapartismo anomalo. E] to-
Fame. era pensade como una manera, po
litiea correspondiente a lo que fue el pero-
nian ay Gergana var Serie age wa
conyocatoria carismatica que dejara atrds la
inutilidad de Ias formulas previas, pero, aqui,
la forma semibonapartista’era ancmala pore
que ocurria después del movimiento de ma-
was yno antes ‘de él; abajabs, con maaes
previamente crguntaadas y ‘politisndas, Por
consis tugar—de_disolver a las_fér-
el
envol-
ye io
flaccida de fuerzas anteriores. Por eso seAnilisis-
decia que Torres era el empate entre el ejér-
cito y la clase obrera.
Es con tales supuestos que Torres organiza
una secretaria politica que no_intenta_con-
actos otginleos conta_luguietda, marxista
pero sf la elaboracion de la APR(4). Pero
esto era, en realidad, una tercera etapa en
su recorrido politico. ‘Las dos anteriores ha-
bian sido: primero, él proyecto de una alian-
za con ei MNR, que llegs a una fase muy
avanzada (proyecto con el que cayé Ortiz
Mercado), y segundo, el intento de cons-
truir un ‘trente con partieipacién de varios
grupos pequefios no marxistas, es decir, con
toda la izquierda aceptable para la derecha
militar. Un proyecto como el otro, como es vie
sible, carecian de viabilidad y también carecio
Ge ella Ia APR, Hasta qué punto esta organiza-
clon (la APR) se sentia rival y no aliada de la
izquierda lo demuestra el temprano carée-
ter anticomunista que cobré en Santa Cruz
En todo caso, cuando se habla de que la iz-
quierda actus con inmadurez hacia Torres
o que es clerto, pero por otros conceptos)
ho debe pasarse por alto otro hecho ain
mas categérico: a
ug, ton
so-un-contarto pbliffeoserid_con_Ia_iraulle tities ler
da> que, incluso, cuando llego a conversar
Tedimente con élia, en las postrimerias del
régimen, lo hizo ctiando todos sus Intentos
para reducirla y sustituirla habian fracasa-
do terminantemente, (5).
Hasta aqui hemos visto por qué Torres no
podia o no queria convertirse en una expre~
Sign de 1a lequierda en el poder. Vamos 2 ver
ahora por qué la izquierda fue, a su tumo,
‘ineapaz de proponer ella (puesto que Torres
no 10 hacia) un pacto politico coherente, un
contrato de acuerdos, Eso resultaba, en pr
mer término, de la divisiin_de la fzaulerda,
como lo ha dicho todo el mundo. Nancahua~
2G, en este sentido, creé a la vez Ia fuerza
de’ la lzquierda, porque Tompid e] aislamien-
to dela clase obrera y le permitié una ex-
pansion que no tuvo antes, y su debilidad,
Dorque la propia izquierda se dividié en tor-
ho a lo de Nancahuani, Pero era resultado,
por el otro lado, del hecho de que la inicia-
tiva_politica_no_estaba_en_mant B
quierda,-sine: En las
primeras horas después del 7 de octubre, To-
Tres, por ejemplo, propuso la participacion
de dbreros en el gabinete y se dice que has-
ta acepté una mayoria de obreros en él. (6).
if flsass fom, Menuet Sata
tae Ue cedars ane
Meee ge Geshe oa tls
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areata SAmeet te igh ae
SRESLENE itei e daans at
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GEA LOS Seam Sat
FaTeRanh See el inka pose
fe ite hee oe aE
Bolead at dteli pratitnat WeS yo
ie sett in Sle aa
Hubo después muchos reproches, por no ha-
berse aceptado este planteamiento; pero la
clase obréra tenfa la experiencia de los_mi-
nisterios obreros del tiempo del MNR (7) y
sabia que, sin una organizacion. politica que
diera coherencia a la participacion ministe-
ial, los obreros iban a servir a un esquema
ajeno en lugar de servirse de él. La verdad
€s que es mas o menos facil, posible de to-
dos modos, corregir el curso de los hechos
9 retomar decisiones cuando la iniciativa es-
ta en. manos de uno; pero, convertir los
acontecimientos que vienen desde fuera, co-
mo iniciativa de fuerzas politicamente in-
ciertas, en actos politicos de control del po-
der, reguiere de 1a existencla de un aparato
de ‘conduccién partieularmente consistente.
