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La enfermedad y la farmacopea en
Mesopotamia
Lic. Noemí Sierra
Contenidos
Introducción
Reseña histórica
El medio ambiente
Concepciones religiosas
La enfermedad
La patología del pueblo mesopotámico
Magia y medicina
Médicos
Relación médico-paciente
Instrumentos médicos
Farmacopea
Funciones de algunos órganos
Conclusión
Bibliografía
Introducción
La revolución científica y filosófica en Grecia durante el siglo VI a.C. tenía, entre sus
antecedentes, no sólo los mitos, cosmogonías e ideas precientíficas de sus predecesores
griegos, sino también los conceptos y la experiencia práctica acumulada en más de 2000 años
de civilización mesopotámica y egipcia, especialmente de ésta última en lo que concierne a
medicina, en la que la transmisión de los conceptos se operó en forma sistemática. Esto se
entiende si se tiene en cuenta que los médicos egipcios tenían un gran prestigio en el mundo
antiguo.
Algunos de sus aportes fueron, por ej., un Tratado de Anatomía y Fisiología que figura en el
Papiro de Ebers, donde se menciona la "teoría de los vasos" (Jean Yoyotte), una técnica
mística de curación basada en el ayuno (incubación) (Baines y Malek), plegarias, aislamiento,
sueños y hasta algunas drogas; también exhibe buena parte del conocimiento botánico y algo
importante como el "concepto natural de enfermedad", que representa la cumbre de la
corriente médica empírico-racional de los egipcios.
No era una escuela de pensamiento que se oponía a los conceptos mágico-religiosos, ya que
no descartaba ninguno de los otros métodos. Era común que un solo individuo interviniera en
dos métodos simultáneamente.
Entre los diferentes miembros de las sociedades más primitivas siempre ha habido médicos, o
sus equivalentes, pero los beneficios que les han procurado a los enfermos dependieron de
observaciones empíricas y de los extraordinarios poderes de recuperación del organismo
humano
Reseña histórica
La procedencia del pueblo sumerio se pierde en los tiempos, y aunque se postularon diversas
teorias sobre sus orígenes, no hay hasta ahora elementos suficientes que permitan conocerla.
Los primeros asentamientos humanos en Mesopotamia se remontan a unos cien mil años y se
encontraron vestigios de ellos en las laderas de las montañas del norte de Irak.
Durante el primer período de aproximadamente 6000 años estos pobladores vivían aislados
formando pequeños grupos concentrados en campamentos o cavernas, fabricando
rudimentarios utensilios de madera o hueso con los que, probablemente, cazaban.
Entre los años 5000 a 4500 a.C. (datación que se realizó en excavaciones usando el método
del carbono 14), aparecieron los primeros poblados compuestos de chozas de barro y zarzo
(Woolley 21, p.3), comenzando los incipientes progresos que tenían que ver con la desecación
de la región baja, cercana al Golfo Pérsico, y que les permitía mayores posibilidades de
asentamiento. Comienzan a cultivar el suelo, a domesticar animales, trabajan el metal (cobre)
y se organizan en sociedades, al mismo tiempo que comienza el proceso edilicio (templos y
edificios públicos). En el aspecto artístico es interesante mencionar el estilo de las formas y la
delicada cerámica pintada. Esta cultura alcanza su apogeo en la época de El Obeid, hacia el
final del 5° milenio a. C.
Es interesante destacar la unidad cultural de estos pueblos en el transcurso de las tres oleadas,
lo que hace pensar que se trataría de un solo pueblo con una misma lengua, religión y cultura.
La población se distribuyó en pequeñas ciudades-estado, agrupadas en torno a una ciudad
capital fortificada y rodeada de murallas. En su centro se encontraba el palacio, morada del
soberano terrestre que gobernaba y representaba a la divinidad. El templo y el palacio
albergaban también a las escuelas, y a su alrededor se establecían las casas, los comercios,
depósitos y graneros.
No faltaron en éste período los conflictos por la hegemonía entre las ciudades-estado. Al final
de estas rivalidades, todo el país de Sumer se hallaba sujeto al gobierno de un monarca único:
Lugalzaggisi. Pero los que establecieron el primer Imperio fueron, en realidad, los Semitas,
quienes se fueron infiltrando entre el pueblo sumerio, especialmente en el país de Akkad.
