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CAPÍTULO III

DETERMINACIÓN DE LAS PROPIEDADES DE LOS SUELOS

3.1 TOMA DE MUESTRAS

Un trabajo indispensable y previo a la construcción de carreteras y vías urbanas, es la


exploración de los suelos, el cual incluye también la exploración de materiales de
construcción. Este constituye un paso importante en el estudio de las carreteras y vías en
proyecto, ya que, siendo el suelo, la cimentación de los pavimentos, influye decisivamente en
el espesor y costo de los mismos y, además, permite estimar la clase y cantidad de materiales
disponibles para la construcción. La exploración del suelo debe ser realizada en dos etapas:

Primera etapa- Consiste este estudio, en realizar después de elegida la ruta e


inmediatamente a ella, o paralelamente, unas pocas perforaciones que permitan deducir
aproximadamente la clase de suelo por el cual atravesará la carretera o vía urbana; estas
perforaciones, complementadas con la observación del terreno, y su clasificación visual de
campo hacen posible deducir si el suelo es favorable o desfavorable para la construcción.

Si se obtienen resultados favorables, el problema de suelos queda concretado a la ruta


elegida; pero si el suelo presenta características demasiado desfavorables, se debe buscar la
alternativa de encontrar otra ruta, o una variante que ofrezca la posibilidad de construir una
carretera de mejores características de sustentación a igual o menor costo inicial que aquella
ruta rechazada.

Segunda Etapa- Una vez que ha quedado establecida la ruta definitiva, puede darse
comienzo a la segunda etapa de exploración, la cual deberá ser realizada con todo el detalle
necesario, tomando en cuenta aún las perforaciones efectuadas en la etapa preliminar, pero
completándolas adecuadamente, tomando muestras de los suelos, materiales de construcción y
de préstamos para enviarlas al laboratorio.
Las perforaciones exploratorias tienen por objeto determinar los perfiles de un suelo; es
decir, las diferentes capas que lo constituyen a lo largo de la vía, de cuyo estudio y análisis
complementarios se determinará el poder soportante del mismo, lo cual permite diseñar el
espesor del pavimento.
Se debe determinar las condiciones de humedad del subsuelo y el Nivel Freático si éste se
halla a menos de 1,50 metros de profundidad desde la subrasante.- Es bien conocida la gran
influencia que el agua ejerce sobre las condiciones de estabilidad del suelo, a tal grado que, el
desconocimiento de este aspecto, lleva inexorablemente a la falla del camino, por bien que se
haya diseñado y construido el pavimento.

Por esto, el estudio de humedad de los suelos y especialmente del nivel freático, son datos
ESENCIALES para emprender en un buen proyecto de drenajes y subdrenajes, naturalmente
estos datos deben ser complementados con estudios hidrológicos, y de las condiciones
atmosféricas y topográficas de la zona.

Los drenajes y subdrenajes, tienen por objeto quitar la humedad que puede existir en el
suelo que circunda la carretera, sea por filtraciones desde la superficie, o sea por corrientes de
agua subterránea, de modo que siempre el suelo de cimentación se halle en condiciones de
humedad aceptables, sólo entonces puede conseguirse una carretera estable y duradera.

Encontrar fuentes de abastecimiento de materiales para la construcción del camino,


tomando suficientes datos para establecer las facilidades y condiciones de explotación, zonas
de su utilización, y sobre acarreo necesarios para decidir el sitio o cantera.

Encontrar zona de préstamos, cuando éstos sean indispensables, ya porque no hay


compensación en el movimiento de tierras, ya porque los suelos del sitio de la vía son de tan
mala calidad, que deben ser reemplazadose en su totalidad.

3.2 ENSAYOS DE LABORATORIO APLICADOS A MATERIALES

3.2.1 CONTENIDO DE HUMEDAD NATURAL

Sirven para determinar la humedad de campo; es decir, el porcentaje de agua de los


suelos, las muestras son extraídas del sitio deseado y colocadas en fundas plásticas, en
recipientes metálicos inoxidables, o frascos de vidrio, tapados y sellados para evitar pérdidas
de humedad, mientras son trasladadas al laboratorio para el respectivo análisis.
Esta relación es una de las más utilizadas en Mecánica de Suelos, puesto que nos
proporciona una buena indicación de la resistencia al esfuerzo cortante de las arcillas
saturadas.
El contenido de humedad de un suelo (%) es la relación entre el peso de agua contenida
en la muestra y el peso de la muestra seca o peso de las partículas sólidas de la misma y se la
expresa típicamente con la fórmula:

Pesodel agua
CONTENIDO DE HUMEDAD x100
Pesode Solidos

Ww
 (%) x100
Ws

Donde:
% = Contenido de agua del suelo expresado en porcentaje
Ww = Peso del agua contenida en la muestra ensayada
Ws = Peso de los sólidos de la muestra

El proceso de secado de la muestra debe hacerse en horno a una temperatura constante de


110° ± 5° C por un período no menor a 15 horas o, en su defecto, hasta que el peso seco de la
muestra no varíe en más de 1 %.

3.2.2 SELECCIÓN DE MUESTRAS MEDIANTE CUARTEO MANUAL

Material

Material Material

Material
Consiste en dividir a la muestra en cuatro partes iguales para que el suelo sea homogéneo y
haya una muestra verdaderamente representativa para los diferentes ensayos.

3.3 ANÁLISIS GRANULOMÉTRICO

3.3.1 GENERALIDADES. El proceso de separar una muestra de suelo en sus


diferentes fracciones de tamaños distintos, se conoce con el nombre de Análisis
Granulométrico.

Es imposible determinar el tamaño de cada partícula de un suelo por lo que, en la


práctica, se determina las cantidades de ellas que están comprendidas entre una serie de
tamaños límites, arbitrariamente definidos. Estos límites se expresan como “diámetros
equivalentes de las partículas”, haciendo la suposición de que las partículas son esféricas.

Se hace pasar un suelo por una serie de mallas o tamices de distintos tamaños y se calcula
el porcentaje en peso con respecto al peso total de la muestra que se retiene en cada uno de
ellos, se establece la granulometría de dicha muestra de suelo.

Un suelo puede estar constituido por partículas de tamaños semejantes (Suelo uniforme o
mal graduado), o bien puede tener una gran variedad de tamaños, que pueden ir desde
partículas que no se pueden ver ni con microscopio hasta partículas de 3 a 4 pulgadas de
diámetros (En estas condiciones se dice que el suelo es poco uniforme pero bien
graduado).

Los suelos, como se sabe, son mezclas de grava, arenas, limos y arcillas como una
generalidad. Aunque las arenas y las gravas y algunos limos inorgánicos pueden presentarse
individualmente en la naturaleza, sin embargo las arcillas y algunos limos están siempre
mezclados principalmente con arena; la arcilla y el limo constituyen la parte activa de los
suelos y las arenas y gravas constituyen la parte inerte.
Este concepto es bastante similar al de agregados y cemento en el hormigón, cuyas
propiedades están determinadas por el constituyente de menor dimensión, es decir el cemento,
mientras que la parte gruesa, o sea la arena y la grava, se la considera inerte.
En el suelo sus características están determinadas en un gran porcentaje, por la fracción
fina, es decir por el limo, la arcilla y los coloides, y en un menor porcentaje por la fracción
gruesa, es decir la grava y la arena.

Así por ejemplo, la resistencia de los suelos depende de la cohesión de la parte activa y de la
fricción de la parte inerte. Mediante la granulometría podemos determinar qué porcentajes de
material fino y de material grueso existen en un suelo cualquiera.

El tamaño de las partículas de la parte gruesa se lo determina mediante tamizado y el de la


parte fina mediante sedimentación, por lo general usando hidrómetros. Casi siempre, en la
naturaleza, los suelos poseen tanto fracción fina como fracción gruesa por lo cual hay que
realizar los dos tipos de ensayo en una muestra de suelo cualquiera.

