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Articulo 724 cc DEFINICIÓN: La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el

acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un
interés lícito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho
interés.

Articulo 725 cc REQUISITOS: la prestación que constituye el objeto de la obligación


debe ser material y jurídicamente posible, licita, determinada o determinable, susceptible
de valoración económica y debe corresponder a un interés patrimonial o extra patrimonial
del acreedor

TERMINOLOGÍA: Esa relación jurídica, considerada en todos sus elementos se


denomina obligación, expresión que nos parece claramente superior a las restantes, por
diversas razones:

El termino obligación tiene incorporada la noción de bipolaridad, un lado activo (acreedor)


y otro pasivo (deudor), por lo que se considera superior.

La faz activa y la faz pasiva son conexas entre sí; esto son interdependientes, pues no
existe el uno sin el otro, y poner énfasis en una u otra de ambas facetas implica prescindir
de esta interdependencia o conexidad.

Esta expresión pone énfasis en el poder de compulsión sobre el deudor que implica el
nexo obligatorio. Se llama “crédito” cuando se la contempla desde el lado del acreedor y
“deuda” si se la mira del lado del deudor.

Giorgiani decía… “En definitiva con el vocablo obligación no se quiere designar solo la
posición subordinada del obligado, sino la situación jurídica del conjunto, de la misma
manera que la expresión servidumbre designa en su conjunto la situación jurídica indicada
por esta y no solamente la posición subordinada del fundo sirviente.

La palabra obligación, tiene tanta energía y efecto expansivo en términos jurídicos y


lingüísticos que resulta comprensible su frecuente utilización y su generalización.

El derecho de las obligaciones, es en esencia, el derecho de las obligaciones


patrimoniales, el que ha sido llamado “el derecho del cotidiano comercio de la vida”, por
oposición al derecho comercial o del comercio, que nace del derecho civil y solo
contempla las relaciones entre comerciantes. El derecho de las obligaciones tiene
principalmente en cuenta el tráfico jurídico: el intercambio de bienes y servicios.

DEFINICIÓN DE LAS INSTITUTAS:

Obligatio est vinculum juris, quod necessitate adstringimur alicuius solvendae rei
secundum nostrae civitatis iure". La obligación es un vínculo jurídico que nos constriñe a
pagar algo a otro, según el derecho civil.

La definición de las institutas, que es la más clásica, ha sido un concepto afortunado,


como dijera Demogue, y Pothier reprodujo. Ella inspiró el artículo 1101 del código de
Napoleón, y otros muchos ordenamientos civiles del siglo XIX la receptaron, la
reprodujeron o al menos la mencionaron. Pero no es una definición aceptada por todos
los autores; la mayoría de los civilistas modernos no está de acuerdo con ella.
Actualmente el tema es meramente histórico, ya que la omisión de Vélez de definir la
obligación ha sido salvada por el nuevo código civil y comercial sancionado por ley
26.994, que lo define en su artículo 724.

OBLIGACIONES REALES, AMBULATORIAS O PROPTER REM

La mayoría de las obligaciones son personales, pesan sobre la persona que las contrajo.
Sin perjuicio de ello, existen también las llamadas obligaciones reales, ambulatorias o
Propter Rem, genero intermedio entre las obligaciones y los derechos reales.

No constituyen propiamente derechos reales pero se diferencian de las obligaciones en


que siguen la suerte de la cosa, esto es, tienen una relación directa con una cosa
determinada, difiriendo radicalmente de los derechos personales. No constituyen ni una
cosa, ni la otra, sino un tercer género diverso de ambas.

Las obligaciones ambulatorias o Propter Rem, constituyen la excepción al principio


general, toda vez que siguen la suerte de la cosa sobre la que se constituyen. Fueron
definidas por juristas brasileños, como figuras jurídicas hibridas, situadas en un área
intermedia entre las obligaciones y los derechos reales.

