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ANoam Chomsky se le reconoce mundialmente ‘como uno de los grandes intelectuales y educadores del siglo xx. En La Glededucacion ol ‘gran linglista noreamericano critica duramente nuestro actual sistema de ensefanza, Frente a la idea de que en nuestras escuelas se ensefian los valores democriticos, lo que realmente existe es un modelo colonial de ensesianaa disefiado primordialmente para formar profesores cuya ddimensi6n intelectual quede devakwuda y sea tuida por un complejo de provedimientos y ‘€cnicas; un modelo que impide el pensamiento critico e independiente, que no permite rzonar sobre lo que se oculta tras las explicaciones y que, por ello mismo, fija éstas como las ‘inicas posibles, En este libro, Chomsky nos proporciona excelentes herramientas para desmontar este tipo de ensefianza pensacla para la domesticacién de los ciudadanos, y ‘construir un mundo menos discriminatorio, mis democritico, menos deshumanizado y mas justo, CRITICA PVP & 10008283 ee SMO wwmaustraleditorialcom 884081006625 7 CHOMSKY LA ¥ (DES)EDUCACION Edicién ¢ introduccién de Donaldo Macedo Jonzalo G. Djembé ‘Taduceién EEE ’© 62 Cien por clon libre cia loro y esta, i {No 9 porte a fpreaecn total 0 parcial do eat ovo, Al meorporacon user evorngtic, ni su Vansmistn real fora er cusses, soa Sse ace, Impolrico, pee loca, pox erabacon u otros metodss, fimo pemoo prvoy por eastto dal adie Ls kaccon Gh ea Gerecios mencionasos ode se esretaa do cto (Gora laprpecad nisl ft. 270 sues del Coco Penal. [Ejpan a EERO (Cer Espano de Drectos Reprogtis) s necesita foieeopi oesransa’ agin aqrnonto Se exta obra, ud contctar (bn SE trae deta woe we canteen com (Sper ll one 94 702 7070) 82272 04 47 Flo erga: Gromseyan MsEcueaton (© 200, fretjusiohedin the Unteo States by Rowman & Lies Larham Marfand USA. ‘Alri ore per latrxuccn, Gonzalo G. Demo ileckborachn con Ector Peet, 8. A. Green, 8, 2001 ‘Avra Dre, 662-654, 08004 Bareloa Espa) ihotdor ote Sareea ‘or lanteltxos.com Bono do a colocrién: Compara Nissin dela bert © Srusterstock ‘nora wae en Austak mayo ce 2012 ‘Soyunda rye: mayo de 2013 Tova mean. aver do 2014 opoeto gat 6. 11.748.2012 ISIIN O78 84 c8-00663-3 Frgtuatny encudedo on Barcelona por Black Pint CP, Barodona Pitted in Goan = iyseoo en Espana Blografia Noam Chomsky (1928) se doctoré en lingtistica en la Universidad de Pennsylvania en 1956 y en la actualidad es profesor de esta especialidad en el departamento de Linglistica y Filosofia del Instituto de Tecnologia de Massachusetts. Ha escrito numerosas obras sobre linguistica, flosofia, historia de las ideas y sobre poltica intemacional contemporénea. De entre sus numerosas obras destacan: Los guardianes de la libertad (2000), Actos de agresién (2000), E/ beneficio es fo que cuenta (2001) y El miedo a la democracia (2001), todas elias publicadas por Critica. Prélogo* 1a democracia es fracasado porque hay demasiaca gene que la teme. Craen que el bienestar y la elicidad son tan escasos, que resulta imposible—y qed infesenble— creer en un mundo de personas prbspe- ras bres». Sin embargo, este mudo, con todas sus conradicciones, ‘in puede savarse, un puede renacer; pero no recuriendo al capital, el inerésecondmica, la propiedad y el oro. W.E.B, Du Bois! 1 las sociedades Hamada libres y abiertas, la escuela afronta unas tensiones y paredojas formidables. Por una parte, tiene la responsabi- lidad de ensefar las ventajas del sistema democrético; por otra, es c6m- plice de la hipocresia inherente « las democracias contempordneas, en las ue, segtin Noam Chomsky, el término democracta se refiere a un site sma de gobiemo en el que ciertos elementos de la élite, que se apoyan en Ja comunidad comercial, controlan el estado mediante el dominio de la so- ciedad privada, mientras que la poblacién observa en silencio. Entendida asf, la democracia es un sistema en el que las decisiones son tomadas por Jas élites y ratficadas pablicamente, como sueede en los Estados Unidos. De este modo, la intervencién popular en el establecimiento de la polit Piiblica se considera una seria amenaza».