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TRÁNSITOS- DIRECCIONES-PROGRESIONES-PROFECCIONES
El mapa del cielo puede ser utilizado como clave para cualquier cosa que entre en
existencia en ese lugar y en ese momento, es decir, por ello es posible realizar una
carta para cualquier idea, suceso, objeto material, contrato social, organización o
criatura viviente.
Cada planeta posee un orbe; dicho de otra manera, la influencia del tránsito se
hará sentir desde 4 ó 5 grados antes y después de llegar al grado exacto de la
posición del planeta natal.
Los tránsitos planetarios durante el curso de los años deben ser utilizados con
gran precaución y conocimiento, pues no actúan de la misma forma sobre todas
las personas o casos.
La primera regla que hay que seguir antes de lanzarse a hacer predicciones con
los tránsitos, es que es necesario basarse siempre en las indicaciones contenidas
en el tema natal >esto es esencial/p>
Por otra parte, un tema natal que ya de por sí muestra una buena cantidad de
aspectos positivos, soportará mucho mejor los tránsitos pesados o complicados.
CICLOS PLANETARIOS:
El Sol recorre todo el círculo zodiacal en 365 días, por lo que en un año, volverá a
su posición natal solamente una vez. El tránsito del sol, especialmente por
conjunción, señala los momentos más vitales. Acentúa la actividad de aquel
planeta que vaya activando en su trayectoria.
Mercurio orbita alrededor del Sol durante 88 días. Los tránsitos de Mercurio se
relacionan fundamentalmente con la comunicación, trámites y viajes cortos. Las
relaciones entre hermanos y vecinos particularmente. Espíritu de empresa y
habilidades notales para realizar varias cosas a la vez.
Marte tiene un ciclo de 687 días, o sea 1 año y 11 meses en dar toda una vuelta
al círculo zodiacal. Su influencia es más breve que la de los planetas lentos, pero
su acción puede ser violenta y rápida, aportando grandes alteraciones en la vida.
Indica con frecuencia el punto culminante de una serie de tránsitos de los otros
planetas más lentos, desencadenando así su efecto.
Por ejemplo: un tránsito de Marte en conjunción con Urano, puede señalar peligro
de accidentes, pues Marte es en cierta medida el detonador de los pasos de los
planetas lentos.
Es una fuerza, pero una fuerza que hay que utilizar con prudencia y buen juicio, “si
es que se deja”.
Se trata del factor de protección y de suerte que ayuda a realizar desarrollos muy
afortunados en la vida. Su influencia lleva a vivir intensamente, aunque también
confiere inclinación a los excesos o el derroche, pero permite conseguir lo que se
desea sin gran esfuerzo. Se caracteriza por su benevolencia y su sentido de la
justicia y del honor.
Saturno completa su vuelta zodiacal en 29 años, por lo que, su duración por signo
es aproximadamente de dos años y medio a tres. El efecto de su tránsito es el que
nos obliga a trabajar, la fatalidad que nos hace madurar y que nos conmina a
avanzar, de buen o mal talante en la vida.
Neptuno tarda 165 años en completar una vuelta al zodiaco, y cerca de 12 años
en su trayectoria por un solo signo. Se trata del planeta más lento después de
Plutón.
La influencia de sus tránsitos dura de dos a tres años y sus efectos resultan ser
bastante misteriosos y actúan con más fuerza sobre la psique o las emociones que
sobre los acontecimientos de la vida tangible exterior. Es este planeta el que lleva
al individuo a vivir vanas ilusiones, el lado nebuloso y todo tipo de confusión en su
existencia.
Plutón es el planeta más alejado del sol y de la tierra. Tarda 249 años en
completar una vuelta al zodiaco, por lo que sus pasos sobre los puntos sensibles
de un tema natal adquieren enorme importancia.
Las direcciones primarias o de arco solar consisten en mover todos y cada uno
de los elementos contenidos en la carta natal a una velocidad constante, con la
particularidad de que puede ser hacia atrás o hacia adelante.
Para obtener una mayor exactitud, se pueden considerar también los minutos, de
tal manera que, podría ser que el evento ocurriera a los 19 años y medio.
Lógicamente hay que tener también en cuenta las casas y los signos por donde
van avanzando los planetas en sus direcciones y los nuevos aspectos que
pudieran ir construyendo.
En las direcciones primarias o de arco solar, entran todos los factores de la carta
natal, ya sean nodos, punto de la fortuna, Lilith, cúspides, etc., siempre se podrán
apreciar en su movimiento hacia adelante o hacia atrás al mimo ritmo, ya que,
como se ha mencionado, esta es una cualidad y una de las principales
características de las direcciones. Todo esto será cuando lleguen al mismo grado
en que se encuentre otro planeta o factor de la carta.
Como las direcciones representan nuestro propio ritmo psicológico, se deben tener
muy presentes para observar cómo nos van a afectar las confrontaciones
exteriores (tránsitos), pues si éstos coinciden con un año en que por direcciones
estemos psicológicamente preparados para cambiar, ese dinamismo o cambio
será mucho mayor o más potente, aunque no exista un tránsito muy significativo,
pues lo que se está marcando por las direcciones significa aquello que
aprovecharemos al máximo cualquier situación que las circunstancias nos ofrezcan
para cambiar, mejorar o madurar.
