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Lusse. Dry o8 FLACSO DOCUMENTO DE TRABAJO Bib PROGRAMA FLACSO~SANTIAGO DE CHILE NUMERO 134, Enero 19681. REGISTRO ¥ ¥ % & ARCHIVO oy BIBLICTECA FLACSO SANTIAGO ! 404 ESPECIFICANDO LA POLITICA Norbert Lechner Ponencia preser.tada al "Taller sobre estado y politica en América Latina" del Departamento de Estudios Politicos del CIDE, México. RESUMEN Tiene lugar un desplazamiento de los 1imites entre 10 . politico y~lo no-politico o -m4s exacto- una pugna por lar vada no menos radical acerca de lo que legitimamente es "la politica", La relevancia de este conflicto radica en el su puesto que la transformacién de todo orden politico implica una regeneracién del "hacer politica". Con este propésito se intenta bosquejar un marco referencial para repensar la politica en torno a cuatro ejes: 1) El orden: leyes natura- les o construccién social; 2) Técnica e interaccién; 3) Ac- cién instrumental y expresién simbélica; y 4) Subjetividad y formalizacién, Esta serie de documentos es editada por el Programa de la Facultad Latino- americana de Ciencias Sociales (FLACSO), en Santiago de Chile. Las opi- niones que en los documeritos se presentan, asf como los anflisis e inter- pretaciones que en ellos se contienen, son de la responsabilidad exclusiva de sus autores y mo refleja necesarianente los puntos de vista de 1a Fa- cultad. INTRODUCCION Durante largos afios la "raz6n de’ ser" de 1a polftica no fue objeto de controversia; la politica era la forma "natural" del conflicto social acerca del desarrollo de la sociedad. ‘Tenia un 4mbito institucional claramente delini~ tade; eran practicas politicas las que se referfian al gobier- no, al parlamento, a los partidos y, en términos generales, al Bstado, $610 en momentos de crisis se vela desbordado el marco institucional de 1a politica y se vislumbraban sus condiciones sociales. Hoy asistimos a un doble proceso de cuestionamiento, Un proceso de despolitizacién impuisado no s6lo por los regimenes militares en el Cono Sur sino, sobre todo, por la ofensiva neoconservadora contra la politica en tanto creacién deliberada del futuro de 1a hunanidaa 2/, Yun proceso de politizacién de 1a vida cotidiana que deses— tructura "desde abajo" la institucionalidad politica y, por ende, los "actores consagrados" 2/, gn resumen, e1 momento actual se caracteriza por una lucha abierta sobre los 14{mi- tes entre lo politico y lo no-politico, La definicién so- cial de lo que es "politica" forma hoy dia un terreno privi- legiado de la lucha de poder y de esta reestructuracién del “hacer politica" depender& en buena medida 1o que seré la sociedad futura. En este contexto intentart especificar una concepcién de la politica en torno a cuatro ejes. I, El orden : leyes naturales o construccién socia: La definicién de lo que es "politica" depende, en pri- mer lugar, de nuestra concepcién de "sociedad", $i concebi- mos 1a sociedad como un orden natural que evoluciona’ segfin una legalidad inmanente entonces no hay lugar para la polfi- ae tica en tanto disposicién’ social sobre las condiciones mate- riales de vida. La condicién de posibilidad de la politica es considerarla como un momento de la produccién y reproduc~ cién de la sociedad por ella misma, Il, Técnica e interaccié: Entre quienes afirman la construccién histérico~social del orden la politica suele ser visualizada frecuentemente como una "tecnologia social", Tal visién conduce a actuar sobre las interacciones sociales como si fuesen una naturale- za inerte. Aqui propongo, al contrario, considerar 1a cons- truccién de acciones rec{procas y, particularmente, la deter- ° minacién reciproca de los sujetos como el nficleo central de la pr&ctica politica, : III. Accién instrumental y expresién simbélica. la politica es, por cierto, accién instrumental que apun- ta a determinado objetivo segfn un c4lculo de medios y fines. También es expresién simbélica de una vida en comin, Prefiero destacar esta segunda dimensién: 1a politica en tanto ritual de reconocimiento recfproco en una identidad colectiva. IV. Subjetividad y formalizacién, « Una de las principales razones del desencanto con las formas modernas de la democracia es la distancia que siente el individuo frente a 1a fuerte formalizacién de la "escena Politica". La formalizacién de 1as relaciones sociales dis- tancia a los hombres entre si, A la vez, sin embargo, me parece ser indispensable para que la subjetividad pueda expre= sarse, No est& dem&s insistir en el carActer tentativo de estas neflexiones que no pretenden ofrecer una definicién taxonémi- ca de lo que es "la politica", wovbloging Leh itasht sos as ik eb Bau api 109 ofmsonsesb i. eqionieg 2 BNOSST 2 5 giosrz0meb Bf ob agarsbom enirro stnete oup skoustekh of al 6 atnsxi ovbivibai fo ol ott pnoD25" ndiossilemtol sd ."spisileg nakb 2afpinoe estorvalot sl ottns estdmod eof 6 BEomES om opradme wie ~Sev 5 sf aup steq ofiseneqeibri 192 ested sbevq bebivisetde -91q) 3 So iy ae ok aviietne at adiptaiteb sus Tope. Kebreters ent moo ofnsoxe om yontsdes ide yuoy ng 8 Ron tdnot vol + ey eotqxe sboxtg bablvitetd. af I, EBL ORDEN : LEYBS NATURALES 0 CONSTRUCCION SOCIAL 7 1.1, Para determinar el "status" de lo politico hemos de analizarlo junto con la concepcién de sociedad. una larga tradicién concibe 1a sociedad como un orden natural. La convivencia humana en sociedad estarfa regida por leyes propias, independientes de 1a voluntad humana, Por consiguiente, el establecimiento y la sobrevivencia de una sociedad dependerfia de que los miembros conozcan y obe+ dezcan su "legalidad", Ia visién de la sociedad como orden natural implica dis- tintos referentes. Uno es la duraci6n del orden social. El status quo es puesto bajo la egida de leyes eternas, inevi- tables e inmutables, que la actividad humana ha de obedecer 80 pena de desencadenar el caos. Ia sociedad no serfa pues un producto histérico ni una produccién social. Los cambios sociales son aproximaciones a la verdadera naturaleza o interferencias y desviaciones; siempre se refieren a un mismo y exclusivo principio de or- denamiento, No hay lugar para una transformacién del orden -establecido, Es decir, podriamos perfeccionar los mecanis~ mos de mercado o distorsionarlos, pero no podriamos modifi- car las "leyes del mercado". Un orden natural es espont4neo. No surge la pregunta por su "razén de ser"; la cuestién de su constitucién, Para el naturalismo, la economia es como es la naturaleza: un he- cho pre-social que no requiere legitimacién, Puede traer peneficios a unos y desgracias a otros, pero no porque la economia/naturaleza sea buena o mala, sino como consecuen cia de la accién de los hombres libres (que pueden o no obe~ dewer a las leyes naturales) e ignorantes (que a falta de un saber total’, siempre corren riesgos). Se alude a un orden arménico en el‘ sentido que las le- yes naturales son generales, validas para todos y bajo todas