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Derecho Privado VI “FAMILIA”

Eje Temático N° 1- Parentesco Matrimonio y Uniones


Convivenciales

1.1. Parentesco
Es el vínculo jurídico existente entre personas en razón de la naturaleza, las técnicas de
reproducción humana asistida, la adopción y la afinidad.

1.1.2. Efectos Jurídicos Del Parentesco


Civiles:
 Es base de los impedimentos matrimoniales (art. 403 inc. a, b y c).
 Es fuente de la obligación alimentaria (arts. 537, 538).
 Es fuente de la vocación sucesoria ab intestato (art. 2424).
 Otorga el derecho a oponerse a la celebración del matrimonio (art. 411 inc. b).
 Confiere legitimación activa para la promoción de la acción de nulidad del
matrimonio (arts. 424, 425).
 Confiere legitimación activa para la restringir la capacidad o declarar la incapacidad
(art. 33) y para solicitar la inhabilitación por prodigalidad (art. 48).
 Impone la obligación de denunciar la orfandad o la vacancia de la tutela bajo sanción
del derecho de privación de ésta (art. 111).
 Otorga el derecho al beneficio de competencia (art. 893).
 Inhabilita al oficial público para actuar como tal en los asuntos en que están
interesados sus parientes dentro del cuarto grado o segundo de afinidad (art. 291).
 Inhabilita para ser testigos en los instrumentos públicos a los parientes del oficial
público dentro del cuarto grado y segundo de afinidad (art. 295 inc. d).
 Inhabilita para ser testigo de un testamento por acto público a los ascendientes, los
descendientes del testador (art. 2481).
 Legitima para requerir la simple ausencia (art. 80) y también para requerir la
declaración de ausencia con presunción de fallecimiento (art. 87).
 Fundamenta el derecho de comunicación (art. 555).

Penales:
En el campo del derecho penal, el parentesco obra de tres maneras diferentes:
 como agravante de ciertos delitos de homicidio, homicidio en estado de emoción
violenta, lesiones violación, corrupción y prostitución, abuso de armas, estupro, abuso
deshonesto, y privación ilegítima de la libertad.
 como eximente de responsabilidad: por hurtos, defraudaciones o daños entre
ascendientes, descendientes, afines en línea recta y entre hermanos o cuñados que viviesen
juntos y por el encubrimiento de parientes.
 como elemento integrante de la figura delictiva: en el caso del delito de
incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.

Procesales:
El parentesco puede operar como causal de recusación y excusación de magistrados y
funcionarios judiciales. También impide el ofrecimiento como testigos de parientes
consanguíneos y afines en línea recta.

1.2. Alimentos
Conforme la RAE, los alimentos: “son toda prestación debida entre parientes próximos
cuando quien la recibe no tiene la posibilidad de subvenir a sus necesidades”.
Es una exigencia de carácter moral y equitativo. Si bien la obligación alimentaria tiene
fundamento en el interés individual, es innegable que el desarrollo y el origen del derecho
de alimentos es también una cuestión de interés público y que, por razones de solidaridad
de sangre y de vínculo parental, debe hacerse cargo a los más estrechos miembros de la
familia.

1.2.1 Requisitos De Exigibilidad:


El derecho alimentario se hace exigible cuando en los hechos convergen tres requisitos:
a) Vínculo familiar: nexo de parentesco en la clase y grado que origina la obligación
alimentaria.
b) Necesidad de quien lo solicita: el pariente que demanda alimentos debe probar que con
el producido de su trabajo no puede satisfacer las exigencias vitales, sea porque sus
ingresos son insuficientes o sea porque se encuentra desocupado sin su culpa: por
incapacidad, enfermedad, o porque en el lugar de su residencia existe una elevada tasa de
desempleo.
c) Capacidad económica del obligado: el requerido por alimentos debe disponer de medios
o de recursos suficientes, para permitirle satisfacer prioritariamente sus necesidades
personales, incluidas las del grupo familiar conviviente, y los compromisos asumidos (pago
de alquiler de su vivienda, aranceles por educación de sus hijos, impuestos, etcétera), le
hagan posible atender a la alimentación del necesitado requirente.

1.2.2 Beneficiarios Y Obligados Alimentarios


Parientes obligados
Los parientes se deben alimentos en el siguiente orden:
1. Los ascendientes y descendientes. Entre ellos estarán obligados preferentemente los más
próximos en grado.
2. Los hermanos bilaterales y unilaterales.
En cualquiera de los supuestos los alimentos son debidos por los que están en mejores
condiciones de proporcionarlos. Si dos o más de ellos están en condiciones de hacerlo, están
obligados por partes iguales, pero el juez puede fijar cuotas diferentes, según la cuantía de
los bienes y cargas familiares de cada obligado.
“Entre los parientes por afinidad únicamente se deben alimentos aquellos que están
vinculados en línea recta en primer grado” (art.538).
La relación alimentaria de los afines es subsidiaria. La jurisprudencia ha entendido que los
parientes por afinidad sólo se deben alimentos entre sí en caso de que no haya
consanguíneos en condición de prestarlos.

1.2.3 Contenido de la Obligación Alimentaria. (Art


541)
La prestación de alimentos comprende lo necesario para: 1) la subsistencia, 2) habitación,
3) vestuario, y 5) asistencia médica, correspondientes a la condición del que la recibe, en la
medida de sus necesidades y de las posibilidades económicas del alimentante. Si el
alimentado es una persona menor de edad, comprende, además, lo necesario para 6) la
educación, en este último caso, este rubro se extingue de pleno derecho a los 18 años,
quedando subsistente los demás hasta que cesen las condiciones que dieron origen al
reclamo alimentario.
Para la fijación de la cuota alimentaria se debe tener en cuenta:
a) las necesidades del alimentado y
b) la capacidad económica del alimentante.

1.3. Derecho de Comunicación


Busca mantener los vínculos afectivos entre parientes, dotándolos del derecho de mantener
adecuada comunicación con el pariente con quien no se convive.
Los que tienen a su cargo el cuidado de personas menores de edad, con capacidad
restringida, o enfermas o imposibilitadas, deben permitir la comunicación de estos con sus
ascendientes, descendientes, hermanos bilaterales o unilaterales y parientes por afinidad en
primer grado. Si se deduce oposición fundada en posibles perjuicios a la salud mental o
física de los interesados, el juez debe resolver lo que corresponda por el procedimiento más
breve que prevea la ley local y establecer, en su caso, el régimen de comunicación más
conveniente de acuerdo a las circunstancias (art. 555).
Los beneficiarios del derecho de comunicación podrán ser todas aquellas personas que
puedan justificar un interés afectivo legítimo. (art. 556) basado en el interés familiar, por
ejemplo los tíos del menor e incluso extraños - no parientes- que mantienen con la persona
a la que piden visitar un vínculo afectivo nacido de circunstancias respetables, como los
padrinos de bautismo
En el actual Código se prevé que el juez impongan al responsable del incumplimiento
reiterado del régimen comunicacional establecido, medidas razonables para asegurar su
eficacia (un ejemplo podría ser impedir que salga del país).

1.4. Matrimonio
1.4.1 Definición: Es una institución jurídica que, basada en el consentimiento
mutuo, se constituye por la unión formal, aconfesional o civil, exclusiva, exogámica,
igualitaria, estable y plena entre dos personas de distinto o igual sexo que, emplaza a los
contrayentes en el estado de familia, de cónyuges o esposos del que se derivan importantes,
derechos y deberes, regidos por un estatuto legal que el estado impone.
Se distinguen, en el concepto, dos aspectos:
 El matrimonio como acto de celebración: es el acto jurídico familiar donde queda
determinada la unión entre dos personas.
 El matrimonio como estado de familia que surge del acto jurídico inicial.

1.4.2. Requisitos de existencia y validez


El matrimonio como acto jurídico es subjetivamente complejo y está constituido: por el
consentimiento de los contrayentes, y por el acto administrativo que implica la intervención
de la autoridad competente para celebrar el matrimonio. Los elementos estructurales del
acto son condiciones de existencia; la ausencia de alguno de estos provoca su inexistencia,
lo cual no equivale a invalidez o nulidad.
 Inexistencia: cuando el aparente matrimonio carezca de alguno de los elementos
estructurales que hacen a la formación, es decir, el consentimiento y la intervención
constitutiva del oficial público encargado del Registro Civil. El mismo no producirá efectos
civiles aunque las partes hubieren obrado de buena fe.

 Nulidad: cuando el acto jurídico matrimonial tiene vicios o defectos de legalidad


originarios, que existen al tiempo de la celebración del matrimonio.

Para que exista matrimonio válido y lícito es necesaria la reunión de:


Requisitos intrínsecos, o de fondo: consentimiento y ausencia de impedimentos
Requisitos extrínsecos, o de forma: que dicho consentimiento sea expresado
personalmente frente al oficial público.

1.4.2. Aptitud natural: habilidad física y mental


Habilidad física:
La ley reconoce que, para un acto de tal importancia personal y jurídica como el
matrimonio, es necesaria cierta madurez. Se pretende, así, asegurar mayor responsabilidad
para el trascendente acto de la vida civil que significa contraer matrimonio.
 Es impedimento para contraer matrimonio: tener menos de 18 años, (art. 403 inc. f).
Si se tienen entre 16 y 18 años, pueden contraer matrimonio con autorización de sus
representantes legales (art. 404). Si se niegan a prestar el consentimiento, supletoriamente
debe decidir el juez.
Para los menores de 16 años, la ley exige, como requisito ineludible, la dispensa judicial
(mecanismo mediante el cual el juez competente procede al “levantamiento de la
prohibición que obstaculiza el matrimonio”, previo a mantener una entrevista personal con
los pretensos contrayentes y sus representantes legales, en donde el juez indagará acerca
del conocimiento y entendimiento de los efectos tanto patrimoniales como personales del
acto jurídico matrimonial que tengan los adolescentes).
Una vez que el menor de 18 años haya contraído matrimonio, el casamiento emancipa al
menor de edad, teniendo en cuenta que, si se hubiere celebrado sin la correspondiente
dispensa, el matrimonio será pasible de nulidad relativa.
 Matrimonio entre el tutor o sus descendientes con la persona bajo su tutela.
No basta que el juez arribe a la convicción sobre la conveniencia de las nupcias, sino que,
además, requerirá que estén aprobadas las cuentas de la tutela. Recaudo que obedece a la
necesidad de proteger el patrimonio del pupilo, impidiendo que el tutor o sus
descendientes puedan aprovecharse del matrimonio para no rendir debidamente las
cuentas de la misma. Si se contrajera matrimonio sin estar aprobadas las cuentas de la
tutela, corresponde la sanción descripta en el art. 403 infine, que establece que el tutor
perderá la asignación que le corresponda sobre las rentas del pupilo.

