You are on page 1of 194
‘Titulo original: From Caligari to Hitler. A Psyebological History (of the German Film Publicado en inglés por Princeton University Press, 1947 ‘Traduccién de Héctor Grossi Revisién de Rafael Grasa Indice de Filmes realizado por Nuria Vidal CCublerta de Mario Eskenazi 1 edicion castellana; Ediciones Nueva Vision, 1961 18 edicién en Ediciones Paidés, revisada, 1985 © 1947, by Princeton University Press © de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibérica, S.A. Mariano Cubf, 92; 08021 Barcelona; ¥ Editorial Paidés, SAICE, Defensa, 599, Buenos Aires, ISBN: 84.7509-336-1 Depésito legal: B-11.425/1985 ‘Compuesto en linotype por Grafiip; Pallas, 85; 08005 Barcelona. Impreso en Huropesa; Recaredo, 2; 08005 Barcelona. Impreso en Espafia - Printed in Spain. INDICE Prfcio. 2 2 6 6 ee ee ee Introduccion, ee yee 1, 12. 1B. 14, 15, 16, 17, I.— 1 PEniopo Ancatco (1895-1918) Pay gute... ee ee Presagios Boo 5 96 qo 5 Génesis de Us 2 2 Dt II.—e1 Pertono bE oscveRna (1918-1924) La conmocién de la libertad. 2. 1 1 ee Caligati. 9. ee ee Procesién de tirmos |) )) | 0 0-0 El cos mdos 2. ee Dilema crucial. ee 6 0 0 De la rebelién ala sumisiin. =.) 1. 1 st III. PERtop0 pe ESTABILIZACION (1924-1929) Decadencia. ee La tierra estéril =. pe ce La prostituta y el adolescemte 1 1 1) 1 1] EI nuevo realismo . Ce Monje 2. ee ee Fugaz amanecer . Fo TV. — kt PRRIODO PREHITLERIANO (1930-1933) Canciones ¢ ilusiones a7 63 8 95 105 112 127 133, 146 171 180 191 18. Los asesinos estén entre nosotros. . - ee (202 19, Herejfas timidas. ee 209 20, Porunmundomejor 2...) 1] 1 ll Lor 21. Epica naconel . . 2) ff] ) ll Be ‘SUPLEMENTO. — LA PROPAGANDA ¥ LOS FILMES DE GUERRA NAZIS 1. Puntos de mira y medidss nazis... 1. 257 3. El mundo de la svistica, 9. 0. ee 4, Dramaturgia de la pantalla a 5. Conflicto con la relidad. 2... 3 Bibliografia © eee ee HW Undies Ale reorw bres tt tet. erate fees et ee eet 1281929, Indice anditico. 6 ee ee ee ee BME Indice de peliculas. 6 2. 1 ee ee ee 8D Paidds Estética / 2 1, L, Benevolo La ciudad y el arquitecto 2.8. Kracauer De Caligari a Hitler Siegfried Kracauer DE CALIGARI A HITLER Historia psicoldgica del cine aleman Q Ediciones Paidés Barcelona - Buenos Aires - México PREFACIO Este libro no se ocupa_meramente del cine alemén_en cuanto tal, sino que intenta darnos, en_un sentido especifico, un conocimiento mayor dela Ale: “mania_prebitlerian: Mi tesis consiste en_que pueden_revelarse,por_medio de un_andlisis del cine germano, las_profundas tendencias_psicolégicas dominantes en Alemania de 1918 a 1933, tendencias que influyeron en el curso de los acontecimientos ‘del perfedo indicado y que habrin de tomarse en cuenta en la era poshitleriana. ‘Tengo razones para creer que la utilizacién del cine en la presente obra como medio de investigacién puede extenderse con provecho al estudio de la conducta de masas, tanto en Estados Unidos como en otros paises. Creo tam- bién que los estudios de este tipo pueden contribuir a planear peliculas —para no mencionar otros medios de comunicacién— que pondrén en prictica de manera efectiva los objetivos culturales de las Naciones Unidas. Quedo muy reconocide a Miss Iris Barry, conservadora de a Biblioteca Cinematogrifica del Museo de Arte’ Moderno de Nueva York, a quien se debe, literalmente, la existencia de mi libro; no s6lo sugirié esta investigacién, sino que ayudé gencrosamente, y en diversas formas, a su realizaciGn. Estoy agre- decido a la Fundacién Rockefeller, que me habilit6 para lanzarme a la empresa, y a Mr, Jobn Marshall, de ese organismo, por su permanente interés en su desarrollo, Deseo expresar mi profunda gratitud a la Fundacién en Memoria de John Simon Guggenheim, que por dos veces me honr6 con una beca, y a Mz. Henry Allen Moe, secretario general de dicha Fundacién, quien jamés dejé de propiciar mis esfuerzos. Por la ayuda y consejo permanentes en la orgeniza- cién del material y en cuestiones de estilo, recuerdo expresamente a Miss Bar- bara Deming, ex investigadora del Cuerpo Cinematogréfico de la Biblioteca del Congreso; y a Miss Margaret Miller, Miss Ruth Olson y Mr. Arthur Rosen- hheimer Jr., del Musco de Arte Moderno, También expteso mi agradecimiento al bibliotecatio del Museo de Arte Moderno, Mr. Bernard Karpel, as{ como al personal de Ja biblioteca; todos cllos me proporcionaron su ayuda, paciente experta, siempre que me fue necesatia, e hicieron cémoda mi presencia en biblioteca de tan valiosisimo acervo pata la investigacién cinematogréfica, Final- 9 mente, deseo dar las gracias a mi est i it , las gracias a mi esposa, si bien cuanto pueda decir para ex: pre mi teoocniet seh inslcent Como sinpte me fa ayuda en la preparacién de este libro y, como siempre, me he beneficiado mucho con su aptitad para percibir Jo esencial y penetrar hasta su médula. Mayo de 1946 ‘Nueva York, 10 Siegfried Kracauer INTRODUCCION : i Cuando, a partir de 1920, Jas peliculas alemanas lograron_romper_el_boicot declarada_por_los_ali blicos de >¢_los_aliados_contra_su_ex-cnemigo, asombraron_a-los_piblicos_de Paris, Londres y Nueva York, que vieron_en_ellas_realizacio descon- res e1 fron as_realizaciones_tan_¢ certantes_como_fascinadoras._D. dos lo: rod ia a, iscusiones apasionadas, Mien- tras que un ctitico se referia a él como eran en rigor weraces expresiones de le vida ‘contemporinea alemana, Y, en general, se verd