You are on page 1of 7

Introducción

El realismo político (la realpolitik) postula el principio de que los Estados se conducen, en su
política exterior motivados por su interés nacional y no por consideraciones de altruismo, amistad,
idealismo o solidaridad, y que el poder representa un papel decisivo en las relaciones
internacionales [1]. Esta es una de las definiciones que dan luces acerca de lo que es el realismo
político. Pero al momento de definir a Maquiavelo como un realista político, no encuentro al autor
que lo identifique con tal calificativo [2].

Es por esto que la presente investigación tiene como propósito intentar responder a la
interrogante de si ¿es Maquiavelo un realista político? Y Para dar respuesta a esta interrogante
procederé al análisis de la definición del concepto realismo político. Para lo cual es imprescindible
conocer los indicadores que dan sustento al concepto, ellos son cuatro, los cuales luego del
trabajo en el seminario [3], hemos podido caracterizar como los fundamentales, debido a que en
cualquier definición de realismo político están presentes, ellos son a) Concepción trágica de la
naturaleza humana; b) Equilibrio de poder; c) El carácter inevitable del conflicto; d) Autonomía de
la política.

Una vez expuesta la idea de realismo político podré dilucidar si los planteamientos de Maquiavelo
en los Discursos sobre la primera década de Tito Livio, libro II. Tienen alguna relación con el
concepto.

La fuente primaria para la investigación son los Discursos sobre la primera década de Tito Livio,
libro II. Pero no solo esta ha sido la fuente de estudio debido a que he trabajado también a
diversos autores [4] que me han permitido tener una visión más amplia de Maquiavelo, los
Discursos y lo que es la política. Para lograr llevar a cabo la investigación hemos seguido una
metodología de trabajo que contempla entre sus fundamentos el análisis de los Discursos sobre la
primera década de Tito Livio, libro II. Con los cuales puedo dar respuesta a la interrogante
planteada anteriormente.

La investigación que aquí se presenta fue organizada en tres capítulos, el primero de ellos titulado
“Acercamiento al Concepto de Realismo Político”, en éste precisaré lo que se entiende por
realismo político y la crítica a los seis principios del realismo político de Morgenthau.

El segundo capítulo se titula “Los Cuatro Indicadores Del Realismo Político”, este capítulo analizaré
los indicadores del concepto realismo político para acceder con más facilidad al análisis de los
Discursos, libro II. De esta manera se podrá entender con más facilidad el tercer capítulo.

El tercer capítulo se titula “Maquiavelo Y El Realismo Político”. Este estará plenamente destinado a
dar respuesta a la interrogante principal de si ¿Es Maquiavelo un realista político?
I. Acercamiento al Concepto de Realismo Político
1.1 Hacia una definición de realismo político.

Para definir el concepto de realismo político debemos tener en cuenta las definiciones que
diversos autores plantean, sin perder de vista los seis principios del realismo político de
Morgenthau, los que analizaré con posterioridad.

Rodrigo Borja [5] define este concepto – el de realpolitik- como “el principio de que los Estados se
conducen, en su política exterior motivados por su interés nacional y no por consideraciones de
altruismo, amistad, idealismo o solidaridad, y que el poder representa un papel decisivo en las
relaciones internacionales [6]. Por otro lado Bobbio en la definición de razón de estado alude a
Maquiavelo, cuando al definir ésta dice que “la seguridad del estado es una exigencia de tal
importancia que los regidores de los estados se ven constreñidos, para garantizarla, a violar las
normas jurídicas, morales, políticas, económicas, que consideran a su vez imperativas cuando tales
exigencias no están en peligro. En otras palabras, la razón de estado es la exigencia de seguridad
del estado, la cual impone determinadas conductas a los regidores del estado, y la doctrina
relacionada se puede formular, en su núcleo esencial, ya sea como una norma prescriptita de
carácter técnico, del tipo “si quieres llegar a este fin, emplea estos medios” [7]. Ahora bien las
definiciones antes expuestas pueden dar luces de una primera definición de realismo político.