Habilidad mental:
Es un impedimento matrimonial: “la falta permanente o transitoria de la salud mental que
le impide tener discernimiento para el acto matrimonial” art. 403 inc. G
Con la excepción de lo que establece el (art. 405)…que las personas que padezcan
afecciones en su salud mental puedan celebrar el matrimonio, previa dispensa judicial.
Requerimientos para otorgar dicha dispensa:
 Intervención de equipos interdisciplinarios: los cuales emitirán un dictamen que
exprese si el pretenso contrayente comprende las consecuencias jurídicas del acto
matrimonial y si goza de la aptitud para la vida de relación conyugal.
 Entrevista personal: el juez debe mantener una entrevista personal con los futuros
contrayentes, pudiendo también hacerlo con sus representantes y/o cuidadores.

1.4.3. Aptitud legal:


Impedimentos Definición:
Los impedimentos matrimoniales: son hechos o situaciones que importan un obstáculo
para la celebración del matrimonio. Son “las prohibiciones, limitaciones y restricciones que
el ordenamiento jurídico impone al derecho a contraer matrimonio condicionando la
capacidad para casarse de las personas”.
Clasificación:
 Por la naturaleza de la sanción:

 Dirimentes: aquellos cuya violación habilita el ejercicio de la acción de nulidad del


matrimonio.
 Impedientes: aquellos cuya violación no da lugar a la nulidad sino que se resuelven
en sanciones de otro tipo o bien cumplen solo una función preventiva, de modo que si el
oficial público que los conoce debe negarse a celebrar el matrimonio, una vez contraído
ninguna consecuencia jurídica produce su inobservancia.

Los impedimentos impedientes son meramente prohibitivos en el sentido de que, si el


matrimonio se celebra, es válido, aunque, por haber sido irregularmente celebrado,
conlleva sanciones para los contrayentes.

Falta de aprobación de las cuentas de la tutela (art. 404 in fine):

La dispensa para el matrimonio entre el tutor o sus descendientes con la persona bajo su
tutela sólo puede ser otorgada si, además de los recaudos previstos en el párrafo anterior,
se han aprobado las cuentas de la administración. Si de igual modo se celebra el
matrimonio, el tutor pierde la asignación que le corresponda sobre las rentas del pupilo.
En este caso no se sanciona con la nulidad, sino con pérdida de la asignación que le hubiere
correspondido sobre las rentas del pupilo.

 Por las personas respecto de las cuales se aplica:

 Absolutos: los que obstan a la celebración del matrimonio con cualquier persona
(falta de edad legal).

 Relativos: los que solo representan un obstáculo con respecto a personas


determinadas (parentesco).

 Por el tiempo de vigencia:

 Perpetuos: no desaparecen por el transcurso del tiempo (parentesco).

 Temporales: desaparecen o están sujetos a extinción por el transcurso del tiempo


(falta de edad legal).

1.5. Los deberes entre cónyuges


Los deberes que surgen a raíz de la celebración del matrimonio los podemos clasificar de la
siguiente manera:

Los mencionados, son deberes mínimos, recíprocos, incoercibles salvo el de contribución y


alimentos que tiene un contenido patrimonial

El deber de cooperación: es un deber moral e incoercible, implica que “los cónyuges deben
obrar conjuntamente en miras a la realización de su proyecto de vida común”.
El deber de convivencia: es un deber axiológico o moral, NO genera ninguna consecuencia
jurídica frente a su incumplimiento.
Deber de fidelidad: es un deber moral, su incumplimiento no trae aparejado ningún tipo
de sanción civil.
El deber jurídico de asistencia mutua: El derecho, deber de asistencia, tiene dos aspectos:
uno material: refleja en el verdadero derecho – deber de alimentos que coexiste a partir de
la celebración del matrimonio, y en ocasiones después de finalizado este, y uno moral
donde el deber de asistencia se traduce en “ayuda mutua, cuidados recíprocos, socorro o
cooperación” todos deberes morales y no jurídicos.
Los alimentos entre cónyuges:
En concordancia con el deber jurídico de asistencia en sentido material, el Código Civil y
Comercial en su Art. 432 establece el deber de alimentos entre los cónyuges, disponiendo
que:
Los cónyuges se deben alimentos entre sí durante la vida en común y la separación de
hecho. Con posterioridad al divorcio, la prestación alimentaria sólo se debe en los
supuestos previstos en este Código, o por convención de las partes. Esta obligación se rige
por las reglas relativas a los alimentos entre parientes en cuanto sean compatibles (art 432).
Como surge del artículo, la fuente de la obligación alimentaria entre cónyuges puede ser
legal, es decir derivada de la ley, o convencional, es decir de la voluntad de las partes.
El derecho – deber alimentario rige entonces durante la vigencia del matrimonio de manera
igualitaria entre ambos cónyuges, incluso durante la separación de hecho. Para estos casos,
la ley prevé cuáles son las pautas para la fijación de alimentos (Art. 433 CCyCN), siendo
éstas:
a) el trabajo dentro del hogar, la dedicación a la crianza y educación de los hijos y sus
edades;
b) la edad y el estado de salud de ambos cónyuges;
c) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo de quien solicita
alimentos;
d) la colaboración de un cónyuge en las actividades mercantiles, industriales o
profesionales del otro cónyuge;
e) la atribución judicial o fáctica de la vivienda familiar;
f) el carácter ganancial, propio o de un tercero del inmueble sede de esa vivienda. En caso
de ser arrendada, si el alquiler es abonado por uno de los cónyuges u otra persona;
g) si los cónyuges conviven, el tiempo de la unión matrimonial;
h) si los cónyuges están separados de hecho, el tiempo de la unión matrimonial y de la
separación;
i) la situación patrimonial de ambos cónyuges durante la convivencia y durante la
separación de hecho (art 433).

Cese de la obligación alimentaria


El derecho alimentario cesa si
1) desaparece la causa que lo motivó,
2) el cónyuge alimentado inicia una unión convivencial, o nuevas nupcias
3) o incurre en alguna de las causales de indignidad” (art.433).
Asimismo, en base al principio de solidaridad familiar, el Código sostiene que tras el
divorcio, los cónyuges se deberán alimentos si así se hubieren obligado por acuerdo entre
partes, o en los siguientes casos:
1) a favor del cónyuge que padece una enfermedad grave y que le impide auto-sustentarse
2) a favor del cónyuge que no tiene recursos suficientes ni posibilidad razonable de
procurárselo (Art. 434). no pudiendo tener una duración superior al número de años que
duró el matrimonio.
En estos casos, se tendrán en cuenta las siguientes pautas para fijar los alimentos:
a) la edad y el estado de salud de ambos cónyuges;
b) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo de quien solicita
alimentos;
c) la atribución judicial o fáctica de la vivienda familiar (…)

1.6. Uniones convivenciales


1.6.1 Definición. Requisitos. Registración. Prueba
Definición: El CCyCN por primera vez regula las uniones convivenciales. Son
consideradas tales “a la unión basada en relaciones afectivas de carácter singular, pública,
notoria, estable, y permanente do dos personas que conviven y comparten un proyecto de
vida común, sean del mismo o diferente sexo”(art 509).
Requisitos (art 510):
 Que sean mayores de edad: esto es x q al no haber ningún tipo de formalidad para
constituirla, ni control estatal previo, se impone que involucre solo a personas mayores de
edad, (que hayan cumplido 18 años).

 No estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en todos los grados, ni
colateral hasta el segundo grado: esto es por tratarse de una relación de pareja, por ello es
requisito que no estén unidos por vínculos familiares cercanos. A través de este requisito se
excluye del régimen a otro tipo de uniones como las llamadas uniones asistenciales, en las
cuales, por ejemplo, conviven juntos dos hermanos, dos amigos, etcétera.

 No estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta: por las
mismas razones expuestas en el inciso anterior, no serán consideradas uniones
convivenciales las compuestas por una persona y padres afines, abuelos afines, hijos afines,
etcétera.

 No tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia de manera


simultánea: este requisito es de fácil comprobación ya que tanto del matrimonio
subsistente, como de la unión convivencial registrada se obtienen los correspondientes
certificados.

 Mantengan la convivencia durante un período no inferior a dos (2) años: se


entiende que este requisito tiende a materializar la publicidad, notoriedad, estabilidad y
permanencia que define las uniones convivenciales (art 510).

Registración:
La existencia de la unión convivencial, su extinción y los pactos que los integrantes de la
pareja hayan celebrado se inscriben en el registro que corresponda a la jurisdicción local,
sólo a los fines probatorios.
No procede una nueva inscripción de una unión convivencial sin la previa cancelación de la
preexistente.
La registración de la existencia de la unión convivencial debe ser solicitada por ambos
integrantes (art511).
Es decir, la registración se prevé solo a los fines de facilitar la prueba de la unión, aunque
las parejas registradas tendrán un plus de reconocimiento frente a terceros respecto de la
protección de la vivienda familiar, ya que solo para el caso de las uniones registradas, se
protege la vivienda familiar y los muebles indispensables al requerirse el asentimiento del
otro conviviente en caso de disposición, así como también se determina la inejecutabilidad
por deudas contraídas con posterioridad a la registración, excepto que hayan sido
contraídos por ambos convivientes o por uno con el asentimiento del otro (art 522).
Prueba:
“La unión convivencial puede acreditarse por cualquier medio de prueba; la inscripción en
el Registro de uniones convivenciales es prueba suficiente de su existencia”(art 512).
Este artículo deja claro que la registración no es obligatoria para constituir la unión
convivencial, pudiéndose probar ésta por cualquier medio. Asimismo, el beneficio de la
inscripción es que es prueba fehaciente por sí misma para probar dicho unión.

1.6.2. Pactos de convivencia. Contenido y Límites.


Pactos de convivencia:
Están destinados a regular las relaciones entre los convivientes que pueden ser de carácter
patrimonial o extra patrimonial. En principio estos pactos prevalecen sobre las normas
previstas en el Código. Sin embargo, ellos están limitados y existen materias donde el
ordenamiento legal prevalece.
Contenido del pacto:
El CCyCN, de manera enunciativa, establece algunas de las cuestiones que pueden ser
incorporadas al pacto de convivencia.
Así, el artículo 514 establece: Los pactos de convivencia pueden regular, entre otras
cuestiones:
a) la contribución a las cargas del hogar durante la vida en común;
b) la atribución del hogar común, en caso de ruptura;
c) la división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en caso de ruptura de la
convivencia (art.514).
Asimismo, es importante destacar que en virtud de la autonomía de la voluntad, estos
“pactos pueden ser modificados rescindidos por acuerdo de ambos convivientes” (art. 516).
Límites:
El art. 515 impone límites a la voluntad de las partes en la regulación del contenido de la
unión. En ellos se prohíbe:
a) Contrariar el orden público; entendiendo como orden público al conjunto de normas que
son indisponibles para las partes: asistencias (art. 519), Contribución de los Gastos (art.
520), Responsabilidad por las deudas frente a terceros (art. 521), protección de la vivienda
(art. 522). Vedando a las partes pactar lo contrario.
b) Afectar el principio de igualdad de las partes: estos pactos no deben poner en ventaja a
uno de los convivientes en desmedro del otro.
c) Afectar los derechos fundamentales de los integrantes de la unión: podrían nombrarse el
derecho a la vida, a la salud, a la libertad y demás derechos consagrados en la Constitución
Nacional y los Tratados de Derechos Humanos.
1.6.3. Cese de la convivencia. Causas. Efectos
Causas (art. 523):
Algunas causales son ajenas a la voluntad de las partes y otras tienen su origen en la
voluntad de los convivientes.
En virtud de ello, La unión convivencial cesa:
a) por la muerte de uno de los convivientes;
b) por la sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento de uno de los
convivientes;
c) por matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus miembros;
d) por el matrimonio de los convivientes;
e) por mutuo acuerdo;
f) por voluntad unilateral de alguno de los convivientes notificada fehacientemente al otro;
g) por el cese de la convivencia mantenida. La interrupción de la convivencia no implica su
cese si obedece a motivos laborales u otros similares, siempre que permanezca la voluntad
de vida en común (art 523).

