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: Introduccion, cece cremgowes's a a la sociologia uliaridad de constituir, simul 0 sélida int ineludib a el gran public 1 una comprensién rigurosa de los indicando sistemati sbservaciones sobre las que nstruyen tales conceptos. No se trata simplemente, por tanto, ¢ finiciones. ‘aminan desc ogiay el lina, ta cultu relacion entr cultura y personalid JIN i Cavireto I LA CULTURA Conducta pautada y vida colectiva La sociotogia comienza con dos hechos bisicos: la con- ducta de tos seres humanos muestra pautas regulares y recu- Frentes, y los seres humanos son animales sociales y no criaturas aisladas. Cuando observamos la actividad normal de los hombres, vemos que cierta clase de acciones se repiten frecuentemen- te, que la gente tiende a comportarse en una forma que parece hallarse més 0 menos estandarizada, que no hay una variedad infinita de comportamientos. Esta observacion obviamente abstrae los rasgos que se repiten a partir de hechos tinicos. Por ejemplo, cuando los seres humanos responden a una presentacién con una frase ya hecha, “jcémo esti usted?”, la entonacién, el tono y el volumen de voz pueden variar, pero en todos los casos Ja fSrmula verbal es la misma, Poniendo otro ejemplo, los motivos personales para aprender a tocar un instrumento musical pueden ser muy diversos, pero la préctica de tomar lecciones de mtisica es muy fre- cuente en muchos grupos norteamericanos. La existencia de tuna pauta no significa identidad completa de conducta; sig- nifica que hay elementos comunes que pueden ser abstraidos. 30 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA Los aspectos repetidos de las acciones humanas consti- tuyen evidentemente la base de cualquier ciencia social, Sin Pautas no podria haber ciencia, pues seria imposible gene- ralizar, La sociologia se distingue de la economia, la ciencia politica o la psicologia por las pautas particulares que estudia y la forma en que lo hace. Los rasgos de la conducta sobre los cuales la sociologéa centra su atencién se derivan del segundo dato fundamental de esta disciplina: el cardcter social de la vida humana “EI hombre”, dijo Arist6teles hace mas de dos mil aftos, “es por naturaleza un animal politico (en términos actuales la palabra traducida por politico podria ser traducida en for- ma més adecuada por social) y... el que por naturaleza y no artificialmente no es apto para vivir en sociedad debe ser inferior © superior al hombre”. Adam Ferguson, filésofo moralista escocés del siglo XVIII observ una vez en térmi- nos que son todavia apropiados: Tanto los primeros como los dtimos informes reunidos en todo el mundo nos presentan a 1a humanidad como reunida en grupos y bandas (hecho que) debe ser admitido como la base de todo razonamiento relativo al hombre... ' Los pocos casos registrados de los Hamados hombres salvajes, 0 seres humanos que de algiin modo pudieron so- brevivir sin cuidados humanos, y de los nifios aislados por lun motivo u otro de la compafiia humana, proporcionan clara evidencia de que sin tal asociacién el animal humano muestra pocas de las caracteristicas normalmente atribuidas al hombre. En su intento por dar cuenta y explicar las aparentes regularidades de las acciones humanas y el hecho de la vida 1. Ferguson, Adam: Essay on the History of Civil Society, 7° edicién, Boston, Hastings, Etheridge and Bliss, 1809, pig. 4 LA CULTURA 31 colectiva, los socidlogos han desarrollado dos conceptos, cultura y sociedad, que pueden considerarse basicos para toda investigacién posterior. A pesar de variaciones consi- derables en la forma precisa de utilizarlos, estos conceptos definen de un modo general 1a naturaleza y los limites del objeto del andlisis sociolégico. Aunque podemos distinguir entre ellos conceptualmente, los fenémenos a que se refieren no pueden existir independientemente uno de otto; Ia socie- dad no puede existir sin la cultura y la cultura s6lo existe dentro de la sociedad Instintos, aprendizaje y cultura Es imposible explicar las pautas del comportamiento humano en términos de instinto o de tendencias naturales heredadas. El ser humano parece poser poca o ninguna destreza y ningiin conocimiento instintive que le pen sobrevivir por sf, solo o en grupos. El regreso del salmén desde el mar para desovar y morir en agua dulce, la migracién anual de los pajaros de una parte a otra del mundo, la construccién de nidos de la avispa del barro, todas éstas son pautas heredadas de conducta que aparecen automética- mente en el momento apropiado. Su aprendizaje no es tras- mitido por los padres u otros integrantes de la especie. El comportamiento del hombre, por el contrario, es en muy gran medida resultado del aprendizaje y la experiencia. El hombre no es el tinico animal que aprende a actuar en lugar de saber més 0 menos autométicamente lo que debe hacer. A los perros se les puede ensefiar muchas cosas y aprenden por la experiencia, tal como sucede con los caballos y gatos, monos y simios, y atin ratas y ratones blancos. Pero en raz6n de su mayor capacidad cerebral y de la posesidn del Ienguaje, el hombre posee mayor flexibilidad de accién