* Por esta razén, los movimientos populares de los afios sesenta y se~ tenta —que se movilizaron para oponerse a la implicacién criminal de Jos Estados Unidos en la guerra de Vietnam, asi como para exigir una mayor proteccién de los derechos civiles y del medio ambiente— repre- sentaron una amenaza real para la clase gobernante. En los EE.UU., este sector social dominante replicé creando la ComisiGn Trilateral, cuyo ob- jetivo era encontrar maneras de evitar que auténticas muchedumbres si- quieran participando, de forma democratica, en el cuestionamiento de la ‘vonducta inmoral de los gobiernos occidentales. En este proceso, la Co- * Quisieraexpresr mi agrodecimiento a Panagiota Gouner, quien me ayudS pacien- lvmente onl elaboraci del manosortoy reali sagaces comentarios ycoatbuciones di- ‘ante I sclecein dels esayos inchs enc presente volumes. 1. W.E,B, Du Bei, Color an democracy: colomes and peace, Keans-Thompson, Milwood (te, 1975, pgs. 99 y 142. 2" Noam Chomsky. On power and ideology, South Eod Press, Boston, 1987, pp. (hay td. case Sobre el poder’ la ideologta, Visor, Madrid, 1989]. 8 La (desjeducacién ‘misi6n Trilateral abandons toda pretensién de que 1a escuela ensefara ‘os valores democrdticos; sus miembros —entre los que se contaba el ex presidente Jimmy Carter— pertenecfan a una élite inferacional de ca- eter mayoritariamente liberal, yresolvieron las mencionadas tensiones ¥ paradojas de Ia escuela «democritica» encargéndoe el adoetrinamien- A rendencioso de los ms jévenes.” Ello ha Hevado @ Chomsky a afir~ nar que Ia ComisiGn Trilateral concebia las escuelas como centros do doctrinamiento, «en tanto que imponen la obediencia, bloquean todo posible pensamiento independiente ¢ interpretan wn papel institucional ‘dentro de un sistema de control y. coerciGn>.* En paralelo a este objetivo de la Trilateral, que buscaba mecanismos para mantener la hegemonia cultural del capitalism, emergi6 una plé- {ora de «comisarios» culturales al estilo soviético (cuya empresa era fi- ranciada en gran medida por fandaciones y comités de expertos con- servadores), Su misién era contener lo que se entendfa como un , Boston Globe, 15 Prélogo 9 incuestionadas), de forma que legitiman la funcién institucional desa- rrollads por ls esculss entro de un sistema de contol y corciGn> El ejemplo més evidente de ello lo he mencionado ya en algunas obras anteriores: se trata del caso de David Spritzer, un estudiante de doce afios de Is Escuela Latina de Boston, a quien se abrié un expe dient dseiplinario por haberse negado a pronuncar el Juramento de Fi- delidad,” que le parecta «una exhortacién hipéerta al. paritismo>, puesto que no existe «libertad y justicia para todos», Para Spritzer, el Jramento pretende unit «a os oprimidos y los opresores. Hay gente 4que lleva coches impresionantes, vive en casas impresionantes y no tie- nen que preocuparse por el dinero, Y Iuego est In gente pobre, que vi- Jeu bao is pel irom al Noir er que todo el mundo esi ue no es ci justicia para todos». ios ama ‘A Spritzer, finalmente, no se le impuso ninguna sanciGn, ree {American Civil Liberties Union) eseribiera una carta a su favor, citan- do un caso judicial de 1943 (Junta Edueatva del Estado de Virginia Oc- teal ona Bare) el quel Cone Supe de sx aval el derecho de un estdiante a no pronunciar el Ju seein pronunciar el Juramento de Fidelidad y En el primer capitulo de est libro, ttulado «ducer para la libertad, Is peguité& Chomskya qué os debs esti doce ce ee detecar la evidente hipocresfa del Juramento,y no sus maestros Y admi- nistradores, que haofan recibido una educacién de nivel muy superior. Para Chomsky, «lo que le sucedi6 a David Spritzer es lo que se espera de las escuclas, que son cenros de adoctrnamiento y obediencia im- puesta, Lejos de favorecer el pensamiento independiente, la escuela, a lo Tengo de la historia, no ha dejado de interpretar un papel institucional dentro de un sistema de control y coereién. Una ver que se te ha educa do, sete ha