3.3.2 REPRESENTACIÓN DEL ANÁLISIS GRANULOMÉTRICO

Los resultados del análisis granulométrico pueden representarse de dos maneras, mediante
una tabla en la cual se expresan los porcentajes de la muestra total que han pasado un tamiz
cualquiera, seleccionado de antemano, o mediante un gráfico en el cual las abscisas
representan el diámetro de las partículas y las ordenadas el porcentaje de la muestra que pasa
dicho diámetro.

Si se cuenta con suficiente número de puntos la representación gráfica es preferible a la


representación mediante tablas.
En la representación gráfica se acostumbra usar una escala logarítmica en el eje de las
abscisas, pues de esta manera se dispone de mayor amplitud en la fracción fina, que la que se
dispone en la escala natural. En el eje de las ordenadas se usa una escala natural.

3.3.3 COEFICIENTE DE UNIFORMIDAD.

De la forma de la curva granulométrica obtenemos una idea de la distribución de


tamaños de las partículas que constituyen el suelo. Así, un suelo constituido por partículas de
un solo tamaño estará representado por una línea vertical; se dice entones que el suelo es
uniforme.
Si el suelo está constituido por una gran variedad de tamaños, su representación será una
curva; cuanto mas tendida sea esta curva, mayor variedad de tamaños existirá y el suelo se
podrá considerar bien graduado.

Si las curvas granulométricas presentan tramos horizontales o verticales, esto nos indica
que en el material predominan o faltan ciertos tamaños y, por ende, que el material es mal
graduado.

Un suelo puede ser uniforme, mal graduado o bien graduado. Para determinar el grado de
uniformidad de un suelo se emplea el “Coeficiente de Uniformidad”, que viene expresado por
la siguiente relación.

D60
Cu 
D10

En la cual: D60 es el tamaño de partículas que corresponden al 60% de las partículas menores
a él, es decir que el 60% son más finas que D60 y el 40% son más gruesas que dicho diámetro.
D10 Es el tamaño de partículas que corresponde al 10% menores a dicho tamaño, es decir que
el 10% son más finas que D10 y el 90% son más gruesas que dicho diámetro.

El D10 se denomina “tamaño efectivo” a causa de la influencia de los tamaños de granos más
pequeños sobre las propiedades del suelo.
El valor del coeficiente de uniformidad decrece a medida que la uniformidad aumenta, es
decir que en realidad es un coeficiente de no uniformidad.

Los suelos con coeficiente de uniformidad menor de 3 (Cu < 3 ), se consideran muy
uniformes y por lo tanto mal graduados. Los suelos con coeficientes de Uniformidad mayor
de 2 (Cu > 4 ), se consideran poco uniformes y por lo tanto bien graduados.

3.3.4 COEFICIENTE DE CURVATURA


Otro Coeficiente empleado para determinar la buena o mala graduación de un material
es el llamado “Coeficiente de Curvatura”, que se lo expresa por la siguiente relación:

( D30 ) 2
Cc 
D10 .D60

En la cual: D30 es el tamaño de partículas que corresponden al 30% de las partículas


menores a él, es decir que el 30% son más finos y el 70% son más grandes que dicho tamaño.

3.3.5 UTILIDAD DEL ANÁLISIS

El análisis granulométrico sirve para tener una idea del grado de permeabilidad de un
suelo (es decir la facilidad con que un fluido pasará a través del suelo); también sirve para
tener una idea de la capilaridad del mismo (es decir, la atracción o retención del agua por
arriba de la capa freática); es también importante para la estabilización de los suelos y para el
diseño de bases y sub-bases; pero la mayor aplicación del análisis granulométrico se
encuentra en la clasificación de los suelos.

3.4 ENSAYOS DE LÍMITES DE CONSISTENCIA


(LÍMITES DE ATTERBERG).

La transición de un estado de consistencia al otro no ocurre en forma abrupta; tan


pronto se alcanza un contenido de humedad crítico, sino en forma muy gradual; por esta
razón, no existen criterios estrictos para distinguir las fronteras entre los diferentes estados;
estas fronteras se las ha establecido en forma convencional.

El método más apropiado fue tomado de la Agronomía y se conoce con el nombre de


método de Atterberg, por lo cual los contenidos de humedad que corresponde a los límites
entre los diferentes estados de consistencia se conocen con el nombre de “Límites de
Consistencia” o” Límites Atterberg”.

La frontera convencional entre los estados semi-líquido y plástico fue llamado Límite
Líquido (LL ó WL ) y se la puede obtener mediante un proceso de laboratorio.
La frontera convencional entre los estados plástico y semi-sólido fue llamada LÍMITE
PLÁSTICO (LP o WP ) y también se la puede obtener en el laboratorio.
Atterberg también definió la frontera convencional entre los estados de consistencia
semi-sólido y sólido que la llamó LÍMITE DE CONTRACCIÓN (Lc o Ws) y que se define
como el contenido de agua por debajo del cual el suelo ya no disminuye de volumen al
seguirse secando, la saturación ya no es completa y el suelo cambia de color , tornándose más
claro.

Podemos decir que el límite líquido es el contenido de agua en el cual el suelo tiene una
resistencia al cortante tan pequeña que fluye hasta cerrar un surco de ancho estándar, cuando
es vibrado de una manera específica; esta pequeña resistencia es un valor definido, por lo
cual todos los suelos tienen la misma resistencia en sus respectivos límites líquidos. Así
mismo el límite plástico es el contenido de agua con el cual el suelo comienza a desmoronarse
cuando es enrollado en cilindros de tamaños específicos.

3.4.1 DETERMINACIÓN DEL LÍMITE LÍQUIDO

Para la determinación del Límite Líquido se utiliza la copa de Casagrande, que es un


recipiente de bronce o latón con un tacón solidario del mismo material; el tacón y la copa
giran en torno a un eje fijo unido a la base.

Una excéntrica hace que la copa caiga periódicamente, golpeándose contra la base del
dispositivo, que es de hule duro o micarta 221. La altura de caída de la copa, es por
especificación, de 1cm, medido verticalmente desde el punto de la copa que toca la base al
caer, hasta la base misma, estando la copa en su punto más alto.

La copa es esférica, con radio interior de 54mm, espesor 2mm y peso de 200  20 g
incluyendo el tacón.- Sobre la copa se coloca el suelo y se procede a hacerle una ranura
trapecial con las dimensiones mostradas en la siguiente figura:

12 mm

10mm

2mm

DIMENSIONES DE LA RANURA EN LA COPA DE CASAGRANDE.

Para hacer la ranura debe usarse un ranurador laminar estándar. La copa se sostiene con la
mano izquierda, con el tacón hacia arriba y el ranurador se pasa a través de la muestra,
manteniéndolo normal a la superficie, a lo largo del meridiano que pasa por el centro del
tacón, con un movimiento de arriba hacia abajo. En una arcilla bien mezclada, sin partículas
gruesas, es fácil hacer la ranura.

En los suelos con arena o con materia orgánica no se puede formar la ranura con el
ranurador, debiendo usarse entonces la espátula , utilizando el ranurador sólo para verificar las
dimensiones.

La técnica de laboratorio consiste en colocar el suelo remoldado en la copa de


Casagrande, formando en él como ya se dijo una ranura, procediendo a manipular la copa,
contabilizando el número de golpes con el cual se logra cerrar la ranura.

El gráfico se lo obtiene conociendo tres o cuatro contenidos de agua con sus


correspondientes números de golpes y trazando de esta manera la curva, contenido de agua -
número de golpes.
Los resultados obtenidos en el laboratorio se procede a graficarlos, colocando en el eje de
las ordenadas en escala natural el contenido de agua (contenido de humedad ), y el eje de las
abscisas se coloca el número de golpes en escala logarítmica.

La ordenada del gráfico correspondiente a la abscisa de 25 golpes es el contenido de agua


correspondiente al límite líquido.