No podia hacerlo la. izquierda boliviana que,
no sélo estaba dividida y reeibiendo una ini-
ciativa ajena, bastante insdlita, sino que ni
siquiera era él amo del movimiento de ma-
sas sino su esclavo, como se vera mas ade-
lante en esta exposicién. El desarrollo de los
acontecimientos bolivianos deja, como otra
de sus ensefanzas para la laquiérda, que és-
ta debe tratar de tener siempre la’ iniclati-
va; que, una vez que logre un aparato co-
rrespondiente al nivel del ascenso de las ma-
sas (lo que no ocurrié), debe apoderarse de
la inielativa para no soitarla mas. El lanzar
Ja inieiativa, el recuperarla 0 conservarla es,
en realidad, 'toda la politiea y es wna pérdi-
da de tiempo hablar de poder, de organiza
clén o de cualquier cosa si no se tiene la ca-
pacidad necesaria para hacerse duefio de la
iniciativa historica. Pero nada es tan diffcll
como conyertir la iniciativa ajena en inicia-
tiva propia, nada. tan difieultoso, como ro-
bar el comlenzo de los hechos. Con la ini-
clativa en manos extrafias, son los heehos
los que imponen el error dé uno; uno nau-
fraga en los actos ajenos. Y ésta es una
conclusion que vale, tanto para la politica
como para la guerra,
Si Ja Iniciativa estaba en manos de Torres,
era, logico que se le exigiera dar pruebas
continuas de su buena fe revolucionaria. Pe-
ro si la izquierda la hubiera capturado, ha-
bria podido dar un margen mucho mas. am-
plio @ ‘Torres, atin para existir. Un acuerdo
acerea de las modalidades de creacién de
arsenales habria sido, por ejemplo, mucho
mas Importante, en esa coyuntura, que la
expulsion del Cuerpo de Paz o que jas pro-
Plas nacionalizaciones, que eran como rego
cijos con befas a los yanquis y también
actos que no afectaban a la decision del po-
der politico. Ese acuerdo era imposible po:
varlas razones, Torres, como lo _demostré
hasta e] final, no estaba interesado en ar-
mara la izquierda, que era como desarmar
al ejército, y preferia, en cambios, actos de
sonoridad y atractivo,’ como Ja expulsion del
Cuerpo dé Paz o las nacionalizaciones. La
‘ives @ dichos ministertos “obreros". Se estaba
en eso cuando Tos proplos raluistros de ‘Torres
Fequirieron de urgencia fla COB que no presen
Tara lag ternas porque el hacerlo, en su concepto,
iba ahacer inevitable e Tnmediato’ el" goipe mt
(7) Movimiento Nacionalists, Revoluclonaro, e1_prin-
lpat" partido Dopullsta “del pats. que gobernd. de
asa’ @ioed. Durante tos. cuntto primeros, «ios,
con minlstros obreros y con los trabajadofes en
in” administracion do ‘as. minasnacionalizadas
como “controles obreros" con derecho '®veto.Anélisis
izquierda, a su turno, no tenfa el mecanismo
para plahtear conjuntamente una postula-
cién semejante y, mientras el PCB (8), por
ejemplo, pensaba que habla que apoyar a
Torres ‘tal como era, confiando en que el
ejéreito lo sostendria “en Ja medida en que
no hubiera Provocaciones”, 1a FSTMB (9)
estaba Interesada en proyectos como la co-
gestién en COMIBOL (10), otra vez desinte-
Tesandose del tema ‘central, que era la de-
fensa antifasclsta del poder y la formula
dentro de la que Torres debia sobrevivir.
‘De alguna manera, la izquierda tenia con-
ciencia de que las cosas estaban sucediendo
fuera de ella, que los verdaderos actores eran
las _masas populistas y el ejército (11). La
existencia de Torres era el reconocimiento
de esta posicion histérieamente dominante
del ejército y 1a Asamblea Popular fue el In-
tento de organisar politicamente a las-ma-
sas, aunque todavia sirviendo a ciertos as-
ectos de sus modaljdades populistas. En es-
te sentido, debe decirse que la aceptacién de
Ia Asamblea y su consagracion fue el acto
de gobierno mas importante de Torres (12);
debe decirse, a la vez; que fue el mayor es”
fuerzo para dar coherencia ideolégica a ma-
sas que no la tenfan por su caracter, aun-
que al mismo tiempo, sirviendo a determina-
dos Tasgos de ese cardcter.
En Jo ideol6gico, las posiciones que se de-
sarrollan fundamentalmente en la Asamblea
son tres: 1) la del POR (L) (18), que consi-
dera que la Asamblea es ya el poder dual, el
brazo obrero en el poder dual, y que debe
comenzar a ejercitar su poder cuanto antes,
mediante Ja accion de las masas; 2) la del
POB, que concretamente habla de’Ja “Asam-
blea'como escuela”, es decir, una linea lenta,
contraria a la inmediatista’ de los, trotskis-
tas en la teoria, pero su allada en la précti-
@ Partido Comunista de Boltsia. (pro-Moscit). Dese-
Frolié une Tinea, de ‘apovo Torres
(9) Pederacién ‘Sindieat “de ‘Trabajadores Mineros de
Bolivia, Bl organismo sindleal més prestisioso del
Bris By “tefunclon hn ‘aldo tan sobreaiiente, or
Fis tesis, ‘por'el nivel de sus ditigentes, par st
Dresenela decisive, due se puede decir que e3
famblen'e1 nucleo’ revoluclonario fundamental en
Boilvis.
(10) Gorporacién sCinera_de Bolivia, empresa estatal
Ge explotacion mimera ‘creada sobre Tm base de las
Mines nacionallzadas # Patifo, Hoschild. y Are
Yitto ie iequicraa y el elérelto. Fate mat
(11) ¥'no ie tequlerda yet ¢re fe matiz es por
emis importante: ta taquierda solo relativamente
Spor sectores controinba. a. las maecas. Bnvre
Tanto, ctvelgretto ‘no dejaba de tener eu espirita
de ctierpo, tanto con Telacion. a Torres 0. Dae
Slonalisme castrense como dentro de Tos planes de
a derecha.