Hacia el año 2300 a.C., Sargón de Agadé tomó el poder de Sumer y otras ciudades y se inició
un nuevo período llamado de Akkad o de Agadé que duró más de dos siglos, constituyendo el
Primer Imperio semita mesopotámico.
El Medio ambiente
Uno de los factores que desempeñan un papel importante en el carácter de una civilización es
el medio ambiente. Para el hombre mesopotámico el cosmos tenía una periodicidad, una
regularidad marcada por la sucesión de las estaciones, el curso del sol, de la luna, la ubicación
de las estrellas, etc. Pero el espacio geográfico presentaba elementos fuertes y violentos. Los
dos ríos, el Tigris y el Éufrates tenían características imprevisibles, ya que podían destruir
diques y arrasar cosechas enteras. Los fuertes vientos sofocaban a los hombres y las
torrenciales lluvias convertían el suelo firme en una tierra donde el lodo impedía moverse
naturalmente. De esto se puede deducir que el hombre se sentía insignificante ante la
naturaleza imponente y poderosa y no intentaba siquiera oponerse a sus fuerzas.
El hombre se dio cuenta de sus pocas posibilidades. Consideró al orden universal como una
integración de voluntades cósmicas individuales, semejantes al Estado (Jacobsen 6, pp. 267-
270). La lucha contra las fuerzas de la naturaleza era constante e implacable, de manera que
necesitó desarrollar al máximo su poder de creatividad para poder sobrevivir. Pero a pesar de
estas condiciones del clima y del suelo tenían la posibilidad de utilizar para el cultivo un suelo
arcilloso, cruzado por ríos que pronto canalizaron para la utilización del agua.
Concepciones religiosas
En el texto de Mircea Eliade "El Mito del Eterno Retorno" hay un interesante capítulo que
habla de las "desdichas" y de la "normalidad"del sufrimiento en el hombre arcaico, y hace
una interesante pregunta: Cómo sufría los padecimientos, las calamidades que le tocaban vivir
a cada individuo? Pero vivir en el sentido real, no ya con la mentalidad mítica, la de los
arquetipos, donde a través de ritos y ceremonias periódicas conseguía anular el Tiempo,
aunque no por eso dejaba de ser consciente de los ritmos cósmicos. Lo cierto es que su
"padecimiento" tenía un sentido, respondía a un orden cuyo valor no era discutido Ante la
enfermedad o ante un desastre natural, sabía que esas circunstancias no eran producto del
azar, sino más bien consecuencias sobrenaturales para las cuales el sacerdote, el exorcista o el
mago disponía de los elementos necesarios para combatirlas.
La Enfermedad
A las fórmulas de este tipo se agregaban estatuillas de monstruos en la habitación del enfermo
de manera que el espíritu que lo habitaba se asustara y huyera, dejando al enfermo en un
proceso de convalecencia.
En la tablilla VIII del Poema Babilonio "Gilgamesh o la angustia por la Muerte" Gilgamesh
se dirige a los Ancianos llorando por la muerte de su amigo Enkidu y dice que "un demonio
maligno surgió y me lo arrebató". Es probable que se refiera a un "demonio", entendido como
metáfora de la enfermedad que acabó con Enkidu.
En épocas muy primitivas, los demonios atacaban caprichosamente al individuo, pero más
adelante se trató de encontrar en el propio individuo, la explicación de esta posesión, que
ocurría en un determinado hombre y no en otro. Aquí se buscaría algo que justificara la
entrada en el cuerpo, y se la atribuía a una falta, un error cometido por el paciente en su vida
diaria y que daba lugar al castigo. Se hacía la lectura del fenómeno diciendo: "ya que hay
enfermedad, ha habido falta". Y ésta era la labor del médico, averiguar cuál había sido la falta
para tomar las medidas necesarias. Este tema se encuentra en el "Tratado acádico de
diagnósticos y pronósticos médicos" en el que se puede encontrar un verdadero diagnóstico de
la falta, la cual explicaría los síntomas del paciente: por ej. "él ha pisado aguas sucias"o "él ha
blasfemado", etc. Otro tipo de diagnóstico sería "la mano de Samas" (el sol), que indicaría que
esa divinidad ocasionó la enfermedad, pero esto no permite saber a que tipo de mal
correspondía, ya que aparece en distintas afecciones.
