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marc angenot el discurso social los limites histéricos de lo pensable y lo decible & PoaHia-mar ‘Somer ie i i 18 sx mmcunso sociat ycom ellos, las grandes conviccionesylos enusiasmos que susctae ban E histriador de las ideas estdconstantemente confrontado ‘on la obsolescencia de Io convincente y de fo raconal y con los interrogantesy perplejidades que resulan de esta constatacién. EL pasado, lejano y reciente, e+ un vaso cementerio de eas murtas produeidas por personas amin muas, ideas que fueron cons Seradas, en otros tempos, comvincente,demostadas incluso eve Gentes) también importantes, admirables, movlizadoras,.. Las ideas con las que tebaja el historiador de st deas han sido consi- ‘deradas como crefbles, bien fundadas, slidas yen €l momento fen que se las emia, extn devaluadas 0 en vias de estar. Ideas {que también son consideradas bellasy nobles se han convertido fen sospechouas a posterior (ex el cro, segtn la daa contempors- nea, de la ides cominista), Ideas en tempo efecvas, convin- ‘cenies, etructurantes, qu se volieron vanas y estériles, Meas Imuerts 0 musta, ideas que un dis yx no son "ds que palabras”. ‘tas son las grandes cestione,inagotables y apasionantes, so bre las que trabajo, y que sbordo al mismo tempo que otros pro- blemas de historia intelectual culeural en os ensayos que aquse prensa, anc aNeaNoT, mayo de 2010 PRIMERA PARTE, El discurso social | | | 1. El discurso social: problematica de conjunto "hay cosas que todos dicen porate fueron ichas alguna ver. MONTESqUIEN, Consieracions seb lacaas ela grands de lor romanoty des dcodencia ‘Al pensar en lo que se deciaen su pueblo, {que habia hasta en la antipodas otros Coulon, ues Marescot, otfoe Fourea, sendin pesar sobre ellos Ia tetra enter, LAURE, Bouse y Puce ‘Una conduct le parece familar: descub que os algo issito. En to cdiana, discernalo inexplicable. Det del regla ‘establecida,descubra lo absurd oxacie, La exepiiny lego El iscurso social: todo lo que se dice ys excribe en un ‘estado de sociedad, tod Jo que se imprime, wodo lo que se habla piiblicamente o se representa hoy en los medios election. “Todo lo que se nara y argument, s se considera que narrary ar {gumentayson los dos grandes modos de puesta en discurso. (© mis bien podemos llamar “discus socal" no a ese dado ee pico, eacofonicoy edundante, sino aloe stems genéricos, ios epertorios pico, ls saglas de eneadenamiento de enunciados (ue, en una sociedad dada, organizan lo dachlelo natabley op snable~y aseguran la dvsin del trabajo discursvo, Se trata extn ‘esde hacer aparecer un sistema regulador global cya natralera nose oftece inmadiatamente ala observacion, reglas de produc ‘ign yereulaeisn, as como un cuadeo de productos. {Lo que yo propongo es tomar sw ttaldad la produccisn so- dal del sentido y de la representacién del mundo, produccién ‘que presupone el sistema completo de los interess de los cuales tuna sociedad est cargada” (Posaert, 19882: 881). At, pienso en ‘uns operacisn radical de desclatsuramiente que sumerjalos carn pos discursivs tadicionalmente investigados como 5 exisieran Alsladosyfueran aut6nomos (a Ineratura, la flosols los exritos ‘ientficos) en a totaldad de lo que se imprime y se enuncia ins- titucionalmente. Tengo la intencién de ratar de leno, si puedo deciro asi, la enorme masa de los discuss que hablan, que ha ‘cen hablar al secu legan al ofdo del hombre en wociedad. Me ppropongo recorrer y balizr la totlidad de este vasto rumor ‘donde se encentran los lugares comumes de Ia conversacion y tas bromas de café, os expacios wiviales de la prensa, del perio- dismo, de los