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la Dislexia
LA DISLEXIA. RECUPERACIÓN DE LOS PROBLEMAS DE LECTO-
ESCRITURA
Una primera definición sencilla de la dislexia es la que nos dice que es el problema
para aprender a leer que presentan niños cuyo coeficiente intelectual es normal y
no aparecen otros problemas físicos o psicológicos que puedan explicar las dichas
dificultades.
Una buena definición la da M.Thomson" es una grave dificultad con la forma escrita
del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y
emocional. Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la
lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en
función de su inteligencia y de su edad cronológica. Es un problema de índole
cognitivo, que afecta a aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad
escrita, particularmente el paso de la modalidad escrita, particularmente el paso de
la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de orden y
la secuenciación.
Hay autores y profesionales que utilizan el término "evolutiva " en el mismo sentido
en que he explicado la primera acepción de la dislexia "madurativa". Sin embargo
en algunos textos se da esta denominación a la dislexia a la que nos vamos a
referir a lo largo del curso, de aparición en las primeras fases del aprendizaje, para
distinguirla de la dislexia adquirida, que se produce como consecuencia de algún
trauma craneal que afecta al área del lenguaje en el cerebro.
Ocurre con gran frecuencia que al niño se le tacha de vago, distraído y se atribuye
a estas características su mal funcionamiento escolar, presionándole para que
trabaje, atienda, y de alguna manera menospreciándolo por su incapacidad para
aprender.
Hay que tener en cuenta que la realidad es justo al revés, ya que las características
de distraibilidad es consustancial al síndrome disléxico y si bien es una dificultad
para el aprendizaje, no es algo que el niño pueda controlar voluntariamente y cuya
mejora debe entrar dentro del esquema de tratamiento del problema.
Se cita a Ajuriaguerra como autor clásico que haría corresponder estas dos clases
de dislexias a alteraciones funcionales o lesiones de uno u otro hemisferio cerebral:
las lesiones derechas se relacionarían con trastornos gnoso-práxicos, viso-
espaciales, apraxias constructivas, perturbaciones somato-gnósicas, que se
corresponderían con lo observado en el primer tipo de dislexia , mientras que las
lesiones izquierdas están más relacionadas con los trastornos de las funciones
simbólicas (trastornos del lenguaje, alexia, agnosia para los colores, etc..)
En mi práctica considero que hay todo un continuo y una gran variación individual
en la aparición de síntomas y debo de insistir en que a mi parecer lo fundamental
es la aparición de dificultades en lecto-escritura en ausencia de explicación clara
alternativa. Hay desde luego aparición de signos característicos y características de
personalidad frecuentes, pero los estudios sistemáticos no dan un perfil único
diferenciador.
Es cierto por otro lado, como indicábamos más arriba e indica la asociación
británica, que el niño disléxico presenta características de personalidad que a veces
se atribuyen a otra cosa, pero que tienen que ver con su problema de aprendizaje,
a veces como causa y otra como consecuencia.
Así, es característico que destaquen estos niños por la falta de atención. Debido al
esfuerzo intelectual que tiene que realizar para superar sus dificultades perceptivas
específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad, lo cual produce una
atención inestable y poco continuada. Por esta causa, los aprendizajes de lectura y
escritura les resultan áridos, sin interés, no encontrando en ellos ninguna
motivación que atraiga su atención. Este problema se agudiza con el tiempo si el
aprendizaje de la lecto-escritura se retrasa, pues el trabajo escolar exige cada vez
más de estas habilidades y el niños se distancia cada vez más de lo que ocurre en
el aula. En ocasiones compensa un tanto su dificultad, si se le consigue motivar,
mediante la atención auditiva a lo que se dice en el aula, en niños con alta
capacidad intelectual, para que aprenda por esta vía. Pero en general se produce:
En algunos estudios se agrupan los niños con este problema en tres niveles de edad
o más bien de etapas de evolución. En general el niño disléxico al superar las
dificultades de un nivel, se encuentra con las dificultades propias del siguiente
nivel. Sin embargo, una reeducación adecuada hace en general que las dificultades
se atenúen, se enfrenten con mayor facilidad o pueden no aparecer, en función de
la dificultad intrínseca del niño, nivel de motivación, éxito de la reeducación....