que Ja técnica, el conte rnido narrative y la evolucién de las peliculas de una nacién son dnica y tot mente comprensibles en relacién con el auténtico perfil psicoldgico que carac- teriza a ese pals. n Las pelfculas de i i mis directa que otros medios artisticos, por dos_razones, rs Primero, las_pelicul i ual. dovkin director cinematogréfico ruso, destaca el carécter colectivo de Ia produc- in cinematogréfica, identificéndola ‘con Ia produccién industrial: «El gerente bic no potde Hegat 2 nada sin capataces y obreres, ¥ su exfuetzo calcvo no legaré 4 buen puerto si ctda colaborador se atiene sélo la realizacén me Clinica de su limitada funcin, El trabajo de equipo es el que hace de toda tarea, tun de la mis insignificant, parte de un trabajo vivo, que To conecta orpéice Imente con el trabajo geneals.? Prominentes ditectores dl cine alemén, com partian csa opinién y actusban consecventemente, Al observar la filmacién tina pelicula dirigida por G. W. Pabst en los estudios franceses de Joinville, me pereaté de que prestaba gran atencién «las sugerencias de sus técnicos en cuss to se referian a detalles de decorados y distribucién de luces. Pabst me dijo que consideraba inestimables tales aportaciones. Puesto que cualquier unidad de. produccién cinematogrfica corporiza una mezcla de intereses y tendencas hheterogéneas, es I6gico que el trabajo de equipo tienda a excluir el manejo ar- bitrario del las sacteiticascomunes a odo equipo’ | : ; yundo_lugat, las_pel i soe, Peck rnpoanre, por is tata, due Hx Bnes populares —2y ars er ds precios, los motivos cinematogréficos populaes—~ saisfacen deseos reales Intsas, Ocasionalment, se ha destacado que Hollywood consigue vender peliculas {que no proporcionan a las masas lo que éstas realmente desean. Segin esa opiniGn, Tes peliculas de Hollywood con frecuencia estupidizan y conveneen a un pblico inclimdo aceptarias por propia pasvided y le arolladora propaganda embargo, no debe sobreestimarse la influencia distorsionadora del es os ins fo Pt, 7 a etait Ma be eB 2 ae, 10, Balézs, Der Geist des Films, pgs. 187-188. B terial, suprimiendo las peculiaridades individuales a favor de ca- ; masivo hollywoodense. El fabricante depende de las cualidades inherentes @ su ‘material; inclusive las peliculas nazis eins ae guerra, a pesir lee eee de propagands, relejaban cieras caractristicas nacionles que no podian, ser inventadas." Lo qu cst par cls aplica con mayor raz6n a las pelicu- lag de una sociedad abierta a la competencia. Hollywood no puede permitirse ignorar la espontancidad del pablico. El desagrado general se manifista en los menores ingresos de taqulla, y la industria cinematogréica, vitalmente interes da en ls ganancias, debe ajustars, en lo posible, «los cambios del clima men ta Epo soneamariono retibe, sin duds, lo que Hollywood quiere que ; pero, a Ja larga, los deseos del publico determi naturaleza de los sets; peo, la del paiblico determinan a naturaleza de | i _ Mis que credos explicios, Jo que las peliculas sf i Jégicas, los estratos profundos. de la mentalidad_colectiva que —mis_o_i ‘corren por debajo de la dimensién_consciente, Claro esté que las publicaciones ‘populares, ‘adios, bestsellers, ‘anuncios, modos idiométicos Seen sia) se dimentarios de la vida cultural del pueblo ofrecen también valiosa informacién tcerea de las actitudes predominant y las tendencas‘ovimas difundidas. Peto el medio cinematogréfico excede en amplitud a esa fuente. recursos espe feulas pueden y deben. analizs {o_visible en su totalidad. Ese esfuetzo deriva en lo que Erwin Panofsky defini6, able fo que Erwin Panofsl i, en memorabl conferercia, como la «dinamizacién del espacio: «En me Gnematogrdic. . el espectador esti en una butaca fija, pero sélo fisicamente...; estéticamente est en continuo movimiento, y su ‘ojo se identifica con el lente de la cémara que ‘cambia continuamente de distancia y direccién. Y el espacio exhibido al especta- ae tan ae ‘como el mismo espectador. No sélo se mueven los cuerpos lidos en el espacio, sino que el espacio mismo se mucve -ambie jirando, disolviéndose y rectistalizéndose...»." Se ee En el curso de sus conquistas espaciales, tanto las peliculas de ficcién como las documentales apresan innumerables componentes del mundo que reflejan: 11 Wee Senn wis. de en ln Faure sWill uve Commercalzaton of Publshing Destoy Good Wiig? New Directions, 9, 1946, pi, 26. nme rT Alemania pehideriana, la industiacincmatogrdica estaba menos concentra gure» Bar Ua, ig niet nr opting, 9 Sac, ivan compass mesos, Ext condujo a una dverscactin Je In predic, ree Ce aa de la pantalla alemana. eau aeiomaane PS ptnaaty, Se and Medion in the: Moving Picurese, Tron oe ee . de Moving Picrete, Tronton, 1937, pis “4 enormes despliegues de masas, formas casuals de los cuerpos humanos y de los bjetor inanimados y une infinita sucesién de fenémenos menores. En realidad, a ala se revels paticlarmente intecsada_en_Io_pesueto- Aunque esta gente de la baja clase media ya no podia esperar la se- fguridad burguesa, desprecis todas las doctrinas e ideales més en armonfa con su condiciSn, manteniendo actitudes que habfan perdido todo contacto con la reali- dad, La consecuencia fue el desamparo mental; persistieron en un tipo de vacio que se sumé a su obstinacién psicolégica. La conducta de la pequefia burguesfa propiamente dicha fue particularmente notable. Comerciantes, pequetios propie- 19, Véase Rosenberg, Geschichte der Deutschen Republik; Schwaraschild, World in Tran- ces eters "20, Notable entre esos andlisis ex Horkheimer, ed, Studien iiber Autoritit and Fami- lie; véase especialmente, HHorkheimer, «Theoretische Eatwirfe uber Autortit und Families, ples. 376. 