Segunda etapa • Año 10 Martes 3 de noviembre de 2015

Nº

574

EL ARBITRAJE
Autonomía, transparencia y seguridad
ESPECIAL

Pág. 2 Pág. 3 Págs. 4-5 Págs. 6-7 Pág. 8

Las modificaciones a la Ley El arbitraje con el Estado: por la Institucionalización del arbitraje Anotación de la existencia La motivación
de Arbitraje, a propósito del senda de la transparencia y de popular en el Perú. Un revival del del proceso arbitral en los del laudo arbitral.
reciente D. Leg. 1231. la publicidad. arbitraje como acceso democrático Registros Públicos. Rafael Medina
Mario Castillo Freyre Jackson R. Gallardo Aguilar a la justicia. Carlos Castillo Rafael Javier Anaya Castillo Rospigliosi
2 suplemento de
análisis legal
LAS MODIFICACIONES A LA LEY DE ARBITRAJE
Innovaciones necesarias
MARIO
CASTILLO
FREYRE
Jurista. Abogado
y árbitro de
la Cámara de
Comercio de Lima,
OSCE y AMCHAM.
E
l Decreto Legislativo Nº 1071 (que
regula el arbitraje en el Perú; y en
adelante, la Ley), ha sido modifi-
cado por el Decreto Legislativo Nº
1231, publicado el 26 de septiembre
pasado. Así, se cambiaron sus artículos 20,
28, 39, 47, 56, y la Primera, Cuarta, Quinta y
Sexta Disposiciones Finales. A continuación
mis apreciaciones generales sobre algunas de
estas normas.
Función del árbitro
En el artículo 20 de la Ley, que regula el tema
de la capacidad que debe poseer una persona
para ser árbitro, se incluye como nueva cau-
sal de impedimento para ejercer la función,
cuando la persona haya recibido condena
penal firme por delito doloso.
Esta adición es importante, ya que uno de
los problemas que ha enfrentado el arbitraje
en el Perú es el de la corrupción. Esta nueva
causal, sin duda, constituye un impedimento
para todas aquellas personas que quieran
ejercer tan delicada e importante función y
cuenten con antecedentes delictivos.
Por otro lado, en torno a la recusación, se
produce una adición en el inciso 3 del artí-
culo 28 de la Ley y el árbitro también podrá
ser recusado si no posee las calificaciones
establecidas por el reglamento de la insti-
tución arbitral. Esta adición llena un vacío
que existía en la Ley, pues ahora no solo se
hace referencia a que un árbitro podrá ser
recusado si concurren en él circunstancias
que den lugar a dudas justificadas sobre su
imparcialidad o independencia, o si no posee
las calificaciones convenidas por las partes
o exigidas por ley, sino que dado el creciente
número de procesos arbitrales institucionales
que existen en nuestro país se adiciona esta
causal de recusación.
No obstante, creemos que sin ella también
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Martes 3 de noviembre de 2015 ESPECIAL
(i) no imposibilita la extensión de asientos
registrales en la partida registral; y, (ii) otorga
prioridad y prevalencia respecto de cualquier
asiento registral posterior con dicha anota-
ción, cuyo contenido sea incompatible con
el laudo inscrito. En ese entender, me parece
oportuno que se dé publicidad registral a la
existencia de estos procesos arbitrales, ya
que con ello los titulares de los derechos que
figuran inscritos en los Registros Públicos
podrían tomar conocimiento de la existencia
del proceso y así proteger sus intereses, si fuese
el caso que tales personas no formaran parte
del proceso arbitral.
Por otro lado, se regula un tema que cons-
tituye una novedad muy positiva, y es que la
Quinta Disposición Final ahora prescribe
que los laudos que se emitan en procesos ar-
bitrales donde el Estado sea parte, deben ser
remitidos por la entidad estatal o empresa del
Estado participante en dicho proceso, en un
plazo no mayor a treinta días calendario, al
Organismo Supervisor de las Contrataciones
del Estado (OSCE) para su publicación en su
portal institucional. Esto, sin duda, resulta
favorable, pues existe abundante doctrina
contenida en los laudos que merece ser es-
tudiada y tenida en cuenta. Asimismo, se
incentiva la transparencia y conocimiento
público de los laudos, además de su predic-
tibilidad, principio de suma importancia a
efectos de no encontrar decisiones disímiles
que versen sobre temas parecidos y que hayan
sido emitidas por el mismo árbitro. En suma,
se coadyuvará a la unificación de criterios en
materia de resolución de conflictos en donde
el Estado sea parte.
se podía llegar a recusar a un árbitro que no
Elección estratégica cumpliera con tales calificaciones. El arbitraje popular
Con la modificación, el arbitraje popular será
En suma, se irregularidades y Proceso arbitral institucional y decidido en derecho por un
trata de cambios malos manejos. El artículo 39 de la Ley regula el tema de la árbitro único o tribunal colegiado. Su organi-
positivos, Empero, lo más demanda y la contestación, y se ha añadido el zación y administración estará a cargo de una
que realizan trascendente será inciso 5, que establece que cuando la demanda institución arbitral, conforme a los términos
importantes elegir bien a los o la reconvención versen sobre actos o dere- y las materias arbitrables que se establecerán
precisiones que árbitros, de cuyo chos inscribibles en los Registros Públicos, en el decreto supremo correspondiente, el
fortalecen el profesionalismo, el Tribunal Arbitral solicitará (dentro de los que será expedido en un plazo no mayor de
arbitraje, para experiencia y cinco días hábiles posteriores a la admisión noventa días calendario, contado desde la
que cada vez conocimiento de la demanda o la reconvención) la anota- publicación del decreto que modifica la Ley.
tenga menores dependerá el ción de la existencia del proceso arbitral en Es importante que se refuerce el llamado
espacios que éxito de un la partida registral vinculada con la eventual arbitraje popular. Se busca, pues, difundir
den origen a proceso. ejecución del laudo. esta institución y que pueda ser utilizada por
Este hecho tiene dos importantes efectos: más ciudadanos.Z
Las opiniones vertidas son de exclusiva
responsabilidad de los autores.
Sugerencias y comentarios:
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ESPECIAL Martes 3 de noviembre de 2015
suplemento de
análisis legal 3