En el siguiente gráfico se ilustra la manera de obtener el límite líquido a través de la curva


de fluidez, utilizando un papel semilogarítmico.
Contenido de humedad en %

L LL
L
L L

5 6 7 8 9 10 20 40 50
25 30
Número de Golpes
DETERMINACIÓN DEL LÍMITE LÍQUIDO

3.4.2 DETERMINACIÓN DEL LÍMITE PLÁSTICO

Para la determinación del Límite plástico se revuelve el suelo y se obtiene cilindros del
suelo, con un diámetro de 3mm. La formación de los rollitos se hace usualmente sobre una
hoja de papel totalmente seca, para acelerar la pérdida de humedad del material, también es
frecuente efectuar el rolado sobre una placa de vidrio.

Cuando los rollitos llegan a los 3mm, se doblan y se presionan, formando una plastilla que
vuelve a rolarse, hasta que en los tres milímetros, ocurra el desmoronamiento o agrietamiento;
en tal momento se determinará rápidamente su contenido de agua, que es el Límite Plástico.

Se han realizado varios intentos para sustituir el rolado manual por la acción mecánica de
algún aparato, pero sin resultados satisfactorios, debido, en primer lugar, a que la experiencia
ha demostrado que en esta prueba la influencia del operador no es importante y, en segundo
lugar, hasta la fecha, no ha podido desarrollarse ningún aparato en que la presión ejercida se
ajuste a la tenacidad de los diferentes suelos; en el rolado manual, el operador, guiado por el
tacto, hace el ajuste automáticamente.

3.4.3 ÍNDICE DE PLASTICIDAD

A las dos fronteras, Límite Líquido y Límite Plástico, que definen el intervalo plástico
del suelo, se las llama “Límites de Plasticidad” y la diferencia entre ambos se denomina
“Indice de plasticidad” (IP), que se puede definir como el rango de contenido de humedad en
el cual un material está en el estado plástico - o sea :

IP  LL  LP

La cantidad de agua que debe añadirse para cambiar un suelo desde su Límite plástico
hasta su límite líquido es una indicación de la plasticidad del suelo, de aquí la importancia del
índice de plasticidad.

3.4.4 UTILIDAD DE LOS LÍMITES DE ATTERBERG.

Los límites se usan a menudo en especificaciones para el control del suelo que se va a
usar en rellenos y también en métodos de diseño semi empíricos, pero la principal aplicación
está en la clasificación e identificación de los suelos de grano fino. Es decir que aún cuando
los límites nos suministran números que puedan sustituirse directamente en fórmulas
deducidas científicamente, ellos son sumamente útiles para el Ingeniero de Suelos.

3.5 CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS

3.5.1 GENERALIDADES
Como en la formación de los suelos intervienen diversos factores que pueden actuar
simultáneamente o en forma alternada, con muy distintos grados de intensidad, las
propiedades físicas de los suelos varían de un lugar a otro.

Esta característica ha hecho indispensable el desarrollo de sistemas de clasificación que


permiten catalogar a los suelos en grupos de propiedades físicas semejantes, con objeto de
poderlos estudiar y adoptarlo a los diversos usos.

La determinación de las propiedades de un suelo puede ser difícil, cara y requerir mucho
tiempo, debido a lo cual se divide a los suelos en grupos con comportamiento semejante, es
decir se los clasifica.

La clasificación de los suelos consiste, pues, en incluir un suelo en un grupo que presenta
un comportamiento semejante, lo cual nos permite resolver muchos tipos de problemas
sencillos y sirva de guía para preparar el programa de investigación, en caso de que se
necesite una investigación mas profunda.

Las clasificaciones de suelos utilizan pruebas sencillas para obtener las características del
suelo, necesarias para asignarlo a un determinado grupo, siendo las mas utilizadas la
granulometría y la plasticidad en el transcurso de los años varios sistemas de clasificación han
sido desarrollados, de acuerdo con la finalidad a que se han de determinar los suelos
estudiados.

También, dada la infinita variedad de los suelos con que el ingeniero se ve obligado a tratar,
cualquier intento de sistematizar su estudio debe ir acompañado de la necesidad de establecer
sistemas apropiados de clasificación.

3.5.2 SISTEMA UNIFICADO DE CLASIFICACIÓN DE SUELOS (SUCS)

Este sistema introducido por el Dr. Arturo Casagrande como “Sistema de Clasificación
de suelos para Aeropuertos, fue posteriormente modificado por el “U.S. Bureau of
Reclamation” y por el cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos para adoptarlo
a usos en caminos, presas de tierra y cimentaciones.
Este sistema ofrece la doble ventaja de ser fácilmente adaptable al campo y al
laboratorio, requiriendo de poca experiencia y unas cuantas pruebas sencillas para determinar
el grupo al cual pertenece un suelo dado. Las investigaciones realizadas por el Dr.
Casagrande lo convencieron de que la clasificación por la textura era inadecuada para los
suelos cohesivos; él observó que estos podían ser agrupados de acuerdo con su posición en el
gráfico de Plasticidad, en el cual existe un límite entre los suelos arcillosos y los suelos
limosos que se representa mediante la línea A; los suelos arcillosos inorgánicos quedan arriba
de dicha línea, mientras que los suelos limosos y los arcillosos orgánicos quedan debajo. La
ecuación de la línea A es: IP = 0.73 (LL - 20); y fue determinada empíricamente mediante los
resultados de miles de ensayos de plasticidad efectuados en muestras de diferentes lugares de
la tierra.

Las siguientes propiedades forman la base de esta clasificación: granulometría, forma


de la curva de distribución granulométrica y características de plasticidad y compresibildad.

Al tomar en cuenta la granulometría y las características de plasticidad este sistema


describe a los suelos de tal manera que es fácil, con un poco de criterio, asociar a cada grupo
de suelo al orden de magnitud de las características mecánicas más importantes y, por
consiguiente, su adaptabilidad a diversos usos en la construcción.

Cuatro fracciones de suelo son reconocidas en este sistema para designar los límites de
tamaños de fracciones de suelo: Bolones o cantos rodados; gravas arenas y finos . Las
fronteras texturales entre ellas han sido establecidas arbitrariamente, como se indica a
continuación:

Bolones o cantos rodados --------------------------- Por encima de 4”


Gravas --------------------------- de 4” hasta el tamiz # 4
Arena --------------------------- del tamiz #4 al #200
Finos (limos ó arcillas) --------------------------- por debajo del tamiz #200
El material menor que el tamiz #200 es limo si es no plástico o el límite líquido y el
índice de plasticidad se grafican por debajo de la línea A en la carta de plasticidad y es arcilla
si el límite líquido y el índice de plasticidad se grafican por arriba de la línea A.

Esto es válido para limos y arcillas inorgánicas y para limos orgánicos, pero no para
arcillas orgánicas, puesto que éstas son graficadas debajo de la línea A.

El SUCS cubre los suelos gruesos y los finos, distinguiéndose ambos por el cribado a
través de la malla 200; las partículas gruesas son mayores que dicha malla y las finas
menores. Un suelo se considera grueso si más del 50% de sus partículas son gruesas, y fino, si
más de la mitad de sus partículas, en peso, son finas. Se describirán en primer lugar los
diferentes grupos referentes a suelos gruesos.

3.5.3 SUELOS GRUESOS.- El símbolo de cada grupo está formado por dos letras
mayúsculas, que son las iniciales de los nombres ingleses de los suelos más típicos de este
grupo.

a.) Gravas y suelos en que predominan estas. Símbolo genérico G (Gravel).


b.) Arenas y suelos arenosos. Símbolo genérico S (Sand).