21. Neumann, Beberoth, plgs. 18-19, 25. 22, Fromm, Escape from Freedom, pig. 284 (existe trad. castellana en Ed, Paidés) 23. Véase Kracauer, Die Angestelten. 18 tarios y artesanos, estaban tan saturados de resentimiento que no quisieron adap- tarse, En vez de comptender que su adhesién a la democracia podria favorecet su interés prictico, prefitieron, como los empleados, escuchar las promesas nazis, Su sometimiento a los nazis estaba basado en fijaciones emocionales més que en cualquier consideracién objetiva de los hechos. De tal manera, detis de Je historia evidente de Jos cambios econémicos, de Jas cxigencias socialesy_de las magquinaciones paliticas, existe una historia secre ta que abarca Jas tendencias intimas del pueblo alemén, La demostraciGn de esas “Fendencias_p lel_cin derio y de la ascensién de Hitler 19 EL PERIODO ARCAICO (1895-1918) 1, PAZ Y GUERRA wei coal nent en_si mismo. Sin embargo, farse_de_tomar_en quent, Durante ge peril. espetalmente-dueants el cus cde Ja guerra, se com dela ee oh iblica de los hermanos SI . a conocer su ie cn el Wintergarten-de Berlin, se tatcba de ‘regments de ‘escenas tomados y proyectados con un aparato de su fabricacién.' Pero este ante: cedente apenas tuvo consecuencias; basta 1910, Alemania_carecié virtualmente de industria cinematogrética propia. Las peliculas de origen norteamericano, ita- Tiano y francés —entre ellas las de Mélits— conquistaron al piiblico de los pri- titivos espectéculos bajo carpa (Wanderkinos), invadieron los nickelodeons (La- denkinos) después de 1900, y luego se proyectaton en las pantallas de las pri- metas salas cinematogréficas propiamente dichas, que comenzaron a Tentamente.? El orgullo det mendigo era una pelicula francesa de 1902, que pre- sentaba a un noble mendigo parisiense que, después de salvar a una dama, reche- zaba altaneramente el dinero que ésta le oftecia, porque anteriormente 1o habta acusado de ladrén.’ Estas peliculas de alia nivel motal_competian con las porno- atificas que, por supuesto, nunca guardaban conformidad con sus excitantes pro- ‘meses Ext 1906 51908, las peliulas ganaron en longitu y Se ncorpoRoR Tos titulos impresos. A causa de tales adelantos, esos afios marcaron la ingugura- cién de muchas salas nuevas y la apaticién de los distribuidores alemanes de peliculas Oskar Messter, Ja figura més notable entre Jos escasos productores alemanes Se este perfodo, no hizo ningin esfuerzo, en su autobiografia. pata_disminuir_ L. Olimsky, Filmwirtscft, pl. 20; Kalbus, Deutsche Filmbunst, 1 11 2. Olimsky, Filmvirtschaft, pig. 14; Kalbus, Deytscbe Filmkunst, I, 12, 5. Exhibida por Hans Richter en una conferencia en Nueva York, el 25 de mayo de 1983. 4. Messter, Mein Weg, pig. 98; Bochmer y Reitz, Film in Wirtschaft und Recht, pgs. 45. tire breton do 2 tos Messter comenzé a trabajar en un modesto estudio ubi- ‘ado en la Friedrichstrasse de Berlin, postetiormente cuartel general de nume- rosos productores de cine de menor importancia y discutible ética comercial. Es- taba dotado del afin investigador de los pioneros por experimentar y probar toda innovaci6n. En uni ‘eran_taros los primeros planos, una de sus varias_mujeres_ciclistas con das,_procedimiento_ que, i alemanes.® in Messier pi rimeros Ta los mnoros», Originarios de Francia y EE. UU., esta especie floreci ‘en Alemania entre 1908 y 1909. Un tenor catacterizada con ropas adecuadas, de de sincronizar los movi- pie frente a una tela pintada, simulaba cantar, tratando_de_ sin “mientos de su boca con un gramé “Ademés de arias de grandes éperas, canciones folkléricas y parodias , se podia escuchar a Otto Reutter, i comparable artista de cabaret, cuyas canciones expresaban una sintomitica critica de la vida con humor amargo y égil. Durante la feria de Paris de 1900 ya se hhabfan exhibido filmes de esta naturaleza, pero resultaron demasiado costosos y complicados para que se continuara con ellos.’ Es indudable que la circunstancia particular que se daba en Alemania derivaba de su tradicional predileccién por todas las formas de expresién musical, “Durante toda esa épocs, el cine tenia los caracteres de un chico de la calle; ‘una ‘criatura sin educacin, “que corre alocadamente por los estratos inferiores de Ia sociedad. Mucha de la gente cautivada por el cine jamés habia presenciado con anterioridad especticulos“artisticos; otro sector fue atraido al cine desde el teatro. Hacia 1910, el teatro de la ciudad provincial de Hildesheim informé haber perdido el 50 por ciento de su clientela, que solia ocupar los tres tipos de Tocalidades més baratas. Los cizcos y espectéculos de variedades también se la- mentaron de la misma forma® Las salas cinematogréficas, atraccién_para_obreros j6venes, vendedoras, desocupados, holgavanes fa, ien{an mala reputacién. ‘Proporcionaban asilo-para los pobres y un_refugio para los enamorados. Y,.0c “Firulmente, paiaalgin intelectual extravido. En Francia, in del cine de las ataduras culturales y prejuicios inte- lectuales permitié prosperar a artistas como Georges Mélits o Emile Cohl, pero en Alemania el sentido cinematogréfico no parecié animarse. Entonces, .después de 1910, en respuesta a un movimiento iniciado en Francia, esa libertad desapa- reaié. El 17 de noviembre de 1908 la compafiia francesa de cine Film d'Art, recientemente fundada, dio a conocer L'assassinat du duc de Guise (El asesinato 5, Véase Messter, Mein We 6 Este escena eth incluide en el film de S. Licot, Quarante ans de cinéme, Véase tambiéa Messter, Mein Weg, pis. 98, 7. Ackerknecht, Lichtspelinagen, plg. 151; Zaddach, Der literarische Film, pigs. 14-16; Messer, Mein Wea, pigs. 64-66, 78-79. 