POR LA SENDA DE LA TRANSPARENCIA Y LA PUBLICIDAD

Arbitraje con el Estado

JACKSON R.
GALLARDO
AGUILAR
Más precisiones
Abogado. Subdirector
El Decreto Legis- cional.
de procesos arbitrales de lativo Nº 1231 fija Antes, si bien se
la Dirección de Arbitraje que en los pro- regulaba en la
Administrativo del OSCE.
cesos arbitrales Ley de Arbitraje
en que el Estado que los laudos en
haya sido parte, la que participara el
entidad estatal o Estado eran pú-

N
o cabe duda de que la participación
del Estado en el arbitraje resulta
singular y trascendente debido,
entre otras razones, a su especial
naturaleza: ser el representante
del interés y de los fondos públicos cuya titularidad
detenta la sociedad en general.
Dicha particularidad ha traído como conse-
cuencia que el histórico y arraigado “principio” de
confidencialidad tome su debida posición frente a
la publicidad y transparencia en el arbitraje, con el
propósito de hacer efectiva la rendición de cuen-
tas, el acceso a la información y la participación
ciudadana en el quehacer nacional.
En ese orden de ideas, consideramos que la
norma contenida en la Quinta Disposición Final
–incorporada a la Ley de Arbitraje por medio
del Decreto Legislativo N° 1231–, si bien tiene
un propósito loable, no cumpliría con eficiencia
el objetivo de lograr la publicidad de los laudos
que se emitan en los procesos arbitrales donde
participe el Estado, por las razones que exponemos
a continuación.
Una mirada a la historia
Una norma similar a la contenida en la Quinta
Disposición Final ha existido desde 2004 en la
normativa especial de contrataciones del Estado, la
cual no alcanzó su finalidad debido al alto índice
de incumplimiento que presentó.
Así, en el artículo 53 del TUO de la Ley de
Contrataciones y Adquisiciones del Estado (1)
se dispuso que el laudo debía ser remitido “al
Consucode para su registro”, precisándose en el
artículo 289 de su reglamento(2) que el árbitro
único o tribunal arbitral debía cumplir con dicho
precepto. Norma similar fue contemplada en la
Ley de Contrataciones del Estado vigente desde
el 1 de febrero de 2009(3).
Sin embargo, al no haberse establecido en
dichas normas consecuencia alguna frente a su
incumpliendo ni haberse otorgado facultades al
OSCE para asegurar su debida observancia, estas
fueron “poco atendidas” al grado que en 2011 solo
se habían registrado 250 laudos(4).
Creemos que la experiencia descrita líneas
arriba no ha sido tomada en consideración al
elaborar la norma que comentamos(5), ya que si
bien se ha preceptuado que “la entidad estatal o
empresa del Estado” es la responsable de remitir
servancia? Creemos que serán los órganos del
SOMOS DE LA Sistema Nacional de Control los encargados de
OPINIÓN QUE NO realizar el seguimiento debido a las entidades, a
RESULTA ADECUADO fin de verificar el efectivo cumplimiento de esta
disposición legal.
NI SISTEMÁTICO QUE Asimismo, en 2012 la Ley de Contrataciones
OSCE SE ENCARGUE del Estado fue modificada y trajo como conse-
DE PUBLICAR cuencia que en la actualidad los laudos sean noti-
ficados por los árbitros mediante su registro en el
TODOS LOS LAUDOS Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado
EMITIDOS EN (SEACE). A la luz de la norma que comentamos
nos preguntamos: ¿significa que hoy existiría una
LOS PROCESOS “doble obligación” –una a cargo de los árbitros y
ARBITRALES DONDE otra de la entidad– para alcanzar el mismo fin,
PARTICIPA EL es decir, la publicidad de los laudos?
ESTADO... Laudos y la publicidad
Somos de la opinión que no resulta adecuado ni
los laudos a OSCE, lamentablemente no se ha sistemático que OSCE se encargue de publicar
establecido sanción o consecuencia alguna en todos los laudos emitidos en los procesos arbitrales
caso los obligados a cumplirla no lo hagan. en los que participa el Estado independientemente
Entonces, ¿cómo asegurar su efectiva ob- del ámbito al que se refiera, ya que sus facultades
empresa del Esta- blicos, dicha regla
do, de ser el caso, lo regulaba solo la
deberá remitir el Ley de Contrata-
respectivo laudo ciones del Estado
arbitral, en un y su reglamento,
plazo no mayor a dándose un plazo
30 días calenda- de cinco días há-
rio, al OSCE para biles de notificado
su publicación en el laudo para su
el portal institu- remisión al OSCE.
se circunscriben solo a las contrataciones del
Estado(6). Así, arbitrajes en temas de inversión,
concesiones y expropiaciones, por ejemplo, esca-
pan de su competencia.
Siendo ello así surgen interrogantes: ¿cómo se
compatibilizará el sistema de registro de laudos
del régimen general de contrataciones del Esta-
do –que se vincula con los procesos de selección
convocados en el SEACE– con la publicación de
laudos referidos a otros ámbitos del quehacer
estatal?, ¿OSCE contará con facultades para exigir
a las entidades la remisión de laudos en temas que
escapan de su competencia?(7), ¿no resultaría más
eficiente “centralizar” la publicación de los laudos
en el Portal del Estado Peruano?
Creemos que las respuestas a estos y otros
cuestionamientos podrían fijar un mejor rumbo
en el propósito de publicitar las decisiones arbi-
trales en las que el interés y los fondos públicos
están presentes. ◗
[1] Aprobado por DS N° 083-2004-PCM, vigente hasta el
31 de enero de 2009. [2] Aprobado por DS N° 084-2004-
PCM, vigente hasta el 31 de enero de 2009. [3] Aprobada
por DL N° 1017, que derogó al DS N° 083-2004-PCM. [4]
No obstante, gracias a las acciones llevadas a cabo desde
el año 2012 por la actual gestión del OSCE, hoy se cuenta
con más de 3,000 laudos publicados en el portal web ins-
titucional, los cuales son de acceso público y gratuito. [5]
Nos informan que el proyecto de esta norma no fue puesto
en conocimiento de OSCE a fin de emitir alguna opinión
al respecto. [6] Es decir, a las contrataciones que deben
realizar las Entidades para proveerse de bienes, servicios
u obras asumiendo el pago del precio o de la retribución
correspondiente con fondos públicos. [7] En la nueva Ley
de Contrataciones del Estado, aprobada por Ley N° 30225,
