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Psicothema, 1997. Vol. 9, nº 1, pp.

57-68
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG

HACIA LA PSICOLOGÍA DEL ARTE


Gisèle Marty
Universidad de las Islas Baleares

Este trabajo tiene dos objetivos. Por una parte, explicar las dificultades de la psi-
cología a la hora de abordar la producción y la comprensión del arte y, por otra, indicar
hacia donde parecen ir las investigaciones que permitirían empezar a construir una psi-
cología que pueda incluir estos temas como parte de su objeto de estudio. Se ha tratado
de manera especial la obra de Gardner, por considerarla pionera, de Vigouroux, porque
es puntera, y de Vygotski, para rendirle homenaje en su centenario y poner en evidencia
que fue uno de los primeros autores que sostuvieron que la psicología debe tener la ca-
pacidad de explicar la reacción estética.

Towards the Psychology of Art. This paper has two goals. On the one hand it pre-
tends to give account for why Psychology has so many difficulties to explain the pro-
duction and the comprehension of art. On the other hand, it tries to point out what kind
of research would allow us to reach a Psychology of art. I have specially considered: 1.
the work of Gardner, as he is a pioneer. 2. That of Vigouroux, who has opened a new li-
ne of research. 3. The classic work of Vygotski, in order to recognize that he has been
one of the first in claiming that Psychology must be able to explain the aesthetic reac-
tion.

¿Podemos afirmar que estamos en cami- música tradicional” (Arom, l994), que ja-
no de contar con una psicología del arte? más hubiesen encontrado su lugar en este
Los datos que se suelen tomar en consi- tipo de obra hace algunos años, y algunos
deración a la hora de considerar la fuerza autores de gran prestigio se interesan por
de un tema, de un modelo o de un para- el tema desde perspectivas muy distintas
digma se refieren normalmente al número (Changeux, l994; Penrose, l995).
de publicaciones y al prestigio de sus au- Pero también podemos plantearnos la
tores. Si utilizamos este criterio, la pre- pregunta complementaria: ¿Por qué no
gunta que hemos planteado parece no sólo existe aún una psicología del arte conso-
pertinente, sino susceptible de ser respon- lidada? Si bien algo parecido a la psicolo-
dida de manera afirmativa: los libros y ar- gía del arte estuvo presente en algún plan
tículos acerca de la creatividad se multi- de estudios remoto, alguna vez, lo cierto es
plican, los manuales académicos empiezan que ha desaparecido por completo del cam-
a incluir temas como “La inteligencia en la po de la psicología académica. Un rápido
recorrido histórico por la psicología clásica
nos muestra, en efecto, que las referencias
Correspondencia: Gisèle Marty a la creatividad brillan por su ausencia.
Departamento de Psicología
Universidad de las Islas Baleares
Es obvio que los primeros trabajos de
Palma de Mallorca (Spain) laboratorio acerca de procesos mentales,