dosigraforde “la opinién pablica’, ssf como ls for- nas etéreas de la bisqueda esta Ia expeculaciénfosstia yla Formalizacion cientiGea; donde existen tanto los eslganes y las ‘docirinas politica que se enfrentan estruendosamente como los ‘murmullos perifricos de los grupdsculos disidentes. En un mo- mento dado, todos eso distros ertin provstos de aceptabili- dad y encanto; enen eficacia socal y pblices eausivos, cuyo ha- bus assico conlleva una permeabilidad particular a exes influencias, una capacidad de apreciariasy de renovar su neces- dad de ells “Tomo camo objeto conereta, afin de lustraryvalidar esta rfle- ‘ign sobre el discurto socal, la toulidad de la "cosa impress" en francés (0, al menor, in muestreo muy extenso de ella) produe ‘ida en el euro de wn afo: 1889. Se cata de esablecer un corte Sinerénico arbitario para describiry dar cuenta de fo eserbible ‘Gees epoca, Mis adelante explicaré los motivos de esta elccion En todo caso, ext empresa no apunta solamente a prodtcir luna descripeién, un euadro de los temas, los géneros las doctr- snas de una época (aingue ta deseripeién presentara en simisma Gero interés), Supone la construceida de un marco teéricoy de fenfonucs interpeetavor que la organizacén del material recolec- BL DIScURGO SOCIAL: YROMLSMTICA DE CONUNTD 45 ‘ado presuntamente ha de ilustrar y jusificar Y sapone en expe: dial el hecho de llegar dar una consistenca tedrica a fa nocién {e “dacurso socal” ya mencionada, Me parece pertnente, antes de comenzar com el ansss del dis. curso social en 1869, exponer primerg la problemtica de con junto, tarea que se anticipa, por certo, a resto del texto, ya que Jas nocionesylas tess que van a formularse se constrayen a partir de a reflexion sobre el corpus esudiado, asi como sobre ls obs ticuos las diiculades encontradas. Hlablar de discuso sociales abordarlos discusos como hechos socials ya partir deal, como hechos isSricos. También es ex, en aquello que se exeribe se dice en una sociedad, hechos que “funcionan independientemente” de los wos que cada indviduo les atribuye, que existe “fuera de las conciencias individuaes” y {que tienen una “potencia” en virtud de Ia eval se imponen. En consecuencia, mi perspectia retoma lo que se narra y se argu ‘ments, sslado de sis "manifestaciones indvicualet’, y que sia embargo, no es reducible alo colecivo, alo estadistamente di fndido: se tata de extrapolar de esr "manifesaciones indivi Jes" quello que puede ser funcional en Is “elaciones sociales", {en Jo que se pone en juego en la sociedad y es vetor de "fuerza sociales" y que, en el plano de Ia obseracicn, se identifica por ka aparicin de regulaidades, de previsibilidades. En exe proyecto de un anise los discursos como productos socates, el letor habré reconocido un eco de los principios de Durkheim ((1895], 1968) Bl discurso social -s acaso dene alguna relacién con la lengua rnomativ, a "lengua literara" de una socedad~no tiene relacién ‘com la“Tengua” des lingiistas Si bien el dicurso social sla me- dliacion necesaria para que el cédigo lingo se concrete en ‘enunciados acepiabeseincelgibies, la perspectva sociodiscursiva ppermanece heursticamente alejada del dmbito de la ingistea ‘Ambas perspectvas parecen irreconcilable, y el ans de los lenguajes socisles es antagonista (como, segin mi parecer, de muestra toda la investigaci6n contemporsnea) dela deseripelén de “la lengua” como wn sistema cuyas funciones sociales deben ser, en ciesto modo, neutralizadas,ectomizadas. Sin embargo, 1 { ‘44 ee piscunso soci iscuso social al igual que el “cdligo" Ingo, es aquello que ‘yet el, aqullo que informs ol ennciado particle y le com fhere