se ha otorgado por primera vez al OSCE facultades para
exigir a los árbitros e instituciones arbitrales los laudos que
se emitan solo en temas de contrataciones del Estado.
4-5 suplemento de
análisis legal
INSTITUCIONALIZACIÓN Y ACCESO DEMOCRÁTICO A LA JUSTICIA
El arbitraje
popular CARLOS
CASTILLO RAFAEL
Abogado. Coordinador del
Programa de Arbitraje Popular y
coordinador administrativo del
Centro de Arbitraje Popular Arbitra
Perú del Minjus.
E
n nuestro país, el arbitraje ha sido
regulado por diversas fuentes nor-
mativas: el Código de Santa Cruz de
Procedimientos Judiciales (1836),
el Código de Enjuiciamientos en
Materia Civil (1852), el Código de Procedi-
mientos Civiles (1912), el Código Civil (1984), el
Código Procesal Civil (1993). Luego, por leyes
especiales: el Decreto Ley N° 25935 (1992), la
Ley N° 26572 (1996), y el actual D. Leg. N°
1071 (2008). Sin olvidar que recibe mención
expresa en varias Constituciones a lo largo
de la República.
A pesar de esta abigarrada normativa, prue-
ba de su importancia para el derecho peruano,
el arbitraje ha permanecido extrañamente
de espaldas al gran público, alejado de sus
necesidades y ajeno a sus intereses. Frente
al éxito indudable y motivador del arbitraje
comercial, el de inversiones e incluso el relativo
a contrataciones con el Estado, el arbitraje de
baja cuantía (más próximo a ser usado por el
ciudadano para evitar judicializar su contro-
versia) no ha logrado el mismo arraigo en la
población como tampoco entre los árbitros e
instituciones arbitrales.
Pero esa historia de desencuentro entre
la justicia arbitral y las mayorías emergen-
tes de nuestra sociedad empezó a escribir
un capítulo distinto cuando, en virtud de
la primera Disposición Final del D. Leg. Nº
1071, se constituye el arbitraje popular y se
declara: “… de interés nacional el acceso al
arbitraje para la solución de controversias de
todos los ciudadanos”.
Desde entonces, el arbitraje del pueblo (para
la RAE “popular” significa “perteneciente o
relativo al pueblo”, “que es peculiar del pue-
blo o procede de él”) ha tenido un derrotero
esforzado, lleno de retos y posibilidades.
Martes 3 de noviembre de 2015
QDesde 2009 hasta setiembre de 2015,
Impacto previsto ha tramitado 355 expedientes arbitrales: 20
(2009), 15 (2010), 20 (2011), 51 (2012), 67 (2013)
Con el D. Leg. Nº guridad jurídica, 101 (2014) y 81 (hasta setiembre de 2015).
2131 el arbitraje que junto con
popular se for- la autonomía QAun cuando la mayoría de los arbitrajes
talece como un de la voluntad versan sobre materias no cuantificables (como
arbitraje impor- de las partes, la desalojo), sin embargo, la cuantía totalizada
tante, alentando observancia del de esos expedientes, tramitados entre 2009 y
-o democrati- debido proceso y julio de 2015, asciende a la suma de 4 millones
zando- su uso el reconocimiento 484,037 nuevos soles.
por el público en constitucional de
general, a costos su jurisdicción QLos arbitrajes pueden concluir de distin-
adecuados. son los valores tas maneras. La forma convencional es con la
Otras de las con- rectores del arbi- expedición del respectivo laudo, que resuelve
clusiones de esta traje. Finalmente, el fondo de la controversia o da mayor eficacia
nueva legislación la Superinten- jurídica a un acuerdo entre las partes. Pero no
es que el Estado, dencia Nacional menos infrecuente son los casos cuya conclu-
de manera pon- de los Registros sión se debió a una transacción entre las partes
derada, apuesta Públicos (Sunarp) o porque el demandante alcanzó satisfacer
por una modi- adquiere medidas sus pretensiones y se desistió del arbitraje.
ficatoria que, normativas que Además, se dan situaciones de improceden-
aunque perfecti- le permitirán cia, exceso de cuantía (el centro de arbitraje
ble, es respetuosa afianzar sus popular solo puede tramitar controversias
de la naturaleza y acciones para cuya cuantía no supere las 20 UIT) o falta de
características del evitar y enfrentar pago de los honorarios arbitrales que motiva
arbitraje; mejora, el fraude arbitral a poner fin al arbitraje. Por esta razón, de los
asimismo, la se- en el país. 274 arbitrajes administrados en el período
2009-2014 solo 104 terminaron con laudo.
QDe los 104 laudos resueltos en derecho,
El primer paso fue el desarrollo de un marco ninguno de ellos ha sido anulado judicial-
normativo propio, constituido por el DS Nº 016- mente.
2008-JUS (que crea el Programa de Arbitraje
Popular sustentado “en la necesidad de ofrecer QEl tiempo promedio para alcanzar un
masivamente a la sociedad un medio alternativo laudo es de seis a siete meses, aproximada-
de solución de controversias dentro de las mate- mente.
rias de mayor demanda…”); y la RM Nº 0639-
2008-JUS (que aprueba el estatuto y reglamento QLas partes que acuden al Centro de
arbitral del Centro de Arbitraje Popular Arbitra Arbitraje Popular Arbitra Perú deben pagar
Perú del Ministerio de Justicia, con el objetivo de los gastos administrativos y el honorario del
“ofrecer a la población, vía el arbitraje popular, árbitro. Con respecto a lo primero, tales gastos
un medio alternativo para la solución de sus son fijos y equivalen al 1.42% de la UIT (de
controversias a costos adecuados”). conformidad con la RM Nº 0655-2008-JUS).
El arbitraje popular en cifras
En relación con el honorario arbitral, este varía
según la cuantía del petitorio de la demanda,
EL HABER DEFINIDO AL ARBITR
Una de las variables para medir el desarrollo de acuerdo con la tabla de aranceles (aprobado INSTITUCIONAL Y NO SOLO CO
del arbitraje popular es la actividad desplegada por Resolución Ministerial Nº 0639-2008-JUS). PERDURABILIDAD E IDENTIDA
por el Centro de Arbitraje Popular Arbitra Perú Por ejemplo, si la controversia versa sobre
en estos siete años de funcionamiento. Aquí una materia no cuantificable el honorario del MEJOR DEFINE LO POPULAR: C
algunas cifras que esa actividad viene dejando: árbitro único es de 300 nuevos soles; si frente DE LA MAYOR CANTIDAD DE CI
 ESPECIAL