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como son la utilización de ingeniosos apa- te conocidas que se pueden citar en ese
ratos para el estudio de las ilusiones ópti- sentido es el libro de Howard Gardner
cas, o la memorización de listas de sílabas (l982) Art, Mind and Brain. A Cognitive
sin sentido, no dejaban lugar a la creativi- Approach to Creativity. Esa obra surgió
dad humana. Por otra parte, sería un insul- precisamente de la mano del interés del
to al lector el tener que recordarle los autor por los procesos de la creatividad
planteamientos del conductismo y cómo humana, en particular por la manera como
reaccionaría, llegado el caso, ante la pro- se manifiesta en las artes. Puede decirse
puesta de estudiar algo tan poco mensura- que se trataba, fundamentalmente, de una
ble positivamente como “la creatividad”. reacción contra el excesivo énfasis que los
En cuanto al psicoanálisis, es cierto que, al psicólogos contemporáneos ponían en el
poner el acento en la personalidad humana aspecto cognitivo, entendido en el sentido
y en la motivación inconsciente, tenía una estricto de la palabra. Gardner decidió
profundidad de la que carecía tanto la psi- orientar sus investigaciones hacia la psico-
cología académica como el conductismo, logía evolutiva de las artes y trató de con-
pero por contra decía muy poco acerca del vencernos de la necesidad de tomar en
pensamiento consciente. cuenta, como aspecto cognitivo de interés,
Con la llamada revolución cognitiva — las formas artísticas del pensamiento.
vinculada a la metáfora de la computado- Pero al hablar de los problemas con los
ra— llegó, por fin, el reconocimiento de que se encuentra la psicología a la hora de
que se podían y se debían tomar en serio querer estudiar la comprensión y la crea-
los procesos mentales del hombre. El estu- ción artística no se puede dejar tampoco en
dio de la mente recobró su estatus científi- el olvido a Vygotski, cuyo centenario se
co. Pero el precio pagado por ello fue muy celebra precisamente ahora y cuya impor-
alto: el hombre pensante no podía apren- tantísima aportación a tantos campos de la
der, ni desarrollarse; no tenía emociones, psicología queda fuera de toda duda. Pare-
ni particularidades culturales. Por no te- ce oportuno recordar que los intereses psi-
ner, no tenía ni tan siquiera cerebro; sólo cológicos de Vygotski nacieron precisa-
funcionaba mecánicamente. La imagina- mente de su preocupación por la génesis de
ción se solía limitar a cosas como la tarea la cultura. Aun así, o quizá por eso, sintió
de hacer rotar mentalmente una figura ge- desde el principio una insatisfacción pro-
ométrica, para que los psicólogos puedan funda respecto de las respuestas que la psi-
cronometrar el tiempo empleado en tal cología de su momento podía proporcionar
ejercicio. a las cuestiones relacionadas con la crea-
Más interesante parecía ser el enfoque ción artística y con el estudio de la cultura.
de la mente propuesto por los estructura- Pero la verdad es que la crítica que realizó
listas y, de manera particular, por Piaget y a la psicología de su tiempo también se
Chomsky. Pero es de todos sabido que los puede aplicar a la psicología contemporá-
sistemas estructuralistas de la mente, de nea. En la alternativa paradigmática con-
naturaleza esencialmente cerrada, tienen ductismo/cognitivismo se ha mantenido la
sus limitaciones; muy especialmente en lo zanja que Vygotski denunció en su mo-
que se refiere al conocimiento artístico. En mento entre una psicología objetiva mate-
medio de semejante panorama, ¿dónde hu- rialista, reduccionista e incapaz de dar
biese podido caber la psicología del arte? cuenta de los aspectos propios de las fun-
Pues bien, se le hizo, mal que bien, un ciones psicológicas complejas, y una psi-
hueco. Una de las pocas obras comúnmen- cología mentalista, pero dualista. Habrá

