SOCIOLOGIA DE LA INFORMATICA
APLICACIONES DE LA ETICA
EN LA VIDA SOCIAL
POR: HARRY HERICART
| TALLER
Lima - PERU
2017URBANIDAD Y SOCIABILIDAD
Hablar de lus costumbres y de sociabilidad humanas pa-
recerta impropio en esta época en que hasta agquello que
aparenta ser mds sdlido e indestructible ha cedido paso al
aluwidn arrollador de las nuevas ideas y otros sistemas de
vida, Pero la convivencia humana, mejor dicho los preceptos
que la regulan, han salido incélumes del trance.
Esa, vida de relacion, win hoy que las costumbres expe-
rimentan un relajamiento generalizado, estd sometida sin em-
bargo a un cddigo en cuya realizacion han intervenido fac-
tores de distinta naturaleza, si bien todos perfectamente
comprensibles y de caracteristicas casi comunes. De esos fac-
tores los mds importantes son el buen gusto, la moral, la na-
turalidad de expresién y la espontaneidad. Todos estos con-
tribuyen a formar lo que se ha dado en lamar, comunmente
la buena educacion.
A ninguna de esas cualidades es ajeno el individuo y
sdlo se trata en este libro dz indicar la mejor forma, con
arreglo a las normas establecidas, de que las condiciones per-
sonales de cada uno se pongan de manifiesto, proporcionén-
dole una satisfaccion, a la vez que un arma mds para com-
petir ventajosamente en la vida comin.
H. HERICART.
‘Hecho el depésito correspondiente en 1 Registre Nacionsl de 1s Propiedad IntelectualCAPITULO 2
TECNICA DE LA CONVERSACION
La personalidad y la conversacién. — Quién desee tener faci!
dad de palabra. — Arte de conversar. — Cuitura general. —
De ios temas a tratarse. — Cémo hacer para legar a hablar
correctamente. — Para alternar en sociedad. — El idioma. —
Frases incorrectas. — De las tertulias. — La buena diccion. —
El estilo. — Ea naturalidad. — Palabras rebuscadas. — Los
hombres de letras. — Eleccién de los temas. — Lectura super-
ficial. — Tin los beiles y en las fiestas en general. — Las discu-
siones, — La ofuscacién, — El énfasis. — De les ausentes. —
Za buena educacidn. — Cémo resultar simpdtico. — El arte de
escuchar.
Nada existe que realee tanto la personalidad como la
buena conversacion. El ser elegante, el poseer buenas ma-
heras, el conocer con exactitud la forma correcta de condu-
cirse en todas las ocasiones, son atributos que no bastan por
si solos para conferir personalidad. Es indispensable adem4s
saber conversar.
El saber conversar es todo un arte, y como tal, sdlo
Negan a dominarlo plenamente quienes nacieron dotados pa-
ra ello, El resto, que son los mAs, aunque no aleancen nunca
Ja brillantez del orador innato, pueden llegar a perfeccionar
su conversacién, pero seré necesario que dediquen todos sus
esfuerzos en lograrlo, pues el hablar bien no es imposible,
pero si dificil.
La cultura general, es indispensable. Nunca ser4 agra-
dable la conversacién de una persona carente de los conoci-
mientos generales de las artes, las letras, la historia o la
geografia, No queremos significar con esto que se deba ser
erudito en tadas las materias —cosa imposible para cual-
quier mortal— pero si que deban conocerse, tomando la his-
toria, por ejemplo, los principales acontecimientos.
2218Debe suponerse que en el traseurso de la conversacién,
puedan ser tocados todos los temas y también que un tema
determinado deriva hacia otro, de modo que el locutor, ain
en el caso de haber elegido una materia de su agrado o de
su especialidad, pueda verse obligado a abordar otra distin-
ta, y mal papel har si no la conoce o si sus conocimientos
son insuficientes. Hsa fella determinara, forzosamente, que
su conversacién resulte deslucida o bien —y esto es peor—
que signifique el punto final de la misma, al encontrarse im-
posibilitado para continuarla.
Por cultura general no debe entenderse la que propor-
cionan los estudios superiores, tinicamente. Naturalmente que
las personas familiarizadas con la practica del estudio coti-
diano, se encuentran, a veces, en mejores condiciones para
formar su cultura general, que aquellos que no siguen nin-
guna carrera. Y decimos, a veces, porque también sucede que
no sean precisamente los universitarios, los mas cultos, y si
personas que no se han dedicado a ninguna especialidad, pero
que hacen un culto de la buena lectura. Ahi esta el secreto:
los buenos libros, que estan al aleance de todos, universita-
vios 0 no.
No debe leerse lo primero que Iegue a las manos; grave
error, que sdlo se traduce en tiempo perdido. Debe seleccio-
narse la lectura, comenzando por los autores clasicos y con-
cluyendo con los contemporaneos.
Tampoco debe leerse siempre sobre una misma materia.
Aunque se 46 preferencia a determinados temas, deben al-
ternarse con otros distintos, inica manera de Negar a poseer
una cultura general. De lo contrario, se sera muy versado en
ciertos tépicos pero ignorante en los demas.