12) Una’ aceptacton desganada, slempre que, comenzd
Henao Une mesativa no declarada para’ franstor
Marse en una ‘condicionada aceptacton, Las me:
Ennicmospolfticos “del gobierno, empesando ‘por
su gecretaria polftice, preguntaron de donds venta
‘dela Acamblea, ‘Se es fexpon™
‘mismo origen ue. ta. legitimt-
os dec, ef acto. de poder ati
Tae Octubre, aue st. Torkes_ no Teoonocta et lado
Gorers de ‘esd acto, ‘estaba, tambien dssconoctendo
eI'propio Origen ‘de mi lesitimiand. Bi gobierno
yo gue of Paincio Legislative. (donde debia. Tew
hitseia. ‘eambiea) ‘estaba on Teparacion. ¥, "eh
determinade momento, amenazd con instaiay ose
‘Asamblea, sobre ia. bise. de ios ‘campesinos, “En
ihe’ primeras.reuniones, se temla en cuniquler mo:
eat un asaito de camapesiaoe. goblernigias. A
Inrgn, sin embargo, cusndo vio que era inofensh
‘Tonnes “cepts negociat ‘con ‘ella
(12) Partido Obtero Revolucionarlo, de tendencia trots
Kista,
ca, posiclon en la que la ocupacién de nue-
vos “sectores del poder (ocupacién “desde
arriba") debia. ser" complementada por la
ayuda proveniente del mundo socialista, pa~
Ta producir la transformacién pacitiea del
régimen de Torres en un régimen socialis-
ta; 3) la del MIR (14) y otras sectores (in
cidentalmente el ELN (15) y el PCML), (16)
que tomaba ala Asamblea como un germen
jel poder dual, es decir, un embrion del Es-
tado obrero, que no podia existir si no crea-
ba su aparato coercitivo previamente, es de-
cir, su fundamento armado, independiente
de'Torres y del ejército, aunque eventual-
mente aliado a ellos. (17).
Aqui no se discute la propiedad con .que
se habla de poder dual como figura histori
ca. La proposicion era, en cierto modo, mas
adecuada que en 1952:'aqui era Ia Asamblea,
brazo politico de la COB, la que encarnaba
el lado obrero del doble poder, en tanto que
en el 52 esta representacion estaba en ma-
nos de la COB misma, es decir, por el pro-
pio sindicalismo. Bra "menos exacto hablar
de poder dual en el sentido de que, aqui, el
lado obrero del doble poder era un brazo de-
pendiente, que no tenia poder por si mismo,
Esto requiere un analisis mas extenso al qué
nos aplicaremos en otra oportunidad.
Pero la prdctica de las posiciones no era
tan clara como las proposiciones tedricas. El
MIR, por ejemplo, estuvo mas cerca del di-
fuso’ (y mayoritario) bando populista de la
Asamblea, al elegir a Lechin como presiden-
te de ella, por considerar —Ilusoriamente—
que aseguraba mejor su independencia con
relacién al. poder militar. El POR (L) y el
PCB se unieron, a su turno, a Lechin, que
era como la ehearnacién del sindicalismo
espontaneista, para postular la cogestién en
COMIBOL, es decir, la oeupacién de la eco-
nomia “desde arriba” en lugar de la ocupa-
cidn “desde abajo” en 1a que participaron, de
diferente manera, el PCML, el ELN y las
propias ‘direcclones, untversitarias, mal con
roladas por el MIR.
EI punto en el que se aplican Jas lineas
ideolégicas a las posiciones concretas de un
modo mas transparente es la cogestion obre-
ra en COMIBOL, Era el caso més notorio de
una ocupacién “desde arriba”, es decir, en
pacto con el gobierno de Torres, en oposi-
cin a las ocupaciones “desde abajo”, es de-
cit, por la mera accién directa, sin ‘consul
tar_y aun desafiando al gobierno militar, El
Proyecto de cogestiOn presentado por la Fe-
Geracion de Mineros postulaba el ingreso de
la_clase obrera a la administracién de CO-
MIBOL, con mayoria de votos en los me-
(1 Movimiento de 1a Tequierda Revolucjonaria. Par.
Hao fundado “un mes antes ce la Asambica 'PO-
ular por ia ,conjuncién de la Demoeracia Cris
Hana Revolticlonaria, et grupo Espartaco, los Mar
wistas Independientes ¥, disidentes det Partido Co:
Iunista Marista Leniiista (pro Pekin) del
Ne
(15) Bjercite de Liberacién Nactonal, organizactén clan.
Gestinnefundada por Che Guevara en 1967
(16) Partido Comuniste Marcists-Leninista, Hn in al.
vision ate sufri6 el Partido ‘Comunista, el sla
maoisia. Jofaturizado por Oscar Zamora,
(17) Estas Dosiciones fueron -desarrotiadas “dentro de
Jos debates dein Asampblen Popular. Pero figura
mig Ordenadamente. en las ediciones de. MASAS,
periodico “de POR de Lora, en el informe pre
Eentado” por Jorge ‘Koile "ante Ia “Conferenci
Gel POR yen el periodico VANGUARDIA, del MIR.
5Anilisis.
canismos de decisién y con la obligacién de
rendir cuenta ante lds asambleas sindicales
de base. Sin duda, ta clase obrera iba a te-
Ter en sus manos ‘la mas Importante empre-
sa del pais, pero el plan, aceptado por To-
res, comprendia otras aiternativas, algunos
desafios bastante azarosos para la lzquierda.
