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FERTILIZACIÓN RUMINAL
Como ser vivo, estos microorganismos, requieren de un suministro adecuado de proteínas, energía
y minerales para su crecimiento, desarrollo y reproducción. Esta acción, es lo que se conoce como
“alimentar o fertilizar el rumen”.
1. Incremento en el consumo voluntario de forrajes toscos (1.4 veces) debido a que se incrementa
la degradación en el mismo (1.75 veces), haciéndolos más digeribles ya que su aprovechamiento
y evacuación del rumen es más rápido; al aumentar la velocidad de tránsito ruminal, debido a una
degradación más rápida, que incrementa los períodos de consumo de pasto.
2. Aumento en la disponibilidad de proteína (2.52 veces) y energía (tomada como ácidos grasos
volátiles, AGV, de 1.48 veces), (Leng, 1987).
Un buen fertilizador ruminal debe contener los minerales requeridos por los micro-organismos
ruminales, los precursores de proteína y energía necesarios para el crecimiento, desarrollo y
reproducción de la población microbiana. A la mezcla mineral estándar para bovinos sugerida NRC
de USA, debe agregársele 25 % de ClNa (sal) requerida por un bovino adulto (50 gr/día) de forma
que no sea necesario suministrar sal por separado. En la ración diaria de 150 gr de la mezcla, un
2 % será melaza de caña y 10 % de harina de maíz. Esta es una excelente mezcla que actúa como
activador del crecimiento de la población del ecosistema ruminal.
Datos de campo obtenidos utilizando este sistema de suplementación mineral con activadores,
han arrojado efectos benéficos al propiciar una excelente rumia en hembras lactantes en el trópico
bajo, con una base forrajera tipo brachiarias y otros pastos toscos.
Las hembras, de 3 meses de haber parido, que consumieron este suplemento, no sólo no perdieron
peso (-545 gr./vaca/ día) sino que repusieron ésta pérdida y ganaron 555 gr./vaca/día; vale decir,
que realmente ganaron un total de 1.100 gr./vaca/día. Las vacas bajo suministro del suplemento
produjeron más leche. El hecho de que una hembra lactante no esté perdiendo peso asegura una
presentación de celo rápida y una preñez efectiva.
Los ganaderos utilizan como práctica habitual indebida suministrar a libre disposición en los
comederos tipo “canoa” un suplemento mineral, en el entendido que el animal regulará su consumo
mineral de acuerdo a sus requerimientos o necesidades; pero además, para economizar le
agregan tres, a cuatro sacos o pacas de sal común, método incorrecto, por lo siguiente:
Por cada saco de sal que le adicione a un saco de mineral, todos los elementos contenidos en el
suplemento mineral se reducen en un 50 %; por ejemplo, si una bolsa de mineral de 25 Kg. aporta
20 % de calcio y 16 % de fósforo, al mezclarlo con una de sal de 25 Kg, estos valores caen a 10 %
de calcio y 8 % de fósforo (el rumen de un bovino necesita 7 % de fósforo mínimo, para estar
activo; peor quedará la dilución cuando agrega 4 bolsas de sal.
Se debe suministrar un suplemento mineral que tenga incluida la sal en la proporción adecuada
de 50 g (25 % de la ración de 200g) por tanto, se deduce que la mas, económica y eficiente forma
de suministrar minerales a los rumiantes, es de forma individualizada, en una ración diaria a la
dosis recomendada (Force feeding) establecida en las tablas de uso internacional, producto de
numerosas investigaciones al respecto.
La fertilización ruminal o suministro de la mezcla mineral, debe hacerse todos los días del año,
incluyendo todos los animales mayores de 3 meses (Martínez J. 1989) en comederos individuales,
con una dosis de 200 g/animal adulto. Se puede suministrar solo o mezclado, con cualquier
vehículo, antes o durante el ordeño o por separado en los sombreadores, mezclado con ½ kg de
silo, heno o guarapo de melaza de caña, como vehículo.