circunstancias, e impersonales. Y en el sentido que las leyes'no son contradictorias entre si, de modo que permiten alos hombres tener decisiones y conductas coherentes. Es lo que simboliza 1a "mano invisible" del mercado, La visién naturalista supone asi un orden autorregulado, Su funciona~ miento no depende de leyes positivas, decisiones soberanas, controles administrativos, deliberaciones colectivas, la observancia de costumbres o deberes religiosos, Vale decir: en la economia de mercado 1a asignacién de recursos y trabajo no tendrfia lugar por medio de regulaciones politicas sino por el mismo intercambio de mercancias, En este sentido, la idea de un mercado autorregulador implica no s61lo una economia se~ parada e independiente de la‘politica sino, a fin de cuentas, la desaparicién de la politica, 1,2, Sin entrar en la construccién epistemolégica de tal concepcién, hemos de recordar el supuesto subyacente, Ia visién de la sociedad como orden’ natural remite a deter minada concepcién de la realidad. Se toma 1a realidad como una materialidad preexistente a su formaci6n social, Es de~ cir, se identifica "real" y "natural" de modo que 1a reali- dad social estaria estructurada por leyes de causalidad, inteligibles de manera anfloga a las ciencias naturales, Conociendo estas regularidades,’ 1a realidad social serfa calculable, esto es, controlable, E1 orden natural no serfa una fuerza ciega que se impone a espaldas de los hombres sino el finico orden totalmente transparente, al menos en principio, Para que un conocimiento de este tipo pueda guiar las relaciones sociales ha de suponer wna realidad objetiva, las afirmaciones te6ricas no serfan inten- esto es univoca. to de estructurar 1a realidad social sino el descubrimiento de estructuras ya preexistentes, 1.3, Para el individualismo metodolégico, 14 sociedad es una suma de unidades homogéneas e invariables que se re~ lacionan entre sf segfn regias‘univocas (mercado), B1 inte- rés por cuantificar y calcular el proceso social lleva a su- poner la existencia de sujetos constituidos de una vez para siempre como "unidades" uniformes. Con este supuesto funcio- na la mano invisible de adam Smith a diferencia del bellum omnium contra ommes de Hobbes, Segfn Hobbes, los individuos devienen sujetos (propietarios privados) por medio del Levia~ tan. Al contrario de lo que supcne la connotacién peyorati- va de los neoliberales, el Leviatan es 1a fuente de la li- bertad individual, A través del Estado-representante se constituye la unidad de los representados en tanto "sociedad civiin 2/, para adam Smith, en cambio, 1a integracién so- cial de los sujetos por medio del mercado est& asegurada de antemano por la definicién social de los sujetos. Su argu- mentacién supone que el propio interés privado es ya un in- terés-socialmente determinado, Por consiguiente, se puede realizar solamente en el 4mbito de la condici6én que fije la sociedad y con los medios que ella ofrece; est& ligado por consiguiente a la reproduccién de estas condiciones y de esos medios 4/, ta sociedad.aparece como un orden natural que asigna a cada cual su "rol" objetivo para 1a reproduc~ cién del conjunto. La concepcién liberal de la sociedad como un orden na- tural es replanteada hoy por los neo-conservadores, Hayek, por ejemplo, acepta que el orden social es un producto de las relaciones sociales entre los individuos, pero sin que obedezca a algtin disefio humano, No es una creaci6én teleol6- gica (constructivista) sino un orden espont4neo, Similar . a Adam Smith afiyma un orden propietario preconstituido que precede las transacciones entre los individuos, Ahora bien, si las normas de la conducta social ya existen desde siempre entonces s6lo falta descubrirlas y obedecerlas, Al suponer una realidad objetiva como horizonte de la accién humana se da por determinada la finalidad del proceso social, La sociedad no podria decidir los objetivos de su desarrollo, ,Pues bien, si las metas de la sociedad ya estan definidas objetivamente, entonces los medios para realizarlas son a su vez requisitos técnicamente necesarios (en el sen- tido de necesidad causal), Hs decir, si el mercado y las re~ laciones' capitalistas de produccién son una realidad objetiva y dejan de ser objeto de discusién y decisién politica, en- tonces también requisitos implicitos como el "libre mercado del trabajo" son "imperativos técnicos" que no cabe cuestio- nar, (Recuerdo los an&lisis de Marcuse sobre el hombre uni- dimensional y de Habermas sobre la técnica como ideologia). Para que funcione sin distorsién el automatismo del mercado hay que restringir al m4ximo 1as decisiones politicas en tan- to interferencias arbitrarias. Una vez ajustada la organiza- cién social a la economia de mercado no habria, por defini- cifn, politica, 1.4, La perspectiva materialista enfoca, con distintos maticés, la sociedad como un orden ‘social e histéricamente construido, $86lo tal enfoque da cabida a una concepcién de la politica como préctica social. Comienzo recordando la experiencia que me parece funda mental en‘ toda reflexién sobre 1a vida human: la disconti-~ ae oa nuidaa Y, xo tomamos conciencia de la vida a través de la = 10 = discontinuidad con los animales, discontinuidad con el Otro, discontinuidad de la vida misma: la muerte? A la experien- cia de discontinuidad parecen estar vinculadas las fuerzas con que moldeamos 1a vida cotidiana: 1a angustia, la violen- cia, el erotismo, etc, Todas estas pasiones e instintos se alimentan del deseo de continuidad y afin de fusién, La antigua idea de 1a inmortalidad es el esfuerzo de pensar la continuidad hasta en la muerte misma, Toda afirmacién de la vida es una bfisqueda de continuidad dentro de lo discontinuo, La constitucién del ser en la discontinuidad determina la vida social. Podemos pensar la sociedad y el sujeto como dos formas de dar continuidad al ser, Constrwir esa conti- nuidad eri la discontinuidad és 1a politica, Es lo que se opone a lo fugaz y fiitil, ordenando la discontinuidad. Lo que crea 1o comfin, 10 contiguo, 10 contrario. Dificil esfuerzo de pensar sociedad, sujeto, Estado y jomentos" de un mismo movimiento, politica en conjunto como " A partir y dentro de la divisién social se construyen. formas de continuidad, surge asi la cuestién del orden: dialéctica de unidad y divisién. 