You are on page 1of 23
III CONGRESO GEOLOGICO CHILENO — J woviewene i262 concencion enue Geologia del dea Montenegro-Cuesta de Chacabuco, Regién Me- tropolitana: el "problema" de la formacién Lo Valle Estanislao Godoy Depto. de Geologia y Geofisica Universidad de Chile Resumen En el érea de estudio se detecta que las formaciones volcano-detriticas Las Chilcas y Lo Valle (Cretécico tardfo- Terciario temprano) estan en contacto concordante. Los len- tes de tobas soldadas de la formacién Lo Valle engranan ha- cia el norte con niveles andesfticos de la formacién Las Chileas. Este acufiamiento se considera como limite septen - trional de la formacién Lo Valle. Tanto hacia el este como hacia el sur, el engranaje se produciria, en cambio, con las rocas volcano-clasticas de 1a formacién Abanico. Fn el te- cho de la formacién Las Chilcas (sensu este trabajo) afloran dos niveles de rocas canbonatadas. Asociados al inferior se desarrollan suelos lateriticos, en parte bauxiticos. Los abundantes cuerpos hipabiseles oligo-miocénicos en parte ceolitizados que afloran en el 4rea son de composi- ciones g&bricas y dioriticas, con sus respectivos equivalen- tes de grano medio a fino. La microdiorita Huechin corres - ponde al mayor de estos cuerpos y se interpreta como un lope lito de techo discordante sub-cénico, probable alimentador profundo de aparatos volcénicos. Las estructuras y relacio nes de contacto observadas en el resto de los cuerpos tam bién indican enfriamiento r&pido no asociado a cuellos voles nicos. La depresién central, cuyo extremo norte corresponde A 125 al Grea de este estudio, se expresa primero mediante una flexura y fallas normales basculadas hacia el centro de rum be E-W que, hacia el sur, son reemplazadas por fallas norma les conjugaéas NE-NW. Estas Gitimas corresponden también a fallas que controlan el borde oeste de la depresién. Abstract A conformable relation is established in this area for the voleaniclastic Las Chilcas and Lo Valle (late Creta ceous to early Tertiary) formations. The northward interfin, gering of the Lo Valle welded tuffs with the Las Chileas an- desites is considered as the northern limit of Lo Valle for- mation. Both east and southwards they merge instead with the Abanico breccias, Lateritic residual soils are developed in the lower of two limestone lenses found near the top of Las Chilcas formation. The HuechGn microdiorite, a lopolith with a discor - dant cone-shaped roof, is the biggest hipabisal pluton of the area, The rest of these bodies are gabric to andesitic dykes and sills, which also share a zeolite alteration. An E-W flexure and associated rotational normal faults define the northern linit of the Central Graben. Southwards they give way to a conjugated NE-NW set, which also controls the western flank of the graben. INTRODUCCTON El presente estudio, del cual aqui se presentan ante- cedentes estratigraéficos y estructurales a escala 1: 50.000, modifica parcialmente la cartografia de THOMAS (1958) y la del autor (1981), para las formaciones volcano-detriticas tardi-cretaécicas a eo-terciarias (formacién Las Chilcas y A 126 formacién Lo Valle) e intrusivps hipabisales miocénicos aso ciados del cordén transversal ge Chacabuco (edades —segiin DRAKE y otros, 1976). En la figura 1, modificada de DRAKE y otros (este con, greso), se aprecia la ubicacién de dicho cordén en la franja eccidental de afloramientos de rocas volcano-detriticas cre tacico-tardias a paleégenas de los Andes chilenos centrale ROCAS ESTRATIFICADAS Formaci6n Las Chileas - Generalidades Secuencia voleano-detritica, lenticular, a la cual THOMAS en un perfil sin techo, directamente al norte del 4rea de este estudio, asigna un espesor méximo (!) de 7000n. En el rea de este estudjo (Fig. 2) la formacién Las Chilcas esté representada por potentes conglomerados