8." Zimmercimer, Filmzensur, pigs. 27-2 ‘véase también Altenloh, Soriologie des Kinos. 4 del duque de Guise), embiciosa creacién protagonizada por miembros de la Comé- Franguise, con acompafiamiento de miisica de Saint-Saéns. Este fue ol primero de innumerables filmes que habrian de ser confundidos con obras de arte porque, pretendiendo investigar posibilidades cinematogrificas, imitaban al teatro y adap- taban oélebres producciones literarias. Italia siguié el cjemplo francés, y 1a pantalla norteameticana prefitié a actores famosos en obras teatrales famosas. Lo mismo ocurrié en Alemania, Los més destacados_ entre_los_disestores, sctores rar interés por el cine, después ‘buitse,. en_ parte, rimitivo cine alemén_que, baj igen, proclam cel _futuro_attistico del cine. G. Union, que gradualmente aumenté el némero de salas cinemato- ~ ‘gréficas y se dedicé a la produccién de peliculas, aun antes de Ja guerra. A fin de promover el cine, Davidson entré en contacta.con Max Reinhardt, el principal ~ productor teatral de Berlin y, alrededor de 1911-1912, paricip6 en ln creacién. de una entidad que habria de regular Jas relaciones entre los cineastas los ds- _Tmaturgos." Claro esté que Ta perspectiva de ventajas tangibles influyé para ablan: dar la resistencia de mucha gente que habia sido hostil al cine. J6venes sctores de teatros berlineses se mostraron dispuestos @ ganar algéin dinero extra en los studios, A su vez, los directores teatrales aprovecharon para reducir la page de esos actores; y, atin més, comprendieron —no sin satisfaccién— que los tea- tos podrfan attaet ast a los cinemanfacos, ansiosos de adorar de cuerpo presente a sus favoritos de la pantalla." cidié con la evoluciSn de una industria cinematogréfca avséstona, Durante los GItimos cuatro afios de la’ preguerra se construyeron grandes estudios en Tem- + pelhof y Neubabelsberg, en las inmediaciones de Berlin, en terrenos reservados hasta hoy para la produccién de peliculas; estudios cuyas vitreas paredes inter- cambiables posibilitaron la combinacién del trabsjo en interiores y extetiores practicado en esa época. Todo parecia brillante y prometedor. El propio Max. Reinhardt. empez6 a dirigit_ peliculas. Hugo von Hofmannsthal ceil une «ple za ontrican, Das fremde Madchen (La muchacha extranjera),? uno de los primeros ~ filmes fantisticos que pronto se constituirfan en una institucién alemana, De la comedia de Arthur Schnitaler, Liebelei (Amorios), a la anacr6nica novela de la cla- 9. Bardéche y Bracillach, History of Motion Pictures, pig. 42. 10, Bochmer y Reitz, Fm in Wirtschaft und Recht, pig. 3; Davidson, «Wie das deut- sche Lichtpicltheater entstands, Licht Bild Bibne, pégs. 7-8; Diaz, Asta Nielsen, pégs. 343% Zaddach, Der literarische Film, pig. 2. - Il, Kalbus, Deutsche Filmkunst, I, 13. 12, «25 Jahre Filmatelier», 25 Jabre Kinematograpb, ple. 66. 13. Realizada en 1913. 25 se media, Eva, de Richard Voss, fueron pocas, Jas obras notables que la pantalla. dei6_ de Jado, Pero esta sslacién_del_cine con literatura de calidad result, de esperar, un desating, La gente de teatro, tradicionalmente adherida a las mo- “Gidedes Gel cocennio, era incapez de captr las leye dferencants de a nueva tateria cinematogréfca. Su actitud frente a las peliculas era de condescendencia. Las tecibieron euspiciosamente, como un medio para realzar el arte de los acto- res y, ademés, como una grén oportunidad para popularizer las producciones teatrales, Para ellos, cl cine significaba simple y Ianamente un nuevo escenario. En el verano de 1910, la pantomima de Reinhardt, Sumurun, fue llevada al cine, en una pelicula que aburrié plenamente al piiblico, malgastando 2000 me- tos de celuloide con una exacta transctipcién de la obra teatral original, Los amados_reformadores_del_cine_(Kinoreformbewegung),.juntocon. las igs dm icas_y_tode clase de Uniones.que_perse- -gulap_fines_culturales, ejercieron andloga iniluencia. Desde_191 e505 grupos reaccionatios ¢_manifesaton, para justifiar, su_existencia, oponign: se a la inmoralidad de las peliculas y de las como fuente de corrup- -cién de Ja_juverttud, Es patente su semejanze con las Ligas Puritanas de EE. UU. ‘Sin embargo, el movimiento alemén diferfa de todos Jos similares del extcanjero fen que manifestaba una deliciosa indignacién por el descuido con que el cine ‘ataba las obras maestras de fa literatura." En 1910 sucedié que la pelicula Don Carlos suprimla dos personajes importantes del drama de Schiller. Para los re- formadores del cine, eso constituia un crimen. Todo film «literatio» no tenia sino una obligacién: preservar la integridad total de su modelo. {Estos porta- voces de la clase media educada protegian a Schiller tan ardientemente en defensa de los fueros del arte? La literatura clisica gozaba de temible autoridad y, al