El prestigioso Médico Forense, Dr. Julio César Pangas, ha publicado varios artículos sobre el
tema de la enfermedad en Mesopotamia en "Aula Orientalis", Separata. Bajo el título de
"Apuntes para una historia de la Medicina Legal: La Antigua Mesopotamia", reflexiona
sobre el desconocimiento que se tiene de la medicina mesopotámica en general, a diferencia
del conocimiento que se tiene de otras culturas antiguas como la China, la Egipcia, la Griega,
etc., y atribuye esto a que los estudios babilónicos y sumerológicos son mucho más recientes
que los egiptológicos, los bíblicos, etc. En estos artículos explica con minucioso detalle
algunas de las enfermedades como el reumatismo, la ebriedad, la sexualidad, el control de la
conducta desviada (o sea, los marginados), etc. Es muy interesante su artículo sobre la
ebriedad, pues hace una descripción de la cerveza, bebida por excelencia en Mesopotamia, de
sus distintos tipos y de la forma en que se bebía: se introducía una especie de bombilla larga
en el recipiente que permitía que varias personas la compartieran. Además explica cómo se
usaba en el culto, en la ceremonia de colocación de una piedra fundamental, como elemento
curativo, etc. Asi también menciona que hay numerosos textos cuneiformes que describen los
buenos y malos efectos del alcohol, así como su valoración moral (parece ser que los dioses
eran grandes consumidores de cerveza, según testimonios recogidos en la "Epopeya de
Atrahasis").
Es muy interesante el artículo sobre una enfermedad llamada la "Mano del Espectro"
(SU.GIDIM.MA) que se refiere al diagnóstico que daban al enfermo. Donde nosotros
hacemos hincapié en los síntomas y en las alteraciones anatomopatológicas, en la mentalidad
de los Mesopotámicos, el acento estaba puesto en el aspecto sobrenatural y simbólico. Se le
atribuían los síntomas y por consiguiente la enfermedad, a la intervención de un ser
sobrenatural, dios o demonio.(por ej. al dios luna, se lo relacionaba con el frío porque
consideraban que era una característica lunar). Aunque esto no es por supuesto una prueba
científica, pero según Pangas, ayuda a adaptarse a la mentalidad mesopotámica. En esta
enfermedad "la Mano del Gidim" (GIDIM - etemmu, L. 576, 74a) nos dice el factor causante
de la afección y no el hallazgo de una patología específica que hoy pueda ser identificable.
Sin embargo, por los síntomas se la podría asociar con la "ictericia" o "epilepsia"que se
mencionaban en los Textos Terapéuticos. Lo cierto es que el Gidim, era considerado como
negativo, incluso si se lo veía en un sueño.. Seguramente por estas características, se lo coloca
muchas veces en las listas de los demonios (UDUG, L. 576,577)
Hay que tener en cuenta que las divinidades invocadas como causantes de enfermedades no
son necesariamente entidades negativas para el hombre, sino que pueden ser y de hecho lo
son, benéficas; tal el caso de GULA La diosa de la Salud y de la Medicina, que puede también
causar ciertas afecciones.
Se usa la palabra "Mano" para expresar la intervención sobrenatural con el "contacto físico":
"agarrar", "tomar, "golpear", "tocar",etc. Los síntomas de esta enfermedad son asociados
con la Neuropsiquiatría y la gastroenterología actuales. El tratamiento era por lo general de
tipo exorcístico y empírico. Lo que hay que tener en cuenta, es que es difícil separar el
concepto de enfermedad del marco mítico-religioso en que se desenvolvía.
Otro procedimiento, era el uso del fuego, donde se arrojaban estatuillas con la figura del
muerto y se dejaban quemar mientras se oraba para luego abandonarla en el desierto. En otras
ocasiones se recurría al agua , donde se colocaban figurillas en pequeñas barcas y se las
dejaba sobre el agua para que se llevaran consigo el mal. Otros procedimientos que Bottero
llamaba "típicos"era lograr el apaciguamiento, brindándole respeto y cuidado, mediante
bienes materiales (alimentos, bebidas, "regalos",etc.) de una manera simbólica. Para
retornarlos al mundo de los Muertos, se utilizaban figurillas que se depositaban en las tumbas
familiares o se les construían otras especiales con dirección Oeste que era donde se ponía el
sol.