Lo característico de estas obligaciones es que se constituyen en estrecha conexión con


una cosa, es decir, con cierta relación de señorío sobre la cosa y, por consiguiente el
crédito o deuda nace, subsiste o se extingue con la relación. Si el acreedor o deudor
Propter Rem deja de estar en relación con la cosa, ya sea porque la abandona o la
enajena, queda desobligados de la obligación Propter Rem y ésta se desplaza hacia el
nuevo dueño o poseedor, por lo que se dice que la obligación es ambulatoria.

En el viejo Código estas obligaciones estaban contempladas en los artículos 2416, 3266,
3268 in fine y 575.

En el nuevo ordenamiento, no se aprecia con tanta nitidez, aunque, sin duda está
presente.

DIVERSOS SUPUESTOS DE ESTAS OBLIGACIONES

Obligación de pagar la medianera, puesto que es una carga inherente a la posesión


artículo 2014 cc.
La obligación de los condominios del pago de la contribución por mejoras en un inmueble
común.
La obligación de contribuir a los gastos de conservación o preparación de la cosa común
constituye una típica obligación Propter Rem, dado que tiene origen en la relación real de
condominio.
Las deudas por impuestos y tasas constituyen obligaciones Propter Rem.
Deudas provenientes de obras municipales.
La obligación de los vecinos de dar paso al propietario de una finca cerrada (artículo 2166
ccc).
La obligación de contribuir al pago de las expensas comunes a los propietarios de pisos o
departamentos, dispuesta por los artículos 2048 a 2050 ccc, respecto de edificios
sometidos al régimen de propiedad horizontal.

ELEMENTOS DE LAS OBLIGACIONES.

Los elementos esenciales de la obligación, son aquellos presupuestos constitutivos, que


no pueden faltar nunca en las obligaciones, ya que constituyen su esencia y
caracterización.
Según Llambías, los elementos de las obligaciones son los factores irreductibles que
hacen a su existencia misma, de donde, si alguno de ellos faltare puede haber otras
figuras, pero no obligación.
En las obligaciones contractuales la voluntad ha de constar expresamente no sólo sobre
la voluntad de obligarse, sino también sobre la concurrencia de unos elementos
esenciales.

Elementos de las obligaciones:

SUJETOS: acreedor - deudor

OBJETO: prestación

CAUSA (FUENTE): actos lícitos – hechos ilícitos

CARACTERES DE LA OBLIGACIÓN

La obligación es un vínculo jurídico o de derecho: la relación jurídica obligacional es


un vínculo jurídico o nexo de derecho entre uno o varios acreedores o uno o varios
deudores, al menos uno de cada uno de los polos subjetivos que componen la obligación,
ese vínculo puede basarse bien en un título de deuda o bien en una conducta
determinada que lleve aparejado efectos jurídicos de tipo obligacional, como sería un acto
imprudente que cause daño, un reconocimiento de deuda, un acto voluntario, etc.

La obligación tiene una naturaleza pecuniaria: toda obligación supone una relación de
persona a persona, pero no todas las relaciones personales suponen una obligación. Si
no son susceptibles de una valoración pecuniaria, no constituyen una obligación.
No todos los derechos pecuniarios están comprendidos dentro de la teoría de las
obligaciones, ya que los derechos reales y los intelectuales están excluidos de ese
concepto.

La obligación es una relación personal: esta característica es lo que la distingue del


derecho real. Supone una relación de al menos dos personas. Además puede haber
pluralidad de acreedores y deudores.

La obligación es un vínculo marcado por la relatividad: la relatividad como


característica de la obligación significa que se trata de una situación jurídica en la que
participan dos sujetos claramente determinados. No se trata del deber jurídico de un
sujeto frente a la colectividad como un todo o frente a toda la sociedad.
Correlatividad: la obligación jurídica es un vínculo de correlatividad entre dos sujetos,
pues a la existencia de un deber jurídico se corresponde un derecho subjetivo de crédito.

La obligación esta esencialmente limitada en el tiempo: no significa que no puedan


existir obligaciones de tracto sucesivo, fluyentes o de larga vigencia temporal, pero incluso
en esos casos la obligación está marcada por la nota de temporalidad. Es inconcebible en
nuestros días que existan obligaciones perpetuas.