Las gravas y las arenas se separan con la malla N°4, de manera que un suelo pertenece
al grupo genérico G, si más del 50% de su fracción gruesa (retenida en la malla 200) no pasa
la malla N°4, y es del grupo genérico S, en caso contrario.
Las gravas y las arenas se subdividen en cuatro tipos

1. Material prácticamente limpio de finos, bien graduado. Símbolo W


(Well graded). En combinación con los símbolos genéricos, se obtienen los
grupos GW y SW.
2. Material prácticamente limpio de finos, mal graduado. Símbolo P (Poorly
graded). En combinación con los símbolos genéricos, da lugar a los grupos GP y
SP.
3. Material con cantidad apreciable de finos no plásticos, símbolo M (del Sueco mo
y mjala). En combinación con los símbolos genéricos da lugar a los grupos GM y
SM.
4. Material con cantidad apreciable de finos plásticos. Símbolo C (clay). En
combinación con los símbolos genéricos, da lugar a los grupos GC y SC.

3.5.4 SUELOS FINOS.- También en este caso el sistema considera a los suelos agrupados,
formándose el símbolo de cada grupo por dos letras mayúsculas, elegidas con un criterio
similar al usado para los suelos gruesos, y dando lugar a las siguientes divisiones:

a.) Limos inorgánicos, de símbolo genérico M (del sueco mo y mjala).


b.) Arcillas inorgánicas, del símbolo genérico C (clay).
c.) Limos y arcillas orgánicas, de símbolo genérico O (organic).

Cada uno de estos tres tipos de suelos se subdividen, según su límite líquido, en dos
grupos. Si éste es menor de 50%, es decir, si son suelos de compresibilidad baja o media, se
añade al símbolo genérico la letra L (Low compressibility), obteniéndose por esta
combinación los grupos ML, CL y OL. Los suelos finos con límite líquido mayor de 50%, o
sea de alta compresibilidad, llevan tras el símbolo genérico la letra H (high compressibility),
teniéndose así los grupos MH, CH y OH.

Ha de notarse que las letras L y H no se refieren a baja o alta plasticidad, pues esta
propiedad del suelo, como se ha dicho, ha de expresarse en función de dos parámetros (LL e
IP), mientras que en el caso actual sólo el valor del límite líquido interviene. Por otra parte, ya
se hizo notar que la compresibilidad de un suelo es una función directa del límite líquido, de
modo que un suelo es más compresible a mayor límite líquido.

Los suelos altamente orgánicos, usualmente fibrosos, tales como turbas y suelos
pantanosos, extremadamente compresibles, forman un grupo independiente de símbolo Pt (del
inglés peat; turba).
IP Línea B
5O

CH
40 CL
Línea A
30

22
20 OH
CL CL o
10
7 OL ó MH
CL-ML
4 ML
ML
LL
10 20 30 40 50 60 70

Fig V - 1

3.5.5 CARTA DE PLASTICIDAD, COMO SE USA ACTUALMENTE

El sistema unificado de clasificación de suelos introdujo una modificación en la carta


de plasticidad.

La modificación se refiere a los suelos arriba de la línea A con índice plástico


comprendido entre 4 y 7, y cambia la clasificación de los suelos que cae en la zona punteada
como se indica en la Fig V-1.

3.5.6 SIMBOLOGÍA DE LOS DIFERENTES TIPOS DE SUELOS.

G: Grava; S: Arena; M: Limo; C: Arcilla; Pt: Turba; O: Suelos orgánicos; W: Bien


graduada; P: Mal graduada; L: Baja compresibilidad; H: Alta compresibilidad.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
:::::::::::::::::::::::::::::::::::.::

GRAVA ARENA ARCILLA

++++++++++
++++++++++
++++++++++

LIMO RELLENO TURBA

GW: Gravas bien graduadas, mezclas de grava y arena, con poco o nada de finos.
GP: Gravas mal graduadas, mezclas de grava y arena, con poco o nada de finos.
GM: Gravas limosas, mezclas de grava, arena y limo.
GC: Gravas arcillosas, mezcla de grava, arena y arcilla.
SW: Arenas bien graduadas, arena con grava, con poco o nada de finos.
SP: Arenas mal graduadas, arenas con grava, con poco o nada de finos.
SM: Arenas limosas, mezcla de arena y arcilla.
ML: Limos inorgánicos, polvo de roca, limos arenosos o arcillosos ligeramente
plásticos.
CL: Arcillas inorgánicas de baja o media plasticidad, arcilla con grava, arcillas
arenosas, arcillas limosas, y arcillas pobres.
OL: Limos orgánicos y arcillas limosas orgánicas de baja plasticidad.
MH: Limos inorgánicos, limos micáceos o Diatomáceos, limos elásticos.
CH: Arcillas inorgánicas de alta plasticidad, arcillas francas.
OH: Arcillas orgánicas de media o alta plasticidad, limos orgánicos de media
plasticidad.
Pt: Turbas y otros suelos altamente orgánicos.
El suelo predominante en la subrasante de nuestra vía según la SUCS es CL y ML
Que son suelos arcillosos inorgánicos de baja o mediana plasticidad y limos
inorgánicos, limos arenosos o arcillosos.
3.5.7 IDENTIFICACIÓN DE SUELOS.-

El problema de la identificación de suelos es de importancia fundamental en la


ingeniería; identificar un suelo es encasillarlo dentro de un sistema previo de clasificación. El
caso concreto de este trabajo, es colocarlo en alguno de los grupos mencionados dentro del
sistema unificado de clasificación de suelos: obviamente en el grupo que le corresponde según
sus características. La identificación permite conocer, en forma cualitativa, las propiedades
mecánicas e hidráulicas del suelo, atribuyéndole los del grupo en que se sitúe; naturalmente
la experiencia juega un papel muy importante en la utilidad que se pueda sacar de la
clasificación.

Los materiales constituidos por partículas gruesas se identifican en el campo sobre una
base prácticamente visual. Extendiendo una muestra seca del suelo sobre una superficie plana
puede juzgarse, en forma aproximada, de su graduación, tamaño de partículas, forma y
composición mineralógica. Para distinguir las gravas de las arenas pueden usarse el tamaño ½
cm como equivalente a la malla N°4, y para la estimación del contenido de finos basta
considerar que las partículas de tamaño correspondiente a la malla N°200 son
aproximadamente las más pequeñas que pueden distinguirse a simple vista.

En lo referente a la graduación del material, se requiere bastante experiencia para


diferenciar, en examen visual, los suelos bien graduados de los mal graduados.

Esta experiencia se obtiene comparando graduaciones estimadas, con las obtenidas en


laboratorio, en todos los casos en que se tenga oportunidad. Para examinar la fracción fina
contenida en el suelo, deberán ejecutarse las pruebas de identificación de campo de suelos
finos que se detallarán más adelante en la granulometría, sobre la parte que pase la malla
N°40, si no se dispone de esta malla, el cribado puede sustituirse por una separación manual
equivalente.

3.6 CLASIFICACIÓN DE LA AASHTO

En 1928 la Public Roads Administratión de los Estados Unidos, desarrolló un sistema que
clasifica a los suelos según su estabilidad bajo la carga de una rueda cuando se los emplea
como superficies de rodamiento o como base de pavimentos bituminosos.

De acuerdo con este sistema los suelos se dividen en ocho grupos que se designan con los
símbolos A-1, A-2, A-3, .......A-8, correspondiendo el primer símbolo a suelos gruesos de
buena graduación y el último a suelos turbosos.
Posteriormente este sistema ha sido varias veces modificado, hasta que la Asociación
Americana de Agencias Oficiales de carreteras y Transportes Estatales (AASHTO) introdujo
algunas modificaciones al sistema, estableciendo subdivisiones en cada uno de los grupos
que ahora quedan reducidos a 7.

En la clasificación de la AASHTO los suelos que tienen aproximadamente la misma


capacidad de carga son agrupados juntos para formar 7 grupos básicos. Los mejores suelos
para subrasantes de carreteras son clasificados como A-1, después A-2, y así sucesivamente
hasta llegar a los suelos más deficientes para subrasantes que se clasifican como A-7.