1.5. Se habla de "politico" en analogia a polis: lo po- litico se refiere a polis como atlético:a atleta. La difi- cultad es que la polis.no es un referente ‘contemporéneo y que la reconstruccién histérica del concepto de polis no pareciera ahh sérvir a 1a definicién moderna de "politico" /, Bs equi vocd hablar de politica o Estado’ ahtes del pleno desarrollo dél capitalismo en el siglo XIX. Recién entonces: encontra- mos la fragmentacién del proceso Social en "Ambitos" relati- vamente "independientes", Se pretende definir. estos &mbitos a través de las funciones que cumplen tales "subsistemas" is- (economia, estado, estética o religién, etc.) para el " tema general", Pero, cabe objetar, el "todo" no es necesa~ riamente la suma de las partes. Por qué no suponer que es tos "4mbitos" sean diferentes’ formas de constituir e1 todo, © sea formas que’se da 1a produccién y reproduccién de la sociedad por ella misma? quiero referixme brevemente a la distincién de econo- mia y politica, Distincién no significa separacién, La eco- nomia no es una naturaleza previa y separada de la organiza— cién social. En este sentido fue malentendida 1a met&fora marxiana de base y superestructura, La"critica de la econo~ mia politica" destaca, al contrario, a definicién social de la reproduccién material, 8s justamente una critica a la teorfa liberal que toma la produccién capitalista de mercan~ cfas como una verdad eterna y relega la historia al campo de la distribucién, El liberalismo propone : 1) "separar" 1a economfa mercan+ til como relaciones presociales y 2) organizar las relaciones sociales como relaciones mercantiles, Paradojalmente es la utopia del laissez-faire (la idea del mercado autoregulador) eee con su perspectiva anti-estatista y anti-politica la que ge- nera la concepcién moderna de la politica en el siglo XIX. For un lado, recordemos la ruptura revolucionaria que signi- fica el auge del capitalismo industrial, arrasando con todo lo establecido, quebrando los limites entre los estamentos, entre permitido y prohibido, entre racional y loco, entre normal y enfermo, entre sagrado y profano, entre virtud y vicio, E1 fin abrupto del Antiguo Régimen simboliza el des- moronamiento de un orden social (y no s6lo de un tipo de ré~ gimen politico). E1 desmoronamiento de los limites hacen de esos limites un problema, . La determinacién de los limites sociales forma desde entonces el meollo de 1a lucha de cla- ses. Por otro lado, el liberalismo econémico que apunta a un “gobierno minimo" ha de confiar al "intervencionismo estatal" la realizacién de la "libertad del mercado", Para ajustar la vida social a la economfa mercantil recurre a 1a politica, La politica ha de organizar las relaciones sociales en fun- cién de 1a economia de mercado, os liberales visualizan la politica como un mercado politico, donde 1a competencia procuraria -mediante una "mano invisible"- la armonizacién de los intereses en pugna, De este modo, la sociedad liberal asume afirmativamente el conflicto (en tanto competencia in- tra-sistema) y lo institucionaliza como 4mbito especifico. En esta perspectiva histérica, la politica surge en el si- Sse glo XIX como forma de conflicto sobre la distribucién. La distribucién, empero, hay que entenderla en un sentido lato, No se trata solamente de la distribucién de los me~ dios de produccién y de la fuerza de trabajo, o sea de la forma capitalista de la produccién material de la vida, En un sentido amplio, la lucha politica sobre la distribucién concierne toda 1a delimitacién y el ordenamiento de las dis- continuidades entre los hombres, El problema de la produccién y reproduccién de los 1f- mites sociales me parece ser central al "hacer politica" y requiere un anlisis mucho m4s detallado, For ahora, sélo insingo 1a intuicién subyacente: creo que la polf{tica es la lucha por ordenar los limites que estructuran la vida social, proceso de delimitaci6n en que los hombres, regulando sus divisiones, se constituyen como sujetos, 215- II TECNICA E INTERACCION La Politica como Técnica. la politica moderna, a partir de Maquiavelo, descansa en el cAlculo de posibilidades, La distinci6n de necessita y fortuna es la distincién entre lo calculable y, por ende, controlable 0, al menos, aprovechable por la virtd y el a~ contecer azaroso que s6lo cabe enfrentar con temeridad, la fortuna dev: ene una categoria residual en la medida en que se concibe 1a realidad social gobernada por "leyes" de tipo causal, El andlisis politico se centra en el cAlculo de 1a necesidad, La necesita es aquella objetividad de la estructura social (y, sobre todo, de la naturaleza externa) que se impone a la voluntad humana, En este sentido hablar Marx del "reino de la necesidad", Lo caracterfstico de la concepcién técnica és analizar esa necesidad en términos de causalidad. Lo posible es lo factible técnicamente, Me parece oportuno recordar a Maquiavelo porque de 41 provienen tres problemiticas que siguen presentes en el ac- tual debate sobre la politica. 2.1.1, B1 problema de la racionalidad definida por la ac- cifn calculada, Accifn racional es la actividad que se guia Por un cAlculo medio-fin, Para que Maquiavelo pueda afirmar determinadas reglas técnicas’ de gobernar ha de suponer que la Bigs realidad social se desarrolla segfin determinadas regularida- des, En la medida en que el curso del mundo est4 sometido a ciertas leyes, 1a politica puede apoyarse en el cAlculo. El conocimiento técnico del, politico descansa en la caleula- bilidad del mundo, La decisién politica deviene racional en tanto ya no confia en 1a constelacién oportuna de los as= tros, 1a fortuna, sino calcula correctamente 1a "correlacién de fuerzas", Si las fuerzas sociales no obedecen a un desti~ no inexorable ni a sus caprichos sino a regularidades enton- ces es posible concebir una ciencia de la politica, basada en la racionalidad formar 2/, E1 cAlculo formal supone la existencia de. "leyes socia- tes" y su conocimiento, a politica racional descansa pues en el conocimiento m&4s completo posible de la realidad so- cial. Se opone a 1a ignorancia como fuente de 1a coercién y ja arbitrariedad. La necesidad que se impone como fuerza cie~ ga a mi voluntad es lo que no sé; si conozco 1as necesidades puedo calcular su desarrollo y aprovecharlas, Cuando no co- mozco todos los elementos de 1a situacién mi decisién deviene arbitraria; es una apuesta que confia en que la necesidad externa concuerde con mi voluntad. . Este enfoque remite a un saber total como horizonte utdpi- co, La utopia tecnocrAtica consiste en una sociedad) trans- Parente, Un conocimiento cada dia mAs completo permitiria apro- ximarse a un cAlculo/control total de la realidad. A partir ~~ de ese concepto 1mite se niega lo que no es susceptible de eAlculo formal : el azar, la sorpresa, el suefio y la imagina- cién, 1a innovaci6n, en fin, lo imprevisible e imposible, De ahi. surgenh dos problemas. Por un lado, la libertad del otro &/ cién externa sobre una naturaleza inerte, cémo dar cuenta de + Concibiendo 1a accién racional como una interven- una accién reciproca? Por otro lado, la determinacién de lo factible., El cAlculo formal define el horizonte de lo posi- ble, pero no delimita qué posibilidades son factibles. 