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quien piense que en algo hemos progresa- El arte es, por consiguiente, uno de los
do, ya que ni los conductistas, ni los defen- sistemas de símbolos más complejos que
sores del enfoque computacional represen- ayuda a transformar los sentimientos ori-
tacional, hablan de la consciencia, un con- ginales humanos por medio de lo que Vy-
cepto que sabemos que fue clave en la con- gostki denominó una “reacción estética”.
cepción vygotskiana. Pero la verdad es que ¿Pero de dónde proceden los impulsos ori-
esa huida de conductictas y computaciona- ginales? La respuesta de Vygotski también
les frente a los temas candentes puede con- es muy clara:
siderarse, más bien, una marcha atrás, a
juzgar por lo que está sucediendo ahora “No es precisa una gran perspicacia
mismo. De hecho el interés reciente y cre- para observar que las causas inmedia-
ciente por la consciencia se puede interpre- tas del efecto artístico subyacen en el
tar como un síntoma más de las reacciones inconsciente, y que únicamente después
contra las limitaciones del paradigma cog- de que consigamos penetrar en este do-
nitivo dominante (Crick,1994; Smyt- minio, lograremos acercarnos de lleno
hies,1994; Searle, l995; Güzeldere, l995). a los problemas del arte” (Ibíd. p.99)
En la obra de Vygotski Psicología del
Arte ( presentada como tesis doctoral en En sus estudios específicos de las funcio-
1925) están presentes ya algunas ideas de nes superiores, Vygotski se limita siempre
su futuro sistema. Recordemos que forma al nivel de la consciencia (Rivière, l987).
parte de él la sugerencia de que se puede Hay que examinar con cuidado sus análisis
distinguir entre funciones mentales infe- de la génesis del arte para encontrar el gran
riores, o naturales, y funciones mentales papel que concede al inconsciente. Pero sos-
superiores, o culturales. Tal como subraya tener que el inconsciente es la fuente de la
Kozulin (l990), la Psicología del Arte se creatividad artística y de los sentimientos
nos presenta como un primer paso excesi- estéticos no significa aceptar el sistema
vamente ambicioso, quizá, en la aplica- freudiano en su totalidad. Vygotski pusó de
ción del programa psicológico de Vygots- relieve que el psicoanálisis no lleva a cabo
ki. Pero supo poner el dedo en la llaga al una elaboración adecuada de la relación en-
sostener cosas como la siguiente: tre los procesos inconscientes y conscientes.
Le reprochaba, por ejemplo, el presentar al
“La psicología, al tender a explicar autor como un neurótico y adjudicar un pa-
la conducta humana en su totalidad no pel esencialmente terapéutico a la obra de
puede dejar de sentirse atraída por los arte, convirtiendo, de esta manera, el senti-
complejos problemas que plantea la re- miento estético en un simple mecanismo de
acción estética” (Vygotski, 1970, p. 17) revelación de complejos ocultos. Los psico-
analistas, para Vygotski, jamás consiguieron
¿En qué consiste esta “reacción estéti- entender, y menos aún explicar, que el arte
ca” que reclama Vygotski? La fórmula ge- es un reflejo de la transformación de proce-
neral propuesta por él está claramente ex- sos inconscientes en manifestaciones con-
presada: “el arte es una técnica social del ductuales y cognitivas con forma y signifi-
sentimiento”.(Ibíd. p.19) Esta concepción cados sociales. Esta transformación sólo
encaja muy bien con la teoría que poste- ocurre bajo la influencia de mecanismos se-
riormente desarrollaría acerca de los sím- mióticos específicos que distinguen un gé-
bolos que sirven como “transformadores” nero artístico de otro y le otorgan a cada uno
de los impulsos naturales humanos. su propio valor estético.

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De la mano de Vygotski se llega a la ex- tomar en cuenta la influencia fundamental


periencia estética como un proceso en el de los factores sociales. Vygotski intuía
que los impulsos inconscientes del autor se que su teoría del desarrollo debía traducir-
codifican en formas sociales semióticas se en un nuevo modelo de la organización
que aparecen en la obra tanto en lo que ha- funcional del sistema nervioso central, una
ce a su material como a sus técnicas for- organización lo suficientemente moldea-
males. En contacto con dicha obra, el es- ble, claro, como para admitir la posibili-
pectador desarrolla tendencias afectivas dad de modificación funcional por la cul-
conflictivas cuya fuente original puede ser tura. Ese modelo, de lograrse, se alejaría
también el inconsciente. La tensión va en de las posturas más localizacionistas sin
aumento hasta un momento determinado caer, por contra, en formulaciones dualis-
en que se alcanza una descarga afectiva en tas. Algo de especial sentido hoy día, toda
forma de una fantasía que logra reestructu- vez que los problemas planteados por el
rar completamente su experiencia interna. dualismo cartesiano vuelven a cobrar ple-
Estamos de acuerdo con Kozulin (1990) na vigencia dentro y fuera del ámbito de la
cuando dice que es fácil ver la forma como psicología. Uno de los ejemplos más re-
este esquema provisional de la experiencia cientes y más notorios es probablemente el
estética de Vygotski corresponde a su teo- de Damasio (l995) y su crítica al paradig-
ría de las herramientas psicológicas. En ma computacional-representacional.
efecto, la analogía que sugiere Vygotski en La solución que proponía Vygotski su-
su Psicología del Arte entre las herramien- ponía que las funciones superiores corres-
tas materiales y las técnicas semióticas uti- ponden a interrelaciones entre zonas corti-
lizadas por el artista es similar al paralelis- cales que cumplen aisladamente funciones
mo trazado entre las herramientas materia- específicas, pero configuran en su conjun-
les y las psicológicas o simbólicas que to unas relaciones cambiantes a lo largo
ayudan a transformar las funciones cogni- del proceso de desarrollo. Es sorprendente
tivas naturales en funciones culturales. como esa intuición, sin apenas apoyo ex-
En sus obras Vygotski presentaba una perimental, corresponde muy de cerca a
nueva aproximación a la génesis y natura- las evidencias que se empiezan a encontrar
leza de estas funciones que implicaba la respecto de, por ejemplo, la consciencia
construcción de una metodología capaz de visual (Crick y Koch, 1990). Pero no sola-
dar cuenta de las variaciones de cualidad mente es esa idea de la interrelación vy-
entre la conducta animal y las formas gotskiana la que sigue viva. El cerebro hu-
superiores de la conducta humana. Dicha mano entendido, desde un punto de vista
aproximación pone en evidencia la necesi- funcional, como el resultado de su historia
dad de considerar la perspectiva evolutiva es una propuesta también defendida por la
como un componente básico de la aproxi- neuropsicología actual, desde los fenóme-
mación experimental en psicología. Hay nos más simples de la percepción olfativa
que volver a insistir en que uno de los gra- (Skarda y Freeman 1987) hasta las pro-
ves problemas de la psicología computa- puestas más globales hechas, por ejemplo,
cional-representacional ha sido ignorar por Jean-Pierre Changeux (l989).
por completo dicha perspectiva (Cela y Changeux tiene otras inquietudes com-
Marty l994). partidas con Vygotski. En su reciente su
Al situar el análisis de los procesos de libro Raison et plaisir (1994) explica que
desarrollo en la llamada zona de desarrollo los misterios de la creación artística y de
potencial, el método de Vygotski permite la emoción estética empiezan a aclararse