La obligación es normalmente un vínculo compulsivo: el derecho establece medios


de coerción o compulsión para el caso de que el deudor no cumpla con su obligación. El
acreedor es titular de un derecho de crédito que lo legitima a ir a la justicia en caso de
incumplimiento, ejecutando una ejecución coercitiva de la prestación comprometida y no
satisfecha. El deudor también puede liberarse de la obligación cuando el acreedor no la
quiere recibir, entonces la consigna judicialmente quedando liberado de los riesgos de la
prestación.

NATURALEZA JURÍDICA DE LA OBLIGACIÓN:

TEORÍAS SUBJETIVAS: Son las tradicionales y de tendencia individualista. Caracterizan


la relación desde el sometimiento personal del deudor hacia el acreedor, quien se
compromete a dar, hacer o no hacer. Restringe su libertad al imperio de los poderes y
facultades que el ordenamiento jurídico brinda a este.

TEORÍAS OBJETIVAS: Se concibe a la obligación ya no como un vínculo de persona a


persona sino de patrimonio a patrimonio. La obligación es un derecho sobre los bienes y
ya no más sobre las personas.

TEORÍA DE LA DEUDA SIN RESPONSABILIDAD: Es una variante de la teoría objetiva.


Aquí la obligación se halla compuesta de dos elementos, la DEUDA y la
RESPONSABILIDAD. La deuda es el deber de realizar una prestación y la
responsabilidad es el efecto que entra en juego, a raíz del incumplimiento de la obligación
y que afecta a los bienes del deudor. La persona que asume una obligación no se hace
cargo solamente de un deber moral, sino que corre el riesgo de perder su patrimonio, o
una parte de él, en caso de no cumplir la obligación asumida. Actualmente, la doctrina
que acepta la existencia de estos dos elementos, no los considera ni separados ni
aislados, sino fusionados, unidos, formando una unidad orgánica. Solo mediante una
concepción integral se puede explicar la esencia de la obligación.

Prestación: concepto. Conducta del deudor.

La prestación es el comportamiento debido y exigible al deudor, el que tiene carácter


patrimonial y realiza y corresponde al interés del acreedor, siendo éste el objeto del
derecho de crédito. Constituye por una parte, el fin de la obligación, esto es la ventaja que
al acreedor se promete de ella, y, por otra, la limitación impuesta al deudor, por el deber
que alcanza a éste de hacer o no hacer algo. La prestación suele ser comúnmente, un
hecho positivo cuando el deudor se obliga a dar o hacer algo o un hecho negativo cuando
se obliga a una abstención, esto es a no hacer algo.
El cumplimiento de la prestación no debe confundirse con la satisfacción del interés del
acreedor, porque si fueran equiparables, todas las obligaciones serían de resultado.
Conforme los artículos 746 a 761 y 773 a 778 ccc, el objeto de las obligaciones pueden
ser prestaciones de dar, hacer o no hacer.
El nuevo régimen jurídico sancionado por la ley 26.994 contiene una muy escueta
regulación de las obligaciones de hacer, plasmado en el código civil de manera
insuficiente en los artículos 773 a 777 ccc, y quedándose en la mera definición de la
obligación de no hacer, en el comienzo del artículo 778 del ccc, lo que implica
directamente un desatino y estableciendo en su última parte que su incumplimiento
imputable permite reclamar la destrucción física de lo hecho y los daños y perjuicios.
Muchas veces quien persigue la destrucción de algo ya construido muestran actitudes
caprichosas o parten de un anterior silencio, lo que implica una dualidad incompatible,
este tipo de actitudes duales no deben ser amparadas por el derecho.