que al ternan con bancos centimétricog de areniscas y lutitas ro- jas a grises, Estas rocas pasgn lateralnente, ya sea en sentido N-S 0 E-W a brechas y favas andesiticas, tobas sol- dadas daciticas o, en un espectacular afloramiento al NW del cerro Blanco, a margas y calizgs asociadas a lutitas con es tructura de slumping. THOMAS (1958) y PADILLA (1981) dan descripciones detalladas de log tipos litolégicos presentes en esta formacién. a edad de 77.8 + 1 (K-Ar Rt) dada por DRAKE y otros (1976) para una andesita de la base de Lo Va- lle debe considerarse, segin el autor, como edad del techo de Las Chilcas. A las evidencias de ambiente lagunar comentadas por CORVALAN y VERGARA (1980) en lag calizas de Polpaico, es po sible afiadir ahora la presencia de ostrdécodos marinos (0S0- RIO com. oral) en las calizas ya citadas al NW del Cerro Blanco, Estas mismas calizas contienen abundante flora A127 PACIFICO UBICACION Y MARCO GEOLOGICO DEL AREA DE ESTUDIO 100 Kn A129 | | | | | | \ | | | Cuaterario Atuvio, coluvig/ depésites de terrezas Superior Intertor Tobes soldades daciticas retdcico~Terci (Fm. Lo Vaile) Conglomerages rojos, areniscas brechas, brechas andesiticas, ancesitas : rendcico superior TEE topos solsaces cociticos | Filones nasdtticos Péctidos ondesiticos de nomblenca Otigoceno=Mioceno. Andesitas intrusives Fic. 2 (Courieuuiss) Et SPF A 130 algal que complementa la descrita en forma preliminar por Gopoy (1961) en calizas lagunares con pedernal de Las Ba- teas. Gran parte de ella tiene estructura estromatolitica del tipo SH-C (LOGAN y otros, 1964), la cual caracteriza a ambientes intermareales altos, posiblemente arrecifales (cuutoT, 1979).* - Suelos lateriticos En el pié occidental del cerro Huechin afloran sue - los residuales de cardcter lateritico, intruides y disioca dos por stocks y filones mantos microdioritices a andesiti cos. En un trabajo anterior el autor propuso, en oposicién a la opinién de VERGARA (1963), ROMERO (1972) y MARTI (1973), un opigen hidrotermal para estos depésitos. Durante una vi, sita a las minas de arcilla junto a los geélogos de Cemento Polpaico, W. Heckendorn y C. Czollak, sin embargo, se obser vé en brechas andesiticas de una de ellas el desarrollo de alteracién saprolitica (regolito later{tico), semejante al horizonte F de ROMERO, Una lateritizacién previa a los in trusivos se ve reafirmada ademas por la presencia de anci- lla recocida (lutitas rojas de la base del horizonte A de ROMERO) en los contactos ya sea con filones mantos microdio. riticos del Huechtin o con pequefios stocks andesfticos. En otros sectores se aprecia, sin embargo, contactos inferio - res tajantes con lavas andesiticas de 1a formacién Las Chil cas. La caolinitizacién de las brechas andesiticas y tobas daciticas de la formacién Las Chilcas habria ocurrido en el borde pantanoso sur de la cuenca lagunar donde se deposita- ron las bionicritas algd4ceas con nédulos de vedernal de Las BIESE (1956) menciona en las calizas de Polpaico la pre - sencia de “Pucalitus", término propuesto por STEINMANN para algas estromatolfticas del miembro calcéreo de la formacién Puca-Salta (Cretacico sup.). £&n la clasificacién de LOGAN y otros parecen corresponder a un tipo SH-V/LLH-C, el cual también aparece entre las algas aqu{ mencionadas. A TSI Bateas. Siguiendo los esquemas de GRUBB (1979) para los de pésitos lagunares de Guyana, se puede proponer que con pos- terioridad las rocas areillizadas habrfan pasado a consti- tuir un drea més elevada en la cual el mejor drenaje podfa originar pisolitas bauxiticas en los niveles més altos y, el desarrollo de vegetacién con rafces profundas, arcillas moteadas en el horizonte C de ROMERO. Los hallazgos de un ejemplar de cyeadacea (TAVERA, 1979) y palma (TORRES y GO- DOY, este congreso) en niveles adyacentes también concuer - dan con