2,1,2, El problema de 1a libertad,,concebida como afir . Macién de 1a virtud frente a la necessita. En una de las frases mas tipicas de su pensamiento Maquiavelo exclama, : en gente como nosotros, todo llena de miedo, miedo al hambre, miedo a la c&rcel, no puede y no debe haber lugar para el miedo al infierno" 2/ ta adversidad dei mundo Qa miseria econémica y la violencia fisica) amenaza la vida del hombre, Este, en peligro de muerte, ha de usar incluso el mal para afirmar la vida. Maquiavelo moraliza asi la necesi- dad; es por y. frente a la necesidad que hay una verdadera de- cisién libre, 610 asumiendo la vida afin al precio del in- fierno, hay libertad, Se insinfia en Maquiavelo el an4lisis que realizar4 pos~ teriormente Marx, la libertad supone 1a reproduccién mate- rial de los hombres y es por referencia al "derecho a la vida" que se define la moral de una decisién, Pero en Maquiavelo ~ 18 - predomina afin una concepcién individualista de la libertad. Yo soy libre en tanto xo dependo del Otro, o sea en que pue- do calcular y controlar al otro,. Al definir la accién racio- nal por el cAlculo.hago del Otro.un objeto de c4lculo, #1 Otro hace parte de ese sistema de necesidades al cual yo me tengo que imponer, . Ahora bien, el Otro en su libertad se sus— trae a mi c4lculo; es imprevisible, Para eliminar lo impre- visible hay que aniquilar al Otro o bien condicionar su li- Ddertad.de modo que su accién sea previsible, Donde ello no es posible, se establece una accién reciproca cuyo desarro- llo no es calculable.. E1 caso tipico es la guerra. ‘No es casual que Maquiavelo ponga la guerra bajo el signo de la for- tuna, Es ella quien decide las batallas, No es posible pla- nificar la guerra, La guerra y la politica tienen en comin ser interacciones no calculables, -Pero esta misma imprevisi- bilidad hace buscar una formalizacién que acote el campo de las conductas permitidas (o sea, explicativas respecto a reac- ciones del otro). 2.1.3. El problema de lo posible como delimitacién del campo de la politica, Podemos ver en la triada virtd, necessi- tA y fortuna un intento de trazar las coordenadas de 1a poli- tica en tanto arte de lo posible. la virtQ no es una ambi- cién ilimitada; topa con "la fuerza de las cosas", Esas fuer zas objetivas se resisten a la voluntad de poder de 10s hom- bres. Estos, sin embargo, aprenden a conocer esas fuerzas y a usarlas para sus propésitos. Pero también esta "tecnologia = 19+ social” tiene limites, Bxiste un factor de riesgo que Ma~ quiavelo llama fortuna, Se trata de los efectos secundarios, no intencionales o paradojales de nuestra accién; se trata de la historicidad de las condiciones ceteris paribus de nuestro c&lewlo, Cada constelacién es finica (novedosa), exigiendo re- definir lo necesario y lo posible. Hay pues siempre, a falta de un conocimiento perfecto, un factor de inseguridad que hace problem4tica la delimitacién de lo posible, Un intento de determinar lo posible es la afirmaci6n de Marx que "la humanidad se propone siempre fnicamente los obje- tivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sélo brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se est4n gestando las condiciones materiales para su realizacién" (Prélogo de 1859), Lo posible estarfa determinado por la maduracién de las condiciones materiales en el sentido que cualquier objetivo futuro ha de ser construi- do a partir del presente, Se trata de un rechazo a la utopia en tanto meta no factible. Pero junto a esta determinaci6n general de las condiciones de posibilidad vemos en Marx un in tento por precisar la necesidad de determinado objetivo; en el seno de la sociedad burguesa se desarrollan las condiciones materiales para la solucién de su antagonismo, E1 an4lisis del movimiento real presente permite definir una meta qua solucién y esa solucién futura hace de los probiemas actuales una tran~ sicién hacia esa meta, Si se decide por determinada solucién- meta, entonces a la vez se decide sobre lo posible en tanto me- = 20 - dios necesarios para aquel fin, Hay pues una doble determinacién: el futuro posible de- terminado por el presente (el antagonismo apunta a la solu- cién) y el presente posible determinado por e1 futuro (1a aproximacién a la meta). Similar problem4tica volvemos a encontrar en Max Weber. la ciencia, dice Weber, no puede ensefiar a nadie qué debe hacer sino finicamente qué puede hacer, Lo que se puede ha~ cer es lo que se puede calcular como relacién medio-fin; es el campo de 1a politica como accién racional, Mediante ese criterio de racionalidad el imperativo politico es: se debe hacer lo que se puede hacer - lo factible, Lo que no se pue~ 10/ de hacer -1a utopia- tampoco se debe querer hacer . De este modo, el objetivo social es delimitado por el es- tudio de factibilidad, A partir del descubrimiento de las n1eyes" que rigen a las acciones sociales se define cules ob- jetivos se pueden hacer, La voluntad elije el objetivo; la ciencia informa si éste es factible, o sea, racional, Pero como el an&lisis es imperfecto, Weber acepta que una meta irra~ cional-se revele factible, su categoria del carisma tipifica aquella politica que, invocando un objetivo fijado de modo vo- luntarista, tenga éxito. Bstos enfoques excluyen la utopia en tanto objetivo no fac tible; esto es, como meta discontinua respecto a las condicio— -21- nes presentes. Lo posible est4 determinado por la continui- dad. Si, en cambio, nos fijamos en la discontinuidad presen- te, entonces la continuidad seria algo a construir, Y tal continuidad se podria construir solamente por medio de un re~ ferente no sometido a la discontinuidad. La utopia seria ese principio trascendental (o punto arquimédico) a partir del cual podemos ordenar 1a divisién social, Franz Hinkelammert propone pues concebir la utopia como un concepto-limite, La politica implica la utopia, justamente por excluirla como objetivo posible. Sélo por referencia a un ideal imposible podemos delimitar lo posible, ss decir, no podemos pensar lo que es posible sino dentro de una reflexién sobre lo impo- .sible. No hay "realismo politico" sin utopia. La Politica como interaccién Una concepcién de la polftica como técnica supone un su- jeto.previamente constituido que actfia sobre las relaciones sociales en tanto regularidades conocidas., Politica seria la aceién de un sujeto; atributo o emanacién de una naturaleza previa-que no cambia esenciaimente por esa accién, La politica es concebida a la imagen del trabajo del hombre sobre 1a natura- leza; esto es, como una accién fundamentalmente instrumental, Volveré sobre el cardcter instrumental de la politica en el siguiente capitulo, Antes quiero esbozar una.concepcién de la politica como interaccién, que de cuenta de su construccién 2225 social. Al destacar 1a interacci6n quiero insistir en la constitucién reciproca de los sujetos. Este enfoque, esbo- zado por Marx en la Téeologia Alemana, ha vuelto a ser obje~ to de recientes interpretaciones de modo que me limito a al- gunos apuntes, 2.2.1, Nunca hay. sélo un sujeto. Seria el caso limite donde los hombres se relacionan entre s{ de modo directo (aso- ciacién libre de productores libres) y donde, por tanto, no habria "sociedad" propiamente tal. La