REQUISITOS QUE DEBE REUNIR:

El nuevo código civil en el artículo 725 regla los requisitos expresando: : la prestación que
constituye el objeto de la obligación debe ser material y jurídicamente posible, licita,
determinada o determinable, susceptible de valoración económica y debe corresponder a
un interés patrimonial o extra patrimonial del acreedor

EL OBJETO DE LAS OBLIGACIONES DEBE CUMPLIR LOS SIGUIENTES


REQUISITOS:

DEBE SER POSIBLE: Nadie puede obligarse a una prestación imposible. Obligarse a lo
imposible, equivale a obligarse a nada. La posibilidad es el más esencial e insustituible de
los requisitos de la prestación.

DEBE ESTAR EN EL COMERCIO: Son nulas como si no tuvieran objeto las


convenciones o actos realizados respecto de bienes que no están en el comercio. El
artículo 234 del nuevo código civil establece Bienes fuera del comercio. Están fuera del
comercio los bienes cuya transmisión está expresamente prohibida: a) por la ley; b) por
actos jurídicos, en cuanto este Código permite tales prohibiciones. A contrario sensu de
esta norma, puede predicarse la existencia de un principio general de que están en el
comercio todas las cosas cuya enajenación no fuere expresamente prohibida por la ley o
por actos jurídicos válidos.

DEBE SER LÍCITA: La prestación comprometida debe ser lícita. Todo objeto contrario a la
ley anula la obligación. Para poner un ejemplo, conforme la cláusula moral del
ordenamiento argentino, las sociedades que tuvieran por objeto, cometer hechos ilícitos
no podrían ser autorizadas a funcionar, y si lo hubieran sido al comprobarse, debería
retirársele la personería, como por ejemplo la sociedad que se estableciera con el objeto
de ejercer el contrabando o la trata de personas no podría ser autorizada a funcionar. Se
debe concluir que en las obligaciones no debe hallarse la ilicitud de objeto en tal caso la
obligación sería nula, como si no tuviese objeto.

NO DEBE OFEDNER LA MORAL O LAS BUENAS COSTUMBRES: En un fallo


trascendente se dijo que no todo lo moral debe ser jurídico, todo lo jurídico debe ser
moral. En un voto minoritario, se sostuvo que los alcances del principio moral contenido
en el artículo 953 del cc se proyectan sobre la totalidad del ordenamiento jurídico en su
totalidad, lo mismo cabe decir para el artículo 279 del ccc.
Cuando una prestación es contraria a la moral o las buenas costumbres, al igual que
cuando es ilícita y se peticiona igualmente su cumplimiento, los tribunales suelen aplicar
el principio de derecho de que nadie puede invocar su propia torpeza.

DEBE SER DETERMINADO O DETERMINABLE: Si bien no es estrictamente necesario


que sea determinada desde sus orígenes, si debe ser determinable. No podría obligarse
al deudor al pago de una cosa o hecho si no puede precisar cuál es esa cosa o el hecho
debido.

SUJETOS DE LA OBLIGACIÓN: Son las personas entre las cuales se establece el


vínculo obligacional. La relación jurídica obligacional debe tener al menos dos sujetos:
uno ACTIVO o ACREEDOR, porque se titulariza el crédito, antes que porque puede
perseguir su cobro; y otro PASIVO o DEUDOR, este es el obligado a dar una prestación,
por la que debe responder con su patrimonio en el caso de incumplimiento imputable.
El carácter múltiple de la obligación normalmente se refiere a la pluralidad de sujetos,
aunque también pueden existir varias prestaciones; existirá pluralidad de sujetos, aunque
también puede existir varias prestaciones, normalmente existirá pluralidad de sujetos
obligados a una única prestación, en cuyo caso se estará en presencia de un frente
codeudor, que puede estar obligado a satisfacer una obligación simplemente
mancomunada (artículo 825 ccc), una prestación solidaria (artículo 827 a 849 ccc¨),
una obligación concurrente (artículo 850 a 852 ccc) o una prestación indivisible
(artículo 813 a 824 ccc).

