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Número de palabras: 723

2 El bosque gigante
2 ¿Qué pasa en el jardín de Conejo?
2 El impecable jardín de Abeja por Winston White
ilustrado por Jacqueline Decker

Lecturas niveladas

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 por Winston White
ilustrado por Jacqueline Decker

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Impreso en Chile
ISBN: 978-0-547-03686-1
ISBN Edición Chile: 978-0-547-87289-6
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 Un grupo de animales amigos, vivían en un
prado cubierto de hierba. Cerca corría un arroyo.
Los animales pensaban que eran muy afortunados de
vivir en un lugar tan precioso. El vecindario era un
lugar perfecto para tener un jardín. Tenía un suelo
rico, sol y agua.
Los animales llenaron su vecindario de jardines.
Cada uno hizo un jardín especial. Gusano y
Cardenal plantaron frutas y vegetales. Entre sus
cultivos también había fresas, frijoles y arvejas.
Los otros animales llenaron sus jardines con
flores. Petirrojo plantó crisantemos amarillos y
blancos. Saltamontes plantó tulipanes y petunias
de diferentes colores. Colibrí plantó rosas rojas
y arbustos. Abeja plantó hermosas flores de
toda clase.

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 Todos los animales dedicaron mucho tiempo
a sus jardines. Si las plantas se marchitaban, los
animales las regaban.
Si los insectos se comían las plantas, los
animales auyentaban a las dañinas plagas. Si las
malezas estaban brotando, los animales las sacaban
inmediatamente.
Todos se esforzaban mucho, pero ninguno
de ellos podía tener un jardín como Abeja. Ellos
coincidían en que Abeja tenía el más hermoso jardín
en el vecindario.
Abeja plantó flores de todos los tamaños, formas
y colores. Sus flores eran las más grandes y más
brillantes del vecindario. Ellas tuvieron retoños
durante todo el verano. Nadie había visto un jardín
tan maravilloso como el de Abeja.

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 Los animales sabían que Abeja tenía un secreto
para que su jardín floreciera de esa forma. A veces,
caminaban por los jardines pensando, “¿Qué secreto
tendrá Abeja?”.
“¿Cómo hace Abeja para tener un jardín tan
hermoso?” Gusano se preguntaba.
“¿Por qué mi jardín no luce tan hermoso como el
de Abeja?” Petirrojo se preguntaba.
“¿Cómo nutre Abeja las flores?” Cardenal
se preguntaba.
“¿Cuál es el secreto de Abeja?” Saltamontes
se preguntaba.
Ninguno de los animales podía responder esas
preguntas. Por eso, ellos se prometieron unos a
otros que tratarían de encontrar el secreto de Abeja.

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 Petirrojo fue el primero en ir a investigar.
Voló sobre el jardín de Abeja con la esperanza
de encontrar el secreto de sus hermosas flores.
Petirrojo trató de esconderse en los árboles, pero
cuando Abeja lo vio volar dejó de trabajar en el jardín
hasta que él se fue.
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 Gusano fue el siguiente. Se arrastró por debajo
de la cerca alrededor del jardín de Abeja. Él trató de
ser lo más silencioso posible, pero se golpeó la cabeza
con la cerca y Abeja, al escuchar el ruido, miró a su
alrededor y lo vio. Entonces ella entró en su casa y
no volvió a salir.

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 Saltamontes pensó que podría descubrir el
secreto. Un día saltó sobre la cerca al jardín
de Abeja. Pero cayó justo en el centro de un
pensamiento que Abeja estaba regando. Con eso,
supo que nunca descubriría el secreto de Abeja.
Todo mojado, Saltamontes salió del jardín de Abeja.

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 El próximo que lo intentó fue Cardenal.
Pensó que podría volar dentro del jardín sin ser visto.
Pero cuando Cardenal voló dentro del jardín, quedó
atrapado en una red que colgaba para atrapar plagas
dañinas. Abeja ayudó a Cardenal a deshacerse de
la red. Cardenal salió volando del jardín lo más
rápido que pudo.
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 Los animales se reunieron en el jardín
de Colibrí.
Gusano dijo: —A ninguno de nosotros le ha
sido posible encontrar el secreto de Abeja. ¿Qué
podemos hacer?
Colibrí habló: —Tengo una idea. Me voy a
esconder en la casa de pájaros del jardín de Abeja.
Así puedo ver qué es lo que ella hace. Encontraré la
respuesta de cómo ella cultiva tan hermosas flores.
Al día siguiente, Colibrí se despertó antes
del amanecer. Voló a la casa de pájaros de Abeja.
Esperó toda la mañana, hasta que Abeja salió de su
casa.
Colibrí aprendió el secreto del hermoso jardín
de Abeja. Observó a Abeja llevar pequeños granos, o
polen, de una flor a otra. Ella hizo lo mismo muchas
veces. Abeja usaba la polinización para fertilizar las
flores y ayudarlas a crecer.

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 Cuando Colibrí retornó, dijo: —Pude ver lo que
hace Abeja en su jardín. Ella toma polen de una flor
y lo lleva a otra para fertilizarla. Por eso Abeja tiene
flores tan hermosas.
—Nosotros podemos usar la polinización igual
que Abeja. Nuestros jardines serán hermosos
también —dijo Cardenal.
Los animales se dieron cuenta de que tenía
razón. Ahora todos los jardines en el vecindario
eran tan hermosos como el de Abeja.

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Número de palabras: 723

2 El bosque gigante
2 ¿Qué pasa en el jardín de Conejo?
2 El impecable jardín de Abeja por Winston White
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