***
Es bastante improbable que las posiciones planetarias del cielo, cuando teníamos
20 días de edad nos lleven a hacer algo o provoquen que algo ocurra en nuestra
vida, pero sí a los 20 años de edad, y lo cierto y lo asombroso es que este sistema
funciona; es como si los estados naturales de desarrollo de carácter y las
percepciones sensoriales que recibimos durante los primeros 20 días de nuestra
vida tengan una repercusión tan trascendente y nos fueran a guiar a una edad más
avanzada como es en este ejemplo, al estar cumpliendo los 20 años; apareciendo
simbolizados por el movimiento del sistema solar en las horas y días de después
de nacer.
La diferencia existente entre una persona que nace en verano y otra que nace en
invierno es que sus organismos fluctúan rítmicamente de formas opuestas y
complementarias.
Serían como conexiones con los ritmos del pensamiento en el quantum universal,
con las que enlazamos justo después de nacer.
Las progresiones se refieren al sistema que utiliza las posiciones de los planetas
que han tenido lugar en el cielo en algún momento determinado durante la vida de
una persona.
Los dos primeros meses después del nacimiento equivalen a 60 años en la vida de
la persona al conectarse al crecimiento biológico y a los datos del pasado que se
introducen en nuestro cerebro.
La herramienta que utilizamos son las efemérides. Por ejemplo, una persona que
ha nacido el 10 de enero de 1980, y para conocer su carta progresada cuando
cumpla los 21 años, tendríamos que observar la colocación planetaria de los 21
días después de su nacimiento: que sería para el 31 de enero de 1980.
Debemos recordar siempre que los aspectos que una carta natal contenga
reaccionarán y deberán ser incluidos cuando un planeta progresado entre en la
configuración. De esta manera pueden existir varios años en que uno esté
proyectando ese conflicto indicado en la carta natal hacia el exterior.
No existe ninguna justificación lógica para esta correspondencia; pero al igual que
muchos otros de la Astrología, es un hecho pragmático que ¡funciona realmente!
Lo asombroso es que una vez calculada la carta progresada para cada año de
vida, se observará que, siempre que aparece un transito significativo junto a una
progresión, ha sucedido algo verdaderamente importante y trascendente en la
vida. Si además ello está marcado también en las direcciones, será posible afirmar
que realmente se tratará de un evento que cambie el sentido o la dirección de la
vida de la persona y su propia estructura psicológica.
Mientras que los tránsitos indican periodos en los que vibramos en armonía o
desacuerdo con nuestra entonación natal. Pueden inclusive también añadir otra
vibración diferente a la ya usual en la de nuestra forma de ser natal; algunas veces
este nuevo fluido energético se manifestará hasta cuando el tránsito haya
terminado; habiendo revelado sólo un pequeño cambio durante el periodo real en
que se haya dado el aspecto, sin embargo, parecerá como si el individuo hubiera
asimilado ese nuevo efecto de energía manifestando un acercamiento a la vida
algo alterado, pero aunque el modelo energético natal continúe manteniéndose, ha
habido, innegablemente, un cambio en la personalidad.
***
Aunque desde luego, también se realizaban profecciones con los demás planetas
como dispositores de los diferentes asuntos de la vida humana, formando periodos
de 12 años.
Por tanto, las profecciones, corresponden a la vuelta entera de toda la carta natal
en el trayecto de 12 años, avanzando cada punto (planeta o casa) 30º por año. Y
viene a ser una analogía solilunar. El origen de la división astrológica en 12 es el
mes sinódico, que dura 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,8 segundos.
Redondeando, 30.
Y en un año solar de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,57 segundos sólo caben
12 meses. De allí vienen los 12 signos del zodiaco (que son una división simbólica
de la eclíptica en la que las constelaciones sólo son puntos de referencia) y las 12
casas (división del día, la otra unidad solar, en 12 partes).
En las profecciones la carta gira sobre sí misma recorriendo cada punto 30º en un
año, es decir, lo que recorre la Luna en un mes. Y la vuelta completa dura 12
años).
Por ejemplo: si el ascendente natal está a 15º de Aries, al año se hallará a 15º de
Tauro. Si la Luna natal está a 10º de Cáncer, al año se encontrará a 10º de Leo y
así sucesivamente con cada planeta o punto de la carta.
Ahora bien, como cada punto recorre 30º por año, hay allí un trecho de 30º que es
lo que llamamos “el espacio de profección”. Obviamente, el espacio de profección
más importante será el de la casa I, pero tengo comprobado que también
funcionan los demás espacios de cada casa, sobre todo los de las casas
cardinales.
Esto ocurre de igual manera cada 12 años. Puesto que corresponde a cíclicos y,
es así que se va repasando la vida, muestra la intensidad de cada una de las
diferentes edades y cada vez a una escala más elevada, como el efecto de un
espiral en ascenso; se verá entonces las pautas que se repiten cada 12 años.
Y cuando la onda supera todos los círculos y llega hasta el exterior, como se ve en
el gráfico siguiente, estará indicando sucesos extraordinarios o situaciones que
cambian absolutamente el modo de vida de la persona.