ausencia de tales "re- laciones sociales directas", al contrario, induce a vincular la politica al ordenamiento de una sociedad dividida en un la constitucién reciproca de los sujetos. aspecto especifico: como primera tesis afirmaria que el sujeto no se constituye positivamente y "hacia dentro" para establecer luego relacio- nes "hacia afuera", Se trata un solo y mismo proceso. Presumo que un sujeto se constituye por delimitacién a otro. A través del establecimiento conflictivo o negociado de los limites entre uno y otro, losi sujetos se ponen recipro-~ camente, Hn esa delimitacién hacia afuera, diferenciandose de lo.ajeno, se constituye hacia dentro, apropidndose de lo pro= pio, Los intereses o valores comunes (solidaridad) s61lo exis- ten en tanto se distinguen de otros (divisién). Quiero decir: no es posible construir una unidad Sin construir simulténea- mente las diferencias con el otro respecto al cual se afirma uno. ~ 236 2,2.2.,Bste enfoque pareciera subyacer también al pensa~ mientd militar trabajando sobre el antagonismo amigo-enemigo, {a-administracién Reagan es un ejemplo de ese enfoque que a través de la "construccién" de un enemigo externo busca cohe- sionar la integracién social). Se trata, en efecto, de una lucha; pero no entre sujetos "naturales", Es una lucha sobre 1a formacién misma de los sujetos, lucha por delimitar/arti- cular los limites sociales, La lucha no es pues algo poste- rior ni previo'a los sujetos. Los sujetos se constituyen, se-des y rehacer por medio de la lucha. 2.2.3, Bsta lucha se encuentra condicionada, pero no pre- determinada por las divisiones estructurales en la sociedad. Incluso las divisiones econémicas conforman s61o un marco la reproduccién material de la sociedad- dentro del cual se des~y recomponen los sujetos yy, Como destacé Gramsci, los hombres toman conciencia de las contradicciones estructurales a través de delimitaciones ideolégicas, La realidad material s6lo deviene relaciém social en tanto "aparece" como signifi-~ cacién, (Es cierto que no existe vida social sin reproduccién material; pero "qué vida yale la pena ser vivida" es una de- finicién cultural, Hay un limite después del cual 1a sobrevi- vencia Fisica deja de ser vida humana), : La constituci6n de los sujetos es un proceso fundamental- mente ideolégico porque 1a realidad social es ambigua, No sa~ bria explicar esa ambiguedad, Presumo que toda produccién ma~ ~4e terial es a la vezuna produccién de significados,, pero esos sentidos" intrinsecos a las précticas sociales no son univo~ cos, No es un asunto de opacidad/transparencia y, pow tanto, no se trata de acumular conocimiento’ para "saber exactamente lo que pasa", La ambiguedad de, la realidad social se sustrae a un conocimiento exacto (o aproximadamente exacto); requiere interpretaci6én. La interpretacién, interseccién de concepto y met&fora, es un acto creativo; tiene lugar una “construc- cién social de la realidad" en el sentido que "la realidad" es a la vez una objetivacién material y simb6élica de la ac- tividad humana, . 242.4, Si la realidad es ambigua y, por ende, sujeta a distintas interpretaciones, el problema es la elaboracién de cédigos interpretativos, Falta (me falta) saber m4s sobre esa creacién y transmisi6n de cédigos interpretativos, En todo caso llamo la atencién sobre los anflisis del discurso ideolégico y de los aportes de la psicologia y linguistica bajo el punto de vista de 1a constitucién’de sujetos 12/, For ahora, dirfa que los cédigos culturales son ejes articula~ dores que estructuran 1a ambiguedad. A modo de ilustracién : zno son los Derechos Humanos, por ejemplo, valores o simbolos vacios, 0 sea sin contenido determinado, cuya significacién varia segfin e1 cédigo interpretativo? $610 dentro de un con- texto adquiere significado preciso un simbolo Es decir, es posible determinar'el significado de los Dereclios Humanos s6lo ‘por referencia al conjunto de valores articulados sobre es determinado principio que los ilumina, Los Derechos Humanos son wn valor presente en el discurso liberal y marxista, pero su significado varia si el’ principio estructurador es la li- bertad econémica © la emancipacién social, (Hablando de lo mismo, no se:dice lo mismo), 2.2.5, Los cédigos interpretativos parecieran ser elabo- rados sobre una tensi6nentre utopia e interdicciém. .Vemos en las religiones primitivas como en consmovisiones raciona- les que lo sagrado es menos una afirmacién positiva que un interdicto, Georges Bataille ha puesto en rélieve que lo sa~ grado designa simult4neamente el interdicto y su transgresién, Tiene una doble cara: por un lado, lo puro y fasto , por el otro, lo impuro y nefasto, Simultdneamente lugar de atraccién y de repulsién. a constitucién de sujetos pareciera descan- sar b&sicamente sobre prohibiciones/exclusiones, como forma de delimitar un mundo esencialmente infinito, ‘La vida es un exceso, una desmesura, que hay que someter a normas (1{mites) para que no aniquile lo creado, La actividad espont4nea, sin limites, deviene autodestructora (Caligula), Ahora bien, el interdicto no significa abstencién, 1a delimitacién no radica en la prohibicién misma (1o sagrado“6 e1 ideal) sino en marcar las précticas sociales como transgresién (ver 3.3.) 2.2,6, Todo sujeto se constituye por medio de otro: distin- “cién del otro y reconocimiento por el otro. No basta afirmar lo propio; es necesario deliniitar 10 propio y lo ajeno, s610 por = 26 ~ veferencia’a lo ajeno adquiere perfil lo propio. En este sentido, bien se dice que no se conoce a si mismo quien no conoce a su adversario, Comentando 1a derrota de la unifi- cacién italiana Gramsci indita, que Mazzini, a diferencia de.Cavour, no conocia las tareas de su enemigo y, por ende, no podia determinar las propias. Gramsci no alude a un pro~ . blema de informacién. quiere decir, que las tareas, los in- tereses, las utopfas, los interdictos, no se plantean unila~ ‘ teralmente sino en la confrontacién critica con las tareas del Otro, 81 proyecto socialista no se autogenera; se cons~ truye por oposicién al proyecto burgués, absorbiendo sus de~ mandas, La estrategia popular, partiendo de un actor esta~ blecido, enfatiza la expansién, Subestima en cambio la para~ doja que para incorporar y articular lo ajeno sobre lo pro~ pio es indispensable haber constituido lo propio en contrapo~ sicién con lo ajeno. En este sentido, la crisis de la iz- quierda latinoamericana es también wna crisis de la derecha carente de proyecto al cual oponerse. , Esta delimitacién frente al Otro no significa escisién, : Es necesario el reconocimiento por el Otro, En este sentido 9 cabria discutir 1a concepcién de autonomia como la presenta, 5 u ini 14/_ nopino que el movimiento obrero por ejemplo, José Aricé solamente se puede constituir como tal si logra escindirse del conjunto de la sociedad; vale decir, si se ve a si mismo con su propia identidad y diferenciado el conjunto de la, sociedad", Tal