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Jose Tavara
Pontifical Catholic University of Peru
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All content following this page was uploaded by Jose Tavara on 14 September 2016.
1
Evert J. Visser & José I. Távara
ISBN: 84-89312-14-1
1
Evert J. Visser es investigador del departamento de Economía Regional y Sectorial de la Universidad de
Amsterdam (Holanda) y está actualmente afiliado al Instituto Tinbergen; el presente trabajo forma parte de
su investigación conducente a la tesis doctoral. José I. Távara ha trabajado como investigador en DESCO
y es profesor asociado del Dpto. de Economía de la Universidad Católica del Perú. Los autores agradecen
el apoyo de DESCO y del International Development Research Centre (IDRC) de Canadá, instituciones
que apoyaron este estudio en el marco de las actividades del Consorcio de Investigación Económica del
Perú.
Los autores también expresan su agradecimiento a los 103 empresarios confeccionistas que respondieron
las preguntas de la encuesta. Esta publicación no hubiera sido posible sin la fuerza de voluntad de Gloria
Gutiérrez & Olga Ramos, quienes tenazmente recorrieron la ciudad y llevaron a cabo las encuestas,
alcanzando una tasa de respuesta del 79 por ciento. También desean dar las gracias a Alberto Rey,
Ysabel Segura & Ricardo Rodón, de la Sociedad Nacional de Industrias, por suministrar el marco de la
muestra; a Juan Carlos Cabrera de PEMTEC por su apoyo técnico en el muestreo; y a Humberto
Campodónico de DESCO & Fernando Fernández de PEMTEC por su apoyo logístico.
Finalmente, dejan constancia de su gratitud a las personas que comentaron versiones preliminares de
este trabajo. Entre ellos a Albert Berry de la Universidad de Toronto, Canadá; Jan G. Lambooy & Indra
Wahab de la Universidad de Amsterdam, Holanda; Bart Nooteboom de la Universidad de Groningen,
Holanda, y Roger Teszler, de la Embajada de Holanda en América Central. También a Armando Pillado,
Ramón Ponce y Fernando Villarán, quienes participaron como comentaristas en una mesa redonda
organizada en Lima para discutir los resultados de esta investigación. Por cierto, ninguna de las personas
e instituciones mencionadas tiene responsabilidad alguna por las opiniones, errores y omisiones del
trabajo.
1
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 3
CAPÍTULO 1
LA COMPETITIVIDAD DE EMPRESAS PEQUEÑAS Y DISPERSAS: ELEMENTOS
PARA UN MARCO ANALÍTICO 6
CAPÍTULO 2
LA CONCENTRACIÓN TERRITORIAL/SECTORIAL: UN MARCO TEÓRICO 19
CAPÍTULO 3
ECONOMÍAS EXTERNAS Y DE AGLOMERACIÓN EN EL COMPLEJO DE
GAMARRA 28
3.1 ECONOMÍAS EXTERNAS Y EFECTOS DE AGLOMERACIÓN:
IMPORTANCIA DE LA SUBCONTRATACIÓN 36
3.2 OTRAS FUENTES DE ECONOMÍAS EXTERNAS 41
3.3 ECONOMÍAS DE AGLOMERACIÓN EN EL COMPLEJO DE GAMARRA 45
CAPÍTULO 4
LOS SECRETOS DE GAMARRA: ¿FUERZAS DE AGLOMERACIÓN O ESTRATEGIA
EMPRESARIAL? 55
ANEXO I
INFORMACIÓN ESTADÍSTICA 59
2
INTRODUCCIÓN
2
Esto puede explicarse por las desventajas derivadas de un tamaño reducido, así como también por la
naturaleza imperfecta y/o fragmentada de los mercados. Es preciso destacar al respecto la carencia de
información en dos sentidos: información sobre las pequeñas empresas y en las pequeñas empresas.
Estas desventajas y carencias pueden explicar a su vez la falta de acceso a servicios financieros que
enfrentan las PEIs.
3
experiencias estudiadas se caracterizan por la especialización y la diferenciación
regional. En este marco, Storper (1991:9) señala que:
3
Otros autores son más explícitos al respecto. Piore y Sabel (1984), por ejemplo, cuestionan el sistema
“Fordista” de producción en masa y lo contraponen al paradigma que ellos denominan “especialización
flexible”, recurriendo fuertemente a la noción de “comunidades industriales” de empresas pequeñas.
Pyke, Becattini y Sengenberger (1990) retoman el concepto Marshaliano de “distrito industrial” y enfatizan
la inserción socio-cultural de las transacciones (embeddedness) entre empresas en un entorno
estrictamente local. Storper (1991), por su lado, alude a “sistemas tecnológico-institucionales”
territorialmente definidos y caracterizados por el aprendizaje continuo basado en productos, por la
producción flexible orientada a mercados internacionales, y por la adaptabilidad organizativa. Schmitz
(1990, 1992) es más cauteloso al introducir el concepto de “eficiencia colectiva”, el cual intenta capturar
las ventajas en eficiencia y flexibilidad logradas por conglomerados de pequeñas empresas en contraste
con empresas dispersas. En esta perspectiva, la proximidad geográfica no es suficiente y debe ser
complementada con la división del trabajo inter-firma en base a la especialización vertical. Siguiendo a
Lambooy (1993), sin embargo, la atención debe centrarse en las condiciones para la aglomeración
sectorial y espacial. Este puede ser un buen punto de partida para clasíficar las concentraciones
4
Este artículo se concentra entonces en el fenómeno de la concentración
4
territorial y sectorial poniendo de relieve su doble rol:
5
CAPÍTULO 1
LA COMPETITIVIDAD DE EMPRESAS PEQUEÑAS Y DISPERSAS: ELEMENTOS
PARA UN MARCO ANALÍTICO
El diagrama 1 presenta los diferentes orígenes que pueden tener los efectos
del tamaño empresarial a nivel de la firma individual, así como su incidencia en los
diferentes costos en que incurren las empresas. A primera vista dicho diagrama
parece expresar una visión estática de la eficiencia de las empresas. Puede
advertirse, sin embargo, que la capacidad de anticipación a desarrollos futuros en los
mercados y en la tecnología (considerada en la última fila de la tabla) tiene un carácter
6
explícitamente dinámico. De otro lado, la inclusión de los costos de transacción
4
La definición de concentración territorial utilizada en este artículo coincide con el concepto de cluster
elaborado por Schmitz (1992: 64), el cual se refiere precisamente a concentraciones espaciales y
sectoriales de empresas (es decir empresas de una misma rama de actividad).
5
Debe notarse que en este análisis no estamos considerando las variables macroeconómicas (tipo de
cambio, salarios reales, tasas de interés, etc.) ni aquellas puestas de relieve por las teorías
convencionales de la organización industrial (colusión oligopólica, barreras a la entrada, concentración y
poder de mercado, etc.). Esto se explica por la necesidad de simplificar el argumento central y de
concentrar la atención en aquellos factores que se encuentran más al alcance de las empresas.
6
El concepto de costos de transacción comprende distintos tipos de costos. Es posible distinguir, en
primer lugar, los costos de utilizar el mecanismo del mercado (Coase 1937), es decir los costos de
búsqueda, negociación y formulación de contratos en la fase preparatoria de las transacciones (ex-ante).
En segundo lugar, la consideración de un eventual comportamiento oportunista durante la fase de
6
complementa a la tecnología como factor condicionante de las estructuras de
mercado. Los efectos del tamaño de la firma en los costos de transacción no son
necesariamente congruentes con los efectos explicados por restricciones de carácter
tecnológico, lo cual sugiere nuevas pistas de investigación sobre las posibilidades de
promover las PEIs con innovaciones institucionales. El diagrama intenta presentar
entonces una visión más amplia y dinámica de los factores que inciden en la
competitividad de la producción a pequeña escala.
En primer lugar se consideran los costos relacionados con la creación actual
de valor a lo largo de la cadena de producción y distribución (ver sección superior del
diagrama 1). Las economías de secuencia se generan cuando los mismos insumos
son utilizados en dos o más etapas a lo largo de esta cadena, y cuando los costos
resultantes de la producción realizada por diferentes empresas (es decir cuando
distintas empresas llevan a cabo las operaciones sucesivas del proceso productivo)
son mayores que los costos de producción de una empresa verticalmente integrada.
Las economías de secuencia se refieren por lo tanto a los costos de los insumos
(Spulber 1993: 544).
Estos costos, así como los costos laborales, pueden disminuir también como
resultado de las economías de escala. Ellas a su vez dependen de las
indivisibilidades, de la especialización y – en el caso de los costos de las instalaciones
7
– de “las leyes físicas y matemáticas” (Nooteboom 1993: 285). Lo mismo puede
decirse de los costos de mercadeo y distribución. Las economías de escala en los
costos fijos pueden atribuirse a las indivisibilidades en la maquinaria y equipo, así
como también a la especialización cuando se trata de funciones administrativas y
gerenciales.
ejecución, involucra costos de escrutinio, monitoreo y fiscalización (Hoff & Stiglitz, 1991). En tercer lugar,
si los costos anteriores son muy elevados, aparecen los costos de organización. Entre ellos pueden
distinguirse los costos de montaje de las estructuras de gobierno requeridas para llevar a cabo las
transacciones al interior de una empresa, los costos de selección de fuerza de trabajo y maquinaria, y los
costos de coordinación.