El interés es una idea que se repite en ambas definiciones y sería lo que al momento de decidir
cumpliría un papel decisivo en las relaciones internacionales. La seguridad también es considerada
como un factor imprescindible para un estado y si este se siente amenazado puede emplear
cualquier artificio para quitar esa amenaza. Ambas ideas, tanto la de interés como la de seguridad
a toda costa, o más bien de temor o miedo contribuirán a la construcción de un concepto, que las
definiciones anteriores no satisfacen.

1.2 Los seis principio del realismo político de Hans Morgenthau.

Hans Morgenthau en sus escritos sobre política internacional plantea los seis principios del
realismo político, los cuales permiten un acercamiento a la definición propiamente tal y me van a
permitir un acercamiento al concepto realismo político. El primer principio dice que es posible
conocer la realidad y su estructura, debido que para el realismo, la teoría consiste en constatar
hechos y darles sentido a través de la razón, es por esto que la realidad política se debe abordar
con un esquema racional que indique los posibles significados de la política exterior.

El segundo es el concepto de interés definido en términos de poder, donde el interés se erige


como rector del quehacer político. El poder político se va a guiar por la diferencia entre lo bueno y
lo posible donde “las buenas motivaciones ofrecen cierta seguridad de que no se adoptarán
deliberadamente políticas malas, pero no garantizan que las políticas por ellas inspiradas sean
moralmente buenas y políticamente acertadas [8]”. Los buenos motivos no garantizan el éxito.
El tercer principio tiene relación con lo esencial y circunstancial en el concepto de interés, este
interés rector de la política cuyo motivo es cambiante. Este sería la esencia de la política porque
no se ve afectado por el tiempo y el lugar. Morgenthau en este principio señala que las mismas
consideraciones se pueden hacer respecto del concepto de poder, el cual incluye cualquier cosa
que establezca y mantenga el control del hombre sobre el hombre.

El cuarto principio tiene relación con la ética de los resultados y los imperativos universales, la
tensión entre la moral y la acción política acertada. La prudencia sería la suprema virtud de la
política y la ética política juzga los hechos políticos, pero lo que da la razón en este sentido es el
éxito. Esta idea queda plasmada en las palabras Lincoln cuando afirmaba: “Hago lo mejor que sé,
lo mejor que puedo, y me propongo seguir haciéndolo hasta el fin. Si el final me da la razón, lo que
se haya dicho contra mí no tendrá ninguna importancia. Si el final demuestra que estaba
equivocado, diez ángeles jurando que estaba en lo correcto no tendrán ninguna importancia [9]”.
Esta es la síntesis del cuarto principio, el cual se refleja claramente el juicio de la acción política,
que se da con el tiempo y es por eso que las acciones deben ser tomadas con prudencia, y esta
debe estar en concordancia con los principios morales universales.

El quinto principio bosqueja la impugnación al maniqueísmo en política, es decir, el conocimiento


de la relación entre lo bueno lo malo de las naciones no puede ser juzgado si no es en los términos
del concepto de interés definido en términos de poder, debido a que entendidas las naciones
como entidades políticas que persiguen intereses, se puede aplicar justicia, porque se juzgan a las
naciones como si se juzgara a la propia y se puede exigir a las naciones que respeten los intereses
de otras naciones. La moderación en política es lo que refleja un juicio moral.

El sexto y último principio que plantea Morgenthau es el de la especificidad de la política, donde


todo lo que hace el hombre es política, todas las formas se subordinan a la política, el realismo
político esta basado en una concepción pluralista de la naturaleza humana y es por esto que para
tratar con cada área se debe tratar de manera independiente. Se debe emancipar la acción y juicio
político de las lógicas de pensamiento provenientes de otros ámbitos.