Efectos.
Compensación económica: fijación judicial, pautas, caducidad
Efectos por la ruptura convivencial, regulados por:
a) normas de orden público
b) pacto convivencial si lo hubiera.
Compensación económica (art 524) cesada la convivencia:
El conviviente que sufre un desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de su
situación económica por causa de la convivencia y su ruptura, tiene derecho a una compensación.
Puede consistir:
a) en una prestación única
b) en una renta por un tiempo determinado que no puede ser mayor a la duración de la unión
convivencial.
Puede pagarse:
a) con dinero,
b) con el usufructo de determinados bienes
c) cualquier otro modo que acuerden las partes
d) o lo decida el juez (art 524).
Si la compensación se realiza por una renta, ésta no puede superar lo que hubiera durado la
unión.
Requisitos para que se de la compensación (art. 525):
El juez determinará la procedencia y el monto, sobre la base de diversas circunstancias,
entre otras:
a) el estado patrimonial de cada uno de los convivientes al inicio y a la finalización de la
unión;
b) la dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a la crianza y educación de los
hijos y la que debe prestar con posterioridad al cese;
c) la edad y el estado de salud de los convivientes y de los hijos;
d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del conviviente que
solicita la compensación económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o profesionales del
otro conviviente;
f) la atribución de la vivienda familiar (art 525).

La acción para reclamar la compensación caduca a los seis (6) meses de haberse producido
cualquiera de las causas de finalización de la convivencia”(art525).
Atribución del uso de la vivienda: se protege el derecho a la vivienda tanto ante el cese de
la unión convivencial en vida de ambos cónyuges, como en el supuesto de muerte.
El uso del inmueble que fue sede de la unión convivencial puede ser atribuido a uno de los
convivientes en los siguientes supuestos:
a) si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores de edad, con capacidad restringida, o con
discapacidad;
b) si acredita la extrema necesidad de una vivienda y la imposibilidad de procurársela en
forma inmediata (art526).

El juez debe fijar el plazo de la atribución, el que no puede exceder de dos (2) años a
contarse desde el momento en que se produjo el cese de la convivencia” (art526).
A petición de parte interesada, el juez puede establecer:
a) una renta compensatoria por el uso del inmueble a favor del conviviente a quien no se
atribuye la vivienda;
b) que el inmueble no sea enajenado durante el plazo previsto sin el acuerdo expreso de
ambos;
c) que el inmueble en condominio de los convivientes no sea partido ni liquidado.
La decisión produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral.
Si se trata de un inmueble alquilado, el conviviente no locatario tiene derecho a continuar
en la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al pago y las
garantías que primitivamente se constituyeron en el contrato (art526).
“El derecho de atribución cesa:
a) por cumplimiento del plazo fijado por el juez;

b) por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su fijación;

c) por las mismas causas de indignidad previstas en materia sucesoria”(art445).

En el supuesto de muerte de uno de los convivientes, el artículo 527 dispone:


El conviviente supérstite que carece de vivienda propia habitable o de bienes suficientes
que aseguren el acceso a ésta, puede invocar el derecho real de habitación gratuito por un
plazo máximo de dos años sobre el inmueble de propiedad del causante que constituyó el
último hogar familiar y que a la apertura de la sucesión no se encontraba en condominio
con otras personas.
Este derecho es inoponible a los acreedores del causante.
Se extingue si el conviviente supérstite constituye una nueva unión convivencial, contrae
matrimonio, o adquiere una vivienda propia habitable o bienes suficientes para acceder a
ésta(art527).
Distribución de los bienes
La distribución de los bienes ante el cese de la convivencia, siempre ha traído aparejado
numerosos inconvenientes, sobre todo cuando las uniones convivenciales no estaban
reguladas en nuestro ordenamiento.
En el CCyC, se regula esta situación, priorizando siempre, si hubiere, el pacto convivencial.
A falta de pacto, los bienes adquiridos durante la convivencia se mantienen en el
patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio de la aplicación de los principios generales
relativos al enriquecimiento sin causa, la interposición de personas, y otros que puedan
corresponder(art528).

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Eje Temático N° 2 Régimen Patrimonial -Matrimonal