Perdurabilidad e identidad
El haber definido al
arbitraje popular como
un tipo de arbitraje
institucional y no
solamente como un
programa permite darle
una mayor perdurabilidad
e identidad a este arbitraje,
ya no en función de
administrar o resolver
controversias de baja
cuantía, sino en razón
del criterio que mejor
define lo popular: costos
módicos que permitan
la accesibilidad de la
mayor cantidad de
ciudadanos a la justicia
arbitral, como mecanismo
alternativo de resolución
de conflictos de carácter
heterocompositivo.
La modificatoria revalora
el arbitraje popular
como aquel arbitraje que
democratiza el acceso a la
justicia de los peruanos;
como aquel arbitraje que
hace del prefijo demos,
(pergeñado en la palabra
griega demokratia)
y de su traducción latina
populus, un sujeto que
ejerce su libertad de elegir
y pactar la justicia arbitral,
así como de asumir su
condición de agente de
cambio social y cultural,
al hacer del arbitraje
una práctica más de una
democracia deliberativa.
Dependerá del nuevo
decreto supremo trazar
los detalles que asumirá
el nuevo arbitraje popular
para lograr
su institucionalización
definitiva mediante
centros de arbitraje
a cargo del Ministerio
de Justicia, de
representantes de la
sociedad civil y de otras
entidades públicas.
Igual como en el caso
de la modificatoria,
esperamos colaborar con
dicho decreto en pro de un
arbitraje del pueblo, por el
pueblo y para el pueblo.