7
Scherer sostiene que hay considerable evidencia que confirma “la ley de los dos tercios” aplicada por los
ingenieros para estimar el costo de nuevos equipamientos. En efecto, dado que el área de una esfera o
cilindro de proporciones constantes varía en relación a su volumen elevado a la potencia de dos tercios,
puede esperarse que los costos de construcción de una esfera parte de las instalaciones aumenten en
una proporción inferior al aumento de su capacidad productiva (1980: 82). Esta ley explica porqué en
algunas industrias los costos unitarios disminuyen cuando aumenta la escala de producción.
7
expresan en todos aquellos tipos de costos afectados por la indivisibilidad de la
maquinaria y equipo. Los costos unitarios de los insumos también pueden disminuir
como resultado de complementariedades e interacciones entre procesos productivos.
8
El rol del empresario puede ser tan dominante en las grandes empresas como en las pequeñas. Sin
embargo, la propiedad y la gerencia están generalmente separadas en empresas grandes, lo cual puede
constituir una ventaja en la medida en que la gerencia responda a las evaluaciones del directorio y de la
junta de accionistas. Este es precisamente el problema del principal-agent examinado en la literatura
contemporánea.
8
Puede advertirse, sin embargo, que el acceso a más información no
9
necesariamente facilita la cooperación. En el caso de la producción a pequeña escala
el acceso a información incompleta sobre fuentes alternativas de servicios y
proveedores podría, por ejemplo, elevar la frecuencia de las interacciones al interior de
un grupo menos numeroso de firmas induciendo, en esa medida, reducciones en los
costos de transacción.
9
En la teoría de juegos se han identificado situaciones en las cuales la información completa conduce a la
indeterminación mientras que la información incompleta facilita la existencia de una solución de equilibrio
(Elster 1989: 4).
10
El concepto de especificidad de activos se refiere a la posibilidad de reasignar los activos, esto es de
utilizarlos en transacciones con otros agentes. La especificidad de activos es el resultado de inversiones
específicas en soporte de una transacción determinada. Williamson (1985) distingue cuatro tipos de
especificidad, dependiendo de que dicha especificidad involucre: a. activos físicos (por ejemplo una
máquina o dispositivo que se utiliza para atender los requerimientos específicos de un cliente particular,
9
empresas), así como a la ausencia o imprecisión en los estándares de desempeño
(Ibíd.).
Por un lado, las PEIs son más sensibles a la incertidumbre debido a que la
escala y la diversificación de la empresa son más reducidas y por lo tanto también son
menores las posibilidades de reducir el riesgo con un portafolio más diverso de
en contraste con maquinaria de propósito múltiple); b. activos humanos (capacitación adecuada a una
tecnología específica, inversión en relaciones personales con determinados agentes, etc.); c. activos
dedicados (ampliaciones de capacidad instalada en respuesta a demandas específicas); y d. localización
(ubicación geográfica de los activos, cercanía a mercados alternativos).
10
DIAGRAMA 1
EFECTOS DEL TAMAÑO EMPRESARIAL SOBRE LA COMPETITIVIDAD DE LAS PEQUEÑAS EMPRESAS INDUSTRIALES
Y POSIBLES RESPUESTAS INSTITUCIONALES
Factores que determinan la Fuentes de los efectos del tamaño de la empresa Efectos (des/economías) Empresas Respuestas institucionales
eficiencia y competitividad pequeñas (nº de (campos de aplicación entre paréntesis)
trabajadores)
Alta correlación
CREACIÓN DE VALOR con
Acciones conjuntas e inversión conjunta
rango vertical
(insumos, finanzas, e infraestructura)
COSTOS VARIABLES Insumos usados en etapas de producción consecutivas reducido
Insumos SECUENCIA (desventaja)
Distribución Especialización (aumento en la productividad) División del trabajo inter-firma (insumos,
Alta correlación
Mercadeo Leyes físicas y matemáticas (costos aumentan mercadeo, finanzas y administración)
con escala
Financieros en Acciones conjuntas (distribución y
reducida
una proporción menor que la capacidad) ESCALA mercadeo)
(desventaja)
COSTOS (SEMI) FIJOS Concentración (distribución
Infraestructura Acciones conjuntas (infraestructura,
Alta correlación
Espacio distribución y servicios de apoyo)
Indivisibilidades (costos de entrada) con diversificación
Administración Concentración (infraestructura,
Gerencia DIVERSIFICACIÓN limitada
distribución, servicios de apoyo y
Complementariedad (insumos, tiempo, riesgos, (desventaja)
mercadeo vía reputación local)
marcas)
Interacción (inseparabilidad de recursos) Correlación con
experiencia Acciones conjuntas o concentración
EXPERIENCIA relativamente corta (insumos)
(desventaja)
Destrezas (eliminación de redundancias)
Reputación (percepción de riesgos más bajos Menor amplitud
Contrato de servicios profesionales en
COSTOS DE (escala),
una red de relaciones personales;
TRANSACCIÓN profundidad
aglomeración para reducir costos de
(educación) y
búsqueda y monitoreo (socios),
- búsqueda, escrutinio y Indivisibilidades (costos de entrada) variedad en acopio
compartir información en la red
selección Racionalidad limitada (contingencias, selección de información
- negociación adversa y riesgo moral) ESCALA
Costos hundidos (solución unilateral);
- formulación de contratos Oportunismo (diversificación del riesgo, DIVERSIFICACIÓN
Y Menos productos, asociaciones y organismos que
y monitoreo vulnerabilidad al oportunismo, tentación de
socios y mercados; promueven reglas de negocios y
- coordinación y engaño, riesgo de defectos)
EXPERIENCIA y menores ventas normas; ‘inserción social’ y acuerdos de
fiscalización Especificidad de activos, frecuencia e
crédito articulado
incertidumbre
ANTICIPACIÓN Menor nivel de División del trabajo inter-firma como
educación/terqued estímulo de ‘economías de capacidad
RyD y capacitación ad; corta distancia cognoscitiva’ compartir información en
Aprendizaje a través de categorías (facilitador y entre mercados y redes personales; concentración:
Información externa limitante; dependencia de contexto y trayectoria) CAPACIDAD decisiones misterios de la industria en el aire vs.
Costos de oportunidad COGNISC. estratégicas riesgos de estrechez cognoscitiva
Carácter tácito del conocimiento (inconsciente)
Nota: los elementos conceptuales básicos del diagrama han sido tomados de Nooteboom (1993: efectos de escala, diversificación, experiencia, y capacidad cognoscitiva) y de Spulber (1993: efectos de secuencia).
El diagrama ha sido adaptado (adición de la última columna) y extendido (incorporando costos de transacción y la cuestión de la anticipación) en función de los objetivos de este artículo.
11
clientes y actividades. Por este motivo, las PEIs son más vulnerables frente al
comportamiento oportunista. De otro lado, estas mismas características generan
mayores suspicacias y sospechas en los socios y clientes potenciales. Esto se explica
porque los efectos negativos del incumplimiento en la reputación de las PEIs son
relativamente bajos (Nooteboom 1993: 290). Así, los efectos de escala, diversificación
y experiencia pueden tener relevancia en lo que se refiere a los costos de transacción
debidos al comportamiento oportunista.
Puede observarse, asimismo, que en las PEIs “los activos adquieren más
pronto un carácter específico en referencia a clientes singulares” (Nooteboom 1993:
292) toda vez que su producción esta frecuentemente orientada a nichos del mercado
así como a la búsqueda de diferenciación. La consiguiente necesidad de establecer
salvaguardas contractuales genera problemas adicionales asociados a las
deseconomías de escala y a la ausencia de registros de información escrita. De otro
lado, los usuarios también incurren en costos de transacción asociados a la
especificidad de los activos (Williamson, 1985) toda vez que necesitan familiarizarse
con el proveedor y sus productos y eventualmente tendrán que recalibrar su proceso
productivo y/o establecer un sistema de monitoreo. Estos costos también son
sensibles a las economías de escala y diversificación.
En tercer lugar, es posible adoptar una perspectiva dinámica para estimar las
(des) ventajas de las PEIs (ver sección inferior del diagrama 1). La capacidad de
anticipar desarrollos futuros en los mercados de productos y factores involucra tres
tipos de costos:
12
Los dos primeros tipos de costos están de hecho asociados a la necesidad de
aprender, la cual emerge como respuesta a la amenaza que representan los costos de
oportunidad elevados. El aprendizaje es un proceso de expansión del conocimiento
sobre las opciones disponibles y sus resultados, así como también un cambio en las
preferencias – cambio que involucra un nuevo conjunto de metas, opciones y sus
resultados correspondientes (Nooteboom 1992: 285). El desafío consiste en reducir
los costos asociados restringiendo al mismo tiempo los costos de oportunidad.
¿Pero cuáles son los factores que inciden en los costos de aprendizaje? Si la
capacidad de comunicar y procesar información fuera ilimitada y la información
estuviera completamente disponible, los costos serían reducidos independientemente
11
del tamaño de la firma. Nooteboom adopta, sin embargo, una visión diferente y
relativamente novedosa en la perspectiva económica, la cual tiene implicancias en los
efectos del tamaño de la firma y en sus costos correspondientes:
11
Los flujos de información pueden estar limitados por la incompatibilidad de incentivos y el
comportamiento oportunista. Además, el tiempo requerido para comunicar la información y las dificultades
para codificarla (a fin de facilitar su comprensión) pueden constituir obstáculos adicionales aun si los
agentes actúan de manera bien intencionada. Los problemas de coordinación y de toma de decisiones en
un contexto de información imperfecta pueden ser enfrentados recurriendo a las pautas dictadas por el
conocimiento y la cultura organizativa que se desarrollan al interior de un grupo social determinado. Ver al
respecto Tirole (1988: 49).
