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Volcánicas piroclásticas

Las rocas volcánicas piroclásticas (explosivas) deben contener fragmentos


volcánicos no retrabajados (i.e., transportados por agentes externos como viento,
agua,...) en una proporción mayor de 75%. Para estas rocas, se utiliza el diagrama:

Clasificación de las rocas ígneas volcánicas piroclásticas. (imagen tomada


de NASA).
Brechas piroclásticas, Cabo de Gata

Se consideran rocas epiclásticas aquellas que contienen fragmentos de rocas


volcánicas con evidencias de haber sido transportados en algún medio.

Abundancia de elementos químicos

Para las rocas volcánicas se utiliza el diagrama TAS (Total Alkalis vs Silica). En este
diagrama no se utilizan términos modales (máfico, félsico, etc) sino químicos:
rocas ultrabásicas, básicas, intermedias, y ácidas, en función de la abundancia
de SiO2 en porcentajes en peso:
Clasificación química de las rocas ígneas volcánicas. Diagrama TAS -Total Alkalis vs.
Silica- (Le Maitre et al 2002; imagen tomada de NASA).

Características texturales

De los cinco tipos texturales básicos, las rocas ígneas pueden presentar texturas
secuenciales, vítreas y clásticas. Las clásticas son exclusivas de las rocas volcánicas
fragmentales, las vítreas de las rocas volcánicas lávicas y las secuenciales de las rocas
plutónicas, subvolcánicas y volcánicas lávicas. Una vez establecido el patrón textural
básico, hay que describir las características geométricas y morfológicas de los
componentes. Estas se describen a continuación.

Cristalinidad
Proporciones relativas de vidrio y cristales. Los términos aplicables son los siguientes:
 Holocristalina: Compuestas del 100% de cristales.
 Holohialina: Compuestas del 100% de vidrio.
 Hipocristalina, hipohialina o hialocristalina: Compuestas por proporciones
variables de vidrio y cristales. Debe indicarse las proporciones relativas de
ambos.
Típicamente, las rocas holohialinas e hipohialinas son volcánicas, mientras que las
holocristalinas son todas las plutónicas y subvolcánicas y parte de las volcánicas.

Granularidad
Tamaños absolutos y relativos de los cristales. Esta propiedad abarca tres tipos de
conceptos distintos:
a) Qué se puede distinguir o no de visu. En función de esto, se diferencian dos
grandes grupos:
 Faneríticas (generalmente > 0.1 mm): Todos los cristales y
componentes pueden distinguirse de visu.
 Afanítica (generalmente < 0.1 mm): No todos los cristales pueden
distinguirse, ni siquiera con una lupa de mano, debiendo recurrir al
microscopio. Existen dos subtipos, microcristalina, cuando los cristales
son reconocibles al microscopio, y criptocristalina, cuando no lo son.
b) Tamaños absolutos de los cristales y componentes. Se diferencian los
siguientes tamaños:
 Muy grueso: > 16 mm
 Grueso: 16-4 mm
 Medio: 4-1 mm
 Fino: 1-0.1 mm
 Muy fino: 0.1-0.01 mm
 Ultra fino: <0.01 mm
c) Tamaños relativos de los cristales. Se diferencian dos grupos:
 Equigranulares: Los cristales de los distintos minerales son
aproximadamente de mismo tamaño de grano.
 Inequigranulares: Los cristales presentan tamaños variados. Existen
distintas variedades de este tipo de texturas, siendo una de las más
comunes la textura porfídica, que supone cristales relativamente
grandes (denominados fenocristales) englobados en una matriz de
grano más fino. Esta textura además da nombre a un tipo de roca
ígnea, los pórfidos.

Hábito y formas cristalinas


En cuanto a las formas cristalinas desarrolladas por los cristales los términos aplicables
son los ya conocidos de idiomorfos, hipidiomorfos y xenomorfos discutidos en el Tema
2. Existen términos equivalentes, como son:
 Euhédricos = Euhedrales = Idiomorfos = Automorfos
 Subhédricos = Subhedrales = Subhidiomorfos = Hipidiomorfos =
Hipautomorfos
 Anhédricos = Anhedrales = Alotriomorfos = Xenomorfos
Las texturas determinadas por la forma de los cristales son:
 Panidiomórfica
 Hipidiomórfica
 Alotriomórfica
En cuanto a los hábitos cristalinos, los más generales son: ecuante o equidimensional,
tabular, laminar, prismático y acicular.

Textura global y particulares


Los diferentes tipos de disposición y relación entre los componentes de las rocas son
muy variados. La terminología es relativamente complicada por lo que no entraremos
en ella. Sin embargo podemos dar algunos nombres generales que involucran los
conceptos anteriores de cristalinidad, granularidad y formas cristalinas. Por ejemplo,
una relación textural podría ser granular hipidiomorfa, lo cual significa que los
cristales están relacionados de manera que todos son aproximadamente del mismo
tamaño, y en parte presentan caras cristalinas y en parte no. De entre las texturas
particulares, pueden nombrarse las texturas poiquilíticas, donde unos cristales de
tamaño mayor engloban a otros de tamaños menores, o las gráficas y mirmequíticas,
muy comunes en granitos y formadas por intercrecimientos más o menos regulares
de cuarzo y feldespatos; las texturas vesiculares o vacuolares, comunes en rocas
volcánicas lávicas y que implican la existencia de espacios rellenos o no por minerales,
se forman por concentración de gases volcánicos en la lava.
Texturas de rocas ígneas plutónicas (Castro, A., 1989. Petrografía Básica.
Paraninfo. Madrid)