la existeneia de un clima tropical a sub - tropical durante el proceso de arcillizacién. Conglomerados fuerte- mente caolinizados afloran también al norte del cajén Los Valles, constituyendo el borde norte de 1a antedicha laguna. En un perfil esquematico N-S (Figura 3B) se ha ilustrado la probable extensién de las rocas calcéreas y arcillizadas, previa a la intrusién de los intrusivos andesf{ticos y micro, diorfticos, los cuales complican las relaciones de contacto y transforman en esparitas a las calizas. Marco estratigréfico regional de la formacién Las Chileas y el "problema" de la formacién Lo Valle. entras THOMAS (1958) e IRARRAZAVAL (1977) conside- ran que las rocas de la formacién Las Chilcas se 4isponen concordantemente sobre las andesitas de la formacién Veta Negra, LEVI (1968), VITERT (1969), PIRACES y MAKSAEV (1977) y WASI y THIELE (1982) describen, en cambio, una relacién discordante. En cuanto al techo de esta formacién, THOMAS (1958), PIRACES y MAKSAEV (1977) y, en parte, VITERI (1969) se inclinan por un contacto discordante, mientras el presen te autor (1981), PADILLA (1981) y MOSCOSO y otros (1982) lo describen como concordante. Estas divergencias en cuanto a las relaciones de base y techo de la formacién Las Chilcas se deben a las dificultades inherentes 81 maneo de potentes unidades volc&nicas y volcano- Figura 3A.- Esquema de cambio de facies y espesor de v las formaciones Las Chilcas y Lo Valle (yequivalentes). Tle TINGUIRIRICA 132 0 10 _ESCALA 40 S0Km horizontal (vertical 10x) | PE eee a Coe tel Peery ee Figura 3B A 134 clasticas y al hecho que los primeros autores, sin control padiométrico, correlacionaban las rocas de la formacién Lo Valle con aquellas de la formacién Parellones. Dichos au~ tores extrapolaban, por lo tanto, relacién discordante Abanico-Pareilones a las formaciones Las Chilcas-Lo Valle. Esto es particularmente claro en el caso de VITERI, el cual describe una relacién concordante pero se apoya en e) esque ma de THOMAS para reafirmar un contacto discordante a esca- la regional. ‘THOMAS (1958) describe con detalle la lenticu laridaé de los potentes congloierados 21 UM de Montenegro y establece que su formacién Lo Valle también presenta frecuen tes gradaciones laterales y verticales. & pesar de estas ca Pacteristicas comunes en ambas formaciones y de afirmar que: “el limite inferior de la formacién Lo Valle se reconoce f4- eilmente donde comienzan a aparecer tobas blancas, tobas sol dadas y lavas rosadas" (p. 62), THOMAS (1958) opta por consi derar uno de los tantos niveles conglomeradicos lenticulares aflorantes en el cajén de Los Valles, como base de dicha for macién. £1 mapeo del presente autor (1981 , Fig. 1 de TORRES y GODOY, este congreso y Fig. 2 y 3A) y las observaciones pa ralelas de PADILLA (1981) muestran que las primeras tobas sol dadas masivas, las cuales forman cornisas al este de Cuesta 1 Manzano y se prolongan hasta el borde este de la rinconada Huechan, sfloran recién en las nacientes del estero Los Va ~ lies. entras los niveles basales pasan interestratifica - dos con areniscas y conglomerados hacia E1 Tabén, la gran ma s@ de las tobas soldadas se truncan hacie el norte contra una importante falla normal de orientacién NE-SW de bloque sures. te cafdo. Las cartas originales de THOMAS (1956) también mues. tran dicho truncamiento. tas tobas soldadas que afloran en Las 8ateas y las tobas blancas de los alrededores del cerro KuechGn corresponden en cambio, tal como muestra la Fig. 2, a 1 entes dentro de la parte alta de la formacién Las Chilcas. A 135 El esquema de variacién lateral (N-S) regional de facies en la formacién Las Chileas (Fig. 3A) e1 cual incluye, ade- més de informacién de los trabajos alli mencionados y de ob servaciones del autor, datos levemente modificados de IRA - RRAZAVAL (1977), BIESE (1955), LEVI (1968), THIELE y otros (2920) y VERGARA (1969), ilustra las dificultades recién co mentedas. En é1 se han marcado los limites dados por THO - aS (1958) para la formacién Lo Valle en su area tipo. Di- chos limites cortan diversos contactos litolégicos. E1 es- quena aqui presentado interpreta la formacién Lo Valle como un lente con predominio de tobas soldadas intercalado entre la secuencia conglonerédica-volcanica de Las Chilcas y la prechosa-volcdénica de Abanico, Resalta ademas el desarro - lio de un paleo relieve (exageracién vertical 10 x) en las andesitas de la formacién Veta Negra. Las andesitas de la formacién Cerro Morado (CARTER y ALISTE, 1962) se encuentran restringidas a dicha cuenca, la cual controla ademds la nar cada lenticularidad de los conglomerados de 1a formacién Las Chileas. El esquema aqui presentado concuerda en parte con las ideas de VERGARA y DRAKE (1979) respecto al desarro dio de “cuencas intermontanas restringidas", difiere sin em bargo, en cuanto a la inportancia que puede haber tenido 1s participacién marina en la depositacién de las rocas ce la formacién Las Chilcas, Tanto en el Neocomiano de los Andes atacamefos (MU2ZI0, 1872) como en rocas de edad similar a la de la formacién Las Chilcas al interior de Illapel (RIVA no, com. verbal) se han encontrado evidencias faunisticas de ambiente marino en sedimentos rojizos, previamente consi derados continentales. fn la figura 34 se insin@a también la contemporaneidad de las tobas soldadas depositadas sobre las rocas de la for « VERGARA) macién La Lajuela (90 m.a., DRAKE com. escrita a con aquellas de los niveles altos de la formacién Las Chilcas. A 136 Las brechas y andesitas que sobreyacen y engranan en Chacabu co con tobas soldadas de Lo Valle (miembro Guanaco de la for macién Farellones, sensu AGUIRRE, 1960) resultan en cambio, equivalentes a rocas semejantes de le formacién Abanico més a) sur (THIELE, 1980) y el este (PADILLA, 1981) y a las ande, sitas asignades a la formacién to Valle por CARTER y ALISTE (1962) al norte del rfo Aconcagua. ba ausencia de tobas sol dadas entre las formaciones Abanico y Las Chileas al norte dei Aconcagua explicaria también, sumada a le conocida difi- cultad para reconocer la discordancia Abanico-Farellones, tanto la anormal extensién hacia el oeste de las rocas asig- nadas por HOSCOSO y otros (1962) a la formacién Farellones como las edades superiores 2 20 m.a, dadas por MUNIZAGA y VI ENTE (en prensa) y DRAKE y otros (este congreso) para ¢ chas rocas. ROCAS INTRUSLVAS Considerando que no se observan claros contactos en- tre las unidades intrusivas y que las edades radiométricas disponibles en rocas del 4rea son ain escasas (19.5-90.9m.a., DRAKE y otros, 1976) se ordenard la descripcién de estas ro- cae Gnicamente desde el punto petrogréfico de méficas a silt cicas. Es probable, sin embargo, considerando que las eda - des radiométricas disponibles v antecedentes geoquimicos petrograficos (PADILLA, 1982) parecen indicar un solo ciclo eruptive oligo-miocénico y que nara cdémaras pequefias esa es la evolucién mas corriente, que dicho ordenamiento correspon. da a la secuencia cronolégica de intrusién. Gabros, ¢iabasas y "basaltos" olivinicos Corresponden a rocas de color negro, grano medio a fi no, a menudo diaclasadas en colunnas y que afloren, ya sea como stocks, filones o filones mantos, cerca del contacto A137 entre las formaciones Las Chilcas y Lo Valle. Dos filones nétricos al Wy SK del C° Huechiin escapan a esta distribu- cién. Los filones son de dimensiones deca a hectanétricas pero el stock del cerro Deslinde alcanza los 3 Km?. En la mayor parte dé los catorce cortes examinados ¢1 olivino se encuentra totalmente alterado a iddingsita. Corrientes, en especial en los gabros, son cimulos, a veces pentagona- les, de augita que parecen