de- fendetla, prosternébanse ante el desco alemin de servir al poder establecido. Al hostigar a la industria cinematogréfica con sus protestas culturales, los reforms: dores del cine sobrevivieron a la guerra y continusron estigmatizando lo que con- sideraban basura en las peliculas por medio de inmimeros folletos, invariable- mente revestidos de terminologia metaffsica. Afortunadamente,todas.csos_esfucrzos. para_reformar_el_cine,_arrastréndolo al mundo del teatro, y_ la literatura._despertaron.el_escepticismo. de_los_expertos a de las masas. Los espectadores rechaza- zon la versiGn filmada de Sumurun por su total falta de detalles y primeros planos, que podian encontrarse aun en las peliculas comunes. Desalentado por esa reac: cién, el poeta alemén Ernst von Wolzogen desistié de escribir libretos cinemato- srificos, en razn de que la multitud sélo aplaudta lo trivial. Fl pablico. preferia, clevadas_adaptaciones, Ja prod 14. Para un anisis det cine con pretensiones artsticas y de mentalidad lit de los teformadores del cine, véase Zaddach, Der litererische Film, pigs. 17, 22-29, 30:33 26 va,_trataban_temas populares, De aquella época-s6lo rafias; pero puede siponerse que es0s filmes més bien eran equiparables a los eje dido a expresarse con facilidad. En 4913 surgicron_tas peliculas_dedetectines, género obviamente inspirado por el ciné-roman francés, popularizadas en EE, UU. durante la guetta. El pri- mer detective alemin que protagonizé una serie de filmes fue Ernst Reicher, en el papel del sagaz Stuart Webbs, quien, con su gorra puntiaguda y la inevitable pips, lucia todas las marcas de fébrica de Sherlock Holmes. Dado que gozaba de ‘mensa popularidad, muy pronto fue seguido por competidores que trataron vana- mente de eclipsarlo, Se hacian llamar «Joe Deebs» o «Harry Higgs», estaban en cexcelentes términos con Scotland Yard y vivian a la altura de sus nombres in- aleses, parcciendo exactamente gentlemen modelados por un sasire londinense.* en crear la contrapartida_nacion alemana del. gran-detective. i podria, explicatse por la_sut ién_del detective clésico a la democsacia libe- ‘ral. Aquel, el sabueso solitatio que por medio de la razén destruye Jas telarafias de las fuerzas izracionales y logra que la decadencia triunfe sobre los instintos coscuros, es el héroe predestinado de un mundo civilizado que cree en las bendi- ciones de Ja inteligencia y libertad individual. No es un mero accidente el hecho de que su majestad el detective esté actuelmente desepareciendo tanto de la no- vela como del cine, para dar paso al rudo «investigador particular»: pareciera que las posibilidades del liberalismo estuvieran temporalmente exhaustas. 3s alemanes jams han legoda-a un oéyimen democstica, no -ban ests- nes_de_engendrar_una_versiGn_propia_de Sherlock Halmes._Sin la_percepcién de la vida en el extraniero los capacité para gazar dor. del detective inglés, ese a la evolucién de la produccién nacional, las peliculas extranjeras con- tinuaron inundando las salas cinematogréficas alemanas, que desde 1912 se ha bfan multiplicado sin cesar.” En Leipzig se inauguré un nuevo palacio Licbtspiel, con el estreno de Quo Vadis, espectacular film italiano que la prensa recibié con crfticas s6lo adecuadas para una verdadera obra teatral."" Hacia finales del perfodo de posguerra, los filmes daneses fueron ganando en influencia, en gran parte a causa de Asta Nielsen, y atrajeron al piblico aleman al concentrarse en conflictos psicolégicos desarrolledos en escenarios naturales, El éxito de los westerns not 15, Jahier, «42 ans de cingman, Le rile intellectuel du cinéma, pl. 26, 16, Kalbus, Deutsche Filmkunst, 1, 39. 17. Jason, “Zablen sehen uns an», 2 Jabre Kinematogrephe, pig. 67. 18. Olimsky, Filmwirtscbal, pig. 21 27 teamericanos fue _particularmente atrollador. Broncho Bill y Tom Mix conquista- ton los corazones de la juventud alemana, que habia devorado, volumen tras volu- men, las novelas de Karl May desarrolladas en un Far West imaginario y plaga- das de tribus indias, carretas entoldadas, traficantes, cazadores, hazaiias y aven- tureros. Para los adultos, asentados y juiciosos, era inexplicable el encantamiento gjercido por esa falsa literatura sobre los adolescentes, pero éstos loraban lagri- mas de deleite cuando el noble jefe indio Winnetou, cristianizado, moria en los ‘brazos de su amigo Old Shatterhand, un desfacedor de entuertos, aleman por su- puesto. Por sus:modos sencillos y sereno aspecto, permanente actividad y hechos heroicos,el_cowboy del_ cine norteameticano_tambign_scducia_a_muchos_inteles- tuales_alemanes irésolutos_y_desorientados, Mentalmente_desconcertada, Ja_ip- ‘telligentsia acogié de bucn grado las puetiles simplificaciones de los westerns, la ‘vida en_que el héroe no tiene sino un solo y claro camino a seguir. De la mis ‘manera, al declararse Ta guerra, muchos qivones ‘corrieron entusiastamente a in- corporarse a filas. No los movia tanto el patriotismo como un apasionado deseo de escapar de una libertad dificil y hallar una vida sujeta a presiones compul- sivas. Deseaban ser mandados. \demés de los west r aquellos afios estaban en boga comedias breves protagonizadas por 1 Was Ties Fatty Fatty y Tontolini. Todas. las. del _pi- -blico cinematogréfica_patticipaban_de_la_risa_que aguéllos_provocabs ‘manes_gustaban_de esa clase de diversin visual. Por lo tanto, es muy sorpren- teed