socializado ya de una manera que respalda las estrocturas de poder que, a su ver, te recompensan generosamente>. En este sentido, como observa acertadamente Edward Said, os maestros son como otros * Pledge of Allegiance: Juramento solecmne de fidelidad a los : : os gue le po wean en eine, arn steno dl sala a bn pone pana W. del t) _ selon sree et Pking es ets one, ovine 10. La (deseducacién «: «dn la escuela / me espulgaron de todas las ides / hasta de- jar el campo limpio»." Dado que nuestra sociedad permite que las cul- ‘uras corporativas reduzcan las metas de la educacién a los requeri- mientos pragméticos del mercado y, por tanto, se forma a los estudian- tes para que sean «trabajadores sunisos, consumidores expectantes y ciudadanos pasivos»," la sociedad se ve forzada a crear estructuras edu- cativas que adormezcan la capacidad critica de los alumnos, con miras a domesticar el orden social y asegurar asi su autopreservacién.’* Con- Secuentemente, cret. patrones educativos que ineluyen «acciones que procuran la domesticacién de la conciencia y su trasformacién en un re~ ipiente vacio. La educacién, dentro de esta préctica cultural dominado- ra, queda restringida a una situciGn en la que el educador, “que sabe", trasfiere un conocimiento preexistente al estudiante, “que no sabe". Cada vez més, 2 medida que la cultura corporativa aumenta su con- trol sobre la escuela, la funcién de los maestros se ve reducida a impo- her euna verdad oficial», predeterminada por «un grupo reducido de personas que analizan, ejecutan, toman las decisiones y mueven los hi- Jos en el sistema politico, econdmico ¢ ideol6gico», Para poder llevar a cabo esta area de educacidn (que, irénicamente, no produce més que ig- norancia), los maestros han de tratar a sus alumnos como vasijas vacias {que se deben rellenar con ideas predeterminadas y, generalmente, des- conectadas de la realidad social que Tos envuelve, asf como de cualquier ln School / Al bouts go combed out / What was ef wa ike fel» J y. «What is poetry)», Houseboat days: 5, Vil wueva 7 Sita en Hah ds: ms, Vig Neve Yk, 977, Sit oe ee aes ate rereal mesrneey Tes nae a ee re cae eee ae Tepper 12 La (desjeducacién valor de igualdad, responsabilidad y democracia. En este sistema del ‘educar para domesticar, que bordea la idiotizacién, se echa en falta el ‘espacio pedag6gico para que los alumnos —como bien indica Chomsky mis adelante— «no [sean considerados] como un simple audltorio, sino ‘como elemento integrante de una comunidad con preocupaciones com- partidas, en la que uno espera poder participar constructivamente». En lugar de ello, se premia al que colabora con su propia idiotizacién, has- ta convertirse en el «llamado “buen estudiante”, que repite lo ofdo, que remuncia al pensamiento critico, que se adecua a Jos modelos que le oftecen [y que] ha de contentarse con recibir contenidos impregnados de tuna ideologia esencial para los intereses del orden sagrado»."* Dentro de este modelo de edueacién domesticadora, por tanto, el ‘mejor estudiante es el que recita religiosamente los esl6ganes fosiliza~ ‘dos del Juramento de Fidelidad; en la escuela sobresale el que, tozuda e inreflexivamente, acepta las grandes mentires, como las que cuenta Tom, Paxton en su cancién What Did You Learn in School Today?: Hijo mio, amor mio, jqué has aprendido hoy en la escuela? Hijo mio, amor mio, ;qué bas aprendido hoy”? —Aprendf que Washingion nunca ha contado una mentira, {que Tos soldados no se mveren casi nunca, 4 que todas las personas son libres. TBso e¢ Jo que he aprendido hoy en Ia escuela, 80 65 Jo que he aprendido hoy. “Apter que los poliias son mis amigos, {que la Justicia no tiene fn, ¥ que ios asesinos pagan sus exfmenes con la muerte, ‘aunque a veces cometamos alin eror. “Aprendi que nuestro gobierno iene que ser poderoso, {que siempre tiene la razn, que no se equivoce: muestros lideres son los mejores, Foret os legos uray ot vez. ‘Aprend! que las guerras no son tan malss, { aprendi cosas sobre las (gueras] més grandes que hemos tenido: hhemos luchado en