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22 de Octubre de 2010

Luna Llena de Libra, UT 01:36 am del 23/10/2010


PLENILUNIO DE LIBRA
(Luna Llena 22/10/2010 a las 22:36 hora local Argentina)

LA VISIÓN INTERNA, EL PRINCIPIO DE CONTINUIDAD

Lo que para todos los seres es la noche, para el hombre disciplinado es tiempo de
vigilia; cuando los hombres velan, es noche para el sabio que ve.

El Sabio está despierto para las cosas sobre las que el hombre corriente está
dormido, y los ojos del Sabio están abiertos para las verdades cerradas para la visión
común, mientras, en sentido contrario, lo que es real para el vulgo, es ilusión para el
Sabio. 1

El hombre puede definirse como una unidad de vida consciente llevada a la


expresión tangible mediante el amor discriminador de Dios. Por las experiencias de su
vida se le presentan innumerables decisiones que van gradualmente del reino de lo
tangible al de lo intangible. A medida que atrae o es atraído por la vida de su medio
ambiente, se hace cada vez más consciente de una serie de valores cambiantes, hasta
que llega a un grado de desarrollo en que el tirón o atracción magnética del mundo
subjetivo y las realidades intangibles mentales y espirituales son más potentes que los
factores que hasta ahora lo han inducido a seguir adelante.

…El alma lo atrae poderosamente, lo cual produce una gran revolución en su vida
entera, considerando la palabra “revolución” en su verdadero sentido de dar una
vuelta completa. Esto acontece actualmente en escala universal en la vida de los
individuos y representa uno de los factores principales que producen la actual potencia
de las ideas experimentadas en el mundo moderno. El poder atractivo del alma aumenta
constantemente y la atracción de la personalidad se debilita paralelamente. 2

En las primeras etapas de la evolución, el alma emplea los cuerpos como centros
de experiencia consciente, y pone el énfasis sobre ellos y la experiencia. Pero a medida
que el tiempo avanza, el hombre llega a ser cada vez más consciente del alma, y la
conciencia que experimenta (como alma en los tres cuerpos) disminuye en importancia,
hasta que finalmente los cuerpos llegan a ser simples instrumentos de contacto
mediante los cuales el alma entra en relación comprensiva con el mundo del plano
físico, con los niveles del sentimiento y de la sensibilidad y con el mundo del
pensamiento. 3
Los tres aspectos de la divinidad se liberan en la tierra mediante una conciencia
encarnada y plenamente desarrollada de un Hijo de Dios. El Plan y el trabajo que
realiza la Deidad consisten en apropiarse conscientemente de la forma y luego volver a
apropiarse conscientemente de la divinidad. 4

El alma y su triple energía (la vida misma que expresa voluntad o propósito, amor
e inteligencia) actúa por intermedio de los siete centros mayores, mientras que los
cuerpos mental y astral actúan por intermedio de muchos centros aunque poseen
también en sí mismos siete centros, contrapartes trasmisoras de los que están en el
cuerpo etérico. Las integraciones que la evolución oportunamente efectúa se llevan a
cabo por intermedio de estos centros. Mediante la elevación de la vibración y por la
actividad de los centros y el consiguiente y subsiguiente desarrollo del mecanismo de
respuesta humano, comienzan a abrirse nuevos canales de acercamiento a la realidad,
aparecen nuevas cualidades de percepción, una nueva sensibilidad a lo que hasta ahora
no ha sido reconocido y nuevos poderes van apareciendo. 5

El hombre altruista, orientado espiritualmente, integra los diversos aspectos de sí


mismo en un todo funcionante; pero el foco de su actividad consiste en contribuir, no
en adquirir, y mediante la actuación de la ley superior, la Ley del Servicio, se integrará
en la civilización prevaleciente no sólo como un ser humano sino también en ese más
amplio y más incluyente mundo de actividad consciente denominado Reino de Dios. 6

En base a lo antedicho podemos inferir que:

El hombre es (desde el punto de vista de la expresión de la fuerza) un conglomerado


de energías antagónicas y un activo centro de fuerzas en movimiento, que cambia
constantemente su enfoque y contiene además numerosas corrientes de energía que
presentan una confusa variedad de interrelación activa, interpenetración, lucha interna e
interdependencia, hasta el momento en que las fuerzas de la personalidad (símbolo de la
divina multiplicidad) son subyugadas o “aplacadas” por el alma dominante. Esto es lo que
realmente se quiere significar al emplear la palabra alineamiento, que es el resultado de:

 El control que ejerce el alma sobre la personalidad, y

 El descenso de la energía del alma al cerebro por conducto de los cuerpos mental
y emocional, produciendo así la subyugación de la naturaleza inferior, el
despertar de la conciencia cerebral a la percepción del alma y un nuevo
alineamiento de los cuerpos.

