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INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA

CONCEPTO

Es la ciencia empírica e interdisciplinaria que se ocupa del crimen, el delincuente, la


víctima y el control social del comportamiento desviado.

El carácter interdisciplinario implica relaciones con:

1. Derecho que trata de la tipificación del hecho y las modalidades de su


enjuiciamiento.
2. La Psicología y la Psiquiatría que estudian la conducta normal y la patológica,
por lo tanto, la conducta delictiva como forma desviante del comportamiento
humano.
3. La Medicina Legal que sirve de puente entre la Medicina y el Derecho.
4. La Sociología que estudia los fenómenos sociales globalmente considerados,
es decir, con independencia de lo que acontece a nivel individual.

PATOGÉNESIS DE LA CONDUCTA CRIMINAL

El delito independiente de su calificación moral, es un hecho humano y como tal, viene


determinado por un juego de fuerzas y factores, unos internos, endógenos y otros
externos, ambientales. Los mismos mecanismos psicológicos que intervienen en la
culminación y descarga de un proceso psíquico cuyos momentos iniciales se remontan
mucho, a veces, en el pasado individual. El delincuente puede ser, y lo es en la
mayoría de las situaciones, un hombre normal y su acción delictiva no es sino una
resultante de su personalidad compleja, en la que es preciso ahondar para poner en
evidencia la raíz de su conducta criminal.

La compresión de la conducta criminal en relación con la personalidad del delincuente


y de la situación en la que se encuentra nos obliga al estudio de los factores
biopsicosociales que configuran dicha personalidad; estudio que abordaremos
mediante la utilización de modelos.
LOS MODELOS EN CRIMINOLOGÍA

MODELOS BIOLÓGICOS

Son muchas variables de tipo orgánico que se han estudiado en los delincuentes.

Entre ellas deben destacarse las siguientes:

1. Factores Genéticos: Comenzó mediante el estudio de árboles genealógicos de


familias de delincuentes. Estudios de concordancia gemelar se encontró una
concordancia de criminalidad del 71% en los monocigóticos frente a un 34% en
los dicigóticos. Los estudios de adopción muestran también un alto riesgo de
desarrollar una personalidad antisocial en los hijos de padres antisociales que
han sido adoptados por familias sanas. En todo caso, López Gómez y Gisbert
Calabuig dicen “el delito no es hereditario, lo que se hereda es la
predisposición al delito”.

2. Factores Neurológicos: A raíz de la epidemia de encefalitis letárgica de Von


Ecónomo, se conocieron muchos niños que desarrollaron conductas
sociopáticas como secuelas de la enfermedad.
Del mismo modo se han publicado frecuentes anomalías
electroencefalográficas inespecíficas (Trazado de tipo “inmaduro”) en
delincuentes. También el llamado Disfunción Cerebral Mínima, suele estar
presente como antecedente infantil en muchos casos.
Todos estos datos podrían sugerir una alteración en los sistemas de mediación
y control de la agresividad, como el sistema límbico y el núcleo amigdalino.

3. Factores Neuroendocrinos: La conducta delictiva de tipo sexual se acompaña a


veces de niveles elevados de andrógenos que aumentan la intensidad del
impulso sexual. Aunque no de sus preferencias.
Del mismo modo, la criminalidad femenina parece ser más frecuente en el
periodo premenstrual, probablemente en relación con el denominado trastorno
disfórico del final de la fase luteínica que puede cursar con irritabilidad e
irascibilidad.

MODELOS PSICODINÁMICOS

Desde la perspectiva psicoanalítica, el delito como cualquier otra conducta humana


(Los sueños, los actos fallidos en la vida cotidiana, los síntomas neuróticos), es la
expresión de conflictos que han sido reprimidos a nivel inconsciente. Dentro de esta
formulación general caben todo tipo de explicaciones que nos pueden hacer
comprensible una conducta individual.

A sí en unos casos, el delincuente será de tipo impulsivo porque el fracaso en su


evolución personal infantil le ha impedido introyectar normas sociales y por lo tanto no
desarrolló un super yo que actúe como instancia censurante de la personalidad; de ahí
que sean sujetos que no pueden tener sentimiento de culpa.
En otras ocasiones, un complejo edípico no superado podrá generar unos
sentimientos de culpa tan intensos que el sujeto sienta impedido a delinquir para ser
castigado en realidad, sería el delincuente por complejo de culpa descrita por Freud.

Fue también mérito de Freud haber formulado su teoría de la frustración – agresión; la


“frustración” de cualquier instinto o necesidad ocasiona una agresividad que es
proporcional a la intensidad de la pulsión frustrada. Esta agresividad puede ser dirigida
inmediatamente contra el objeto o la situación frustrante pero también puede ser
“desplazada” hacia otros sujetos o incluso dirigida contra sí mismo.

El interés mostrado por Freud en la dinámica de las pulsiones se fue desplazando con
sus discípulos hacia el estudio del ego y después de las relaciones objetales arcaicas.
Es desde el marco de esta teoría de las relaciones objetales, de donde surgen
importantes aportaciones, en el sentido de que las carencias afectivas precoces
producen un trastorno de la socialización muy grave con tendencias delictivas.