De este modo puede asumirse generalmente que los requisitos del espesor estructural
del pavimento se incrementan progresivamente a medida que el grupo de clasificación del
suelo se incrementa desde A -1 hasta A - 7.

En este sistema se requiere reconocer solamente la granulometría, y los límites líquido y


plástico. Un aspecto importante del sistema AASHTO es el “Indice de grupo” que es un
número empírico con el cual se ha correlacionado el comportamiento de muchos suelos como
material de caminos.

Un índice de grupo es usado no para colocar un suelo en un grupo específico, sino como
un medio de evaluar los suelos como materiales de subrasantes dentro de sus grupos.

Dicho número permite predecir en forma un poco más precisa el comportamiento que
puede esperarse de un suelo dado y se lo emplea en el diseño de pavimentos para determinar
el espesor total de base y pavimento que se requiere para el suelo en cuestión.

El índice de grupo es una función del límite líquido, del índice de plasticidad y de la
cantidad de material que pasa por el Tamiz # 200.

El índice de grupo se define por la siguiente ecuación empírica:

IG = 0.2 a + 0.005 ac + 0.01 b.d


en el cual:
a= Aquella porción del porcentaje que pasa el Tamiz # 200, mayor que el 35% pero que no
excede de 75%, expresada como un número entero positivo que varía de 0 a 40.
b= Aquella porción del porcentaje que pasa el Tamiz # 200 %, mayor que el 15% pero que
no excede de 55%, expresada como un número entero positivo que varía de 0 a 40.
c= Aquella porción del límite líquido mayor que el 40% pero no excede de 60%;
expresada como un número entero positivo que varía de 0 a 20.
d= Aquella porción del índice plasticidad mayor que el 10% pero no excede de 30%,
expresada como un número entero y positivo que varía de 0 a 20.

De acuerdo al sistema AASHTO los suelos se dividen en dos grupos principales: Los
materiales granulares con un 35% o menos que pasa el Tamiz #200 y los materiales limo -
arcilla con más del 35% que pasa el Tamiz #200.

Además, en las descripciones de un material, son reconocidas y usadas a menudo 5 clases de


suelo que son:
PIEDRA BOLA O CANTO RODADO.- Material retenido en el Tamiz de 3”. Este material
debe ser excluido de la porción de una muestra en la cual se va a realizar la clasificación ,
pero debe registrarse el porcentaje de tal material respecto a la muestra total.
GRAVA.-.Material que pasa el Tamiz de 3” pero que es retenido en el tamiz # 10
ARENA GRUESA .- Material que pasa el Tamiz #10 y que es retenido en el #40
ARENA FINA.- Material que pasa el Tamiz #40 y que es retenido en el #200
ARCILLA Y LIMOS (MEZCLADOS).- Material que pasa el Tamiz #200. La palabra
limoso es aplicada al material fino que tiene un índice de plasticidad de 10 ó menos y la
palabra arcilloso es aplicada al material fino que tiene un índice de plasticidad mayor a 10 .

Las clasificaciones del suelo tanto AASHTO como SUCS, de nuestro proyecto se encuentran
en los anexos de este capítulo.
CLASIFICACIÓN DE SUELOS AASHTO
Clasificación Materiales Granulares (35% o menos del total pasa el tamiz # Materiales limo-arcillosos
general 200 ) más del 35% pasa el tamiz
( 200 )

Clasificación de A-1 A-3 A-2 A-4 A-5 A-6 A-7


Grupo
A-1a A-1b A-2-4 A-2-5 A-2-6 A-2-7 A-7-5 a 7-6
Porcentaje de
material que pasa
el tamiz
No. 10 50 max
No. 40 30 max 50 max 51 min
No. 200 15 max 25 max 10 max 35 max 35 max 35 max 35 max 36 36 36 36 min
Características de 6 max min min min
la fracción que
pasa el tamiz 40
límite líquido 40 max 41 min 40 max 41 min 40 41 40 41 min 11 min
índice plástico NP 10 max 10 max 11 min 11 min max min max
10 10 11
max max min

Índice de Grupo 0 0 0 4 max 8 12 16 20 max


max max max
3.6.1 COMPACTACIÓN

3.6.1.1 ENSAYO PROCTOR

Teoría de compactación.- Se entiende por compactación de los suelos el mejoramiento


artificial de sus propiedades mecánicas por medios mecánicos. Se distingue de la
consolidación de los suelos, en este último proceso el peso especifico del material crece
gradualmente bajo la acción natural de sobrecargas impuestas que provocan expulsión de
agua por un proceso de difusión; ambos procesos involucran disminución de volumen, por lo
que en el fondo son equivalentes.
La importancia de la compactación de los suelos estriba en el aumento de resistencia y
disminución de capacidad de deformación que se obtienen al sujetar el suelo a técnicas
convenientes que aumenten su peso específico seco, disminuyendo sus vacíos.

Por lo general, las técnicas de compactación se aplican a rellenos artificiales, tales como
cortinas de presas de tierra, diques, terraplenes para caminos y ferrocarriles, bordos de
defensa, muelles, pavimentos, etc. Algunas veces se hace necesario compactar al terreno
natural, como en el caso de cimentaciones sobre arenas sueltas.

Los métodos usados para la compactación de los suelos dependen del tipo de los
materiales con los que se trabaje en cada caso; se ha determinado con base en un experimento
sencillo que los materiales puramente friccionantes, como la arena, se compactan
eficientemente por métodos vibratorios, en tanto que en los suelos plásticos el procedimiento
de carga estática resulta el más ventajoso.

En la práctica, estas características se reflejan en los equipos disponibles para el trabajo,


tales como plataformas vibratorias, rodillos lisos, neumáticos o "pata de cabra".

En las últimas épocas los equipos de campo han tenido gran desarrollo y hoy existen en
gran variedad de sistemas o pesos, de manera que el ingeniero tiene posibilidad de elegir entre
muchos, los implementos adecuados a cada caso particular.

La eficiencia de cualquier equipo de compactación depende de varios factores y para


poder analizar la influencia particular de cada uno, se requiere disponer de procedimientos
estandarizados que reproduzcan en el laboratorio la compactación que se pueda lograr en el
campo con el equipo disponible.

De entre todos los factores que influyen en la compactación obtenida en un caso dado,
podría decirse que dos son los más importantes: el contenido de agua del suelo, antes de
iniciarse el proceso de compactación y la energía específica empleada en dicho proceso. Por
energía específica se entiende la energía de compactación suministrada al suelo por unidad de
volumen.
El establecimiento de una prueba simple de compactación en el laboratorio cubre,
principalmente, dos finalidades: Por un lado disponer de muestras de suelo compactadas
teóricamente con las condiciones de campo, a fin de investigar sus propiedades mecánicas
para conseguir datos firmes de proyecto; por otro lado, es necesario poder controlar el trabajo
de campo, con vistas a tener la seguridad de que el equipo usado está trabajando
efectivamente en las condiciones previstas en el proyecto.

En realidad la secuela práctica suele ser como sigue: cuando se va a realizar una obra en la
que el suelo vaya a ser compactado se recaban muestras de los suelos que se usarán; en el
laboratorio se sujetan esos suelos a distintas condiciones de compactación, hasta encontrar
algunas que garanticen un proyecto seguro y que puedan lograrse económicamente con el
equipo de campo existente; con el equipo de campo que vaya a usarse se reproducen las
condiciones de laboratorio adoptadas para el proyecto (esto suele hacerse construyendo y
compactando en el campo un terraplén de prueba con el suelo a usar, en el que se ve el
número de veces que deba pasar el equipo, el espesor de las capas de los suelos depositados
para compactar, etc.)

Finalmente, una vez ubicada la construcción, verificando la compactación lograda en el


campo con muestras al azar tomadas del material compactado en la obra, se puede comprobar
que en ésta se están satisfaciendo los requerimientos del proyecto.

