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2.

CUENTO CLÁSICO

Las hadas

Charles Perrault

Érase una viuda que tenía dos hijas; la mayor se le parecía tanto en el carácter y en el
físico, que quien veía a la hija, le parecía ver a la madre. Ambas eran tan desagradables y
orgullosas que no se podía vivir con ellas. La menor, verdadero retrato de su padre por su
dulzura y suavidad, era además de una extrema belleza. Como por naturaleza amamos a
quien se nos parece, esta madre tenía locura por su hija mayor y a la vez sentía una
aversión atroz por la menor. La hacía comer en la cocina y trabajar sin cesar.

Entre otras cosas, esta pobre niña tenía que ir dos veces al día a buscar agua a una media
legua de la casa, y volver con una enorme jarra llena.

Un día que estaba en la fuente, se le acercó una pobre mujer rogándole que le diese de
beber.

-Como no, mi buena señora -dijo la hermosa niña.

Cuento Moderno

Hablaba y hablaba

Max Aub

Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar.


Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar,
y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de
cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres
meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si
esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara.
No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.

Cuento Postmoderno

Llamada

Elementos para el análisis Narrativo Cartografía Didáctica.


1. Título

¿Qué sugiere el título?

Sintaxis: organización gramatical

Polisemia: Diversas interpretaciones posibles del título.

Anclaje externo: Umbral con el universo exterior al texto.

¿Cómo se relaciona con el resto del cuento?

2. Inicio

¿Cuál es la función del inicio?

Extensión y funciones narrativas

¿Existe relación entre el inicio y el final?

3. Narrador

¿Qué tipo de narrador tiene el cuento?

Sintaxis:

persona y tiempo gramatical.

Distancia:

grado de omnisciencia y participación.

Focalización:

qué menciona, qué se omite.

Tono:

intimista, irónico, nostálgico, trágico, etc.


3.

4. Hay dos parejas excluyentes, según él, en estas funciones preparatorias, y son g-d y h-
q (prohibición-transgresión de la prohibición y engaño del agresor a la víctima-complicidad
involuntaria de la víctima).

Un nuevo e importante problema plantea y estudia nuestro investigador, con soluciones


muy acertadas: «¿Las especies de una función se hallan indefectiblemente unidas a las
especies correspondientes de otra función?»82. Explicaremos un poco este problema. Se
trata de ver si, por ejemplo, cuando hay un combate en pleno campo entre el héroe y el
agresor (especie H1 de la función Combate, H), la victoria del héroe se produce igualmente
en el campo (especie J1 de la función J), o si la victoria se produce en cualquier otro lugar.
Aunque esto pudiera parecer absurdo, téngase en cuenta que en estos cuentos los saltos
de lugar, como otras muchas rupturas de esquemas de la lógica habitual, son
perfectamente posibles; ocurren, sin más explicación. Pues bien, Propp llega a la
conclusión de que estas correspondencias se presentan: 1: Siempre, entre algunos
elementos. 2: Existen parejas de funciones en las que una de las partes puede ligarse con
algunas especies de la otra, pero no con todas. 3: Se presenta libertad absoluta en tales
correspondencias.

5. los cuentos proceden de la misma fuente?». Una vez más, como la tenaz mariposa de
luz contra aquello que le fascina, Propp se siente atraído por el misterio del origen de los
cuentos. Sin ánimo de competir con el historiador, reconoce que su pregunta no deja de ser
una hipótesis, para agregar, muy sagazmente, que acaso no sea cuestión para el
historiador, sino para el psicólogo, pues pudiera ser que «los límites del cuento se explican
por los límites de las capacidades imaginativas del hombre»75. Esta opinión, sin embargo,
es rechazada por él mismo en seguida, con el débil argumento de que, de ser así, no habría
más cuentos que los del tipo maravilloso. La existencia de otras clases de cuentos
pensamos nosotros, bien podía responder a diversas capacidades de la propia imaginación.
Pero dejando a un lado este asunto, que nos llevaría -y tal vez nos llevará- a
consideraciones psicoanalíticas de la escuela de Jung76, se echa de ver en seguida que
Propp no renuncia fácilmente a la creencia de que «la fuente única puede encontrarse en
la realidad»77, preparando así el camino a su siguiente libro, de carácter materialista
histórico.

6. inante su «tesis general sobre la uniformidad absoluta de la estructura de los cuentos


maravillosos. Las variaciones de detalle aisladas o las excepciones no rompen la
constancia de esta ley»74.

Propp es el primer sorprendido ante la fuerza de esta constatación y, aunque advierte que
no le corresponde al morfólogo (hoy diríamos estructuralista) «interpretar» lo que esta ley
quiere decir, no resiste a la tentación de hacerlo, aun a modo de interrogante: «¿no significa
esto que todos los cuentos proceden de la misma fuente?». Una vez más, como la tenaz
mariposa de luz contra aquello que le fascina, Propp se siente atraído por el misterio del
origen de los cuentos. Sin ánimo de competir con el historiador, reconoce que su pregunta
no deja de ser una hipótesis, para agregar, muy sagazmente, que acaso no sea cuestión
para el historiador, sino para el psicólogo, pues pudiera ser que «los límites del cuento se
explican por los límites de las capacidades imaginativas del hombre»75. Esta opinión, sin
embargo, es rechazada por él mismo en seguida, con el débil argumento de que, de ser
así, no habría más cuentos que los del tipo maravilloso. La existencia de otras clases de
cuentos pensamos nosotros, bien podía responder a diversas capacidades de la propia
imaginación. Pero dejando a un lado este asunto, que nos llevaría -y tal vez nos llevará- a
consideraciones psicoanalíticas de la escuela de Jung76, se echa de ver en seguida que
Propp no renuncia fácilmente a la creencia de que «la fuente única puede encontrarse en
la realidad»77, preparando así el camino a su siguiente libro, de carácter materialista
histórico

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