Si la cogestién se detenia en COMIBOL mis-
ma, habia el peligro de que sirviera para la
creacin de una gran burocracia sindical, a
la manera de la que engendro el Control
Oprero en tiempo del MNR. Pero se tenia a
Ig vista que las propias nactonalizaciones no
significan mucho més que el poder dentro
Gel que se realizan, que el sistema al que sir-
ven. Con el MNR, hubo Control Obrero y hu-
bo abundancia de ministerios obreros, pero
eso no s6lo no dio lugar al poder obrero, si-
no gue lo imposibilité. En este caso, los
obreros habrian tomado a su cargo la ‘fase
mas difiell del circuito de la produccion mi-
nera y habrian otorgado, pero al precio. de
su desgaste, un tiempo dé paz social al régi-
men, que éra lo que Torres buscaba. Per
con ‘cogestion 0 sin ella, el sistema del pais
en su conjunto np habria salido de los mol
Ges liberales, impuestos por el FMI en 1956,
ni de su dependencia secular. (17 B)
Este era el lado negativo de la cogestion,
si no se cuestionaba al mismo tiempo el pro-
blema del poder como totalidad y el arma-
mento de las masas. Veamos ahora la alter
nativa de éxito de la cogestion. Puesto que
los Obreros iban a administrar las divisas
gue produjeron siempre, habria sido I6gico
que a continuacién preguntaran al gobierno
en qué las gastaba. ‘Pero las divisas, dentro
del esquema de Eder (18), son invertidas en
beneficio de los consumos suntuarios de las
clases privilegiadas, financiando un comer-
cio hipertrofiado. Es muy sabido que en Bo-
livia, donde el consumo diario es de 1.800
calofias per capita, se come galletas ingle-
sas y. chocolates Suizos, La logica advierte
que, Si la clase obrera habria entonces exi-
Bido participar en la distribucion de las di
visas que produeia’y administraba, habria
tendo que avanzar ‘sobre los mecanismos
del goblerno destinados a ello. La conse~
cuencia habria sido el reordenamlento del
gasto y un avance inminente hacia la nacio-
nalizacién del comercio exterior. ‘Todo bien,
hasta aqui. Pero, ghasta qué punto las cla
ses privilegiadas’ estaban dispuestas a acep-
tar pacificamente una restriecion tan dras-
Uica en sus consumos? Mucho antes de que
Se pensara siquiera en aplicar el proyecto de
Ia. Cogestion, los compradores de galletas in-
glesas ya estaban disparando desde las ven-
fanas, como franeotiradores. Los privilegia-
dos no renuneian apaciblemente a sus bene-
ficios; para ellos, 10 winico que podia justifi-
car el vivir en un pais como Bolivia, éra c0-
mer galletas inglesas y chocolates suizos, es
Gecir, el vivir en un mundo suntuario.
Ellos no esperaban, quizés, que el mundo
GTB) Los acuerdos financteros que se conocen como
Plan de Establuiracion Monetaria, firmados por el
fobleo de. Siles ‘Suazo con el Fondo Monetar'o
Sneernacionel en” 1956
(18) George “Jackson Eder, negociador norteamerteano
Ge ioe aduerdos menelonades en et punto
Autor de. las tasis mas humillantes pars
Tabla de Boulvia ys Independencia econémicn
suntuario tuviera Ia capacidad para la fe-
rocldad que demostré después, pero las posl-
nes esbozadas por la izquierda, con rela
cion a la Asamblea, tenian sentid
dentro de su contexto. Los. trotskistas, por
ejemplo, respondian al fuerte acento sindi-
calista de su tradicién. Ellos consideraban
que, “aunque se estaba produciendo un as-
cengo de masas en términos generales, sin
embargo se estaba ante un momentaneo re-
flujo del sector obrero (19). Pensaban, a la
vez, que Ia cogestion iba a servir para’ acti-
var ala clase obrera y que la practica del
poder dual debian ser las masas en movi-
miento; que Ia accion de las masas y su mo-
vilizacién crearian las condiciones del poder
€ ineluso los fundamentos del aparato ar-
mado.
Otro tanto ocurria, a su manera, con las
posiciones del PCB. Bs evidente que, por lo
menos en su plantéamiento, la ayuda técni-
ca y econémica de la Unién Soviética se di-
rigia al desarrollo de clertos polos exeepcio-
nalmente dinamicos de la economia bolivia
na, ala construccién de industrias pesadas
extractivas y de transformacién para las
que el pais esta bien dotado. Era como poner
de cabeza todo el modelo de desarrollo eco-
nomico que habia sido impuesto a Bolivia
por su condicién de pais capitalista depen-
Giente, El PCB pensaba aparentemente que
Torres daba el tiempo ideal para la consti-
tuciéa de un frente revolucionario (al que
incluso legé a Hamar Unidad Popular, como
en Chile) (19 B) y para que los planes so-
vieticos dieran esultadas, preparando. el
asiento econémico para el poder soclalista
que debia suceder a Torres, El propio sus-
tantivo escuela sugiere que ia Asamblea era
el lugar en que las masas debian aprender,
a través de participaciones experimentales
como la cogestién, a conducirse a si mismas.