REQUISITOS QUE DEBEN REUNIR:

POSEER CAPACIDAD: Pueden constituirse en sujetos activos o pasivos de las


obligaciones tanto las personas físicas (artículo 22 y 23 ccc), como las personas jurídicas,
sean de carácter público o privado (artículo 141 y 143 ccc). El nuevo ordenamiento no los
declara expresamente personas jurídicas, entendemos que otros centros de imputación
de derechos y obligaciones o haces de imputación como los cementerios privados,
podrían también ser sujetos obligacionales, dado que se trata de patrimonios de
afectación específica, que a tenor de los artículos 2104, 2109 y 21110 ccc, podrían ser
titulares de derechos y obligaciones y demandar o ser demandados como tales, lo que
califica a un sujeto obligacional.

DEBE TRATARSE DE SUJETOS DISTINTOS: Las calidades de acreedor y deudor no


pueden coincidir en una misma persona, pues de otro se opera la extinción de la
obligación por ser confusión (artículo 931 ccc), ya que nadie puede deberse asimismo una
prestación.

SER DETERMINADOS O DETERMINABLES: como regla o principio general se exige


que los sujetos de la obligación estén determinados; la ley admite, excepcionalmente, una
indeterminación provisoria del sujeto activo que debe cesar en el momento.

CAUSA: En el artículo 726 del ccc “causa. No hay obligación sin causa, es decir sin que
derive de algún hecho idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento
jurídico”.
Toda obligación supone un antecedente que le da origen, es decir, que le sirve de fuente.
En esto, las obligaciones no hacen sino cumplir la regla de la causalidad, que gobierna
todos los fenómenos de la naturaleza.

CAUSA – FUENTE: Es la causa antecedente, el origen, la generatriz de la obligación, es


el origen de la obligación, el hecho, acto o relación jurídica que sirve de fundamento a la
obligación.

CAUSA – FIN: Significa la finalidad inmediata, el objetivo próximo perseguido por las
partes al contratar. Todos los objetivos, los más inmediatos, están íntimamente ligados a
la estructura de cada contrato. Ella es objetiva, abstracta, intrínseca, impersonal e
inmutable.

CAUSA – MOTIVO: Comprende todo lo que las partes han tenido en mira al realizar el
negocio jurídico, o sea, sus fines mediatos. Es una causa concreta y personal, es
subjetiva y cambia según las personas de los contratantes.

DISTINCIÓN ENTRE CAUSA FIN Y CAUSA MOTIVO:

CAUSA FIN: Es la finalidad inmediata que las partes persiguen al contratar o celebrar un
negocio jurídico (por ejemplo: alquilar un inmueble).
Es el propósito típico y general que el negocio configurado cumple, es concebido de modo
abstracto (idéntico en cada contrato – tipo o negocio tipo).
Es intrínseca al contrato. Está ligada a la estructura del contrato y no cambia según los
contratantes.
Es objetiva, impersonal, abstracta en inmutable.
No varía según las personas de los contratantes.
Siempre surge evidente de la lectura del contrato, por lo que el juez siempre deberá
tenerla en cuenta.
Normalmente, cumple una función interpretativa y calificadora del contrato. Según el
supuesto puede servir de base para el planteo del pacto comisorio (artículo 1086 ccc), de
la excepción de incumplimiento contractual (artículo 1083 y 1084 ccc) o de la doctrina de
la imprevisión (artículo 1091 ccc).

CAUSA MOTIVO: Es el objetivo mediato o final que las partes buscaron al contratar (por
ejemplo: instalar una peluquería en el inmueble alquilado). Llamada por algunos la causa
impulsiva.
Es el motivo o móvil particular de las partes que la impulsaron a concretar el acto o
negocio.
Puede ser extrínseca al contrato o permanecer en el pensamiento de las partes, sin
manifestarse.
Es subjetiva, concreta, extrínseca al contrato, esencialmente personal y ocasional.
Es variable, no es la misma para todos y cambia según las personas de los contratantes.
Para poder ser tenido en cuenta por el juez, debe tratarse de una causa – motivo
reconocible. Es decir, el motivo debe ser determinante del acto y ser exteriorizado en el
acto o surgir de él, debiendo ser conocido por ambas partes.
Cuando el motivo es reconocible, al haber sido explicitado o surgir evidente del contrato,
la causa motivo puede servir para plantear la ineficacia del acto por contrariar la ley, la
moral o las buenas costumbres (artículo 279 ccc).
Puede servir también para el planteo de la doctrina de la frustración del fin del contrato
(artículo 1090 ccc).

