“Afuera del salero” Mateo 5:13 En base a los que hemos leído de nuestro pasaje original y lo que recién
acabo de describir, podemos sacar perfectamente la idea para el mensaje
A cuantos de nosotros no nos ha pasado la desagradable experiencia
de hoy.
de querer sacar sal de un salero y no sale. Nos incomoda y nos obliga a
sacar la sal de la forma no correcta, el destapar el salero, derramar y sacudir
el salero para poder obtener lo que queremos.
En el mensaje de esta mañana es exactamente lo que vamos a hacer
ya que en el pasaje que hemos leído nos dice que nosotros los cristianos
somos la Sal de la Tierra, y Dios está interesado en nosotros seamos los que
le demos sabor a este mundo agrio en que vivimos.
Para poder ilustrar mejor los beneficios de la sal, el uso de la misma y
sus propiedades voy a mencionar algo que he rescatado de un periódico que
habla precisamente de eso.
“La sal es considerada como un ingrediente insustituible, deseado y al
mismo tiempo rechazado, es un sazonador de primer orden. Nada puede
darle sabor a las comidas más que la sal.”
 En la antigua Roma el valor de la sal era tal
 Que se utilizaba como medio de intercambio comercial, no en balde
la palabra latina para ese pago es llamado SALARIO.
 La sal es necesaria en el cuerpo para que el intestino delgado pueda
absorber correctamente los alimentos.
 Sin la intervención de la sal, los músculos, el corazón y sistema
nervioso no pueden realizar su trabajo.
 La carencia de sal puede resultar tan prejudicial así como también el
exceso de la misma. Cada una de las células necesitan de sodio para
funcionar.
La Sal es en realidad cloruro de sodio en estado puro, por lo tanto
aporta cloro y sodio al organismo, dos minerales imprescindibles para que el
cuerpo humano funcione correctamente.
La sal además es un excelente persevante de los alimentos, es la mejor
forma de cocinar y conservar todos los valores nutritivos de los alimentos.
¡Sin sal, por más que usemos todos los condimentos, las comidas no
tendrán sabor!
Jesucristo dice: SOMOS LA SAL DE LA TIERRA
 ¿Cuál sería entonces nuestra función en la tierra?
 ¿Cuál sería la intención de Cristo en decirnos que somos la sal de la tierra?
 ¿Cuál es el salero?
1. Darle sabor a la tierra con el evangelio.
a. El mundo está lleno de sinsabores y decepción. 1 Jn.2:15-17
b. El mundo deja sabor amargo.
c. El mundo nos hace que le perdamos el sabor a las cosas.
1 Ti.6:10
2. Poseemos el ingrediente necesario aunque algunos lo rechacen.
a. Nosotros como hijos de Dios tenemos lo que el mundo
necesita y anda buscando: VICTORIA. 1 Jn.5:4-5
b. Nosotros como iglesia debemos de entender que no todos
lo aceptarán aunque lo necesiten. 2 Co.4:3-4
c. Pero los que lo hagan serán transformados. Ef.2:12-14
3. Por lo tanto la sal no puede mantenerse en el salero (la iglesia)
a. Para eso es necesario que salgamos del salero. Hch.1:8
b. Sal que permanece en el salero se hace piedra.
c. Por convertirse en piedra, cuesta que salga.
d. Dios tendrá que sacudir el salero. Hch.8:1-6
e. Dios tendrá que abrirle agujeros al salero.
f. Dios tendrá que abrir completamente el salero.
4. El día que la sal pierda su sabor, no sirve más para nada, lo mismo con la iglesia…
a. Que eso nunca ocurra con nuestra iglesia. Mt.5:13
b. Que ninguno perdamos el sabor que ahora poseemos.
c. Que nunca dejemos de sazonar el mundo en que vivimos.
Que si algún día nos negaremos a darle sabor al mundo, que también
nosotros vivamos vidas amargadas. Salmo 137:5-6