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Código de la Familia
15 enero, 2014 · por Upsabolivia · en Uncategorized
En su trabajo final de grado la graduada de Derecho Stephany Barbery Ruíz plantea este
tema que tiene un impacto psicosocial en la población; siendo Bolivia un país de más de
diez millones de habitantes y con una sociedad que todavía está en proceso de crecimiento
y adaptación a estos nuevos conceptos en cuanto desarrollos científicos, este es sin duda un
tema que vale la pena analizar.
Algo tan delicado como la reproducción humana no es algo que se deba tomar a la ligera,
pero existiendo el problema relativamente común en muchas parejas, como ser la
infertilidad; la figura del vientre en alquiler debe ser un tema que debería estar contemplado
en nuestras leyes, sin embargo no se lo toma en cuenta ni se lo controla, a esto se llama
“vacío jurídico”.
Existen muchos países en el extranjero donde hay leyes acerca de esta práctica ya sea
regulándola o prohibiéndola, o considerando la finalidad altruista o económica de la misma.
Si bien en Bolivia por el vacío jurídico que este tema representa, la falta de regulación
puede llevar a consecuencias con las que se deba lidiar tarde o temprano.
Con una regulación, las familias que recurran a la reproducción asistida mediante el vientre
en alquiler estarían jurídicamente protegidas bajo una norma jurídica que garantice los
derechos tanto del engendrado o concebido, como a los padres genéticos y a la dueña del
vientre.
Una ley sobre el alquiler de vientre debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:
Se debe resguardar los derechos de los concebidos sin hacer distinción de dónde y
cómo se produjo la concepción.
Se debe determinar quienes pueden acceder a las técnicas de reproducción humana
asistida y los motivos por los cuales deberán someterse a un tratamiento de
medicina reproductiva
No se deberá proceder a la transferencia de más de dos embriones por cada sesión al
seno materno.
La obtención de embriones se deberá hacer solamente con fines reproductivos.
Se debe prohibir la congelación de embriones.
La dueña del vientre tiene el derecho a negarse a un aborto cuando la madre o el
padre pidan un aborto.
La dueña del vientre, tiene el derecho de practicarse un aborto, cuando su vida corra
peligro por la continuación del embarazo o el parto.
La dueña del vientre, tiene el derecho a que le sean pagados los gastos médicos del
embarazo, del parto y de un aborto terapéutico en su caso.
La dueña del vientre no tiene derecho a dar ninguna filiación con el hijo o hija por
nacer, así como tampoco tiene derechos sucesorios. Tiene sin embargo el derecho
de adoptar al niño o niña, según los casos que la ley señala.
La dueña del vientre tiene la obligación de practicarse los exámenes médicos, y
otros que se requieran para asegurar la identidad del niño o niña y por la salud de
ésta.
La dueña del vientre tiene el derecho de percibir en forma adelantada y
mensualmente la remuneración económica que ha pactado con los padres biológicos
del niño o niña (salvo que se haya pactado que el alquiler del vientre es gratuito). La
remuneración se hará en forma adelantada de manera mensual y por nueve meses.
En caso de no pago de la remuneración pactada, la dueña del vientre no podrá
interrumpir el embarazo y deberá continuarlo hasta su conclusión. Podrá hacerse
pago por la vía ejecutiva civil, teniendo su acreencia la calidad de privilegiada
Si se pactó que el alquiler del vientre sea privado y confidencial, ambas partes
estarán obligadas a guardar la confidencialidad.
Los padres biológicos, tienen derecho a un régimen de visitas en horarios
convenidos a la dueña del vientre mientras dure el embarazo. También tienen
derecho a pedir los exámenes médicos necesarios para la salud y del niño o niña,
mientras dure el embarazo.
El padre y otros familiares de la dueña del vientre, no tienen ningún derecho ni
obligación con el niño o niña, ni con los padres biológicos. Tienen sin embargo
derechos de perseguir la acreencia no pagada por los padres biológicos, en caso de
que la dueña del vientre fallezca.
La dueña del vientre no podrá ser acusada de infidelidad o adulterio, por el
embarazo por el alquiler del vientre, tiene carácter reservado y confidencial con los
padres biológicos, podrá presentar ante el juez, la documentación necesaria, si es
demandada por divorcio o por perdida de guarda o tenencia de sus otros hijos que
pudiera tener. El juez, deberá disponer la reserva de dichos documentos.
La reproducción asistida pasa por un tema de derechos humanos pero también se debe tener
cuidado porque al final de la historia es vida humana con la que se trata, es urgente que se
entre a debate para legislar esta práctica y precautelar la vida segura y plena de futuros
niños y niñas.
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