ellos_mismos_fueran_totalmente_incapaces de_producic_una_com ‘popular en-cine Ya en 1921, un escritor alemér ay llanamente que los alemanes carecian de ideas cinematogréficas cémicas, y adr bio, los franceses y Iuego los norteamericanos habfan aprendido a explorar dicho dominio con maestria.” Esa extrafia deficiencia puede conectarse con el carécter de las viejas bufo- nadas cinematogréficas. Cayeran 0 no en la comicidad gruesa, invariablemente exponian a su héroe a toda clase de traspiés y peligros en tal forma que, para escapar, dependia de una sucesién de accidentes fortuitos. Al cruzar la via del tren, éste se aproxima, amenazando con aplastatlo, y sélo en el tltimo momento de su vida se salva al cambiar el tren de via, invisible hasta ese momento. El héroe, individu. bueno, desvalido, que jamés dafiaba a nadie, superaba los tran- ces de un mundo gobernado por Ia casualidad. La comedia se ajustaba, en esa forma, a las condiciones especificas de la pantalla; el film, més que ningdn otro medio, puede indicar las contingencias de la vida. Era un verdadero tipo cine- matogrifico de comedia. ¢Proponfa alguna moraleja? Se ponfa de parte de los cerditos en su lucha contra el gran lobo feroz, haciendo de Ja suerte el aliado natural de sus héroes. Esto, incidentalmente, complacia a los pobres. La tradi- cional ideologia alemana que tiende a desacteditar la nocién de suerte en favor 19. -Mélihausen, «Aufstieg des Filmse, Ufa-Blatter 28 1 ! | de la de destino explica que aquel tipo de comedia, basada en la casualidad y-un {ngenuo deseo de felicidad, fuera inaceesible para_los aleinanes. Estos ben desarro- ee a ok humor concn, de ee ‘personajes confiad suerte, s es un humor emocional, que de conciliar la humanidad con su condicién trigica, y no s6lo hace relt con las curiosidades de a vida, sino también comprender, por medio de esa risa, su fata- lidad, Esas tendencias eran, clara_est&, incampatiblescon—los_actitudes_Iatentes, cen las aciuaciones. de un Buster Keaton oun Harold Lloyd —Existeademés. una, Totima interrelaciénentre_bébitos jntelectuales_s_los_movimientos_del-cyerpo., causa de sus_creencias, los_actores alemanes deben babsr sentido quena.po cian, el tipo aptopiado. para_gage.y_.gestos scmejantes a los de los comediantes ano, del cine nor No s6lo parte de la juventud alemana, sit ign el lan de los reformadores del cine crefan firmemente que Ja guerta daria a su vids “Gris un sentido nuevo y maravilloso. EI prefacio de Hermann Hafler a su libro sobre el cine y las clases cultas es clarficador al respecto. Fechado en setiembre de 1914, ensalza la guerra como un medio seguro para llevar a cabo los nobles esignios de los reformadores del cine y, finalmente, se vuelea en uno de eros ditirambos belicosos, usuales en aquella época. «Quiera (la guerra) purificar nues- tra vida piiblica est como un trueno limpia la atmésfera. Quiera permitirnos volver a vivir y darnos ansias de arriesgar la vida en acciones tales como Jo fordena esta hora, La paz se ha tornado insoportable.»® Hifker y sus semejan- tes habian entrado en el frenesi. . En_rigor, Ja_paz habia_presenciac is i e ales produccién doméstica era ‘demasiado insignificante para competir con “hs ‘alas ‘extranjeras que inundaban las salas de exhibicién, que habfan pare- cido aumentar con el tinico propésito de absorber el aporte extranjero. Las pe Yieulas de Pathé Freres y Gaumont inundaron el mercado alemén. La Danish Nordisk Ilegé al extremo de arruinar la Projektion-A. G. Union de Davidson” Ta guerra invirtié los sérminos de la dificil situacién, liberando_dréstcs. mente. la piace pesandela compeiencia cattanicrs. Después Je haberse clausurado i ‘pio er inematograficos, enfrentados ahora con el problema de_satis- Ficer por s-mistoos-la-demanda interna, Esta eta inmensa. Somadas a Tas slat” ‘exhibiciGn ya establecidas, se crearon numerosas més para los militares, cet anas al frente, que exigian permanente abastecimiento de peliculas nuevas. Fue tuna feliz coincidencia que, inmediatamente antes de la guerra, se habilitaran 20. Hifker, Der Kino und die Gebildeten, pig. 4. 21, Boehmer y Reitz, Film in Wirtschaft und Recbt, pig. 5; Kalbus, Deutsche Filmksnst, 1,3. 29 ~ de mercado... Se_podsi estudios grandes y modernos. Comenzé una ola de euforia, y con increfble rapi-_ dez afloraron nuevas compa cas. De acuerdo con una fuente apa- renfemente digna de crédito, el mimero de esas compaiifas se elev6 de 28 en 1913 245 en 1919. También florecieron las salas cinematogréficas, cada vez més lujo- sas. Bue. tos dividendos. La clase media comenzé a presta alguna aizncién al cine* De tal forma Je fue oftecida al cine alemén una oportunidad vinica: se torné ‘autnomo: ya no necesité emular la produccién extranjera para mantener su valor (a_ pensar, que, en_esas_circunstancias_ favorables, Alemania -pydo_haber i atdcter_nacional paises lo hicieron, En e30s afios, D. W. Griffith, Chaplin y Cecil B. De Mille dieron cuerpo al cine norteamericano, y la industria sueca cobré forma propia Pero Ja evolucién alemana no fue similar. De octubre de 1914 en adelante, Messter sustituy6 los noticiatios de preguerra de Pathé Fitres, Gaumont y Eclair por semanarios filmados que reflejaban diversos sucesos de Ja guerra con Ja ayuda de tomas documentales, Estos boletines ilustrados, difundidos tanto ~ entre los pafses neutrales como en Ia patria, eran