nocién de autonomfa no se compatibiliza con 1a construecién de-una,voluntad nacional-popular: "la fuerza que surge como 27 - animadora de un propésito de transformacién no aparece como una fuerza externa a la nacién, sino como la prolongacién de la nacién misma, como lo que representa a la nacién". En efecto, como sefiala el mismo. aricé, 1a’ izquierda revoluciona- via corre peligro "que su extrema separacién del conjunto del cuerpo de 1a nacién la convierta en algo extrafio y extremada~ mente vulnerable", Si es asi, cabe cuestionar/matizar las usuales consignas de autonomia, 2.2.7. Recién ahora, apoyandonos en la dialéctica de lo general y lo particular,de unidad y lucha, me parece posible especificar 1a referencia de 1a politica al-Estado. Dicho en términos simplistas: la politica es un conflicto de par- ticularidades y el Estado es una forma @e"generalidad, Tal distincién no implica separacién ni subsuncién, No’ poderios pensar 1a politica sin referencia a una forma que sintetice a la sociedad ni podemos pensar el Estado sin referirnos a una sociedad dividida. Ninguna sociedad dividida (y toda sociedad histéricamen~ te conocida es una sociedad dividida) puede reconocerse a si misma y actfa sobre sf misma de modo directo. A falta de lo que Marx llama "relaciones sociales directas", la sociedad sélo puede afirmarse y organizarse qua sociedad por medio de un referente fuera de ella, Es por medio de una representa~ cién exteriorizada y objetivada de si misma que la sociedad se constituye como tal, = 28 - La determinaci6n reciproca de los sujetos requiere un referente comin, No hay limites ni lucha sobre limites don- de no hay un lugar de encuentro, Suponiendo una relacién de ‘@iscontinuidad entre los hombres, la continuidad ha de. ser creada, Una forma es el Estado. La forma Estado es la ins~ tancia de totalidad social respecto a la cual se reconocen los sujetos entre si y cada cual a si mismo, Dicho esquem4ticamente : toda politica se refiere al Estado en tanto 1) ella trabaja sobre las divisiones en la sociedad; 2) el ordenamiento de las divisiones sociales remite a una to~ talidad y 3) esa totalidad es representada por 1a forma Esta~ do, cuando Gramsci afirma que el partido ha de tener un "es- piritu estatal" alude a esa necesaria referencia a lo general, no solamente como tendencial universalizacién de los intere- ses particulares (corporativos) sino como constitucién misma de lo particular. = 29 III, ACCION INSTRUMENTAL ¥ EXPRESION SIMBOLICA, 3.1, Hoy @fa, aparece "natural" que el buen funcionamien- to del "sistema econémico" sea el objetivo de la lucha polf- tica, La economia pareciera ser la finalidad."en filtima ins- tancia" de toda politica y, particularmente, del "interven- cionismo estatal", Cabe recalcar pues lo ya recordado it cialmente: si bien no existe vida social sin reproduccién . material es recién-la revolucién capitalista en el Siglo XIX la que desprende la reproduccién material como "sistema eco- n6mico" de la organizacién social y que, a la’inversa, moldea la vida social’en funcién de una economia de mercado. En la medida en que 1a econom{a de mercado aparece como “base natural" del proceso social se olvida igualmente el carcter histérico de 1a racionalidad que acompafia y expresa la economia mercantil. Con 1a producci6n capitalista de mer~ cancia "lo racional" es identificado con el cAlculo formal de medio-fin, particularmenté 1 c4lculo expresado’en dinero o capital, En esta perspectiva, Max Weber interpreta la histo- ria-de Occidente ‘como el proceso de racionalizacién formal del mundo, Impersonalidad y objetividad de la racionalidad formal hacen de los valores materiales un asunto privado o ético y la misma racionalidad material deviene una categoria residual. Recuerdo a Weber porque’ junto a tematizar la racionali- 30, dad formal percibe lfcidamente cémo ella conduce a una foy- malizacién de las relaciones sociales y cémo tal formaliza~ Giéin termina por sustituir lo veal por una realidad fabrica~ da, muy vulnerable por las masas (1a iracionalidad de valo~ res materiales), “Después de Weber, la raciohalidad formal se ha impuesto a tal: punto que se habla de uh sistema uni-dimen- sional, afm sin suscribir afirmaci6én tan rotunda, hemos de veconocer que la racionalidad formal es el principal cédigo interpretativo de la realidad,’ marginalizando otras interpre~ taciones, La formalizacién crea en efecto un tipo de univer- salidad. que diffcilmente puede alcanzar un tipo de racionali dad material, Pero la continuidad creada es sélo eso -formal~ y no supera las divisiones en 1a sociedad, Constatamos asi una profunda escisién entre la racionalidad formal y la ex- periencia cotidiana, 3.2, Durante largo tiempo el desarrollo del proceso de produccién capitalista descansaba sobre una cultura cotidia~ na, Gramsci conceptualiza esa "socializaci6n" moral-intelec- tual-del capital en su teorfa de la hegemonia, La correspon— dencia entre modelo de acumulacién y hegemonia que’ caracteriza el "£ordismo" de los afios 30 pareciera haberse roto en los 70. La mercantilizacién factica de todas las relaciones sociales ventra en contradiccién con las normas de conducta socials La orientacién normativo-simbélica de 1a sociabilidad se opo~ neal comportamiento exigido por el cAlculo formal,. De hecho, la angustia de los hombres por superar la discontinuidad en al -31- guna: experiencia colectiva ofrece una resistencia ( por lar vada, no menos tenaz) a reducir las relaciones sociales a re- laciones mercantiles, Para evitar esas "distorsiones" e "in= "en la libertad del mercado, e1 proyecto neocon- terferencia: servador pretende "descolgar" el sistema econémico de la di- mensién normativo-simbélica, Se renueva asi el intento liberal de sustraer la reproduccién material a la organizacién social y de suponer los procesos econémicos como relaciones pre-socia~ les, Esta escisién entre procesos macro-sociales y experien~ cia cotidiana provoca una conciencia patolégica Ly, Los pro- blemas pr&cticos son reducidos a problemas técnicos, solucio- nables Por un cAlculo formal. Tiene lugar una regresién a es- tadios pre-universalistas de conciencia (esquema amigo-enemigo) para asegurar un minimo ambito de certidumbre y solidaridad, Necesidades no asimilables por 1a racionalidad formal son re- primidas y auto~censuradas, Surge un culto a lo innediato, lo auténtico y lo intimo para compensar la subjetividad frustra da, Para colmar sus sentimientos de angustia e impotencia fren te a un mundo hostil los hombres se inmunizan contra una rea~ lidad que les aparece como encarnacién del Mal, Esta imper~ meabilizacién frente a lo real (pérdida del principio de reali- dad) da lugar a distintas formas de "locura" desde el escapis- mo esotérico al terrorismo, pasando por las diversas alucinacio- nes sobre el peligro marxista, = 32 - 3.3. En este contexto es urgente insistir que la politi ca no es solamente accién