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RIPS.

Revista de Investigaciones Políticas y


Sociológicas
ISSN: 1577-239X
usc.rips@gmail.com
Universidade de Santiago de Compostela
España

Hernández Guanche, Violeta


INTERSEXUALIDAD Y PRÁCTICAS CIENTÍFICAS: ¿CIENCIA O FICCIÓN?
RIPS. Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, vol. 8, núm. 1, 2009, pp. 89-102
Universidade de Santiago de Compostela
Santiago de Compostela, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38011446008

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Intersexualidad y prácticas científicas: ¿ciencia RIPS, ISSN 1577-239X. Vol. 8, núm. 1, 2009, 89-102
o ficción? 89

Intersexualidad y prácticas científicas:


¿ciencia o ficción?

Violeta Hernández Guanche


Universidad de La Laguna
Facultad de Filosofía

Resumen: La intersexualidad ha sido vista por la ciencia como una patología sexual
que requiere de intervención médica. Sin embargo, tal necesidad atiende, en muchos
casos, a una serie de presupuestos teóricos muchas veces ficticios o con un origen cultural
que son susceptibles de análisis crítico. En este trabajo pretendo desarrollar un análisis
acerca de la intersexualidad y las prácticas tecno-científicas que se ejercen en aquellos
sujetos clasificados como intersexuales para defender, finalmente, la necesidad de revisar
las categorías de sexo y género. Para esta reflexión tomaré como principal referente los
estudios queer.
Palabras clave: Intersexualidad, intervención médica y estudios queer.

Abstract: Intersexuality has been seen by science like a sexual pathology that requi-
res medical intervention. However, such a necessity assists, in many cases, to a series of
budgets theoretical fictitious many times or with a cultural origin that are susceptible
of critical analysis. In this work I seek to develop an analysis about intersexualy and the
tecno-scientific practices that are exercised in those fellows classified as intersexuales to
finally defend the necessity to revise sex and gender categories. For this reflection I will
take as main relating the queer studies.
Key words: Intersexuality, medical intervention and queer studies.

1. Introducción un contexto social globalizado y tecnocien-


tífico donde la divulgación de la ciencia se
La ciencia ocupa en la actualidad uno hace extensible a cualquiera, sin reparar
de los lugares más destacados del pano- en la especialización de su lenguaje como
rama social y político. Siguiendo las obser- límite a la difusión de la misma (como ocu-
vaciones de Ana Cuevas1, podemos hablar rriera en épocas pretéritas). Todo ello su-
no sólo de la relevancia del conocimiento pone un cambio en la conceptualización
científico per se, sino también de la ne- de la ciencia: entender la ciencia como
cesaria apropiación social de este conoci- praxis significa que no es únicamente un
miento. Tal necesidad se sigue de las con- conjunto de resultados, sino una acción
secuencias que el conocimiento científico y que, como tal, está condicionada por el
su aplicación tienen en la vida de los seres contexto social en el que surge y determi-
humanos. La ciencia y la tecnología rigen nada por el sistema sociopolítico en que se
los modos de vida de la especie humana en desarrolla. Por esta razón, la ciencia como
Recibido: 08.10.2008. Aceptado: 13.02.2009
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acción humana es susceptible de análisis perspectiva queer pueden derivarse mu-


interpretativo sin por ello poner en jaque chos efectos, -como de hecho ocurre-, lo
la eficacia de su conocimiento. No se trata que interesa en este punto es resaltar la
de equiparar doxa y episteme, sino de ana- importancia que tiene el cambio episte-
lizar las influencias políticas que pueden mológico al que apunta esta perspectiva.
estar detrás de una práctica científica y las El modelo de sujeto que defiende la pers-
consecuencias que se derivan de ello. pectiva queer lleva consigo una serie de
consecuencias teóricas y políticas que no
Desde este punto de vista, el presente
pueden pasar inadvertidas para los estu-
trabajo tiene por objeto desarrollar un
dios de ciencia, tecnología y género2.
análisis acerca de la Intersexualidad y las
prácticas tecno-científicas que se ejercen
en aquellos sujetos clasificados como in-
2. Definición y contexto.
tersexuales. La necesidad de esta investiga-
ción obedece a que los estudios de ciencia, Con el término intersexualidad se hace
tecnología y género se han visto aboca- referencia al grupo de afecciones en las
dos al análisis de la intersexualidad como que se da una anormalidad en los genita-
consecuencia de las controversias que se les internos y externos. Dicha anormalidad
han generado en torno a dicha cuestión: impide definir si un individuo pertenece
desde la praxis tecno-científica más con- al género masculino o femenino3. Tam-
creta (intervención clínica, protocolos de bién conocida como hermafroditismo o
actuación, etc), hasta las posiciones teóri- DSD (trastorno de desarrollo sexual según
cas que subyacen a esas prácticas. Al tra- siglas en inglés), la intersexualidad suele
tarse de una cuestión que ha resultado ser aparecer dividida en seis categorías4.
controvertida a lo largo de la historia (me
refiero a la sexualidad humana y lo que
ello comporta en la sociedad) un análisis 2.1. Tipología.
como el descrito no puede menos que in-
dagar en las concepciones que se manejan 1. Hiperplasia andrenocortical congé-
en la actualidad acerca de la sexualidad, nita (pseudohermafroditismo femenino):
pues se quiera o no, resulta ser la principal la causa de este tipo de intersexualidad
credencial identitaria que sitúa al sujeto se atribuye a una disfunción hereditaria
en sociedad. de una o más de seis enzimas implicadas
en la síntesis de hormonas esteroides. Los
El artículo se organiza en una serie rasgos clínicos básicos de este tipo de in-
de apartados que irán de lo general a lo tersexualidad son percibidos mediante la
concreto. Comenzaré definiendo el con- aparición en el bebé XX de una masculi-
cepto de intersexualidad y la tipología e nización genital leve o severa, que puede
historia de la misma para pasar al estudio ser de nacimiento o posterior. De no ser
del protocolo de actuación médica que se tratada, puede causar masculinización en
aplica en tales casos. En un segundo mo- la pubertad . Algunas formas afectan drás-
mento desarrollaré una serie de reflexio- ticamente al metabolismo salino y ponen
nes que permitan analizar críticamente en peligro la vida si no se tratan con cor-
lo anteriormente expuesto. Para desarro- tisona.
llarlas tomaré como referente una de las
visiones que más polémica han suscitado 2. Síndrome de insensibilidad a los an-
desde su aparición en la academia: la teo- drógenos (pseudohermafroditismo mascu-
ría queer. En concreto, con esta reflexión lino): su causa radica en un cambio here-
pretendo abrir un debate acerca del mo- ditario del receptor para la testosterona
delo de sujeto que se propone desde dicha en la superficie celular. En este caso, la
perspectiva: si bien es cierto que desde la aparición de este tipo de intersexualidad