Dislalias
Omisiones de fonemas, principalmente en las sílabas compuestas e
inversas . Ocurre a veces también la omisión del último fonema. Así el niño
dice "bazo" por "brazo", cuando no hay rotacismo o dislalia de la "r". O dice
"e perro" omitiendo la "l" en vez de decir "el perro".
Confusiones de fonemas que a veces van acompañadas de lenguaje borroso.
Puede hablar claro si se le invita a hablar despacio, pero su lenguaje
espontáneo es confuso.
Inversiones, que pueden ser de fonemas dentro de una sílaba o de sílabas
dentro de una palabra . Por ejemplo: "pardo" por "prado" y "cacheta" por
"chaqueta"
En general, pobreza de vocabulario y de expresión, junto a comprensión
verbal baja.
Michel Lobrot considera que una de las dificultades de los disléxicos está en la
función de repetición. El exceso de actividades repetitivas en el aula los aburre
particularmente, más cuando el avance del conocimiento no se produce por estas
vías y no se realiza el refuerzo adecuado.
En la lectura
Las confusiones se producen sobre todo en las letras que tienen cierta similitud
morfológica o fonética. Por ejemplo a y o en las vocales manuscritas, a y e en las
vocales impresas, u abierta y o a nivel fonético. A nivel fonético se produce también
la confusión entre p,b y m y en ocasiones confusión también con la n.
Por eso los sapos, desoiden desu letrago invierno y sale al sol que dejando estoy no
se para menos, hacerme eso que no pruebo bocao."
Ya llegó la primavera.
Por eso, don Sapo, despierta de su letargo invernal y sale al sol. "¡Qué delgado
estoy! Pero ¡no es para menos! ¡Hace meses que no pruebo un bocado!
En la escritura
Inversiones de letras, sílabas o palabras, pero lo más frecuente son las inversiones
en las sílabas compuestas o inversas.
Mala elaboración de las frases y escritura confusa por las alteraciones de tamaño
descritas y la unión en ocasiones de varios de los problemas a los que se han
aludido en los párrafos anteriores.
Tonicidad muscular inadecuada, que puede ser por falta de presión o por exceso de
la misma.
Las alteraciones gráficas afectan también obviamente a los números, sin que se
pueda hablar de una discalculia. Se da también la escritura en espejo de los
números aislados, en especial algunos de ellos con más frecuencia (5,7,3,9/6)
Se dan inversiones de cifras en números de dos cifras, 24/42. Con números de tres
o más cifras se hace más frecuente. Encuentran gran dificultad en diferenciar 104
de 140
Tienden a confundir números de sonido semejante (60/70), en mayor medida que
la población normal.
Hay casos extremos con gran retraso en el aprendizaje de la serie de los 100
primeros números.
Hay algunos factores que influyen en el estado del problema en esta edad:
- El nivel mental. Los niños con una capacidad intelectual alta, encuentran a veces
la forma de superar los problemas, en especial si han recibido atención
especializada, y/o apoyo familiar, a veces en forma de repaso insistente a nivel oral
cuando se dan cuenta intuitivamente que pueden compensar su dificultad de
comprensión lectora de ese modo.
En ocasiones se detecta que la lectura silenciosa, para sí, le resulta más eficaz que
la lectura en voz alta, donde las dificultades se manifiestan de forma más patente.
La ortografía, como hemos referido arriba, es una gran dificultad para estos niños y
se puede hablar en muchas ocasiones de disortografía. Muchos niños acaban
leyendo aceptablemente, pero la ortografía es deficiente, debido a una percepción y
memorización visual deficientes, de la "gestalt " de las palabras. Les cuesta
recordarlas como un todo.