MODELOS CONDUCTISTAS

Nos han permitido conocer los siguientes hechos:

1. Los comportamientos agresivos son fácilmente aprendidos por los niños a


través de la observación, es decir, mediante el aprendizaje imitativo.
2. La comprobación, por la experimentación animal y la observación de niños, de
la teoría freudiana de la frustración – agresión – desplazamiento.
3. La conducta delictiva puede verse reforzada cuando el sujeto experimenta
sentimientos de placer, dominio, poder, etc; o se siente más vinculado e
integrado en un grupo marginal o llega a construirse en líder del mismo.
MODELOS SOCIOLÓGICOS

La enorme frecuencia de “hogares rotos” en la biografía de los delincuentes, este


hecho debe relacionarse con la teoría de las carencias afectivas precoces y de la falta
de modelo de identificación. Se sabe que la delincuencia es más frecuente en las
zonas deprimidas de los grandes núcleos urbanos.

También sabemos la importancia de la aglomeración en la génesis de la agresividad,


lo que pone en relieve el papel patógeno de los grandes bloques ubicados en barrios
periféricos.

Por último, los modelos de sociedad muy competitivos y ansiógenos, en donde existen
pocas expectativas de futuro para la juventud y una oferta cultural escasa, fomentan la
marginalidad delincuencial, marginalidad que puede constituir un mecanismo
adaptativo para muchos sujetos se encuentran así una forma de integración y de
sentimiento de la propia identidad.

PERSONALIDAD Y DELINCUENCIA

Es obvio que no puede hablarse de una “personalidad típica” en la medida que el


delito se produce en un contexto situacional e implica unos hechos (los constitutivos
del delito) y una relación entre el delincuente y su víctima. Pero este no excluye que
deben citarse dos datos de interés. El primero consiste en que desde los inicios de la
criminología con Cesare Lombroso, médico militar italiano, se estableciera una
tipología criminal, que vamos a recoger seguidamente. Y en segundo lugar, no debe
olvidarse que las más modernas clasificaciones psiquiátricas recogen un tipo peculiar
de personalidad, denominadas antisocial o disocial, que se caracteriza por ser proclive
a la comisión de actos antijurídicos.

La tipología criminal de Lombroso.- está clasificada de interés histórico:

1. Delincuente nato
2. Delincuente loco moral
3. Delincuente epiléptico
4. Delincuente loco
a. Alineado
b. Alcohólico
c. Histérico
d. Alocado
5. Delincuente ocasional
a. Pseudocriminal
b. Criminaloide
c. Habitual
6. Delincuente pasional
Como puede observarse, intenta distinguir la delincuencia no patológica
(ocasional, pasional) de la resultante de enfermedades mentales y además
incluye su célebre concepto del delincuente nato.

LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL
Descrita con este nombre en la nosología de la Asociación Psiquiátrica
Americana (APA) corresponde a la personalidad Disocial de la OMS y con el
concepto de Psicópata frío, desalmado o falta de sentimientos de kurt
Schneider.
Los criterios diagnósticos propuestos por la APA para este tipo de trastorno de
la personalidad son resumidos, los siguientes:
1.- el trastorno debe diagnosticarse en un sujeto de al menos 18 años de edad
y haber comenzado antes de los 15 años, manifestándose por la existencia de
al menos 3 de los siguientes síntomas:
a) Ausentismo escolar frecuente.
b) Fugas nocturnas de hogar ( al menos de dos ocasiones)
c) Peleas físicas provocadas por el sujeto
d) Forzar a alguien tener relaciones sexuales
e) Uso de arma más de una vez
f) Crueldad física con los animales
g) Acciones destructivas deliberada contra la propiedad privada
h) Participación deliberada en actos incendiarios
i) Tendencias a la mentira
j) Comisión de robos y falsificaciones sin enfrentamiento con la víctima
k) Robos con enfrentamiento con la víctima: tirones, robo a mano armada,
amenaza y chantajes.

2.- Patrón de conducta antisocial e irresponsable desde los 15 años de edad,


manifestada, al menos, cuatro de las características siguientes:

a) Incapacidad para mantener un trabajo.

b) Agresividad e irritabilidad.

c) Incumplimiento de las obligaciones económicas

d) Impulsividad y falta de planificación: Vagabundo

e) Tendencia a la mentira como padre.

f) Ausencia de preocupación por la seguridad propia o ajeno ( conducir a altas


velocidades o embriagado).

g) Irresponsabilidad como padre.

h) Falta de remordimiento o sentimiento de culpa.


DEFINICIÓN DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL:

Este tipo de patrón de personalidad se caracteriza por la tendencia inmotivada y


reiterada para la comisión de actos delictivos. Además se ha enséñalo que es cinco
veces más frecuente en parientes biológicos de primer orden de los varones que lo
padecen que en la población general. Riesgo que llega a ser diez veces mayor que
para la población si se trata de parientes biológicos de primer grado de mujeres que
padezcan el trastorno, Si a estos datos se unen los hallazgos derivados de los
estudios de adopción que demuestran que los hijos de padres “antisociales” o
“disocíales” presentan un alto grado de serlo, aunque eduquen en hogares sanos,
apuntan claramente a favor de una etiología genética, que de una u otra forma,
vendría a otorgar cierta vigencia a la teoría de Lombroso.

ENFERMEDAD MENTAL Y DELINCUENCIA

La delincuencia vinculada a la enfermedad mental ha recibido el nombre de


delincuencia patológica. La delincuencia entre enfermos mentales, considerados
globalmente, constituye una pequeña proporción de la criminalidad en general, que
vendría estar en torno al 12% entre varones y el 23% entre las mujeres.

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