Professional Documents
Culture Documents
Los embutidos forman parte de la tradición culinaria española, y aportan sabor y color a numerosos
platos de cuchara, apetecibles en cualquier época del año, pero sobre todo cuando bajan las
temperaturas. Los embutidos han sido los grandes aliados de nuestros abuelos que los utilizaban,
junto a los alimentos del huerto como las patatas y hortalizas, para elaborar un menú completo
compuesto por un único plato: cocido madrileño, montañés, o maragato, escudella, migas
extremeñas, olla podrida, pote gallego… Platos que reconfortan, y que les aportaban la energía
necesaria para desempeñar las labores del campo y resistir el frío del invierno.
Los embutidos también se comen crudos, solos o en bocadillo, y son muy socorridos cuando no
tenemos tiempo de cocinar, o para llevarlos cuando salimos de excursión. Sin embargo, y
precisamente por su elevado contenido en grasas y sal y su gran aporte calórico, estos productos
cárnicos se deben consumir con moderación. Te explicamos sus características, su composición
nutricional, las recomendaciones de consumo, y sus mejores usos en la cocina.
Butifarra.
Jamón cocido enlatado: Es alto en sodio y vitamina B1 y contiene niveles bajos de carbohidratos.
Jamón iberico: Contiene mucha cantidad de proteínas, sodio, vitamina B1 y vitamina B12.
Lomo embuchado: Tiene una alta cantidad de proteínas, sodio, vitamina B1 y vitamina B3.
Mortadela.
Sobrasada: Tiene niveles altos de sodio, vitamina B1, vitamina B3 y calorías y contiene niveles bajos
de carbohidratos.
Salchicha de Viena. Es una variante de la salchicha de Frankfurt original pero hecha de carne de
ternera y cerdo. Su nombre lo debe a la ciudad de su procedencia.