2
El correcto ordenamiento, de acuerdo al tipo de rayo, de las energías que animan y
despiertan dinámicamente los centros a la actividad, conduce oportunamente a que se
efectúe un alineamiento directo de los centros de la columna vertebral, para que la
energía del alma pueda ascender y descender a través de los centros desde el centro
rector de la cabeza.

Mientras se perfecciona este proceso a fin de que controle el alma, el tipo de rayo
al cual pertenecen los vehículos aparece constantemente, el rayo de la personalidad
comienza a controlar la vida; finalmente, el rayo del alma empieza a dominar al de la
personalidad y a subyugar su actividad.

Con el tiempo, el rayo monádico asume el control, absorbiendo en sí mismo el


rayo de la personalidad y el del alma (en la tercera y quinta iniciaciones) y así
definitivamente se subyuga la cualidad y “permanece sólo Aquel Que Es”. 7

La unificación de las naturalezas superior e inferior traerá resultados que serán


determinados en su campo de expresión por el rayo al cual pertenece el hombre. Estas
condiciones de rayo harán que el hombre encuentre su correcto campo de actividad y
de expresión donde pueda ser útil, ya sea en los sectores político, religioso o
científico, o en otras formas de manifestación divina. 8

Cuando la mente es empleada correctamente, llega entonces a registrar dos tipos


de energía, o dos aspectos de la manifestación de la Vida Una. Registra e interpreta el
mundo de fenómenos; registra e interpreta el mundo de las almas; es sensible a los tres
mundos de la evolución humana, y se hace sensible también al reino del alma. Es el
gran principio mediador en ese intervalo de reconocimiento dual.

Más tarde, se fusionan y unifican en tal forma el alma y su instrumento, que


desaparece la dualidad, y el alma reconoce ser todo lo que es, lo que ha sido y lo
que será. 9

A medida que el séptimo rayo viene a la manifestación se facilita el acercamiento


entre dos reinos superiores, el de los hombres y el de las almas, porque comienza a
desarrollarse el deseado trabajo mágico de producir y establecer relaciones. La tarea
del Rayo del Orden Mágico será desarrollar la sensibilidad hacia uno de esos
Acercamientos mayores que actualmente se intenta realizar. 10

3
La humanidad progresa de una realizada integración a otra; sin embargo la
integración básica del hombre se logra en el reino de la conciencia. 11

¿Que significa Integración? Debido a que tratamos el desarrollo que va


prevaleciendo acrecentadamente en el campo humano, sería de valor definir
brevemente y tratar de comprender una o dos de sus principales implicaciones.

La integración debe considerarse como un paso esencial antes de pasar (en plena
conciencia vigílica) al quinto reino o espiritual. Consideramos al cuerpo físico como
un conjunto activo de órganos físicos, que tiene cada uno su propio deber y propósito y
cuando están combinados y actúan al unísono constituyen un organismo viviente.
Muchas partes forman un todo, funcionando bajo la dirección del Pensador consciente
e inteligente, el alma, en lo que al hombre respecta.

Al mismo tiempo esta forma consciente va llegando paulatinamente a un punto en que


es deseable integrarla en un todo mayor, lo que finalmente se logra también en la
conciencia vigílica. Este proceso de asimilación consciente se lleva a cabo en forma
progresiva, integrando gradualmente la parte, desde la familia, la nación, el orden social, la
civilización actual, el mundo de las naciones y por último la humanidad misma. Por lo
tanto, esta integración es de naturaleza física y también una actitud mental. La conciencia
del hombre se despierta gradualmente para que reconozca esta relación de la parte con el
todo y la implícita interrelación de todas las partes dentro de la totalidad.

La humanidad evolucionada que se halla en el Sendero de Probación está fusionando


los tres aspectos divinos en un todo denominado personalidad. Millares de individuos
recorren hoy ese Sendero y actúan, sienten y piensan simultáneamente, convirtiendo estas
funciones en una sola actividad, síntesis de la personalidad que se logra en el Sendero del
Discipulado bajo la dirección de la entidad que mora internamente, el hombre espiritual.
Esta integración significa alineamiento y —una vez realizado— pasa oportunamente por un
proceso de reorientación el cual le revela, mientras va cambiando lentamente su
orientación, el Todo aún mayor, la humanidad. Más tarde en el Sendero de Iniciación
aparecerá ante su visión el Todo del cual la humanidad misma es sólo una expresión. Este
es el mundo subjetivo de la realidad en el cual comenzamos a entrar en forma definida a
medida que nos hacemos miembros del Reino de Dios.