2.1. Régimen Patrimonial –Matrimonial Argentino:


A partir de la sanción del Código Civil y Comercial de 2014 hubo un giro trascendental en
esta materia, a partir de la posibilidad de elección de los cónyuges entre un régimen de
comunidad y un régimen de separación de bienes, cuestión impensada en el Código de
Vélez Sársfield, donde se tenía único régimen legal, imperativo y forzoso llamado sociedad
conyugal.
2.1.1 Caracterización:
Las características del régimen patrimonial – matrimonial argentino, según Krasnow (2014),
son:
a) Convencional no pleno: permite que la pareja antes o en el acto de celebración del
matrimonio opte por cualquiera de las dos regímenes que ofrece el sistema: comunidad de
ganancias o separación de bienes. Ante la falta de opción, funcionará por vía supletoria la
comunidad de ganancias.
b) Mutable: durante la vigencia del matrimonio, los cónyuges pueden cambiar de
régimen la cantidad de veces que lo consideren necesario, con la única limitación que
permanezcan en el mismo régimen al menos un (1) año.
c) Limitación a la autonomía de la voluntad: si bien los cónyuges tienen autonomía de
la voluntad para la elección del régimen, la ley impone un régimen primario que es
aplicable a ambos regímenes, Se trata de cuestiones que, por razones de equidad y de
amparo a la familia y a los terceros, la ley no debe dejar libradas a los preceptos comunes ni
al arbitrio de los esposos sino que impone soluciones que, en conjunto, integran una
plataforma jurídica mínima, que gobierna a todos los matrimonios, cualquiera sea el
particular régimen de bienes aplicable.
2.2 Régimen primario:
Son normas referidas a la economía del matrimonio que se aplican de forma imperativa,
son de carácter permanentes y de orden público, que se imponen por sobre la voluntad de
los esposos y que se aplican a todo régimen matrimonial – de origen convencional o legal.
Estas disposiciones son inderogables por convención de los cónyuges, anterior o posterior al
matrimonio, excepto que la ley permita apartarse de ellas. (art454)
Estas normas son:
a) el deber de Contribución
b) Asentimiento para disponer de la vivienda familiar
c) Responsabilidad solidaria por deudas
2.2.1. Deber de contribución:
Los cónyuges deben contribuir:
a) a su propio sostenimiento
b) el del hogar y el de los hijos comunes, en proporción a sus recursos.
d) contribuir a las necesidades de los hijos menores de edad, con capacidad restringida, o
con discapacidad de uno de los cónyuges que conviven con ellos.
El cónyuge que no da cumplimiento a esta obligación puede ser demandado judicialmente
por el otro para que lo haga, debiéndose considerar que el trabajo en el hogar es
computable como contribución a las cargas. (Art. 455)
Cada uno de los cónyuges está obligado a contribuir con las necesidades primarias de la
familia en proporción a sus recursos, con todo su patrimonio.
- El hogar al que hace alusión la norma es la sede de la familia. Éste puede ser el normal o el
transitorio. También abarca el pago del canon locativo.
- Los hijos con los cuales ambos deben contribuir son los hijos comunes y los Incapaces de
uno de los cónyuges que convivan con ellos. Tal contribución no es exactamente igual:
*Hijos comunes: la obligación se extiende, aun cuando no convivan con los padres: durante
la menor edad, y mientras exista obligación alimentaria, es decir hasta los 21 años (art. 658)
durante la incapacidad, hasta los 25 años mientras estudien o se capaciten (art. 663) y
siempre que le falten medios para alimentarse y que no sea posible adquirirlo con su
trabajo (art. 622).
Hijos de uno solo de los cónyuges: para que exista el deber de contribución deben convivir
en el hogar común y ser incapaces.
No hay deber de contribución:
a) Hijos de uno solo de los cónyuges que no habiten en el hogar
b) Hijos mayores de 18 años, menores de 25 años estudiantes
c) Hijos mayores de edad sin medios para alimentarse.
d) familiares, a cargo de uno de los cónyuges salvo en el supuesto que por vivir en el
hogar común, los gastos sean considerados del sostenimiento del hogar.
2.2.2. El Asentimiento Conyugal:
Es la conformidad del cónyuge no contratante del acto, es requerida a los fines de la validez
de ciertos actos, sea cual sea el régimen patrimonial – matrimonial bajo el que se encuentren
los cónyuges.
El art. 456 prohíbe a los cónyuges disponer, sin el asentimiento del otro, de los derechos
sobre la vivienda familiar, ni de los muebles indispensables de ésta, ni transportarlos
fuera de ella.
El que no de su asentimiento puede demandar la nulidad del acto o la restitución de los
muebles en un plazo de seis (6) meses de haberlo conocido, y no más allá de seis (6) meses
de la extinción del régimen matrimonial.
La vivienda familiar: NO puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la
celebración del matrimonio, excepto que lo hayan sido por ambos cónyuges conjuntamente
o por uno de ellos con el asentimiento del otro. (Art456)
Importante destacar: que quien presta el asentimiento no se obliga, ni responde por las
deudas que origine el acto, ni tampoco responde por vicios redhibitorios, ni por garantía de
evicción, ya que no es parte del acto, ni es el dueño del bien.
2.2.3. Responsabilidad Solidaria por las Deudas
Los cónyuges responden solidariamente por: Las obligaciones contraídas por uno de ellos
para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el sostenimiento y la educación de
los hijos de conformidad con lo dispuesto en el art. 455 (deber de contribución).
Fuera de esos casos, y excepto disposición en contrario del régimen matrimonial, ninguno
de los cónyuges responde por las obligaciones del otro (art. 461).
Como principio general, se consagra el principio de separación de deudas, en el cual cada
cónyuge responde con sus bienes propios y los gananciales que administra (en el caso de el
régimen de comunidad) y con sus bienes personales (en el caso del régimen de separación
de bienes) por sus deudas personales, con la excepción de que la responsabilidad será
solidaria, es decir que el acreedor podrá atacar los bienes de cualquiera de los cónyuges,
cuando la deuda haya sido contraída para “solventar las necesidades ordinarias del hogar o
el sostenimiento o la educación de los hijos comunes”(art461)
2.3. Régimen de comunidad. Carácter supletorio:
Como hemos estudiado, los cónyuges pueden optar por el régimen patrimonial –
matrimonial que regulará sus relaciones patrimoniales, pudiendo optar por el régimen de
separación de bienes o de comunidad ganancial. A falta de opción, el régimen de carácter
supletorio será el de comunidad.
A falta de opción hecha en la convención matrimonial, los cónyuges quedan sometidos
desde la celebración del matrimonio al régimen de comunidad de ganancias.
No puede estipularse que la comunidad comience antes o después, excepto el caso de
cambio de régimen matrimonial (art463).
2.3.1. Bienes propios y gananciales de los cónyuges.
Bienes propios:
I) Los bienes aportados al matrimonio
a) bienes que los cónyuges tienen la propiedad/otro derecho real /o la posesión al tiempo
de la iniciación de la comunidad;
II) Los bienes adquiridos a título gratuito
b) durante la comunidad: por herencia/legado/o donación, aunque sea conjuntamente por
ambos, excepto la recompensa debida a la comunidad por los cargos soportados por ésta
(art. 464).-
Los recibidos conjuntamente por herencia/legado/donación se reputan propios por
mitades, excepto que el testador o el donante hayan designado partes determinadas.
No son propios los bienes recibidos por donaciones remuneratorias, excepto que los
servicios que dieron lugar a ellas hubieran sido prestados antes de la iniciación de la
comunidad. En caso de que el valor de lo donado exceda de una equitativa remuneración
de los servicios recibidos, la comunidad debe recompensa al donatario por el exceso;
III) Los bienes adquiridos por subrogación real con otros bienes propios.
c) los adquiridos por permuta con otro bien propio, mediante la inversión de dinero propio,
o la reinversión del producto de la venta de bienes propios, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad si hay un saldo soportado por ésta. Sin embargo, si el saldo es
superior al valor el aporte propio, el nuevo bien es ganancial, sin perjuicio de la
recompensa debida al cónyuge propietario;
d) créditos o indemnizaciones que subrogan en el patrimonio de uno de los cónyuges a otro
bien propio;
e) productos de los bienes propios, con excepción de los de las canteras y minas;
f) las crías de los ganados propios, si se ha mejorado la calidad del ganado originario, las
crías son gananciales y la comunidad debe al cónyuge propietario recompensa por el valor
del ganado propio aportado;
IV) Los bienes adquiridos por título o causa anterior al matrimonio.
g) los adquiridos durante la comunidad, aunque sea a título oneroso, si el derecho de
incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación;
h) los adquiridos en virtud de un acto anterior a la comunidad viciado de nulidad relativa,
confirmado durante ella;
i) los originariamente propios que vuelven al patrimonio del cónyuge por nulidad,
resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
V) Los adquiridos por accesión.
j) los incorporados por accesión a las cosas propias, sin perjuicio de la recompensa debida a
la comunidad por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con dinero de ella;
VI) los adquiridos por un supuesto especial de accesión
k) las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era propietario
de una parte indivisa de un bien al comenzar la comunidad, o que la adquirió durante ésta
en calidad de propia, así como los valores nuevos y otros acrecimientos de los valores
mobiliarios propios, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad en caso de
haberse invertido bienes de ésta para la adquisición;
l) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes del comienzo de la
comunidad, si el usufructo se extingue durante ella, así como la de los bienes gravados con
otros derechos reales que se extinguen durante la comunidad, sin perjuicio del derecho a
recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se emplean bienes
gananciales;
VII) los bienes propios por su naturaleza.
m) las ropas y los objetos de uso personal de uno de los cónyuges, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si son de gran valor y se adquirieron con bienes de ésta;
y los necesarios para el ejercicio de su trabajo o profesión, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad si fueron adquiridos con bienes gananciales;
n) las indemnizaciones por consecuencias no patrimoniales y por daño físico causado a la
persona del cónyuge, excepto la del lucro cesante correspondiente a ingresos que habrían
sido gananciales;
ñ) el derecho a jubilación o pensión, y el derecho a alimentos, sin perjuicio del carácter
ganancial de las cuotas devengadas durante la comunidad y, en general, todos los derechos
inherentes a la persona;
VIII) la situación especial de la propiedad intelectual e industrial.
o) la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha sido publicada o
interpretada por primera vez, la obra artística ha sido concluida, o el invento, la marca o el
diseño industrial han sido patentados o registrados antes del comienzo de la comunidad. El
derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autor.
Bienes gananciales
Los bienes gananciales como aquellos incorporados al patrimonio de uno o ambos esposos
durante el régimen de comunidad por causa onerosa, siempre que no corresponda
calificarlos como propios, presumiéndose la ganancialidad de los bienes existentes a la
culminación del régimen.
Son bienes gananciales, según el art. 465:
a) los creados, adquiridos por título oneroso durante la comunidad por uno u otro de los
cónyuges, o por ambos en conjunto, siempre que no estén incluidos en la enunciación del
artículo 464;
b) los adquiridos durante la comunidad por hechos de azar, como lotería, juego, apuestas, o
hallazgo de tesoro;
c) los frutos naturales, industriales o civiles de los bienes propios y gananciales,
devengados durante la comunidad;
d) los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o industria de uno u otro cónyuge,
devengados durante la comunidad;
e) lo devengado durante la comunidad como consecuencia del derecho de usufructo de
carácter propio;
f) los bienes adquiridos después de la extinción de la comunidad por permuta con otro bien
ganancial, mediante la inversión de dinero ganancial, o la reinversión del producto de la
venta de bienes gananciales, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge si hay un
saldo soportado por su patrimonio propio. Sin embargo, si el saldo es superior al valor
del aporte ganancial, el nuevo bien es propio, sin perjuicio de la recompensa debida a la
comunidad;
g) los créditos o indemnizaciones que subrogan a otro bien ganancial;
h) los productos de los bienes gananciales, y los de las canteras y minas propias, extraídos
durante la comunidad;
i) las crías de los ganados gananciales que reemplazan en el plantel a los animales que
faltan por cualquier causa y las crías de los ganados propios que excedan el plantel original;
j) los adquiridos después de la extinción de la comunidad, si el derecho de incorporarlos al
patrimonio había sido adquirido a título oneroso durante ella;
k) los adquiridos por título oneroso durante la comunidad en virtud de un acto viciado de
nulidad relativa, confirmado después de la disolución de aquélla;
l) los originariamente gananciales que vuelven al patrimonio ganancial del cónyuge por
nulidad, resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
m) los incorporados por accesión a las cosas gananciales, sin perjuicio de la recompensa
debida al cónyuge por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con sus bienes
propios;
n) las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era propietario
de una parte indivisa de carácter ganancial de un bien al extinguirse la comunidad, sin
perjuicio de la recompensa debida al cónyuge en caso de haberse invertido bienes propios
de éste para la adquisición;
ñ) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió a título oneroso durante
la comunidad, si el usufructo se consolida después de su extinción, así como la de los
bienes gravados con derechos reales que se extinguen después de aquélla, sin perjuicio del
derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se emplean
bienes propios.
No son gananciales las indemnizaciones percibidas por la muerte del otro cónyuge, incluso
las provenientes de un contrato de seguro, sin perjuicio, en este caso, de la recompensa
debida a la comunidad por las primas pagadas con dinero de ésta (art465).
2.3.2. Gestión de los bienes en la comunidad.
En nuestro ordenamiento jurídico, calificamos a la gestión de los bienes como una gestión
separada con tendencia a la gestión conjunta.
Cada cónyuge tiene la libre administración y disposición de los bienes propios y
gananciales que adquiere a título legítimo, requiriéndose el asentimiento conyugal para
ciertos actos de disposición y gravamen (tendencia a la gestión conjunta).
La gestión de los bienes en el régimen de comunidad variará según se trate de bienes
propios o gananciales de los cónyuges.
Respecto a los bienes propios (art. 469):
Cada cónyuge tiene la libre administración y disposición de sus bienes propios a excepción
de disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, y de los muebles indispensables de
ésta, (art456), sin el asentimiento del otro cónyuge.
Esta limitación está impuesta por el régimen primario protegiendo la vivienda como
derecho humano.
Respecto a los bienes gananciales, (art. 470)
La administración y disposición de los bienes gananciales corresponde al cónyuge que los
ha adquirido. Como excepción, es necesario el asentimiento del otro para enajenar o gravar:
a. los bienes registrables;
b. las acciones nominativas no endosables y las no cartulares, con excepción de las
autorizadas para la oferta pública.
c. las participaciones en sociedades no exceptuadas en el inciso anterior;
d. los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.
También requieren asentimiento las promesas de los actos comprendidos en los incisos
anteriores.
Bienes adquiridos conjuntamente (art. 471)
La administración y disposición de los bienes adquiridos conjuntamente por los cónyuges
corresponde en conjunto a ambos, cualquiera que sea la importancia de la parte
correspondiente a cada uno. En caso de disenso entre ellos, el que toma la iniciativa del acto
puede requerir que se lo autorice judicialmente en los términos del artículo
458(autorización judicial).
Es decir se aplican las reglas respecto a la solicitud de autorización judicial cuando un
cónyuge no puede o no quiere prestar asentimiento para un acto que así lo requiere.
A las partes indivisas de dichos bienes se aplican los dos artículos anteriores (art. 469 y
art.470).
A las cosas se aplican las normas del condominio en todo lo no previsto en este artículo. Si
alguno de los cónyuges solicita la división de un condominio, el juez de la causa puede
negarla si afecta el interés familiar.
Ausencia de prueba (Art.472)
Acerca de los bienes sobre los cuales ninguno de los cónyuges pueda justificar la propiedad
exclusiva, la ley establece que se “reputa que pertenecen a los dos cónyuges por mitades
indivisas”.
La norma está pensada sólo para los bienes muebles no registrables que están en lugares
comunes y ninguno de los cónyuges posee de forma exclusiva.
Fraude
Situación que surge cuando durante la comunidad, uno de los cónyuges se siente
defraudado en los bienes por el otro, pudiendo iniciar la acción correspondiente a los fines
de que el acto defraudatorio le sea inoponible.
Son inoponibles al otro cónyuge los actos otorgados por uno de ellos dentro de los límites
de sus facultades pero con el propósito de defraudarlo (Art. 473).

2.3.3. Deudas personales y comunes de los cónyuges.


Principio general: las deudas son personales de cada cónyuge.
*Cada uno de los cónyuges responde frente a sus acreedores con todos sus bienes propios y
los gananciales por él adquiridos (art467).
*Por los gastos de conservación y reparación de los bienes gananciales responde también el
cónyuge que no contrajo la deuda, pero sólo con sus bienes gananciales (art.467).
Principio de recompensa: El cónyuge cuya deuda personal fue solventada con fondos
gananciales, debe recompensa a la comunidad, y esta debe recompensar al cónyuge que
solventó con fondos propios deudas de la comunidad (art. 468).
Principio de Solidaridad: los cónyuges responden solidariamente por las obligaciones
contraídas por uno de ellos para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el
sostenimiento y la educación de los hijos de conformidad con lo dispuesto en el artículo
455”(art.461) (Art. 455 que se refiere al deber de contribución).
2.4. Régimen de separación de bienes:
El régimen de separación personal, por el que pueden optar los cónyuges, se caracteriza por
ser un régimen en el cual la celebración del matrimonio no influye en la titularidad de los
bienes que pertenecen a cada cónyuge, conservando éstos todos los derechos de
administración y disposición, sin injerencia del otro cónyuge.
Esta libertad que tienen los cónyuges para administrar y disponer de sus bienes están
limitados por el régimen primario, el cual, como vimos, es aplicable sea que los cónyuges
estén bajo el régimen de comunidad o bajo el de separación de bienes.
2.4.1. Gestión de los bienes.
Libre administración: en el régimen de separación de bienes, cada uno de los cónyuges
conserva la libre administración y disposición de sus bienes personales, excepto lo
dispuesto en el artículo 456(actos que requieren asentimiento)”(art505). Uno de los
cónyuges no puede disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, ni de los muebles
indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de ella sin el asentimiento de su cónyuge
(art.456).
Deuda: cada uno de ellos responde por las deudas por él contraídas, excepto lo dispuesto
en el artículo 461(art505). Los cónyuges responden solidariamente por las obligaciones
contraídas por uno de ellos para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el
sostenimiento y la educación de los hijos (art.461).