RAJE POPULAR COMO UN TIPO DE ARBITRAJE
OMO UN PROGRAMA PERMITE DARLE UNA MAYOR
D A ESTE ARBITRAJE, EN RAZÓN DEL CRITERIO QUE
COSTOS MÓDICOS QUE PERMITAN LA ACCESIBILIDAD
IUDADANOS A LA JUSTICIA ARBITRAL...
al mismo caso interviene un tribunal arbitral
integrado por tres árbitros el honorario total
asciende a 600 nuevos soles. Por otro lado,
cuando la controversia versa sobre materia
cuantificable, cuyo valor es de 20 UIT, el ho-
norario del árbitro único es de 2,800 nuevos
soles; en cambio, si interviene un tribunal
arbitral colegiado el honorario total asciende
a 3,600 nuevos soles.
Q Los árbitros son quienes resuelven el
conflicto tras considerar los argumentos de
ambas partes, por lo cual es decisivo contar
con un amplio número de árbitros para que
pueda distribuirse adecuadamente los expe-
dientes arbitrales, evitar conflictos de intereses
o la configuración de causales de recusación.
Paulatinamente, la nómina de árbitros incor-
porados al Centro de Arbitraje Popular Arbitra
Perú ha crecido cada año, llegándose a 131 en la
actualidad, entre los cuales destacan árbitros de
reconocido prestigio en el arbitraje comercial y
en el de contrataciones con el Estado.
De programa a tipo de arbitraje
Suele hablarse de clases de arbitraje (Cf. El
Derecho de Arbitraje Peruano, artículo del
Dr. Carlos Alberto Matheus López) o tipos de
arbitraje (Cf. Los tipos de arbitraje regulados
en nuestra legislación, artículo virtual del
Dr. Oswaldo Hundskopf) para referirse a los
arbitrajes: de derecho, de conciencia, ad hoc,
institucional, voluntario, forzoso, nacional,
internacional, etcétera.
Sin embargo, con respecto al arbitraje po-
pular, el D. Leg. Nº 1071 lo aludía como “pro-
grama”. El DS Nº 016-2008-JUS ya la presenta
explícitamente como Programa de Arbitraje
Popular, fijando su justificación, objetivos,
metodología, naturaleza, alcances y funciones.
De acuerdo con el artículo 38 de la Ley
Orgánica del Poder Ejecutivo (Ley Nº 29158),
los programas “son estructuras funcionales
creadas para atender un problema o situación
crítica, o implementar una política pública
específica en el ámbito de competencia de la
entidad a la que pertenecen”. En este caso, la
“situación crítica” era la falta de un arbitraje
que atendiera los recurrentes litigios de los
ciudadanos de a pie, preferentemente de los
emprendedores, comerciantes, técnicos, ju-
bilados, maestros y profesionales en general,
necesitados de una justicia eficaz, rápida y,
sobre todo, accesible a su economía. Sin duda,
una mejor opción frente a un Poder Judicial
desbordado por la carga procesal.
Además, dicho decreto limitó las materias
susceptibles de someter a arbitraje popular solo
a controversias de libre disposición que, de
ser de naturaleza cuantificable, su estimación
económica no debe superar las 20 UIT. De
esta manera, implícitamente, la norma acabó
relacionando lo popular con la baja cuantía de
las controversias.
En virtud del reciente D. Leg. Nº 1231, que
modifica la Ley de Arbitraje, a mi juicio, se
ha producido un viraje significativo que, es-
toy seguro, marcará el derrotero del arbitraje
popular en nuestro país. El decreto modifica
decisivamente la Primera Disposición Final
del D. Leg. Nº 1071 en tres sentidos: a) Define
el arbitraje popular como un tipo de arbitraje
“institucional que se decide en derecho, por
un árbitro único o tribunal colegiado”; b) Li-
bera al arbitraje popular de la restricción de
la (baja) cuantía, si bien en principio para
las “decisiones arbitrales que se inscriben o
anoten en los Registros Públicos”, aunque, en
el fondo, esa limitación económica deja de ser
la condición y lo característico del arbitraje
popular, abierto ahora a una cobertura ma-
yor de controversias; c) Enfatiza el arbitraje
popular como una política pública del Minis-
terio de Justicia y Derechos Humanos, que se
pone a la cabeza de este tipo de arbitraje, en
coordinación necesaria con la sociedad civil,
o cualquier institución u organismo nacional
o internacional. ◗
6 suplemento de
análisis legal Martes 3 de noviembre de 2015 ESPECIAL

JAVIER
ANAYA CASTILLO ANOTACIONES DEL PROCESO

El arbitraje en los
Abogado PUCP. Registrador
público Sunarp. Estudios de
Posgrado en Derecho Registral
en la Universidad Autónoma de
Madrid.

A
diferencia de otros ordenamientos
jurídicos como el colombiano (1)
o el chileno (2), nuestro Decreto
Legislativo Nº 1071 ha establecido
un sistema monista para el arbi-
Registros Públicos
traje. Es decir, sus normas se aplican tanto al
arbitraje nacional como al internacional. Esto
ha permitido, como indicaba su propia expo-
sición de motivos, “ajustar la ley a los últimos
avances en la experiencia internacional […]”.
Sin embargo, si bien ello ha sido considerado un
acierto, nuestra realidad ha demostrado que la
incorporación de algunas instituciones –propias
del arbitraje comercial internacional–, como
flexibilizar la formalidad del laudo o extender
el convenio arbitral a partes no signatarias, por
citar algunos ejemplos, ha permitido que algunos
malos árbitros, en colusión con una de las partes,
se valgan de estas herramientas para cometer
diversos tipos de fraudes inmobiliarios.
Aunado a ello está el hecho de que la función
de control que ejercen los registradores públi-
cos sobre las actuaciones arbitrales se encuen-
tra limitada por la propia legislación arbitral
(esto se puede colegir de los arts.3.4, 41, 48.3
y 62 del propio Decreto Legislativo Nº 1071).
En ese contexto, con la finalidad de adoptar
algún remedio preventivo frente al despojo de
la propiedad inmobiliaria a través del arbitraje,
se ha incorporado el numeral 5 del Art. 39 y el
numeral 10 del Art. 47 al Decreto Legislativo Nº
1071. Veamos en las líneas que siguen algunos
aspectos resaltantes del cambio propuesto.