12
El subrayado es nuestro. Ver también al respecto Nooteboom (1992).
13
Piaget caracteriza el proceso de aprendizaje como la formación de categorías en contextos constituidos
por entornos físicos, sociales y culturales, distinguiendo para el efecto cuatro etapas básicas de
asimilación: a) reconocimiento y repetición, b) generalización, c) diferenciación, y d) contraste, lo que
13
conservadurismo cognoscitivo, y la posibilidad de que el conocimiento resultante tenga
un carácter tácito. Las PEIs están en desventaja con respecto a las dos últimas
características debido a lo siguiente:
involucra una comparación de los nuevos puntos de vista con lo puntos de vista preexistentes
(Nooteboom 1992).
14
Puede advertirse, sin embargo, que los enfoques tradicionales subestiman la magnitud de los recursos
dirigidos a investigación y desarrollo en las empresas pequeñas, debido al interés prácticamente exclusivo
en “actividades de laboratorio”. No se consideran, por ejemplo, las actividades de experimentación
llevadas a cabo – en algunos casos de manera cotidiana – en los propios talleres. Lamentablemente,
dados los límites de este trabajo, no podemos examinar aquí la efectividad de las distintas modalidades
de investigación y desarrollo ni estimar su importancia relativa en la producción a pequeña escala. Es
probable encontrar una gran variedad de experiencias al respecto, debido en parte a la mayor
independencia de los empresarios y al rol que juega su propia idiosincrasia y personalidad. En la medida
en que no están sometidos a las presiones del mercado de capitales, no necesitan adoptar estándares
uniformes de conducta y desempeño. Por último, si bien los empresarios realmente “Schumpeterianos”
parecen representar un porcentaje relativamente reducido del total, en términos absolutos su número
puede ser elevado.
15
La menor educación puede en alguna medida “compensarse” con experiencia, ingenio y destrezas para
resolver problemas, y un entorno difícil puede ciertamente estimular el desarrollo de estas destrezas. Pero
no podemos exagerar las posibilidades abiertas por este desarrollo ni subestimar sus límites. Un bajo nivel
educativo efectivamente reduce las posibilidades de entender, codificar y transmitir información, y en esa
medida debilita la seguridad del empresario y limita su capacidad de innovación.
14
En resumen, las PEI dispersas parecen estar en desventaja en términos de
recursos productivos y también en capacidades cognoscitivas, además de enfrentar
costos de transacción más elevados en comparación a las empresas de mayor
tamaño. De otro lado, sin embargo, en líneas generales las PEIs están mejor
equipadas para supervisar los contratos laborales, tienen menores costos
administrativos, y pueden aprovechar los cambios técnicos e institucionales que
facilitan su acceso a información relevante (Marshall 1961). Además, las PEIs gozan
de ventajas adicionales en la medida en que su comportamiento (Nooteboom 1994a:
20) puede inducir respuestas institucionales dirigidas a remontar los obstáculos
señalados (diagrama 1). Entre los ejemplos ilustrativos de dichas respuestas pueden
destacarse los siguientes:
15
empresario dominante en relación a su amplitud, profundidad y variedad
cognoscitiva);
16
RECUADRO 1
UNA INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FENÓMENO DE LA
CONCENTRACIÓN TERRITORIAL: EL PUNTO DE VISTA DE LA ECONOMÍA
EVOLUTIVA
17
las PEIs, en contraste con lo que uno podría inferir líneas arriba acerca de las PEIs
dispersas: la dependencia del contexto y de la trayectoria es la clave para
contrarrestar problemas asociados al carácter tácito del conocimiento y al
conservadurismo cognoscitivo en las PEIs.
18
CAPÍTULO 2
LA CONCENTRACIÓN TERRITORIAL/SECTORIAL: UN MARCO TEÓRICO
16
Podríamos considerar también las dimensiones macroeconómica e institucional. No lo hacemos para no
complicar más el argumento. Puede advertirse, sin embargo, que la dimensión institucional del entorno
mantiene estrecha relación con los costos de transacción generados en las distintas interacciones
económicas (North 1990). Las instituciones pueden facilitar las transacciones en la medida en que afectan
los costos de llevarlas a cabo. En nuestro marco teórico, las instituciones inciden en las economías
generadas en el entorno territorial de las empresas.
17
Por ejemplo en el caso de ausencia de mercados para un factor de producción común que es producido
por la firma A fuera del radio de influencia de la firma B. Se asume que esto afecta las posibilidades de
19
inter-firma, la especialización y las acciones conjuntas. Pueden derivarse economías
externas que se traducen en precios más bajos y/o calidades más elevadas de
insumos, innovación, y reducción del tiempo requerido para lanzar nuevos productos
al mercado. Estos efectos contribuyen al desarrollo general del entorno externo, sea
que se trate de una red industrial, de una aglomeración, o de una industria entera. La
generación de economías externas es entonces una de las modalidades mediante las
cuales las PEIs compiten con empresas grandes verticalmente integradas.
producción de la firma B; y que la firma A no toma en cuenta dicho efecto en la medida en que paga un
precio igual a cero por producir dicho factor.
18
Ver la nota a pie de página anterior. Las características de los mercados de productos inducen
transacciones de tamaño reducido, variadas y cambiantes.
20
19
aglomeración. Estas economías se definen como la medida en que la proximidad
geográfica y sus efectos relacionados (como son, por ejemplo, los rasgos
socioculturales específicos de un entorno local) aumentan las economías externas e
internas así como también, eventualmente y en el largo plazo, las capacidades
dinámicas de las empresas. A continuación presentamos una manera de clasificar
estas economías.
A medida que la información fluya más libremente, y que las reglas, normas y
valores estimulen su circulación, el rol jugado por las características socioculturales e
institucionales del entorno territorial local cobrará mayor importancia. El resultado
puede ser la difusión de información aun en ausencia de transacciones y/o fuera del
ámbito de las relaciones orgánicas entre empresas. Todas las empresas en este
entorno tendrían mayores posibilidades de obtener información valiosa. Esto es
precisamente a lo que Marshall se refería al afirmar que los misterios de la industria
“están en el aire” (1961: 271).
19
Este concepto incluye las economías de urbanización y de localización. Las primeras se asocian a la
convergencia geográfica de distintas industrias mientras que las segundas se refieren al caso de
empresas industriales similares localizadas en una área definida.
20
Las ventajas de información a los compradores pueden hacer que una zona se convierta en altamente
“comercial”. Los clientes acuden debido a su buena reputación (precios bajos, amplia variedad, calidad
razonable). Las empresas pueden abrir puestos de venta cerca de sus talleres sin incurrir en costos de
distribución y mercadeo excesivos. Por el contrario, estos costos permanecen en niveles reducidos. La
cercanía a los consumidores o a mercados mayoristas tiene una gran relevancia (Lambooy, 1993:10-11).
Puede observarse al respecto, que la medida en que la localización en un área comercial se traduce en
mayores volúmenes de producción, precios más bajos de insumos debido a descuentos, crédito más
barato, etc. constituye otro tipo de economía de aglomeración que opera vía economías internas de
escala.
21
Si la fuerza de trabajo también está localizada en la concentración territorial o en sus alrededores, la
capacidad interna de producción puede hacerse más flexible sin necesidad de incurrir en costos de
búsqueda más elevados.
21
Un segundo tipo de economías de aglomeración comprende el acopio de
información sobre personas (proveedores, compradores, supervisores, trabajadores
especializados, socios potenciales para algún negocio). Esta es una de las fuentes
importantes de los costos de transacción que emergen en un contexto de
especialización en procesos y de relaciones de subcontratación de largo plazo,
relaciones que reemplazan las transacciones de mercado (y que consecuentemente
reducen los costos recurrentes de búsqueda y apareo). La necesidad de información
está inversamente relacionada con la confianza (trust).
22
homogeneidad cultural” (Asheim 1994: 95-96). Así, con el paso del tiempo el segundo
tipo de economías de aglomeración puede traducirse en un aumento de las
capacidades dinámicas de las empresas. La introducción del concepto de “inserción”
de las transacciones en un entorno sociocultural determinado (embeddedness),
expresa el intento de hacer explícitas las condiciones bajo las cuales las innovaciones
22
se nutren de un terreno surcado por los eslabonamientos entre empresas.
22
En contraste con esta perspectiva, Scott & Storper excluyen las precondiciones socio-culturales del
concepto de economías de aglomeración, afirmando que la aglomeración simplemente `facilita las tareas
de interacción y transacción toda vez que la proximidad se traduce en menores costos y mayores
oportunidades para compatibilizar necesidades y capacidades'(1992:17). La falta de confianza puede
contrarrestar esta ventaja. Además, la posibilidad de retención asimétrica de información privilegiada
puede ser significativa, así como la necesidad de mantener inventarios de reserva de ciertos insumos
críticos. En el enfoque de Scott & Storper, las ventajas de la aglomeración se reducen a transacciones
eficientes debido a la proximidad geográfica, a la disponibilidad de recursos locales y a ciertas
características del mercado de trabajo local. La generación de destrezas locales no está garantizada, ni
tampoco un nivel más alto de innovaciones. Estos autores tienden así a enfatizar solamente el primer tipo
de economías de aglomeración.
23
aglomeración también comprende diversos tipos de economías internas. Nuestro
argumento puede ilustrarse con ayuda del diagrama 2.