3.6.1.2 Pruebas Próctor Estándar y Modificada

La prueba o ensayo de compactación proctor, corresponde a los métodos dinámicos de


compactación, de los cuales se conocen dos pruebas que corresponden a las
designaciones: Proctor estándar, norma AASHTO T-99 y Proctor modificado, norma

3.6.1.3 AASHTO T-180.

Realmente las pruebas utilizan el mismo equipo, la diferencia radica en el uso de


diferentes energías de compactación, derivadas del uso de diferentes martillos y

diferente forma de compactar el material en el molde.

La modificación de la prueba, tal como fue concebida se explica en el hecho indiscutible


de la modernización de los equipos de compactación disponibles en el mercado, lo cual ha
hecho necesario que se trate de representar en el laboratorio, lo más exactamente posible el
trabajo que realiza la maquinaria en el campo.

La prueba estándar se compacta con un martillo o pisón de 5.5 Ibs de peso en 3 capas de
igual espesor desde una altura de caída de 12 pulgadas, mientras que la prueba modificada se
compacta con un peso de 10 Ibs en 5 capas de igual espesor desde una altura de caída de 18
pulgadas.
EQUIPO PARA EL ENSAYO PROCTOR

MOLDE
Probeta

Martillo 10 lbs.

Balanza

El procedimiento
de las pruebas, se detalla como
sigue:

El material (aproximadamente 5 Kg para el molde de 6" y 3 Kg para el molde de 4") se


coloca dentro del molde, en las capas indicadas según el método, con un contenido de
humedad inicial y se compacta cada capa con el martillo repartiendo sobre toda la superficie
de la muestra el número de golpes determinado en la norma.
Una vez compactado el material, se quita el collarín del molde, se alisa la superficie y se
pesa junto con la base para determinar el peso de la muestra húmeda compactada. Luego se
extrae el suelo del molde y se toman muestras para determinar el contenido de humedad del
suelo compactado.

Es de importancia que se considere que no siempre los moldes tendrán el mismo volumen,
por lo que se recomienda calibrarlos, es decir verificar su volumen antes de realizar el ensayo.

La prueba se repite para contenidos de humedad que se puede ir incrementando, de tal


forma que se tengan valores de densidades con diferentes contenidos de humedad y así poder
dibujar la curva con mayor precisión.

DETALLE DEL MÉTODO DE COMPACTACIÓN


PROCTOR
MÉTODO MÉTODO MÉTODO MÉTODO
Pasa tamiz Pasa tamiz Pasa tamiz Pasa tamiz
Material usado
molde usado No 4 4" No 4 6" 3/4" 4" 3/4" 6"

No de capas AASHTO 3 3 3 3
T99
AASHTO 5 5 5 5
T180
No de golpes por capa 25 56 25 56

Energía de AASHTO 12.37 12.317 12.375 12.317


compactación T99
AASHTO 56.25 55.986 56.250 56.986
T180

3.6.1.4 Factores que influyen en la compactación de los suelos.- Aparte del contenido
inicial de agua y de la energía específica de compactación, que son los factores más
importantes entre los que influyen en la compactación de los suelos, hay otros que, en algunos
casos, pueden ser de significación y cuya importancia práctica no debe ser subestimada.
Brevemente se mencionan algunos de ellos a continuación:
La curva densidad vs. Contenido de agua es diferente si la prueba se efectúa partiendo de
un suelo relativamente seco y se va agregando agua para obtener los diferentes puntos o si se
parte de un suelo húmedo que se va secando por evaporación en el laboratorio, según la
prueba progresa.

Las investigaciones experimentales comprueban que en el primer caso se obtienen pesos


específicos secos mayores que en el segundo, para un mismo suelo y a los mismos contenidos
de agua; este efecto parece ser particularmente notable en suelos finos plásticos con
contenidos de agua inferiores al óptimo.

La explicación del fenómeno podría ser como sigue: cuando el suelo está seco y se le
agrega agua, ésta tiende a quedar en la periferia de los grumos, tendiendo a penetrar en ellos
sólo cuando pase el tiempo; por otra parte, cuando el agua se evapora al irse secando un suelo
húmedo, la humedad superficial de los grumos se hace menor que la interna.

A un mismo contenido de humedad se tienen entonces condiciones diferentes en los


grumos de suelo; en el primer caso, en que el agua se agregó, la presión capilar entre los
grumos será menor por el exceso de agua en comparación con el segundo caso, en que la
evaporación hace que los meniscos se desarrollen más. Por lo tanto, en el primer caso la
ligazón entre los grumos será menor, haciendo que una misma energía de compactación sea
más eficiente para compactar al suelo que en el segundo caso.

Claro está que los efectos anteriores se ven influidos por el tiempo que se deje pasar entre
la incorporación del agua y el momento de la prueba, pues si este tiempo es largo se permite
la uniformidad de la humedad en los grumos de suelo, con la consecuencia de que el agua
superficial de ellos disminuye aumentando las presiones capilares. Por lo tanto la diferencia
entre las curvas de compactación de los casos antes analizados disminuirá al aumentar el
tiempo de humedecimiento de la muestra de suelo.
La práctica recomendada a estos efectos es proceder en la prueba a partir de un suelo
relativamente seco incorporando agua a distintas porciones del mismo en la proporción
necesaria para alcanzar los contenidos de agua deseables, dejando cada porción 24 horas en
reposo a fin de permitir la uniformidad de la humedad.

El contenido de agua original del suelo en la naturaleza también es un factor que influye,
aunque en menor grado, en la porción de la parte "seca" de la curva de compactación, sobre
todo cuando se procede a la compactación inmediatamente después de haber incorporado al
suelo el agua adicional requerida.

Este fenómeno se comprende si se toma en cuenta la discusión arriba incluida, pues en un


suelo originalmente bastante seco, el agua que se añada para llegar a un contenido de agua
deseado para la determinación de un cierto punto de la curva, producirá una mayor diferencia
inmediata entre las condiciones de humedad externa e interna de los grumos, que si el suelo
originalmente hubiera estado más húmedo.

Por ello es de esperarse que los pesos específicos secos obtenidos sean mayores cuando
los contenidos originales de agua del suelo sean menores.

Este efecto prácticamente se elimina si se procede como anteriormente se recomienda; es


decir, dejando pasar suficiente tiempo para la adecuada incorporación del agua.

Es común en la práctica de ciertos laboratorios el usar la misma muestra de suelo para la


obtención de puntos sucesivos de la curva de compactación: ello implica la continuada
"recompactación" del mismo suelo. Esta práctica se ha revelado como totalmente
inconveniente toda vez que la investigación experimental ha demostrado, sin género de duda,
que procediendo con un suelo recompactado los pesos especificas obtenidos son mayores que
los mismos obtenidos con muestra virgen, por lo que en suelos "recompactados" la prueba
puede llegar a dejar de ser representativa.

Parece que una explicación simple del efecto anterior reside en la deformación
volumétrica del tipo plástico producida por las sucesivas compactaciones. Como en el campo
el suelo no sufre ninguna recompactación, la práctica de laboratorio debe ser,
consecuentemente, el usar muestras de suelo diferentes para la obtención de cada punto de la
curva de compactación.

Las Pruebas Proctor Estándar o Modificada con el molde de 10.2 cm (4 pulgadas) de


diámetro interior no deben usarse en suelos cuyo tamaño máximo de partícula sea mayor que
el correspondiente a la malla No 4; es decir, del orden de gravas, pues estas partículas
introducen efectos restrictivos indeseables que afectan las relaciones de pesos húmedos
contenido de agua; en estos casos es mucho más conveniente usar un molde de mayor
volumen, cuyo diámetro sea de unos 15.2 cm (6 pulgadas), que puede usarse en materiales
cuyo tamaño máximo no sobrepase el correspondiente a la malla de 19.1 mm (3/4 pulgadas).