2.4.2 Prueba de la propiedad de los bienes (art. 506)


Cada uno de los cónyuges puede demostrar la propiedad exclusiva de un bien por todos
los medios de prueba. Los bienes cuya propiedad exclusiva no se pueda demostrar, se
presume que pertenecen a ambos cónyuges por mitades.

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Eje Temático N° 3 Vicisitudes del vinculo
Matrimonial:
3.1. Divorcio:
3.1.1. Definición:
El divorcio vincular es una de las soluciones legales frente al conflicto matrimonial,
configurando la disolución del vínculo matrimonial en vida de ambos cónyuges mediante
sentencia judicial. El divorcio constituye el origen de un verdadero estado de familia que
devuelve la aptitud nupcial de los cónyuges.
3.1.2. Competencia:
En las acciones de divorcio, es competente el juez del último domicilio conyugal o el del
demandado a elección del actor, o el de cualquiera de los cónyuges si la presentación es
conjunta (art 717).
Pedido unilateral de divorcio: será competente el juez del último domicilio conyugal o el
del demandado a elección del actor.
Petición bilateral o conjunta de divorcio: va a ser competente el juez del último domicilio
conyugal o el de cualquiera de los cónyuges a opción de ellos.
3.1.3. Requisitos y procedimiento:
Los cónyuges, de manera conjunta o unilateral, pueden solicitar el divorcio ante el juez
competente sin tener que alegar causa ni prever plazo alguno.
Junto con la demanda de divorcio deberá acompañarse un convenio regulador que
contemple los efectos de la disolución del vínculo:
a) atribución de la vivienda,
b) distribución de los bienes,
c) eventuales compensaciones económicas entre los cónyuges,
d) ejercicio de la responsabilidad parental (en caso de existir hijo),
e) la prestación alimentaria, etcétera.
La presentación de este convenio es un verdadero requisito de admisibilidad de la
demanda, atento a que la omisión de este requisito impide dar trámite a la misma. El
convenio puede ser consensuado entre los esposos, o bien ofrecido por uno solo de ellos. En
este último caso, el otro cónyuge puede ofrecer una propuesta reguladora distinta. Ambas
propuestas van a ser evaluadas por el juez, quien convocará a los cónyuges a una
audiencia.
En ningún caso el desacuerdo en el convenio suspende el dictado de la sentencia de
divorcio. De existir “desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador
perjudica de modo manifiesto los intereses de los integrantes del grupo familiar, las
cuestiones pendientes deben ser resueltas por el juez (art.438)
Al momento de formular las propuestas, las partes deben acompañar los elementos en que
se fundan; el juez puede ordenar, de oficio o a petición de las partes, que se incorporen
otros que se estiman pertinentes.
3.2. Efectos. Convenio regulador.
Para que se dé curso al trámite del divorcio se exige, al peticionante, que acompañe una
propuesta acerca de los efectos derivados de éste. Además de las pruebas documental que
acredite el vínculo matrimonial, y el nacimiento de los hijos si los hubiere.
3.2.1 Efectos:
1) El divorcio disuelve el vínculo matrimonial.

2) Como principio general, cesa el deber de alimentos entre los ex cónyuges. La prestación
alimentaria luego del divorcio es excepcional en los casos establecidos por el CCyC, o por
convención entre las partes.

3) Atribución del uso de la vivienda.


4) Apellido: La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede
usar el apellido del otro cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a
conservarlo.
5) Cese del régimen patrimonial matrimonial, ya sea el de comunidad o el de separación de
bienes.
6) Cesa la vocación hereditaria.

7) Surge la necesidad de regular ciertas cuestiones si hubiere hijos menores de edad, como
el ejercicio de la responsabilidad parental, en especial, la prestación alimentaria.

8) Cesa el beneficio de competencia.

9) Cesa la suspensión de la prescripción entre los ex cónyuges.


3.2.2 Convenio regulador
Como expresáramos ut supra, es un requisito al momento de solicitar el divorcio vincular
ante el juez competente que se acompañe una propuesta o convenio destinado a regular los
efectos del divorcio.
Conforme el art. 439, “el convenio regulador debe contener:
a) las cuestiones relativas a la atribución de la vivienda,
b) la distribución de los bienes,
c) las eventuales compensaciones económicas entre los cónyuges;
d) ejercicio de la responsabilidad parental,
e) prestación alimentaria.
Estos efectos no son taxativos, y por lo tanto no impiden que se propongan otras cuestiones
de interés de los cónyuges.
El demandado podrá presentar una contrapropuesta reguladora.
El convenio regulador es un acto jurídico familiar bilateral, por lo cual, para su existencia
necesita de la voluntad de ambos cónyuges. Esta voluntad conjunta puede estar al inicio del
proceso de divorcio —cuando la petición es bilateral— o alcanzarse durante el trámite por
iniciativa del juez con la labor colaborativa de los abogados, o con la intervención del
equipo interdisciplinario cuando están comprendidos efectos que comprometen a otros
integrantes de la familia como son los hijos.
Las partes deben acompañar los elementos en que se fundan; sin perjuicio de que el juez
puede ordenar, de oficio o a petición de las partes, que se incorporen otros que se estiman
pertinentes. Las propuestas deben ser evaluadas por el juez, debiendo convocar a los
cónyuges a una audiencia (…) Si existe desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el
convenio regulador perjudica de modo manifiesto los intereses de los integrantes del grupo
familiar, las cuestiones pendientes deben ser resueltas por el juez de conformidad con el
procedimiento previsto en la ley local (art. 438).
Pero ello no obsta en absoluto la declaración de la sentencia del divorcio.
El juez puede exigir que el obligado otorgue garantías reales o personales como requisito
para la aprobación del convenio.
El convenio homologado o la decisión judicial no son inmutables y pueden ser revisados si
la situación se ha modificado sustancialmente (art 440).
3.3 Alimentos posteriores al divorcio
Como principio general, los ex cónyuges no se deben alimentos después del divorcio.
Sin embargo, “las prestaciones alimentarias pueden ser fijadas aun después del
divorcio”art.434
En los siguientes casos:
a) a favor de quien padece una enfermedad grave prexistente al divorcio que le impide
auto-sustentarse. Si el alimentante fallece, la obligación se transmite a sus herederos.
b) a favor de quien no tiene recursos propios suficientes ni posibilidad razonable de
procurárselos, teniendo en cuenta:
b.1) la edad y estado de salud de ambos cónyuges
b.2) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo de quien solicita
alimentos;
b.3) La atribución judicial o fáctica de la vivienda familiar;
La obligación no puede tener una duración superior al número de años que duró el
matrimonio y no procede a favor del que recibe la compensación económica mencionada en
el art. 441.
En los dos supuestos la obligación cesa si:
1) desaparece la causa que la motivó,
2) si la persona beneficiada contrae matrimonio o vive en unión convivencial,
3) si el alimentado incurre en alguna de las causales de indignidad.
Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas convenidas
(art 434).
3.4. Compensación económica
3.4.1. Definición:
La compensación económica tiene su fundamento en el principio de solidaridad familiar y
puede definirse como “la prestación económica que debe abonar un cónyuge al otro, nacida
en virtud del desequilibrio manifiesto que importa un empeoramiento de la situación
patrimonial, ocasionada por el quiebre del matrimonio”.
3.4.2. Supuestos de procedencia:
El cónyuge a quien el divorcio produce:
a) Un desequilibrio manifiesto
b) un empeoramiento de su situación
Por causa adecuada al vínculo matrimonial y su ruptura, tiene derecho a una
compensación.
Esta puede consistir:
a) en una prestación única,
b) en una renta por tiempo determinado
c) excepcionalmente, por plazo indeterminado.
Puede pagarse:
a) con dinero,
b) con el usufructo de determinados bienes
c) de cualquier otro modo que acuerden las partes
d) decida el juez (art.441).
No todo matrimonio que finaliza generará automáticamente la fijación de una
compensación económica. No requiere que exista necesidad, ni se relaciona con una
cuestión asistencial. Se trata de un instituto jurídico que intenta recomponer una
situación económicamente desventajosa para uno de los cónyuges, que pudiera haberse
mantenido oculta durante la vida matrimonial, pero que el divorcio deja a la luz.
A falta de acuerdo de los cónyuges en el convenio regulador, el juez debe determinar la
procedencia y el monto de la compensación económica sobre la base de diversas
circunstancias, entre otras:
a) el estado patrimonial de cada uno de los cónyuges al inicio y a la finalización de la vida
matrimonial;
b) la dedicación que cada cónyuge brindó a la familia y a la crianza y educación de los hijos
durante la convivencia y la que debe prestar con posterioridad al divorcio;
c) la edad y el estado de salud de los cónyuges y de los hijos;
d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del cónyuge que solicita
la compensación económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o profesionales del
otro cónyuge;
f) la atribución de la vivienda familiar, y si recae sobre un bien ganancial, un bien propio, o
un inmueble arrendado. En este último caso, quién abona el canon locativo (art.442).
3.4.3. Atribución de la vivienda familiar
Uno de los cónyuges puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble
propio de cualquiera de los cónyuges o ganancial.
El juez determina la procedencia, el plazo de duración y efectos del derecho sobre la base
de las siguientes pautas:
a). la persona a quien se atribuye el cuidado de los hijos;
b). la persona que está en situación económica más desventajosa para proveerse de una
vivienda por sus propios medios;
c). el estado de salud y edad de los cónyuges;
d). los intereses de otras personas que integran el grupo familiar (art.443).
En cuanto a la oportunidad para efectuar el reclamo, nada dice el Código al respecto, por
lo cual puede ser solicitada durante la tramitación del proceso, antes de promovido éste o
después de dictada la sentencia que decreta el divorcio, puesto que justamente está prevista
como uno de los efectos derivados del divorcio.
Efectos de la atribución del uso de la vivienda familiar (art. 444)
A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta compensatoria por el uso
del inmueble a favor del cónyuge a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble no sea
enajenado sin el acuerdo expreso de ambos; que el inmueble ganancial o propio en
condominio de los cónyuges no sea partido ni liquidado.
La decisión produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral.
Si se trata de un inmueble alquilado, el cónyuge no locatario tiene derecho a continuar en la
locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al pago y las
garantías que primitivamente se constituyeron en el contrato (art.444).
Cese (art. 445)
El derecho de atribución del uso de la vivienda familiar cesa:
a) por cumplimiento del plazo fijado por el juez;
b) por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su fijación;
c) por las mismas causas de indignidad previstas en materia sucesoria.
3.5. Nulidad de matrimonio
3.5.1 Definición:
Es Causada por la existencia de un vicio o defecto en los presupuestos que la ley exige para
que el acto matrimonial sea válido y que tienen que ver con la falta de aptitud nupcial
3.5.2 Clasificación de las nulidades matrimoniales:
3.5.2.1 Causales.
Nulidad: es la destrucción legal y retroactiva de un vínculo imperfectamente constituido
por concurrir a la celebración de las nupcias un vicio consustancial a ellas, suficientemente
acreditado.
Nulidad absoluta
Artículo 424 (parentesco, ligamen y crimen) está en juego el interés público y no el privado
de los contrayentes; de allí que el acto es inconfirmable y la acción imprescriptible. Estos
principios propios de los actos jurídicos en general son también aplicables al matrimonio.
En la nulidad absoluta, el juez puede y debe declarar de oficio la nulidad si apareciera
manifiesta en el acto. Mientras que en los actos jurídicos, el juez no puede declararla de
oficio pues ningún matrimonio será tenido por nulo sin sentencia que lo anule dictada en
juicio promovido por parte legitimada para hacerlo.
La nulidad puede ser demandada por cualquiera de los cónyuges y por los que hubieran
podido oponerse a la celebración del matrimonio”(art. 424). Estos son:
 El cónyuge de la persona que quiere contraer otro matrimonio.

