Una colaboración con

INTERNATIONAL WEEKLY
2 AL 8 ABRIL DE 2018
Copyright © 2018 The New York Times

Suecia dice
adiós a roles
de género
Por ELLEN BARRY
ESTOCOLMO — Algo andaba
mal con los pingüinos, la generación
entrante de pequeños en la Escuela
Preescolar del Navegante, en un su-
burbio boscoso al sur de Estocolmo.
Los niños eran ruidosos y activos.
Gritaban y daban golpes. Las niñas
levantaban los brazos y lloriquea-
ban para que las cargaran. El grupo
de pequeños de entre uno y dos años
se había dividido a lo largo de líneas
tradicionales de género. Y en esta es-
cuela, eso no está bien.
Sus maestros retiraron los autos
de juguete y las muñecas del aula.
Pusieron a los varones a cargo de la
cocina de juguete. Hicieron que las
niñas practicaran gritar “¡no!”.
Aunque los investigadores siguen
divididos sobre si las diferencias de
género están arraigadas en la biolo-
gía o en la cultura, muchas escuelas
de preescolar de Suecia financiadas
por el Gobierno están haciendo to-
do lo posible por deconstruirlas. El
plan de estudios del Estado exhorta
a maestros y directores a acoger su
papel como ingenieros sociales, al AGNES LEE

Fatal huida de norcoreanos

exigirles que “contrarresten los roles
tradicionales de género y los patro-
nes de género”.
En muchas escuelas suecas de
nivel preescolar, es normal que los
maestros eviten hacer referencia al
género de sus alumnos. Los juegos se
organizan para evitar que los niños
se clasifiquen a sí mismos con base
en género. Un pronombre de género
neutro, “hen”, fue introducido en el
2012 y rápidamente fue absorbido en
la cultura sueca convencional.
Aún no está claro cómo afecta
exactamente este método de ense-
ñanza a los niños. Uno de los pocos
Continúa en la página 5
Por JANE PERLEZ and SU-HYUN LEE
BEIJING — La señora Choi estaba
preocupada por su hermana que vivía
en Corea del Norte.
La última vez que hablaron, dos me-
ses antes, su hermana se escuchaba
desesperada. Contó que había sido en-
carcelada y golpeada. Dijo que quería
reunirse con Choi en Corea del Sur.
Comentó que llevaría veneno con-
sigo, para suicidarse en caso de ser
capturada.
Para Choi, una abuela de 63 años, lo-
grar que el resto de su familia llegara
a Corea del Sur era lo más importante
que le quedaba en la vida. Ella misma
había huido de Corea del Norte 10 años
antes. Su hijo también lo había hecho,
igual que la hija de su hermana, ahora
una estilista viviendo cerca de ella en
Seúl, la capital sureña.
Choi anhelaba reunirse con su her-
mana, una modista de 50 años con su
propio negocio en casa, y también con
el sobrino que había dejado en Corea
del Norte, actualmente de 28 años.
Quería llevarlos a un lugar seguro, fue-
ra del alcance del Gobierno que había
arrestado a su esposo, su cuñado y su
yerno como sospechosos de ayudar a
personas a salir del país. Habían sido
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INTELIGENCIA EL MUNDO DINERO Y NEGOCIOS ARTE Y DISEÑO

La esperanza ahora Aumenta tuberculosis Latinoamérica forja sus ¿Puede Steven Spielberg
brota en Francia. PÁG. 2 en Venezuela. PÁG. 3 propios tratos. PÁG. 6 volver a emocionar? PÁG. 8