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es percibida en los bebés XY al presentar mamario en la pubertad. El tratamiento in-


una feminización de los genitales aguda. cluye la administración de testosterona5.
El cuerpo no se muestra receptor a la pre-
Si bien esta es la tipología más ca-
sencia de testosterona, ya que las células
racterística de lo que se conoce como in-
no pueden captarla y usarla para dirigir
tersexualidad, el desarrollo de la misma
el desarrollo por la vía masculina. Los ele-
cuenta con una historia que merece ser
mentos más perceptibles son la aparición
comentada, con el objetivo de ubicar al
de mamas en la pubertad y una silueta fe-
lector y la lectora en el análisis final.
menina.
3. Disgénesis gonadal: en este tipo de
intersexualidad, las causas de la misma no 2.2. Recorrido histórico
se atribuyen únicamente a razones gené-
ticas, y en este caso suelen referirse a indi- Etimológicamente, la palabra her-
viduos, por lo general XY, cuyas gónadas mafrodita responde a la combinación de
no se desarrollan adecuadamente. Los ras- dos nombres procedentes de la mitología
gos clínicos son heterogéneos. griega: Hermes, hijo de Zeus y mensajero
de los dioses, tradicionalmente visto como
4. Hipospadias: de igual forma que la el dios de la sexualidad masculina; y Afro-
disgénesis, las causas de la misma son múlti- dita, una diosa griega que encarnaba el
ples, pero dentro de éstas se incluyen las al- amor sexual y la belleza6. En la mitología
teraciones del metabolismo de la testoste- griega se habla de Hermaphroditus, el hijo
rona. Los rasgos clínicos más definitorios se de Hermes y Afrodita, cuya belleza des-
perciben en la uretra, pues ésta no se abre lumbraba a la ninfa Salmacis en la fuente
al exterior por el extremo del pene; sin em- en la que se bañaba, de tal manera que
bargo, existen casos en los que la abertura caía profundamente enamorada de éste
se concentra en la parte inferior del glande mostrando el deseo de poder unirse a él.
(aberturas leves), casos en los que la aber- Según el mito, los dioses atienden y conce-
tura se da en el tronco del pene (aberturas den los deseos de Salmacis y proceden a la
moderadas), y casos en los que la abertura fusión de ambas.
se da en la base (aberturas severas).
Hipócrates prestó atención al hermafro-
5. Síndrome de Turner: en este caso, las ditismo y consideraba que el sexo era un
causas del síndrome radican en la carencia continuo que iba del extremo masculino al
del cromosoma X en las mujeres (se suele extremo femenino, donde los hermafroditas
etiquetar con las siglas Xo). Los rasgos cí- ocupaban un lugar intermedio. Annalena
nicos se concentran en una forma de dis- Eckert lo explica de la siguiente manera:
génesis gonadal, que impide que los ova-
rios se desarrollen. La estatura del sujeto “Hipócrates regarded the sex of the
tiende a ser baja, y los caracteres sexuales foetus as determined by two oppo-
secundarios están ausentes. El tratamiento sites: the maternal and the paternal
incluye estrógenos y la hormona del creci- principles wich generated different
miento. seeds. The foetus would inhabit a
position on a sexual spectrum de-
6. Síndrome de Klinefelter: este sín- pending on its own position in the
drome responde a las mismas causas que womb and the dominance of the
el anterior pero a la inversa: el varón no seed. This sexual spectrum ranged
carece del cromosoma X, sino que posee from the unambiguously female
un cromosoma X de más (suele etiquetarse to the unambiguously male, which
con las siglas XXY). Se trata de una forma were both located on different si-
de disgénesis gonadal esterilizante que des if the uterus. […] every other
suele venir acompañada de un crecimiento

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combination was thought to pro- más adelante, la teoría darwinista al sos-


duce an intermediate sexual nature tener que todas las especies se dividen en
on the spectrum, either effeminate machos y hembras por naturaleza y, con-
males or masculine females. In the secuentemente, el comportamiento sexual
balanced male and female compo- estará orientado a la reproducción y con-
nents, the foetus was located truly servación de la especie, considerándose
in the middle of the uterus and the- con ello la heterosexualidad como el obje-
refore hermaphroditic”.7 tivo final del proceso evolutivo. La ciencia
pasará a legitimar la heteronormatividad.
Aristóteles, por su parte, no consideró
que fueran seres intermedios sino geme- Con la consolidación de la medicina
los incompletos, pues en ellos la madre no moderna, este enfoque evolucionista he-
aportaba la materia necesaria para crear teronormativo se importa al discurso cien-
dos embriones enteros. La condición del tífico médico y se considera que la especie
hermafrodita, sin embargo, no quedaba humana está dividida en dos sexos distin-
reducida a los genitales, sino que sería el guibles por los genitales, de tal manera
calor del corazón lo que determinaría la que los hermafroditas pasan a ser seres
masculinidad o feminidad. Pero lo que sí patológicos a reorientar: se trata de buscar
afirmaba es que como criatura de anato- el verdadero sexo al que pertenecen. Esta
mía ambigua, el hermafrodita pertenecía teoría adquiere especial importancia a
finalmente a uno sólo de los dos sexos po- partir del siglo XIX, pues surge un enorme
sibles. En cualquier caso, y según Eckert8, interés por el sexo y las patologías asocia-
los hermafroditas eran seres reconocidos, das a él. No resultará casual, por tanto,
aunque no aceptados, por los griegos y que sea éste el siglo en el que más casos de
los romanos. A comienzos del siglo XVI hermafroditismo fueran diagnosticados,
surge un enorme interés por aquéllos, y como tampoco resultará casual que sea
como consecuencia muchos fueron los es- también éste el siglo en el que comience
critos que atendían al hermafroditismo. a producirse una enorme preocupación
Uno de esos testimonios históricos es la social, científica y política por la homose-
obra de Ambrosie Paré On monsters an xualidad. La preocupación será notable en
marvels en 1573. tanto que se considera que el número de
personas que desafían las costumbres esta-
La escuela galénica, deudora de la hipo-
blecidas estaba yendo en aumento.
crática, también tomó en consideración el
hermafroditismo, considerando que los geni- En síntesis, lo que interesa resaltar
tales femeninos eran una versión del pene. al respecto radica en que en Occidente
el sexo es un componente esencial de la
El caso al que tradicionalmente suele
definición de la identidad del individuo.
apelarse a fin de marcar el tránsito al sis-
Ejemplo de ello es la primera pregunta
tema basado en dos sexos de manera ta-
que suele formularse cuando nace una
jante es el de Marie/Marin. Este caso se da
persona: ¿es niño o niña? Sin embargo, la
en Francia en 1601 y marca el tránsito en la
reflexión al respecto es bastante tardía y la
medida en la que en lugar de definir el sexo
identidad no se define de forma explícita
por criterios sociales, será definido por crite-
en épocas tempranas.
rios postulados por la autoridad científica.
En torno al 1.7009, la sexualidad co-
mienza a ser asociada a procesos de tipo 3. La perspectiva médica de la
fisiológicos inaugurándose, con la Ilustra- Intersexualidad.
ción, la ciencia de los dos sexos/géneros.
Con la profesionalización de las cien-
La ciencia será la autoridad encargada de
cias que tiene lugar a finales del siglo XIX
los asuntos sexuales. A ello contribuirá,