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gracias a la aportación de las neurocien- vación, intención, atención y de activación


cias y de la psicología cognitiva, especial- de expectativas.
mente en su perspectiva evolutiva. No es- Más allá, en el plano neuropsicológico,
tá solo en esas reclamaciones. Jean Vigou- la emoción estética podría depender de una
roux , en su libro La fabrique du Beau forma de coherencia, de correspondencia
(l992), también va por esa linea. Vigou- entre los distintos niveles del universo
roux empieza recordandonos que el arte es mental y el objeto artístico. La representa-
una realidad intersubjetiva sobre la cual se ción interna de este objeto, a lo largo de las
proyectan las intenciones del creador y de etapas de su tratamiento, se pondría en re-
los espectadores. Desde esta perspectiva, lación con multiples asambleas neuronales
tiene puntos en común con el lenguaje. y de manera específica con huellas mne-
Como en el caso del lenguaje, existen dos mónicas con cargas afectivas intensas.
vertientes que dependen cada una de un ti- La obra artística se dirige, pues, por esa
po de organización neuropsicológica. El vía sensorial y cerebral a nuestra vida in-
polo expresivo se relaciona con los proce- terior y se puede referir incluso a los fun-
sos de creación. El polo receptivo, por su damentos biológicos. De esta manera se
parte, está íntimamente relacionado con el evocan bastante bien las relaciones un tan-
fenómeno de la emoción estética. to secretas que existen entre los seres hu-
Sin embargo, Vigouroux subraya que, manos y las cosas y que convierten la ex-
al hablar de las funciones artísticas, no se periencia artística en algo difícilmente
trata de asimilar pura y simplemente las predecible. De hecho, el artista introduce
funciones del lenguaje. El lenguaje se so- en sus realizaciones unos elementos parti-
mete a restricciones sintácticas rígidas y culares, de contraste, capaces de jugar con
todo significante está ligado a un signifi- la imprevisibilidad. De esa forma estimula
cado bien delimitado. La realidad artística, nuestro interés y nuestra curiosidad, es de-
por el contrario, no obedece realmente a cir, provoca la activación de nuestros sis-
una gramática generativa y cada signo se temas cerebrales de atención.
relaciona con un sentido indefinido. Pero Entramos así, pues, en la otra cara de la
en la medida en que el sentimiento estéti- moneda, en la vertiente expresiva de la re-
co y el lenguaje constituyen ambos una alidad artística que corresponde al proceso
aptitud universal, parece lógico sostener de la creación. Para analizar la génesis de
que ambas conductas dependen de una for- una obra Vigouroux utiliza una distinción
ma de organización cognitiva general. parecida a la de Hademard (l952), por la
Por lo que hace a la vertiente receptiva que se interesa también Changeux (l989).
de la realidad artística empieza, obvia- Se trata de una propuesta secuencial a tra-
mente, con el estudio de la percepción que vés de las etapas de incubación, inspira-
pone en juego diferentes niveles anatómi- ción y fabricación, que se refieren respec-
co-funcionales. En otras palabras, el men- tivamente al trabajo preparatorio, al naci-
saje estético, como todo estímulo senso- miento de una nueva estructura represen-
rial, llega al cerebro gracias a las vías afe- tacional y a la realización específica de la
rentes auditivas para la música y visuales nueva idea. Obviamente ciertas formacio-
para la pintura y la literatura. Allí está tra- nes cerebrales pueden intervenir más espe-
tado y, de este tratamiento depende la re- cíficamente en función del tipo de crea-
sonancia emocional que le atribuimos. Se ción artística de que se trate.
trata de una conducta dinámica, altamente Tanto en el nivel de los procesos de cre-
elaborada, que implica nociones de moti- ación como en el de comprensión de la