23
El contexto global -- macroeconómico e institucional -- juega también un rol muchas veces decisivo
(políticas monetaria, comercial y tributaria, y su impacto en tasas de interés y tipo de cambio, demanda
doméstica y costos de transacción). Las limitaciones en la infraestructura física también constituyen un
factor significativo.
24
A través de la proximidad, y la disponibilidad y variedad de recursos e información.
25
Estas innovaciones pueden tener efectos potencialmente significativos, y se registran principalmente: 1.
a nivel de planta; 2. en las interacciones productor-usuario; 3. de manera acumulativa (Villarán, 1994).
24
En tercer lugar, las acciones conjuntas orientadas a tareas y objetivos
específicos se traducen en economías externas. Pero en la medida en que
dichas acciones tienen lugar con mayor facilidad al interior de una “atmósfera
industrial” caracterizada por cierto grado de confianza mutua, o se ven
estimuladas por la simple proximidad geográfica, ellas corresponden a la
categoría de economías de aglomeración. Finalmente, la organización de una
red personal de información por iniciativa de una empresa puede considerarse
entonces como una alternativa costosa en comparación con las tres primeras
estrategias: no genera economías externas, ni está vinculada a los efectos de
aglomeración per se.
25
DIAGRAMA 2
UNA REPRESENTACIÓN ESTÁTICA DE ECONOMÍAS DE AGLOMERACIÓN
+
+
Precio/calidad y
economías externas adecuación al economías internas
mercado AE3: +
AE2: +
Costos de transacción
+
Búsqueda y comportamiento
entorno funcional:
división de trabajo entre AE1: +
empresas (subcontrata)
entorno territorial:
‘atmósfera local’,
confianza, e ‘inserción’
concentración de
firmas
Nota: AE1, AE2, y AE3 se refieren a los tres tipos de economías de aglomeración, excluyendo al aspecto dinámico del segundo tipo, que es relacionado con capacidades
dinámicas de las firmas.
26
RECUADRO 2
SOBRE “DISTRITOS INDUSTRIALES EL MERCADO: UNA
DIMENSIÓN DESCUIDADA EN LA LITERATURA” EN LOS PAÍSES
INDUSTRIALIZADOS
27
CAPÍTULO 3
ECONOMÍAS EXTERNAS Y DE AGLOMERACIÓN EN EL COMPLEJO DE GAMARRA
26
Por ejemplo a través de la subcontratación. Sin embargo, una firma organiza su producción y determina su
estrategia de mercadeo de acuerdo a las características específicas del mercado al cual se orienta. Asumimos
que existe una relación entre estas características y las diversas estrategias de subcontratación observables, aún
cuando no examinamos dicha relación en este artículo.
27
La muestra fue tomada del Registro Unificado del Ministerio de Industrias a junio de 1993, el cual incluía 5,228
empresas confeccionistas. En octubre de 1994, se encontraban registradas un total de 9231 empresas
confeccionistas en Lima metropolitana y el Callao (8490 de prendas de vestir y 741 de tejidos de punto). A esa
fecha, el número de empresas con registro localizadas en el resto del país fue de aproximadamente 4,000. De
otro lado, se estima que el número de confeccionistas informales asciende a aproximadamente 12,000 en todo el
país. En suma, la industria de confecciones cuenta a nivel nacional con aproximadamente 13,200 empresas
registradas y con un número similar de empresas informales. Ver al respecto Abugattas (1994).
28
28
en dos etapas, a fin de seleccionar tres distritos de bajos ingresos. El tamaño total de la
muestra fue de 130 empresas y la tasa de respuesta fue de 79 por ciento.
En primer lugar, puede observarse que las empresas de Gamarra son grandes
comparadas con aquellas localizadas en distritos de bajos ingresos y en otras zonas de La
29
Victoria (La Victoria/FG), aunque más pequeñas comparadas con sus contrapartes de los
distritos residenciales (cuadro 3.1). Usualmente tienen dos establecimientos: un taller (fuera
30
de la vivienda del empresario) y una tienda (o puesto de ventas). Están entonces
integradas “hacia adelante” en el mercadeo de sus productos (al menudeo y al por mayor
simultáneamente), mientras que las empresas de otros distritos generalmente no tienen
puntos de venta.
Cuadro 3.1
tamaño empresarial por distrito (en términos del número de
trabajadores, incluyendo al empresario)
Número de
Distrito Promedio Desv. St. Test F Probabilidad
observaciones
Distr. residenciales 30 16.2 23.9 2.67 0.052
Gamarra 24 10.4 16.4
Áreas de bajos ingr. 31 6.2 4.4
La Victoria/FG 18 5.8 5.2
Las empresas de distritos de bajos ingresos así como aquellas de La Victoria/FG son
frecuentemente “microempresas” (de 1 a 4 trabajadores, incluyendo al empresario), mientras
28
En este sentido la muestra no es representativa de la industria de confecciones limeña. En primer lugar porque
el marco muestral (Registro Unificado) solo incluye a las empresas formales. En segundo lugar porque nuestra
estratificación podría generar un sesgo hacia empresas que hipotéticamente tienen mayor viabilidad económica
(aquellas localizadas en Gamarra y en los distritos residenciales). Por último, el procedimiento de muestreo en
dos etapas nos condujo a seleccionar dos asentamientos que corresponden con las primeras olas de migrantes
(San Martín de Porras y El Agustino), y solamente un asentamiento de origen más reciente (San Juan de
Lurigancho). Este último es probablemente más representativo de la mayoría de los “pueblos jóvenes” de Lima.
29
La zona de Gamarra comprende aproximadamente el 30 por ciento del territorio distrital de La Victoria. De las
50 empresas inicialmente seleccionadas en este distrito, 41 respondieron la encuesta. De ellas, 24 estaban
localizadas en Gamarra y las 17 restantes en otras zonas de La Victoria, es decir fuera del complejo de Gamarra
tal como éste ha sido definido por Ponce (1994). Las estamos considerando entonces como dos grupos
diferentes: La Victoria/FG se refiere a las 17 empresas de La Victoria que están fuera de Gamarra.
30
Hemos clasificado a las empresas de la muestra tomando en cuenta el uso de la vivienda para actividades
empresariales así como el grado de integración “hacia adelante” (puestos de venta). Esto nos permite distinguir
cuatro tipos: empresas domésticas simples (taller-vivienda), talleres simples (fuera de la vivienda), empresas
domésticas extendidas (taller-vivienda con uno o más puestos de venta fuera de la vivienda) y talleres extendidos
(taller fuera de la vivienda con uno o más puestos de venta). Las empresas de Gamarra son generalmente de
este último tipo.
29
que las empresas de Gamarra se encuentran, en promedio, en el rango de “pequeñas” (de 5
a 19 trabajadores). Hemos sostenido, en los capítulos anteriores, que las empresas que
forman parte de una concentración territorial pueden potencialmente explotar economías de
escala con respecto a los costos de insumos, mano de obra, distribución, mercadeo,
espacio, infraestructura, gerencia y administración. Aun cuando no fue posible conseguir
31
información sobre estos costos , sí disponemos de cifras sobre ventas mensuales y empleo
promedio durante 1993.
En segundo lugar, la evidencia recogida indica que las ventas mensuales por
trabajador durante 1993 fueron significativamente superiores en las empresas de Gamarra
en relación a aquellas localizadas en otros distritos (cuadro 3.2). Este indicador del
desempeño de las firmas combina la influencia del volumen de producción y de los precios
de venta, y por lo tanto puede ser interpretado de distintas maneras.
Cuadro 3.2
ventas promedio mensuales por trabajador en 1993, por distrito
(en US$)
Distrito Número de Promedio Desv. St. Test F Probabilidad
observaciones
Distr. residenciales 28 510 354 5.94 0.0009
Gamarra 23 1148 852
Áreas de bajos ingr. 31 660 777
La Victoria/FG 17 380 346
Nota: Las cifras de este cuadro se refieren a ventas brutas, e incluyen las ventas de productos (parcialmente) fabricados
por empresas subcontratistas. De otro lado, las estimaciones han sido corregidas por un factor que permite expresar las
32
magnitudes en términos de jornadas “a tiempo completo”. Puede ocurrir, sin embargo, que la duración de la jornada de
trabajo sea distinta en los cuatro grupos considerados, lo cual explicaría parcialmente las diferencias registradas.
Lamentablemente, no contamos con la información necesaria para estimar la incidencia de esta probable fuente de
variación.
En efecto, si suponemos que la mayor magnitud de las ventas brutas por trabajador
en las empresas de Gamarra se explica por mayores volúmenes, caben aún tres
posibilidades: 1) su productividad es relativamente elevada; 2) la jornada de trabajo es de
mayor duración; y/o 3) las empresas recurren más intensiva o extensivamente a la
subcontratación. De otro lado, si asumimos que las diferencias observadas expresan un
“efecto-precio”, también podemos distinguir tres factores: 4) la calidad de los bienes
31
Los errores no-muestrales son generalmente significativos en los estudios sobre PEIs en los países en
desarrollo, debido en parte a las dificultades que los empresarios tienen para registrar y recordar la información
relevante (Liedholm 1992).
32
Por ejemplo, para una empresa que cuenta, además del empresario, con dos trabajadores contratados a
tiempo completo, y con un familiar que solo trabaja un 60 por ciento de la jornada, la magnitud el factor de
30
producidos en Gamarra puede ser relativamente superior a la calidad de productos similares
confeccionados, por ejemplo, en las áreas de bajos ingresos; 5) las presiones para elevar la
rotación de inventarios son relativamente menores en Gamarra debido a la menor necesidad
de ofrecer descuentos, lo cual a su vez se explica por la concentración de la demanda en
esta zona; y 6) los márgenes de ganancia son más altos en Gamarra.
corrección sería de 0.9 [(1+1+1+0.6)/4]. Nuestros resultados econométricos revelan que este factor NO está
correlacionado con el tamaño de la empresa.