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se inaugura la sexología, una ciencia que, 3.1. El protocolo de actuación médica11.


entre otras cuestiones, sienta las bases de
Toda vez que tiene lugar el nacimiento
la categoría de sexo. Esta nueva ciencia,
de una criatura humana que no presente
deudora de los supuestos darwinistas, y na-
los aparatos genitales de forma definida,
cida en el seno de la medicina, considerará
la intervención médica comienza a actuar.
al hermafrodita un ser incompleto/a en su
La primera de las acciones que tiene lugar
desarrollo. Además, con el nacimiento de
es el diagnóstico por el que se declara la
la endocrinología, R. Goldschmidt introdu-
emergencia médica. Tras dicha declara-
cirá el término intersexual para englobar
ción, obstetras, endocrinólogos/as, ciruja-
todas las desviaciones sexuales, entre las
nos/as comienzan a intervenir en el caso
que se encontraban la homosexualidad y
advirtiendo y explicando a los progenito-
el hermafroditismo.
res cuestiones básicas de embriología (los
Si bien es cierto que hasta principios del genitales que son propiamente masculinos
XIX los principales reguladores de la condi- y los propiamente femeninos, conjunto
ción intersexual eran los juristas (pues in- de embriones, canales, hormonas, etc.).
dependientemente de que éstos pudieran A continuación, una vez que se les ha ex-
realizar consultas a médicos y sacerdotes, plicado el proceso normal que da origen
lo cierto es que los criterios que utilizaban a machos y hembras, los/as profesionales
se regían por sus propias consideraciones de la medicina advierten a los progenito-
acerca de la diferencia sexual) no será res que la criatura concebida posee un de-
hasta principios del siglo XX cuando la me- fecto de nacimiento12, razón por la cual
dicina ocupe el lugar otorgado a los ante- aún no puede determinarse el sexo al que
riores: será ahora la medicina la encargada pertenece. No obstante, trasladarán a los
de normalizar la intermediación sexual.10 progenitores la seguridad de poder hallar
La medicina, haciendo uso de los avances el sexo verdadero y, una vez identificado,
tecnológicos con respecto a las técnicas de los tratamientos quirúrgicos y hormonales
intervención quirúrgica, comienza a re- permitirán llevar a buen puerto la verda-
conocer a los/as sujetos/as clasificados/as dera naturaleza sexual de la criatura. Para
como intersexuales desde su nacimiento ello, lo primero que ha de investigarse es
y se establece por prescripción médica la la composición de los cromosomas y la si-
reconversión de sexo bajo el supuesto de metría de las gónadas del bebé para po-
una adaptación física y psicológica ade- der clasificarlo y actuar en consecuencia13.
cuada. Dado que se dispone de conocimientos
predictivos sobre el desarrollo de los ge-
Consideraría necesario poder profun-
nitales masculinos y femeninos, así como
dizar más en la historia de la intersexuali-
también de los rasgos que presentará la
dad. Sin embargo, puesto que no pretendo
criatura en la pubertad, el equipo médico
una descripción profunda de su historia, y
designará que los individuos con genotipo
tampoco dispongo de espacio suficiente,
femenino serán criados como mujeres,
lo que sí he considerado oportuno es ha-
preservando el potencial reproductivo in-
cer un rastreo que permita situar al lector
dependientemente de la virilización que
y la lectora en los antecedentes históricos
manifiesten. En el caso de individuos de
con los que la ciencia se ha introducido en
genotipo masculino, la asignación de gé-
el terreno de la intersexualidad y cómo las
nero vendrá determinada por el tamaño
consideraciones que antaño se mantuvie-
del pene14. Para ello suelen darse dos crite-
ron acerca de los/as denominados/as her-
rios básicos: los niños deberán ser capaces
mafroditas continúan estando vigentes en
de orinar de pie para que puedan sentirse
los protocolos de actuación médica.
normales en la relación con otros niños.
Además, en la edad adulta precisarán de

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un pene lo suficientemente desarrollado éxito depende de una anatomía externa


para proceder a la penetración vaginal en que sea visualmente aceptable, que se ase-
el acto sexual. Lo que resulta relevante es meje a lo considerado como sexo natural,
que lo que define al cuerpo masculino no y que sea funcional.
resulta de lo que el órgano sexual haga
para el cuerpo del mismo, sino en relación
a lo que hace con otros cuerpos; esto es, 3.1.1. El caso de Cheryl Chase.
los individuos con sexo masculino habrán
Activista intersexual de origen estado-
de poseer unos genitales que le permitan
unidense, Cheryl Chase ha sido una de las
poder penetrar, en un futuro, las vaginas
cabezas más visibles en los debates y con-
(ése ha de ser su deseo). Del mismo modo,
troversias que se han generado con el tra-
las individuas niñas tienen que estar debi-
tamiento científico de la intersexualidad.
damente preparadas a fin de poder ser pe-
Entre otras iniciativas y políticas de acción,
netradas por los varones, algo para lo cual
Cheryl fundó la famosa Sociedad Inter-
la ciencia y la tecnología intervendrán en
sexual de Norteamérica, más conocida por
el proceso mediante vaginoplastias, con
las siglas ISNA. Pero antes de entrar en las
las que se construyen vaginas penetrables.
cuestiones que se defienden desde dicha
El criterio científico, por tanto, reside en la
sociedad, no puede prescindirse del relato
funcionalidad que el pene ha de tener en
de su historia como persona intersexual.
las interacciones socio-sexuales que grosso
modo estarán definidas bajo el patrón he- En Hermafroditas con actitud: carto-
terosexual. grafiando la emergencia del activismo po-
lítico intersexual19, Cheryl relata su viven-
En los casos en los que se considera que
cia como intersexual. Nacida con genitales
un clítoris es demasiado grande o dema-
ambiguos, su caso produjo gran confusión
siado pequeño, la medida que se aplica
en el contexto médico. Tras una serie de
como normal varía entre 0.2 centímetros
investigaciones, un doctor especializado
y 0.85 en el momento del nacimiento. Sin
en intersexualidad concluyó que la criatura
embargo, como evidencia Sterling15, los cri-
era un varón con un micropene, completa
terios que se aplican a la hora de estable-
hipospadias, testículos sin descender y una
cer el tamaño normal del clítoris no resul-
abertura detrás de la uretra que resultaba
tan ser tan definidos como los que rigen el
extraña. Ante esta situación, el médico
tamaño del pene; más bien, la medicina in-
concluye que la criatura es un varón, por lo
terviene sobre éstos en virtud de impresio-
que será educada como tal. Sin embargo,
nes personales del/la médico/a ocupado/a
con el paso del tiempo sus padres deciden
del caso16. El pene se toma como elemento
consultar su caso con otras fuentes, lo que
a partir del cual se definen las identidades
llevó a Cheryl a ser ingresada en un hospi-
sexuales heteronormativas: las masculinas
tal especializado en determinación sexual.
como penes que penetran vaginas, y las fe-
En él, el equipo médico advierte a los pa-
meninas como ausencia de pene17.
dres de la necesaria investigación del caso
A modo de resumen podría decirse, para determinar el verdadero sexo de la
siguiendo a Romero, Ortega y García – criatura. Su pene fue diagnosticado como
Dauder18, que los protocolos médicos se inadecuado (el tamaño no se correspondía
basan en cuatro supuestos bien defini- con las medidas normales que se comenta-
dos: la dualidad sexual (sólo existen dos ban anteriormente, así como tampoco re-
sexos), la mono-sexualidad (cada persona sultaba suficiente para que pudiera pene-
sólo puede tener un sexo), la necesidad de trar a mujeres en futuros actos sexuales).
coherencia sexo – género y deseo hetero- Sin embargo, todo parecía indicar que si
sexual, y la existencia de una única, estable se determinara que el verdadero sexo de
e irreversible identidad de género, cuyo la criatura era el de mujer, entonces sí que