¿En qué consiste esta anotación?

Si el árbitro advierte de la demanda o de la re-
convención que el proceso arbitral versa sobre
algún acto o derecho inscribible en los registros
públicos, este solicitará la anotación de la exis-
tencia de dicho proceso en la partida registral
correspondiente. Es decir, si el árbitro pretende
que el laudo acceda al registro deberá publicitar
en forma previa la existencia del proceso arbitral.
Ello supone que bajo el principio Compe-
tence-Competence, el árbitro goza de plena
discrecionalidad para determinar en qué ca-
sos solicitará dicha anotación ante los registros
públicos. Empero, lo que no podría hacer es fijar
la oportunidad en que lo hará, pues la ley le da
un plazo de cinco días –contados a partir de la
admisión de la demanda o reconvención– para
hacerlo. Ahora la cuestión por dilucidar es saber
por qué se incorporó esta nueva regla. De la ex-
posición de motivos del Decreto Legislativo Nº
1231 se aprecia que con esta medida se pretende
evitar un proceso arbitral con desconocimiento
del titular registral del inmueble.
Así, una vez efectuada la anotación registral,
este se podrá enterar a través de la alerta registral
ESPECIAL Martes 3 de noviembre de 2015
suplemento de
análisis legal 7

del inicio de dicho proceso. De ese modo, si el ¿Es una medida cautelar oficiosa?
titular registral, parte signataria o no, ha sido DE LA EXPOSICIÓN DE Consideraciones De acuerdo con el Art. 47 del D. Leg. Nº 1071, el
indebidamente notificado o se le ha excluido MOTIVOS SE APRECIA finales árbitro puede adoptar, a petición de cualquiera
dolosamente del proceso, podrá enterarse de
la existencia del mismo antes de que el laudo
QUE CON ESTA de las partes, la medida cautelar necesaria
para garantizar la eficacia del laudo. Ello sin
adjudique el bien a la contraparte o a un terce- MEDIDA SE PRETENDE Q Según se infie- pues con la anota- perjuicio de exigir algún tipo de garantía para
ro. Asimismo, por el efecto de cognoscibilidad EVITAR QUE SE LLEVE re de la exposi- ción oficiosa, ya se asegurar el resarcimiento por el eventual daño
general que proporciona la publicidad registral ción de motivos, estaría satisfacien- o perjuicio que ocasione la ejecución cautelar.
(Art. 2012 del CC), los terceros también estarían
A CABO UN PROCESO esta anotación do la pretensión Empero, la norma no dice nada respecto a si
enterados de la existencia de dicho proceso. ARBITRAL CON se pensó para del demandante. la competencia cautelar del árbitro podría ser
DESCONOCIMIENTO inmuebles, pero Y en el caso que limitada por las partes o si el árbitro podría
Las medidas cautelares tal como está lo solicite después adoptar de oficio dicha medida, es decir, sin
¿La anotación citada constituye una medida DEL TITULAR regulada dicha de anotarse la que medie instancia de parte.
cautelar? En virtud de una medida cautelar se REGISTRAL DEL cautelar nada existencia del En cuanto a lo primero, a diferencia de la
pretende asegurar la efectividad de una decisión
arbitral. Es decir, se evita que el objeto del litigio
INMUEBLE. ASÍ, UNA impide a que el
árbitro pueda
proceso en la
partida registral,
legislación española (3), donde sí se reconoce
expresamente esta atribución a las partes, en
se frustre al obtener un laudo ejecutable y eficaz. VEZ EFECTUADA solicitar su anota- el árbitro debería la doctrina nacional (4) existen posiciones di-
Si esto es así, entonces, con esta anotación ¿no LA ANOTACIÓN ción en cualquier denegar el pedido símiles sobre dicho tópico. Mientras que, en lo
se estaría ejerciendo una función tuitiva ajena otro registro por tenerse este ya segundo, está fuera de toda discusión que un
al objeto del proceso? Vimos que la idea que REGISTRAL, ESTE SE jurídico: Registros cumplido con la árbitro pueda disponer de oficio una medida
antecede al cambio normativo es que el titular PODRÁ ENTERAR A de Personas Jurí- anotación regis- cautelar a favor de una de las partes, pues se
registral y los terceros se enteren con antelación,
esto es, antes de la emisión del laudo, que el bien