consenvar maclas sectoriales ae granates. No esta claro sin embargo si corresponden a ver daderos pseudonorfos. Lentes oscuros con ocasional textu- ve diabésice y niveles fuertemente amigdaloiéaies que aflo ran en diversos lugares bajo las primeras tobas soldadas uasivas de Lo Yalle han sido interpretaéos como filones ba sAlticos. Nicrodionita Huechfin, Diorita Condorito y filones asociados La microdiorita HuechGn aflora en los cerros Alto de HuechGn, Guindo, Buitre, Redondo y Posadas. Si bien en los uindo) cuerpos menores y en partes del principal (Huechtin- presenta textura intergranular fluidal, predomina en ella ampliamente la textura hipidiomorfa granular. Tanto las diaclasas columnares en abanico desarrolladas al este de la cumbre del cerro e1 Guindo como las diaclasas basales céni- cas que controlan la forma del cerro Alto de Huechin resul- tan de enfriamiento répido cercano a la superficie. Dichas estructuras no constituyen, sin embargo, evidencia suficien, te para considerar a estos cuerpos como (THOMAS, 1958) “an- desitas intrusivas" de antiguos cuellos voledénicos. £1 gran volunen e irregular contorno del cuerpo principal, junto al manteo convergente de las rocas ¢ su alrededor induce en cambio a considerar dicho cuerpo cono un lopolito de techo discordante (con stocks asociados). La notoria forma céni- ca de uno de dichos stocks asociados (C° Posadas) resulta de la descomposicién esferoidal de su roca, permeada de A 138 Blonérulos ceolfticos (chabacita, heviandita y estiibita $6 dica), y no representa por tanto un cono secundario. Petro gréficamente la microdionita se caracteriza por la presen - cia de augita sé10 ocasionalmente superada en volumen por Mipersteno y por pequefios agregados sinplectiticos de cling Piroxeno y opacos. Dichas simplectitas parecen resultar de ta completa resoabsorcién de hornblenda, cuyos contornos y zonaciones se conservan en diversas muestras, Existen facies mas oscuras (C° Guindo) debidas a englobamiento de opacos en Plagioclasas (textura de "panal de abeja") y facies glomeru- lfticas asociadas al abundante crecimiento de zeolitas, a veces amigdaloidal, sobre la plagioclasa. Mientras la diorita porfidica de dos piroxenos del ce 831 (Las Bateas), por contener pseudomorfos de anfibola Semejantes a los de 1a diorita HuechGn debe corresponder al mismo tipo de intrusive, es probable oue la dionita que afio reen la mitad NW del C° Condorito (extremo SF de la rincona da HuechGn) represente, tal como indica THOMAS (1958), un apéfisis de un plutén mayor, La dionita Condorito se carac- exclusiva de teriza por su grano grueso (2-3 mm), presen elinopiroxeno, abundante esfeno y cavidades rellenas de clo- rita y feldespato potasico. Los stocks pequefios, filones mantos y Filones asocia- gos al stock del HuechGn corresponden més bien a andesitas porfidicas fluidales. Presentan a menudo epidota, ceolita o arcilla como minerales de alteracién. Andesitas porfidicas intrusivas no-asociadas a la microdiori- ta HuechGn A lo largo de una franja ubicada al este de la micro- @iorita Huechin y bajo la forma de pequetios stocks con dia - clasas paralelas a pliegues fluidales © como filones mantos decamétricos con diaclasas columnares afloran andesitas de orto-clinopiroxenos frecuentemente oxidados. Si bien A 139 petrogr4ficamente pueden ser comparados con los pérfidos de piroxeno de VERGARA y LOPEZ (1989) y PADILLA (1961), no pre sentan caracterfsticas propias de cuellos subvolcdnicos. Andesitas intrusivas ceolitizadas Cuerpos principalmente filonianos (mantos) de andesi tas de orto y clinopiroxeno con textura traquitica y fuerte alteracién ceolftica, la cual origina un brillo lustroso, afloran de preferencia al este de la microdiorita Huechin y en £1 Tabén. £1 autor los ha reconocido también en la rinco nada Las Tértolas, 20 Km al SE del