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se podrían dar las características propias obtener sus informes médicos, sin que por
de dicha asignación, esto es, sería penetra- ello pueda decirse que fuera una tarea
ble y potencialmente fértil. A Cheryl le fue fácil: los médicos interpusieron múltiples
practicada una amputación del apéndice inconveniencias para su obtención. Pero
genital. Cuando los genitales fueron rea- cuando logró tenerlos bajo su posesión,
signados, fue educada como mujer, tarea descubre que su caso se correspondía con
que recayó especialmente en la labor de lo que la ciencia había dado en llamar una
sus padres. Fue así como éstos, a través verdadera hermafrodita. Con ello también
de las recomendaciones médicas, decidie- descubre todos los procesos de cirugía por
ron cambiar el nombre de la criatura, eli- los que pasó, cuánto tiempo fue educada
minaron cualquier vestigio de su pasado como varón, etc. Las depresiones y trau-
como hombre, modifican la partida de na- mas se fueron sucediendo, y consideró se-
cimiento y cambian de residencia. Según riamente el suicidio como vía para poner
el relato de la propia Cheryl, sus padres se fin a la situación. No obstante, con el paso
adaptaron a la nueva situación, y parale- del tiempo la reacción de Cheryl comienza
lamente lo hicieron con el núcleo familiar a dar un giro, y será éste el responsable
para la llegada de la nueva individua, pues de que su nombre sea identificado con la
nunca podría saber su pasado. Cuando lucha y activismo político intersexual.
cumple 8 años vuelve al hospital para ser
Todo este proceso que, según sus de-
intervenida nuevamente. En esta ocasión
claraciones, no puede por menos ser cata-
se le practicó una cirugía abdominal que
logado de traumático, dio lugar a un mo-
permitió la eliminación de la porción tes-
vimiento asociativo con origen en EEUU,
ticular de sus gónadas, cada una de las
fundado por la misma Cheryl Chase, que
cuales tenía un carácter parcialmente ová-
ha terminado por extenderse al resto del
rico y parcialmente testicular. Hasta aquí
mundo. Desde el ISNA se denuncian las
nunca supo el por qué de intervenciones
traumáticas y numerosas intervenciones
como éstas (como tampoco lo fue de nin-
quirúrgicas que se practican, y se milita
guna de las innumerables por las que tuvo
contra el protocolo médico quirúrgico;
que pasar)20.
esto es, se rechazan las intervenciones en
Tal y como les había asegurado el menores excepto aquellas que fueren ne-
equipo médico, sus padres esperaban de cesarias. Demandan el derecho de todo/a
la niña una mujer normal, esto es, con intersexual a determinar su propia identi-
vida sexual normal e hijos. Cuando tiene dad sexual una vez pueda comunicarla y,
su primera menstruación, sus padres ter- en consecuencia, que se respete su decisión
minan por confirmar las prescripciones tanto por parte de médicos, terapeutas y
médicas que aseguraban el correcto desa- familiares. La función que corresponde a
rrollo de su nueva hija. Cheryl comenta a la medicina es facilitar el acceso a las hor-
este respecto que lo que para los padres monas y otros tratamientos para definir el
había terminado por convertirse en una sexo de manera autónoma.
realidad esperada y deseada, para ella no
Desde este movimiento social no se as-
estaba más que comenzando a originarse
pira o procura la eliminación de la diferen-
lo que con el tiempo se convertiría en una
cia de género, pues ésta forma parte del
tragedia. Razón de ello es que en su etapa
sistema y, como tal, es una realidad que
como adolescente, fue consciente de que
ha de afrontarse. Sin embargo, una de las
carecía de clítoris o de labios internos y era
críticas más propias del ISNA es la arbitra-
incapaz de disfrutar orgasmos. Ante esta
riedad que existe en la definición de sexo e
situación, decide investigar de manera au-
identidad sexual, pues en el momento del
tónoma sobre su caso para esclarecer las
nacimiento existen multitud de combina-
causas de su situación. Fue así como pudo
ciones cromosómicas, hormonales y gona-