Por consiguiente, luego de que se concebia
ala Asamblea Popular como una escuela y
que se erefa en la transformacion pacifica
del gobierno semibonapartista en un régi-
men socialista, la fase que interesaba de la
cogestin era ia de la paz obrera, que debia
ser, ademas, exitosa, bajo el soporte de la
efidiencia econémica’ de los soviéticos,
La Asamblea, desde Iuego, era realmente
una escuela; pero la historia la convocaba
ya para funeionar como un poder. Por el otro
costado, no basta con decir “el ‘poder dual
existe” ‘para que exista realmente. En este
orden de cosas, el peligro no estd en las po-
siciones sino en su exacerbacién y lo que de~
fine la exactitud no es el concepto general
de la posicién, que sucle tener su sensatez,
sing el matiz con que se inserta en los he-
chos. gQué pasaba con la ocupacién “desde
arriba? que era al mismo tlempo una ofen-
siva y un enjuague, a la vez un regalo a To-
tres y un despojo'a Torres 0, para, decirlo
de una sola vez, una hibridez. Pero también
era hibrida 1a posieion del eje que podria
mos lamar vanguardista (20) (MIR, ELN,
TIO) AaL To gostuvo el alrigente de a Federaclén de Mt
heros; Pilemén Escobar, en un articuto aparectao
en MASAS, en ‘el que comentaba Tas elecclones
Sinateates en el siglo XX.
(19B) Enel informe ‘de su séeretario general, Jorge
‘Kelle, presentado a Congreso del PCB.
(20) Este eailticativo es Legitimo s6I0 en ctianto estosPCML), porque aqui, al mismo tlempo que
Se protestaba por ‘la insufictencia de los
aprestos defensivos de la Asamblea, se prac-
ticaba o no se lograba impedir la practica
de Ia ocupacion “desde abajo”. Es decir, los
unos declan que habia que conservar a’ To-
tres y No hacian nada para conservarlo; ios
otros, reclamaban la concreta conservacion
de Torres ¥ se aprestaban a ella, pero au-
mentando Jos riesgos que lo acorralaban, Pe-
ro resulta Iamativo por lo menos el que,
mientras trotskistas y comunistas aparecian
apoyando tan resuelfamente un plan inme-
diatista como era el de la cogestién (21), las
organizaciones a las que tendian a calificar
Ge extremistas fueran las que recomendaban
cautéla en los pasos, un compas de espera
para adoptarlos después de la constitucion
del aparato armado de la Asamblea. En los
hechos, se hablo en la Asamblea de la co-
gestion 0 de la representacién campesina 0
de la. universidad boliviana, pero no de la
cuestion del poder. (22). De esta manera, ast
como el vanguardismo puro tuvo su hora
triste en Nancahuazi, el desprecio genérico
por la lucha armada’ tuvo su dia negro en
€1 21 de agosto. Lenin ha escrito que “Marx
fustigaba precisamente con sareasmos impla-
cables a ‘los “osvobozhdentsi" liberales de
Francfort, porque pronunciaban buenas pa-
Inbras, tomaban toda clase de “decisiones”
democratieas, “instituian” toda clase de li-
Dertades y, en Ia practica, dejaban el Poder
en manos ‘del rey, no organizaban Ja, lucha.
armada contra las fuerzas militares de que
disponia este ultimo”. (23). Asi también la
Asamblea boliviana ‘discutia sobre si debia
tener sus proplos embajadores 0 sobre los
grados de su ejérelto, pero no se aprestaba,
a defender su minima existencia, Los secto-
res dominantes en ella parecian dar por sen-
tado que la supervivencia del poder, con to-
dos los matices que tenia, era. un problema
que estaba a cargo de’ Torres. Este, a su
turno, pensaba que el asunto estaba en ma-
nos de los obreros. Se hablo mucho de la co-
Gectores insistien en In necesidad de tn existence
Syne venguardta armada. Pero, por 10 fenos en
1S que. se ieiiere al MIR Jaméa'se sostuvo auc
In vanguardiaarmade deberin sustituir al mort
mento’ de masas
21) Tan inmediatisea, en ia préctica, en cuanto, su
(2) E¥bote police,” como las tomas “desde abajo",
como so vera despues.
(22) BI tema dela cogestion sth expuesto en et ar
Floulomismo.” sobre im repretentacion campesina,
fo ‘ditcutin si deblan "ser ‘edmitidos los. campesl:
oe pficintiafan oon thdependiences. odo et ele
Feofleiaiste. co” pronunele por la_prlmere post
Hon, pero’ ia, asambien acep{o a Ios" independien:
fer. en cuanto a la Universidad potiviana, se tra:
tsa de un. proyecto de ‘unifieacton de a
Universidades que hay en Bolivia. y también. det
eresno de ia clase brea ‘de supervisar’ ta” con-
fiecton Ge Ta ensenange la administracion en
Silas" Alganas plsntenron ‘el ‘problema, como.
cto de predominlo concreto de los obreros sobre
toa universitarios, pues estaba de moda el obre
Hismo puro, pero ia diseusion, se. desranecio, clan.
Holes” univerattarios reconocleron al derecto de
{ee obreros ‘a dirigit" ins universidadi
Et “cindioalsme’ amenozo "varias ‘veces en in
Scamblen ‘can derteatse bacia “uh, antipartidism®
miiltante, ‘Habia. dirigentes.obreros ‘que ce puso
You a hablar con desdén conersto, accren’ de 10s,
partidos y de fon poilticos", iste. fle otro de los
Feuton det Magermssmo™ perinanente de Ta ‘eam
(23) BOS TACTICAS (dy ta soeialdemoerscia en In
Fevorucion democrdiice). Lenin.
