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Andrés de Jesús María y José Bello López

Este noble e intelectual hombre nació en Caracas, capital de Venezuela el día jueves, 29 de
Noviembre de 1781, hijo de Bartolomé Bello y Ana Antonia López. Su padre era
compositor musical, abogado y fiscal de la Audiencia de la ciudad, no era una familia
adinerada pero nunca la familia tuvo carencias materiales. Andrés Fue filólogo,
periodista, filósofo, escritor, jurista, pedagogo filósofo, traductor, político, diplomático y
poliglota puesto que hablaba inglés, latín y francés. Considerado como uno de
los humanistas más importantes de América Latina, realizó contribuciones en innumerables
campos del conocimiento, e incluso hasta desempeñó un papel clave al lado de general
ob

revolucionario Simón Bolívar, de quien a propósito fue su maestro, pero también le realizo
clases a otros hombres ilustres como José Victorino Lastarria, Salvador Sanfuentes y Manuel
Antonio Tocornal.
Conoció de cerca tres grandes períodos de la historia latinoamericana: la dominación
española de América, el período de emancipación de las colonias españolas en el nuevo
continente y la gestación de los nuevos estados nacidos del proceso de Independencia.

Después de cursar sus primeros estudios en la Academia de Ramón


Vanlosten estudió en el colegio Academia del convento de la Merced donde tuvo una
educación de élite, plenamente universal: latín, escolástica, castellano, inglés, francés,
medicina, matemáticas, filosofía, historia y geografía. En 1796 Bello ingresó al Seminario y
Universidad de Santa Rosa de Caracas al curso de filosofía y el 14 de junio de 1800 recibió
el grado de bachiller en artes, Y fue en aquel año cuando conoció Alexander von
Humboldt, que lo adentro en el campo de la ciencia y por esta razón continúo
estudiando los cursos de Derecho y de Medicina, pero no los pudo continuar por problemas
económicos, los cuales se desarrollaron cuando su padre fallecio en 1807 Andrés volcó sus
capacidades literarias en la traducción de escritos latinos y franceses, de autores como Virgilio,
Horacio y Voltaire. Asimismo escribió, recitó y vendió versos con ocasión de nacimientos y
matrimonios. En 1808 el Gobernador de Caracas lo nombró secretario de la Junta Central de
Vacuna.
En la ciudad de Caracas, Andrés se destacaba en las tertulias con algunos poemas, por sus
redacciones en la Gazeta de Caracas, y se le conoció en alguna época con la denominación
de Cisne de Anauco.

Inicio su vida pública en 1802, a los veintiún años, en la secretaría de la gobernación de


Caracas, como oficial segundo en la Capitanía General de Venezuela. Bello se encargó de
los asuntos administrativos y las relaciones exteriores con las autoridades de las Antillas
inglesas y francesas. Su buen desempeño le hizo merecedor en 1807 del título honorífico de
comisario de guerra y y secretario civil de la Junta de la Vacuna, y en 1810 a oficial primero
de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Lo confirmó en ese puesto la Junta de Gobierno
que asume el 19 de abril de ese mismo año. En estos años de intensa actividad oficial
comenzó a gestarse su gusto por la historia, la historiografía y la gramática.

En mayo de 1814, contrajo matrimonio con Mary Ann Boyland, quien le dio tres hijos, queda
viudo el 9 de mayo de 1821, luego se casó en segundas nupcias, en febrero de 1824, con la
inglesa Elizabeth Antonia Dunn, quien le acompañaría hasta el fin de sus días y con quien
tiene doce hijos, tres de ellos nacidos en Londres, y los demás en Chile.

Se dedica a la investigación histórica, a crear revistas enciclopédicas destinadas a los países


hispanoparlantes [Biblioteca Americana (1823) y el Repertorio Americano (1826 - 27)],
revistas que incluían trabajos de investigación, creación, crítica y divulgación científica y
literaria sobre toda clase de materias que podían interesar a América. En su estadía a Londres
madura en sus ideas y se preparaba para colaborar en la independencia cultural de
Latinoamérica su propósito era aprovechar todo el progreso cultural y científico de los
europeos y del mundo en general, para que Latinoamérica se actualizase rápidamente y
alcanzara el nivel cultural y científico europeo, y desde allí aportar a la humanidad.

