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1.

LA CAPA DE OZONO
1.1 El Ozono:
El ozono es una capa delgada de nuestra atmosfera, vital para el bienestar de los
seres humanos; un gas compuesto por tres átomos de oxígeno, cuya molécula es
O3. Las moléculas de oxígeno contenidas en el aire que respiramos están
compuestas por dos átomos de oxígeno solamente (O2) (Figura 1) [1]. las separa
en los átomos de oxígeno (oxígeno atómico) constituyente. El oxígeno atómico se
combina con aquellas moléculas de O2 que aún permanecen sin disociar formando,
de esta manera, moléculas de ozono, O3. El tercer átomo es el que hace que el gas
que respiramos sea venenoso y mortal, si se aspira una pequeñísima porción de
esta sustancia [2].

Figura 1. Ozono y Oxígeno.


La formación del ozono es reversible, es decir, debido a la presencia de otros
componentes químicos el ozono vuelve a su estado natural, el oxígeno. Este
oxígeno se convierte nuevamente en ozono, originándose un proceso continuo de
formación y destrucción de estos compuestos [2].
Gran parte del ozono se ubica en la parte superior de la atmósfera llamada
estratósfera, a más de 10 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. El 90%
del ozono atmosférico se ubica en la “capa de ozono” que nos protege de los rayos
ultravioletas dañinos que emite el sol.
1.2 La Capa de Ozono:
La capa de ozono, también conocido como ozono estratosférico (O3), es un gas que
forma una capa que absorbe la radiación ultravioleta (UV-B) protegiéndonos de la
misma [3].
El ozono estratosférico se forma por acción de la radiación ultravioleta, que disocia
las moléculas de oxígeno molecular (O2) en dos átomos, los cuales son altamente
reactivos, pudiendo reaccionar estos con otra molécula de O2 formándose el ozono.
El ozono se destruye a su vez por acción de la propia radiación ultravioleta, ya que
la radiación con longitud de onda menor de 290 nm hace que se desprenda un
átomo de oxígeno de la molécula de ozono. Se forma así un equilibrio dinámico en
el que se forma y destruye ozono, consumiéndose de esta forma la mayoría de la
radiación de longitud de onda menor de 290 nm. Así, el ozono actúa como un filtro
que no deja pasar dicha radiación perjudicial hasta la superficie de la Tierra [4].

1.3 Importancia de la capa de ozono:

La capa de ozono es fundamental para la vida en la superficie del planeta. Actúa


como filtro e impide que la radiación ultravioleta nociva (UV-B) llegue a la Tierra.
Los científicos clasifican la radiación UV en tres tipos o bandas: UV-A, UV-B y UV-
C. La banda UV-C no llega a la superficie de la Tierra. La banda UV-B es filtrada
parcialmente por la capa de ozono. La banda UV-A no es filtrada por la capa de
ozono en absoluto. No obstante, la radiación UV-B es la responsable principal de
los daños en la salud y de los impactos negativos en el medio ambiente [1].

1.4 Destrucción de la capa de ozono:

La destrucción de la capa de ozono es uno de los problemas ambientales más


graves que debemos enfrentar hoy día. Podría ser responsable de millones de
casos de cáncer de la piel a nivel mundial y perjudicar la producción agrícola [2].

En las décadas de 1970 y 1980, los científicos empezaron a descubrir que la


actividad humana estaba teniendo un impacto negativo sobre la capa de ozono, una
región de la atmósfera que protege al planeta de los dañinos rayos ultravioleta. Los
estudios mostraron que la capa de ozono estaba siendo afectada por el uso
creciente de clorofluorocarbonos (CFC, compuestos de flúor), que se emplean en
refrigeración, aire acondicionado, disolventes de limpieza, materiales de
empaquetado y aerosoles. El cloro, un producto químico secundario de los CFC
ataca al ozono, que está formado por tres átomos de oxígeno, arrebatándole uno
de ellos para formar monóxido de cloro. Éste reacciona a continuación con átomos
de oxígeno para formar moléculas de oxígeno, liberando moléculas de cloro que
descomponen más moléculas de ozono [5].