Magia y Medicina
"Después que Anu hubo creado el cielo / que el cielo hubo creado la tierra, q /
que la tierra hubo creado los ríos, / que los ríos hubieran creado loa canales, /
que los canales hubieran creado el marjal, / y que el marjal hubiera creado el gusano, /
el gusano compareció gimiendo ante Samas / sus lágrimas brotaron ante Ea (dios. del agua y
el Océano, Titular de la Magia) /
"Qué me darás como alimento? / Qué me darás para que chupe? /
(Respondió el dios.) Te daré el higo maduro / o el albaricoque / De qué me servirán? /
Levántame y entre los dientes / y las encías (de los hombres.) hazme vivir! /
La sangre del diente chuparé / y de la encía roeré / sus raíces /
Clava la aguja en el diente y toma el extremo del gusano /
Por haber dicho eso, oh, gusano / Que Ea te hiera con el poder / de su mano."
Encantamiento contra el dolor de muelas (Lara Peinado: Mitos Sumerios y Acadios)
Pero sin duda el dolor de muelas era causado por una divinidad.
Pero más adelante, desde los comienzos del 3er milenio a. C. aproximadamente, la Magia
tomó otro cauce muy distinto, tomó una actitud religiosa y teocéntrica. El poder de los dioses
se extendió a todo el Universo y los demonios perdieron la libertad de actuar. Los dioses
celestiales eran responsables de todas las obligaciones y prohibiciones que concernían a los
hombres y el incumplimiento de cualquier norma o ley se consideraba una ofensa al Imperio
de los dioses, una falta contra ellos, una especie de "pecado" que debían reprimir con
"castigos". Estos castigos eran enfermedades y desgracias de la vida. Así fue como el
sufrimiento y las enfermedades hallaron una justificación, una razón de ser. Toda la técnica de
la Magia primitiva, siguió practicándose y luego pasaron a integrar el Culto Sagrado como
parte sacramental. Con grandes ceremonias se pedía a los dioses del Universo que los
demonios y las fuerzas maléficas no se acercaran a los suplicantes o se retirasen llevándose el
mal que habían provocado. Esto es lo que comúnmente se llama "exorcismo"
Si bien es cierto que los Sumerios aceptaban las desdichas y las enfermedades como resultado
de sus faltas, o de sus malas acciones, para ellos no existía ningún sufrimiento injusto. Pero es
de pensar que muchas veces ante adversidades mayores, los hombres sentían tambalear su fe
en los dioses y dudaban de su justicia. Es en un ensayo poético citado por Kramer en "La
Historia empieza en Sumer, Cap. XV, El primer Job) que presentó ante la Sociedad de
Literatura Bíblica, y que él mismo reconstruyó, que encontramos una versión sumeria del Job
bíblico:
Dios mío, el día brilla luminoso sobre la tierra; / para mi el día es negro. / Las
lágrimas, la tristeza, la angustia y la desesperación / se han alojado en el
fondo de mi. / La mala suerte me tiene en sus manos, se lleva el aliento de mi
vida / La fiebre maligna baña mi cuerpo. / Dios mío, oh, Tú, padre que me has
engendrado / levanta mi rostro / Cuánto tiempo me abandonarás / Me dejarás
sin protección? / Cuánto tiempo me dejarás sin apoyo?.
Médicos ( ASU )
Los médicos tenían necesidad de un extenso saber para estar en condiciones de cumplir con
sus múltiples obligaciones. Estos conocimientos los adquirían en las escuelas que sin duda
existían en los Templos. El Médico tenía varias misiones en el Palacio y en el Templo.
Conocían las leyes, la escritura, la religión y mantenían el saber en lengua sumeria, conocida
solo por una minoría.
Existía una clase de cirujano que ejercía una medicina más baja y que al mismo tiempo
realizaba otros trabajos, como por ej. el de barbero, marcador de esclavos o mutilaciones
ordenadas por la justicia. Por lo tanto su condición social era más baja. En cuanto a la
ubicación en la sociedad, hay testimonios contradictorios. Por un lado, según Openheim,
aparece entre los expertos en adivinación y los exorcistas, mientras que en el Código de
Hammurabi, lo ubica como artesano fijando sus honorarios.