que 32 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA otros animales: puede controlar més el mundo que lo rodea, adquirir una variedad de conocimientos mucho mayor y trasmitir en forma més efectiva lo que ha aprendido, El hombre es el tinico animal que posee cultura EL término cultura tal como lo usan los socidlogos (y antropélogos, una de cuyas principales preocupaciones es la cultura), tiene un significado mucho mas amplio que el comin. En su uso més generalizado se refiere a las cosas “superiores” de la vida ~pintura, misica, poesfa, escultura, filosofia—; el adjetivo culto se halla muy proximo a cultivado fo refinado. Pero en su acepcisn sociol6gica cultura se refiere ala totalidad de lo que aprenden los individues como miem- bros de una sociedad: es un modo de vida, de pensamiento, accién y sentimiento, La antigua (1871) pero adn extensa- ‘mente citada definici6n de Edward Tylor indica su aleance: “Cultura es ta compleja totalidad que incluye conocimiento, cereencia, arte, moral. ley. costumbre y toda otra habilidad y habitos adquiridos por el hombre como miembro de una socie- dad”, E] modo de lavarnos los dientes, tos diez mandamien- tos, las reglas del juego de baseball y los procedimientos para clegir un presidente, son parte de la cultura del mismo modo que el tiltimo volumen de ta poesta de vanguardia o ta Novena Sinfonia de Beethoven. Las regularidades de la conducta humana no constituyen cen sf mismas cultura. Tienen lugar porque los hombres po- seen cultura, porque tienen patrones comunes sobre el bien yy el mal, lo correcto ¢ incorrecto, apropiado ¢ inapropiado, porque los hombres comparten creencias sobre la naturaleza del mundo y de! hombre. y porque tienen actitudes similares frente al contorno social, biolégico y fisico en que viven. La cultura, tal como George Murdock lo ha sefialado, es en gran medida “ideacional”: se refiere a las normas, creencias y actitudes de acuerdo con las cuales actiia la gente. La CULTURA 33 Elreconocimiento de la ubicuidad y significado de la cultura, destacé Ralph Linton, es “uno de los avances cientificos mas importantes de la época moderna”. Y continuaba as Se ha dicho que lo dtimo que descubrirfa un habitante de las profundidades del mar seria tal vez precisamente el agua, Solo Hegaria a tener conciencia de ésta si algdn accidente lo evara a la superficie y lo pusiera en contacto con la atmésfera, El hombre ha tenido durante casi toda su historia una conciencia ‘muy vaga de la existencia de la cultura; e incluso dicha concien- cia ha dependido de los contrastes que presentaban las costumbres de su propia sociedad en relaci6n a las de alguna otra con la que accidentalmente lleg6 a ponerse en contacto, La capacidad para ver la cultura de la propia sociedad en general, para valorar sus patrones y apreciar cuanto éstos comprenden, exige cierto grado de objetividad que rara vez se logra.” En razén de que nuestra cultura es en tan gran medida parte de nosotros, la damos por establecida, suponiendo frecuentemente que es una caracterfstica normal, inevitable ¢ inherente a toda la humanidad. Los antropélogos informan ‘4 menudo que cuando preguntan a los miembros de tibus, primitivas por qué actiian en alguna forma determinada reciben una respuesta que equivale a “jEs asi como se hace!” “Es lo habitual”. Acostumbrados a su propio modo de vida, les es imposible concebir otro, Entre los norteamericanos la expresién “es la naturaleza humana” es una explicacién caracteristica para muchas acciones: competir por fama y poder, buscar ganancias, y casarse por amor. por ejemplo. 2. Linton, Ralph: The Cultural Background of Personality, Nueva York, D. Appleton-Century Company. 1945, pag. 125. Utilizado con permiso del poseedor de los derechos de reproduccisn, Appleton- Century-Crofts, Inc. [Versién cast.: Cultura y personalidad. ‘México, Fondo de Cultura Econdmica, 1945.) 34 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA Esta “explicacién” se da a pesar de la evidencia de que los que poseen diferentes patrones culturales se comportan en forma muy distinta La cultura es aprendida y compartida: tales son los he- chos fundamentales de los que debemos partir. Hemos adver- tido ya que los hombres no heredan 1a mayor parte de sus modos habituales de comportamiento; los adquieren en el curso de sus vidas. Las cosas que aprenden se deben princi- palmente a los grupos en que nacen y viven. Los habitos adquiridos por el nifio siguen las pautas de nifios, los padres y demas responsables de la educaci6n y preparacién de los nuevos miembros de la sociedad les inculcan sus propias pautas de conducta, trasmitiendo a cada nueva generacién los conocimientos, habilidades, valores, creencias y actitudes de Ia vieja. Los nifios aprenden su contorno de infinitos modos. Estas caracteristicas han conducido a algunas definiciones ocasionales de la cultura como herencia social del hombre. La conducta que es universal pero no aprendida, 0 peculiar del individuo, no es parte de la cultura. (Tanto los reflejos incondicionados como la idiosinerasia personal, sin embar- 20, pueden ser influidos o modificados por a cultura). Similitud y