1.3 Crítica a los seis principios de Morgenthau.

Las críticas a Morgenthau son principalmente referidas en un primer lugar a que los principios no
son rotulados, es decir, no llevan un título que sintetice lo que quiere señalar, y si bien es cierto el
texto de Morgenthau lleva por título los seis principios del realismo político, su definición no existe
en cuanto al ordenamiento de los respectivos indicadores que compongan el concepto en sí y no
se ensamblan dichos principios.
Ahora bien los seis principios son un aporte al momento de extraer los supuestos implícitos que
me permitirán identificar los indicadores del concepto, los cuales son a) Concepción trágica de la
naturaleza humana; b) Equilibrio de poder; c) El carácter inevitable del conflicto; d) Autonomía de
la política. Estos supuestos se encuentran implícitos en Morgenthau, pero como he señalado
anteriormente no son articulados, de manera que nos otorguen una definición que ilumine el
sendero de la definición del concepto realismo político.

II. Los Cuatro Indicadores Del Realismo Político

El idealismo tiene una concepción optimista de la naturaleza humana, sólo se hace cargo de los
sentimientos de piedad y simpatía y suele negar u omitir los de antipatía y odiosidad. Y en virtud
de ello, supone que todos los hombres, o la mayoría de ellos, son básicamente buenos. El
idealismo, en efecto, concibe al hombre como un ser nativamente bondadoso o, por los menos,
moralmente neutro. En el caso de que sea moralmente incoloro, confía en que la influencia de la
buena educación extirpará los impulsos de hostilidad y, simultáneamente, potenciará los de
empatía y solidaridad. Así, el proceso educativo permitiría cromar a los hombres con virtudes
morales y convertirlos en seres buenos, sensatos y razonables [11]. Esta definición muestra el
contraste que existe entre el idealismo y el realismo. El idealismo no acepta aquella premisa del
realismo que sostiene que los individuos y colectividades compiten, perennemente, acicateados
por el miedo y la desconfianza. Tal competencia incita a los sujetos a emplear medios violentos
para conquistar posiciones de poder que redunden en un incremento de su seguridad. Pero en
virtud de la buena educación, según el idealismo, en algún momento la armonía cristalizará en un
orden político justo y estable. Pero tal esperanza implica desentenderse de un cúmulo de
dificultades que el realismo considera insalvables, porque están insitas en la naturaleza humana
[12].

Este carácter trágico de la naturaleza humana se advierte con los conflictos de valoraciones,
someten la conciencia a dilemas y generan situaciones que tienen un componente emocional,
porque las apreciaciones están enraizadas en las pasiones; de manera que los conflictos de
valoraciones al involucrar la emotividad contribuyen a sacudir las pasiones. En esta concepción de
la naturaleza humana es posible identificar pulsiones antagónicas [13] Por un lado, está el
conjunto de pulsiones que alienta a los sentimientos altruistas, como, por ejemplo, los de
simpatía, piedad y compasión. Por otro, está el cúmulo de sentimientos que se derivan del miedo;
así, por ejemplo, la sensación de vulnerabilidad, precariedad e inseguridad [14].

El miedo provoca una búsqueda de seguridad. Pero la seguridad no se obtiene sin, sin lesionar
otros bienes morales que pueden ser de similar envergadura e incluso igualmente valiosos. Esto da
paso a la ambición que es expresión del temor. La ambición induce a atesorar recursos que
irroguen seguridad ante amenazas futuras e inciertas y tras tales amenazas. El espíritu agonal [15]
de la naturaleza se expresa en dos frentes: uno interno y otro externo. El primero tiene por
escenario la mente de cada sujeto y el segundo a las agrupaciones que ellos conforman [16]. Por
eso, no es bueno ni malo, sino que potencialmente pacífico, manso y confiable y simultáneamente
irascible, agresivo y riesgoso.