instrumental sino también expresién simbélica, Frente a una sobrevaloracién de su dimensién cog- niscitiva (calculabilidad) hay que destacar su dimensi6n nor— nativa y simbélica, regulando y representando las relaciones sociales. La politica como comunicacién simbélica ha sido poco es~ tudiada 2&/ no obstante ser e1 simbolo tan importante como el trabajo en la apropiacién humana del mundo, Me referiré a dos estructuras simbélicas fundamentales en 1a accién politi- car el ritual y el mito, Intentando especificar lo politico qua ritual me apoyo nuevaniénte en Georges Bataille. Cabe presumir que la muerte y, particularmente, 1a muerte violenta es uno de los principa- les signos de la discontinuidad y, por consiguiente, objeto de un interdicto’ fundamental en todo orden social. Ahora bien, prohibicién no significa abstencién, Significa transformar las précticas prohibidas en transgresiones y, de este modo, so- meterlas a limites. Las relaciones sociales son reguladas, vitualizando las transgresiones, Esto es: el interdicto de la muerte hace de 1a violencia y del conflicto una transgresién No se elimina pues 1a violencia y 1a lucha (tarea imposible) sino que son incorporadas al orden, ritualiz4ndolas como trans— gresiones que afirman la vigencia del interdicto. La politica est4 llena de ceremonias rituales (al igual que el derecho) que = 33 - encauzan e1 ejercicio de 1a violencia y dan forma a los con~ flictos'de modo que no destruyan la convivencia, Cuando 1a lucha deja de ser vivida como una transgresién ritualmente re- glamentada del orden colectivo, surge la violencia mortal, La-muerte deviene objeto de un cAlculo Formal (costo-benefi- cio), dando al terrorismo y a la guerra moderna su carfcter inhumano, Presumo que 1a politica en tanto ritual es una afirmacién de la vida colectiva, Lo vemos m&s claramente en actos masi- vos como las elecciones o manifestaciones, pero también en la "puesta en escena" que rodea la actividad de un jefe de go~ bierno, Casos como estos no pueden ser explicados en térmi- nos de la racionalidad formal y, de hecho, frecuentemente son denunciados como “irracionales" o simple "show", En efecto, de manera deliberada o no tiene lugar un montaje teatral que recuerda las ceremonias rituales. Tal escenograffa no es sim~ ple "manipulacién de las masas", Los actos politicos masivos son rituales que actualizan el sentimiento de colectividad, Se invoca la peftenencia a un orden, presente o'futuro,,a par~ tir del cuai adquiere sentido 1a convivencia, A través de! los vituales se constituye colectividad y, por ende, continuidad: continuidad en e1 espacio (reuniendo a quienes pertenecen a un mismo orden), continuidad en‘el tiempo (conmemorando la persistencia del orden colectivo), mn estas "liturgias del peder" 1a colectividad se festeja a si misma, Es una forma de transformar el poder en orden, Aunque aparezcan como exal- ~ 346 tacién de un lider, este s6lo simboliza la confianza del co- lectivo en si-mismo de saber afirmarse en el mundo, | Mis que acciones instruméntales, destinadas a lograr determinado fin, tales actos de masas representan un fin en si, Ello implica que no pueden ser sustituidos por mecanismos de c4lculo for mal (informatica, encuestas de opinién, etc.) ni por las re- . laciones impersonales del mercado, Implica también la obso- lencia de los rituales institucionalizados, cuando ya no lo- . gran invocar lo colectivo, Considerando esta constitucién del "nosotros" como lo especifico de la politica, también un acto folklérico, una huelga o una misa se transforman en ac- 3 tos politicos, Independientemente de su contenido, toda for- ma-de ritual supone la conciencia de un poder colectivo, En esta perspectiva, habrfia que explorar nuevas formas de politi- zacién de la vida diaria, 3.4. El ritual politico confirma y actualiza‘un orden colectivo, representado simbé1licamente en un mito, E1 mito organiza una cosmovisién que ordena y da sentido a la vida : social; a través del mito.el individuo (el fendmeno singular) a se inse#ta en un.orden, 81 dolor o la muerte son "socializa~ : das" ‘mediante una concepcién del mundo que les asigna su lu- gar en el proceso social, Ia secularizacién moderna socava la fuerza del mito, racionalizSndolo en mitos profanos como el progreso 0 el desarrollo. Juan Enrique Vega ha destacado la relevancia de los "mitos revolucionarios" sin los cuales no es posible comprender los procesos de liberacién en América -35- tatina 12/, El mito es una forma simbélica de disposicién sobre el mundo. Llamo la atencién sobre el mito fundacional de la po- 1ftica moderna : la soberania popular, La soberania popular simboliza la reivindicacién de los hombres a determinar sus condiciones de vida, Tal creacién consciente y colectiva del futuro de 1a humanidad es, como denuncian los neoconservado- res, un mito. En efecto, 1a nocién de soberanfa popular no es operacionalizable, En este sentido son justificadas las objeciones (de derecha e izquierda) a 1a democracia; ningfn ‘ tipo de democracia asegura 1a identidad de la yoluntad de to~ dos con la voluntad general, Pero tales denuncias no tocan el problema de fondo, La soberania popular es un mito, pero un mito necesario, Es necesario un concepto-1imite, un hori- zonte utépico fuera de la sociedad, como referente para pen~ sar y organizar la sociedad, &1 postulado de 1a soberania popular vuelve una tarea intelegible que los hombres dispon- gan sobre e1 mundo, En otras palabras: la referencia al mito de una sociedad sujeto de su desarrollo es 1a forma que permi- te elegir entre el infinito némero de posibilidades de orde- nar el presente, Es el principio legitimatorio de toda deci- sién politica (de que sea posible decidir). #1 ataque neocon servador a la soberania popular no concierne pues solamente los"limites de la democracia" sino que cuestiona la posibili- dad misma de que todos los hombres ~la sociedad- decidan so- bre sus condiciones de vida. IV, SUBJETIVIDAD Y FORMALIZACION 4,1, La racionalidad formal supone una formalizacién de as relaciones sociales, que excluye 1a subjetividad, Carac~ teristico de 1a formalizacién es justamente prescindir de los atributos personales de los participantes y de sus valores materiales, No contempla la subjetividad en tanto esponta~ neidad (no se puede formalizar un fenémeno no conmensurable y no calculable), La formalizacién pone distancia, has relaciones sociales se apoyan en situaciones perfectamente codificadas -segin nor- mas previamente establecidas y adecuadamente interiorizadas por cada actor 28/, 4 esta formalizacién de 1as relaciones sociales, vinculada a la creciente organizacién burocratica de la actividad pol{tica, se imputa parte de lo que se .experi- menta como "crisis de representacién", #1 ciudadano se sien- ste distanciado del parlamento y del gobierno, e1militante de1 partido; la relaci6n de representacién se vuelve formal en el sentido de ficticia. A esya atrofia