diversidad culturales Desde cierto punto de vista, 0, para ser mas precisos, en un nivel elevado de abstraccién, hay similitudes sustanciales en las pautas culturales que se encuentran en diferentes grupos de hombres. En un nivel mucho més inferior de abstraccidni, sin embargo, nos asombra la casi infinita diver- sidad de pautas culturales. Sobre la base de datos del “Fiche- ro por zonas sobre relaciones humanas” (anteriormente “In- vestigacién de culturas opuestas”) compilados en la Univer- LA CULTURA, 35 sidad de Yale, George Murdock ha reunido una lista de rasgos Ls] que aparecen, hasta donde Megan los conocimientos del autor, en toda cultura conocida por la historia o la etnografia: gradaciones de edad, deportes atléticos, adornos corporales, calendario, habitos de limpieza, organizacién de la comunidad, cocina, trabajo cooperativo, cosmologfa, cortejo, danza, arte decorativo, adivinacién, divisi6n del trabajo, imterpretacién de los suefios, educacién, escatologia, ética, etnobotinica, etiqueta, ‘cura por la fe, celebraciones familiares, hacer fuego, folklore {abies alimentarios, ritos funerarios, juegos, gestos, donacién de regalos, gobierno, felicitaciones, peinados, hoxpitalidad, alojamiento, higiene, tabGes sobre el incesto, reglas de la heren- cia, bromas... fy mas de otros weinta rubros...}° Pero cada una de estas pautas universales toma diversas formas; las ilustraciones especificas de diferencias culturales sélo pueden ser elegidas arbitrariamente. Toda la gama de variaciones puede hallarse en la extensa literatura de estudios antropologicos y sociolégicos asi como en los informes de perspicaces viajeros. Una de las tentaciones en este punto, es clegir como ejemplos lo trivial o lo exotico, desusado y extraiio para nuestro modo de pensar, para demostrar cudn ampliamente puede variar la conducta humana e, incidentalmente, incitar al lector a promover y defender la objetividad en el examen de su propia cultura, ya que los desusados ejemplos de lo que otros consideran normal 0 convencional puede hacernos mirar con frescura todas aque- Has costumbres que hasta ahora hemos dado siempre por descontadas. Los andamanes, por ejemplo, no deben silbar 3. Murdock, George P.: “The Common Denominator of Culture” en The Science of Man in the World Crisis, Ed. Ralph Linton, Nueva York, Columbia University Press, 1945, pag. 124, 36 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA de noche porque creen que eso atrae a los espiritus; entre los norteamericanos el silbar es, 0 era al menos, uno de los mo- dos de darse dnimo al pasar cerca de un cementerio por la noche. Entre los comanches, en ciertas circunstancias, los hermanos, pueden prestarse sus esposas con fines sexuales, practica que los norteamericanos y muchos otros considera- rfan sumamente inmoral. Los hindes se niegan a comer carne de vaca, pero los norteamericanos la consideran uno de los principales elementos de su régimen alimenticio, Estos ejem- plos tan notables no deben Hevarnos a ignorar algunas dife- rencias més familiares pero menos evidentes que de pronto parecen ser materia de preferencia individual y de caracte- sticas personales. El interés por la miisica sinfénica, por ejemplo, se halla muy extendido en algunos grupos de Es- tados Unidos y no en otros. Los habitantes de la campafia tienden a pensar que la hora de la cena es una y los de la ciudad que es otra. Diferencias culturalmente pautadas en ‘materia de alimentos preferidos, formas de ocio, habitos de lectura, y muchas otras actividades se encontrardn entre los humerosos grupos superpuestos que forman la sociedad norteamericana Tanto la universalidad de las pautas culturales generali- zadas como la diversidad de pautas mas especificas requieren una explicacién, Seftalamos anteriormente que la mayor parte del comportamiento humano es aprendido mas que heredado, y que la cultura determina lo que aprende la gente, La invariable recurrencia de ciertos tipos de pautas culturales. sugiere la probabilidad de una estrecha relacién entre la cultura y la naturaleza biolégica del hombre. ,Hasta qué punto, 0 en qué forma, podriamos preguntar, se halla la naturaleza de la cultura determinada, conformada, o influida por las caracteristicas orgdnicas del hombre? La estructura y funcionamiento de! hombre como organismo biolégico nos LA CULTURA 37 provee de “puntos de referencia” o “focos”, segtin la termi- nologia de Parsons, alrededor de los cuales se desarrollan inevitablemente las pautas culturales que encontramos por doquier. Estos focos los constituyen elementos tales como las diferencias estructurales y funcionales entre los sexos, el hecho de que en su nifiez el hombre depende durante un tiempo comparativamente largo de los dems para su super- vivencia, los impulsos orgénicos provocados por el hambre, la sed, el sexo, los procesos de maduracién y envejecimiento, yel hecho de la muerte, Estos datos biolégicos forman la base sobre la cual se levantan muchos elementos universales de la cultura, por ejemplo, las normas que rigen las relaciones entre los sexos, las précticas sobre el cuidado y la crianza de los nifios, 0 las técnicas de obtencién de alimentos y bebida, Pero debe sefialarse nuevamente que no hay uniformidad en cémo los hombres enfrentan estos hechos. Como lo dice Kluekhohn: La biologia humana pone limites, suministra potencialida- des © impulsos, y prove de orientaciones que las culturas elaboran 0 descuidan.