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El dibujo como la pintura, cerámica, modelado es una vertiente del arte y que hoy
por hoy en el actual proceso no puede ser una técnica más, en ese entendido y tras
años de investigación y práctica llego a la conclusión de que el Dibujo es una
herramienta pedagógica por naturaleza sin perder sus cualidades artísticas.
Esta nueva forma de hacer arte es una especie de interiorización de los aspectos
externos, al mismo tiempo como una teatralización formal y tonal que construye
nuestra imaginación, nuestro inventario de imágenes propia respecto del medio
natural o entorno regional del creador.
Otro aspecto interesante del Dibujo es que es posible crear un lenguaje narrativo
personal originado en una experiencia colectiva que se desarrolla en un espacio
común, nuestro contexto regional.
Educar a través del arte es posible, pero resulta aún más positivo, enseñar a través
de una disciplina en particular en este caso el Dibujo, dejando para otra oportunidad
al Modelado, Pintura, Cerámica. Al mismo tiempo el propósito esencial se encuentra
en rechazar la visión convencional del manejo del paisaje, retrato u otra temática,
asimilándolo al contrario como un aprendizaje logrado mediante la aplicación de
nuevas fórmulas de actuación artística, donde la visualidad está orientada a un nivel
interpretativo, aquel en el que nos es necesario situarnos para un conocimiento
consciente y profundo del espacio en el que vivimos.
A las obras creadas con este nuevo enfoque, se les atribuye un carácter analítico y
conceptual del espacio, que implica ir más allá de la apura contemplación objetiva.
De hecho el análisis de las imágenes ha vuelto a cobrar importancia en las Ciencias
Sociales donde el Arte se adelanta a los tiempos y genera nuevas formas, que los
sociólogos, antropólogos comprenden recién la irrupción de las clases medias,
culturas originarias en la política, en el acontecer social en la actual coyuntura,
cuando los pintores bolivianos ya lo vaticinaban tiempo atrás, como lo es la obra de
Raúl Lara, pintor boliviano que hizo su obra más representativa en los años 70 y 80
con temática social, con personajes apropiándose del espacio urbano con sus
propios gustos y forma de ser, tiempo en el que no se veía ni por asomo la actual
realidad boliviana, con nuevos actores, nueva política.
Esas son las ventajas del Arte, adelantarse a los hechos y a propósito del Dibujo,
“Dibujar para vivir y vivir para dibujar” dijo alguna vez el artista orureño Raúl Lara
(1940-2011). Así de vital y permanente era para él el dibujo, desde los estudios
preparatorios para sus grandes pinturas hasta los apuntes libres y cotidianos —
incluso íntimos— que salían de sus manos.
La sociedad moderna estableció la idea de que “ver es conocer”, puesto que lo
oculto adquiere centralidad sin precedentes en el mundo moderno, el impacto visual
de la nueva obra de arte, se reviste de nuevos significados visuales inscritos en la
creación de la imagen.