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Disartria hipocinética

Según estudio realizado por la clínica Mayo, se llego a la conclusión que el 75% de las
disartrias hipocinéticas son responsabilidad de enfermedades neurodegenerativas y dentro de
éstas la enfermedad de Parkinson constituye un 31% de los casos y el parkinsonismo el 23%.

Los ganglios basales (el núcleo caudado, el putamen, el globo pálido, el núcleo subtalámico y la
sustancia negra) regulan el tono basal y la musculatura esquelética y una lesión en estos
provoca un conjunto de rasgos clínicos neurofisiológicos que incluyen: recorridos musculares
de movimientos reducidos, rigidez, actividad neuromuscular rápida y fásica y presencia de
reflejos de fijación posturales.

La enfermedad de Parkinson es la patología que mejor representa las alteraciones que


manifiesta una persona con disartria hipocinética, esta es un desorden neurodegenerativo
asociado a un descenso en la concentración de dopamina (La dopamina es producida en
muchas partes del sistema nervioso, especialmente en la sustancia negra, es también una
neurohormona liberada por el hipotálamo y cumple papeles importantes en el
comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, la
regulación de la producción de leche, el sueño, el humor, la atención, y el aprendizaje.) en la
sustancia negra y los ganglios basales. Su triada principal incluye:

☺ Rigidez: movimiento lento de los músculos esqueléticos ante la movilización pasiva, y


que se manifiesta durante todo el recorrido muscular del movimiento y en todas las
direcciones posibles, esto se traduce, en dificultades para el manejo de de la saliva y el
alimento dentro de la boca.
☺ Temblor: contracciones rápidas y rítmicas cuando la parte del cuerpo esta en reposo
y desaparece o disminuye cuando se comienza el movimiento.
☺ Bradicinesia: retraso al inicio o al finalizar un movimiento y un desarrollo enlentecido
del mismo, provocando que los movimientos repetitivos se realicen las lentos
(hipocinesia) y con un recorrido muscular reducido, de igual forma produce una
reducción de las expresiones faciales voluntarias y emocionales y una ausencia de
parpadeo.

Intervención

Se torna necesario intervenir en los procesos motores del habla como fonación, articulación y
prosodia.

☺ Fonación: se debe trabajar la flexibilidad respiratoria y aspectos cinemáticos de la


misma mediante, monitoreo inspiratorio, aumento y control del grupo fónico,
enseñanza de grafica de los movimientos normales costodiafragmáticos. Además de
intervenir en el incremento de la intensidad vocal trabajando el cierre glótico con
esfuerzo, incremento de la frecuencia de la voz, el inicio de la sonoridad dura, el
control de la fonación sostenida, el método del acento.
☺ Articulación: se utiliza el estiramiento muscular para la ampliación y velocidad del
movimiento, también se usa el hacer hincapié en la producción de consonantes
oclusivas, fricativas y africadas, estímulos verbales con contrastes mínimos, lo anterior,
para potenciar la precisión y coordinación articulatoria.
☺ Prosodia: ejercicios orientados al control de las pausas y al descenso de la tasa con
ayuda del golpeteo de los dedos, passing-board. El acento y la entonación se trabaja
mediante tareas contrastivas del acento prosódico, del grupo tónico y de las líneas
melódicas.

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