4
En el Sendero de Probación, el hombre empieza a servir conscientemente a la
humanidad aunque lo hace únicamente durante las últimas etapas a través de su personalidad
integrada, y de esta manera la conciencia de un todo mayor y más amplio reemplaza
gradualmente su conciencia individual y separatista. Sabe que él es sólo una parte.

En el Sendero del Discipulado el proceso de integrarse al Reino de Dios, el Reino


de las Almas, continúa hasta recibir la tercera iniciación. 12

La Jerarquía se ocupa hoy principalmente de dos tendencias divinas (la tendencia


a la síntesis y a la visión). Su consigna es unificación y visión. Estos desarrollos
producirán en la humanidad la integración del alma con la personalidad y el despertar
de esa visión interna la cual permitirá que un destello de la Realidad penetre en la
conciencia del hombre. Esto no es un destello de su propia divinidad, o sentir a Dios
como Creador, sino un destello de la divinidad inherente en el Todo a medida que
desarrolla un esquema más vasto del proceso evolutivo de lo que hasta ahora ha podido
ser captado o presentido por las mentes más agudas de la tierra. Concierne a la visión
que se otorga al hombre que alcanza el Nirvana y entra en la primera etapa de ese
interminable Sendero que conduce a la belleza, a la comprensión y al desarrollo aún no
alcanzados por la visión interna humana más elevada.

La visión está siempre ante nosotros; elude nuestra comprensión; ronda nuestros
sueños y nuestros elevados momentos de aspiración. Sólo cuando el hombre pueda
actuar como alma y dirija su desarrollado ojo interno externamente al mundo de los
fenómenos e internamente al mundo de la realidad, comenzará a presentir el verdadero
objetivo y propósito de Dios, a obtener una breve vislumbre del propio canon de Dios y
del Plan, de acuerdo al cual voluntariamente condiciona Su propia Vida, para lo cual es
esencial el Eterno Sacrificio del Cristo cósmico. 13

Esta cualidad de la visión interna con la cual la Jerarquía trata de actuar y


desarrollar en las almas de los hombres, es una expresión del Principio de
Continuidad, cuyo reflejo ha sido distorsionado en la palabra tan a menudo empleada
por los discípulos: Duración. Este Principio de Continuidad constituye la capacidad
de Dios para persistir y “permanecer”. Es un atributo del Rayo cósmico del Amor.
No olvidemos que los siete rayos son subrayos del Rayo cósmico del Amor. Estos
principios determinan las actividades del alma y pueden entrar en acción sólo cuando
el reino de Dios o de las almas comienza a materializarse en la tierra.
5
El Principio de Continuidad está basado en una visión más clara de la Deidad y en
la consiguiente continuidad del plan y del propósito de Dios, que surgen cuando el
objetivo es claramente percibido por Él y desarrollado a través de un delineamiento
sencillo y formulado. Es la analogía macrocósmica de la continuación y continuidad
que se hallan en el hombre cuando —después de una noche de sueño e inconsciencia—
emprende su actividad diaria y reasume conscientemente las actividades planeadas.

Por lo tanto, podrá verse en qué forma el trabajo de la Jerarquía, en conexión con
el género humano, se divide en dos partes:

 el trabajo que efectúa con los seres humanos individualmente, a fin de despertar
en ellos la conciencia del alma,

 el trabajo que realiza con ellos como almas, para que (actuando en los niveles
del alma y como entes conscientes en el Reino de Dios) puedan comenzar a
visualizar el objetivo de Dios Mismo.

Sólo ahora es posible realizar en amplia escala la segunda parte de Su esfuerzo a


medida que los hombres empiezan a responder a la tendencia de la síntesis y a
reaccionar al divino principio de coherencia, de manera que (estimulados por sus
relaciones grupales) puedan en forma unida presentir la visión y reaccionar al
Principio de Continuidad.

Aquí se da un indicio del verdadero y futuro propósito de la meditación grupal. 14

1
Bhagavad Gita – Annie Bessant, Pág. 29.
2
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo I , Págs. 267 / 68.
3
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 269.
4
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 284.
5
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 362.
6
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 296.
7
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 289.
8
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 366.
9
Tratado sobre Magia Blanca, Pág. 281.
10
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 236.
11
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 296.
12
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 297.
13
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 206
14
Tratado sobre los Siete Rayos - Tomo II , Pág. 208

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