TRAVÉS DE LA ALERTA dicas, Naturales
o Bienes Muebles.
tral realizada. contravendrían los principios de imparcialidad
(Art. 28.1 del Decreto Legislativo Nº 1071) e
inscrito está afecto a un proceso arbitral. REGISTRAL DEL INICIO Esto podría darse, Q Al ser oficiosa igualdad (Art. 23 del Decreto Legislativo Nº
De acuerdo con ello, podría pensarse que DE DICHO PROCESO... por ejemplo, esta medida, 1071).
se va más allá de la finalidad cautelar prevista en un arbitraje considero que Ahora bien, del propio tenor del numeral
en el Art. 47.2 del Decreto Legislativo Nº 1071. estatutario o el registrador 5 del Art. 39 del Decreto Legisaltivo Nº 1071
Sin embargo, no compartimos esta idea, pues cualquier asiento posterior con dicha anotación, testamentario. público, bajo el se advierte que el legislador ha empleado la
si observamos los efectos que esta anotación se estaría en definitiva anunciando la posible principio de lega- expresión “solicitará la anotación [...]” Es de-
tiene, que serían: (i) no impedir la extensión de modificación de la situación jurídica que viene Q Si la parte lidad (Art. 2011 cir, no dice que “deberá solicitar” o que “bajo
asientos registrales en la partida registral y (ii) proclamando el registro sin que se produzca una demandante soli- del CC), estaría responsabilidad solicitará” dicha anotación.
otorgar preferencia y prevalencia respecto de afectación directa sobre el bien inscrito. Es decir, cita al árbitro una facultado para de- Por tanto, ¿estaríamos frente a un enunciado
muy similar a los efectos que se consiguen con medida cautelar negar la inscrip- dispositivo o imperativo? ¿Estaríamos frente
una medida cautelar de anotación de demanda de anotación de ción de un laudo a una medida cautelar oficiosa? Consideramos
(art. 673 del CPC), donde se requiere de una demanda, cuyo arbitral cuando que sí, pues el numeral 10 del artículo 47 del
menor dosis de verisimilitud por su carácter efecto es similar a compruebe de la Decreto Legislativo Nº 1071 sí señala en forma
estrictamente publicitario. la anotación que partida registral categórica que el árbitro “cumplirá” con la
Además, dado que el registro es un reflejo de prevé el numeral vinculada con regla contenida en el numeral 5 del Art. 39.
la realidad jurídica, no sería acaso consustancial 5 del Art. 39 del la ejecución del Además, de no ser obligatoria, carecería de
con dicha característica que se dé a conocer la D. Leg. Nº 1071, laudo que no se toda utilidad dicha anotación, pues de existir
existencia de un proceso en trámite, esto es, no ¿no sería entonces anotó en forma connivencia entre el árbitro y una de las partes
sería necesario que se publicite la existencia de innecesario que previa dicha me- no habría razón para publicitar la existencia
un litigio arbitral sobre un inmueble inscrito. el árbitro vuelva a dida cautelar. Ello del proceso arbitral.
Finalmente, si bien el numeral 10 del Art. 47 al pedir lo mismo? sería así, no tanto Por otro lado, la existencia de una caute-
Decreto Legislativo Nº 1071 no hace mención Consideramos porque la cautelar lar oficiosa no es algo nuevo, pues cuando de
expresa a su carácter cautelar, dicha norma que no, pues si lo sea un acto previo por medio hay un interés que va más allá de
remisiva está justamente prevista en los pre- pide dentro del y necesario para las pretensiones de los sujetos procesales se
ceptos normativos sobre plazo que tiene el laudo, sino permite el empleo de esta figura liberando a
medidas cautelares. Por el árbitro para porque habría un la parte beneficiada de la exigibilidad de la cau-
ello, se trataría de una oficiar al registro incumplimiento ción. Así, por ejemplo, esto ocurre en procesos
medida cautelar cuya la anotación, no manifiesto de la sobre alimentos (Arts. 608 y 675 del CPC). Lo
finalidad sería de pura habría tal redun- propia legislación novedoso sería que en esta oportunidad no
publicidad. dancia cautelar, arbitral. sea un juez, sino un árbitro el que tiene esta
atribución para un caso específico: actos o
derechos inscribibles. Z