 Los ascendientes, descendientes y hermanos de cualquiera de los futuros esposos.

 El Ministerio Público (art 411).

La acción está limitada a estas personas y no se extiende, como en el caso de los otros actos
jurídicos, a todos los que tengan interés de hacerlo.
Nulidad relativa
Artículo 425 (falta de edad legal, de salud mental, y vicios del consentimiento) la ley tiene
en mira un interés particular.
De ahí que el acto sea confirmable y la acción prescriptible.
La acción de nulidad no sólo está abierta para las partes, sino también a otras personas
estrechamente vinculadas con ellas.
Causales de nulidad absoluta:
Según el artículo 424 es de nulidad absoluta el matrimonio celebrado con alguno de los
siguientes impedimentos:
 Parentesco en clase y grado prohibido (artículo 403 incisos a, b y c).
 Ligamen (artículo 403 inciso d).
 Crimen (artículo 403 inciso e).

Causales de nulidad relativa:


 Falta de edad legal (artículo 403 inciso f y 425 inciso a). En este caso, la nulidad
puede ser demandada por el cónyuge que padece el impedimento y por los que en su
representación pudieren haberse opuesto a la celebración del matrimonio. En este último
caso el juez debe oír al adolescente, y teniendo en cuenta su edad y grado de madurez hace
lugar o no al pedido de nulidad.
Si se rechaza, el matrimonio tiene los mismos efectos que si se hubiera efectuado con la
correspondiente dispensa. La petición de nulidad es inadmisible después de que el cónyuge
o los cónyuges hubiesen alcanzado la edad legal (art 425).
 Falta permanente o transitoria de salud mental (artículos 403 inc. g y 425 inc b): En
este caso la nulidad puede ser demandada por cualquiera de los cónyuges si desconocían el
impedimento.
La nulidad NO puede ser solicitada:
 si el cónyuge que padece el impedimento ha continuado la cohabitación después de
haber recuperado la salud;
 y en el caso del cónyuge sano, luego de haber conocido el impedimento.
El plazo para interponer la demanda es de un (1) año, que se computa, para el que sufre el
impedimento, desde que recuperó la salud mental, y para el cónyuge sano desde que
conoció el impedimento.
La nulidad puede ser demandada por los parientes de la persona que padece el
impedimento y que podrían haberse opuesto a la celebración del matrimonio. El plazo para
interponer la demanda es de tres (3) meses desde la celebración del matrimonio. En este
caso, el juez debe oír a los cónyuges, y evaluar la situación del afectado a los fines de
verificar si comprende el acto que ha celebrado y cuál es su deseo al respecto (art. 425).
 Vicios del consentimiento (art 425 inc. c): el matrimonio celebrado con alguno de los
vicios del consentimiento del artículo 409. La nulidad sólo puede ser demandada por el
cónyuge que ha sufrido el vicio de error, dolo o violencia.
La nulidad NO puede ser solicitada si se ha continuado la cohabitación por más de treinta
(30) días después de haber conocido el error o de haber cesado la violencia. El plazo para
interponer la demanda es de un año (1) desde que cesa la cohabitación.

5.3. Efectos de la nulidad según:


 La buena fe de ambos cónyuges:
Si el matrimonio hubiese sido contraído de buena fe por ambos cónyuges, producirá, hasta
el día que se declare su nulidad, todos los efectos del matrimonio válido
Las consecuencias son:
 Régimen patrimonial – matrimonial: la sentencia firme de nulidad disuelve el
régimen matrimonial convencional o legal supletorio.

 Compensación económica: si la nulidad produce un desequilibrio económico de uno


de ellos en relación con la posición del otro, se podrá requerir una compensación
económica.

 Derechos hereditarios: si uno de los cónyuges fallece antes de la sentencia de


nulidad, el otro lo hereda con posterioridad a la sentencia, cesa la transmisión hereditaria
entre ellos.

 Jubilaciones y pensiones: al cónyuge de buena fe corresponden los beneficios que


las leyes de jubilaciones y pensiones reconocen a la viuda/o del empleado/a fallecido; en
caso de bigamia debe reconocérsele ese beneficio si resulta que el primer cónyuge está
privado de él por haber vivido separado del otro sin voluntad de unirse. Pero naturalmente
esta solución sólo puede admitirse si el empleado/a falleció antes de declarada la nulidad.

 Emancipación: en caso de matrimonio putativo, la emancipación subsiste respecto


del cónyuge de buena fe.
 Responsabilidad parental y tenencia de los hijos: el ejercicio de la responsabilidad
parental corresponde a ambos progenitores. Se presume que los actos realizados por uno
cuentan con la conformidad del otro. Esta regla no implica que el ejercicio se atribuya a uno
solo de los progenitores si así lo establecieran, en virtud de la autonomía de la voluntad.

 Nombre: El cónyuge pierde el apellido del otro, pero el juez puede autorizarlo a
seguir usándolo.

 Buena fe de uno de los cónyuges


Si hubo buena fe solo de parte de uno de los cónyuges, el matrimonio hasta el día de la
sentencia que declare la nulidad producirá también los efectos del matrimonio válido, pero
solo respecto del cónyuge de buena fe.
La sentencia tendrá efectos retroactivos respecto del cónyuge de mala fe, pero no del que
obró de buena fe.
Las consecuencias son por lo tanto:
 El cónyuge de buena fe, en caso de corresponder, podrá solicitar compensaciones
económicas.
 El cónyuge de buena fe podrá revocar las donaciones que por causa del matrimonio
hizo al de mala fe.
 Si los cónyuges hubieren estado sometidos al régimen de comunidad, el cónyuge de
buena fe podrá optar entre liquidar los bienes mediante las reglas del régimen de
comunidad, o dividir los bienes como si se tratase de una sociedad no constituida
regularmente u optar por considerar que el matrimonio ha estado regido por el régimen de
separación de bienes.
 El cónyuge de buena fe puede demandar al de mala fe por resarcimiento de daños y
perjuicios. También puede reclamarlos de los terceros que hubieran provocado el error,
incurrido en dolo o ejercido la violencia.
Como en estos casos la determinación del perjuicio material es con frecuencia imposible y,
por lo demás, mucho mayor es la lesión moral que la económica, es obvio que también ella
debe indemnizarse. Si los autores son varios, su responsabilidad es solidaria, puesto que
tiene ese carácter la responsabilidad derivada de hechos ilícitos, trátese de delitos o cuasi
delitos.
Mala fe de ambos cónyuges
“La mala fe (…) consiste en el conocimiento que hubieren tenido o debido tener, al día de la
celebración del matrimonio, del impedimento o circunstancia que causare la nulidad”(art.
224).
“El matrimonio anulado contraído de mala fe por ambos cónyuges no produce efecto
alguno” (art. 430).
 Bienes: “Los bienes adquiridos hasta la nulidad se distribuyen, si se acreditan los
aportes, como si fuese una sociedad no constituida regularmente” (art. 430).

 Carácter de la filiación: los hijos serán considerados extramatrimoniales. Se presume


que son hijos comunes los nacidos desde el matrimonio hasta trescientos (300) días después
de la separación originada en la acción de nulidad.
 Emancipación: quedará sin efecto a partir del día en que la sentencia de nulidad
pasase en autoridad de cosa juzgada. Hay una notable excepción al principio de la
retroactividad de la anulación del matrimonio, puesto que se mantiene la validez de todos
los actos celebrados por el emancipado hasta la sentencia. Esto se vincula con la necesidad
de proteger a los terceros que hayan contratado con los menores.
 Terceros: la anulación del matrimonio no puede, en ningún caso, perjudicar a los
terceros que, de buena fe, hubieran contratado con los cónyuges.
No sería equitativo que el que obró confiando en el estado que surgía de un matrimonio
formalmente celebrado sufriera más tarde las consecuencias de la invalidez.
La ley exige que el tercero sea de buena fe, es decir, que ignorase la existencia de la causal
de nulidad.
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Eje Temático N° 4 Filiacion y Responsabilidad
parental:

4.1 Filiación:
La filiación es el vínculo jurídico que une a una persona con sus progenitores. Existen tres
tipos de filiación: la Naturaleza o Biológica, la Adoptiva, y las Técnicas de Reproducción
Humana Asistida.
4.1.1 Filiación por Naturaleza
Tiene su origen en la unión sexual de un hombre y una mujer.
4.2. Acciones de filiación
Son acciones de estado de familia que tienden a reclamar la vinculación jurídica paterno–
filial o a impugnar la que se ya se tenga. Es la pretensión de ostentar el estado de familia
que ha sido desconocido o bien de requerir la exclusión del que se ostenta en discordancia
con la realidad.
4.3. Objeto de cada una de ellas
Acciones de reclamación de la filiación matrimonial
(artículo 582) En el ámbito extrajudicial, la filiación matrimonial se determina y se prueba
con la inscripción del nacimiento del hijo en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas, juntamente con la partida de matrimonio de los padres.
El objetivo de la acción: es emplazar al hijo en ese estado de familia que le corresponde y
que no surge de las inscripciones registrables que son idóneas para determinar dicho
estado: inscripción de la partida de nacimiento y de la partida de matrimonio de los
progenitores.
La falta de título hace necesario recurrir a la vía judicial para determinar la filiación.
Si el hijo goza de una filiación establecida, será necesario desplazarla a través de la acción
pertinente y luego ejercer la de reclamación en virtud de lo dispuesto por el artículo 57847.
Acción de reclamación de la filiación extra-
matrimonial
Los hijos extramatrimoniales pueden reclamar su filiación contra quien consideren su
progenitor, aun conjuntamente a ambos progenitores en los supuestos en que no esté
determinado ningún vínculo filial.
Acciones de impugnación de filiación
La acción de impugnación se dirige a excluir el nexo biológico entre padre e hijo,
emplazados ambos en la relación de filiación determinada
Impugnación de la maternidad:
El artículo 588 legisla la acción de impugnación de la maternidad matrimonial y extra-
matrimonial. En ambos casos la acción tiende a destruir el vínculo existente con el hijo y
que está determinado. La mujer no reviste la calidad de madre. La causa de impugnación
de la maternidad es que la mujer no es la madre del hijo determinado como suyo. El hijo no
ha nacido de la mujer que aparece como progenitora; ya sea:

Porque ha habido suposición de parto: es el caso en que la presunta madre no ha tenido


hijo y, sin embargo, se realiza la anotación de una criatura con certificado de médico y
obstétrico o de un agente de salud, o la declaración de dos testigos que dicen haber visto al
nacido como si fuera hijo de la mujer.
Porque ha habido sustitución del hijo: la mujer ha dado a luz, hubo parto, pero se anota
como propio no el hijo que ha tenido sino otro. Este caso es difícil que se produzca por
decisión deliberada de los padres, pero es posible que haya dolo (por ejemplo cuando el
hijo nace muerto y se anota como propia otra criatura).
Lo más probable es que se produzca por error, por ejemplo, una confusión en la clínica
donde han nacido las criaturas que luego se anotan equivocadamente en cuanto a sus
padres.
Si se ejerce la acción de impugnación de la maternidad matrimonial, la sentencia favorable
destruirá la presunción de filiación del cónyuge operada a favor del hijo.
Impugnación de la filiación presumida por ley
El artículo 589 comprende una acción que tiende a destruir el vínculo filial que surgió con
base en la presunción del artículo 566 (presunción de filiación matrimonial). Esta acción se
dirige a excluir el nexo biológico entre un progenitor y su hijo, emplazados ambos en la
relación de filiación determinada.
El objetivo es demostrar que el o la cónyuge no es el progenitor del hijo que dio a luz la
madre. La pretensión del accionante descansa en la presunción del artículo 566, que admite
prueba en contrario; esa prueba en contrario se ha de producir precisamente mediante el
ejercicio de esta acción.
Esta acción se refiere a todos los hijos nacidos durante el matrimonio o dentro de los 300
días posteriores a la interposición de la demanda de divorcio, nulidad de matrimonio,
separación de hecho, muerte o presunción de fallecimiento, alegando “no poder ser el
progenitor, o que la filiación presumida por la ley no debe ser razonablemente mantenida
de conformidad con las pruebas que la contradicen o en el interés del niño” (art. 589).
“Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana
asistida cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con
independencia de quienes hayan aportado los gametos”55.
Acción de negación de filiación presumida por ley
Esta acción prevista en el artículo 591 recibe esta denominación pues el progenitor se limita
a negar la filiación en virtud de que el nacimiento se ha producido dentro de los 180 días
posteriores a la celebración del matrimonio.
Condiciones:
a) la filiación matrimonial debe estar establecida: ya que el fin de la acción es destruir el
emplazamiento en el estado de familia en que se halla el hijo.

b) el nacimiento del hijo debe haberse acaecido dentro de los 180 días posteriores a la
celebración del matrimonio.

c) el cónyuge no debía tener conocimiento del embarazo de su mujer al tiempo de la


celebración del matrimonio

d) No debe haber habido posesión de estado de hijo.


Impugnación preventiva de la filiación presumida
por ley
En esta acción aún no existe filiación establecida al tiempo de interponerse la pretensión
impugnatoria, esto es así porque tiene por fin desconocer al hijo concebido por el cónyuge
pero aún no nacido, es decir, a la persona por nacer. En caso de que el nacimiento se
produzca y la acción haya sido entablada y pendiente el juicio, no operará la presunción de
paternidad del marido hasta que exista sentencia firme en uno u otro sentido. Pero si la
acción fuere rechazada, sí opera la presunción.
Impugnación del reconocimiento
Esta acción está prevista en el artículo 593. La acción se dirige a destruir el nexo biológico
que une al hijo con los padres, nexo que ha sido recibido jurídicamente por medio del
reconocimiento acaecido. Tal reconocimiento emplazó al hijo en la relación filial
establecida.
4.4. Filiación por técnicas de reproducción humana
asistida
Este tipo de técnicas no solo son una manera de que parejas heterosexuales accedan a la
maternidad o a la paternidad, sino que también permite que parejas del mismo sexo
accedan a la misma
4.5. Consentimiento informado
El centro de salud interviniente debe recabar el consentimiento previo, informado y libre de
las personas que se someten al uso de las técnicas de reproducción humana asistida. Este
consentimiento debe renovarse cada vez que se procede a la utilización de gametos o
embriones (art. 560).
4.5.1. Forma y requisitos del consentimiento
La instrumentación de dicho consentimiento debe contener los requisitos previstos en las
disposiciones especiales, para su posterior protocolización ante escribano público o
certificación ante la autoridad sanitaria correspondiente a la jurisdicción. El consentimiento
es libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona o la
implantación del embrión Art. 561.
Es importante, entonces, destacar que la expresión del consentimiento es formal, que debe
ser por escrito y protocolizado por escribano público o certificado ante la autoridad
sanitaria correspondiente.
Asimismo, tiene enorme relevancia el hecho de que “el consentimiento es libremente
revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona o la implantación del
embrión” (art. 561).
4.5.2. Voluntad pro-creacional
Los nacidos por las técnicas de reproducción humana asistida son hijos de quien dio a luz y
del hombre o de la mujer que también ha prestado su consentimiento previo, informado y
libre (…), debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas, con independencia de quién haya aportado los gametos (art. 562).
En esta fórmula legislativa, se percibe que la paternidad y/o maternidad se determina por
el elemento volitivo, que es la voluntad pro-creacional. Por ello, la filiación corresponde a
quien desea ser padre/madre, a quien quiere llevar adelante un proyecto parental, y para
ello ha prestado el debido consentimiento.
4.6. Adopción
4.6.1 Requisitos en el adoptante
La ley fija reglas generales para la adopción, cualquiera que sea el tipo:
El niño, niña o adolescente puede ser adoptado por:
 un matrimonio;
 por ambos integrantes de una unión convivencial.

Las personas arriba mencionadas, solo pueden adoptar en forma conjuntamente,


Excepto:
 el cónyuge o conviviente ha sido declarado persona incapaz o de capacidad restringida,
y la sentencia le impide prestar consentimiento válido para este acto. En este caso debe oírse al
Ministerio Público y al curador o apoyo y, si es el pretenso adoptante, se debe designar un
curador o apoyo ad litem (a los efectos del juicio);
 los cónyuges están separados de hecho;
 por una única persona.
Respecto a la edad, el adoptante debe ser por lo menos dieciséis años mayor que el adoptado,
excepto: cuando el cónyuge o conviviente adopta al hijo del otro cónyuge o conviviente.
En caso de muerte del o de los adoptantes u otra causa de extinción de la adopción, se puede
otorgar una nueva adopción sobre la persona menor de edad art (599).

El art 604 acepta la adopción conjunta de persona divorciada o cesada la unión convivencial
cuando durante el matrimonio o la unión convivencial mantuvieron estado de madre o padre
con una persona menor de edad, El juez debe valorar especialmente la incidencia de la ruptura
al ponderar el interés superior del niño.
El art. 605 recepta la adopción conjunta y fallecimiento de uno de los guardadores.
El juez puede otorgar la adopción al sobreviviente y generar vínculos jurídicos con el
fallecido, en consecuencia el adoptado lo heredará a pesar de que el lazo jurídico se
concreta con posterioridad a la muerte.
En este caso, el adoptado lleva el apellido del adoptante, o, fundándose en el derecho a la
identidad, puede peticionar agregar o anteponer el apellido de origen o el apellido del
guardador fallecido

4.6.2. Requisitos en el adoptado


La ley exige que se trate de un menor no emancipado declarado en situación de adoptabilidad,
o cuyos padres hayan sido privados de la responsabilidad parental (art 597).
Esta regla, tiene excepciones, que tienen por objeto fortalecer el vínculo familiar,
reconociéndose un lazo afectivo preexistente, y por ende, se podrá adoptar a una persona
mayor de edad cuando:
 Se trate del hijo del cónyuge o conviviente de la persona que se pretende adoptar.
 Cuando hubo posesión de estado de hijo mientras era menor de edad, fehacientemente
comprobada (art. 597).
4.7 Tipos de adopción
4.7.1. Definición y características de cada tipo
El Código prevé tres tipos de adopción (artículos 619 y 620):
 Adopción plena: es aquella que “confiere al adoptado la condición de hijo y
extingue los vínculos jurídicos con la familia de origen” (art. 620). “El adoptado tiene en la
familia adoptiva los mismos derechos y obligaciones de todo hijo” (art. 620). El adoptado
deja de pertenecer a su familia de sangre y se extingue el parentesco con los integrantes de
ésta, así como todos sus efectos jurídicos, a excepción de los impedimentos matrimoniales.
 Adopción simple: “confiere el estado de hijo al adoptado, pero no crea vínculos
jurídicos con los parientes ni con el cónyuge del adoptante” (art. 620). (excepto disposición
en contrario que expresamente establezca el Código).