CAUSAS
La existencia de dislexia adquirida en adultos que sabían leer y que han sufrido
determinadas lesiones neurológicas ha disparado estudios y paralelismo, pero los
autores no se ponen de acuerdo.
Yo destacaría que se aprecian tres tipos de dislexia adquirida que resaltan aspectos
presentes en las variaciones de la dislexia infantil: 1) dislexia profunda o fonémica.
En ella se aprecian errores de tipo semántico, dificultad para comprender el
significado de las palabras, con adición de prefijos y sufijos, , mayor facilidad para
las palabras de contenido que para las de función. 2)Dislexia fonológica, sobre la
que hay pocos trabajos, que comenten menos errores que los profundos. 3)
Dislexia superficial, en la que se depende de la ruta fonológica para leer, tienen
dificultades dependiendo de la longitud y complicación de las palabras, como les
pasa a tantos niños disléxicos.
Este enfoque sirve sobre todo para ver todas las implicaciones y vías que se usan
en el proceso de lecto-escritura, como la vía auditiva y la vía visual, que dan
diversos problemas que en los niños se estructuran de modo distinto que en los
adultos, y en cada grupo de edad de niños también varían los síntomas como
hemos visto, por el uso de diversas vías de acceso a la tarea lecto-escritora.
Ha habido mucha confusión entre la disfunción cerebral mínima y la dislexia
evolutiva . Se ha querido asociar la dislexia a problemas de lateralidad, orientación
espacial, dificultad de control y conciencia dactilar,... De esta similitud de síntomas
se han deducido formas de tratamiento de la dislexia basadas en el trabajo
exclusivo en estas áreas psicomotrices, como algo previo e imprescindible para el
aprendizaje de la lecto-escritura. Sin embargo es claro que hay muchos niños que
tienen problemas de tipo psicomotriz y que no presentan dislexia. Igualmente,
aunque la mayoría de los disléxicos presentan algunos de estos problemas, no
todos los presentan ni los presentan todos ni en igual medida. Considero que el
trabajo psico-grafomotriz es interesante en los niños que presentan estas
disfunciones asociadas a la dislexia, pero que lo fundamental es incidir en los
problemas de lenguaje y en las deficiencias lecto-escritoras del niño y de tipo
motivacional que se van asociando.
Algunos autores han querido ver una relación entre problemas perinatales y
dislexia. Sin embargo los estudios han demostrado que la tardanza en la aparición
del habla y de la marcha eran mejores predictores de los problemas verbales y de
dislexia que las dificultades de nacimiento. Esto no quiere decir que algunos
problemas perinatales no incidan en la aparición de la dislexia en algunos casos
concretos, de acuerdo con lo expuesto más arriba de la posible multiplicidad de
orígenes coincidentes en el resultado final de los problemas de aprendizaje de
lecto-escritura.
Así, según este estudio habría una correlación entre cada subtipo de dislexia que
considera y la topografía de la actividad cortical encontrada: La que denomina
dislexia viso-espacial, presenta áreas de las descritas en el hemisferio derecha,
mientras que la dislexia de tipo analítico, secuencial y fonológico presenta la
alteración en el hemisferio izquierdo.
La última afirmación del párrafo anterior se corresponde con los estudios sobre
dominancia cerebral y lateralidad. Los estudios coinciden en señalar que el
hemisferio izquierdo está especializado en el procesamiento lingüístico, así como
en el procesamiento analítico, lógico y secuencial o serial de la información. El
hemisferio derecho está mas relacionado con actividades de tipo espacial, como
la percepción de la profundidad y de la forma .
Del estudio comparativo de las pruebas y experimentos que avalan las diversas
explicaciones Thomson deduce que lo que más apoyo empírico parece tener es que
hay un inicial retraso madurativo lleva a un mal aprendizaje inicial por una mala
estrategia y que luego se asienta una disfuncionalidad. Esta disfuncionalidad no
afectaría a todo el hemisferio, sino a las tareas referidas a al conexión específica
entre sonido y símbolo escrito. La tasa de procesamiento de estas tareas puede ser
más baja en los disléxicos.