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dales, que ponen en cuestión la clasifica- denunciado los traumáticos procesos por
ción binaria tradicional que se toma y fija los que han de pasar los/as intersexuales.
como norma y que luego se trasladada a
“[…] Todas estas representaciones
los protocolos de actuación médica. Desde
manifiestan una profundización de
el movimiento también se mantiene una
la otredad de la cliterectomía afri-
actitud crítica con la categoría de inter-
cana que contribuye al silencio que
sexualidad. La categoría de intersexual no
rodea a similares prácticas medica-
tiene por qué existir, pues en ese caso ten-
lizadas en el occidente industriali-
dría que ocurrir lo mismo con lo masculino
zado. «Su» mutilación genital es un
o lo femenino (cosa que no ocurre). Son
ritual bárbaro; la «nuestra» es cien-
conceptos que simplemente se asumen sin
tífica […]”21
por ello llevarlos al terreno de la reflexión
crítica. Reconocen que el feminismo ha sabido
profundizar y denunciar la cliterectomía
En suma, de las diversas críticas y posi-
africana pero, sin embargo, no han ac-
ciones que pueden encontrarse en lo refe-
tuado de igual manera frente a la mutila-
rente a la intersexualidad (básicamente las
ción genital occidental. Además, con ello
desarrolladas por el ISNA, principal grupo
el feminismo estaría cayendo preso del et-
de defensa de la intersexualidad), puede
nocentrismo que considera a Occidente la
decirse que éstas abogan por la autono-
cuna del progreso22.
mía del individuo/a en sentido kantiano,
así como por aunar dos aspiraciones di- Otro grupo con el se identifica el ISNA
fícilmente conciliables (por lo menos en es con el movimiento LGTB al denunciar la
principio): de un lado se propone desdi- heteronormatividad como categoría exclu-
bujar las identidades con el objetivo de yente. También hay quien, como Eckert23,
eliminar las definiciones o etiquetas; pero considera que el ISNA comparte vínculos
a la par se proclama una lucha social que ideológicos con los movimientos queer.
permita a cada individuo/a su autodefini- Sin embargo, a este respecto cabe sugerir
ción. La cuestión a resaltar es bien clara: que proclamar dicho vínculo puede resul-
¿cómo aspirar a la autodefinición, aún tar arriesgado si se toman en cuenta las
emanando ésta de la propia decisión de principales tesis que se defienden desde la
los sujetos en cuestión, si de lo que se trata perspectiva queer. Tomando la considera-
es de eliminar la etiqueta o categorías que ción de Eckert como puente de conexión
pretendan definir la identidad sexual de entre la intersexualidad como objeto de
cualquier individuo/a? En principio esta análisis, y la perspectiva queer como refe-
afirmación se convierte en una paradoja. rente para una reflexión crítica, intentaré
Que cada cual deba escoger su forma de mostrar por qué resulta arriesgada esa
estar en el mundo resulta sensato, pero asociación.
de qué opciones se dispone es lo critica-
ble. La necesidad de una definición estable Antes de dar paso al debate entre am-
es una construcción social que, como tal, bas concepciones, los primeros apartados
es criticable, entre otras cosas porque ac- de este segundo bloque temático tendrán
tualmente hablar de identidad de género por fin adentrar al lector/a en la perspectiva
resulta obsoleto, e incluso la categoría de queer: qué es, de dónde resulta y cuáles son
sexo se ha puesto en cuestión. las principales tesis que se defienden.

Por último, habría que decir que si bien


desde el ISNA se mantienen posiciones afi- 4. ¿Qué significa queer?
nes al feminismo en la medida en que se
critica el carácter construido y opresivo del Comenzar a hablar de lo queer con-
género, no obstante se le critica no haber lleva una serie de particularidades que

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Intersexualidad y prácticas científicas: ¿ciencia o ficción? 97

es preciso matizar antes de exponer en miento callejero comienza a ocupar un lu-


qué consiste. En principio, el propio tér- gar en la academia a través de un artículo
mino queer es utilizado como tal porque de Teresa de Lauretis, con el que comienza
no es posible traducirlo de forma literal. a habarse de Teoría queer.
A lo sumo pueden hacerse aproximacio-
En principio hay que señalar que,
nes traduciéndolo como “lo desviado” o,
desde la perspectiva queer, el género es
incluso, “lo enfermo”. Asimismo, habría
una construcción cultural, y mantener tal
que señalar que la conceptualización de lo
noción supone la subordinación de las
queer como teoría también parece tener
mujeres a los hombres, quienes represen-
dificultades, pues es un movimiento que
tarían la esencia. Por esta razón hay que
pretende romper con toda teorización,
atacar la noción misma de género, pues
situándose contra toda normatividad de
de lo contrario el hombre se convierte sim-
la que se derive la exclusión, pues se corre
bólicamente en esencia. En principio ésta
el riesgo de capitalizarse, de ser absorbida
puede ser una de las contribuciones menos
por el sistema. Por esta razón lo queer co-
llamativas de la perspectiva queer, pues
mienza siendo un fenómeno de la calle
el movimiento feminista había incidido
de tipo reivindicativo. Las reivindicacio-
ya en la naturaleza social del género. Sin
nes se produjeron, sobre todo, por parte
embargo, el pensamiento queer pretende
de grupos de personas afectadas por el
dar un paso más allá al criticar la noción de
virus del sida que criticaban la asociación
género tal y como es utilizada en los análi-
de las prácticas sexuales homosexuales con
sis tradicionales (como los llevados a cabo
dicha enfermedad; y también por grupos
por el feminismo, o por el caso que nos
de mujeres chicanas negras lesbianas que
ocupa en este trabajo). Esta categoría ha
reivindicaban patrones de conocimiento
sido pensada como imperativo esencialista
diferentes al del hombre occidental blanco
fundamentado en el binomio hombre/
enriquecido. A grandes rasgos puede de-
mujer, lo que lleva a considerarla como ca-
cirse que el origen de dicho movimiento
tegoría estable. Tal como afirma Butler24,
surge de la combinación de factores eco-
lo masculino y lo femenino se reducen a
nómicos, sociales y políticos que confluyen
ficciones culturales que sirven como meca-
en EE.UU. y Europa en la década de los se-
nismo de regulación de los/as individuos/
senta y ochenta del pasado siglo. Suelen
as. Frente a estas ficciones culturales, el
destacarse factores como la aparición del
género se define como una expresión dis-
Sida antes citada, pero también se cita la
cursiva, esto es, como una realidad perfor-
movilización de las lesbianas negras y chi-
mativa. Por tanto, el género no sería más
canas del sur de California que se rebelan
que la sucesión de acciones repetidas que
contra el patrón de mujer, blanca, hete-
se estabilizan con el tiempo a fin de crear
rosexual y de clase media utilizada como
la apariencia de una especie natural del
categoría política por el movimiento femi-
ser. Siguiendo esta argumentación, las re-
nista. Todas estas reivindicaciones conflu-
flexiones de Sterling cobran importancia
yen en el tiempo con la aparición de nue-
al referirse a la ciencia como creadora de
vas demandas de un modelo político de
verdades.
identidad crítico con los anteriores mode-
los que, aunque disidentes con el modelo “[…] La tesis central de este libro es
imperante, continuaban manteniendo una que las verdades sobre la sexualidad
tendencia normalizadora. Es por ello que humana creadas por intelectuales
lo queer propone una nueva proclama: re- en general, y biólogos en particu-
chazan definirse como mujeres, lesbianas lar, forman parte de los debates
u homosexuales para reivindicarse como políticos, sociales y morales sobre
sujetos queer, esto es, como lo diferente, nuestras culturas y economías […]
como lo raro. En los años 90’ éste movi-