area. Facies de textura algo fluidal y con alteracién ceolitica de la microdiorita Huechin (C° Redondo) pueden confundirse con estas andesitas. Las facies con ceolita glomerulitica de la microdiorita son, en cambio, claramente diferentes de aquellas casi permanente mente desarrolladas en estas andesitas. Pérfidos andesiticos de Hornblenda Constituyen una serie de filones mantos que localmen- te alcanzan dimensiones lacoliticas (c* Blanco) y que se dis s bordes del Cajén Los Va tribuyen en cotas intermedias de lies y Rinconada Tabén. $i bien no se dispone ain de los an@lisis quinicos indispensables para una clasificacién més rigurosa es opinién del autor que en la zona (Figura 2) no se alcanzan las variedades daciticas 0 basdlticas dadas por PADILLA (1981) para pérfidos més orientales. Tampoco es po- sible compararlos con los pérfides anfibélicos de VERGARA y LOPEZ (1980), los cuales por su bajo contenido de Fe son con siderados como no relacionados con los pérfidos piroxénicos. Contienen fenocristales de hornblenda con borde de graénulos Ge opacos y biotita en una masa de plagioclasa y escasos mi- crolitos de clinopiroxenos. Ocasionalmente desarrolian amig @alas de ceolitas, calcita y clorita, £1 pérfido de C® Blan co presenta notables pliegues fluidales de dimensiones deca~ nétricas con diaclasas paralelas a ellos. A 140 ESTRUCTURA El vasgo estructural dominante del rea corresponde al suave manteo hacia el este de 1a secuencia volcano-clés- tica. Esta estructura monoclinal se ve modificada en 1 sector SE por el desarrollo de amplios pliegues de suave buzamiento hacia el sur y, bajo la microdiorita Huechin, por el posible emplazamiento de dicho cuerpo en forma de lopolito. Una gran flexura de rumbo E-W, al norte de E1 Tabén, marca la primera expresién de cuencas estructurales asocia- @as a la depresién central. Mientras dos juegos de fallas normales de rumbo NS y EH dominan la cuenca £1 Tabén, la cuenca de Montenegro parece haber resultado en cambio, de la remocién de gran parte de los suelos laterfticos desa - rrollados en rocas de la formacién Las Chilcas durante la profundizacién del estero Rungue-Los Valles. En la mitad occidental del cordén de Chacabuco predominan fallas norma les de rumbo NW, NWH y NNE. Una falla importante de este timo juego es la citada con anterioridad en el extremo NE del area y limita hacia el norte la extensién de las to bas soldadas de Lo Valle. la zona de falla Chacabuco (PA~ DILLA, 1381), de rumbo N 20° F, se ramifica hacia el sur en fallas de rumbo NE hasta NEE, las cuales originan un irregular disefio en la cartograffa de la base de las tobas soldadas. £1 hecho que, en especial en Fl Tabén, las ande sitas ceolitizadas se emplazaran a lo largo de fallas impli. ca, considerando las edades disponibles en algunos de los cuerpos hipabisales del 4rea (DRAKE y otros, 1976; VERGARA y DRAKE, 1979; VERGARA y LOPEZ, 1980), una edad miocena tem prana para el comienzo del fallamiento normal del borde nor te de la depresién central. PADILLA (1981) llega a una con clusién semejante para la zona de falla Chacabuco. En opinién del autor la zona de falla Los Angeles, A 44d directamente al norte del érea (CARTER y AGUIRRE, 1965), constituye una etapa incipiente de desarrollo de la depre- sign central, 1a cual comienza a expresarse morfolégicamen te recién en el area de este estudio mediante el hundimien to de numerosos bloques limitados primero por una flexura y fallas normales E-W y luego por fallas normales conjuga- gas NO-NW. Este Gitimo juego controla también e1 borde ceste de la depresién central. CONCLUSTONES be los antecedentes expuestos se concluye que: - las tobas soldadas aqui incluidas en la formacién Lo Valle pueden considerarse, en el area de este estudio, como niveles masivos en el techo de la formaeién Las Chileas. Hacia el norte