31
también a economías externas, territorialmente definidas, que afectan positivamente la
productividad de los trabajadores y la capacidad de los empresarios.
32
resulta de la multiplicación de un número relativamente elevado de trabajadores por un valor
relativamente alto de ventas brutas por trabajador.
Una vez que desagregamos las cifras por distritos, se observan nuevos matices. Un
mayor tamaño aún incide positivamente en el desempeño tanto en los distritos de bajos
33
ingresos como en La Victoria/FG. Este no es el caso, sin embargo, en las empresas de
Gamarra ni en aquellas de los distritos residenciales. En efecto, la cifra más alta de ventas
por trabajador en Gamarra se registra en el rango inferior de la categoría de pequeñas
empresas, superando a las empresas del rango intermedio y aún a las empresas
34
medianas.
Una hipótesis que explicaría este resultado es que las empresas de mayor tamaño
recurren más intensivamente a la subcontratación de servicios de confección y acabados
ofrecidos por las empresas más pequeñas. Si una empresa X subcontrata los servicios de
una empresa Y para llevar a cabo una etapa intermedia del proceso productivo, las ventas
aparecen registradas en la empresa X mientras que el empleo requerido en dicha etapa se
registra en la empresa Y. La subcontratación genera entonces un sesgo que sobreestima el
desempeño de la empresa que subcontrata (X) y subestima el de la empresa subcontratada
35
(Y).
33
El coeficiente de correlación entre tamaño y ventas por trabajador es positivo, alto y significativo para estos dos
grupos, así como también el test F.
34
Tanto el test F como el coeficiente de correlación son poco significativos para el caso de las empresas de
Gamarra.
35
Agradecemos a Albert Berry por esta importante observación.
33
equipadas como para llevar a cabo todas las operaciones requeridas en la confección de
telas.
Distr. de bajo ingr. 359 658 679 1877 – 4.45 (0.07) 0.64 0.00
(231) (657) (1011) (1922)
[14] [11] [3] [2] [1]
TOTAL (muestra) 430 767 804 1424 925 3.19 (0.017) 0.14 (0.05)
(462) (766) (612) (1232) (710)
[38] [36] [12] [4] [9]
Nota: – indica que en la categoría hay un solo caso o ninguno. Las desviaciones estándar están indicadas entre
paréntesis (puede observarse que en muchos casos son relativamente elevadas) y el número de observaciones
en cada caso está indicado entre corchetes.
36
El análisis econométrico llevado a cabo posteriormente por uno de los autores de este trabajo ha puesto en
evidencia que el efecto de la subcontratación en el nivel de ventas por trabajador es estadísticamente
despreciable.
34
casillero correspondiente a las empresas de Gamarra con 15 a 19 trabajadores se encuentre
vacío (cuadro 3.3).
En líneas generales, es preciso destacar que las empresas de Gamarra alcanzan los
valores más altos de ventas por trabajador en cada categoría de tamaño. Nuestro análisis
sugiere que esto puede atribuirse a las economías de aglomeración en distribución y
mercadeo (vía efectos de la reputación de la zona y el grado de aceptación en el público).
Tampoco puede descartarse, como explicaremos más adelante, la incidencia de las
economías externas asociadas a la división del trabajo entre empresas, particularmente
cuando dicha división del trabajo está acompañada de intercambios de recursos técnicos,
físicos, financieros, y/o humanos.
En cuarto lugar, no deja de llamar la atención el bajo nivel promedio de ventas por
trabajador en las empresas de los distritos residenciales (cuadro 3.2) teniendo en cuenta su
mayor tamaño relativo. ¿Acaso enfrentan deseconomías de escala? El cuadro anterior
sugiere algunas hipótesis. Las firmas medianas no parecen tener buen desempeño ni
tampoco las firmas en la categoría de 5 a 9 trabajadores. Esto presiona hacia abajo la media
37
para todo el distrito (cuadro 3.2). ¿Cómo explicar este resultado? Una hipótesis al respecto
es que en contraste con las firmas pequeñas, las empresas de mayor tamaño se ven
obligadas a cumplir con diversas regulaciones, toda vez que su mayor tamaño las hace más
visibles y facilita el monitoreo de las autoridades. Pero no conocemos aún los mecanismos
que explicarían el impacto negativo de las regulaciones en las ventas brutas. Una hipótesis
distinta, sugerida líneas arriba, es que el tamaño de la empresa no necesariamente
determina su escala de producción, en particular si la empresa individual opera al interior de
redes empresariales y recurre a la subcontratación. En la sección siguiente examinamos la
consistencia de esta interpretación, a la luz de los resultados obtenidos por la encuesta.
37
El coeficiente de correlación entre tamaño y ventas por trabajador es ligeramente positivo pero poco
significativo.
35
pobres para la mayoría de variables independientes consideradas. Pero si eliminamos de la
muestra a las empresas localizadas en Gamarra, encontramos que las ventas mensuales
por trabajador muestran una correlación negativa con la proporción del empleo familiar en el
empleo total de la empresa. Cuanto menor es la proporción del empleo familiar, mayores
son las ventas mensuales por trabajador. De otro lado, también obtuvimos resultados
estadísticamente significativos con la variable “número de tiendas” pero solo para las
empresas localizadas en los distritos de bajos ingresos. Como era de esperarse, en este
caso el signo del coeficiente fue positivo. Esto sugiere que una de las principales
restricciones que enfrentan las empresas localizadas en estos distritos es el mercadeo.
Por último, la evidencia generada por la encuesta para la zona de Gamarra, arroja un
valor promedio de ventas por empresa bastante mayor al estimado por otros investigadores.
En efecto, la ventas anuales en Gamarra ascienden aproximadamente a $ 135 mil por
empresa, una cifra muy por encima de los $ 48 mil por año reportados por Ponce para el
caso de las “tiendas-taller micro” (1 a 5 trabajadores), y también mayor que los $ 78 mil
anuales estimados para las empresas pequeñas (de 11 a 49 trabajadores). Esta diferencia
se explica porque los marcos muestrales son distintos. Nosotros hemos obtenido la muestra
del registro unificado, mientras que las cifras de Ponce ofrecen una estimación para todas
las empresas de la zona, cuyo número fue calculado por observación directa (1994: 100-
108). Es probable que las empresas observadas por Ponce tengan un tamaño promedio
menor al de las empresas consideradas en nuestra muestra.
36
¿Qué nos dicen los datos de la encuesta al respecto? En primer lugar, y a
contracorriente de lo afirmado por otros autores (Villarán 1993:178, Nadvi & Schmitz
1994:17), la división vertical del trabajo entre empresas en Gamarra no parece estar tan
desarrollada en términos del número de operaciones subcontratadas por empresa, el cual
tiene un valor modal de uno (cuadro 3.4). Nuestros resultados ponen en cuestión la idea de
que “Gamarra tiene una tradición de fuerte división del trabajo, subcontrata y cooperación.”
Como se explica en las líneas que siguen, la evidencia recogida arroja serias dudas sobre el
“uso masivo de la subcontratación” que supuestamente caracteriza a las empresas
38
localizadas en esta zona (Ponce 1994: 124,146).
Cuadro 3.4
Número de actividades subcontratadas a otras empresas,
por distrito (en % del total de la columna)
N° Muestra Distritos La Victoria/FG Complejo de Áreas de
Residenciales Gamarra bajos ingresos
0 25.2 26.7 27.8 20.8 25.8
1 22.3 16.7 16.7 37.5 19.4
2 20.4 13.3 16.7 20.8 29.0
3 13.6 13.3 16.7 8.3 16.1
4 5.8 6.7 5.6 8.3 3.2
5 5.8 10.0 5.6 4.2 3.2
6 3.9 6.7 11.1 – 0.0
7 1.9 3.3 – – 3.2
TODAS 3.3 3.3 – – –
100 % 100 % 100 % 100 % 100 %
38
Es preciso llamar la atención sobre el riesgo de confundir el trabajo a destajo con la subcontratación. En efecto,
los trabajadores a destajo operan bajo la supervisión del dueño del taller y no cuentan con la autonomía e
37
ojales y bordados, se procede al planchado de la prenda, a su limpieza y control (remate),
se revisa su calidad y se la empaca.
Comparando los cuadros 3.4 y 3.5, se observa que, en general, las empresas de la
muestra subcontratan más operaciones de aquellas que dicen no poder realizar. Esto
sucede con menor frecuencia en el complejo de Gamarra, mientras que la tendencia más
fuerte corresponde a las zonas residenciales. En estas últimas las empresas
consistentemente subcontratan más operaciones de las que estrictamente no pueden
realizar por sí mismas. Este resultado es indicativo de una tendencia a la formación de redes
desde estas zonas. Una de las empresas encuestadas afirmó haber terminado
subcontratando todas las actividades productivas, manteniendo solamente las funciones de
coordinación, distribución y mercadeo.
independencia de las empresas subcontratistas. Los resultados que presentamos a continuación son entonces
independientes de la importancia relativa del trabajo a destajo.