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98 Violeta Hernández Guanche

Los científicos crean verdades sobre tra fuera de la norma), se refiere a todas
la sexualidad […]”25 aquellas opciones no reproductivas, aque-
Pero es más, no sólo el género es con- llas propias de los sujetos desviados/as de
siderado una construcción social, sino que la línea que marca lo normal. En síntesis
el propio sexo también lo es: los órganos puede decirse que, según lo queer, el sis-
sexuales como tales no existen, son una tema vende una verdad política que asume
ficción discursiva. Esta afirmación es la y proclama como verdad esencial.
más innovadora y, probablemente por Ahora bien, en este punto es preciso
la misma razón, la más controvertida. La matizar que todo lo anterior no implica
auténtica aportación de lo queer reside que lo queer haga apología de la opción
en la crítica radical al carácter naturalista sexual diferente a la heterosexual. Lo
del sexo, al considerar que éste no es más queer va en contra de todo lo que esta-
que el producto del dispositivo discursivo blece la norma: atacar la normatividad es-
del género. Judith Butler lo refleja de la tablecida es el objetivo. Se defiende que
siguiente manera: no hay que hablar de diferencias sexuales,
“[…] quizá esa construcción llamada pues en ese caso se estaría partiendo de un
sexo esté tan culturalmente cons- patrón dado por la norma. Cualquier tipo
truida como el género; de hecho de identidad descriptiva (esto es, gestua-
tal vez siempre fue género, con la lizaciones, vestiduras, protocolos, labores
consecuencia de que la distinción atribuidas, cánones establecidos, etc.) es
entre sexo y género no existe como rechazada por obedecer a lo normativo-
tal […]” 26 jerarquizado; por esta razón lo queer sólo
puede definirse en primera persona: desde
La noción de género como construcción la praxis. Lo queer no sólo deconstruye una
utilizada por el feminismo resulta insufi- determinada perspectiva de género, sino
ciente porque no es capaz de superar la que construye otra basada en una conside-
falsa creencia de que existe un sexo ante- ración del género no normalizadora27. Lo
rior al discurso que actúa como referencia que se persigue desde lo queer es inaugu-
naturalista. Por esta razón, la diferencia rar una perspectiva de pensamiento diná-
sexual no sería más que un proceso parti- mica, ambigua e incluso provocadora28.
cular de significación que se define en un
orden simbólico determinado. Las normas En suma, lo queer se nos muestra como
que regulan el sexo actúan de manera per- un pensamiento rompedor, deconstructivo
formativa para materializar el sexo, para y antiesencialista en el que cualquier no-
materializar la diferencia sexual y con el ción de identidad que se articule en tér-
objetivo de materializar el imperativo he- minos esencialistas queda reducida a la
terosexual. El fundamento de la organiza- crítica. Es la propia noción de identidad la
ción social e individual de las sociedades que ha de ser sometida a evaluación.
responde a las necesidades de un sistema
social y económico como el capitalista,
dado que éste precisa de la reproducción 4.1. Consecuencias epistemológicas y
de seres vivos para su funcionamiento. Por sociales del pensamiento queer.
ello se considera como natural/normal la Comenzando por las cuestiones rela-
heterosexualidad. tivas al plano epistemológico, y dada la
Las consecuencias que se derivan de metaética deconstructiva que subyace al
este planteamiento merecen ser destaca- planteamiento, la primera de las conse-
das: por un lado, lo natural será la sexua- cuencias que pueden advertirse es la rup-
lidad reproductiva (heteronormativa); y tura con todos aquellos sistemas de pensa-
por otro, lo antinatural (lo que se encuen- miento basados en el esencialismo, tanto

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Intersexualidad y prácticas científicas: ¿ciencia o ficción? 99

explícita como implícitamente. Sistemas cian al avanzar por derroteros diferentes.


de pensamiento y praxis aparentemente Es cierto que el ISNA defiende que es nece-
inmanentes y neutrales (incluida la ciencia sario disponer de información suficiente, y
en su afán por lo objetivo y neutral de su no sesgada, ante la aparición de un caso de
conocimiento y aplicación) serían suscep- intersexualidad, afirmación que comparto,
tibles de crítica, pues la Norma continúa para que sea la persona intersexual quien
prevaleciendo y manteniendo los bino- decida. Sin embargo, la necesidad de que
mios bien/mal, normal/anormal, natural/ dicho sujeto tenga que decidir si quiere ser
artificial, hombre/mujer. hombre o mujer continúa manteniendo el
binomio como única alternativa posible.
Una de las principales tesis que se man-
Si se atiende a las críticas queer, en una
tiene desde la perspectiva queer es el re-
afirmación como la expuesta la aceptación
chazo a las definiciones29. De esta manera,
y prolongación del sistema heteronorma-
mostrarse contrario al nombramiento sig-
tivo continua vigente, pues únicamente
nifica rebelarse contra la sujeción de la
se considera la posibilidad de escoger en-
norma. Ahora bien, la pregunta que surge
tre dos sexos. Reivindicar el derecho de
podría ser la siguiente: ¿cómo hablar de
todo/a intersexual a determinar su propia
algo que se resiste a ser definido? Para
identidad sexual una vez pueda comuni-
responder a esta pregunta, y dado que
carla y, en consecuencia, ser respetada por
desde la teoría queer se intenta resistir a
los/as médicos/as (quienes se limitarían a
lo normativo, han considerado factible la
facilitar el acceso a hormonas y otros tra-
reivindicación de un espacio político, el de
tamientos para definir su sexo de manera
los/as anormales, para así poder dinami-
autónoma), supone aceptar la división bi-
tar los pilares fundamentales de la norma.
naria de dos sexos al ser ésta una realidad
Las identidades diversas y mutables son su
ineludible e inmanente al propio sistema
respuesta.
social. Se mantiene, por tanto, una visión
esencialista del sujeto que sería rechazada
desde la perspectiva queer. Por esta razón
4.2. La intersexualidad desde la pers- resulta complejo conciliar ambas posturas.
pectiva queer. El ISNA aboga por la no definición o eti-
Teniendo en consideración todo lo an- quetación del sujeto, algo que resultaría
terior, la intersexualidad como fenómeno afín a la perspectiva queer. Sin embargo,
que desencadena la emergencia médica la defensa de la auto-definición del sujeto
es el resultado de la puesta en marcha de llevaría a la perspectiva queer a pregun-
uno de los dispositivos de control social so- tarse por lo siguiente: ¿cuál es la causa
bre aquello que se considera amenazador de que sea necesaria la auto-definición
de la norma, de lo natural. La maquinaria tomando como alternativas dos únicos
científica pone en marcha todos los dispo- sexos posibles? Si decimos que tanto sexo
sitivos que encuentra a su alcance para po- como género son dispositivos discursivos
ner remedio a una situación que se reduce del sistema social heteronormativo basado
a la siguiente prescripción: la insostenible en definiciones prescriptivas, difícilmente
ambigüedad en un sistema de valores he- podremos imaginar una identidad que
teronormativos. sea elegida libremente y exenta de nor-
matividad y discurso heteronormativo30.
En este sentido habría señalar que la Con ello no se niega que la información
propuesta de Eckert, cuando observa los tenga que estar a disposición de todas las
lazos de unión entre la teoría queer y la in- partes implicadas en el proceso, siendo el/
tersexualidad, no resulta del todo clara. Si la individuo/a el/la principal receptor de
bien en un primer momento habría afini- la misma. De lo que se trata es de ir un
dad entre ambas posturas, éstas se distan- poco más allá en el análisis y advertir de