Francia y en Alemania, {y quiz4 algdn dia llegue mi oportunidad. [Esp e5 Jo que he aprendido hoy en la escuela, 180 e¢ Io gue he aprendido hoy." 1S. rer, Polit of education, pg. 117 {6 Tem Panton, What Did You Learn i School Taday?, Cherry Lane Music Pub, Co, Ine. (ASA), © 1962, Prélogo 13 Afortunadamente, no todos los estudiantes aceptan voluntaria y acrt- ticamente esta pedagogfa de los grandes embustes, sino que algunos son conscientes de «las mentiras que me cont6 mii maestro», por tomar el ti- tulo de un libro de James W. Loewen. Por ejemplo, los profesores de historia intentan promover el compromiso de sus estudiantes usando li+ ‘bros de texto que «tetratan el pasado como si se tratara de un drama mo- ral simplificado: “S$ un buen ciudadano ... Puedes sentirte orgulloso de Jo que has heredado. Sé lo maximo que puedas ser. Después de todo, mira todo lo que han logrado los Estados Unidos”. Esta forma de op- timismo falso, segin Loewen, «puede acabar suponiendo una carga para los estudiantes de color, ls hijos de padres de clase trabajadora, las ni fias que observan la ausencia constante de personajes hist6ricos femeni- ‘nos, 0 los miembros de cualquier otro grupo que no haya consezuido el éxito econémico. No es de extrafiar que los nifios de color estén aliena- ddos».!* En su alienacién, se niegan a aceptar el conocimiento que les ha trasmitido un sistena ideolgico y doctrinal que falsea ta realidad y dis torsiona su imagen, con la esperanza de que los estudiantes se acomo- darén a vivir en la mentira. Es por esta raz6n por lo que un gran time ro de estos estudiartes subordinados planta cara a la educacién doctri- nal, utilizando el recurso de abandonar los estudios. Y es por esta mis- ‘ma raz6n, quiz, por lo que muchos de ellos hacen resonar todavia la fa- mosa cancién de Pink Floyd Another Brick in the Wall («Otro ladrillo en el muro»): «We don’t want no education, / We don’t want no thought control...» Tal como he indicado hasta aqui, la escuela procura man- tener la hegemonia cultural y econémica vigente en las sociedades la- madas abiertas y democriticas, para lo cual recurre a la propagacién de mitos. Segtin afirma Bérbara Flores, los mitos «son persistentes porque no se los euestiona; son convincentes porque ofrecen un retrato simpli- ficado de una realidad compleja; y son antirrealistas, porque disfrazan la verdad». Se sigue, entonces, que la ensefianza de la verdad sin disfra- zar —tal como ha sugerido Chomsky persuasivamente— supone una au- \ntica amenaza para el sistema doctrinal. Un maestro al que se paga 17. James W, Loewen, Lies my teacher told me, The New Press, Nueva Yedk, 1945, i. 3 1S, Loowen Lies my teacher told me, 19, «No queremos educacion / ni con! del pensamicaton; Pink Floyd, Another vik inthe Wali Pink Phya Masic Lid, © 1979, 20, Barbara Flores, Language iverference on influence: toward a thear) for hispanic niga, eis de Bicveatra, Universidad de Arizona, Tucson, 1982, pg. 131 14 La (desjeducacién ppara que proteja el sistema doctrinal e ideol6gico vigemte tendré escaso {interés en ensefiar a sus estudiantes que los Estados Unidos han violado sistemfticamente el Juramento de Fidelidad, desde la legalizacién de la ‘esclavitud y Ia denegacién de los derechos de las mujeres al genocidio ‘easi total de los nativos americanos, pasando por las actuales précticas discriminatorias en contra de las personas que, debido a su raza, etnia 0 ‘Sexo, no son tratadas con Ia dignidad y el tespeto por los que se aboga en el Juramento. ste maestro tampoco tendré alicientes para explicar la Historia de a gente de los Estados Unidos, de Howard Zinn, en la que los estu- diantes. podrian aprender que érase una vez. un comité legislative de ‘Massachusetts, que promulgé una ley para incentivar econmicamente cl asesinato de los indios: «Por cada cabellera de hombre indio que se imate .. cuarenta libras. Por cada cabellera de mujer india, 0 de hombre indio menor de veinte afios ... veintelibras».