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Semana 5 El lenguaje publicitario

Semana 5 El lenguaje publicitario

Durante la semana anterior te adentraste


en el mundo de la poesía, conociste las carac-
terísticas del lenguaje poético, los elementos
que constituyen al verso y las diferencias en-
tre el verso y la prosa. Esta semana conocerás
otro tipo de lenguaje: el publicitario, con sus
características. Además, verás cómo influye
este lenguaje en los sentidos y en la percep-
ción, temas centrales de estas semanas.

1. Cuando estás en tu casa haciendo alguna labor doméstica, mientras utilizas un


producto de los que son anunciados en la televisión ¿te sientes igual a como se
muestra en la publicidad?
2. ¿Notas alguna diferencia entre lo que te ofrecieron y lo que obtuviste?
Comenta las respuestas con tus compañeros del CCA.

En las últimas décadas se han ex-


tendido de manera vertiginosa los
anuncios publicitarios. Tanto es así
que muchas veces no notamos de
manera consciente el bombardeo
de la publicidad a nuestro alrededor.
La publicidad está en todos lados, en
las paradas de los autobuses y en los
autobuses, en vallas, paredes, vasos,
platos, ropa; en la radio, televisión,
cine o prensa escrita.
Imagen tomada de: http://www.cie-comercial.com.mx/fo-
tos/img1_10.jpg

La publicidad tiene un solo objetivo: vendernos algo. Para ello, los publicistas hacen
un uso del lenguaje de manera diferente. En primer lugar, debemos saber que la pu-
blicidad se compone de las estrategias que se utilizan para promover la venta de un
producto o servicio, también puede ser utilizada para realizar una campaña o difundir
una idea. Por ello, la característica principal del lenguaje publicitario es su naturaleza
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persuasiva, por la que trata de inducir a alguien para que haga algo que otro quiere.
El lenguaje publicitario Semana 5
Dependiendo del propósito que se tenga, existen tres tipos de publicidad:

1. La publicidad comercial: que tiene como fin el consumo de un producto o de


un servicio.
2. La publicidad institucional: que se utiliza para promover ideas o formas espe-
radas de comportamiento para los ciudadanos.
3. La propaganda política: que sirve para tratar de influir en los intereses políticos
de los receptores.

Para que un mensaje publicitario


llegue a sus receptores, es necesa-
rio que sea conciso, es decir, que la
información esté condensada; que
sea rápido y eficaz; además de esto,
también es preciso que sea original,
para que pueda llamar la atención
de los receptores o consumidores.
Y por último, debe realzar las cua-
lidades del producto, es decir, aso-
ciar las características del producto
con elementos positivos o placen-
teros para los receptores. Imagen tomada de: http://i48.tinypic.com/6p3gxt.jpg

El uso del lenguaje publicitario es tanto verbal como no verbal. Dentro del lenguaje
verbal tenemos el mensaje, bien sea escrito u oral y, en el lenguaje no verbal están las
imágenes del producto y el sonido, que puede ser el fondo musical.

Para realizar un anuncio publicitario debe-


mos responder las siguientes preguntas:

1. ¿Cuál es el producto o servicio que se va


a ofrecer?
2. ¿A quién se va a ofrecer?
3. ¿Con cuáles herramientas contamos para
publicitarlo?
4. ¿Cuál es el beneficio del producto o del
servicio que se va a ofrecer?

Selecciona una publicidad que veas en la televisión y que consideres exitosa o inge-
niosa. Toma dos hojas. En una hoja escribirás por qué consideras que es exitosa, qué
es lo que llama la atención de los espectadores. Y en otra hoja trata de verificar si todas
las cosas que se anuncian son reales o aplicables a la realidad. Comenta tus conclusio-
nes con tu facilitador y tus compañeros del CCA. 33
Semana 5 El lenguaje publicitario

Publicidad

Luis Britto García (1995)

Pasa que una noche llegas a tu casa, enciendes el televisor y, desde la pantalla, el
locutor anuncia que las empresas han decidido eliminar los programas y sustituirlos
enteramente por publicidad.

Pasa que rompes el trance, tomas el periódico, y encuentras un último editorial que
advierte que las empresas han decidido desalojar artículos, informaciones y tiras cómi-
cas para sustituirlos íntegramente por publicidad. Antes de arrojar la edición a la basu-
ra, una hojeada a las carteleras te informa que los anunciantes han decidido desalojar
películas y actores de cines y teatros, y sustituirlos completamente por publicidad.

Pasa que sales a la calle huyendo de un periódico estrujado y de una amenazadora


pantalla vacía, y encuentras que en la ciudad entera, paredes, puertas, parques, te-
chos, bancos, postes, calles, casas, carros, tiendas, gentes, se esconden tras una cober-
tura continua de carteles de publicidad.

Pasa que enormes proyectores han aprovechado el espacio en donde antes veías ár-
boles, mares, montañas, nubes, rostros femeninos, el reflejo de tus dientes en el espejo,
tu jadeante lengua, tus quebradas uñas, para plagarlo íntegramente de publicidad.

Pasa que cierras los ojos y encuentras ese antes inviolable santuario de tiniebla ase-
diado por los proyectores retinianos que atraviesan los párpados y que sustituyen to-
das las enzarzadas imágenes de tu fantasía, por publicidad.

Pasa que escuchas, y encuentras que el ruido de la lluvia, las voces de los niños, el
masticar de las termitas, el golpear de los clavicordios, el tronar de las olas, el tejerse
de los insultos, los latidos del corazón, han sido sustituidos por publicidad.

Pasa que taponas tus oídos y encuentras que ese ilocalizable silencio en donde con-
fluían los rumores de mares ignotos y los ecos de caracolas metafísicas, ha sido toma-
do por asalto por los proyectores de ultrasonidos que lo pueblan incesantemente de
publicidad.

Pasa que buscas la inconsciencia y descubres que tu subconsciente, gracias a las


técnicas subliminales, ha sido sustituido por publicidad. Pasa que tocas los objetos,
y encuentras que los objetos ya no existen, que existe sólo publicidad. Pasa que in-
tentas huir en la memoria, y encuentras que los anunciantes han invadido también el
pasado y todos sus recovecos, inundándolos de publicidad.

Pasa que te arrojas al vacío y caes a través de un aire que parece denso, y cuando
estás a punto de estrellarte contra un enorme anuncio, descubres que es el de las nue-
vas urnas con pantallas y altoparlantes, que conquistan la última frontera, y aseguran
el ignoto tiempo de tu muerte y la inconmensurable extensión de tu nada, para la
publicidad.

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El lenguaje publicitario Semana 5

Forma un grupo con tus compañeros del CCA y reflexionen sobre los cambios que
pueden lograr en el tema de la salud pública, elaborando una campaña publicitaria. El
motivo será promover una idea o explicar los comportamientos que ustedes deseen
modificar dentro del lugar donde viven. No olviden que debe ser un mensaje conciso,
escrito de una manera original y que sea positivo.

Se dice que la publicidad crea necesidades y


llega a hacerles creer a las personas que nece-
sitan algo que es falso. Muchas personas no
se sienten bien si no pueden adquirir “lo últi-
mo” de la moda, sin saber que son víctimas de
las estrategias publicitarias.

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