de la subjetividad por la formalizacién burocr&tica responde la consigna socialista de la "desestati- zacién de la politica", Similar argunaio, bajp otro sigo, esgrimen los gobiernos neoconservadores para impulsar la privatizacién de los servicios p&blicos, En el primer caso, se invoca la soberania popular como legitimacién para recuperar un poder = 38 = social enajenado, sn el segundo, se invoca la libertad eco- némica y 1a iniciativa privada, para devolver al mercado 1as decisiones usurpadas por la politica, La subjetividad signi- fica, en un caso, 1a espontaneidad de los hombres libremente asociados y, en el otro, la libre disposicién de cada cual sobre su propiedad privada. En ambos casos se postula, des~ . de posiciones antagénicas, wna abolicién de la formalizacién Ahora bien, no hay politica sin foxmali acién * 4,2, Hay y habrA formalizaci6én de las relaciones socia- les mientras haya discontinuidad. La distancia que lamenta- mos es 1a experiencia de la discontimmidad, La divisién en la sociedad (o sea, la ausencia de relaciones sociales direc- tas) es vivida como distanciamiento individual y separacién j de los otros, los otros representan respecto a cada indivi-~ duo 1a normatividad/normalidad de 1a‘ sociedad. Esta no-iden— tidad de lo particular y 10 general provoca un sentimiento de culpabilidad. Soy culpable porque soy diferente de los dems; diferencia que me distancia como impuro y trasgresor respecté 7 a la pureza del interdicto que cohesiona la comunidad, La cul- . pabilidad se alimenta de la distancia que se percibe respecto a las normas generales: la conviccién no consciente de que la vida est& sometida a un gran disefio y de desconocer ese plan general,, La pregunta intima por aquel-disefio siempre ilisi-~ ble que pone en escena 1a vida cotidiana no encuentra respues- ta, -39- Ia opatidad del. car&cter social del orden produce an- gustia; La angustia por lograr la continuidad, por fusionar lo separado aumenta con la atomizacién de la sociedad, Para~ dojalmente, mayor es la atomizacién social y mayor la tenden- cia a refugiarse en la privacidad. Si bien se percibe el pe- ligro que conlleva la privatizacién propia a la atomizacién, se pretende recuperar la, sociabilidad justamente en el Ambito privado, A la vez que se rechaza la sociedad atomizada/uni- Pormada como €1 Mal, se genera una subjetividad culposa que busca confesarse en la intimidad, Marginalizados en y por el Proceso: social, los individuos pretenden superar las distan- cias sociales mediante’ un culto a la autenticidad, Creen que la espontaneidad asegura 1a unidad -un solo corazén- que las instituciones no logran. En otras palabras, creen de que detras o debajo de 1a formalizacién se encontrarfa alguna re- lacién natural, uma subjetividad pura, que habria que liberar de su cércel institucional, 4.3. Creo que la subjetividad no se opone sino que supo- ne la distancia y la formalizacién de las relaciones sociales. 8610 formalizando 1a delimitacién entre Uno y Otro se abre el campo de la diversidad subjetiva. No existiendo una igueldad material entre los hombres, sélo puede haber una unificacién formal. ‘Toda relacién so- cial es -m4s 0 menos~ formalizada, Ahora bien, 1a formaliza~ cién no sélo separa, también comunica, gn una sociedad di- - 40 - vidida, toda comunicacién implica una formalizacién de las discontimaidades. Eso es el objeto de la practica politica; basta recordar su carfcter de ritual (el ritual es un modo de formalizar la divisién en tanto transgresién). Formali- zacién son también las reglas de cortesia cuya importancia para el didlogo y la disputa politicos no necesito destacar, Restringiendo 1a reaccién esponténea, 1a cortesia permite es~ tablecer relaciones Sociales sin poner en juego los valores personales, No se trata pues de abolir la formalizacién en nombre de 1a subjetividad, (En una sociedad que no requiere relaciones formalizadas, tampoco habria subjetividad : la es~ pontaneidad de cada uno no tendria limites), £1 problema es crear relaciones formales de modo tal que las formas no ex— cluyan expresar esa diversidad social. GF Rk Rk Rw aie Norbert : El proyecto neoconservador y la demo- cracia; ponencia del seminario "Los nuevos procesos socia~ les y la teorfa politica contemporfnea" del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Oaxaca abril 1981, A publicarse. en Critica & Utopia Nr. 6. México 1981, Nun, José ; La rebelién del coro, en Nexos Un buen restman presenta Pereyra,Carlos: Configuracio- nes;teoria e historia, Edicol, México 1979, (cap.XIV). Marx,Karl : Elementos fundamentales (Grundrisse), Siglo XXI México 1971, €.1, p.& Bataille,Georges: El erotismo, Tusquets Bd. Barcelona 1979. Miller,Fugene F,: What does "political" mean? en The Review of Politics 42/1, enero 1980, Sobre este desarrollo ver Hebermas, Jurgen: Theorie und Praxis, Subrkamp Frankfurt 1974; Wolin, Sheldon; Politica YWperscectiva, Aurrortu Buenos Aires 1973 y mi articul la teoria y Ia préictica de Ja politica, en Estudios So- ciales Centroamers canos 25, CSUCA enero-abril 1960, Plisfisch,Angel: Fl fundamento racional de la accién la libertad del otr9, Materiales de Discusién N° 13 de~ FL jantiago, abril 1981, Historia Florentina, citado por Manent,Pierre ; Machiavel ou la défaite de iMmiversel, en Contrepoint 17, Paris abril 1975. Respecto alas inplicancias metodolégicas del tema debo mucho a las discusiones con Franz Hinkelammert. Ver entre sus trebajos + La metodologia de Max Weber y la deriva- eK & & & & & = 42- cién de estructuras de valo:es en nombre de la ciencia, en Hoyos,G.(ed.): Epistemologia y politica, CINEP Bogota 1980, cer. Praeworski,Adam : B1 proceso de. formacién de cla~ ses, en Revista Mexicana de Sociologia 1978, nimero es- pecial; y Compromiso ce clases y Estado en Europa Occi~ dental y AmGrica Latina en Lechner(ed): Estado y politi ca en América Latina, Siglo XxI México, 1981, ver, entre otros, Laclau,Brnesto : Politica e ideologia en la-teorfa merxista, Siglo xxI Madrid 1976; De Ipola, Emilio:®opalismo ¢ ideologia. A propésito de Laclau, en En Teoria 4, Madrid 1980 y Landi,Oscar: Sobre lengua jes, identidades y ciudadanias politicas, en Lechner(ed. )t Estado y politica en américa Latina, Siglo xxI México 1981, Cr. 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OF sy 5 Fooha de $ Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flaeso) 4 BIBLIOTECA ‘San Jon, Conta Ren Errcter ‘Sede Académie de Mlsleo ‘Apartado 2021 Msi 20 DF ‘Tolttona seass2i-oasa ‘Toon 1772180 FUxcme. Director See Aeaddmica 04 Quito Ccsia 6362 cer uit ceuecor Taisone asz100-2188, swtor Setor Jorge Feldman oud Joaguln Brunner Orrector at Director Programe de Santiago Chile Proprama de Ouanoe Airey Cislln 3219-Corraa Canta Sartag-Chite aula 145 sueursn 26° ‘Taltona 22573574083, 1426 Boones aires, Argentina Telex 001 ITT BOOTHCZ ‘Taldtona 7710970 muacso ‘lee 10597

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