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obra artística se encuentra implicada la ponga a nosotros como un enigma. Nada


memoria, pero estrechamente ligada a la podría explicar totalmente el por qué de un
afectividad. El creador la utiliza para ima- genio puro como el de Mozart. Por un la-
ginar formas originales. El espectador y el do, la existencia de familias de artistas
auditor se refieren a ella para generar una (Bach, Mozart, etc) y la precocidad excep-
interpretación personal plenamente vivida. cional de algunos genios, su autentico don
Cuando miramos un cuadro, o escuchamos milagroso (Mozart, Chopin) son la prueba
una melodía, nos esforzamos por captar un de la importancia de la herencia genética.
significado. Pero la composición no se re- Pero el capital genético del hombre es de-
fiere en general, como en el lenguaje, a va- masiado pobre, por sí solo, para poder dar
lores notacionales mentales precisos y de- cuenta de la riqueza extraordinaria de sus
terminados. Nuestro acercamiento es, so- conexiones sinápticas: de ahí la importan-
bre todo, organizativo. Realizamos un pro- cia de los enfoques epigenéticos. El baga-
ceso de aprendizaje cuyo objetivo es el de je genético dicta una serie de reglas que
crear un léxico interno susceptible de ser intervienen en la multiplicación, la migra-
utilizado. ción y la distribución general de los ele-
Podemos resumir la postura de Vigou- mentos celulares. Pero la experiencia del
roux subrayando que tanto en la compren- mundo externo es responsable en lo esen-
sión como en la creación del arte intervie- cial de la organización funcional de las re-
ne todo el conjunto de las capacidades des neuronales, como lo sostenía ya Vy-
cognitivas. Será preciso, pues, estudiar su gotski y lo demuestra la neurobiología ac-
emergencia y su desarrollo. Sabemos que tual. Si tenemos en cuenta, además, las te-
durante la evolución ontogenética del sis- sis recientes de Damasio (1995) acerca de
tema nervioso se construye una arquitectu- la interrelación que existe entre los aspec-
ra neuronal que determina nuestra aptitud tos emotivos y los racionales para llevar a
para hablar, para reconocer las informa- cabo incluso aquellas tareas que se consi-
ciones captadas por los órganos sensoria- deraban más estrictamente ligadas con las
les, para dibujar, escuchar o tocar música, áreas prefrontales de producción de la ac-
para escribir poemas. Se vuelve a plantear tividad “racional” (como es, por ejemplo,
aquí el clásico enfrentamiento acerca del el hecho de elegir entre alternativas), la ar-
papel jugado por lo innato y lo adquirido quitectura mental responsable de la pro-
en la génesis de las grandes funciones neu- ducción artística puede llegar a ser algo
ropsicológicas, aunque cada vez son ma- verdaderamente complejo.
yores las voces que consideran estéril este Aun así, el conjunto de estos hechos
tipo de discusiones. confirma que la aptitud para producir arte
Pero aún admitiendo que la construc- necesita, para manifestarse, tanto de un te-
ción del sistema nervioso necesita de am- rreno genético particular como de unas
bos factores, y dando por cierto que es el condiciones ambientales favorables. Por
conjunto de los factores genéticos y la his- otra parte, como las facultades artísticas
toria personal el responsable, como en tan- no se refieren a un sistema anatómico-fi-
tos otros casos, de la producción de la obra siológico determinado sino que, al contra-
artística, lo cierto es que esa evidencia no rio, dependen de capacidades diferentes
nos permite establecer demasiadas leyes según sea el dominio considerado, no pue-
predictivas. La complejidad de los ele- de existir nada semejante a un “perfil es-
mentos que intervienen en la génesis de un pecífico” de las aptitudes estéticas. De la
artista lleva a que éste, el artista, se im- misma manera que la visión unitaria que

