López Hernández Denisse Adriana

El poder mediático de la televisión y la transformación de la política

Patricia Ortega Ramírez
La relación de complicidad y complacencia o rísipida y difícil no puede ser entendida en
México sin tomar en cuenta las condiciones históricas en las que se instruyó el Estado
mexicano y se generaron las relaciones entre éste y los grupos de poder económico y político.

Los medios de comunicación masiva han sido consustanciales al desarrollo de la vida política
de nuestro país, como las publicaciones que dieron origen al movimiento armado de
Independencia, publicaciones con una vida efímera y con una periodicidad poco regular, pero
tuvieron una función importante en la difusión y registro de las corrientes políticas que se
enfrenaron durante la guerra de independencia.

La autora menciona que el poder mediático que ha alcanzado la televisión en nuestro país
tiene sus primeros antecedentes en la historia del México posrevolucionario y en la manera
como el gobierno apoyó y alentó el crecimiento de la industria de la radio y la televisión
comerciales.

En el texto se hace un breve pero importante resumen sobre los medios masivos de
comunicación y cómo influye la política en ellos y viceversa. Sin duda la televisión ha
contribuido a la transformación de la política, pero esa transformación no siempre ha sido en
un sentido positivo. La autora explica que la hegemónica del modelo comercial y la escasa
pluralidad en los medios electrónicos han provocado que la televisión haya sido más un factor
de estancamiento que promotora del cambio político, consiente de su poder de convocatoria
y de la gran capacidad para formar opinión pública, esta televisión se ha convertido en árbitro
y juez de la vida pública. También nos dice que la televisión desplaza y compite con las
instituciones del Estado, no se queda en la denuncia sino que juzga y antepone su dictamen
a cualquier resolución del Poder Judicial

La historia nos demuestra que la concentración de la televisión ya sea pública o privada no

contribuye a la pluralidad, ni a la libertad de expresión y comunicación. La democratización
de las estructuras de medios en nuestro país es una condición fundamental para seguir
avanzando en el proceso democrático y social.
En los medios de comunicación no existe ni democracia, ni diversidad como para que la
sociedad no se encuentre indefensa delante de ellos, y eso es lo que nosotros jóvenes
comunicadores debemos de cambiar.