*' Y tampoco veré la razn de ensefiar a sus estudiantes que ni siquiera Abraham Lincoln, el presi- dente antiesclavista, espaldé plenamente los principios de igualdad, res- peto a la vida, libertad y persecucién de la felicidad, contenidos en Ia Declaracién de Independencia de los Estados Unidos, cuando asevers que «diré, entonces, que no estoy, ni lo he estado jamés, a favor de fo- tmentar de ninguna forma la igualdad social y politica de las razas blan- ca y negra... Yo, al igual que cualquier otto hombre, estoy a favor de mantener Ia posicién superior asignadta a Ia raza blance».* Podriareplicarse, tal vez, que los incidentes citados en el pérrafo an- terior pertenecen a los archivos més polvorientos de nuestra historia temprana, pero no me parece que hayamos aprendido demasiado de es- tos testimonios histéricos peligrosos, vista nuestra propensién a la bar- barie en contra de otros grupos y naciones y en nombre de la democra- cia, No es una simple coincidencia —ni una denominacién accidental- ‘mente ingenua— el que la destruccién de pueblos enteros de Vietnam, ‘que prodyjo una masacre de mujeres, nifios y ancianos, fuera denomi- nada por los Estados Unidos una «operacién de paz». Tampoco es una ‘coincidencia el que Ia invasion de Panamé recibiera el nombre de «. El caso de Turquia no es menos incomprensible, pues ha provocado ‘que «ds de un millén de kurdos huyeran del campo a Diyarbakir, la ca- pital oficial del Kurdisténo, intentando escapar al bombardeo de sus pueblos con aviones estadounidenses. El apoyo de los Estados Unidos a Indonesia, al igual que su complicidad con las matanzas de Timor (Oriental, esté perfectamente documentado y exigira la aplicacién de los ‘mismos principios intemacionales que defienden la «intervencién hu- manitaria», De no ser por la amnesia social y la incapacidad de relacio- nar los diferentes acontecimientos, nos hubiéramos referido, sin duds, @ Ja funciGn desempefiada por Daniel Patrick Moynihan como embajador ante las Naciones Unidas. En su memoria de la invasién de ‘Timor Oriental por parte de Indonesia, ttulada Un lugar peligroso, Moynihan arroja luz sobre su papel como embajador estadounidense ante las Na- cones Unidas: «Los Estacos Unidos querian el resultado que finalmen- te se produjo y se esforzaron en provocario, El Departamento de Estado querfa que las Naciones Unidas demostraran su inutilidad en todas y cada una de sus medidas; esta tarea me fue confiada a mf, ¥ puedo de- ir que la supe Hlevar a término con un éxito nada despreciable».® Moy- nihan afiadi6 que, en tan solo dos meses, habfan muerto alrededor de {60.000 personas, «précticamente la misma proporcién de bajas que su- {rid la UniGn Sovietica durante la segunda guerra mundial». Pero como no se denuncia la relacién que vincula estos sucesos, los Estados Uni- dos han podido seguir proclamando la excelsitud moral de su defensa de las leyes internacionales y la inviolabilidad de las fronteras nacionales, 23. Ckndo en Nosm Chomsty, Towards a new Cold War, Panthoon, Nueva York 1082, pgs. 339-340 hay trac. east: La segunda guerra fla, Ceca, Barcelona, 198). 2A.* Chomsky, La segunda guerra fr — al par que continuaba violando leyes y fronteras a su entero capticho. incapacidad de percibir estas contradicciones tan evidentes es un Ponente clave de la manipulacién ideolbgica, que suele producir una. sarticulacién de los conocimientos adquiridos, alejando asf a tos obs vadores de una comprensién critica y coherente del mundo en el que ven. Esta desarticulacién del conocimiento conlleva la anestesia de conciencia, sin la cual ¢s imposible desarrollar una postura politica cli ‘8, Tal como ha indicado elocuentemente Frei Betto, la percepeién cl 1 de Ia realidad requiere que cada cual trascienda «la concepcién de vida como un simple proceso biol6gico, para llegar a entenderla lun proceso personal y colectivor.