En 1829 Bello llega a Chile a bordo del bergantín Grecian, a la edad de 47 años habita las ciudades
de Santiago y Valparaíso, el 19 de noviembre de 1842 fue aprobado por el Congreso el cuerpo
legal que dio nacimiento a la Universidad de Chile. Andrés Bello fue su primer rector y la dirigió
hasta 1865.

Como legislador, redacta el Código Civil de Chile, el mismo que servirá de base para varios
otros códigos civiles latinoamericanos. El 13 de julio de 1829, el presidente Francisco
Antonio Pinto nombra a Bello oficial mayor del Ministerio de Hacienda, En 1830 se encarga
Andrés Bello de la redacción de las secciones extranjera y cultural del recién fundado diario
oficial “El araucano”. En 1832 se le otorga la nacionalidad chilena. Ese mismo año integra
la Junta de Educación, proponiendo los planes y programas educativos de todos los colegios
del país. En 1837 es elegido senador de la República, por Santiago. En 1840 se crea una
comisión de parlamentarios para la elaboración del Código Civil: Bello y Egaña fueron los
senadores nombrados. Bello continuó trabajando hasta completar la que fue una de sus más
grandes obras. En 1842 se fundó la Universidad de Chile, tras la aprobación de su nueva ley
orgánica. Bello fue designado rector, y reelegido mientras vivió,

Andres Bello fallecio el 15 de octubre de 1865, unos años antes de morir llevo una vida muy
sedentaria que le ocasiono una creciente parálisis en sus piernas, al punto de
necesitar apoyo de alguna persona para desplazarse desde una habitación
a otra y en septiembre de 1865. Una bronquitis le atacó
comprometiéndole ambos pulmones, y si ello no fuera suficiente se
contagió de tifoidea como consecuencia de una epidemia que por
entonces se extendía por todo Santiago. Y aunque se recuperó de estas
dolencias, la inamovilidad mantenida por de semanas, le produjo una
gangrena en el hueso sacro dejándolo postrado de manera definitiva. Así
sus fuerzas fueron decayendo, hasta que entró en coma a mediados del
mes de octubre.

Incluso, Bello fue gran impulsor de la creación de lo que hoy es


el Archivo Nacional de Chile. Cuando se discutía en el Congreso, el
proyecto enviado por el Presidente Manuel Bulnes en 1844, de la
necesidad de contar con una institución que reuniera las nuevas y
necesarias estadísticas del país, Bello abogó por su creación de esta
Oficina Nacional de Estadísticas.

En el año 1829 emprende el regreso al continente americano pero no a su tierra natal sino a
Chile, contratado para desempeñarse como Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda.

en el año 1829, el gobierno chileno le otorga la ciudadanía de gracia.


Entre sus obras más importantes resaltan: El romance a un samán, Mis deseos, A un artista,
Gramática del idioma castellano y Principios del Derecho de gentes.

El 15 de Octubre del año 1865 falleció en la ciudad de Santiago de Chile, en su casa de calle
Catedral. tenía 83 años.

Durante sus años en Londres, Andrés Bello colaboró activamente en la causa


americanista, siendo redactor de El Censor Americano, La Biblioteca Americana y director
de El Repertorio Americano hasta 1853

Fue profesor en el Instituto Nacional,

En 1840 inició la tarea de codificar el Derecho Civil, ya que en Chile continuaban usándose las
leyes hispanas. Terminó la obra en noviembre de 1855 y el Congreso la aprobó el 14 de
diciembre del mismo año. El Código Civil se aplicó a partir de enero de 1857. Ha permanecido
en vigor hasta hoy.

En esos años juveniles, Bello fue apreciado como poeta, dentro de los
cánones del neoclasicismo en boga. Destacan en su producción
una "Oda a la Vacuna", que escribió como homenaje a la extensión de la
vacunación por toda América, y el soneto "A la Victoria de Bailén".