En los estudios sobre la discriminación auditiva se ha visto que una pérdida auditiva
en las frecuencias altas o bajas puede dar errores en unos tipos u otros de letras.
Sin embargo los últimos estudios inciden en que el problema no es la percepción o
discriminación auditiva, sino en etiquetar el sonido como igual o diferente.
Otros trabajos se han centrado en el estudio de la integración de los datos auditivos
y visuales, pero una vez más se va hacia la creencia de que la dificultad se
encuentra en la mediación verbal que se da en estas integraciones.
Los estudios basados en los aspectos fonológicos parecen avalar que los disléxicos
son sutilmente disfásicos. Y nuevamente se afirma que las dificultades se relacionan
con la traducción de la información visual a verbal en la memoria a corto plazo.
DIAGNÓSTICO
Para los profesionales de la enseñanza es importante detectar los problemas de
dislexia si quieren contribuir a su solución y no aumentar los problemas que estos
niños tienen en este área de aprendizaje tan crucial en nuestro sistema de
enseñanza.
- defectos de visión
- defectos de la audición
Este es el aspecto fundamental para mí, junto con una prueba de lecto-escritura,
que puede ser el castellano el T.A.L.E., (Test de Análisis de Lectura y Escritura),
que permite una análisis detallado por niveles de edad y escolarización de los
problemas que aparecen en todas las áreas y modos de la lecto-escritura: letras,
sílabas, lecturas, comprensión lectora, dictado, copiado...
Una alternativa para medir la inteligencia con escaso componente verbal, son la
matrices progresivas de Raven.
La percepción visual en niños pequeños se puede evaluar con el test de Frostig, que
tiene un programa para recuperar las deficiencias encontradas.
de Marguerite Auzias
Hay que tener particular cuidado con los resultados de los tests que requieran leer
las preguntas, porque en ellos los disléxicos pueden aparecer como deficientes.
En buena medida, las pruebas que se pasan tienden a tratar de aclarar qué
aspectos son deficitarios en el funcionamiento del niño y qué áreas trabajar en la
recuperación.
En un aula se puede detectar una posible dislexia haciendo leer a un niño en voz
alta y pidiéndole que nos cuente algún acontecimiento previamente narrado por él
o lo que ha leído , cuando se ha comprobado o que lo ha comprendido y lo ha
expresado correctamente a nivel oral.
2.- El niño necesita un tiempo excesivo para escribir su relato. Puede tardar 15 o
20 minutos para escribir dos líneas, aunque esto es un caso extremo.
3.- La escritura en sí puede ser indicativa, por el tipo de letra, la mayor o menor
disgrafía , la forma a veces incorrecta de coger el lápiz, la forma de realizar los
óvalos de las letras. Se puede observar agarrotamiento a la hora de escribir. El niño
puede manifestar cansancio. L letra inicialmente correcta, se va desestructurando,
el niño pierde el control que a veces ejerce inicialmente a costa de grandes
esfuerzos. Por eso en ocasiones animo a que escriban prescindiendo de la buena
letra, pese alas tendencias uniformadoras de los profesores.
4.- Discrepancia entre lo escrito y el lenguaje oral del niño. (Por eso a veces
convendría evaluar a los niños disléxicos oralmente y no por escrito). A veces
utilizan una sintaxis extraña, omite palabras en especial los nexos y las palabras de
función, dándose cuenta de ello en ocasiones al releer el texto. Igualmente el uso
de los signos de puntuación apenas responde a las normas sintácticas.
TRATAMIENTO
Cuando se habla del tratamiento de la dislexia generalmente se piensa en fichas de
lateralidad, orientación espacial, grafomotricidad, orientación temporal, seriaciones,
etc....