[1] Ley N° 1563 de 2012. [2] Así, mientras que el arbitraje

internacional está regulado en la Ley N° 19.971, el arbitraje
doméstico está regulado en el Código Orgánico de Tribu-
nales y el Código de Procedimiento Civil.
[3] Artículo 23.1 “Salvo acuerdo en contrario de las partes, los
árbitros podrán, a instancia de cualquiera de ellas, adoptar
las medidas cautelares que estimen necesarias respecto del
objeto del litigio. […]”
[4] Así, por ejemplo, para Arrarte Arisnabarreta, las partes
sí podrían acordar que los árbitros no gocen de la potestad
cautelar, pero reconoce que desde una posición constitucio-
nalista esto no sería posible. ARRARTE ARISNABARRETA,
Ana María. Apuntes sobre las medidas cautelares en el sistema
arbitral peruano. En: Revista Peruana de Arbitraje N° 7,
Lima, 2008, Pág. 127.
8 suplemento de
análisis legal
EXIGENCIA IMPERATIVA
Motivación del
laudo arbitral
RAFAEL GONZALO
MEDINA
ROSPIGLIOSI
Abogado. Secretario técnico del
Centro de Arbitraje Popular Arbitra
Perú del Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos.
E
l Decreto Legislativo Nº 1231, que
incorporó el inciso 3 al artículo 56
del D. Leg. Nº 1071, establece como
requisito de contenido de los laudos
con ‘partes no signatarias’ una exi-
gencia imperativa de tipo motivacional para su
inscripción en los Registros Públicos.
Propósito de la regla
Dicho mecanismo se ha establecido con la fi-
nalidad de poner fin al uso inadecuado de la
institución del arbitraje: ‘extensión de parte
no signataria’, que lamentablemente se estaba
utilizando impropiamente y producía el debilita-
miento y desnaturalización del arbitraje, incluso
con aspectos delictivos aprovechándose de esta
figura para atraer al arbitraje, a ‘terceros’ ajenos a
un acuerdo arbitral, que nunca habían prestado
su consentimiento al arbitraje y construir, sobre
esa base, procesos arbitrales fraudulentos, que
terminaban despojando de inmuebles a ‘terce-
ros’, que nunca habían participado del arbitraje.
La regulación persigue que no solo las per-
sonas que suscribieron el convenio arbitral,
sino que también las ‘partes no signatarias’,
conozcan de manera inequívoca el razonamiento
subyacente en la decisión de atraer a ‘partes no
signatarias’ al arbitraje.
Deber de la parte no signataria
La norma en cuestión impone una ‘nueva re-
gla’ para el contenido de laudos arbitrales,
asignando a todo árbitro una obligación de
naturaleza jurídica ineludible consistente en
motivar el laudo arbitral cuando involucra a
una ‘parte no signataria’, ya sea demandante
o demandado. Por el contrario, su ausencia
conduciría a la arbitrariedad y a su cuestio-
namiento mediante el recurso de anulación
del laudo arbitral.
Este nuevo ‘deber de motivación’ del árbitro
para supuestos de ‘extensión de partes no sig-
natarias’ constituye una carga irrenunciable del
Martes 3 de noviembre de 2015
árbitro: está obligado inevitablemente a motivar
debidamente el laudo. Motivar consiste en aquel
acto del árbitro orientado a justificar y explicar
la decisión contenida en el laudo arbitral, en
síntesis, importa una justificación razonada,
lógica, jurídica, ajustada a hechos y al petitorio
que fueron considerados por el arbitrio en su
decisión, y que, en este caso, sirve para justificar
la incorporación de la ‘parte no signataria’ al
arbitraje y no terminar afectándose a ‘terceros’.
El ‘deber de motivación’ del laudo en estas
circunstancias conduce a: I) explicarle a la par-
ESPECIAL
te que perdió por qué no obtuvo lo que estaba
en disputa, II) conocer los hechos que tuvo en
cuenta el tribunal, qué reglas de derecho ha
utilizado, cuál ha sido su interpretación para
llamar a una persona a un arbitraje, III) cer-
ciorarse de que no se ha violado el principio de
contradicción en el arbitraje, IV) garantizar y
evitar la arbitrariedad en la incorporación de
‘terceros’ en las decisiones, V) persuadir a las
partes sobre la justicia de la incorporación de
‘parte no signataria’ en la decisión, VI) determi-
nar ‘quién’ es la ‘parte no signataria’, VII) ‘qué’
hechos y pruebas configuran la ‘extensión del
convenio arbitral’, VIII) explicar ‘por qué’ debe
incorporarse a una persona como demandante o
demandado a un arbitraje, aunque no haya sus-
crito el convenio arbitral, IX) explicar ‘por qué’
Lectura global se cumplen y encajan los hechos a los requisitos
según el artículo 14 del DL Nº 1071.
Tras la dación del tes pacten, su no Demás está decir que el registrador en sede
Decreto Legisla- motivación o se arbitral no tiene facultades para poder revisar
tivo Nº 1231, una trate de un laudo si un laudo se encuentra debidamente motiva-
lectura global del expedido como do o si tiene al frente un laudo que carece de
artículo 56 del D. resultado motivación o se encuentra ante un laudo con
Leg. Nº 1071 sería de una transac- aparente motivación, limitándose a revisar el
la siguiente: si se ción, según el Art. cumplimiento de esta nueva regla, es decir, que
trata de un laudo 50 del D. Leg. Nº el laudo contenga los motivos lógicos jurídicos,
arbitral que no al- 1071. Cuando se entre otros del por qué se incorporó a una ‘parte
cance a una ‘parte trate de un laudo no signataria’ al arbitraje.
no signataria’, la arbitral, que com-
regla general es: prenda a una ‘par- Diferencias sustanciales
se presume que te no signataria’, En este contexto, es oportuno conocer la dife-
el laudo arbitral el laudo deberá rencia entre ‘parte no signataria’ y ‘terceros’ en
debe motivarse, ineludiblemente el arbitraje.
salvo que las par- estar motivado. ‘Parte no signataria’ es aquella persona na-
tural o jurídica que a pesar de no haber firmado
un convenio arbitral, se concibe como parte del
convenio arbitral por la presencia de elementos
facticos y jurídica, que permiten entender la exis-
tencia de consentimiento por medios distintos a
la firma de un convenio arbitral, sea por acciones
y que la legitima para actuar como demandante
o demandado en un arbitraje.
‘Terceros’ son aquellas personas que jamás
prestaron su consentimiento para ir al arbitraje,
sea porque nunca suscribieron un acuerdo ar-
bitral o porque tampoco prestaron su consenti-
miento por medios distintos a los de suscribir un
acuerdo, por lo que no pueden participar de un
arbitraje, dada la naturaleza consensual de este. ◗