* Betto se refirié a esa concepei exrénea como «el tendedero de la informacién»; puede haber colgada 1 una gran cantdad de piezas de informacién, pero no todo el mt es capaz de relacionarlas unas con otras. No es de extraiar, por que las potencias occidentales prestaran un respaldo tan euférico a sintervencién humanitariay de la oTAN en Kosovo, que 4a limpieza émica de los albaneses, pero a la vez fingieran no tenet ticia de las matanzas en Ruanda, Colombia, Turquia y otros paises, Percepeién clara de la realidad politica requerirfa que uno fuera capaz separar y reordenar las piezas, frecuentemente fragmentarias, del ten sero La adquisicién de ta suficiente claridad de ideas exige un alto Nel de claridad poltica, algo que la ideologia dominante intenta elimina Por todos los medios —ya desde la escuela—, y que se adquiere a fie cribar el flujo de informacién y relacionar unas piezas con otras, Jn que se logra una comprensién global de los hechos y su raz6n de Posdemos ver ahora por qué las personas que han sido educadas Jin modelo domesticador, de trasferencia (o incluso imposicién) de imientos, no son capaces de interconectar las piezas y distingui, jemplo, dos dimensiones en la «intervencién humanitarian de la Kosovo: Ia mitica y la objetiva, En parte, ello obedece a que los politicos de tes al cuarto que, como la mayoria de pleno y verdadero de cualquier entidad, debemos analizar las pricticas culturales y politicas que vehiculan nuestro acceso al campo seméntico del mundo y su interaccién con los rasgos seminti- cos de la palabra, Como el significado es, cuando menos, huidizo, tene- ‘mos que basamos en aquellos modelos culturales que son responsables de «nuestros cuentos» y, frecuentemente, «los cuentos con los que 10s engafiamos»." Una ojeada a la tesis de la cintervencién humanitaria» en Kosovo basta para desvelar emo las précticas culturales y politicas no solo moldean, sino que incluso determinan la manipulacién metaférica del lenguaje, facilitada a su vez por imagenes controladas informatica ‘mente y mensajes verbales marcados por «el uso estratégico de un len- {guaje ambiguo que oculta a los telespectadores el alcance real del terror 28, James Gee, The social mind: languages, ideology, and social practices, Bergin & Garvey, South Hadley (hr), 1992, pig. vi 28. ‘Freire y Macedo, Lieracy, pg. 132 30. Freire y Macedo Literary, BIL Gee, The socal mind, pig. Xt eee ee y Tas matanzas» inherentes a esas cintervenciones humanitarias».* Para William Lutz, este lenguaje deliberadamente ambiguo «esquiva la res- ponsabilidad o la imputa a otro, y discrepa de su significado real o pre- tendido. Es un lenguaje que oculta e impide el pensamiento; mas que potenciar el pensamiento, este lenguaje lo limitay.* En esta hicida recopilacién de ensayos, Chomsky no solo urge a todo aquel que anhele una vida mas democratica a que adopte una acti- tud més eritica hacia ef mundo, sino que ademés nos proporciona tiles herramientas para revelar el (des)orden social y, con él, las pricticas hi- pécritas y deshumanizadoras de nuestras «democracias»; ello equivale a “eensefar Ia verdad sobre el mundo y Ja sociedad», Chomsky impele a Jos lectores a adoptar un lenguaje ertico, necesario para desenmascarar ‘una realidad oscurecida y su manipulacién ideolégica, pero también, de ‘acuerdo con lo expresado por Giroux y Freire, promueve una pedagogia de Ia esperanza, por la cual «se invita a los estudiantes a que deseubran por s{ mismos la naturaleza de la democracia y su funcionamiento», En este proceso, los estudiantes abandonan su posicién de meros objetos y se convierten en agentes de Ia historia, a 1a basqueda incesante de la verdad. Segin enfatiza Chomsky enérgicamente, los maestros han de cesar en su complicidad con la educacién tecnocritica que los desinte- lectualiza y hace que «{trabajen] fundamentalmente para reproducir, le~ gitimar y mantener el orden social dominante, que les reporta benefi cio. [Los maestros, por tanto, han de rechazar la tentacién de convertise cen «comisarios culturales», y convertirse en auténticos intelectuales, que sdienen la obligacién de investigar y difundir la verdad sobre los temas iis significativos, sobre los temas que importan». Tal como precisé Chomsky en nuestro didlogo,

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