Independientemente del tamaño del molde, el número de capas, el número de golpes, el


peso y la altura de caída del pisón deben correlacionarse para producir la misma energía de
compactación.

Cuando esto se cumpla, el tamaño del molde no ejerce, de por sí, influencia apreciable en
la forma de las curvas de compactación, según ha demostrado la experiencia.

Sin embargo, un detalle que debe cuidarse cuando se hacen todas las combinaciones
necesarias es el que se conserve en todos los casos aproximadamente la relación entre el
espesor de las capas compactadas y el diámetro del pisón empleado para ello.

Comentarios adicionales sobre la compactación de los suelos "friccionantes" y


"cohesivos"

Los principios que gobiernan la compactación de suelos en el campo son esencialmente


los mismos que los discutidos anteriormente para las pruebas de laboratorio; así, los pesos
específicos secos máximos obtenidos resultan ser fundamentalmente función del tipo de
suelo, del contenido de agua usado y de la energía específica aplicada por el equipo que se
utilice, la cual depende del tipo y peso del equipo y del número de pasadas sucesivas que se
aplique.

La compactación de terraplenes se realiza con rodillos "pata de cabra", rodillos lisos,


rodillos neumáticos y equipos vibratorios. Los rodillos pata de cabra tienen como
característica fundamental compactar al suelo de abajo hacia arriba ejerciendo un efecto de
amasado en el mismo, por medio de protuberancias de unos 15 cm de longitud fijas al tambor
metálico y espaciadas entre sí 15 a 25 cm de cualquier dirección.

Estas protuberancias tienen la forma típica de la pezuña de una cabra, lo cual da su


nombre al equipo. Los demás rodillos mencionados y los equipos vibratorios compactan al
suelo de la superficie hacia abajo.

Los rodillos pata de cabra normalmente usados ejercen presiones sobre el suelo
comprendidas entre 10 y 40 kg/cm2, si bien cargándolos con agua y arena es posible elevar
estas presiones hasta valores del orden de 80 kg/cm 2 y aún más; sin embargo, estos rodillos
tan pesados sólo funcionan satisfactoriamente en los casos en que el contenido de agua del
suelo sea muy bajo.

Los rodillos lisos pesan normalmente unas 10 toneladas y suelen ser de eje doble o triple.
Frecuentemente se utilizan para el acabado superficial de las capas compactadas.
Los rodillos neumáticos pueden ser también de eje simple o eje múltiple. Los de eje múltiple
suelen pesar unas 10 toneladas por eje; en épocas anteriores era muy frecuente el ver rodillos
hasta con 50 toneladas por eje, si bien hoy estos equipos tan pesados sólo se usan en casos
excepcionales de compactación profunda. Las presiones de inflado en las llantas de los
rodillos neumáticos suelen ser entre 5 y 7 kg/cm2.

Los equipos vibratorios recomendados para la compactación de suelos puramente


friccionantes como son las arenas o las gravas arenosas pueden variar en un gran número de
tipos y sistemas, que van desde la utilización de pisones vibratorios manuales, hasta
plataformas vibratorias que compactan extensiones mayores de suelo.
Existe un intervalo para la frecuencia del vibrador en el cual trabaja con el máximo de
eficiencia; este intervalo parece estar comprendido entre 1/2 a 11/2 veces la frecuencia natural
del suelo.

En la práctica se ha visto que frecuencias de 1,500 a 2,000 ciclos por minuto para el
vibrador suelen rendir buenos resultados. En épocas recientes se ha tratado de combinar
efecto vibratorio con rolado pero, en este tipo de equipo, se presenta la dificultad de que
cualquier amortiguador, incluyendo las llantas de los rodillos, que se intercale entre el
vibrador y el suelo, produce una amortiguación de las vibraciones de tal magnitud que
difícilmente se justifica la combinación, económicamente hablando.

De hecho el uso de equipo vibratorio encierra algunas dificultades prácticas que hacen
que muchos especialistas prefieran los rodillos neumáticos para la compactación de grandes
masas de arena.

El problema de compactación de arenas ha tratado de resolverse también por el


procedimiento llamado de vibro flotación, que consiste en introducir en la arena a la
profundidad deseada un vibrador combinado con un inyector de agua a presión.
Al retirar el vibrador se produce la compactación por un efecto combinado de vibrado, e
inyección del agua; el efecto del agua realmente es soltar la arena a fin de permitir que la
acción del vibrador sea más efectiva.

También ha dado excelente resultado para compactación de grandes masas de arena suelta
el hacer estallar cargas de explosivos en pozos excavados al efecto en el interior de la masa.
Por último, se han compactado arenas muy sueltas simplemente anegándolas con agua y
permitiendo la filtración de esa agua a través de la masa el agua arrastra los granos finos,
depositándolos en los huecos entre los más gruesos, aumentando así la compacidad general
del manto.

A veces el efecto se ha acelerado empleando agua a presión. Desde luego este


procedimiento sencillo y económico es mucho menos eficiente que los antes descritos.
En suelos arenosos con finos poco plásticos los rodillos neumáticos son los que rinden
mejores resultados y actualmente su uso tiende a imponerse aun sobre los rodillos "pata de
cabra".

3.6.2 ENSAYOS DE CAPACIDAD DE SOPORTE DEL SUELO ( CBR )

El CBR fue propuesto en 1.929 por los ingenieros T.E. Stanton y O.J. Porter, del
departamento de carreteras del estado de California. Desde esa fecha, tanto en Europa como
en América, el método del CBR (California Bearing Ratío) o relación de soporte California se
ha generalizado y es hoy en día uno de los más empleados para determinar la capacidad de
soporte de un suelo en el diseño de pavimentos flexibles.

Se establece en él una relación entre la resistencia a la penetración de un suelo y su


capacidad de soporte como base de sustentación para pavimentos flexibles. Si bien éste
método es empírico, se basa en varios trabajos de investigación llevados a cabo tanto en los
laboratorios de ensayo de materiales como en el terreno, lo que permite considerarlo como
uno de los mejores procedimientos prácticos sugeridos hasta la fecha.

Este método ha sido adoptado por el cuerpo de ingenieros del ejército de Estados Unidos,
así como por otros organismos oficiales, técnicos y viales del mundo entero, ha
experimentado varios cambios, pero en todo que el comportamiento de los suelos varía con su
grado de alteración, con su granulometría y sus características físicas, el método a seguir en
diferentes condiciones será:
a. determinación del CBR en suelos perturbados y remoldeados
b. Determinación del CBR en suelos inalterados
c. Determinación del CBR in situ.
Soportes de Dial

a. Preparación del material

Previamente se seca el material al ambiente y se pesan 5 kg para cada ensayo, teniendo en


cuenta que se deberán tomar por lo menos 3 puntos para lo cual se ha de disponer de no
menos de 20 kg de material, asimismo deberá tenerse en cuenta que cada muestra debe
utilizarse una sola vez, es decir, que no podrá usarse el material que ha sido previamente
compactado.

Las muestras que se vayan a compactar habrán de tamizarse en las mallas ¾” y # 4. La


tracción retenida en el tamiz ¾”, se descartará y se reemplazará con una cantidad igual e
material comprendido entre las mallas ¾” y # 4, luego se homogeneizará muy bien la mezcla.

Se tomará la humedad inicial de la muestra ayudándonos del "speedy" para poder


determinar la cantidad de agua que se debe añadir a fin de llegar al contenido de humedad
óptimo previamente determinado en el ensayo proctor, es decir que el ensayo
CBR se hará con la muestra en condiciones de humedad óptima.

b. determinación de la densidad y humedad


Equipo para determinar el
Contenido de Humedad Natura
Speedy

Se ensambla el molde cilíndrico, se introduce el disco espaciador y se coloca encima de


éste disco un papel filtro grueso de 6" de diámetro. La muestra que ha sido debidamente
preparada, como se indicó anteriormente se humedece añadiendo la cantidad de agua que ha
sido previamente determinada; se mezcla bien el material, a fin de obtener una muestra
uniformemente húmeda.