Por ese tiempo inició también sus trabajos de investigación lingüística y


filológica. Concluyó la primera versión de su "Análisis Ideológico de los
Tiempos de la Conjugación Castellana", que se publicaría mucho
después, en Valparaíso, en 1841.

Entre 1812 y 1822 Bello no tuvo trabajo estable. Se ocupó en transcribir


los manuscritos de Jeremías Bentham, y dio clases particulares de
francés y español. También fue institutor de los hijos de William Richard
Hamilton, a la sazón subsecretario de Relaciones Exteriores.

Bello trabajó, además, en las magníficas bibliotecas públicas de la capital


británica: la del British Museum y la London Library. Allí leyó los clásicos
griegos y latinos, y dispuso de impresos y manuscritos de extraordinario
valor para sus estudios filológicos.
.

La emancipación en Venezuela
Andrés Bello fue protagonista de los acontecimientos de Caracas luego de las noticias de la
invasión francesa a España y la captura del Rey: se le encargó traducir las informaciones que
llegaban en francés o en inglés desde Europa. Participó como secretario en la Junta de
Gobierno provisorio que formaron los criollos el 19 de abril de 1810 en Caracas.
La Junta acordó pedir protección y reconocimiento a Inglaterra, por lo que en junio de 1810
envió a Londres una comisión formada por Simón Bolívar, Luis López Méndez y Andrés Bello
como secretario. El grupo se reunió en Londres con Francisco Miranda, quien con sus casi
sesenta años todavía estaba proscrito por la gobernación de Venezuela, por los intentos de
emancipación que sin éxito había impulsado años antes.
Tras la captura del Rey Fernando VII (1808) en España, participó en la Junta de Gobierno que
formaron los criollos venezolanos en 1810. Ese mismo año viajó a Londres, cuando se
produjo la Reconquista española (1812) en América, junto a Simón Bolívar y Luis López
Méndez, quienes deberían tratar de obtener el apoyo británico a la causa independentista. A
los pocos meses, fue designado en una misión diplomática en Londres A su llegada a
Inglaterra se juntaron con Francisco Miranda, quien estaba proscrito por la gobernación de
Venezuela por los intentos de emancipación que había impulsado anteriormente, aunque sin
mucho éxito.
Su permanencia en Londres
En 1811, Miranda y Bolívar decidieron volver a Venezuela para participar en un nuevo intento
revolucionario, lo que se hizo efectivo el 5 de junio de 1811, mientras que Bello y López se
quedaron en la capital inglesa en comisión de servicio. Sin embargo, la reconquista española
de su país les cortó el envío de dinero para subsistir. Debió quedarse en Inglaterra. Allí se
casó con la inglesa María Ana Boyland con quien tuvo 3 hijos, aunque el último falleció antes
de cumplir un año, casi simultáneamente con su madre (1821).Paralelamente, comenzó a
escribir sus primeros poemas y fue redactor de La Gaceta de Caracas.
Para mantenerse, el venezolano hizo clases de Castellano, corrigió la Biblia y comentó
poemas españoles como El Cid. Incansable en el estudio, se integró a diversos cursos en el
Museo Británico. Bello permaneció 14 años en Londres. Además, comenzó a recibir una
pensión de parte del estado inglés.
En 1815, intentó volver a América, a Nueva Granada (Colombia), pero una carta con dicha
petición nunca llegó, ya que fue interceptada por los realistas. Ese mismo año, pidió al
gobierno de las Provincias de Río de la Plata permiso para irse a Buenos Aires, pero justo
encontró trabajo como preceptor de los hijos del secretario de Estado para la India, lo que le
hizo quedarse en Inglaterra.
Conoce a José de Irisarri
En 1822 conoció al ministro plenipotenciario de Chile José de Irisarri, quien lo contrató como
secretario de la legación chilena, quien lo contrató como secretario de la legación chilena en
Inglaterra. Su cargo lo desempeñó hasta la llegada de Mariano Egaña en 1824.
Simultáneamente, en 1823 había fundado la revista Biblioteca Americana, donde escribió
artículos literarios sobre la necesidad de uniformar la ortografía castellana. Fue un período
difícil en lo económico, aunque profundo en su formación intelectual. Durante él, en compañía
de José García del Río creó la revista El Repertorio Araucano (1826). Unido en compadrazgo
con Mariano Egaña, este lo convenció de viajar a Chile en busca de la solvencia económica