* Los universales biol6gicos, sin embargo, no nos facilitan todos Ios puntos de referencia alrededor de los cuales los hombres desarrollan su cultura. Un examen de la lista parcial transcripta més arriba de pautas que se hallan en todos los grupos nos mostrar muchas que no pueden referirse fécil- mente a factores biol6gicos. Elementos como el adorno corporal, cosmologia, cortejo, folclore, arte decorativo y danza, aparecen como muy alejados de todo impulso innato 4, Kluckhohn, Clyde: “Universal Categories of Culture”, en A. L. Kroeber y otros: Anthropology Today, Chicago, University of Chicago Press, 1953, pag. 513. 38 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA © necesidad basica. Debemos buscar en cambio la explici cidn en el hecho de la vida colectiva, hecho que hemos des— tacado ya como fundamental para nuestro andlisis. El descu- brimiento de los focos sociales de las pautas culturales cons- tituye uno de los problemas tedricos mayores de la sociolo- gia, y evidentemente no podemos abordarlo aqui, aunque consideramos algunos aspectos del mismo en nuestro trata- miento posterior de los conceptos de sociedad y funcién. Raza, clima, geografia y cultura Laexplicacién de la diversidad de las pautas culturales debe buscarse también en la naturaleza y la historia de la vida social misma, Nos detendremos un poco, sin embargo, en las teorfas opuestas que defienden las diferencias biolégicas innatas o las variaciones geogréficas o climéticas como la base de las dife- rencias culturales. La idea de diferencias inherentes entre istintos grupos, que Heg6 a una tragica culminacién con las doctrinas det racismo contemporéneo, tiene una larga historia, del mismo modo que los determinismos geogréficos y climéticos. Aristételes, por ejemplo, considers que las dife- rencias entre los griegos y los barbaros, entre los ciudadanos y los esclavos, eran resultado de rasgos y capacidades innatas diferentes. Sostuvo también que habfa una relacién definida entre el clima y el cardcter. Tanto en la Grecia clisica como en los siglos posteriores las aparentes correlaciones entre los atributos fisicos y la conducta, las actitudes y las habilidades, Hevaron facilmente a la creencia de que se hallaban estrecha- mente relacionadas. El mismo argumento se utiliz6 para el clima y la geografia. Las teorfas biolégicas de las diferencias culturales des- cansan en el concepto de raza, cientificamente definido como grupo de gente que posee la misma herencia biolégica, identificada en primer término sobre 1a base de caracte- LA CULTURA, 39 risticas fisicas externas, De este modo se supone que Ia forma de la cabeza, el color del cabello, ojos y piel, el contorno de la nariz y la mandibula, y la altura y forma del cuerpo, tienen una relacién definida con la clase de comportamiento de ese pueblo y la cultura que posee. Se espera, en consecuencia, que los negros, los blancos (técnicamente caucdsicos), y los asid- ticos (técnicamente mongoloides), posean diferentes culturas en virtud de sus distintos rasgos biolégicos, Las pruebas contra este punto de vista son muy contun- dentes. No nos detendremos aqui en los problemas téenicos que presenta el establecimiento de clasificaciones raciales y la ubicacién de los pueblos en esas categorias; la mayoria de los pueblos tienen ascendencia racial mezclada, Pero debe- mos seffalar que estos problemas envuelven serias dificulta- des que hacen el concepto de raza de dudosa confiabilidad para las ciencias sociales. La irrelevancia del concepto de herencia racial para el tipo de cultura que adquiere el indi- viduo puede ilustrarse con el siguiente informe: Hace unos pocos afios un joven de padres norteamericanos que habfa sido educado por una familia china desde la infancia, realiz6 su primera visita a Estados Unidos. Los periodistas co- ‘mentaron no sélo su aparentemente completo asombro ante Ja forma de vida norteamericana, sino también el hecho de que su manera de caminar, los movimientos de sus brazos y piernas, y la expresi6n facial, eran chinos y no norteamericanios, Insis- tieron en que habia que fijar la atencién en sus cabellos rubios ¥y sus ojos azules para convencerse de que era de raza blanca. ‘Aqui la cuestisn reside en que los actos y las actitudes de un individuo no sélo dejaron de parecerse a los de sus parientes norteamericanos, sino que se parecfan a los de los miembros de ‘otro grupo fisico, en contraste con los del propio.” 5. Kluckhohn, Clyde y W. H. Kelly: “The Concept of Culture”, en The Science of Man in the World Crisis. Ed, Ralph Linton, Nueva York, Columbia University Press, 1945, pig. 91. Utilizado con permiso del editor. 