completados con peliculas pro- pagandisticas, en las que extras vestidos con uniformes briténicos se rendian a valientes tropas alemanas, El gobierno apoyaba peliculas de ese tipo, como medio de hacer que | pueblo persistiera en el esfuerzo. Posteriormente, en el curso de le guerra, el Alto Mando ordend que operadotes escogidos participaran en las acciones tilitares. El propésitd era obtener material gréfico impresionante que sirviera tanto de propaganda como de documento histérico. Un rollo filmado desde un submatino, que detallaba desde muy cerca cl hundimiento de buques aliados, obtavo mucho éxito." Pero en forma alguna estas actividades cinemato- Xs sréficas eran exclusivas de los alemanes. Los franceses tenfan ideas similares acer- ‘ca del uso de los documentales de guerra y los realizaron con idéntico afén.* En el terreno de las peliculas de ficcién, las pantallas reflejaron cantidades, ‘de dramas, melodramas, comedias_y_farsas_patsiticas,-naderias_sobresataradas. de ovias, banderas flameantes, oficiales humos cuatt ia 191. ic movimien- “405.se-habla convertido cn_una guerra de posicién_de_inciertos_xesultadas, el ppiblico se negé, aparentemente, a scguir tragéndose los caramelos patristicos. Sobrevino un marcado cambio en los temas de diversisn. Las numerosas peliculas ‘que explotaban el patriotismo fueron desalojadas por otras con argumentos de 22, Boehmer y Reitz, Film in Wirtschaft und Recht, pigs. 56; Olimsky, pigs, 23:24; Jason, «Zahlen sehen uns anv, 25 Jabre Kinematograph, Brasilach, History of Motion Pictures, pigs. 135-136. ‘23. "Rohde, «German Propaganda Moviese, American Cinematographer, enero de 1943, ig. 10; Ackethnecht, Lichtspieliragen, pAgs. 2122; Messter, Mein Weg, pégs. 128-130 24, Bardiche y Brasllech, History of Motion Pictures, pig. 93. Fimwirscbole, “61; Bardéche y 30 dias de paz. Al recobrar parte de sus intereses normales, la gente se adaptaba as( a la guerra estabilizada. . Surgieron muchas comedias que transferian a 1a pantalla conocides obras de Ja escena con actores teatrales populares en Berlin, Se afeciamn atinos tan. estercotipedos como el teniente_prusiano, o la adolescente y_priosipalmente. ce dieron_a Ja. salaz_ diversign sexual. en_cl campo de estar_comedi Insatisfecho con papeles teatrales me- ores en drames clésicos, este actor de Reinhardt encontré una salida para su ingenio vivaz y su agudeza, haciendo de cémico en farsas cinematogréficas. En tuna de ellas hacia de aprendiz judio, empleado en un negocio berlinés, que siem- pre a punto de ser despedido, terminaba por convertirse en el yerno del patrén. Pronto le gusté dirigir comedias de un rollo. Aunque, bajo los nazis, Kalbus denun- ci6 a Lubitsch por desplegar «un descaro totalmente ajeno a nuestro verdadero Set», ef pablico alemdn contemporéneo no se sintié en manera alguns escandali- zado, sino que goz6 a sus anchas con el actor y sus filmes.* ‘La_guerra_no, troducir modificaciones. vitales; tampoco_sngsa: de vcon la presentacién de algunos favoritos del piblico como Fern Andra y Erna Morena. Los productores alemanes de cine continuaron ex plorando vetas abiertas ya previemente en intentos de preguerta y, en el mejor te los casos, se limitaban a interpretar nuevas vatiaciones sobre un mismo tema. Ocasionalmente, con seguro instinto, se lanzaron sobre scripts que més tarde fueron utilizados una y otra vez. Durante ese petfodo se llevaron al cine novelas pasadas de moda y dramas, teatralmente efectivos, de Sudermann.” Las peliculas Ebundaban en suspense dramatico, buenos pepeles yun enfoque burgués; también én detalles realistas, y oftecian vn cuidadoso panorama de la melancélica Prusia Griental, cualidades que las hicieron atractivas pot muchos afios para los. pro- ductores cinematogrificos. Slo hacia cl Gual de Ja guetta se_pradujeron los_hechos_que_causaron el aciipiento del-cine-alemdn-propis licha, si bien resultaron realmente efec- tivos en razén de un proceso global previo a su aparicién, Aunque este proceso fareeid de un fuerte impulso y de resultados notables, establecié —de todos modos— los fundamentos que permitieron el surgimiento de las soluciones. La contribucién deci ie sca los tra ‘bajos. faturos Ja .constituys. la, prepara neta = Gores, ditectores_y_técnicos. Algunos de esos. veteranos continuaron trabajando en la época de Hitler, entre otros Carl Froelich, destacado director que no tuvo dificultades en ocupar una posicién clave en la industria cinematogréfica alema- 25. Kalbas, Deutsche Fimkunst, 1, 34. Kalbus Se coups ampliamente de la produecién semana de_guerra; véase pips. 1819, 3237, 26, Ibid, pigs. 25-2. 27, Zaddach, Der literarische Film, pi. 34 31 2 3 x é a na. Ingresé en uno de los estudios de Messter como electricista, luego manejé una cémara y, ya en 1911 0 1912, comenzé a ditigit peliculas.” ‘Muchos otros practicaron realizando peliculas, olvidadas hace mucho tiem- po. Aprendieron de sus propios errores. Emil Jannings, también él notable en la Alemania nazi, describe asi su debut como actor de cine durante Ia guerra: «Cuando me vi por vez primera en el cine, sufti una impresién desoladora. ¢Real- mente parecia yo tan esttpido como todo ¢s0?».” ae Jannings fue s6lo uno de Jos numerosos actores gue realizaron su _apren-_ stasis ibe durante l-peioda-acico, Todos ellos intgiavian powttionmeme “una especie de compatifa de actores. Ast, ef reparto de todos los filmes pr tados en Alemania incluirfa miembros de esa «corporacién», que a pesar de admitir permanentemente nuevos reclutas, conservaba intacta a su vieja guardia, Mientras que Hollywood cultiva «estrellas» mas que equipos o conjuntos, y el cine ruso usa frecuentemente a no profesionales para sus peliculas, el cine ale- mén se basa en un cuerpo permanente de actores y profesionales muy discipli- nados que se ajustan a todos los cambios de modas y estilos que sobrevengan.