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Fischler, C. (1990). El (h) omnívoro. El gusto, la cocina y.
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Aguirre, P. (2011). La construcción social del gusto en el comensal moderno. Comer. Puentes entre la
alimentación y la cultura. Buenos Aires: Libros del Zorzal.
y/o tejidos, seguido por cambios intracelulares en las funciones y la
estructura bioquímicas. Con el tiempo se presentan signos y síntomas
que se traducen en diferentes enfermedades que varían en dependencia
de la vertiente en cuestión (por defecto o por exceso), así tenemos que
la desnutrición, a corto plazo, favorece las infecciones
(fundamentalmente respiratorias y diarreicas) y a mediano y largo plazo
conduce a un desarrollo psicomotor más lento, poco aprovechamiento
docente, desarrollo mental insuficiente, entre otros; mientras que el
sobrepeso conduce a problemas psicológicos y de adaptación en la
niñez, adolescencia y adultez y mayor predisposición de algunas
enfermedades crónicas en la adultez como la Diabetes Mellitus, la
hipertensión arterial, las hiperlipidemias, accidentes cerebro-vasculares,
problemas ortopédicos y algunos tipos de cáncer3.
3
Organización de Naciones Unidas. Guía general para la aplicación de la Declaración del Milenio.
Washington: ONU; 2007. Documento A56/326 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Disponible
en: http://www.undp.org/spanish/mdg/docs/guia.pdf.
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DE SALUD, C. O. N. S. E. J. E. R. Í. A. (2005). CONFLICTOS SOBRE LO SANO.
Como explica Fischler5, el comensalismo es un tipo de alimentación
compartida, los homínidos pasan de un tipo de alimentación vagabunda
y vegetariana, en que se recogen los frutos que se encuentran en el
camino y se van ingiriendo sin importar horarios ni espacios; hacia una
alimentación “comensal” de omnívoros cazadores, en que debido al
tamaño de las presas se debe cooperar y comunicarse logrando una
división de las labores y una repartición del botín, lo que además trae
consigo una estructuración de la alimentación, el comensalismo implica
grandes cantidades de alimento ingeridas en espacios temporales
definidos. El omnívoro presenta desventajas y posibilidades asociadas a
su dieta; la “paradoja del omnívoro”, esto es, libertad de adaptación
sujeto a la necesidad de variación de la alimentación; se ven dos
tendencias una hacia nuevas sustancias (neo-filia) contra el riesgo
constante de la posible intoxicación (neo-fobia).
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Fischler, C. Gastro-nomy and gastro-anomy. The wisdom of the body and the biocultural crisis of modern
eating.
la propaganda se apoderan del espacio alimenticio quitando a la
tradición como centro y generador de seguridades. Es esta tradición
culinaria, entregada desde el hogar generalmente por la madre,
contextual al territorio específico y enmarcada en una determinada clase
social quien proporcionaba el marco cotidiano de acción a la hora de
comer, quien generaba las seguridades en la elección de ¿qué?, ¿cómo?
y con ¿quién? Comer. El ingreso de la alimentación a la modernidad
alimenticia, para J. Sanz Porras6. Trae consigo la desregulación debido a
la pérdida de poder de las instituciones reguladoras tradicionales de la
alimentación acompañada de una mayor disponibilidad de los alimentos,
sumado a esto una complejización de los criterios de elección en que
ingresan a estos los conceptos de salud y estética además del
posicionamiento de la jornada laboral y la publicidad. Se genera la
pérdida del vínculo entre producción y consumo al presentarse la
artificialización de la producción en masa como rasgo actual del alimento
lo que lleva al desconocimiento y desconfianza frente al mismo.
6
Sanz Porras, J. (2008). Aportaciones de la sociología al estudio de la nutrición humana: una perspectiva
científica emergente en España. Nutrición Hospitalaria, 23(6), 531-535.
medicamento, como lo traduce la fórmula hipocrática: “De tus alimentos
harás una rnedicina”. Es el útil privilegiado de un dominio del cuerpo,
pero también del yo.”