 Adopción de integración: este tipo de adopción fue incorporada con el Código Civil
y Comercial de la Nación 2014 y “se configura cuando se adopta al hijo del cónyuge o del
conviviente” (art. 620).
4.8. Responsabilidad parental
4.8.1. Definición: Instituto que regula los derechos y deberes entre los
progenitores y sus hijos menores de edad

4.9Titularidad y Ejercicio de la Responsabilidad


Parental.
La titularidad es el conjunto de los derechos/deberes, que, en principio, corresponden
a ambos progenitores e independientemente.
El ejercicio es el actuar concreto en virtud de esos derechos/deberes y que
corresponden en unos casos a uno u otro o a ambos progenitores.
De manera que puede haber en algunos supuestos titularidad con ejercicio actual de la
responsabilidad parental y en otros, si bien se comparte la titularidad, se carece de ese
ejercicio.
6.3Cuidado Personal del Hijo
“Se denomina cuidado personal: a los deberes y facultades de los progenitores referidos a la
vida cotidiana del hijo”648. Implica “la protección que debe recibir el menor en todo momento
por parte de sus progenitores”.
Cuando los padres no conviven, el cuidado personal puede ser de dos maneras:
 Puede ser asumida por un solo progenitor.
 Puede ser asumida por ambos progenitores.
6.3.1 Clases y Modalidades
 El cuidado personal compartido, puede ser:
 Alternado: el hijo pasa períodos de tiempo con cada uno de los progenitores, según
la organización y posibilidades de la familia” art.650.
 Indistinto: el hijo reside de manera principal en el domicilio de uno de los
progenitores, pero ambos comparten las decisiones y se distribuyen de modo equitativo las
labores atinentes a su cuidado” art.650.
*Principio general, “el juez debe otorgar, como 1era alternativa, el cuidado compartido del
hijo con la modalidad indistinta, excepto que no sea posible o resulte perjudicial para el
hijo” (art. 651).
“En caso de que el cuidado personal sea atribuido a un solo progenitor, el otro tiene el
derecho y el deber de mantener una adecuada comunicación con el hijo” (art. 652).
 Cuidado personal unilateral
La regla general es que el “cuidado personal compartido e indistinto”.
Pero si excepcionalmente el cuidado personal del menor fuera unilateral el juez deberá
ponderar:
a) la prioridad del progenitor que facilita el derecho a mantener trato regular con el otro;
b) la edad del hijo;
c) la opinión del hijo;
d) el mantenimiento de la situación existente y respeto del centro de vida del hijo.
El otro progenitor tiene el derecho y el deber de colaboración con el conviviente (art. 653).
El derecho del niño de mantener vínculo con ambos padres, es un derecho humano, por
ello, “cada progenitor debe informar al otro sobre cuestiones de educación, salud y otras
relativas a la persona y bienes del hijo” (art. 654).
6.4Situacion de los Progenitores adolescentes.
Se debe tener especial consideración en aquellas situaciones en las cuales los padres de un
niño sean adolescentes, es decir que sean mayores de 13 años pero menores de 18.
En estos casos, la ley establece que “los progenitores adolescentes ejercen la
responsabilidad parental de sus hijos pudiendo decidir y realizar por sí mismos las
tareas necesarias para su cuidado, educación y salud” (art.644).
Los Progenitores o responsables del progenitor adolescente pueden oponerse a la
realización de actos que resulten perjudiciales para el niño; también pueden intervenir
cuando el progenitor omite realizar las acciones necesarias para preservar su adecuado
desarrollo.
El consentimiento del progenitor adolescente debe integrarse con el asentimiento de
cualquiera de sus propios progenitores si se trata de actos trascendentes para la vida del
niño:
*Como la decisión libre e informada de su adopción,
*Intervenciones quirúrgicas que ponen en peligro su vida,
*O cualquier otro acto que puedan lesionar gravemente sus derechos.
En caso de conflicto, el juez debe decidir a través del procedimiento más breve previsto por
la ley local (art. 644).
6.5. Plan de parentalidad.
El ordenamiento jurídico actual respeta la autonomía de la voluntad de los progenitores a
quienes incentiva a elaborar un plan de parentalidad para decidir cómo organizar la
convivencia con el hijo en el caso de no convivencia de los padres
Art. 655 del Código Civil y Comercial de la Nación establece:
Los progenitores pueden presentar un plan de parentalidad relativo al cuidado del hijo, que
contenga:
a) lugar y tiempo en que el hijo permanece con cada progenitor;
b) responsabilidades que cada uno asume;
c) régimen de vacaciones, días festivos y otras fechas significativas para la familia;
d) régimen de relación y comunicación con el hijo cuando éste reside con el otro progenitor.
El plan de parentalidad propuesto puede ser modificado por los progenitores en función de las
necesidades del grupo familiar y del hijo en sus diferentes etapas.
Los progenitores deben procurar la participación del hijo en el plan de parentalidad y en su
modificación.
Lo ideal sería el acuerdo entre los progenitores, la presentación de dicho acuerdo ante el juez
competente y la consiguiente homologación del acuerdo.
En los casos de que no haya acuerdo o este no este homologado, “el juez debe fijar el
régimen de cuidado de los hijos y” (art.656), “priorizar la modalidad compartida indistinta,
excepto que por razones fundadas resulte más beneficioso el cuidado unipersonal o alternado”
(art656).
Asimismo, se aclara que: cualquier decisión en materia de cuidado personal del hijo debe
basarse en conductas concretas del progenitor que puedan lesionar el bienestar del niño o
adolescente no siendo admisibles discriminaciones fundadas en el sexo u orientación sexual, la
religión, las preferencias políticas o ideológicas o cualquier otra condición (art.656).
6.6 Deber alimentario de los progenitores.
“Los progenitores tienen la obligación y el derecho de criar a sus hijos, alimentarlos y
educarlos conforme a su condición y fortuna” (art. 658).
“La obligación de alimentos comprende la satisfacción de las necesidades de los hijos en
manutención, educación y esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia y gastos por
enfermedad y los gastos necesarios para adquirir una profesión u oficio”(art.659). La forma de
efectivizar la prestación es a través de pagos en dinero o en especie “y son proporcionales a las
posibilidades económicas de los obligados y necesidades del alimentado”(art. 659).
En caso de divorcio, separación de hecho o nulidad de matrimonio, incumbe siempre a ambos
progenitores el deber de dar alimentos a sus hijos y educarlos, por más que el cuidado personal
sea ejercido por uno de ellos.
Si bien la mayoría de edad se adquiere a los 18 años, la obligación alimentaria de los
progenitores respecto de los hijos se extiende hasta los 21 años, excepto que el obligado acredite
que el hijo mayor de edad cuenta con recursos suficientes para proveérselos por sí mismo.
Tareas de cuidado personal:
Partiendo del principio de que el trabajo en el hogar debe ser reconocido, el artículo 660
establece que “las tareas cotidianas que realiza el progenitor que ha asumido el cuidado
personal del hijo tienen un valor económico y constituyen un aporte a su manutención”(art 660).
Legitimación
En caso de que el progenitor falte a la prestación de alimentos podrá ser demandado por:
a) el otro progenitor en representación del hijo;
b) el hijo con grado de madurez suficiente con asistencia letrada;
c) subsidiariamente, cualquiera de los parientes o el Ministerio Público (art661).
Hijo mayor de edad
“El progenitor que convive con el hijo mayor de edad tiene legitimación para obtener la
contribución del otro hasta que el hijo cumpla veintiún años” (art662), excepto que el hijo tenga
recursos suficientes para su manutención.
Puede iniciar el juicio alimentario o, en su caso, continuar el proceso promovido durante la
minoría de edad del hijo para que el juez determine la cuota que corresponde al otro
progenitor. Tiene derecho a cobrar y administrar las cuotas alimentarias devengadas.
Las partes de común acuerdo, o el juez, a pedido de alguno de los progenitores o del hijo,
pueden fijar una suma que el hijo debe percibir directamente del progenitor no conviviente. Tal
suma, administrada por el hijo, está destinada a cubrir los desembolsos de su vida diaria, como
esparcimiento, gastos con fines culturales o educativos, vestimenta u otros rubros que se
estimen pertinentes (art 662).
Hijo mayor que se capacita
La obligación alimentaria de los padres a los hijos se puede extender incluso hasta los 25 años si
la prosecución de estudios o preparación profesional de un arte u oficio, le impide proveerse de
medios necesarios para sostenerse independientemente.
Pueden ser solicitados por el hijo o por el progenitor con el cual convive; debe acreditarse la
viabilidad del pedido art. 663).
Hijo no reconocido
El ordenamiento jurídico regula la situación del hijo extramatrimonial no reconocido,
estableciendo que “tiene derecho a alimentos provisorios mediante la acreditación sumaria del
vínculo invocado” (art.664).
Asimismo, se aclara que: si la demanda se promueve antes que el juicio de filiación, en la
resolución que determina alimentos provisorios el juez debe establecer un plazo para promover
dicha acción, bajo apercibimiento de cesar la cuota fijada mientras esa carga esté incumplida
(art.664).
Mujer embarazada
“La mujer embarazada tiene derecho a reclamar alimentos al progenitor presunto con la prueba
sumaria de la filiación alegada”(art665).
La norma otorga el derecho a reclamar alimentos a la mujer embarazada, pero dichos alimentos
son para el hijo. Teniendo en cuenta que la persona existe desde la concepción, el hijo tiene el
derecho alimentario, desde el momento en que es concebido, y la madre es quien pueda
reclamarlos en su representación.
Cuidado personal compartido
Cuando el cuidado personal fuese compartido hay que tener en cuenta dos supuestos:
 Si ambos progenitores cuentan con recursos equivalentes, cada uno debe hacerse cargo
de la manutención cuando el hijo permanece bajo su cuidado;
 si los recursos de los progenitores no son equivalentes, aquel que cuenta con mayores
ingresos debe pasar una cuota alimentaria al otro para que el hijo goce del mismo nivel de vida
en ambos hogares. Los gastos comunes deben ser solventados por ambos progenitores ( art.666)
Hijo fuera del país o alejado de sus progenitores
Ya en el Código de Vélez Sársfield se preveía la situación en la cual: el hijo que no convive con
sus progenitores, que se encuentra en un país extranjero o en un lugar alejado dentro de la
República, y tenga necesidad de recursos para su alimentación u otros rubros urgentes, puede
ser autorizado por el juez del lugar o por la representación diplomática de la República, según
el caso, para contraer deudas que satisfagan sus necesidades (art667).
La novedad del Código Civil y Comercial es que si el menor es adolescente (mayor a trece años)
“no necesita autorización alguna; sólo el asentimiento del adulto responsable, de conformidad
con la legislación aplicable” (art.667)
Reclamo a ascendientes
Los alimentos a los ascendientes pueden ser reclamados en el mismo proceso en que se
demanda a los progenitores o en proceso diverso; además de lo previsto en el título del
parentesco, debe acreditarse verosímilmente las dificultades del actor para percibir los
alimentos del progenitor obligado (art.668).
Alimentos impagos y medidas ante el incumplimiento (artículos 669 y 670)
Los alimentos se deben desde el día de la demanda o desde el día de la interpelación del
obligado por medio fehaciente, siempre que se interponga la demanda dentro de los seis (6)
meses de la interpelación.
Por el período anterior, el progenitor que asumió el cuidado del hijo tiene derecho al reembolso
de lo gastado en la parte que corresponde al progenitor no conviviente (art.669).
“Medidas ante el incumplimiento: ante el incumplimiento de los alimentos entre parientes son
aplicables a los alimentos entre padres e hijos” (art670), en virtud de ello, podrán adoptarse
medidas cautelares para asegurar el pago de alimentos futuros, el juez podrá adoptar medidas
razonables para asegurar la eficacia de la sentencia, etcétera.

6.7. Progenitor afín: Definición. Deberes del


progenitor afín.
Se denomina progenitor afín al cónyuge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el
cuidado personal del niño o adolescente (art. 672).
Conforme los fundamentos de la reforma, se reconoce el vínculo afectivo que se genera entre el
progenitor y los hijos de su pareja cuando conviven, otorgando ciertos derechos a los primeros
sin excluir los derechos y deberes de los progenitores como principales responsables de los
hijos.
Deberes del progenitor afín
Conforme el artículo 673: El cónyuge o conviviente de un progenitor debe cooperar en la
crianza y educación de los hijos del otro, realizar los actos cotidianos relativos a su formación
en el ámbito doméstico y adoptar decisiones ante situaciones de urgencia. En caso de
desacuerdo entre el progenitor y su cónyuge o conviviente prevalece el criterio del progenitor.
Esta colaboración no afecta los derechos de los titulares de la responsabilidad parental.

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