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100 Violeta Hernández Guanche

la no-necesidad de asignación de sexo Es necesario plantearse cómo ha de


como hombre/mujer en la medida en la ser estudiada la práctica científica: como
que sexo y género son constructos socia- mera práctica al margen de lo social; como
les, sin que por ello sean naturalizables y práctica que se inserta en el contexto so-
definitorios del ser humano. No existe tal cial y está determinada por éste; o como
necesidad, pues no se trata de adaptarse lo anterior, más como principal dispositivo
adecuadamente a lo que viene impuesto de control social susceptible de análisis
por la norma, sino de atacar los pilares interpretativo. Si El eje del mal es hetero-
fundamentales que la sustentan. Los pro- sexual31, habrá que indagar en tal eje con
tocolos médicos aplicados en los casos de el fin de dinamitarlo por cuanto resulta ser
intersexualidad son resultado del sistema causa de exclusión de aquello que consti-
social, pero no por ello necesarios y mu- tuye un mal social.
cho menos naturalizables. Si se entiende la
crítica, lo que viene a ponerse en cuestión
es el propio modelo de sujeto que se está Bibliografía:
manejando. Se parte de un modelo esen-
cialista frente al cual, las reivindicaciones ANNALENA ECKERT, Christina (2003): The
de colectivos como el ISNA parecen no per- Historicisation of hermaphroditic / in-
catarse de la necesidad de romper con tal tersex body: from medicalisation to de
sustrato en la medida en la que legitima la – medicalisation. University of Essex. A
heteronormatividad excluyente. thesis submitted to the Department of
History in partial fulfilment of the re-
De igual manera ocurriría en lo tocante quirement for the degree.
a los estudios de Ciencia, Tecnología y Gé- BUTLER, Judith (2006): Deshacer el género.
nero. Si, como se decía en la introducción, Barcelona: Paidós.
estos estudios, aunque heterogéneos en BUTLER, Judith (2007): El género en dispu-
perspectivas, comparten el ser una lucha ta. Barcelona: Paidós.
política contra el sexismo y androcentrismo FAUSTO STERLING, Anne (2006): Cuerpos
reflejado en diversas prácticas científicas, sexuados. Madrid: Melusina.
la lucha habría de hacerse extensible en GONZALEZ GARCÍA, Marta I. y PÉREZ SE-
todo lo tocante a la heteronormatividad. DEÑO, Eulalia (2002): “Ciencia Tecno-
Tendría que ser vista como categoría ex- logía y Género”. Numero 2. (Enero-
cluyente y, por esta razón, como objeto Abril). Ciencia, Tecnología, Sociedad e
de análisis. La opción heterosexual ha sido Innovación.
naturalizada por el sistema social como NIETO PIÑEROBA, José Antonio (2008):
dispositivo de control y por ello forma Transexualidad, intersexualidad y dua-
parte del sustrato común a prácticas cien- lidad de género. Barcelona: Bellaterra.
tíficas como las que se han descrito en este ORTEGA, Esther, ROMERO BACHILLER,
trabajo. Si entendemos la tecnología como Carmen y GARCÍA DAUDER, Silvia Gtq
algo que constituye a la humanidad, vere- (ed.) (2005): El eje del mal es hetero-
mos que se aplica de diversas formas y con sexual, Madrid: Traficantes de sueños.
diversos objetivos. Lo que cabe pregun- ORTEGA, Esther, ROMERO BACHILLER, Car-
tarse entonces es qué impacto tienen en la men y GARCÍA DAUDER, Silvia (2006):
sociedad las tecnologías del sexo y de qué “Transformaciones tecnocientíficas de
manera se articulan los dispositivos del sis- cuerpos, sexos y géneros”, comunica-
tema para anclarse y extenderse sobre los ción presentada en el VI Congreso Ibe-
cuerpos. En definitiva, y siguiendo el título roamericano de Ciencia, Tecnología y
que da nombre al trabajo desarrollado por Género. Universidad de Zaragoza. Sep-
Sterling: ¿cómo se sexúan los cuerpos? tiembre.

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Intersexualidad y prácticas científicas: ¿ciencia o ficción? 101