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Aguirre, P. (2011). La construcción social del gusto en el comensal moderno. Comer. Puentes entre la
alimentación y la cultura. Buenos Aires: Libros del Zorzal.
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Racionero, P. H. (2012). Del comer al nutrir. La ignorancia ilustrada del comensal moderno.
audiovisuales, la administración sanitaria…) cuyos mensajes, tan a
menudo contradictorios entre sí, suman al comensal moderno en una
permanente sensación de desconcierto y angustia ante la falta de
criterios desde los que poder evaluarlos y resolver la disonancia
cognitiva (…)A pesar de la fuerte erosión de las formas tradicionales de
transmisión de los conocimientos y prácticas asociadas a la
alimentación, este ámbito se resiste a su formalización y racionalización:
en él se juegan una multitud de experiencias, emociones, saberes y
prácticas, una multitud de circunstancias y contextos, siempre
particulares y siempre ineludibles que hacen del saber culinario un
saber polimorfo y complejo en continua reelaboración.”
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DE SALUD, C. O. N. S. E. J. E. R. Í. A. (2005). CONFLICTOS SOBRE LO SANO.
que eleve las ventas de sus propios productos en detrimento de los de la
competencia”
Esto permite que este discurso más que guiar y coaccionar al comensal
se presente como un contenido altamente interpretable. Que, aun así
puede alterar y modificar las conductas y prácticas alimenticias al ser
asimilado.
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Entrena Durán, F. (2008). Globalización, identidad social y hábitos alimentarios.
Ahora definiremos la cocina popular tradicional comenzando por Patricia
Aguirre. Para esta autora con la generación de excedentes la sociedad
comienza su estratificación generando dos cocinas diferenciadas, alta y
baja. Nos centraremos en definir la baja cocina que es una cocina
tradicional de pocos ingredientes, de alimento principal 11 muchas veces
sin acompañamiento. Esto genera una cocina monótona de platos
repetitivos, simple de preparaciones adaptables a la escases de
ingredientes y además, privada/hogareña de mujeres. Las cocinas
diferenciadas definen el gusto de quien no puede elegir, ante la escases
“todo lo comestible debe ser comido”. Así el pobre come cuanto puede y
se presenta rudo, tragón y mal educado.
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Los alimentos principales son aquellos que se producen con regularidad y sirven de base alimenticia,
generalmente son cereales o tubérculos complementados con carnes o leches, son “alimentos de falta”
(para una revisión más profunda ir a Aguirre, P. (2011). La construcción social del gusto en el comensal
moderno. Comer. Puentes entre la alimentación y la cultura. Buenos Aires: Libros del Zorzal.)
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Aguirre, P. (2000). Los alimentos rendidores y el cuerpo de los pobres. Estrategias domésticas de consumo
en el área metropolitana de Buenos Aires.
Enrique Martín Criado y José Luis Moreno presentan una categorización
de lo popular como una “Familia patriarcal-popular”13, para estos
autores lo importante es la generación del “habitus”, por lo tanto la
definición de los principios educativos y de traspaso de gustos,
apreciaciones, etc. Patriarcal porque nos remite a un orden familiar de
estricta subordinación de los hijos a los padres (madre y padre) y de la
mujer al hombre. Popular porque está ligado a condiciones de existencia
en escasez. En esta familia los principios educativos entre padres-
madres e hijos son:
13
DE SALUD, C. O. N. S. E. J. E. R. Í. A. (2005). CONFLICTOS SOBRE LO SANO.
asociadas al rol de madre, dichas ya anteriormente entrega y
sacrificio.14
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DE SALUD, C. O. N. S. E. J. E. R. Í. A. (2005). CONFLICTOS SOBRE LO SANO. P.25-26
hombres los interlocutores principales a la hora de medir hasta qué
punto una es buena madre”
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Salazar, G. (1992). La mujer de bajo pueblo en Chile, bosquejo histórico. Revista Proposiciones, 21, 64-78.
juego. Los "agentes sociales" no son "racionales" -ni "irracionales"-, sino
"razonables”.