40 INTRODUCCION A La SOCIOLOGIA Los datos antropolégicos ¢ histéricos nos proporcionan abrumadora evidencia de que culturas similares pueden ha- Harse en pueblos de caracteristicas fisicas muy diferentes, que diferentes culturas pueden hallarse en pueblos con carac- teristicas similares, y que la cultura puede cambiar répida- ‘mente sin ningdn cambio correspondiente en la identidad racial. O para decirlo en términos concretos en lugar de abstractos, la cocina francesa es distinta de la norteamerica- na, inglesa o china, no como producto de un gusto y habilidad innatos distintos, sino como resultado de diferentes condici nes culturales y sociales. Los hinddes se niegan a comer carne vacuna no porque sean naturalmente supersticiosos & ignorantes, sino porque consideran sagradas a las vacas. Las experiencias sexuales premaritales permitidas en muchas sociedades no son el resultado de una inmoralidad innata 0 de una etapa inferior de la evolucién humana, sino de peculiares circunstancias sociales y culturales. ‘Aunque no puede sostenerse que las diferencias entre individuos y grupos provoquen o determinen las dife- rencias culturales, en verdad constituyen una de las “orien- taciones (biolégicas) que las culturas elaboran descuidan”. Asi, los hombres pueden responder en formas culturalmente pautadas al color de la piel, la forma de los pérpados 0 las, ineas de la nariz. La raza, en consecuencia, puede ser con- siderada como una idea, sujeta a investigacién sociolégica, de los miembros de un grupo, pero no como concepto cien- tifico a ser utilizado para explicar las diferencias culturales. La evidencia que refuta los determinismos climatico y geogrifico de 1a cultura sigue la misma linea que la que invalida la teoria racial. Condiciones climéticas y geograti- cas muy disimiles han contado con pautas culturales muy semejantes. La historia probablemente apécrifa det inglés que se viste para cenar en el trépico ilustra este punto, tal isicas LA CULTURA 41 como lo muestrael testimonio hist6rico a través de los modos de vida europeos llevados por éstos a los distintos puntos del mundo en los que se establecieron. A la inversa, el mismo tipo de clima o geografia ha sido testigo de distintos modos de vida; los marcados cambios habidos en los tltimos siglos en Estados Unidos y en Europa pueden servir como ilustracién, ‘Aqui, de nuevo, sin embargo, no podemos descartar en nuestro andlisis en forma total los factores geograficos y climaticos. Al examinar, por ejemplo, el escenario politico contempordneo, vemos que Ia influencia de los yacimientos petroliferos, la existencia de estafio y caucho, y la cantidad de tierras cultivables que cada pais posee, son hechos social- mente significativos, Pero es importante advertir que adquie- ren significacién s6lo porque los hombres les asignan un valor. El Medio Oriente tenfa mucha menos importancia en los asuntos mundiales cuando las naves no quemaban petrsleo, El clima y la geografia no deben ser vistos como determinan- tes sino como condiciones que pueden ser tenidas en cuenta, ‘acaso como problemas a afrontar, tal como la vida en con- diciones extremas de calor o frio, Es también importante advertir que no hay necesariamente uniformidad en la forma como los hombres enfrentan estos problemas. Una persona puede soportar un clima tropical usando telas de lino, dur- miendo durante las horas de mayor calor 0 creando y utili- zando aparatos de aire acondicionado, Cultura y subcultura Las variaciones de las pautas culturales especificas de los grupos humanos ha conducido a una distineién entre la cul- tura como concepto general y una cultura, 0 conjunto de pautas caracteristico de un grupo. Podemos considerar separada- 42 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA ‘mente la cultura norteamericana, la cultura de la India 0 la cultura de cualquiera de los numerosos grupos distintos, grandes y pequefios, que viven sobre la superficie de la tierra. El andlisis de las culturas crea muchos problemas importan- tes, Sobre qué base podemos identificar las pautas culturales de un grupo determinado como si fuera una unidad propia, una cultura? Hay, por ejemplo, tantas variaciones en la India que podria ser mas adecuado hablar de muchas culturas especiicas antes que de una sola en aquella grande y compleja nacién. Aun en los Estados Unidos hay suficiente variacién como para que surjan dificultades en el andlisis de esa entidad llamada “cultura norteamericana”. Se utiliza veces, en consecuencia, el concepto de subcultura, parte relativamente distinta pero no totalmente separada de un todo mayor. {Cémo se hallan relacionadas entre si las distintas partes de una cultura subcultura? Vale decir, {cémo estan orga- nizadas o estructuradas o integradas las culturas? ;Hay algu- na relacién entre nuestras creencias religiosas y nuestras Practicas econémicas, o entre el difundido interés por las carreras de caballos y las apuestas y la clase de empleos en que trabaja la gente? Para responder a estas preguntas debe- mos elaborar nuestro equipo conceptual. El concepto de cultura mismo, tal como nuestros ejemplos quizé Io han sugerido, abarca un campo tan amplio de fenémenos que debe ser refinado sin cesar, vale decir, descompuesto en sus partes constituyentes. Instituciones, usos y costumbres Podemos dirigir primeramente nuestra atencién a las instituciones o pautas culturales que prescriben determina- das reglas de conducta, en contraste con elementos de la LA CULTURA 43 cultura, como Ios conocimientos, creencias sobre el hombre y el mundo, valores y sentimientos o actitudes pautadas. Las instituciones deben ser consideradas, en consecuencia, como “pautas normativas que definen los modos de accién o rela- cién social, que se consideran apropiados, legitimos 0 espe- rados”.