2.2 Equilibrio de poder

Una vez entendido el carácter de la naturaleza humana podemos ver al equilibrio de poder como
un indicador del concepto realismo político, el cual permite conocer como se puede lograr una
convivencia entre los distintos actores políticos a nivel nacional e internacional. Morgenthau [17]
que “el realismo político no cree que en las condiciones que opera actualmente la política exterior,
caracterizadas por una extrema inestabilidad y una amenaza constante del uso de la fuerza,
puedan variar. El equilibrio de poder, por ejemplo, es de hecho un elemento constante en todas
las naciones pluralistas, sin embargo puede operar en condiciones de relativa estabilidad y de
conflicto pacífico [18]”. De esta manera la paz es vista como un armisticio tolerable y un bien
frágil, cuya función será hacer frente al poder con el poder. Para que dicho equilibrio pueda ser
posible deben existir ciertos requisitos, los cuales cumplen una labor de mantención de este
equilibrio para que la pleonexia de poder sea mantenida en los límites correspondientes.

Los requisitos para su funcionamiento son a) La flexibilidad de sus coaliciones, donde cambiar de
bando sea algo positivo; b) Un tercero fuerte y autoexcluido, es decir, una potencia neutral, la cual
si se incorpora a un bando rompe este equilibrio; c) Vínculos débiles entre los coaligados, que no
exista una cohesión, sea más bien débil; d) Las alianzas sean finitas en el tiempo, estas alianzas son
entendidas en términos de un enemigo fraternal, este es una amenaza para los intereses e incluso
puede ser mortal. Este puede ser respetado e incluso admirado, no representa una odiosidad
personal, no destruye pero es una constante amenaza.

Estos requisitos facilitan la supervivencia de los actores, limita los conflictos y evita las crisis. La
paz es una frágil ciudadela, donde el equilibrio entre el orden absoluto y la libertad irrestricta es la
bien que se debe conservar, es por esto que este indicador del realismo político, da claridad
respecto a las intenciones extremistas que se encuentran en los actores políticos por el poder y la
conservación del equilibrio entre estos actores.

2.3 El carácter inevitable del conflicto

Para Luis Oro [19] la definición de conflicto de Julien Freund sería el más omnicomprensivo y de
mayor potencia interpretativa y explicativa, es por esto que ocuparé la cita de Freund porque
considero que es aclarativa al momento de realizar una definición del conflicto, no perdiendo de
vista el fin último de este apartado que es un indicador del realismo político. “el conflicto consiste
en un enfrentamiento por choque intencionado, entre dos seres o grupos de la misma especie que
manifiestan, los unos respecto de los otros, una intención hostil, en general a propósito de un
derecho, y que para mantener, afirmar o restablecer tal derecho, tratan de romper la resistencia
del otro eventualmente a través del recurso de la violencia, la que puede, llegado el caso, tender al
aniquilamiento físico del otro” [20]. Esta definición es aclaratoria al momento de identificar el
conflicto debido a que este enfrentamiento voluntario de dos antagonistas de la misma especie y
con una intencionalidad conflictiva que quiere restaurar un derecho, trata de romper la resistencia
del otro y la violencia permanece al acecho del conflicto.

Este conflicto puede ser provocado por divergencias y convergencias, también puede ser
detonado por los medios para lograr un fin y en caso de convergencia de objetivo. Este puede
estallar en cualquier tipo de relación social, porque no existe un único objeto que provoque las
confrontaciones, es por esto que las pugnas no se pueden reducir a un solo tipo de conflicto. Pero
esto también se debe estimar al momento de solucionar los conflictos, debido a que tampoco
existe una sola manera de solucionar dichos conflictos.

Pues bien, cuando se habla de conflicto se tiende a tener una concepción absolutamente negativa
del término, pero el éste posee funciones sociales que son positivas, la primera es que fortalece la
identidad de los grupos, debido a que aquellos al sentir la amenaza de otro se cohesionan, para
hacer frente a cualquier grupo que pudiera destruir o invadir su territorio o espacio. Esto en el
plano de la familia, país. Por otro lado el conflicto torna más concientes de sus intereses a los
sujetos, dada la amenaza o el conflicto, debe existir prioridades, las cuales deben estar
jerarquizadas para que se pueda hacer frente al conflicto con claridad.