estos nive les engranan con brechas v lavas andesiticas de dicha formacién y hacia el este con brechas de 1a formacién Abanico. Fstos acufiamientos, unidos @ la presencia de numerosas fallas, intrusivos hipa pisales y lentes menores de tobas soldadas en 1a formacién Las Chilcas al este de Montenegro, ex- plican el caprichoso trazado del contacto entre jas dos formaciones propuesto por THOMAS (1958). En opinién del autor es aconsejable, al menos, re gefinir ambas formaciones. THIELE (1980), por ejemplo, incluye las rocas de la formacién Lo Va le del cordén Chacabuco a la formacién Abanico. Nuevas dataciones radiométricas a escala regional, algunas de las cuales se hallan en curso, ayudardn a resolver este problema. = en los bordes norte y, en especial, sur de biomi- eritas algdceas resultantes de depositacién en am biente lagunar, brechas, conglomerados, lutites A142 y tobas de la formacién Las Chilcas presentan ca- racteristicas de suelos residuales laterfticos. - los abundantes cuerpos hipabisales que afloran en e1 rea corresponden, en su mayoria, a filones y filones manto, algunos de dimensiones lacoliticas, En Bl Tabén, andesitas ceolitizadas de probable edad miocénica se han emplazado a lo largo de fa- lles de rumbo E-W. £1 mayor de estos cuerpos hi- pabisales, solo parcialmente ceolitizado, corres- ponde a la microdiorita.HuechGn, la cual puede ser interpretada como lopolito de techo discordan te. Sus diaclasas cénicas resultan de enfrianien to controlado por una forma similar del techo del intrusive y no constituyen evidencia en favor de un cuello volednico. - 1a depresi6n central, cuyo extremo norte est& pre sente en el area, se expresa primero como una fle xura al pie del C° Griego, seguida por bloques basculados, ambos de rumbo E-W. Hacia el sur pa- san a predominar fallas normales conjugadas NE- NK. Agradecimientos R. Charrier y en diversas ocasiones H, Padilla acon pafiaron al autor en terreno. Ambos colaboraron ademés, junto a R. Thiele y N. Vergara en la revisién critica del manuserito. F. Marambio, G. Sanchez y C. Spr8hnle, alum - nos de Geologia de Campo I, cedieron parte de sus observa- ciones en el 4rea de El Tabén, A todos ellos, junto a J. Varela, H. Moreno y J.C. Vicente por valiosas consultas. Este trabajo forma parte del proyecto £-410 de la Direc - cién General Académica de la Universidad de Chile. A 143 REFERENCIAS AGUIRRE, L. (1960) Geologfa de los Andes de Chile Central, prov. de Aconcagua, I.1.G. Bol. 9, 70 p. Santiago. BICSE, W. (1956) Symposium sobre yacimientos de manganeso, KX Cong. geol. Int. México. Tomo III p. 377-16. CART -D. y AGUIRRE, L. (1965) Structural geology of Acon cacua Province and its relationship to the Central — valley Graben, Chile. Geol. Soc. Am, Bull., 76 p. 651-664. CARTER, W.D. y ALISTE, N, (1962) Cuadrangule Wilhue, prov. de Aconcagua. I.I.G. Informe Inédito. Santiago. CORVALAN, J. y VERGARA, M, (1980) Presencia de fésiles ma- rinos en las calizas de Poloaico, implicaciones pa - leoecolégicas y paleogeograéficas. Rev. Geol. de Chi le N10, p. 75-83. DRAKE, R.E., CURTIS, G. y VERGARA, M. (1976) Potassium - Argon dating of igneous activity in the central chi- lean Andes-Latitude 33°S. Jour. Volc. and Geoth. Res. 1, p. 285-295. DRAKE, R.£., CHARRIER, R., THIELE, R-, MUNIZAGA, F., PADILLA, Hl y VERGARA, N. (este congreso) Distribucién edades K/Ar de volcanitas post-neocomianas en la cor dillera principal entre 32° y 36° L.S.: Implicacio- nes estratigréficas y tecténicas para ¢1 meso-cenozoi co de Chile Central. ELLIOT, S.F. (1879) Influence of organic reefs on the evolu tion of post-Paleozoic algae,Geol. Mag. 116.5. p. 378- 363. Govoy, £. (1981) Sobre la discordancia intrasenoniana y el origen de los depésitos de caclin de Montenegro, Re - gién Metropolitana, Chile. VIII Cong. Geol. Arg. San Luis. Actas IIT: 733-741. GRUBB, P.L.C. (1979) Genesis of Baux Deposits in the Lower Amazon Basin and Guianas Coastal Plain. Econ. Geol. v. TH, ps 735-750. A144 TRARRAZAVAL, V. (1977) Estudio geolégico y geoquimico de la zona de alteracién hidrotermal de Til-Til, Area Metropolitana. Mem. de Titulo. Depto. de Geclogia, U. de Chile. Santiago. LEVI, B. (1968) Cretaceous volcanic rocks from a pant of the Coast range west from Santiago, CWile: A study en lithology variation and burial metamorphism in the Andean Geosyneline. Ph.D, Thesis, U. Calif. Ber keley. 