que hasta entonces le había sido esquiva. Paralelamente, en 1823, fundó la revista Biblioteca
Americana, donde escribió artículos literarios sobre la manera de uniformar la ortografía
castellana. Tres años después, creó, en compañía de José García del Río, la revista El
Repertorio Araucano.
En 1828, Simón Bolívar lo nombró cónsul general en París y ministro plenipotenciario en la
Corte de Bélgica, pero Bello no aceptó, ya que deseaba regresar a América.
Por esa época, su compadre chileno Mariano Egaña lo convenció de viajar a Chile en busca
de solvencia económica. Así fue como en 1828, José Miguel de la Barra, cónsul chileno en
Londres, le comunicó a Bello que el presidente de Chile, Francisco Antonio Pinto, le costearía
el viaje a él y su familia y además le ofrecería un trabajo acorde con su experiencia.
Su vida en Chile
Andrés Bello llegó a Valparaíso con su familia el 25 de junio de 1829. Un mes después el
Presidente Francisco Antonio Pinto, a quien había conocido en Londres, lo nombró oficial
mayor del Ministerio de Hacienda, con un sueldo de 2 mil pesos anuales. Bello detectó
inmediatamente la necesidad de ampliar las actividades educativas en Chile y fomentar la
cultura, sobre todo en lo relativo al manejo del idioma. En el desempeño de su cargo, se dio
cuenta de la necesidad de ampliar las actividades educativas en Chile y fomentar la cultura,
sobre todo en el manejo de idiomas.
El trabajo con el gobierno
Bello se ganó el innegable prestigio de conocer del mejor modo la gramática y ser capaz de
producir artículos y traducciones de calidad. Durante casi 20 años fue la figura intelectual del
país. A partir de 1830 se integró a colaborar en el periódico del gobierno El Araucano, en el
cual se encargaría de temas como la política exterior y la literatura. Además, asumió la
traducción de artículos, comentarios de libros, la corrección de las pruebas del diario. Por otra
parte, redactó los Mensajes Presidenciales entre 1831 y 1860, casi sin excepción.
En 1830, es nombrado director del colegio de Santiago, que políticos conservadores habían
creado para contrarrestar el Liceo de Chile, fundado por el liberal José Joaquín de Mora. Con
este, Bello tuvo una lucha de declaraciones a través de los periódicos santiaguinos.
Dificultades económicas hicieron cerrar el colegio en 1831, sin embargo, él continuó haciendo
clases de Derecho Natural y de Gentes, y Derecho Romano en su propia casa, hasta 1843.
Entre sus alumnos estuvieron José Victorino Lastarria, Salvador Sanfuentes y Manuel Antonio
Tocornal; toda una generación de hombres ilustres.
Sin embargo, continuó trabajando para el gobierno por largos años, colaborando, por ejemplo,
en el periódico de gobierno El Araucano, que trataba temas sobre política exterior y literatura.
Además, redactó durante casi 30 años los mensajes presidenciales.
Como profesor, Andrés Bello sintió la necesidad de que sus alumnos contaran con un texto
que les sirviera de guía para sus estudios de Derecho. En 1831 publicó Principios de Derecho
de Gentes, que fue recibido con gran admiración y éxito en la sociedad santiaguina. Lo
reactualizó en 1844 y 1864 bajo el título de Principios de Derecho Internacional. Ediciones en
Colombia y España significaron gran repercusión de su nombre y obra, siendo propuesto en
varias ocasiones como árbitro en disputas entre distintas naciones americanas.
Por otra parte, Bello y Mariano Egaña concibieron la idea de reemplazar la Real Universidad
de San Felipe. Así fue que en 1839, cuando Egaña era ministro de Instrucción, ordenó el
cierre de esta universidad y formó una comisión que estaba a cargo de Bello para redactar la
ley que daría vida a un nuevo establecimiento de educación superior.
Su mayor inquietud era la pésima forma de hablar y escribir de los chilenos, bastante
deficiente entre los políticos y dirigentes de la época.
En 1835 publicó Principios de Ortografía y Métrica de la Lengua Castellana; en 1841, Análisis
Ideológico de los Tiempos de la Conjugación Castellana; y en 1847, Gramática de la Lengua
Castellana, donde dice que debe conservarse la lengua española como medio de
comunicación y vínculo de fraternidad entre americanos.
Por los éxitos de sus obras la Real Academia Española de la Lengua lo nombró en 1851
miembro honorario, y diez años más tarde lo incorporó como miembro correspondiente.