Sin embargo no está demostrado que todo esto sea necesariamente previo al
aprendizaje de la lectoescritura ni "conditio sine qua non" para poder avanzar y
recuperar las dificultades disléxicas. Lo que yo practico fundamentalmente y
recomienda Thomson es el "sobreaprendizaje". Volver a aprender la lectoescritura,
pero adecuando el ritmo a las posibilidades del niño, trabajando siempre con el
principio rector del aprendizaje sin errores, propiciando los éxitos desde el principio
y a cada paso del trabajo de sobreaprendizaje. Se trata de hacer el reaprendizaje
correcto de las técnicas lecto-escritoras, haciéndolas agradables y útiles para el
niño, propiciando como digo el éxito, en lugar del fracaso que está acostumbrado a
cosechar.
1. Haga saber al niño que se interesa por él y que desea ayudarle. Él se siente
inseguro y preocupado por las reacciones del profesor.
3. Dele atención individualizada siempre que sea posible. Hágale saber que puede
preguntar sobre lo que no comprenda.
6. Puede requerir más práctica que un estudiante normal para dominar una nueva
técnica.
7. Necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos con la experiencia previa.
Si lee para obtener información o para practicar, tiene que hacerlo en libros que
estén al nivel de su aptitud lectora en cada momento.
Tiene una dificultad tan real como un niño ciego, del que no se espera que obtenga
información de un texto escrito normal. Algunos niños pueden leer un pasaje
correctamente en voz alta, y aún así no comprender el significado del texto.
11. Si es posible hacerle exámenes orales, evitando las dificultades que le suponen
su mala lectura, escritura y capacidad organizativa.
12. Tener en cuenta que le llevará más tiempo hacer las tareas para casa que a los
demás alumnos de la clase. Se cansa más que los demás. Procurarle un trabajo
más ligero y más breve. No aumentar su frustración y rechazo.
16. Permitirle aprender de la manera que le sea posible, con los instrumentos
alternativos a la lectura y escritura que estén a nuestro alcance: calculadoras,
magnetófonos, tablas de datos...
Considero que todo profesional de la enseñanza debería saber algo sobre dislexia y
tener en cuenta estas oraciones en la medida de lo posible. Se evitarían muchos
problemas en las aulas.
El papel más importante que tienen que cumplir los padres de niños disléxicos
quizás sea el de apoyo emocional y social. El niño de be de saber que sus padres
comprenden la naturaleza de sus problemas de aprendizaje. Esto requerirá
frecuentemente el tener que dar al niño algún tipo de explicación acerca de sus
dificultades disléxicas. El mensaje importante que hay que comunicar es que todos
los implicados saben que el niño no es estúpido y que quizá ha tenido que
esforzarse mucho más en su trabajo para alcanzar su nivel actual de lectura y
escritura.
Los padres (y todos los que se relacionan con él o ella) deben dejar muy claro al
niño que puede tener éxito, ya que si el niño "sabe" que no puede tener éxito,
porque así se lo hacen sentir las personas importantes de su entorno, el niño tiene
miedo a intentarlo y como en la profecía que se auto-cumple, hace por fracasar, sin
apenas darse cuenta. Esto complica la tarea del especialista.
El éxito puede implicar una considerable cantidad de trabajo, pero se le hace ver
que se comprende su problema y él va a recibir una ayuda específica a fin de que
pueda superarlo.
Irónicamente, son a veces los padres que han tenido dificultades similares y que
han sufrido mucho en la escuela son los que tienden a ejercer una presión mayor,
consiguiendo un fin diametralmente opuesto al pretendido. Conviene que admitan
su preocupación y compartir con el niño los problemas que tuvieron. Esto le hace al
niño sentirse más normal .
Otra cosa a tener en cuenta son las dificultades prácticas asociadas con la dislexia:
confusiones con las horas del día, equivocaciones respecto del lugar donde se
colocan las cosas, tendencia al desorden, distraibilidad, torpeza en ocasiones,
dificultad en el cumplimiento de las instrucciones ( sino se le dan muy claras y
concretas y se aseguran de que las haya comprendido). Todo esto exige una buena
dosis de paciencia, pero es tan importante como comprender las dificultades
mismas del aprendizaje del lenguaje escrito.