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310 DE JUSTICIA DE LA NACION 495 PEDRO PENCHASZADEH v. GUILLERMO WALTER LOPEZ RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos comunes. Gravamen. Si ha transcurrido con exceso el plazo de 90 dias solicitado por el ape- lante para dar cumplimiento a la sentencia de desalojo, que lo habia fi- jado en 10 dias, resulta inoficioso un pronunciamiento de la Corte sobre el punto, ante la inexistencia de gravamen actual (1), FREDDY SENSEVE AGUILERA y Orro PENA. Corresponde distinguir los supuestos en que los agravios sobre la presunta proporcionalidad de la pena se dirigen contra el criterio empleado por al juez para su individualizacién, dentro de los limites minimo y méximo de la escala penal correspondiente, que de ordinario no habilitan la juris- diccién extraordinaria, salvo caso de arbitrariedad, de aquéllos que se dirigen contra la ley en si misma, a la cual se imputa crucldad o des- proporcionalidad respecto de la ofensa atribuida, lo que equivale a cues- tionar su razonabilidad. ADUAN : Penalidades. Para sostener la irrazonabilidad del art, 872 del Cédigo Aduancro, que reprime ln tentativa de contrabando con Jas mismas penas que correspon- den al delito consumado, el apclante debié al menos hacerse cargo de los argumentos que tuvo el legislador para esa equiparacién, pues no basta Ja mera impugnacién genérica de itrazonabilidad sino que resulta nece- sario vincularla con los fundamentos del dictado de la ley. RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos comunes. Gravamen. No se ha acreditado en concreto el gravamen que ocasiona a los recu- srentes lo decidido, si aun cuando no fuera aplicable cl art. 872 del (1) 12 de marzo. Fallos: 272:130:167; 274:79; 301:947. 496 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA 310 Cédigo Aduanero, que reprime Ja tentativa de contrabando con Jas mis- mas penas que corresponden al delito consumado, las penas impuestas en Ta especie se encuentran dentro de la escala que resulta de la regla del art. 44 del Cédigo Penal. DicraMEN DEL Procurapor GENERAL Suprema Corte: El recurso extraordinario obrante a fs. 528/533 fue concedido en la medida en que se cuestionaba la validez constitucional del art. 872 del Cédigo Aduanero y rechazado en Io atinente a la ale- Bacién de arbitrariedad (ver auto de fs. 545), Respecto de este ultimo punto entiendo que no corresponde que me pronuncie en razén de que no existen constancias de que se haya deducido la correspondiente queja, Con relacién al primero, esto es, el cuestionamiento de Ja va- lidez constitucional del art. 872 del Cédigo Aduanero, cabe sefialar ante todo, que el escrito en que se deduce el recurso no satisface los recandos de fundamentacién exigidos por el art. 15 de la ley 48 y Ja invariable doctrina jurisprudencial de V. E. sobre el punto. Asi lo considero en razén de que la apelante se limita a ex- Presar su discrepancia con la politica criminal que trasunta Ia legis- Jacién vigente, sin vincular sus planteos en forma concreta con una norma constitucional cuya vulneracién pudiera autorizar la interven- cién del V.E. por esta via de excepcién. Por otra parte la discrepancia aludida no configura una cues- tidn justiciable pues, como V. E. tiene reiteradamente dicho, a los tribunales de justicia les esté vedado el examen del acierto o con. veniencia de las medidas adoptadas por el Poder Legislative en el Ambito de sus propias atribuciones (Fallos: 240:298; 247:121, 250:410; 251:21 entre muchos). Opino, por tanto, que corresponde declarar la improcedencia de la apelacién extraordinaria intentada. Buenos Aires, 30 de di- ciembre de 1986. Juan Octavio Gauna. 310 DE JUSTICIA DE LA NACION. 