1.5 Consecuencia de la disminución de la capa de ozono:

Cualquier aumento de la radiación UVB que llegue hasta la superficie de la Tierra


tiene el potencial para provocar daños al medio ambiente y a la vida terrestre. Los
resultados indican que los tipos más comunes y menos peligrosos de cáncer de la
piel, no melanomas, son causados por las radiaciones UVA y UVB [2].
La salud humana, se vería seriamente afectada por una serie de enfermedades que
pueden aumentar tanto en frecuencia como en severidad tales como: Sarampión,
herpes, malaria, lepra, varicela y cáncer de piel, todas de origen cutáneo [5]. La
exposición a la radiación ultravioleta ocasiona trastornos oculares y muy
especialmente cataratas causantes de ceguera.
De igual manera, la radiación UVB afecta la vida submarina y provoca daños hasta
20 metros de profundidad, en aguas claras. Es muy perjudicial para las pequeñas
criaturas del plancton, las larvas de peces, los cangrejos, los camarones y similares,
al igual que para las plantas acuáticas. Puesto que todos estos organismos forman
parte de la cadena alimenticia marina, una disminución de sus números puede
provocar asimismo una reducción de los peces.

1.6 Tratados internacionales para la protección de la capa de ozono:

Las preocupaciones sobre la destrucción de la Capa de Ozono de la Estratosfera


debido a la acción de los clorofluorocarbonos (CFC) y otras sustancias de origen
antropogénico surgieron a principio de los años setenta. En respuesta a la
agudización de la problemática de agotamiento de la Capa de Ozono, el Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) convocó en marzo de
1977 a una conferencia que adoptó un Plan de Acción Mundial sobre la Capa de
Ozono y estableció un Comité de Coordinación para elaborar guías internacionales
de acciones futuras.
Los tratados internaciones son [6]:
1.6.1 Convenio de Viena, mayo de 1985: en el cual las Naciones convinieron:
“adoptar medidas apropiadas para proteger la salud humana y el medio
ambiente contra los efectos adversos resultantes o que puedan resultar de
las actividades humanas que modifiquen o puedan modificar la Capa de
Ozono”
1.6.2 Protocolo de Montreal, septiembre de 1987: tuvo por objeto establecer los
mecanismos que los signatarios del Convenio de Viena debían implementar,
para limitar la producción y el consumo de las Sustancias que Agotan la Capa
de Ozono con mayor importancia, desde el punto de vista comercial y
ambiental.

1.7 Implementación del Protocolo de Montreal en Colombia:

Colombia ingresó oficialmente como parte del Convenio de Viena mediante la


aprobación de la Ley 30 del 5 de marzo de 1990. Por otra parte, comenzó a hacer
parte del Protocolo de Montreal a partir de la expedición de la Ley 29 de 1992,
expedida por el Congreso de la República. Para la implementación del Protocolo de
Montreal, Colombia preparó su Programa País durante los años 1992, 1993 y 1994
con el liderazgo de la industria, lo que garantizó su compromiso en el desarrollo
posterior de las metas establecidas [7].
Ley 30 del 5 de marzo de 1990, busca evitar los impactos potencialmente nocivos
de la modificación de la capa de ozono sobre la salud humana y el medio ambiente
y propende por una mayor investigación con el fin de aumentar el nivel de
conocimientos científicos al respecto [8].
Bibliografía:

[1] PNUMA, La capa de Ozono y las SAO, Control aduanero de sustancias que
agitan la capa de ozono, [En línea]. Recuperado en 2018-04-29. Disponible en:
http://www.pnuma.org/ozono/curso/pdf/m1.pdf.
[2] La Capa de Ozono, [En línea]. Recuperado en 2018-05-01. Disponible en:
https://www.trazar.com.pa/technical/cfc/la%20capa%20de%20ozono.pdf
[3] FAHEY, David. Evaluación Científica del Agotamiento de Ozono, Organización
Meteorológica Mundial (WMO), 2002.
[4] Libro electrónico, Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, Ozono
estratosférico, [En línea]. Recuperado en 2018-05-01. Disponible en:
http://www4.tecnun.es/asignaturas/Ecologia/Hipertexto/10CAtm1/362OzonCarac.ht
m.
[5] Informes, La Capa de Ozono y su Degradación, [En línea]. Recuperado en
2018-05-01. Disponible en:
https://www.puntoambiental.com/informes/capa_ozono_degradacion.pdf,
Argentina, 1999.
[6] VEGA, Mirian. Tratados Internacionales Para la Protección a la Capa de
Ozono, noviembre del 2010.
[7] STAVRO, Xiomara. Implementación del Protocolo de Montreal en Colombia,
Grupo Unidad Técnica de Ozono, Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial. Julio 19 de 2007.
[8] LEY 30 DE 1990, Diario Oficial No. 39.216 de 5 de marzo de 1990. [En línea].
Recuperado en 2018-05-01. Disponible en:
http://www.desarrolloeconomico.gov.co/sites/default/files/marco-legal/Ley-30-
1990.pdf

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