wn estate intelgibe Porque todo discurso concreto (enunciado) deseubre sempre el objeto de su orientacién como algo ya especi- ficado, cuestionado, evaluado, envueto, si ast pudiera eciese, por una bruma Iigera que lo oscurece ol con- trarlo, como algo esclareido por palabras ajenas asi propésto, Estéemvuelo, penetrado por as ideas geners+ les, ns perspectivas, las spreciacionesy Ins definiciones de owes. (Bajtin, 1978: 100) LUNA INTERACCION GENERALIZADA ‘A primera vst, el vasto sumor de los discuss sociales da I im presién de barullo, de cacofonta, de una extrema diversdad de temas, opiniones, lenguajs, jergasyestilos; as en esa multiplies dad, en esa "heteroglosa”o "heterologia” donde se ha detenido Findamentalmente el pensamiento de Batt, Este autor acentia unllatralmente la fulder la desvicién creativa hacia una repre- sentaciGn de lo social como un gar donde las conciencias("ee- pondientes”y dialogizadas) estin en constante interaccin, un lugar en el que as legitimidades, as jerarquias, as vestriciones y| las dominantes slo se consideran en la medida en que propor ‘lonan material ala heteroglsia, en el orden estético, al texto polifénico. Nosotros no pademos seguir a Bajtin én este “mito emoerstico” (Beaiéze) lo que trataremos de hacer es exponer| las contradicctonesy las funciones, no para describir un sitera, estitic, sino aquello que lamnaremos una hegimenia entendida ‘come un conjunto complejo de ceglas presriptvas de diversifica- ign de lo decible yde cohesién, de coalescencia, de integracion. El discurso social no es ni un espacio indeterminado donde las iersa tematiraciones te producen de manera alestoria, nt una yuxtaposilén de socioletos,géneros y enlosencerradon en ss 1 DISCURSO SOCIAL PROBLAMAICA DE CONUNTO 25, ropias tadiciones, que evolucionan segin ss propia pata in temas, Por eso, hablar del discurso social sera desribic un objeto ‘ompuse formado por una sere de subconjuntosinteractivos, de rigrantes elementos metafdrcos, donde operan tendenciashe- ‘geménicasy lejes cit Sin embargo, retendremos la tess dé Bajtin que soatene una inderaccion generalizada. Los génerosy los dsciros no forman ‘complejo reciprocamenteimpermeables. Los eauncados no de- ben tratarse como “cosas, como ménada, sino come “eslabones” de cadenas dialdgicas; no se basan a s' mismo, son refcjos unos de otros, estin“lenos de ecosy de recuerdos, penetrados por i siones del mundo, tendencias, eoras” de una época. Aqui se ex bbozan las nociones de intrtextualided (como circulacin y tran formacién de ideologemas, es decir, de pequelias wnidades signifleantes dotadas de aceptabilidad dfn en una dora dada) y de intnscarsivdad (coma interacién einfluencia muta de lab axiomicas del dscurso). Estas nociones convocan a a investiga én de regs o de tendencias, en absoluto universes, pero capa cesde definire identificar un estado determinado del discuro so. cial. Ells invitan aver de qué manera, por ejemplo, ciertos ideologemas deben su cepublidad 2 una gran capacidad de mi tacién y rexetvacin, al pasar dela prensa de acealida a a no- ‘welt, o al discurso médico ycleniieo,o al ensayo de “Slosofiaso- [Mi propecto busca sacar ala uz esta interdiscursvidad generae liza de fines del siglo XIX, volera poner en comunicacion IS sic ytematica los espacios aublimes de a reflex flonSticay la 'ieraturaaudaz€ innowdora con el campo wival del slogan por liieo, I eancin de café concert, ya comicidad dels revistat s+ ica, de las bromas sobre los militares y dela “gacetlas” de la prensa popular [Lo que se enuncia en la vida socal acuta etaegias por ls que «1 enunelad “reconoce” su pasiconamienta en la economia ti ccusva