497 FALLO DE LA CORTE SUPREMA Buenos Aires, 12 de marzo de 1987, Vistos los autos: “Senseve Aguilera, Freddy - Peinado Hinojosa, Freddy s/contrabando”, Considerando: 1°) Que el recurso extraordinario de fs, 528/588 se interpuso contra la sentencia de la Sala If de la Cémara Nacional de ‘Ape- laciones en lo Penal Econémico, que confirms la del juez de grado Frenne condend a Freddy Senseve Aguilera y a Freddy Peinado Hinojosa, a las penas de seis afios de prision de cumplimiento efec- vo, y accesorias de Jos arts. 876, primer apartado, incisos a), e), f) ¥ h) del Cédigo Aduanero, y art. 12 del Cédigo Penal, por consi- derarlos autores penalmente responsables del delito de contrabando agravado en grado de tentativa (arts, 863, 866 y 871 del cédigo citado en primer término; fs, 517/523), 2°) Que el recurso fue parcialmente concedido sélo en cuanto se refiere al planteo de inconstitucionalidad del art. 872 del Cédigo Aduanero, Sostiene el apelante que la equiparacién de Jas penas de la tentativa de contrabando a las del delito consumado es con- tratia a la Constitucién Nacional, porque las penas con que se conminan los delitos tienen que ser proporcionales al daiio causado al bien juridico tutelado, de modo que se estaria penando el dafio a un bien juridico igual que la conducta de aquél que no lo consuma. Postula que la coercién penal debe respetar el Principio propor- cional como imperative derivado de la racionalidad republicana (art. 1° de Ja Constitucién Nacional) en funcién de una Sarantia impli- cita (art, 33; idem) que emerge de la proscripcién de penas crueles. 3) Que corresponde distinguir los supuestos en que los agravios Sobre la presunta desproporcionalidad de la pena se dirigen contra cl critetio empleado por el juez para su individualizacion dentro de los limites minimo y méximo de la escala penal correspondiente, 498 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA 310 que de ordinario no habilitan la jurisdiccién extraordinaria del Tri- bunal —salvo caso de arbitraricdad— (confr. causas: L. 58. XIX. “Littarelli, Carlos Carmelo”; L. 866, XIX. “Lombardo, Héctor R.” y 0. 61. XX. “Olivera Avellaneda, Diego”, resueltas el 14 de sctiembre de 1982, y el 4 de setiembre y 15 de noviembre de 1984, respecti- vamente), de aquéllos que se ditigen contra la ley en si misma, a Ja cual se imputa crueldad o desproporcionalidad respecto de la ofensa atribuida, lo que equivale a cuestionar su razonabilidad. 4°) Que, en relacién a este Ultimo aspecto, el apelante, para sostener la irrazonabilidad de la cquiparacién legal que invoca, de- bié al menos hacerse cargo de los argumentos que tuvo el legislador para esa equiparacién, pues no basta al efecto la mera impugnaciéa genérica de irrazonabilidad sino que resulta necesario vincularla con los fundamentos del dictado de la ley. Ademés, tampoco demuestra que, no obstante la amplitud con que el legislador concibié la escala penal del art. 866, que provee al juez de la libertad necesaria para individualizar Ja pena segtin cada caso concreto sometido a su juz- gamiento, esa desproporcién pueda tenerse por cierta sélo por la mera equiparacién. Finalmente, no se acredita en concreto el gra- vamen que ocasiona a los recurrentes lo decidido por el a quo, Porque aun cuando no fuera aplicable el art, 872 del Cédigo Adua- nero, las penas impuestas cn la especie se encuentran dentro de la escala que resulta de la regla del art. 44 del Cédigo Penal, y la pretensién de que dentro de esa escala la concretamente apli- cada fuera menor remitiria a temas ajenos al remedio federal, como se expresé en el considerando anterior, Por ello, de conformidad con lo dictaminado en sentido con- cordante por el sefior Procurador General, se declara improcedente el recurso extraordinario, José Severo Casattero — Aucusro César Betiuscio — ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI — Jorce Antonio Bacgve.

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