° Esta definicién incluye como rasgo crucial de las instituciones no slo su conformar (pautar) la conducta, sino también su funcién en el establecimiento o definicién de las relaciones de las personas entre sf. Este titimo aspecto de la cultura lo examinaremos en detalle en nuestra discusién de sociedad. EI concepto de institucién, como el de cultura y otros conceptos basicos de la sociologia, ha sido definido en dis- tintas formas. Como el término institucién desempefia un papel muy importante en el andlisis sociolégico, nos deten- dremos brevemente a seftalar los distintos significados que lehan sido atribuidos. Las primeras definiciones de institucién, que han sido refinadas y clarificadas en forma ininterrum- pida, inclufan no s6lo pauias normativas sino lo que mas adelante identificaremos como grupos y organizacién so- cial.’ Todavia se halla de vez en cuando en Ia literatura 6, Parsons, Talcott: Essays in Sociological Theory, Glencoe, Mlinois, The Free Press, 1949, pag. 203. 7. La influyente y tantas veces citada definicién de William Graham Sumner proporciona un ejemplo de esta concepeién inclusiva de las instituciones. “Una institucién se compone de un concepto (idea, nocién, doctrina, interés) y una estructura, La estructura es el armazén 0 aparato, © quizé S6lo un conjunto de funcionarios dedicados a cooperar en determinada forma en una cierta coyuntura, La estruc~ {ura sostiene al concepto y proporciona los instrumentos para darle vvida en el mundo de Tos hechos y la accién, de modo que sirva a los intereses de los hombres que viven en sociedad.” Folkways 44 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA sociolégica (y frecuentemente en el uso diario), la referencia una organizacién de individuos como institucién, aunque Ja concordancia es cada vez mayor en el campo sociolégico para utilizar el término en el sentido de pautas de conductas aprobadas 0 sancionadas. En lugar de limitar el significado de institucién a normas © pautas (esténdar) sociales especificas, algunos escritores consideran la institucién como un conjunto de normas interrelacionadas centradas alrededor de algiin tipo de acti- vidad humana o gran problema, como serfan el proveer de alimento y refugio, el cuidado de los nitios 0 el mantenimien- to del orden y la armonia en el grupo. Necesariamente no hay conflicto entre estas distintas definiciones; los estudiosos de este tema reconocen la exis- tencia y la naturaleza de los fenémenos en consideracién, pero a veces les ponen rétulos diferentes. Las normas o reglas (estdndar) que gobiernan la conducta, vale decir, lo que hemos Mamado instituciones, pueden dividirse en usos (folkways) y costumbres (mores), con- ceptos empleados primeramente por uno de los primeros socidlogos norteamericanos, William Graham Sumner. El uso (folkway) es simplemente la prictica convencional, con- siderada apropiada pero sobre la que no se insiste; la persona que se desvia de la pauta puede ser mirada como excéntrica como acérrimo individualista que se niega a dejarse atar por las convenciones. Los que objetan la irracionalidad del atuendo del hombre, por ejemplo, y se niegan en todo momento a evar corbata, ignoran uno de nuestros usos. Las costumbres (mores) son instituciones que tienen Boston, Ginn & Company, 1907, pig. 53 y 54. [Versi6n cast.: Los pueblos y sus costumbres, Guillermo Kraft, Buenos Aires.) LA CULTURA 45 fuerte sancién. La conformidad con ellas se refuerza de muchas maneras y el desacuerdo provoca la desaprobacién moral y frecuentemente acciones positivas. Hay numerosos ejemplos: no mataris; no robaris; no cometerds adulterio. Generalmente las costumbres son consideradas como esen- ciales para el bienestar del grupo. Pero el limite entre cos- tumbres y usos no siempre es facil de trazar. Evidentemente hay una especie de linea continua, que va desde las conven- ciones 0 hibitos menos importantes 0 sobre los que menos se insiste hasta los mas graves. EI problema de distinguir entre fenémenos més bien gra- duales que marcadamente definidos, que aparece en la dis- tincién entre usos y costumbres, surge a menudo en el and- lisis sociolégico y exige algiin comentario, La necesidad de conceptualizar, de establecer categorias para la observacion, lleva frecuentemente a intentar establecer Iineas demarcatorias rigidas cuando la realidad social s6lo ofrece gradaciones, ‘Aunque a menudo titiles, las Iineas rigidas son peligrosas: presentan serios riesgos. Una vez que se ha hecho una dis- tincién tajante es facil olvidar que no tiene ese cardcter y que representa diferencias de grado antes que de especie. A menos que este peligro se tenga presente, se puede llegar a falsas dicotomias y conclusiones espurias. Los conceptos de usos y costumbres se centran