Una vez preparada la muestra con su correspondiente contenido de humedad, se la coloca


dentro del molde cilíndrico y se la compacta en 5 capas de igual espesor haciendo caer el
pisón 56 veces, 25 veces, 12 veces respectivamente para cada muestra.

Una vez compactada la muestra, se quitará el collarín metálico, se enrasa la parte superior
con los bordes del molde corrigendo cualquier irregularidad superficial, se quitará la base
metálica perforada y el disco espaciador.

Se pesa el molde con la muestra y se determina la densidad y la humedad del suelo

compactado.

c. Determinación de la expansión del material


Una vez determinada la humedad y la densidad del material compactado, se colocará un
papel filtro grueso de 6" de diámetro sobre la superficie enrasada, se monta sobre la base
metálica perforada.

Sobre la superficie libre de la muestra se coloca un papel filtro grueso de 6" de diámetro y
se monta el plato con el vástago graduable, luego sobre el plato se colocan las pesas.

La sobrecarga aplicada con las pesas, debe ser igual a la correspondiente al pavimento, 10 Ib
que equivale a un pavimento de 5" de espesor.

Una vez colocado el sobrepeso y el vástago se coloca con cuidado el molde dentro de un
tanque con agua. Para permitir el libre acceso del agua bajo el molde se recomienda colocar
éste sobre bloques y no directamente sobre la superficie del tanque.

Los niveles de agua dentro y fuera del molde han de ser iguales. - Colocado el molde
dentro del agua se coloca el trípode con el extensómetro y se registra la lectura inicial, luego
de 15 minutos. Se toman y se anotan las lecturas cada 24 horas durante 4 días seguidos. Al
cabo de los 4 días se anota la lectura final para calcular el hinchamiento o esponjamiento.

Luego de tomar la lectura final, se deja drenar el molde durante unos 15 minutos y se
remueven las pesas, el disco y el papel filtro, posteriormente se pesa la muestra.

d. Determinación de la resistencia a la penetración

Equipo para determinar el Soporte del Suelo


Para el caso de suelos granulares no se somete al suelo al proceso de saturado y se hace
directamente el siguiente procedimiento. Luego deber sido drenada (suelos cohesivos) se
coloca la pesa anular y las pesas antes usadas, es decir la carga en la penetración debe ser
igual a la carga en el ensayo de penetración.

El molde y la muestra con la sobrecarga se colocan bajo la prensa y se aplica la carga 10


Ibs

Una vez asentado el pistón se encera el extensómetro para medir la deformación conforme
aplicamos la carga de la prensa y se registran los datos de presión y de deformación.
Finalmente se determina el contenido de humedad de la muestra ensayada para
proceder a determinar densidades.

e) Procesamiento de datos del ensayo

CARGA DEL GRÁFICO


% CBR = x 100
CARGA PATRÓN

Las lecturas así tomadas tanto en las penetraciones, como de las cargas (reducidas a
cargas unitarias) se presentan gráficamente en un sistema de coordenadas, donde las
ordenadas serán las cargas y las abscisas los valores de penetración.

Si la curva esfuerzo-penetración que se obtiene es semejante a la figura # 1, no habrá


corrección para el CBR por lo tanto los valores anotados serán los que se tomen en cuenta.
Figura # 1
El CBR de un suelo es la carga unitaria correspondiente a 0.1" o a 0.2" de penetración,
expresada en porcentaje de su respectivo "valor patrón". El CBR de diseño será aquel
correspondiente a la densidad que se especifique.

En cambio, si las curvas son semejantes a las correspondientes a los ensayos # 2, deberá ser
corregida trazando una tangente en la forma como se indica. El punto, donde dicha tangente
corta el eje de abscisas, será el nuevo "cero" de la curva, se debe por lo tanto corregir el CBR.

Para realizar un ensayo de CBR primero se debe conocer la humedad óptima, que se
obtiene en el ensayo PROCTOR , cuando el suelo alcanza su densidad seca máxima.

PROCEDIMIENTO:
EQUIPO PARA EL ENSAYO

Balanzas de sensibilidad de 1.00 gr y de 0.01 gr


Equipo SPEEDY MOISTURE TESTER
Reactivo (carburo)
Tamiz # 4
Probeta
Extensómetro
Piseta
Moldes para C.B.R.
Papel filtro
Equipo de penetración
Cuadrante medidor de deformaciones
Juego de pesas

PROCEDIMIENTO

Tamizamos el material por el tamiz # 4 hasta obtener 5 Kg por cada molde o sea 15 Kg.

Determinamos la humedad inicial en el equipó SPEEDY MOISTURE TESTER.

Calculamos la cantidad de agua necesaria para obtener la humedad optima gracias a la


fórmula:
 OP  ω 
P  100 
A 
 
ω
1
100

Siendo:
A = Cantidad de agua
P = Peso del suelo
OP = Contenido de humedad óptimo (Proctor T-180)
ω = Contenido de humedad natural (Equipo de SPEEDY)
Luego los 5 Kg mezclamos uniformemente con la cantidad de agua necesaria.

En dos recipientes pequeños sacamos el contenido de humedad de la muestra mezclada.

Engrasamos el molde al igual que el pistón.

Colocamos el peso falso en el molde y medimos la altura desde el peso falso hasta el
borde superior del molde.

Colocamos papel filtro en el fondo del molde.

Dividimos la muestra en 5 partes iguales y colocamos las capas del material una por una
apisonándola con 56 golpes.
Repetimos el procedimiento anterior pero a 25 y a 12 golpes para la segunda y tercera
muestra respectivamente.

Procedemos con los tres moldes compactados a sacar sus respectivos collarines para poder
enrasar, invertimos los moldes quitando el peso falso para luego colocarlos en sus bases
con papel filtro y ser pesados.

En el espacio que queda libre de los moldes colocamos primero papel filtro y luego las
pesas de 10 lb. que simulan el peso del pavimento e introducimos al agua.

Luego de 15 minutos sacamos los moldes y tomamos la primera lectura con el cuadrante
medidor de deformaciones, inmediatamente introducimos al agua.

Tomamos lecturas de esponjamiento a 24, 48, 72… horas, hasta que el material mantenga
un volumen constante y pesamos.

Sometemos la muestra al ensayo de penetración, colocando pesas con forma de media


luna, tomando lectura de penetración y carga.

Por último tomamos muestras de suelo de la parte superior e inferior para contenido de
humedad saturado.

C.B.R. DE DISEÑO

Calculamos los C.B.R. para 56, 25 y 12 golpes con los datos registrados en la
penetración gracias a la fórmula:

CBR2.54 = (Carga Unitaria/76)100


CBR5.08 = (Carga Unitaria/113)100

Con los resultados de C.B.R. individuales dibujamos en los ejes de coordenadas el


C.B.R. (abscisas) y densidad del material seco (ordenadas), originando tres puntos;
calculamos el 100 % de la densidad seca máxima e interceptamos a la poli línea y bajamos al
eje X dando como resultado el C.B.R; El CBR de diseño será al 95% de la densidad seca de
compactación. Para los cálculos ver anexos del capítulo.

En nuestro proyecto analizamos materiales de subrasante a 1 metro de profundidad


muy representativos como son:

MUESTRA PROFUNDIDAD C. B. R.
UBICACIÓN N° ABSCISAS (m) DE DISEÑO COLOCACIÓN
%
1 0 + 40 1,0 9.5 SUBRASANTE
SAN JOSÉ – EL
BEBEDERO

2 1 + 000 1.0 14.4 SUBRASANTE

3 2 + 000 1,0 1.42 SUBRASANTE

4 3 + 310 1.0 1.22 SUBRASANTE

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