La semana pasada estudiamos que la verdadera prosperidad
es la aprobación, el cuidado y la bendición de Dios. Esto nos ayudó a entender que la fuente de la verdadera prosperidad es Dios y que esta comienza en el alma. Hoy reflexionaremos en los pasos que debemos dar para alcanzar o lograr la verdadera prosperidad. 1-Andar en la verdad "No tengo yo mayor gozo que oír que mis hijos andan en la verdad." (3 Juan 4) Andar en la verdad significa llevar una vida piadosa, es decir, andar en obediencia a lo que es justo ante Dios. Las bendiciones dadas en Deuteronomio 28:1-14 son el resultado de la obediencia. 2-Ser fiel y diligente "Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor" (Mateo 25:21) 3-Diezmar y ofrendar "Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto". (Proverbios 3:9-10) 4-Creer y confesar "Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: 'Creí, por lo cual hablé', nosotros también creemos, por lo cual también hablamos". (2 Corintios 4:13) Si anhelamos ser verdaderamente prósperos, sigamos estos pasos y disfrutaremos de la bendición de Dios.