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•Los ciudadanos están hartos de turistas, se les hace incómodos vivir ahí.
• Barcelona no es una ciudad para vivir, sino que se ha convertido en un ícono turístico
y es un parque temático como Praga o Venecia. Es un decorado para los turistas.
•La gente está perdiendo la ciudad en beneficio de los turistas, no es positivo porque
los ciudadanos están quemados y cansados de la ciudad.
• La apertura de las fronteras globales, y los esfuerzos por situar este lugar como
enclave turístico ha significado un aumento de 1,7 millones de turistas en el año 1990
a 8 millones en 2013, dónde por ejemplo en lugares emblemáticos como La Rambla,
hoy acerca de 8 a 10 personas que transitan en ella son turistas, lo cual ha implicado
sustituir las actividades locales que se llevaban a cabo, para sobreponer una capa
asociada al Turismo. Esto ha significado un retiro de los barcelonenses de lugares que
contribuían al desarrollo de una identidad local, y el deterioro de la vida de barrio de
estas zonas.
•La Rambla es una calle que explota los floristas, la gastronomía, los cafés. Según Marc
Javierre, la Rambla es un lugar ridículo, que da vergüenza ajena, que pierde esencia
porque no se duerme, hay ruidos. Él hace énfasis en que La Rambla se está
convirtiendo en un parque temático. Además se habla de una Rambla de la que no
existe, hablan de ella como si fuese una calle glamurosa pero hablan de una Rambla
que podría ser pero no es. En total, te venden una Barcelona que no es.
• Barcelona es el cuarto destino que más defrauda a los turistas. La gente va motivada
por el boca a boca, por el impacto que tiene la ciudad en las redes sociales por causa
de una buena campaña de marketing. Una vez instalados, se sienten inseguros y
también esa inseguridad viene acompañada de una pérdida de calidad. Podemos decir
que hemos vuelto al Turismo de masas pero que no se reconoce como tal, pero que lo
es.
• Barcelona es la cuarta ciudad más visitada de Europa tras Londres, París, y Roma.
• Sin duda, para mí, no es el turismo el problema, sino la gestión que ha permitido que
éste se desarrolle como un “monocultivo” que ha deteriorado todo a su alrededor, que
pone como desafío el desarrollo de una política local innovadora que potencie los
atributos tanto para los turistas, como para residentes, y vuelva a poner como directriz
la calidad de vida urbana. Esto permitiría no solo pensar una ciudad para el turista de agencia
de viajes, sino también para aquellos viajeros que buscan encontrarse con los valores
auténticos y experiencias genuinas de las ciudades, que chocan con los destinos
masificados, y que por lo tanto podría significar una oportunidad para generar un
nuevo modelo, que permita revalorizar los atributos y la forma en que se desarrolla
una ciudad tan particular y bella como Barcelona.
• Para mí, se está perdiendo la ciudad y sus espacios en favor de la construcción de una
fachada para el rápido consumo.