Andlisis
gestion @ incluso de miliclas populares, pe-
Yo con eso, con la parafernalia de las pala-
bras, no se hacia sino dar verosimilitud a la
propaganda de la derecha, que hablaba ya
de la inminente comunizacln de Bolivia, de
que al domingo siguiente a la Asamblea’es-
tarfan ocupadas las casas de los barrios ba-
jos, que son la parte rica de la ciudad, En
cualquier forma, si se aprobé la cogestién,
después de eso Ro pasé nada mas. La Asam-
blea no tenia fuerza para imponeria, nadie
parecia urgido por aplicar el proyecto "ni hu-
bo tiempo para hacerlo. El sector empresarial
se sintlé, “en cambio, amenazado urgente-
mente y ilamé a su gente a “luchar por to-
dos los medios” (24), COMO SI EL PROYEC-
TO YA SE HUBIERA APLICADO, lanando-
se a la violencia misma. La clase’ que pierde
es siempre mucho més intensamente cons-
ciente que 1a clase que adquiere; aqui se tra-
taba, ademas, de una amenazd ihconereta,
que ‘adquiria’ el rostro de una peligrosidad
Higubre, en tanto que, para el otro bando, s¢
trataba’ de una vaga ‘adquisicion.
Si tas cosas son vistas desde este lado, se
podria decir que la posicién del MIR. (y tam-
bién la del ELN, que solo concurrié a la
Asamblea lateralmente) era correcta en 10
fundamental: era cierto que no debia em-
prenderse tareas que no se estaba en condi
ciones de sostener en la prdctica, Pero la
mera exactitud impotente no es sino un eon-
Suelo para intelectuales. Bs_algo tipieamente
Pequenoburgués: no importa lo que ocurre,
Sino la claridad con que se lo ve. Una linea
correcta, ademas de serlo, debe ser audible
y capaz de penetrar en la realidad. Ni el MIR
hi el ELN tenfan representaciones obreras
importantes y sus portavoces, 0 eran de sec-
tores extraproletarios o estaban en la repre-
sentaclén partidaria (no en la sindical), ha-
blando con la timidez de una representacion
no obrera en una Asamblea esencialmente
obrerista,
La Asamblea era obrerista; pero ¢s0 no
era sino literatura pura, puesto que no era
eficaz, Ahora bien, el sobredesarrollo de as
corrientes sindicalistas en Ia politica bolivia-
ha es algo que resulta de la historia del mo-
vimlento popular; no es una mera forma:
es como si estuviera dentro de él. Es verdad
(ésta es una correcta apreciacin de Guiller-
mo Lora) que los obreros bolivianos casi
munca eoneibieron al sindicato como un me-
ro sindicato. En los grandes momentos, s0-
bre todo, las organizaciones obreras funcio-
nan como una suerte de soviets, asumiendo
tareas que cotresponden al Estado. Incluso,~
cuando existe el doble poder, en 1952, no se
habla en él del poder obrero’ (es decir, de la
ideologia proletaria encarnada en el partido
cbrero) aun costado y del poder burgués al
otro, Son, en cambio, Ia COB (25), es decir,
(2A) Las emprocarios privados sacaron un osado ma-
hifiesto Tiamando” a. ia subversign, ‘convoeando.
Te lucha’ “por todos los iedios". #1 ‘resultado fue
gue ia empresa privada financi6 la existencla det
Bjerelto. Cristiano ‘Naclonalista, et grupo. terrors.
tarde la devecha ‘quo eallz6 los" atentados de
Deparacion del golpe ¥ los asesinatos del dia 21
(25) Gesttrat” Obrera Boliviaas, creada en. 1952, max
mo. Ofganismo. de los. trabsjadores. “La acumula.
clon de sectores ‘mo vigurosamente ‘obreros en ells
condujo,, sin embargo, & que la Federacion de
Mineros’ thvlera siempre ‘més importancia que Is
iAnalisis:
1a organizacién sindical y el partido demo-
cratico-burgués, como si los sindicatos hu-
bieran ocupado el papel del partido bolehe-
vigue, (26)
En el ascenso de las masas, tal como su-
cedié en Bolivia, los sindieatos son determi-
nantes, pero en’ cambio, los partidos noo
son en los sindicatos, La FSTMB, por ejem-
plo, siempre fue mas importante’ y poderosa
que los propios partidos a que pertenecian
Sus integrantes. El sindicalismo sobrevive a
todas las persecuciones, pero, en contraste,
ningin partido logra reemplazar al MNR en
el control de los sindicatos, control que, ade-
més, el MNR perdié muy temprano. Hay,
Pues, una hipertrofia en el papel de los sin-
dieatos que caracteriza a todo el proceso
histérieo boliviano.
Es un fenémeno que también se manifes-
to en la Asamblea Popular, incluso en sus
requisitos estatutarios (27). Bra correcto, pa-
ra mencionar un caso, establecer un predo-
minio proletario, es decir, una superioridad
cualitativa sobre la cantidad del proceso,
que eran los campesinos, clase buroeratica,
dependiente y osificada en la conquista de-
mocratico-burguesa de la tierra. Esto signi-
ficaba que no se elegia un proceso democra~
tico-formal, sino, que se pensaba, en efecto,
en la construccién de la dictadura del pro-
letarlado como definicién del doble poder.