38
empresa, probablemente debido a los riesgos asociados a la pérdida de material, al
deterioro en la calidad y a los robos. Ninguna empresa de Gamarra subcontrata operaciones
39
preparatorias. Las empresas que lo hacen están principalmente localizadas en los distritos
de bajos ingresos, en los cuales los empresarios probablemente carecen de la tecnología y
de las destrezas requeridas para llevar a cabo estas operaciones. Con respecto a la
confección propiamente tal, el 37 por ciento de estas empresas subcontrata una o más
40
operaciones, en comparación con un 53 por ciento para el caso de las zonas residenciales.
Cuadro 3.5
Número de actividades que una empresa no puede realizar, por distrito
(como porcentaje del total de la columna)
Nº Muestra Distritos La Victoria/FG Complejo de Áreas de
Residenciales Gamarra bajos ingresos
0 36.9 46.7 38.9 29.2 32.3
1 25.2 13.3 5.6 45.8 32.3
2 19.4 23.3 16.7 16.7 19.4
3 11.7 6.7 16.7 8.3 16.1
4 2.9 0.0 16.7 – –
5 1.9 3.3 5.6 – –
6 1.0 3.3 – – –
7 1.0 3.3 – – –
100 % 100 % 100 % 100 % 100 %
39
Este resultado es consistente con otras observaciones realizadas, por ejemplo, en una aglomeración de
productores de calzado en la ciudad de Trujillo (Távara, 1994: 94), y en otra concentración de productores de
tejidos de punto en la India (Cawthorne, 1993; en Nadvi & Schmitz, 1994:16). En segundo lugar puede
observarse que la operación de corte se subcontrata muy raras veces, aún cuando casi la mitad de las empresas
de la muestra reveló no contar con una máquina cortadora de tela. En este artículo no consideramos de manera
explícita los consecuencias tecnológicas de la decisión “hacer o comprar”.
40
El número promedio más alto de operaciones de confección subcontratadas corresponde a las zonas
residenciales (1.2; SD 1.35), y el más bajo corresponde a Gamarra (0.5; SD 0.88). El test F para estas diferencias
por distrito es aceptable (2.34; P 0.08). Podría haber una correlación con el grado de especialización por
producto y con el tipo de mercados atendidos por las empresas. Como se señaló anteriormente, sin embargo, la
información relevante al respecto no se presenta en este artículo.
41
La hipótesis de “extrañeza tecnológica” fue formulada por Hirschman (1968) al examinar los factores que
frenan los “eslabonamientos” en el proceso de sustitución de importaciones. Según esta hipótesis, las
tecnologías utilizadas en las actividades industriales anteriores o posteriores a lo largo de la cadena de
producción, pueden resultar ajenas a la experiencia de los empresarios. En este caso, la “extrañeza” se refiere al
39
diversificación (ídem, aunque quizá también juegan un rol la complementariedad en el
tiempo y los materiales). La idea de que la subcontratación es una práctica extendida en
Gamarra sólo parece confirmarse en el caso de los acabados.
Cuadro 3.6
subcontratación de operaciones preparatorias, de confección, y
de acabado: la muestra vs. Gamarra
Preparatorias Confección Acabado
Muestra Gamarra Muestra Gamarra Muestra Gamarra
Nunca 90% 100% 63% 71% 37% 29%
Una operación 9% – 13% 13% 28% 42%
Dos operaciones 1% – 14% 13% 23% 21%
Tres operaciones 6% 3% 8% 8%
Cuatro operaciones 4% – 2% –
Cinco operaciones 2% –
100% 100% 100% 100% 100% 100%
Puede notarse que las empresas que subcontratan más de tres operaciones de
acabado se localizan en La Victoria/FG y en zonas residenciales. Estas últimas tienen
también una participación significativa en la subcontrata de operaciones de confección, lo
42
cual pone en cuestión el tipo de motivaciones que tienen para hacerlo.
De otro lado, es preciso advertir que las cifras anteriores se refieren exclusivamente
a la subcontratación de actividades productivas (de transformación) y no incluyen lo que
algunos autores denominan “subcontratación comercial.” En efecto, la subcontratación se
refiere tanto a las actividades que un comerciante encarga realizar a un productor, como a
las actividades que este último a su vez encarga a otros productores. El aspecto central del
concepto es que en ambos casos el demandante establece las especificaciones del bien o
servicio materia del contrato. En otras palabras, la relación de la empresa que produce el
bien o servicio con los usuarios finales, está mediada por una o más empresas distintas
(Lazerson 1990).
hecho de que la tecnología de confección de prendas de vestir (transformación mecánica) tiene muy poco en
común con los procesos químicos que caracterizan las operaciones de acabado.
42
Esta pregunta se trata en la segunda fase de nuestra investigación, la cual consiste de estudios de casos
comparativos de redes de empresas de subcontratación y/o cooperación, tanto dentro como fuera del Complejo
de Gamarra.
40
reservas frente a la hipótesis de que la subcontratación es una práctica extendida en la zona
de Gamarra.
43
Para ello habría que utilizar la técnica de muestreo `bola de nieve' (snowball sampling), la cual consiste en
entrevistar a la empresa X, luego a las empresas relacionadas con X, posteriormente a las relacionadas con
estas últimas, etc.
44
A este nivel Gamarra no muestra mayores diferencias con otros casos documentados en la literatura, por
ejemplo en la rama de carpintería de madera en Tanzania, Sudán, Kenya y Zimbabwe (Nadvi & Schmitz 1994:
14-15).
41
En primer lugar y en relación a las motivaciones para subcontratar, la posibilidad de
reducir costos (por ejemplo cuando otra empresa puede producir más barato) no parece
constituir un motivo en sí mismo, aunque en algunos casos se presenta en combinación con
otros factores como tecnología inadecuada, capacidad instalada insuficiente, o presiones
por los plazos de entrega (en el 14 por ciento de los casos, principalmente para firmas de las
zonas residenciales). Lo mismo puede decirse de la “mejor calidad”. La subcontratación no
parece constituir entonces una estrategia para reducir costos o elevar la calidad. La
evidencia disponible sugiere, por lo tanto, que las economías externas no tienen incidencia
general en las empresas de la muestra.
Esta conclusión preliminar debe tomarse con cautela, toda vez que se deriva de la
percepción de empresas que subcontratan (y no de sus contrapartes) a partir de una sola
observación en un punto determinado del tiempo. Esta encuesta tampoco permitió registrar
distintas motivaciones para las diferentes actividades subcontratadas, pues la pregunta fue
formulada de manera general. Es preciso, por lo tanto, examinar en detalle el
funcionamiento de empresas especializadas en productos en el marco de sus relaciones de
subcontratación (por ejemplo, empresas que confeccionan ropa deportiva en Gamarra y
45
especialistas en estampado). Se trata de responder a las siguientes preguntas:
45
Creemos que estas preguntas pueden servir de base para futuras investigaciones sobre concentraciones
territoriales de pequeñas empresas en el Perú en distintos subsectores de la economía. Un estudio reciente se
refiere a la existencia de múltiples clusters en actividades como producción de calzado, comercio y transportes,
espárragos, agroindustria, y la pesca artesanal (MITINCI, 1994:3).
42
sobre los servicios (ver el Anexo 1). Otro 49 por ciento manifestó proveer uno o dos de estos
tres tipos de recursos.
Los resultados de la encuesta revelan que solo el 10 por ciento de las empresas de
la muestra forman parte de algún tipo de grupo empresarial. Lo más sorprendente, sin
embargo, es que de los diez casos registrados seis corresponden a distritos residenciales,
tres a distritos de bajos ingresos, y solamente uno al complejo de Gamarra. Este resultado
pone en cuestión la idea de que “la cooperación entre empresas está muy difundida” en
Gamarra (Ponce 1994: 119). La que está muy difundida es la competencia, y no parecen
ser muy significativas aún las experiencias de cooperación entre empresas. La evidencia
generada por nuestro trabajo sugiere, entonces, que la cooperación no es un resultado
inevitable y espontáneo del proceso de concentración territorial, y que queda por lo tanto
mucho por hacer en el diseño y puesta en marcha de políticas de desarrollo local.
Un examen más detallado de los diez grupos registrados por la encuesta revela que
la mayoría de ellos están orientados a:
43
para producir y exportar confecciones, y que debido a los elevados costos de sus insumos
no pueden hacerlo.
Las acciones conjuntas pueden también involucrar solamente a dos empresas. Los
casos más frecuentes corresponden con la contratación de la capacidad productiva de una
tercera empresa. Una quinta parte de las unidades de la muestra lo hace “a veces” (menos
de una tercera parte de la producción) y un 4 por ciento “a menudo” (más de la tercera
parte). Las empresas de los distritos de bajos ingresos y aquellas de los distritos
residenciales son particularmente activas en compartir pedidos, mientras las empresas en
Gamarra son más introvertidas al respecto (cuadro 3.7).
46
Las empresas que hicieron compras conjuntas recurrieron, típicamente, a un solo socio. Se trata en este caso
del 14 por ciento de la muestra, pero es preciso mencionar que algunas empresas decidieron no continuar
después de la primera compra. La principal ventaja señalada por todas las empresas es un descuento en el
precio del orden del 10 al 20 por ciento. Solo en dos casos se ha mencionado la ventaja del acceso al crédito y
mejores términos crediticios de parte del proveedor.
44
Cuadro 3.7
Contratación de la capacidad productiva de otra empresa,
por distrito (en % del total de la columna)
Nº veces Muestra Distritos La Victoria/FG Complejo de Áreas de bajos
residenciales Gamarra ingresos
Nunca 76% 73% 76% 88% 68%
A veces 20% 20% 24% 12% 26%
A menudo 4% 7% 6%
45
demanda generada por empresas del mismo subsector facilita el aprovechamiento de
economías internas.