Universalmente se recomienda que por cada cien kilos de peso vivo de un bovino a pastoreo se le
debe aportar aproximadamente 15 gramos de mineral; en consecuencia, cuando un rumiante pesa
400 Kg debe consumir diariamente 60 g Como mínimo, de suplemento mineral o núcleo puro.
En caso que fuese de vacas de ordeño, además de los 15 gr de mineral por cada 100 Kg de peso
vivo, se debe adicionar 5 g por cada litro de leche producido, así una vaca de 400 Kg. /pv. produce
10 Litros de leche, se le debe suministrar los 60 g de mineral más 50 g adicionales de mineral para
un total diario de 110 g de suplemento mineral, como mínimo.
Es precisamente la cantidad que debe contener el núcleo mineral recomendado por el NRC de
USA; los otros 100 g estarán constituidos por 50 g de sal, 20 g de, melaza y 10 g harina de maíz,
alimento activador del crecimiento de la población ruminal, conocido como fertilizador o activador
ruminal, para un total de 200 g/día de suplemento.
Por otra parte, existen compuestos que trascienden el rumen (pasante o by pass) que llegan al
intestino delgado, como parte de los almidones de los granos de cereal, de la proteína verdadera
del suplemento proteico y la proteína microbiana sintetizada en rumen; se estaría, también,
alimentando al animal propiamente dicho a través de los productos (nutrientes) que llegan al
intestino.
Un ejemplo de ello es el Suplemento Activador Ruminal (SAR) cuya invención se remonta a
comienzo de la década del 2000 por el Dr. Arabel Elías (Instituto de Ciencia Animal -ICA- de la
Habana, Cuba,), fórmula que sufrió algunas modificaciones como las realizadas por el Dr. José
Manuel Palma (Universidad de Colima, México). Otras modificaciones han sido evaluadas por Juan
Carlos Montero en la Universidad del Zulia, Venezuela.
activador ruminal, en silvo pastoreo de leucaena y pasto natural A. Díaz, P.C. Martín, E. Castillo,
J.L. Hernández Instituto de Ciencia Animal, San José de Las Lajas, La Habana.
La producción de leche lograda por animal y por ha, y medida en el tiempo, será uno de los
indicadores fundamentales para evaluar el carácter sostenible de una explotación lechera (Holmes
y Wilson, 1987); y (Holmes, 2000). Por lo tanto, mensualmente, se debe monitorear reportes de
estos indicadores.
Es reconocido que una suplementación como la descrita es un método seguro de bajo costo, con
retornos económicos altamente significativos en la inversión. En algunos estudios (McDowell y
Arthington, 2005). Es aceptado que de todas las tecnologías disponibles relacionadas con la
suplementación de ganado en pastoreo, el suministro adecuado de minerales, es la más eficiente,
ya que reditúa de 8 a 12 veces el costo del producto en aumentos en la reproducción del ganado,
crecimiento o aumento de peso, salud y producción.
Los desbalances de minerales (deficiencias o excesos) en suelos y forrajes han sido considerados
los responsables de la baja producción y problemas reproductivos de vacas en pastoreo,
específicamente los problemas de bajo porcentaje de preñez, retención de placenta, abortos no
infecciosos y muerte de la cría al parto, son a menudo atribuidos a deficiencia de minerales. Otros
problemas que son característicos cuando existen deficiencia de minerales son: pérdida de pelo
(Vázquez, 2010) problemas de piel, diarrea, anemia, pérdida de apetito, anormalidades óseas,
tetania y el fenómeno de pica, o apetito depravado, el cual es definido como el consumo de suelo,
huesos, piedras y otros objetos extraños (McDowell y Arthington, 2005).
Al considerar una finca en donde no ofrece suplemento mineral y que tiene en promedio una
producción de 80 kg de becerro destetado por vaca, es posible esperar de 30 a 40 kg extras, de
becerro destetado por vaca, cuando se ofrece regularmente la suplementación mineral. El
incremento en los kg de becerro destetado equivale a un ingreso extra; significa una relación
beneficio costo, de 3.6 a 1, lo que equivale a tener un 360 % de retorno de la inversión al año.