sus obras
Entre las principales obras escritas de Andrés Bello se cuentan: Principios de Derecho
Internacional (1832), Principios de Derecho de Gentes (1832), Lecciones de ortología y
métrica de la lengua castellana (1835), Gramática de la lengua latina (1838), Gramática de la
lengua castellana destinada al uso de los americanos (1847), Cosmografía o descripción del
universo (1848) y Compendio de la historia literaria (1850). En poesía dejó varios libros, como
Silva a la agricultura de la zona tórrida, La América, La oración por todos, entre otras.

Al Anauco, A la vacuna, A la nave y A la victoria de Bailén, los sonetos A una


artista y Mis deseos, la égloga Tirsis habitador del Tajo umbrío y el romance A un
samán, así como los dramas Venezuela consolada y España restaurada.

En 1806 había llegado a Venezuela la primera imprenta, traída por Mateo


Gallagher y James Lamb, muy tardíamente por cierto, si se piensa que la
primera instalación de una imprenta en América se remonta a 1539, en la
capital de Nueva España, México. En 1808 comenzó a publicarse la Gaceta de
Caracas, y Andrés Bello fue designado su primer redactor.

El momento decisivo en la vida y carrera intelectual de Andrés Bello fue la


decisión de la Junta Patriótica, a raíz de los acontecimientos del 19 de abril
de 1810, de enviar a Londres una misión diplomática con la encomienda de
lograr la adhesión del gobierno inglés a la causa de la reciente y frágil
declaración de independencia venezolana. El 10 de junio de ese año zarparon
en la corbeta inglesa del general Wellington los miembros de la misión
designados por la Junta, Simón Bolívar y Luis López Méndez, a quienes
escoltaba Andrés Bello en calidad de traductor.

Bello ignoraba que ese viaje que entonces iniciaba lo alejaría para siempre
de su ciudad natal, y que la ciudad a la que se dirigía, Londres, sería su
residencia permanente durante los próximos diecinueve años. El primer
acontecimiento importante de su nueva vida londinense se cifró también en
el encuentro con un gran hombre: Francisco de Miranda. Llegados a la capital
inglesa el 14 de julio, los tres integrantes de la misión recibieron alojamiento,
consejos y ayuda de parte de Miranda, quien a su vez decidió sumarse al
proceso independentista viajando a Caracas.

El 10 de octubre, fecha de su salida de Londres, Miranda dejó instalados en


su casa de Grafton Street a López Méndez y a Andrés Bello, quien residiría
allí hasta 1812. Bello tuvo acceso a la espléndida biblioteca del prócer, que
ocupaba todo un piso. Cuando el 5 de julio de 1811 se declaró la
Independencia de Venezuela, ambos fueron designados representantes del
nuevo gobierno secesionista en la capital inglesa, cargo que perdieron al
reconquistar los españoles el poder un año después.

Comenzó entonces para Bello, quien no pudo regresar a Venezuela so pena


de ser procesado ante un tribunal militar por traición, un largo período de
penurias económicas, que se prolongó durante una década. Tuvo mala suerte
en las gestiones que inició para lograr un cargo y un sueldo. Así, en 1815,
su solicitud de un puesto al gobierno de Cundinamarca fue interceptada por
las tropas de Pablo Morillo y nunca llegó a su destino, y su posterior
ofrecimiento de servicios al gobierno de las Provincias Unidas del Río de la
Plata, a pesar de ser aceptada, nunca tuvo efecto, ya que se vio incapacitado
para trasladarse a Buenos Aires.