D. induce competencia horizontal con una intensidad suficiente como para asegurar
los precios más bajos;
47
De otro lado, sin embargo, el patrón de especialización por productos que se observa en Gamarra (más de dos
tercios de las empresas de Gamarra producen principalmente polos y ropa deportiva) puede explicar también
este resultado. Podría ocurrir que la producción de polos y buzos involucre un número mayor de actividades de
acabado con características tecnológicas ajenas a la misma confección.
48
El concepto de “empresario puro” ha sido tomado de Dei Ottati (1993). El empresario puro separa las
funciones de mercadeo y producción, se especializa en las primeras, y subcontrata todas las operaciones
46
acceso a los servicios requeridos y/o ser más capaces de coordinar la producción de una
red de subcontratistas. Al mismo tiempo, sin embargo, nuestros resultados también revelan
que en este terreno las empresas de los distritos residenciales son más activas que las
empresas de Gamarra (cuadro 3.8).
Cuadro 3.8
Presencia y actividad de “empresarios puros” por distrito
(porcentajes del sub-total por estrato/distrito)
Residenciales Gamarra Bajos ingr. La Victoria/FG
Conoce ‘empresarios 57 30 26 24
puros’
A veces opera así 20 17 10 12
Muchas veces opera así 7 0 0 6
Siempre opera así 3 0 0 0
Nunca opera así 70 83 90 82
Nota: A veces: el entrevistado obtiene menos del 33% de su producción subcontratando todas las operaciones;
muchas veces: obtiene más del 33%, aunque no siempre; siempre: el 100% de la producción es realizada
subcontratando todas las operaciones
En segundo lugar, las características de las relaciones entre empresas podrían ser
significativamente diferentes al interior de Gamarra, aun cuando en esta zona la
productivas. Esta puede ser una estrategia conciente basada en la especialización y la cooperación entre un
agente y uno o más productores, o alternativamente puede tener un carácter ad-hoc. Este segundo caso se
presenta, por ejemplo, cuando un cliente solicita productos que están fuera del alcance de un productor. Este
último adopta entonces un rol de intermediario, subcontratando los servicios de otros productores.
47
especialización sólo se observa de manera extendida en las operaciones de acabados.
Nuestra hipótesis es que estas diferencias podrían estar asociadas a los efectos dinámicos
de la aglomeración. Los resultados de la encuesta revelan que las relaciones de
subcontratación en Gamarra están relativamente “cargadas” de contenido debido a
transferencias adicionales de recursos técnicos, productivos y financieros, transferencias
que no pudieron ser detectadas con la misma intensidad en otros distritos de Lima (Anexo
1). Es preciso advertir, sin embargo, que nuestra evidencia es aún muy limitada (se trata de
una sola encuesta, la cual comprende un número reducido de empresas y no da cuenta del
otro lado de la relación contractual).
Por otro lado, sin embargo, si bien las empresas de Gamarra usan con más
frecuencia sus conocimientos sobre las capacidades y destrezas de estos trabajadores a fin
de mantener algún tipo relación comercial con ellos, también son más selectivas al
48
50
respecto. Este resultado no debe causar sorpresa, teniendo en cuenta que un trabajador
que se independiza puede convertirse en un socio confiable. La confianza debe estar
presente antes de que pueda ser aprovechada en la esfera de la subcontratación, la
co-producción (los empresarios se refieren a ‘maquila’; capacity contracting) o de alguna
otra forma de cooperación inter-firma.
49
Los porcentajes de respuesta positiva a las dos preguntas señaladas en las otras zonas fueron,
respectivamente, de 37 y 17 en zonas residenciales, 50 y 11 en La Victoria/FG, y 45 y 16 en distritos de bajos
ingresos.
50
Además de las dos preguntas anteriores, se pidió a los encuestados especificar, por un lado, el número de ex-
empleados que se independizaron para poner su propio taller de confecciones y, por el otro, con cuantos de ellos
mantienen relaciones comerciales. Si comparamos ambas cifras (el número total de trabajadores que salen para
poner su propio taller con el número total de relaciones establecidas con ellos por parte la empresa de origen),
encontramos que los empresarios de Gamarra son más selectivos: mientras que en zonas de bajos ingresos las
tres cuartas partes de los empresarios aprovechan todas las relaciones con los ex-trabajadores, en Gamarra sólo
la mitad lo hace.
51
Entre ellos pueden destacarse a los comerciantes mayoristas y a las tiendas minoristas.
49
anteriores de distribución y mercadeo de insumos. Dicho efecto se deriva de la reputación
de esta zona entre los empresarios confeccionistas localizados en otras partes de la ciudad
y del país.
Cuadro 3.9
Importancia relativa de la producción para stock y producción a pedido
31%
a pedido 0-29%
17%
Muestra Gamarra
6%
30-69%
8%
63%
para stock: 70-100%
75%
Nota: Los tres rangos porcentuales en la columna izquierda del cuadro se refieren a la producción para
stock como porcentaje de la producción total de las empresas.
52
Esto puede ser interpretado como un efecto externo de la ubicación de muchas empresas en una zona que
goza de efectos reputación ante los compradores (mayoristas, minoristas y público en general), reduciendo los
costos de mercadeo.
53
Es posible que los costos de transporte y las pérdidas de tiempo se reduzcan. Sin embargo, las rentas
recibidas por los propietarios de las numerosas galerías de varios pisos que se están construyendo en Gamarra
podrían contrarrestar esta ventaja.
50
competitivos. Estos efectos podrían explicar el hecho de que el tamaño promedio de las
empresas de Gamarra y el valor de sus ventas brutas sean relativamente elevados, así
como el hecho de que ellas produzcan predominantemente para stock y no a pedido (cuadro
3.9).
De otro lado, como se indica en el cuadro 3.10, las empresas de Gamarra están
relativamente bien conectadas con varios mercados en diferentes lugares fuera de Lima, en
particular en las provincias de la serranía y en los mercados informales de exportación en
54
las zonas fronterizas de Ecuador y Bolivia. Esto podría explicarse por un mejor acceso a
información sobre estos mercados, la cual se consigue simplemente observando los
productos de la competencia que atiende esos mercados. Nuestros resultados también
revelan que las empresas de Gamarra están mejor preparadas para abastecer los mercados
más exigentes de la capital, por ejemplo vía boutiques. De hecho, las ventas por trabajador
están entre las más altas si se logra acceder a estos mercados, y son extremadamente
elevadas cuando las empresas producen a pedido de boutiques.
Cuadro 3.10
Penetración de mercados por distrito para los dos principales productos
de cada empresa, P1 y P2
(porcentajes con respecto al total de cada grupo)
LIMA SIERRA Y PAÍSES EXPORTACIÓN
SELVA VECINOS
P1 P2 P1 P2 P1 P2 P1 P2
Nota: tres firmas en distritos residenciales reportaron exportar a EE.UU., América Latina, y a
otro país. El segundo producto en importancia parece expresar intentos de diversificación de
mercados.
54
Lo cual no es tan simple considerando la accidentada geografía peruana, los frecuentes huaycos e
inundaciones, así como el deficiente mantenimiento de la infraestructura vial, todo lo cual pone de relieve la
importancia del transporte y las distancias geográficas. Las zonas mencionadas también son abastecidas por
empresas localizadas en los distritos de ingresos bajos de Lima.
51
Cuadro 3.11
Ventas del producto principal en distintos mercados,
por distrito
(como % de la venta total)
LIMA SIERRA Y
SELVA
Distr. residenciales 81.2 (23.5) 15.6 (19.2)
Gamarra 65.0 (29.3) 27.9 (28.5)
Distr. bajos ingr. 62.5 (34.8) 30.6 (31.4)
La Victoria/FG 53.8 (33.0) 44.6 (33.3)
Muestra 66.2 (31.2) 28.8 (29.4)
Nota: las cifras entre paréntesis indican desviaciones estándar.
El cuadro 3.11 revela que las empresas de las zonas residenciales dependen
relativamente más del mercado limeño, mientras que aquellas de Gamarra, de La
Victoria/FG, y de los distritos de bajos ingresos, colocan aproximadamente una tercera parte
de su producción fuera de Lima. Este resultado probablemente se explica por la
segmentación de los mercados en términos de calidad de las prendas producidas. En el
caso particular de Gamarra, uno de los rasgos mas destacados en el origen de este
complejo es precisamente la vinculación de las primeras empresas que se establecen en
55
esta zona con los mercados del interior del país (Ponce 1994).
55
Debido a la elevada desviación estándar, no podemos presentar una estimación de los porcentajes de ventas a
los países vecinos, los cuales son ligeramente más elevados para las empresas de Gamarra y de los distritos de
bajos ingresos.
56
Esta cuestión debe definitivamente ser abordada con otros métodos de investigación.
57
Una transacción articulada tiene lugar cuando “ambas partes intercambian en por lo menos dos mercados, bajo
la condición de que los términos de dicho intercambio se determinen conjuntamente (Bell, 1988: 797). Hay dos
elementos importantes al respecto: A. coincidencia de ambas partes en dos o más mercados, y B.
interdependencia de los términos de la transacción. En estos casos, como sostiene Dei Ottati (1993: 8), “sería
imposible o menos conveniente, para una o ambas partes, involucrarse en transacciones separadas”. Estas
transacciones pueden presentarse en situaciones de incertidumbre sobre el acceso a mercados (por ejemplo de
materias primas como telas y tejidos), y/o cuando existen problemas de información confiable en relaciones no
mercantiles sobre el comportamiento de socios, clientes o proveedores potenciales (por ejemplo comportamiento
productivo determinante de la calidad del producto). El crédito es normalmente parte de la articulación, toda vez
que generalmente involucra un intercambio de recursos actuales por recursos futuros. De manera explícita o
implícita, el crédito juega un rol importante en estas transacciones.
