El tiempo del computo de la prescripción se computa a partir del momento en que se
determina que existe evasión y ello depende del tipo de impuesto debido.
En los casos de impuestos liquidados por el contribuyente (auto liquidados) en el
momento de la consumación se puede afirmar que existe evasión, puesto que la proporción de datos y la liquidación del impuesto se realiza en el mismo acto. Por ejemplo, la presentación de la declaración de impuestos del IVA o IRACIS, etc. En estos casos la presentación de la declaración de impuestos al equivale al inicio del computo de la prescripción.
En los casos de impuestos gestionados y liquidados por la administración el momento
del computo del hecho se extiende hasta la fecha de la notificación de la liquidación del impuesto aunque se trate de una liquidación parcial o una liquidación sujeta a una condición de revisión.
Como se ve en estos casos no se produce el resultado lesivo por el pago de una
cuantía menor al fiscal, pero si se produce un peligro concreto de lesión al patrimonio fiscal, lo cual justifica el adelanto de su punición.
En este caso la autoridad tributaria es la que realiza la determinación del impuesto
adeudado; por lo que, la fecha de la notificación de la liquidación del impuesto por la autoridad perceptora es la que marcará el inicio del computo de la prescripción.
Un caso diferente se da en la omisión, puesto que en estos casos no existe impuesto
liquidado por parte del contribuyente, dado que el obligado con su omisión impidió que la autoridad pueda determinar el impuesto adeudado o su omisión significó una reduccion del impuesto adeudado; por ejemplo el caso de las rectificaciones. En estos casos como ya se ha mencionado en la explicacion de la consumación del tipo omisivo el computo de la prescripción opera cuando finaliza el plazo en que el contribuyente podia declarar voluntariamente y pierde el derecho de actuar en el sentido deseado por el ordenamiento jurídico.