y opera segtin este reconocimiento; discuss socal ‘como unidad global, ela resultant de exts etrategis maltples, aunque no aleatoras, 26 mLpmcutso social ALEGORESIS, RPTERLEGIBILIDAD El efecto de “masa sinerGnica” del discurso socal sobredeter- fina la legibildad de los textor partculares que forman es8 Inara A Is lectura de un texto dado se superponen vagamente ‘tos textos que ocupan la memoria, por un fendmeno ans Togo al de la remanencta retiniana, Esta sobreimposicién 16 lama, en los discursos sociales antiguos y clisicos,alegomsis proyeceién centripeta de los textos de toda la red sobre un exto-aitor 9 un corps fetchizado (Zumthor; Sutvin), Fené- menos andlogos se producen en los discursos modernos, por tina necesidad exructural que resulta de la organizacién topo- logiea de los earmpos discursvos. ‘a interlegibilidad asegura una entropta hermenéatica que nave leer fos textos de una época (y los de la memoria eultu- rai) con cierta estrecher monosémica, que escotomiza fa nat faleta heterologica de ciertos excrtos, anula lo inesperado y re- duce lo nuevo a lo previnible. Las "nuevas ideas" corren el teigo de pasar inadvertidas porque se abordan en un marco preconstruide que desdibuyja aquello que se presta a una lec- tara "diferente" 1 Ur gemplo arabe de reac, cyan ena br nti de ite ecg Buc yd ne ena Cm Rei ons ‘onan eral lenin ara palin enn boc “feet tian geen feroroen contr de Enrique I sein faeran ono pariarion de ‘Boulngee Lactno orgue ln epbanes em x een, Sania sorely mene een alias apo Sider need tn hi de! amc 28) 2 DECUREO SOCIAL: FRORLEMATICA BE CONLATTO #7 La primera consecuencia de nuestro enfoque es no disociae ja mis el "contenido" dela “forma”, lo que se die ya manera ade- ‘cuada de deciro, El diseursa social ne “ides” yYoomas de hac biar” de manera que a menuda bast Zon sbandonarse & una ‘raseologia para dejarse absorber por la deologta que le et inma- nente. Si cualquier enunciado, orl o escrito, comunica un "men: saje", I forma del enuniade es medio o realieaién parcial de ‘ese mensaje. Se puede pensar en ls faseologias de ls enguaes ‘eandnios, en los clichés eufGricos ("Todos los franceses que se preocupan por la dignidad y el honor del pals estarin de acuerdo en...") Los rasgos especificos de un enunclado son mareas de una condieién de produecisn, de un efecto y de una funcidn. EI uso para el cual un texto fe elaborado pede ser ne ‘conocido en su organizacion yen sus elecioneslingisieas (Gri- vel, 1978: 7), ‘rop0 x5 mEoLoGiA ‘Como se ve claramente a no se trata de oponer “enc” y “ite satura” ala idelogt, impostora y engaiioss. Porque la ideologis ‘eit en todas partes, en todo lugar, yla palabra misma “ideologia" deja de ser pertinente en el sentido de que, a seguir el camino {que guiaba fa reflexion hacia na semigtca sociobinérica, mic hos invesigadores han legado a hacer suja la propesicién ina qural de Marxism y flea de nuaje (1929): todo lenguaje Sdeolgico, todo lo que significa hace signo en la deologta, Cito a Batin/Voloshinow. 2 hin ies 2, 38 eupiscunso socut El dmbito de Ia ieologia coincide con el de fos signos: se corresponden mutsamente. Allidonde se eneventra fl signa, se encientra también Ia ideologia, (Bay a/Voléshinov £1929], 1977: 27) ‘Tada to que se analiza como sign, lenguae ydscurso es deol stco”signifiea que todo To que puede identifease ali, como los tipos de enunciados, a verbalizacin de los temas, los mods de cestructuraion 0 de composicidn de los enuncado, ls gnoscolo- 8 sbyacente en wna forma significant, todo eso lew la mares ‘de maneras de conocer yde represents To conocido que no van ide suyo, que no son necerarias nb universles,y