sobre la dimensién moral de tas instituciones, esto es, en sf son san- cionadas por la sociedad como esenciales para el bienestar social. Otras dimensiones se hallan sugeridas por otras ca- tegorias utilizadas en el andlisis de las prescripciones cultu- rales de Ia conducta. Las feyes, por ejemplo, son normas legalmente establecidas que pueden tener 0 no la sancién moral caracteristica de las costumbres. Pueden oponerse a los habitos, que emergen gradualmente en el curso de la vida social y también pueden variar a lo largo del continuo usos: 46 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA costumbres. La moda se refiere a habitos 0 convenciones cambiantes que carecen de continuidad y persistencia, y de los que se espera un cambio répido, aunque generalmente dentro de los limites establecidos por las costumbres subya- centes. Antes de proseguir nuestro andlisis de la cultura debemos dirigir la atencién al segundo hecho basico de la sociologia: el caricter social o colectivo de la vida humana, Una cultura tal como lo sefialamos primeramente, es el modo de vida de un grupo; las pautas de cultura, incluyendo los sistemas de ereencia, conocimiento, valores, modos de accién fisica, y sentimientos o afectos pautados, asf como las reglas de con- ducta, son compartidas por todos los hombres: son adquiridas antes que innatas o instintivas. Y las instituciones, tal como Jo hemos sefialado, definen las relaciones sociales y establecen los modos de comportamiento. En el préximo capitulo, en consecuencia, consideraremos la naturaleza de la sociedad y de la organizaci6n social Capitulo 11 LA SOCIEDAD La sociedad como relaciones sociales En la larga historia de la literatura que se ocupa de la vida de los seres humanos en grupos, quiz no haya palabra cuyo uso sea menos preciso que la palabra “Sociedad”. A pesar de su evidente importancia en una disciplina que a veces ha sido descripta como la ciencia de la sociedad, muchos escritores contempordneos todavia asignan diferen- tes significados al concepto de sociedad. No podemos dar, en consecuencia, una definicién con la que todos 0 la mayor de los sociélogos estén de acuerdo. Poco ganariamos, por otra parte, agregando otra definicién al ya imponente conjunto. Podemos, en cambio, contribuir mas efectivamente a nuestra discusi6n mostrando los distintos significados que han sido dados a sociedad y examinando brevemente la aplicaci6n que se les ha dado. Tal como lo sefalamos al comienzo, las diferencias conceptuales generalmente significan que los dis tintos autores consideran 0 al menos destacan diferentes aspectos del mismo fendmeno. Un examen de las diversas 1. Bryson, Gladys: Man and Society, Princeton, N. J., Princeton University Press, 1945, pig. 148. 48 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA perspectivas desde las cuales el hombre ve la sociedad podré, en consecuencia, ampliar nuestra conciencia de sus muchas dimensiones, En su uso mas general el término sociedad se refiere simplemente al hecho basico de la asociacién humana, En un libro reciente ta palabra es utilizada [...] en su mas amplio sentido de modo de ineluir toda clase y grado de relacidn en que ingresen los hombres, ya se trate de relaciones organizadas 0 no, directas o indirectas, cons- cientes 0 inconscientes, de cooperacién 0 antagonismo. Incluye también 1a trama integra de las relaciones humanas y carece de fronteras o de limites asignables. De estructura amorfa en sf misma, da lugar a numerosas sociedades es- pecificas, superpuestas e interconectadas, que, sin embargo, ‘ho la agotan. Son tan s6lo islas en el infinito oegano de las relaciones humanas.” Este concepto de sociedad sirve principalmente para di- rigir nuestra atencidn sobre un amplio campo de fenémenos que deben ingresar en nuestro andlisis, esto es, las variadas y multiformes relaciones en las que ingresan los seres huma- nos en el curso de su vida en grupos. El concepto de refacién social se basa en el hecho de que Ja conducta humana se halla orientada de innumerables maneras hacia otras personas. Los hombres no sélo viven juntos sino que continuamente se hallan en interaccién, respondiendo unos a otros y conformando sus acciones en relaci6n con la conducta de los demas. Los esfuerzos de un enamorado por complacer al objeto de sus amores, el intento 2. Rumney, Jay, y Maier, Joseph: Sociology: The Science of Saciety, Nueva York, Henry Schuman, Inc., 1953, pag. 73. [Versién cast: Sociologia: la ciencia de la sociedad, Buenos Aires, Paidés, 1959.] LA socisDaD 49 del politico para ganar el apoyo de su electorado, la obedien- cia del soldado a la érdenes del oficial, todos son ejemplos familiares de conducta orientada a lo que esperan y desean, real o imaginariamente, los otros. La accién puede ser mo- delada segin actian los demas, tal como sucede en el nifio que imita a su padre; puede ser calculada para provocar respuestas de los otros, tal como en los esfuerzos del nifio para ganar la aprobacién paterna; puede basarse en expecta- tivas sobre cémo se comportarin los otros, por ejemplo, en Jas fintas de un boxeador antes de lanzar un golpe o la técnica de un médico para