No se interprete por lo que queda dicho, que deba leerse
de todo. Hay materias, como las matematicas, que sdlo pue-
den interesar a quienes hayan profundizado en su estudio,
pero en cambio, existen otras, que mencionaremos a conti-
nuacién, que en términos generales interesan a todo el mun-
do y que es necesario conocerlas para poder alternar en
sociedad sin menoscabo de la cultura.
El perfecto conocimiento del idioma, es indispensable.
Por muy erudito que sea el locutor con respecto al tema que
esté exponiendo, cometeré el ridiculo si tiene expresiones co-
io =mo estas: “la calor”, “me se ocurrié”, “haiga’’. Deliberada-
mente hemos extrernado la nota con los ejemplos, para de-
mostrar el mal efecto que puede causar el desconocimiento
del idioma, aunque la persona que esté conversando sea muy
culta respecto al tema que esta tratando.
Siguiendo siempre con el idioma, es necesario también
conocer literatura y haber lefdo, por lo menos, a los grandes
elasicos. Y hablando de éstos, es imprescindible asimismo,
conocer los extranjeros. Tan imperdonable es no conocer a
Cervantes como a Shakespeare.
Respecto a las artes, bastaraé con conocer a los grandes
maestros de la misica, la pintura y la esculiura y sus prin-
cipales obras, sin que sea necesario profundizar excesiva-
mente.
De la historia es necesario estar familiarizado con los
principales personajes y hechos histéricos, y en cuanto a la
geografia preciso es conocer los principales paises, su impor-
tancia sus capitales y principales accidentes geogrAficos.
Lo mismo diremos en cuanto a los conocimientos de los con-
tinentes, los mares y la topografia del globo terraqueo. La
cosmografia, es materia que tampoco debe dejarse de lado,
al menos en sus principales aspectos.
El estudio de la légica y de la filosoffa, brindan abun-
dante material para lucirse en cualquier tertulia; de modo
que debe leerse con frecuencia sobre esos temas.
No escapara al criterio del lector que sdlo hemos querido
establecer, en forma aproximada, el minimo de conocimien-
tos que debe poseer una persona para poder desempefiarse
correctamente en el transcurso de una conyersacién. Ldgica-
mente, conforme los conocimientos que se posean sobrepasan
este limite, aumentara el grado de cultura.
Lz buena diccién ayuda enormemente a que la conver-
sacién resulte grata. Debe hablarse en forma pauseda y sin
alzar la voz. La conversacién precipitada y los gritos, termi-
nan por cansar. No obstante, segtin los pasajes de la charla,
queda bien el énfasis o el giro apresurado, pero no se debe
abusar de esos recursos.
La buena diccién se adquiere conversando a menudo y
cuando ello no es posible, leyendo en voz alta y tratando de
descubrir y corregir los defectos.
320 —EI estilo requiere mucha prudencia para no caer en exa-
geraciones que puedan resultar contraproducentes.
Se debe hablar con naturalidad, sin utilizar palabras re-
buscadas ni expresiones poco usuales, que si bien pueden
denotar conocimientos, indican también, con respecto a quien
las utiliza, el evidente propésito de hacerse notar.
Las expresiones co! jas y las palabras poco usuales,
quedan bien segun las cireunstancias.
los hombres de letras por ejernplo, puede tolerarseles
la vanidad de que se expresen en esa forma, pues en ellos es
completamente normal y por ello agrada. Hn cambio, ese mis-
mo lenguaje, en boca de otras personas, resulta antinatural
y, por ende ridiculo.
Siempre el locutor debe utilizar un lenguaje accesible a
sus oyentes. Fs asi que un profesional, en rueda de amigos,
al hablar de motivos relacionados con su profesién, no debe
hacerlo en términos tan técnicos cue resulten incomprensi-
bles. Denotarén con ello mucha erudicién, pero también una
falta grande del sentido de la realidad, pues la mayoria de
sus oyentes no Illegarén a comprenderlo.
Un detalle muy importante y que por esta razén debe
tenerse en cuenta, es la eleccién de los temas, motivos de
la conversacién.
Los temas, por supuesto, varian segtn las circunstancias
y segan los oyentes. Los mds usuales y por lo mismo, los
mas convenientes, ya que a todos interesan, son los de ac-
tualidad. Por eso, es necesario estar al corriente de todos
los acontecimientos, tanto los de indole local como los del
extranjero. Para ello, es indispensable leer cotidianamente
los periédicos en forma extensa a fin de compenetrarse a
fondo de lo que ceurre en el mundo y poder asi sostener una
eonversacién con conocimiento de los hechos.
La lectura superficial de los acontecimientos mundiales,
tiene el inconveniente de que Ja noticia importante escape al
lector, constituyendo una desventaja, pues el contrario en la
conversacién puede esgrimir esa circunstancia para demos-
trar que a su oponente no le asiste razén, ya que no conocia
ese hecho que puede hacer variar todos los argumentos in-
vocados.
Es de una logica meridiana que pierde un circuenta por
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