52
Cuadro 3.12
Frecuencia de contactos entre empresarios confeccionistas, por
distrito
no tiene contacto contactos
ningún contacto ‘escaso’ y ‘regular’ ‘muy frecuentes’
Distr. residenciales 10.0% 53.3% 36.7%
Gamarra 0.0% 52.1% 47.9%
Distr. bajos ingr. 19.4% 77.4% 3.25
La Victoria/FG 10.0% 33.4% 55.6%
Muestra 10.8% 56.8% 32.4%
Nota: escaso: de una a cinco veces al año; regular: de seis a doce veces al año;
muy frecuentes: más de doce veces por año. Hemos optado por agrupar las
primeras dos respuestas ya que los entrevistados no tomaron en cuenta de manera
adecuada nuestra diferencia entre ‘escaso’ y ‘regular’.
Sin embargo, ellos no vinculan el crédito con otras transacciones; por tanto, el crédito
articulado no parece tener un rol central como mecanismo de ordenamiento privado. Esto
pone en evidencia un efecto de aglomeración, en el sentido que sugiere una mayor facilidad
de monitoreo y fiscalización al interior de la concentración territorial. Asimismo, las empresas
58
de Gamarra consiguen crédito de proveedores con mayor frecuencia , el cual viene sin
mayores condicionamientos (en dos terceras partes de los casos).
58
Aun cuando las empresas de los distritos de bajos ingresos tienen un desempeño superior en este sentido.
53
59
ciento). En relación a compras conjuntas de ciertos insumos, no se observan diferencias
significativas entre distritos. Estos resultados sugieren entonces la ausencia de efectos de
aglomeración de este tipo. Las dos últimas modalidades (división esporádica del trabajo
para una venta especial, y cooperación con un agente comercial para conquistar nuevos
mercados) no fueron reportadas en Gamarra pero sí en los distritos residenciales.
59
Las cifras correspondientes a La Victoria/FG y a distritos residenciales son de 24 y 27 por ciento
respectivamente.
60
Una encuesta a los consumidores podría ayudarnos a conocer sus percepciones sobre las ventajas de
comprar en Gamarra.
54
CAPÍTULO 4. LOS SECRETOS DE GAMARRA: ¿FUERZAS DE AGLOMERACIÓN O
ESTRATEGIA EMPRESARIAL?
Es posible, sin embargo, optar por una ruta distinta que eventualmente permite
identificar la importancia relativa de los factores relevantes. La débil correlación entre
tamaño y ventas brutas por trabajador para el conjunto de la muestra, así como el hecho de
que las empresas de Gamarra muestren un mejor desempeño en cada categoría de
tamaño, sugieren que los efectos de la localización contrarrestan parcial o totalmente los
efectos del tamaño. La variable crítica no es entonces el tamaño de la empresa. Aun las
microempresas de Gamarra incluidas en la muestra registran mayores ventas por trabajador
que sus contrapartes dispersas en los otros distritos de Lima. Debemos considerar por lo
tanto, como factores explicativos de este resultado, la incidencia de las economías
externas, de las economías de aglomeración, o de una combinación de ambas.
61
Es probable que las economías externas sí tengan cierta relevancia en el desarrollo de microempresas
informales. La muestra considerada no incluye este tipo de empresas, toda vez que fue tomada del Registro
Unificado del Ministerio de Industrias.
62
Ambos factores pueden además estar sujetos a los efectos de la aglomeración.
63
Si bien no contamos con información sobre costos, sí sabemos que la explicación alternativa no es plausible
en escalas más amplias. En efecto, la subcontratación es una práctica relativamente extendida solo en el caso
de las operaciones de acabados, mientras que el intercambio de recursos comunes está limitado a un número
reducido de casos (asociados a la subcontratación de actividades de confección y acabados).
55
A. los costos unitarios de distribución: la producción y las ventas se realizan casi
en el mismo lugar, es decir en una zona altamente comercial cerca del centro de
Lima, con lo cual se reducen tiempos y costos de transporte; y
Este argumento tiene validez no solo para los confeccionistas sino también para los
fabricantes y comerciantes de telas por un lado, y para los comerciantes de productos
finales (prendas) por el otro. Los efectos reputación del complejo de Gamarra como centro
de suministro de insumos, parecen ser relevantes para los empresarios confeccionistas
localizados dentro y fuera de la zona. Pero Gamarra también tiene buena reputación entre
los compradores como centro comercial de prendas de vestir con ciertas características en
cuanto a precio, calidad, y moda.
56
64
aumentando además sus ventas por trabajador. Este resultado puede ciertamente
atribuirse a menores stocks no vendidos, a una menor necesidad de ofrecer descuentos
(aunque la competencia vía precios es intensa en Gamarra), así como a la prolongación de
65
las jornadas de trabajo , y no necesariamente a un aumento en la productividad. Y aun si
este fuera el caso, la mayor productividad podría ser el resultado del desarrollo de
destrezas locales (inducidas por la concentración territorial), asumiendo que el tamaño
relativamente mayor de las empresas está asociado a la integración hacia adelante y no a
una mayor capacidad de producción.
Finalmente, una vez que las empresas crecen y alcanzan cierto tamaño empiezan a
sentir el impacto de las deseconomías de aglomeración. Estas deseconomías se expresan
en costos y tiempos de transporte más altos, tanto en la compra de insumos como en la
distribución de productos finales. Las empresas de mayor tamaño dejan de depender de
Gamarra en su calidad de:
64
Obviamente, una conclusión de este tipo debería confirmarse con investigaciones mas detalladas y estudios
de caso.
65
Este resultado podría explicar porqué los ingresos promedio por trabajador en Gamarra están por encima de
los niveles promedio registrados en otros lugares de Lima en todas las categorías de tamaño de empresa. ¿O
será que las empresas de Gamarra simplemente optan por pagar salarios más altos?
66
Utilizamos el término “incubadora natural” en un sentido estrictamente metafórico, advirtiendo que ni el Estado
ni los gremios empresariales ha jugado un rol promotor en el desarrollo de este complejo.
67
Nuestra interpretación enfatiza la dimensión geográfica, poniendo de relieve la relación entre la mayor
densidad espacial de las actividades económicas y el buen desempeño relativo de las ventas de las empresas
localizadas en esta zona. Esta relación puede eventualmente operar a través de otras variables, como son la
tecnología, la elección de productos, las estrategias de mercadeo, y la cercanía a los usuarios finales de los
productos. Las diferencias estructurales con respecto a estas variables entre las empresas de una concentración
y empresas dispersas en zonas de menor densidad, pueden complejizar notablemente el análisis comparativo
presentado en este trabajo, y merecen ser exploradas con mayor exhaustividad en investigaciones futuras.
57
posibilidad de operar con varios establecimientos está restringida por las indivisibilidades
asociadas al alquiler y/o compra de espacio, así como también por la necesidad de incurrir
en costos unitarios de supervisión más elevados. Estos efectos pueden ciertamente
mitigarse si las empresas operan como redes familiares y logran asignar racionalmente las
funciones de monitoreo. Pero obviamente, esta opción enfrenta tarde o temprano los
mismos límites, a medida que las operaciones de la red se expanden.
58
ANEXO I
INFORMACIÓN ESTADÍSTICA
Cuadro 1.1
Intercambio de recursos productivos, financieros, y/o humanos entre una
empresa confeccionista y su subcontratista (en % del total de las
columnas/empresas que de hecho transfieren algún recurso)
Asistencia Técnica (AT) 0.0 1.5 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 6.3 0.0 0.0
Suministro de Insumos (SI) 2.3 1.5 5.0 5.3 0.00 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Pago Adelantado (PA) 0.0 1.5 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 5.0
Instrucciones Básicas (IB) 30.2 57.6 20.0 52.6 20.0 54.5 37.5 56.3 50.0 65.0
PA y IB 7.0 13.6 0.0 15.8 40.0 18.2 12.5 6.3 0.0 15.0
SI y IB 2.3 1.5 5.0 0.0 0.0 0.0 0.0 6.3 0.0 0.0
PA, SI y IB 7.0 6.1 10.0 10.5 0.0 9.1 0.0 0.0 10.0 5.0
PA, AT y IB 11.6 6.1 0.0 0.0 0.0 0.0 37.5 25.0 20.0 0.0
SI, AT Y IB 11.6 0.0 15.0 0.0 20.0 0.0 12.5 0.0 0.0 0.0
AT, SI, PA y IB 18.6 4.5 30.0 10.5 20.0 0.0 0.0 0.0 10.0 5.0
AT y IB 7.0 4.5 10.0 5.3 0.0 9.1 0.0 0.0 10.0 5.0
AT y SI 2.3 0.0 5.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
SI y IB 0.0 1.5 0.0 0.0 0.0 9.1 0.0 0.0 0.0 0.0
SUBTOTAL DE CASOS 43 66 20 19 5 11 8 16 10 20
(número de empresas
que intercambian algún recurso)
Nota: PREP/C = operaciones preparatorias y de confección; FIN = operaciones de acabado. Los porcentajes deben ser
interpretados con cautela debido a las diferencias en los subtotales de las columnas.
59
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