dar a un paciente su diagnéstico. La imteracci6n, sin embargo, no es tan unilateral como estos ejemplos lo pueden sugerir. El electorado responde de algiin modo a las acciones del politico y éste puede entonces cam- biar sus métodos o persistir en su estrategia, lo que provocaré consecuencias ulteriores en las actitudes de los votantes. La conducta del oficial seré afectada por el modo cémo sus hombres obedezcan sus érdenes. Bl cortejar no es meramente un caso de cazador y cazado; cambiando de metéfora pode- mos decir que dos pueden jugar y juegan tan bien como uno. La interaccién, como la misma palabra lo sugiere, no es una ocurrencia momenténea ni una respuesta tinica a un nico estimulo; es un proceso continuo de accidn y reaccién. Puede decirse que existe una relacién social cuando indi viduos 0 grupos poseen, cada uno, expectativas reciprocas en Jo que respecta a la conducta de los otros. O para decirlo de otra forma, una telacién social se compone de una parte de in- teraccién, Padres € hijos responden unos a otros en forma mas o menos regular, basada en las expectativas mutuas sobre a conducta. Las interacciones pautadas (institucionalizadas) del profesor y el alumno, del policfa y del conductor, del vendedor y el comprador, del obrero y el empleador, del médico y el paciente, constituyen relaciones sociales de varios tipos. 50 INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA Desde un punto de vista, en consecuencia, Ia sociedad es Ia “trama de las relaciones sociales.” La sociedad en este sentido general debe distinguirse de aquellas sociedades especificas en las que los hombres se agrupan. Una sociedad, segdn Simmel, es “un agregado de individuos entre los que hay relaciones sociales”;’ segdn Redfield es “un mimero de individuos relacionados por in- teraccién”;* y segin Rumney y Maier, “una determinada coleccién de individuos que poseen cierta permanencia... y ‘cuyos miembros tienen unos con otros relaciones definidas”.” El concepto de sociedad contenido en estas definiciones, aunque de valor para dirigir nuestro atencién a la trama de relaciones que mantiene unidos los agregados de individuos, es demasiado general para ser itil. Tal como se halla definida podria incluir cualquiera de los multiples grupos que se encuentran entre los hombres. Podria referirse a la “Socie~ dad”, 0 miembros de la clase alta sobre los que informan las columnas de sociales de los periddicos. Podrfa abarcar orga- nizaciones de muchas clases: la Sociedad de Amigos, la Sociedad para el Progreso de la Empresa, y la Sociedad de Sociologfa Norteamericana, as{ como el interminable conjun- to de clubes, logias, hermandades, organizaciones profesio- nales y hasta grupos informales. Algunos escritores usan el término sociedad para referirse a todo grupo de cualquier 3. Maclver, Robert M., y Charles H. Page: Society, an Introductory Analysis, Nueva York, Rinehart & Company, Inc., 1949, pig. 5. [VersiGn cast.: Sociologia, Madrid, Tecnos, 1958.) 4. Simmel, Georg: Sociology. Trad. por K. H. Wolff, Glencoe, IL, The Free Press, 1950, pig. 10. {Versidn cast.: Sociologia, Buenos Aires. Espasa-Calpe Argentina.) 5. Redfield, Robert: The Folk Culture of Yucatan, Chicago University of Chicago Press, 1941, pig. 15. 6, Rumney y Maier, ob. cit., pig. 74. LA socigDAD 3 clase, pero generalmente significa, entre aquellos que acep- tan la concepcién de Ia sociedad como un grupo, una clase especial de agregado social La sociedad es aquel grupo en el cual los individuos pueden compartir una vida comiin total mas que una orga- nizaci6n limitada a algtin propdsito o propdsitos especificos “Es la matriz de relaciones sociales dentro de la cual se desarrollan otras formas de vida de grupo”.’ Desde este punto de vista una sociedad se halla compuesta no sélo por in- dividuos relacionados entre si, sino también por grupos interconectados y superpuestos. De este modo la sociedad norteamericana se halla formada por 160 millones de indi- viduos unidos por una compleja trama de relaciones, de aproximadamente 40.000.000 de familias (ademas de los individuos solos) en las que se reparte la poblacién, de una multiplicidad de comunidades urbanas y rurales, de distintas contesiones y sectas religiosas, de partidos politicos, razas y ‘upos étnicos, clases sociales y econémicas y de la infinita variedad de los restantes agregados sociales que se encuentra en los Estados Unidos. En el otro extremo, una sociedad simple, como la de tas Islas Andamanas, al oeste de Birmania, era antes de la Hegada de los europeos una pequefia poblacién organizada primariamente en tribus, grupos locales y familias. La socie~ dad de la India incluye los distintos grupos religiosos, los pertenecientes a las castas y los “descastados”, las distintas razas, numerosas tribus, divisiones politicas y econémicas, ete, En cualquier sociedad los grupos menores se hallan incluidos en los mayores y los individuos pueden pertenecer simuttineamente a varios grupos. Cada sociedad puede ser 7. Wilson, Logan, y William L. Kolb: Sociological Analysis, Nueva York, Harcourt, Brace & Co., 1949, pig. 267

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