TALBURT, Susana, STEINBERG, S.R. (eds.) 5 Este tipo de intersexualidad es que se


(2005): Pensando queer, Sexualidad, ha tratado en el largometraje argentino dirigi-
cultura y educación. Barcelona, Graó. do por Lucía Puenzo. XXY, Dirección y Guión:
Lucía Puenzo, Argentina, 2006.
6 A lo largo de la historia el hermafro-
ditismo ha sido tratado de diferentes maneras,
Recursos Web: no sólo en relación a las etapas históricas sino
Ana Cuevas Badallo: Conocimiento cientí- también entre culturas de un mismo o diferente
fico, ciudadanía y democracia. Versión momento histórico; no obstante resulta de inte-
digital: http://epimenides.usal.es/moo- rés incidir en la historia de la intersexualidad de
dle/course/view.php?id=34/. una manera detallada, pese a ser conscientes de
La Enciclopedia de la University of Maryland las diferencias que pueden entreverse con otras
Medical Centre define de esta manera visiones o culturas diferentes.
la intersexualidad: http://www.umm. 7 Christina Annalena Eckert: The Histori-
edu/esp_ency/article/001669.html. cisation of hermaphroditic / intersex body: from
Enciclopedia de la University of Maryland medicalisation to de – medicalisation. University
of Essex; A thesis submitted to the Department
Medical Centre: www.umm.edu/esp_
of History in partial fulfilment of the require-
ency/article/001669.html. ment for the degree. 2003. pp. 14-63.
MedlinePlus, un servicio de la Biblioteca 8 Ibidem. p. 15.
Nacional de Medicina: www.nlm.nih. 9 Ibidem. p. 24
gov/medlineplus/spanish/ency/arti- 10 Anne Fausto Sterling: Cuerpos sexua-
cle/0019669.html. dos. La política de género y la construcción de
Sobre la violenta construcción del sexo la sexualidad. Barcelona. Melusina (Traducción
como binario: www.intersexualite.org. de Ambrosio García Leal) 2006. p. 59.
11 Para la descripción del protocolo médico
me he basado en varios documentos, entre los
cuales pueden consultarse: La enciclopedia de
NOTAS la University of Maryland Medical Centre en si-
1 Ana Cuevas Badallo: Conocimiento
guiente vínculo Web: www.umm.edu/esp_ency/
científico, ciudadanía y democracia. Versión di-
article/001669.html; también puede verse la de-
gital: http://epimenides.usal.es/moodle/course/
finición propuesta por MedlinePlus, un servicio
view.php?id=34/.
de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.,
2 En este sentido las autoras Marta I.
en el siguiente vínculo Web: www.nlm.nih.gov/
González García y Eulalia Pérez Sedeño dan
medlineplus/spanish/ency/article/0019669.html.
cuenta del principal objetivo de los estudios
12 Ibidem. p. 71.
sobre ciencia, tecnología y género al hacer ver
13 Toda vez que son identificadas, si las
que dentro de la heterogeneidad que caracte-
gónadas están situadas simétricamente, y si la
riza a los mismos, existe un lazo común a todos
criatura tiene dos cromosomas X, el bebé será
ellos: un objetivo político que se posiciona fren-
catalogado como seudohermafrodita feme-
te al sexismo y androcentrismo que se reflejan
nino; si resulta ser un bebé XX con asimetría
en las diversas prácticas científicas. Para más
gonadal, entonces será clasificado como herma-
información: Marta I. González García y Eulalia
frodita auténtico (testículo a un lado y ovario
Pérez Sedeño. “Ciencia Tecnología y Género”.
al otro). Si, por el contrario, el bebé tiene sólo
Numero 2. (Enero-Abril 2002). Revista: Ciencia,
un cromosoma X, puede subdividirse en simé-
Tecnología, Sociedad e Innovación, p.1. Véase:
trico o asimétrico; los simétricos serán cataloga-
http://www.oci.es/revistactsi/numero2/varios2.html.
dos como seudohermafroditas masculinos, y los
3 La Enciclopedia de la University of
asimétricos como afectos de disgénesis gonadal
Maryland Medical Centre define de esta ma-
(ver el apartado Tipología.).
nera la intersexualidad. Ver: http://www.umm.
14 Tal como deja claro Sterling, un falo de
edu/esp_ency/article/001669.html.
2 cm. resulta ser preocupante, mientras que por
4 Para el esbozo de la tipología me he ba-
debajo de 1.5 de longitud y 0,7 de grosor ha de
sado en el trabajo realizado por Fausto Sterling.
optarse por una reasignación de género.
Véase: Anne Fausto Sterling: Cuerpos sexuados.
15 Ibidem. p. 79.
Madrid. Melusina. 2006. p. 72.

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102 Violeta Hernández Guanche

16 Ibídem. p. 82. En la misma línea la au- 23 Eckert (2003; 70).


tora advierte de situaciones en las que la reduc- 24 Judith Butler: Deshacer el género. Bar-
ción del clítoris es aplicada en casos en los que celona. Paidós. 2006. p.70.
el bebé en cuestión no es catalogado como in- 25 Sterling (2006; 20).
tersexual. 26 Judith Butler: El género en disputa. Bar-
17 Es el momento de señalar que aunque celona. Paidós. 2.007. p.159.
el protocolo de Money prescriba que ha de res- 27 Llevados por esta perspectiva antinor-
petarse el indicador cromosómico, en realidad mativa, el pensamiento queer invierte incluso
no se hace, sino que antes bien se tienen más en los significados socialmente establecidos, véase
cuenta los indicadores arriba señalados siendo por ejemplo términos del tipo marica, bollera,
asignados como niñas la mayoría de los bebés, raro, para insertarlos en el propio discurso y mi-
siguiéndose, pues, criterios estéticos o visuales rarlos desde dentro.
antes que estrictamente científicos. 28 Entre la serie de autores/as que han
18 Esther Ortega, Carmen Romero Bachi- trabajado esta perspectiva desde diferentes ho-
ller y Silvia García Dauder: “Transformaciones rizontes teóricos figuran, entre muchos otros
tecnocientíficas de cuerpos, sexos y géneros”, y otras, Judith Butler, Beatriz Preciado, Javier
comunicación presentada en el VI Congreso Ibe- Sáez, D.Haraway, Wittig, y Lauretis. Todos/
roamericano de Ciencia, Tecnología y Género. as ellos/as, además de desarrollar análisis de
Universidad de Zaragoza. Septiembre de 2006. lo queer en profundidad, han contribuido con
19 Cheryl Chase: “Hermaphrodites with aplicaciones y versiones nuevas lo queer. El Ma-
attitude: mapping the emergence of intersex nifiesto Contra-sexual es un buen ejemplo de
political activism”. A journal of lesbian and gay dichas contribuciones, pues en él Beatriz Pre-
studies. The transgender Issue, vol. 4, num. 2, ciado expone diversas prácticas contra-sexuales
1998, pp. 189-211. Hay versión española en Gru- obviadas por la heteronormatividad social im-
po de trabajo queer (ed.) El eje del mal es hete- perante.
rosexual, Traficantes de sueños. Madrid. 2005. 29 Marla Morris, en Susana Talburt, S.R.
p. 87. Steinberg (eds.), Pensando queer, Sexualidad,
20 Como puede comprobarse en el texto cultura y educación. Barcelona. Graó. 2005. p.
original, Cheryl relata aquellas intervenciones en 48. mantiene que Nombrar es matar.
las que el personal médico del hospital fotogra- 30 En este sentido puede consultarse el
fiaba sus genitales e insertaban dedos e instru- análisis de Judith Butler en torno a la inter-
mentos en su vagina y su ano. Ibidem. p. 92. sexualidad en Deshacer el género.
21 Ibidem. p. 103. 31 Tomado de Grupo de trabajo queer
22 Antke Engel Sobre la violenta construc- (ed.): El eje del mal es heterosexual. Figuracio-
ción del sexo como binario. Vínculo Web: www. nes, movimientos y prácticas feministas queer.
intersexualite.org; También la propia Cheryl Traficantes de sueños. 2005. Madrid.
Chase reprocha esto al feminismo y señala cómo
fueron obviadas una serie de cartas enviadas a
ciertas revistas feministas.

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