que conllevan apuestas [ets] sociales, manifiestan interess sociales y ocupan tuna posiidn (dominante o dominada, dgarnos, aunque la ropo- logia x descrbir sea mds compleja) en la economia de los discur- sos sociales. Todo lo que se dice en una sociedad realizayaltera todos, preconsirucos (todo un yaallf que es un producto so- cial acumulado). Toda paradoja se insribe en Ia esfera de in- fluencia de una desa. Un debate sso se desarola spoyindose en ‘una topica comin a Jos agumentos opuestos. En toda sociedad, Ta masa de diseursos —dvergentes y antagonicos-engendra un de- ibe globo! maa de eoal slo os posible peribir por anacro nismo elnoch-niht Gesgtes" loan no-dich (para ear aqua Ems Bloch. ‘mecesonta Elsolo hecho de hablar de dscuso social en singular (yno evocar simplemente el conjunto eontingente de ls discursos sociales) im plea que, mis ali de fa dversidad de los lenguajes de I varedad fe las prices signiicants, dels estilosy de as opiniones, in ‘estgador puede denticar las dominancias interdscussvas, ls manera de conocer y de signifcar lo conocido que som To pri {de una sociedad, y que regulany razienden la division de los dt ‘cabs sociales aquelo que, sigulendo a Antonio Gramsci set EL bIscunso socta: onLsnkrica DE cONpUNTO mari hegomonia® La hegemonta completa, en e orden del iden logis’ los sistemas de dominion polities y de exten ecomd- rica que caracerizan una formacién socal. En relacién daléctca ‘con ls dversificaciones del iscuso (sein sus destinataros, ts grads de dstneidn, su posicida topolégics ligada a un determi nado aparato), es posible posular que ls préedcassigificantes ‘que coexisen en unasociodad no estinyustaptsiae sno que for- ‘man un todo “erginico”yson cofnteligibles, no solamente porue al se producen yseimponen temas recurentes, idest de moda, lugares comunes y efectos de evidenca, sino también porque, de ‘manera mis dismulada, mas allé de las vemsieasaparentes ( in- ‘tcgréndolas, eLinvestgador podes veconssturreglas generals de To decibe yde fo escrbibe, una vpiea, una gnoseologi, determi ‘nando, en conjunto, lo aceptahle diseusvo de una época. En cada sociedad ~con el peo de su “memoria” discursiva, la acumulacton Ae signos y madelos producidos enol pasado pata etados anteri- res del orden social la interaccidn de lor dicursos, los interes ‘que los sostienen y la necesidad de pensar colectivmente la nove- dad histria produeen la dominancia de ciertos hechos seit os te “forma” y de “contenido” que sobredeterminan global mente lo enunciable y privan de medios de enuaciacién a lo Jmpensable o lo “ain no dicho" (que no se corresponde de nin. ‘in modo con Io nexistenteo lo quimérico), ‘La hegemonta que abordaremos aque a que se establece en discs socal es decir en la manera en que una sociedad dada se objetiva en textos, en esrios (y también en génerororales) No la consideraremos un mecanismo de dominio que abarcaria toda Is eultura, que abarcaria 20 sélo lo dsentao8y los mom, sino también Jos “rituales" (en un sentido ampli), Ia semana ‘ién de los tos y las sgnifcaciones inmanentes a las diversas prices materiales als “ereencias” que It movilizan Sin dud, Ia hegemonia discursivas6lo es un elemento de sna hegenonia cultural mas abareadora, que extablece la legitiidad ye sentido ge BL miscuxso soci Ae tos iversos “exile de vida", de Ie comturbres, accendes y ‘mentalidades" que pasecen manifestar. Mis adelante expongo las razones porns cuales me parece pertinent alr el ana de los discusos seins del resto de Io que en Ia cultura produce sent y pr lo que a sociedad se manifesta organizaday axiolo- sizada. ago una alaraci no llamo “hegemonia” al conjunto de