Rocas ígneas comunes

Las rocas ígneas plutónicas son por definición holocristalinas, esto es, sus
componentes son todos minerales (no existe vidrio) que generalmente pueden
observarse visualmente sin ayuda del microscopio (faneríticas). Las texturas
presentes son muy variadas, desde tamaño de grano muy grueso (>30 mm), grueso
(5-30 mm), medio (1-5 mm) a fino (<0.1-1 mm), y de equigranulares (los cristales
de los distintos minerales son aproximadamente de mismo tamaño de grano) a
fuertemente inequigranulares (e.g. porfídicas), etc.
La clasificación de las rocas plutónicas se basa en las proporciones relativas de sus
componentes principales (que son función de la composición original del magma). De
una manera muy simple, los grandes grupos son los siguientes:
Acidas e intermedias. Rocas compuestas por minerales de colores claros, ricos
en sílicio y/o sin Fe-Mg (denominados leucocráticos o félsicos), como cuarzo,
feldespato potásico y plagioclasas más bien sódicas. Los tipos más comunes
son el granito, la granodiorita, y la tonalita. Estas rocas se caracterizan
pues por presentar colores claros, en general en tonos de grises, pudiendo
distinguirse el cuarzo y los feldespatos como minerales fundamentales. Otros
minerales presentes en cantidades variables, pero siempre subordinadas
respecto de los anteriores, son moscovita, biotita, anfíbol, óxidos (magnetita,
ilmenita), apatito, zircón...
Básicas. Rocas compuestas por minerales de colores oscuros, en general pobres
en silicio y ricos en Fe-Mg (denominados melanocratos, máficos o
ferromagnesianos), como biotita, anfíboles, piroxenos, olivino y oxídos de Fe-
Ti. El tipo más común es el gabro. Estas rocas se caracterizan por ser de
colores oscuros, en general negras o en tonos de verde, no soliendo presentar
cuarzo en abundancia (a veces ni siquiera existe) ni feldespato potásico. El
único mineral de color claro que puede distinguirse es la plagioclasa, que será
de composición cálcica.
Ultrabásicas. Rocas compuestas exclusivamente por minerales
feromagnesianos (olivino y piroxenos esencialmente), muy oscuras. El tipo
más común es la peridotita. Son rocas muy oscuras, negras o verdosas, no
presentando minerales claros excepto pequeñas cantidades de plagioclasa
cálcica. Este tipo de rocas suelen presentarse en la naturaleza relativamente
transformadas. Los minerales primarios (olivino y piroxenos) se alteran a
minerales de tipo serpentina (filosilicatos hidratados) durante procesos que
afectan a la roca una vez formada, transformándola en una roca metamórfica
(serpentinitas).
Las rocas ígneas volcánicas pueden ser holocristalinas (100% de cristales),
holohialinas (100% de vidrio) o hipohialinas (mezcla de cristales y vidrio). Cuando
presentan cristales, suelen ser rocas con texturas porfídicas, pudiendo observarse los
fenocristales con tamaños y formas variadas inmersos en la matriz de grano fino a
muy fino (o afanítica: microcristalina si se pueden distinguir cristales con el
microscopio o criptocristalina si no es así).
La clasificación petrográfica de las rocas volcánicas se basa igualmente en las
proporciones relativas de los minerales más abundantes. Sin embargo, el hecho de
presentar matriz cripto- o microcristalina y/o vidrio dificulta su clasificación
petrográfica, por lo que más frecuentemente que en las rocas plutónicas se utilizan
clasificaciones de tipo químico. En cualquier caso, los criterios son los mismos,
estableciéndose grandes grupos equivalentes composicionalmente a los definidos en
las rocas plutónicas.
Acidas. Son rocas rocas constituidas por minerales claros, leucocratos (cuarzo,
feldespatos), que en el caso de ser una roca no holohialina suelen presentarse
como fenocristales. Los tipos más comunes son las riolitas y dacitas. El color
de estas rocas puede o no ser claro, ya que la matriz puede imprimirles un
color más o menos oscuro.
Básicas. Son rocas constituidas por minerales oscuros máficos (olivino,
piroxenos, anfíboles) y plagioclasas cálcicas. Estos minerales suelen
encontrarse como fenocristales. La matriz suele ser de color oscuro debido a
la presencia de abundantes microcristales de óxidos. Los tipos más
abundantes son basaltos y andesitas.
Por otra parte, un grupo importante de rocas volcánicas ácidas son rocas fragmentales
(llamadas piroclásticas), formadas a partir del material proyectado violentamente
al exterior durante eventos explosivos. Este tipo de rocas se denominan en
general tobas volcánicas. En general, las rocas volcánicas suelen ser muy porosas
y a veces muy permeables (sobre todo las piroclásticas), por lo que se presentan más
o menos transformadas debido a los procesos volcánicos tardíos que las afectan, tales
como circulación de gases volcánicos, aguas termales etc, formándose minerales
secundarios, como ceolitas (tectosilicatos hidratados), que frecuentemente se
localizan en las vacuolas.

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