Pero si esto era un soviet, era un soviet sin
el partido de la clase obréra y asi, en lugar
de que triunfara la ideologia proletaria en
manos del partido revolucionario, trlunfé ta
linea sindicallsta, que slo a medias respon~
dia a los partidos. Los dirigentes sindicales,
V.gr, pertenecian a partidos que votaron
conta Lechin; pero ellos mismos votaron
por Lechin, porque era miembro de su fede-
racion y éita to habia resuelto asi,
La confusion entre lo que es la ideologia
proletaria, la posicién obrera y la condicion
Gbrera se’ mostro tipieamente: Se daba més
importancia a la extraceién de clase y aun
al origen de clase (a condicin obrera) que
& la ideologia del proletariado y, en todo ca~
0, la posicion obrera (es decir, 1a posielén
Ge esa clase obrera en esa coyuntura) dio un
matiz sindicalista a la Asamblea, Por esta
via, se puede decir que la Asamblea Popular
fue’ la fase mAs alta del proceso populista de
las masas bolivianas en lugar de ser el pri-
mer organo de poder de la revolucién socia-
sta,
'E] desdén hacia los partidos politicos, ha~
cia el campesinado, y mas que nada, hacia
Jos universitarios, no fueron sino aplicacio-
nes de esta linea, que era el polo opuesto del
GOB. Pero Leenin era el maximo dirigente de la
- Federacion de Aineros, dela COB y de la. Asam.
bles Popular de suerte que volvlg a scumulan
in poder inmenso, como despues de 1952.
Ln Rpitenclon de ia tells det poder dual’ en, Bo-
vie y ia inversién de sus. términos en materia
Ge poder politico es un tema que debe ser desn
frollado uheependientemente.- Ast lo noremos.
Eos estatutos dela. Asamblen Popular’ fueron re-
Gactados minuclosamente J. fu prinetpal objetivo
era aregurar que en todas’ las. reuniones coral
Stones ia aprebacton ‘de ios asuntos contara por
Jo menos eon wm 60 por clento de votos obreros.
‘Ly ‘tsambles ‘misma tenia, por estatteo, une vas:
ta mayorla. proletaria
En "principio, este “hecho respondia a legitimas
Dreogupacionés. Se, sabe, por elemplo,
Richa “contra el burocratiemo en usta,
28)
en
vanguardismo o Jacobinismo (28) que acosa~
ba a la prictica de algunas otras organiza
clones. No es que no se dieran cuenta de es-
te obstaculo opuesto, pero, en los hechos,
tanto el MIR como’el ELN pagaron en la
Asamblea el tributo a una escasa influencia
Obrera, es decir, a su pobre presencia en el
proletiriado tal ‘como era, Sus vores se escu-
Chaban remotamente pot en medio de las
acusaciones de ser partidos universitarios 0
partidos campesinos, segiin los casos, y_asi
puede decirse que su papel no fue rélevante
én el manejo de la Asamblea. Lo fue, en
cambio, de un modo mas que ‘considerable,
€n el inomento del ‘combate. Estaban mal
preparados para el debate con la clase obr:
ra, en la manera en que ella existia en la
coyuntura ‘politica, es decir, todavia expre-
sando sus modalidades atrasadas, pero mos-
traron, en su momento, haber ‘ido mucho
mis Isjos en lo que se refiere a la organiza.
cion militar Io que, después de todo, era el
problema fundamental con relacién’ al he-
cho del poder, Este es él hecho: que no s€
estaba en medio de los obreros. Eta conse-
cuencia, siguiera en parte, d> la falta de
Uempo ‘(el MIR. tenia das meses de existen-
cia cuando se inaugura la Asamblea), pero
quizas tambien de ciertas traiclones de un
iheonseiente vanguardista. En aquel momen-
to,se estilaba decir que él nacionalismo re
volueionario (el populismo local) habia con-
eluido su ciclo y ello es verdad en ¢] sentido
de que es la historia del pais Ja que demues-
fra que no son posibles para él las formulas
Intermedias, llamense MNR, Ovando 0 'To-
res, que no son viables histéricamente, que
s6lo’ existen para fracasar. Pero, espécial-
mente con relacion al MNR, (que hace un fe-
nomeno mas denso y permanente), son. las
masas lag que han éxistido con esa modali-
dad y quizas aquf se cays en la tentacion de
“creer que 1o caduco para nosotros ha cadu-
cado para Ia clase, para Ia masa”, (29). De
nada servia por eso acusar a los sindicalis-
tas de sus efrores cuando al mismo. tiempo
se demostraba que se era incapaz de estar
dentro de la clase obrera. Pero los sindicalis-
tas, a su turno, olvidaban otro consejo de
Lenin: que todo fo que sea inelinarse ante la
esponianeldad del” movimiento. oprero...
equivale —en absoluto independiente de Ia
voluntad de quien lo hace a fortalecer la
influencia de la ideologia burguesa sobre los
obreros”. ¥ también, para los que acusaban a
los delegados universitarios por ser universi-
tarlos, que “la historia de todos los paises
atestigua que la clase obrera, exelusivamen-
te con sus propias fuerzas, solo esta en con-
diciones de elaborar una ‘conciencia “trade-
Epo on ste van, og none
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(2s)
29)unionista”, (30).Es con este fundamento que
puede “afirmarse que la Asamblea, a través
de su obsesiva concentracién en temas como
la cogestién en COMIBOL, en cuanto expre-
saba los intereses politicos inmediatos de la
clase obrera, los propésitos de su posicién
coyuntural, pero no sus intereses a largo pla-
zo, estaba ‘practicahdo una suerte de reivin-
dicacionismo ampliado de clase.
Los trotskistas daban una gran importan-
cla a la movilizacién de las masas y el PCB
a la movilizacion sistematica de las masas,
aunque sin mayor calado, unos y otros en
las masas “verdaderas”, in hacer hincaplé
en ese aspecto tenian ‘razon, sin embargo,
porque Nancahuazi y Teoponte son una en-
sefianza permanente de lo que es la lucha
armada al margen de la movilizacion de las
masas. “Con la vanguardia sola —ya se sa-
be— és imposible triunfar”, (31). Pero el 21
de agosto, precisamente, advierte acerca de
que es una moviizacion de masas que no
an ocupado de armarse.