Mientras tanto, fue viviendo de trabajos a destajo: dio clases particulares de


francés y español, transcribió los manuscritos de Jeremy Bentham y se
desempeñó como institutor de los hijos de William Richard Hamilton,
subsecretario de Relaciones Exteriores, puesto que logró gracias a su amistad
con José María Blanco White, el gran intelectual sevillano exiliado en el Reino
Unido y simpatizante con la causa independentista americana.

Pero éste fue también un período formativo de gran riqueza intelectual para
Bello. Se vinculó activamente al círculo de los emigrados españoles, todos
liberales y algunos de ellos, como Blanco White, grandes escritores, que
hicieron de Londres su refugio durante las dos oleadas absolutistas en
España. Por otra parte, en ningún momento dejó Andrés Bello de estudiar y
acumular conocimientos. De su numerosa producción ensayística de estos
años, se destacan precisamente sus trabajos filológicos, escritos o
concebidos e iniciados en Londres, algunos de los cuales adquirirán con el
tiempo la condición de clásicos.

Bello compaginó sus investigaciones científicas y críticas, en estos años de


estrecheces económicas, con las actividades literarias. Lo mejor de su
producción en este campo se cifra en sus composiciones poéticas, sobre todo
en sus dos grandes silvas: la Alocución a la poesía, que dio a la imprenta en
1823, y la célebre La agricultura de la zona tórrida, publicada en 1826. Dentro de
un molde neoclásico impecable, Bello vertió en ellas, por primera vez en la
historia de las letras, grandes temas americanos, desde la exaltación de la
gesta independentista hasta el canto a la feracidad de la naturaleza del
continente.

Otra faceta notable de la formación que Bello se dio a sí mismo en estos años
es la relacionada con el derecho internacional. A los conocimientos que había
acumulado como funcionario de la Corona española, pudo agregar en estos
años de intenso estudio un conocimiento a fondo de los cambios y desarrollos
que se habían ido produciendo en esta área a raíz de las guerras napoleónicas,
la Independencia de América y el Congreso de Viena. Bello adoptó la
concepción liberal del Estado, propia de los utilitaristas ingleses, cuyo
principal teórico, Jeremy Bentham, se convirtió en la fuente de su pensamiento
político e institucional.

No menos importante fue el cuarto frente hacia el que Bello dirigió sus
estudios y actividades. La ejemplar labor de publicista llevada a cabo por
Blanco White en la capital inglesa durante aquellos años sin duda le sirvió de
modelo, y después de colaborar en El Censor Americano con artículos en defensa
de la causa independentista, participó activamente, junto con Juan García
del Río, en la edición de las revistas Biblioteca Americana (1823) y Repertorio
Americano (1826-1827), en el marco de las actividades de la Sociedad de
Americanos de Londres, que contribuyó a fundar.

En la esfera de su vida privada, también los años de Londres significaron


para Andrés Bello la asunción de su plena madurez. En mayo de 1814
contrajo matrimonio con Mary Ann Boyland, de veinte años, con quien tuvo
tres hijos y de quien enviudó en 1821. Tres años después de este luctuoso
acontecimiento, se casó en segundas nupcias con Elizabeth Antonia Dunn,
también de veinte años, quien le acompañó hasta el final de sus días y le dio
nada menos que doce hijos, tres de ellos nacidos en la capital inglesa.

Dos años antes de contraer su segundo matrimonio pudo Bello, por fin, volver
a desempeñarse en un cargo de responsabilidad oficial, al ser nombrado
secretario interino de la legación de Chile en Londres, a cargo de Antonio José
de Irisarri. Junto con Irisarri había colaborado con El Censor Americano en 1820,
y se había fraguado entre ambos una amistad basada en el mutuo respeto
intelectual.

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