2.4 Autonomía de la política

El realismo político es consciente del significado moral de la acción política. También es consciente
de la inevitable tensión entre el imperativo moral y las exigencias de la acción política acertada. No
está dispuesto a disimular y borrar esa tensión y oscurecer, en consecuencia, el problema moral
político haciéndolo aparecer como si los hechos duros de la política fueran más satisfactorios de lo
que realmente son, y las leyes morales menos exigentes de lo que realmente son”[21].

Para este caso la ética en abstracto juzga la acción por su concordancia por la ley moral y la ética
política juzga las acciones por sus consecuencias políticas, es decir, que la política tiene su propia
moral, es por esto que podemos afirmar que no existe una sola moral, estas morales se
encuentran en constante tensión, debido a que estas se enfrentan entre si, lo que provoca una
lucha de valores, como por ejemplo la paz – que precio se debe pagar para mantener la paz - y la
justicia – de a cuerdo a los maestros sofistas justeza-. Estas morales tienen que con la tensión
antes señalada, donde halla cabida la naturaleza humana al momento de decidir por una u otra
acción, es por esto que Max Weber señalaba que “quién se mete en política hace pacto con el
diablo [22]”. Pero la política tiene sus ordenamientos y de acuerdo a la moral política “No siempre
lo que es bueno en un ámbito es bueno en otro”. Tampoco los extremos son buenos, es por esto
que el actor político tiene varios lenguajes.
Interdependencia compleja

En relaciones internacionales, la idea de interdependencia compleja es una teoría de Robert


Keohane y Joseph Nye que los Estados y sus fortunas están inseparablemente unidos. El concepto
de interdependencia económica fue popularizado por la obra de Richard Cooper. Con su
constructo analítico de interdependencia compleja en su crítica del realismo político, «Robert
Keohane y Joseph Nye van un paso más allá y analizan cómo la política internacional es
transformada por la interdependencia» (Crane & Amawi 1997: 107-109). Los teóricos reconocen
que las diversas y complejas conexiones transnacionales e interdependencias entre estados y las
sociedades fueron en aumento, mientras que la fuerza militar y el equilibrio de poder decreciendo,
pero manteniéndose en un nivel importante. Al hacer uso del concepto de interdependencia,
Keohane y Nye (1997: 122-132) también hacen la diferencia entre interdependencia y
dependencia al analizar el rol de poder en política y en las relaciones entre los actores
internacionales.

A partir de tales postulados se elabora un modelo ideal de la política mundial opuesto al modelo
característico del realismo político. Es el modelo que llaman de interdependencia compleja.1 La
realidad internacional en la mayoría de los casos responderá, según Nye y Keohane, a una
situación intermedia entre ambos modelos, lo que no impide la necesidad del modelo de
interdependencia compleja en orden a analizar adecuadamente esa realidad.

Este modelo posee tres características principales:

1. La existencia de múltiples canales conectando las sociedades. Estos canales serían las
relaciones interestatales, transgubernamentales y transnacionales.

2. La agenda de las relaciones interestatales consiste en múltiples problemas que no están


ordenados en una jerarquía clara y consistente. Esta ausencia de jerarquía entre los
problemas significa, entre otras cosas, que la seguridad militar no domina
consistentemente la agenda. Muchos problemas surgen de lo que normalmente se
considera política interior y la distinción entre problemas internos y externos se diluye.

3. La fuerza militar no es utilizada por los gobiernos, respecto de otros gobiernos dentro de
la región o respecto de los problemas, cuando prevalece la interdependencia compleja.
Puede, sin embargo, ser importante en las relaciones de estos gobiernos con otros
externos a la región o respecto de otros problemas. Nye y Keohane argumentan también
el declinamiento del uso de la fuerza militar como una herramienta política para
incrementar otras formas de interdependencia, lo que aumenta la probabilidad de
cooperación entre estados.

Estas tres características de la interdependencia compleja originan procesos políticos distintos,


que traducen los recursos de poder en poder como control de resultados. Los objetivos variarían
también en función de las áreas de problemas al igual que la distribución de poder.

You might also like