En aguellos dias, se decia de algunos par-
tidos que habian hecho importantes adquisi-
ciones de armamento“y puede ser que haya
sido cierto, Pero no es Suficiente siqulera dis~
poner materialmente de las armas, ni ain
€n la insurreceién permanente de Bolivia. Se
Hecesita, ademds, estar subjetivamente pre-
parado para utilizarias y en esto ocurrié al-
go realmente clasico: por refutar a la con-
cepeién foquista de la lucha armada, estas
organizaciones predispusieron a su militan-
cia contra la lucha armada en general. Cuan—
do Megé la hora de utilizar las armas que
habfan sido adquiridas, su militancia no es-
taba preparada para’ hacerlo, carecia del
aparato imprescindible. El resultado fue que
no pudo asistir a la batalla sino a través del
sacrificio de sus ditigentes y militantes més
resueltos.
En su composicién, préctica, 1a acclén es-
taba perdida; pero también en su contexto
politico propiamente, Naturalmente, habria
sido un error dar a Torres un apoyo en ge-
neral, como parécia proponerio el PCB, por
ejemplo, Pero era, en ‘cambio, grandemente
necesario encontrar un acuerdo de limites
con Torres, Ahora est& muy claro que la iz~
quierda debia exigir que se la armara, como
contraparte de su apoyo. A qué andar con
remilgos, en efecto, en matéria de apoyo 0 de
no apoyo, al servicio de purezas inquebran-
tables, si se iba a poner el 21 la vida misma
de la’ gente para luchar contra los que de-
rrocaban a Torres? Por eso, aunque estaba
equivocado el PCB al postular un apoyo en
bianco, no lo estaba, empero, en el sentido
de qué tampoco era suficiente decir que To-
res, puesto que era limitado, no servia en
ahsdluto, Si, aun apoyando a ‘Torres, como 10
hizo, el PCB se hublera. preparado concreta-
mente para lo que vino el 21, que era un
combate y no un plebiscito, sus ‘postbilidades
se habrian aerecentado enormemente; pero
fue excesivo en el respaldo a Torres, inerte
lo
se
(G0) GQUE HACER? Lenin. También dice: “Il desa-
froin espontaneo del’ movimiento lleva a. sithor-
Ginarlo a ia ideolopia burguesa. Por ‘eso. nuestro
eber es. combatir ia espontanciaad”,
(31) La ENFERMEDAD “INFANTIL DEL “IZQUIER
DIsMO” EN EL COMUNISMO. Lenin
Analisis
ante e| ritmo populista de la Asamblea y dé-
bil y desorganizado en la batalla misma.
Aqui egamos a un punto que es quizés el
preferido en las voeiferaciones contra la, iz-
quierda boliviana, Es la linea que dice: “un
goblemo democratico cayo, Porgue 1a iaquler-
ia se entreg a una linea provocadora; la
lzqulerda infantil derribé a Torres”, Con’ es-
to se hace referencia a las tomas de tlerras
y mlnas, al manifiesto de las clases y subofi-
Glales, alos secuestros del ELN, pero tambien
a Ia proclamacion inmediata del poder dual
por el POR, ete. (32). Es un argumento que,
fundandose’ en ciertos heehos indiseutlbles, es
propuesto, sin embargo, con una intencion
reacelonaria; ¢s la apologia de los goblernos
reformistas, ‘un argumento que, en el andll-
sis conereto de cada situacién, se yuelve
Gontza log que 10 invocan, como se ha de ver
do inmedia!
‘Torres crefa que con buenas palabras y con
visitas a los cuarteles iba a apaciguar.a la
derecha militar, Jamis encaré una verdade-
ra reorganizacién del ejército y, para saber-
lo, basta con anotar que Reque Teran (33)
era e] comandante del ejército, en tanto que
‘Sanchez (34) nunea fue otta cosa que coman-
dante de la fraccién de un regimiento, si las
cosas hubieran tenido éxito siguiendo este
curso, Torres habria demostrado que, en
efectd, conocia mas del ejéreito que quien-
quiera en Bolivia, como se repetia tantisimo
entonces. Pero, a’ pesar de las enormes con-
cesiones ‘hechas a los gorilas, los gorilas no
se tranqullizaron. Se demostré lo que ya se
sabia, que el poder no nace de una amistad
condéscendiente, sino de Ja fuerza de los he-
chos: mientras’ temieron a los obreros, no
golpearon a Torres; cuando se les demostro
que los obreros eran un bulto, pero dificil-
mente un aparato armado, derribaron a To-
rres. En medio de eso, no importaba lo que
éste decia,
Es cierto, de otro lado, que UCAPO (35),
ocupé alguhas haciendas 'y que las federa~
(32) Bn algunos casos, como en clertes minas de ta
(22) Broviucia fnguisivi, las comas feron -alentadas
Reedeveh gobierno. i thanifiesto. de. Ins clases
‘Suboficialss agrupados ‘enim. Vanguerdia. Milter
Set Pueblo, puibilendo unos aias antes, del eolne,
5 monclonado como ‘el mas" canereto caso de
Shafdecimionto det'sentimionts goiplsta. entre. tes
‘oficiales, Pero tambien podria Suponerse, puesto
Que-'a ects aituras la. facture You might also like