121 p. = LOGAN, B.W., REZAK, R.,8 R.N. GINSBURG (1964) Classifica- tion and environmental significance of algal stroma tolites. Jour. Geol. v. 72 1. p, 68-83, MARTI, M. (1974) Prospeccién de arcillas refractarias en jaguna de Montenegro. 1.1.6. Informe inédito. stgo MOSCOSO, R., PADILLA, H. y RIVANO, S, (1982) Hoja Los An- des. Carta Geolégica de Chile N°52, Sernageomin. Santiago. MUNIZAGA, F. y VICENTE, J.C. (1982) Acerca de la zonacién plut6nica y del volcanismo miocénicc de los Andes de Aconcagua (Lat. 32-33°S): Datos Radiométricos Kvar. Rev. Geol. de Chile N°16 (en prensa). MU2ZI0, G. (1979) Geologfa de 1a regién comprendida entre cordén El Vanillar y Sierra Vizeachas, Precordillera de Atacama, Chile. Memoria de t{tulo. Depto. de Geol. U. de Chile. Santiago. NASI, C. y THIELE, R. (1982) Estratigrafia del Jurasico y Cretadcico de la Cordillera de la Costa al sur del rio Maipo, entre Melipilla y Laguna de Aculeo. (Chi- le Central). Rev. Geol, de Chile. N°16 (en prensa). PADILLA, H. (1981) Contribucién a la geologfa y petrologia de las rocas volednicas e intrusivas de los Andes chilenos entre las latitudes 22°45! y 33°00 Sur. Me moria de titule. Depto. de Geologia, U. de Chile, Santiago. PIRACES, R. y MAKSAEV, V. (1977) Geologfa de 1a Hoja Qui- liota. IV y V Regién I.1.6. 135 p. (inédito). A 145 ROMERO, A. (1972) Les gisements de kaolin et de bauxites de Montenegro (province d'Aconcagua, Chile), Bull. Soc. Fr. Nin, Crist., 95, 383-991. Paris. TAVERA, J. (1979) Noti 's sobre la presencia de material rodado de tronco de Cycadeoidea en el area interme- dia entre Las Chileas y Montenegro. Prov. de Santia po. Come Depto. de Geol. U, de Chile, N25 p. 11-15. R. (1980) Hoja Santiago. Carta Geolégica de Chi- le N°3S. 1.1.6, Santiago. THIE THIELE, R., BOBENRIETH, L. y R. BORIC (1980) Geologta de los cerros Renca, Ruiz y Colorado (Santiago): Contri bucién a la estratigraffa de Chile Central. Com. N°30, Depto. de Geol. U. de Chile p. 1-44, THOMAS, H. (1956) Cartas geolégicas inéditas 1: 25.000. Informe inédito N°0416, Depto. de Geologfa U. de Chi le. THOMAS, H. (1958) Geologia de 1a Cordillere de la Coete entre el valle de La Ligua y la Cuesta de Barriga. 1.1.6. Bol. 2, 86 p. Santiago. TORRES, T. y GODOY, £. (este congreso) Hallazgo de Palmo~ xylon Chilensis n. sp. del Cret&cico superior en Hug chin, Regién Metropolitana. VERGARA, C. (1963) Estudio de los yacimientos de Arcilla ce Montenegro y su comparacién con otros yacimientos de Chile, 120 p. Memoria de titulo, Depto. de Seolo- gia U. de Chile, Santiago. VERGARA, M. (1969) Rocas voledénicas y sedimentario-volca- nicas, mesozoicas y cenozoicas en la latitud 34°30'S. Chile Pub, N32, Depto, de Geol. U, de Chile, Santiago. VERGARA, M. y DRAKE, R. (1979) Edades K/Ar en secuencias volcdnicas continentales postneocomianas de Chile Cen tral: su depositacién en cuencas intermontanas restrin, gidas. Asoc. Geol. Arg. Revista, XXXIV (1), 42-52. VERGARA, M. y LOPEZ, L. (1980) Geologia y Petrologia de los intrusivos subvoleénicos de 1a pre-cordillera andina entre Cantiago y Colina. Com. Depto. de Geologia U. de Chile p. 1-21. A 146 VITERI, E. (1970) Estudio geolégico de la regién de los cerros Negro y Portales, prov. de Aconcagua. Mem. de titulo, Depto. de Geologfa U. de Chile.

You might also like