los ‘exquemas discurivr, temas, ideas e ideologias que prevalecen, iredominas, tienen el ma alto grado de legtimidad en el dis ‘curso socal global 0 en alguno de sus actores. La hegemonia es, ms bien, el conjunto de ls “repertorios"y rela y la topologia| de los “esatus" que confieren a esis entidades dscussivas poscio- tes dein luenciay prego, yes procuran esis, formas, micro- relatos yargumentos que contsbuyen asu aceprabilidad. Puede ‘ceder que, para abrevar, se diga que tl temitica al fraseolo- {ia tal conjunto dctsivo son “hegeméaicos™. Eso es manifesta fn téminossmpliscacos et hecho de que esas entidades aprove- ‘chan la Kg hegeménica para imponersey difundirse, La hege- ‘monfa designa entonces un grado mds elevado de abstraccin que Ta desripein de los discurss. Muatis mutandis ella es a as pro- lucciones dscursiva y déxicas lo que los paradigmas (de Kula) las epsternes (de Foucault) son alas weorlas las doctrinas cen tiie que prevalecen en una época dada: un sistema regulador ‘que predetermina la producein de formas discursinas coneretas. Decir que tal entidad cognitiva © discursiva es dominante en tuna époct dada no implica negar que esté insert en un juego en elque existen miitiples estategias que Ia evestionan yse oponen ‘ella lterando sus elementos En este sentido -pongo un elem plo banal, en 1889 hay una ciertacensura sobre ol sexo y sus re- presentaciones (aungue no puedo esboras sus caracteristcas en pacas Kinear), No obsante, eta misma censura permite que ellie bertnaje "bien esrito” de Catulle Mend, la apologta de boule- ‘ard delascoctry de Paris de fox placeres, ols audacas oxcurar mente sublimadas de Ja innovadora novela nacuralista 0 ‘moderista xe manifierten, adquieran presi aos ojos de algue thot ytematicen, en cierto modo, us wansgresiones. La hegemo- tla es lo que engendraa lave el sexo “victorian” reprimido ys 1 DIECURGO SOCIAL: PRORLEMATICA DE CONUNTO gt cortejo de “wranagresiones”y “audaclas™ Porque ala hegemonsa se une la legibllidad, el imerésdedectura, Catlle Mendes y Bax chile, por mds audaces que fueran, son tn “egies” hoy como Jos rabajosIenos de autoridad det Dr. Garner sobre las aberrae cones del instinto genésico. Podemos apreciarclaramente por (qué estos escrtoresexcandalosos permiten slo una leeura “a ‘queologica". Pesmeables alas ideas dominantes que su "perver- SiG” se complacia en tansgredit,s6lo podian operar cierto efecto significant y “significa” en ef interior de su propia Inegemonfa, Se diré que eran “desu tiempo". En viru de wna ihe sign extftica sin duda agradabl, un aficionado curio puede en- conuar todavia cierto encanto en Péladan, Rachilde 0 Jean Lo- train, quienes nos dan a intuiciGn fugar del ipo “extsaio" de discurso social que slimentaba Ia dindmiea de sus audacias de ‘ensamiento y sus binquedas estas, ‘MCEIEONA, LEGITIACION ¥ ACEPTARILIDAD ‘La hegemonia noes slo aquello que, en medio del visto rumor de los discurse sociales, se manifiesa con mis fuerza ose dice en ‘varios lugares, Tampoco es esa dominancia cuantativa que hala mds “audibles” las banalidades del café concert la broma burda de los darios populares Frente a los sues debates de la Revue ds Devs Mondex La hegemonta es, fundamentalmente, un conjunto ‘de mecanismos unifcadores reguladores que aseguran ala vez 1a division de trabajo diseurivo yun grado de homogencizacién de revSrcas, tpieas y doxastransiscursvas, Sin embargo, e505 mecanismos imponen aceprabilidad sobre lo que se dice y se es- cribe,yesrafcan gradosy formas de legitimidad. Porlo tanto la hhegemonfa se compone de replas canénieas de ls géneros y los

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