* Haber conocido actores, familiares al péblico cinematogréfico contemporé- neo, en un pasado que ya es historia, es una experiencia pavorosa; lo que una vez fue nuestra vida ahora esta archivado, e inconscientemente nos sentimos despla- zados. No fueron los antecesores de Werner Krauss o Albert Bassermann los que ocuparon Jas pantallas, durante la Primera Guerra Mundial, sino ellos mis- mos, figuras irrevocablemente ajenas a nuestros dias. Una de’las actrices fue Henny Porten, que —rara .excepcién— comenz6 su carrera cinematogréfica sin expetiencia teatral alguna, Desde 1910 en adelante, esta rubia ingenua, muy pon- derada como tipo ideal de Ja mujer alemana, se mantuvo en el favor popular, haciendo con igual facilidad papeles cémicos y trégicos, vulgares mujeres de cam- pesinos y damas delicadas." Otra figura de aquellos viejos tiempos fue Harry Piel, Iamado el Douglas Fairbanks aleman. Aparecié hacia mediados de la guerra, como héroe de Unter beisser Sonne; pelicula en que domaba varios leones (del circo Hagenbeck de Hamburgo). Desde sus inicios, Piel parece haber sido fiel al tipo que personificarfa en el futuro: cl de un caballero temerario que sobresale en derrotar a ctiminales ingeniosos y cn rescatar a nifias inocentes. Cuando apatecia en traje de noche corporizaba la ilusién que una nia inmadura tiene de un perfecto 28, Messter, Mein Wee, pigs. 37, 99 y sigs 29. Jannings, «Mein Werdegangs, UfarMagezin, 1-7 de octubre de 1926. 50. C. A. Lejeune, escitor cinematogrifica inglés, comenta este asunto en forma inte- resante. La compafia alemane de actores, dice, eesti bien para la manera de ser alemana y serf siempre el tipo para cualquier sector del cine que trabaje sobre la base fantésticopeito- légiea, para cualguicr produccién que construya todo partiendo de los materiales de estudio fen vez de rescatar agin significado de la materia prima que ofrece le vides. Lejeune, Ci ems, pig, 142. 31. Kalbus, Deutsche Filmkunst, 1, 19-21 32, Tid, pigs. 89.90, 32 caballero, y el encanto juvenil que itradiaba era tan dulce como los caramelos coloreados que, en las ferias curopess, constituyen el, deleite de los nifios y los estetas decadentes. Sus peliculas estaban hechas al estilo simplista de las novelas baratas y no en cl matizado de los conflictos psicolégicos; en ellas se reemplazaban los resultados trégicos por los finales felices y, en general, ofrecfan tuna variacién alemana de los melodramas angloamericanos. Estos subproductos brillantes y placenteros se yerguen aislados sobre una masa de sombrios produc- tos «artisticos». La personali Jnante_de iti i Asta Nielsen, En 1910, después de aiios de triunfos teatrales, hizo su debut ci- nematogréfico en Abgriinde (Hacia el abismo), pelicula de la Copenhagen Nordisk dirigida por su esposo, Urban Gad. Este film, singularizado por su longitud entonces desusada, no ha dejado otra huella que algin comentario entusiasta; se conservan algunos fragmentos demostrativos de Ia aptitud de la estrella para la pantomima, signo de su predestinacién para el cine. Convencido de su futuro, Paul Davidson le ofrecié a Asta Nielsen sueldos y condiciones de trabajo fabulosos si ella accedia a poner sus dotes a disposicién de su compafia, Union. Ella acept6, se instalé en Berlin y, alrededor de 1911, comenzé a aparecer en peliculas que durante la guerra hicieron que tanto los soldados franceses como los alemanes pegaran sus Fotografias en sus refugios del frente. Lo que ellos sentfan oscuramente, Guillaume Apollinaire lo expresaba con un torrente de palabras: «(Ella es todo! Es la vi sién de un borracho y el suefio de un solitario, Rfe como una chica totalmente feliz, y sus ojos expresan tanta ternura y timidez que no se puede hablar de ellos». cepcional_cariquecié la pantalla alemana en_més_de un sen. fundo como su perspicacia para los impactos cinematogréficos que se expresan con los detalles. Diaz, su biégrafo, se maravillaba ante la confusiéa de objetos triviales acumulados en su casa, coleccién que inclula articulos semiclegantes de ropas masculinas, instrumentos épticos, bastones pequefios, sombreros deformes yy batas imposibles. Ella le dijo: «Lo que estoy interpretando, lo hago en todas partes. Me gusta formarme una idea tan detallada de mis personajes, que los analizo hasta en sus iltimos elementos externos, que son precisamente todas estas equefias tonterfas. Todas estas bagatelas son més reveladoras que las exagera- ciones presuntuosas. Realmente construyo a mis personajes, y he aquf los ele- mentos mis decorativos, més efectivos para componer las fachadas». El mundo cinematogtifico aleman seria incompleto sin los personajes que Asta Nielsen cre6 durante la era del cine mado.” : lg. 7. Véase imbanst, 1, 13. 33. Diaz, Aula Nielzem, pig. 61, Para la cita de Apolinaite, véase también MallBausen, «Aufstieg des Films, UjaBlitter; Kalbus, Deutsche 33

You might also like