Sobre su aspecto personal es poco lo que se sabe. Solo podría tomarse en cuenta una sátira,
donde se describe al "asu" totalmente rapado, escasamente vestido y con una jarra de
libaciones y un incensario en la mano; a esto podría agregarse una bolsa con plantas
medicinales como la que llevaba la diosa "Gula". Tanto el "asu" como el "ashipu" o exorcista,
eran depositarios del saber.
Instrumentos médicos.
Son raramente mencionados. Se trataría de espátulas y tubos de metal como también lancetas,
la cual probablemente era llamada "cuchillo del barbero". Las jeringas no son mencionadas,
pero sí se prescriben enemas. Es probable que hubieran existido otros instrumentos que no se
mencionan en la lista, como por ej. los utilizados para hacer amputaciones y cesáreas.
Farmacopea
De finales del 3er milenio a. C., procede un vaso de Gudea, en el que están representadas dos
serpientes enroscadas alrededor de una vara (símbolo que se usa actualmente en Farmacia y
que sería el emblema de la diosa de la Medicina Ningizibara (Gula).
Un médico sumerio anónimo de finales del 3er milenio a. C. reunió por escrito sus más
favoritas recetas médicas, sobre una tablilla de arcilla de 16 cm. de largo por 9,5 cm de ancho.
Este documento de arcilla es el "Manual de Medicina" más antiguo que se conozca y fue
encontrado enterrado entre las ruinas de Nippur desde hacía más de 4000 años. Este
testimonio de la primera Farmacopea, demuestra que el médico sumerio componía sus
medicamentos usando substancias vegetales, animales y minerales (sal común y nitrato de
potasio o salitre).
En cuanto a los productos animales, utilizaba la leche, piel de serpiente, caparazón de tortuga,
etc. los que conservaba en forma de polvos o como ungüentos para uso externo o líquidos
para uso interno. El procedimiento consistía en pulverizar los elementos y luego los mezclaba
con aceite, cerveza o agua. Algunas prescripciones iban acompañadas de instrucciones. Todos
estos procedimientos revelarían profundos conocimientos en materia química.
Pero es lamentable que los textos omitan las indicaciones referentes a qué enfermedades se
aplicaban estos remedios. De todos modos no se les puede asignar mucho valor, ya que como
se refirió anteriormente, la medicina sumeria no hizo uso de la experimentación ni de la
comprobación. Otra omisión es la que se refiere a las cualidades de las substancias usadas, la
dosificación y la frecuencia con que se las administraba; esto hace pensar que los médicos
guardaban en secreto sus prácticas terapéuticas.
Hay testimonios de que tenían conciencia del "contagio", según una carta de un soberano
enviada a su esposa en el siglo XVIII a.C. en la ciudad de Mari, donde le previene sobre la
enfermedad de una mujer que se encontraba cerca de su esposa, advirtiéndole evitar todo tipo
de contacto con la misma (Bottero, "Introducción al Antiguo Oriente").
Hacían descripciones de los órganos más importantes y de la relación de éstos con los
sentimientos y con el principio de la vida.
Al "corazón" lo consideraban como el principio de los movimientos del alma; también era
asiento de la inteligencia, de los actos buenos y malos, etc.
El "hígado", para los acadios, si bien es cierto que era de menor importancia, lo consideraban
asiento de las emociones, como por ejemplo la cólera. Este órgano, tuvo un rol importante en
la adivinación.
Conclusión
La preocupación por la enfermedad, es tan antigua como el hombre, y además, con alguna
frecuencia el resultado final era la muerte. Desde los comienzos de la historia y de hecho
mucho antes, el hombre intentó intervenir en ella para aliviarla, detenerla o curarla.
Las diversas medidas terapéuticas que se han adoptado, reflejan fielmente las ideas que se han
tenido sobre la naturaleza de la enfermedad. Creían que era causa de la introducción de un
espíritu y que para liberarse de él usaban distintos métodos mágicos y/o prácticos.
Para entender el comportamiento de aquellos médicos y enfermos, es indispensable conocer
las premisas básicas de su interacción social. Es importante conocer la estructura de la
sociedad, el nivel cultural, el pensamiento y el sentir de esos hombres.
Bibliografía.
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Actualizado el 23/07/2004