LA CAUSA FIN Y LA CAUSA MOTIVO EN EL NUEVO CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

El nuevo ordenamiento jurídico sancionado por ley Nº 26.994 innova en materia causal,
por una parte al exigir, en su artículo 735 de rondón, la licitud de la causa, introduciendo
un elemento que no contenía el código de Vélez y que si se encuentra en el artículo 1108
del código de Napoleón, con lo que el apartamento del régimen anterior en esta materia
es manifiesto desde su comienzo.
Por otra parte, el nuevo código disgrega o dispersa la normativa relativa a la causa,
esparciendo algunas normas en el segmento de los requisitos del acto jurídico (artículo
281 a 293 ccc), otras en el sector de los requisitos de la obligación (artículo 726 y 727
ccc) y otra en el segmento del reconocimiento de la obligación (artículo 735 ccc).
En este sentido expresa el artículo 281 ccc: “Causa. La causa es el fin inmediato
autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También
integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido
incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas
partes”.
GAGLIARDO: “Causa es la justificación que el esquema del contrato explicita de la
respectiva obligación; obligación que, por otra parte, siempre resulta similar para un
mismo tipo contractual. Mientras que el motivo alude a una razón individual y variable, es
una razón subjetiva, particular e independiente, que suele no trascender al contrato. Es
parte de la intimidad del contratante que cabe coincidir – o no – con la causa; el motivo
puede responder a varias causas y circunstancias. El motivo adquiere relevancia jurídica
cuando el sujeto así lo desea y lo exterioriza de modo de controvertirlo en un dato
concluyente del negocio jurídico. Así no cabe referirse a motivos del contrato, sino a
motivos de los singulares contratantes, cuya significación jurídica será diversa de la
causa, aunque de manera ocasional coincidan.”
Artículo 282 ccc: “Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el acto
se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es válido aunque la
causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera”.
Artículo 283 ccc: “Acto abstracto. La inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no son
discutibles en el acto abstracto mientras no se haya cumplido, excepto que la ley lo
autorice”
Artículo 726 ccc: “Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún
hecho idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico”.
Artículo 727 ccc: “Prueba de la existencia de la obligación. Presunción de fuente
legitima. La existencia de la obligación no se presume. La interpretación respecto de la
existencia y extensión de la obligación es restrictiva. Probada la obligación, se presume
que nace de fuente legitima mientras no se acredite lo contrario”.
Esta norma viene a establecer reglas sobre la carga de la prueba de la obligación y a
facilitar la atribución de las responsabilidades derivadas de esa prueba o de esa falta de
prueba.
Si la carga de la prueba no es otra cosa que la necesidad de probar para vencer, puede
hablarse con asidero del riesgo de la prueba antes que de su carga, pues el precio de no
probar es perder el litigio.
En presencia, de un documento, el juez puede establecer instantáneamente su valor
probatorio, pero frente a un indicio sólo se llega a establecer una presunción a través de
un razonamiento en que las probabilidades aparecen y desaparecen, variando al infinito.
Por eso se llama también prueba circunstancial o artificial, no porque sea arbitraria, sino
porque en más o en menos es obra del hombre. Se ha discutido si la presunción
constituye realmente una prueba, pero la duda se aclara si se tienen en cuenta sus
efectos procesales, que no son otros que los de invertir la carga de la prueba. Al que
invoca le basta probar el antecedente para que la presunción actué, y al que pretende
destruir sus efectos corresponde la prueba en contrario”. Allí entra a jugar el in fine del
artículo 727 ccc: cuando se ha probado la obligación, la presunción de que ella ha nacido
de la fuente legitima impera hasta que se haya acreditado lo contrario, momento en que
ella cae, ya que se ha demostrado falaz la presunción y, como tal, ella no puede
sostenerse.

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