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tenemos de una realidad física no procede pectos del desarrollo personal y puede
del funcionamiento de un área cerebral da- aplicarse también a la evolución de las ca-
da, sino de la construcción coherente he- pacidades artísticas. La clave para definir
cha a partir de la actividad de diferentes los estadios consiste en encontrar los re-
conjuntos neuronales implicados en el quisitos, las aptitudes previas que dan paso
análisis de las formas, de los colores, del a cada uno de ellos. La aparición del pen-
movimiento (Zeki, l990), cuya actuación samiento estético, así, necesita de la adqui-
conjunta es, precisamente, uno de los mis- sición previa de la función simbólica. Sólo
terios a resolver (el denominado binding entonces le es posible al niño el compren-
problem), las capacidades artísticas tam- der o el expresar saberes que se refieren a
poco parecen provenir de una organiza- las cosas u a las personas no directamente
ción celular localizada y precisa, sino de sino a través de símbolos, ya se trate de pa-
una síntesis establecida a partir de compe- labras habladas u escritas, de números, del
tencias cognitivas multiples, ancladas en lenguaje corporal o del gestual, del dibujo,
circuitos cerebrales que están situados en del juego, de la música o de la escultura. El
zonas diversas. niño puede incluso llegar progresivamente
Para que el artista sea un verdadero ma- a combinarlos entre sí, detectando las rela-
estro capaz de manejar su talento, las apti- ciones y las correspondencias.
tudes que caracterizan su personalidad tie- A partir de la adquisición de esta fun-
nen que haber madurado. El conseguir que ción de simbolización, el niño pasa por
fructifique su don exige muchos esfuer- una etapa de verdadera fiebre creadora
zos, sufrimientos y conflictos (Ludwig, (Gardner,1982). En el lenguaje de un suje-
1995). En la mayoría de los casos el talen- to en edad preescolar encontramos todo un
to no muere: incluso en una edad avanza- mundo de palabras, de frases, de historias
da, el creador se mantiene en general pro- en las cuales se mezclan la ingenuosidad,
lífico. Paralelamente, el artista guarda en la imaginación y, sobre todo, la poesía. En
lo que hace a su visión del mundo, duran- este mismo período la producción dibuja-
te toda su vida, algo que se parece en cier- da es de una expresividad y fantasía asom-
to modo a la mirada del niño, una especie brosas. Son precisamente las necesidades
de frescura, de espontaneidad, de asombro de frescura, de espontaneidad y, sobre to-
perpetuo. Pero el artista maduro no dispo- do, de expresividad las que han movido a
ne, claro es, de su mente de niño. Si su vi- artistas como Miro y Picasso a imitar de
sión del mundo ha guardado la frescura in- algún modo, en ciertas de sus obras, el es-
fantil, su pensamiento y sus medios de ex- tilo de los niños. Esos pintores han puesto
presión se han enriquecido considerable- su inmenso talento al servicio de una sim-
mente. Así que podemos imaginar la for- plicidad que les parecía poder ser concebi-
mación del pintor, del músico, del poeta o da sólo por el universo mental de un niño.
del escultor por medio de la existencia de La edad de oro de la creatividad se aca-
fases evolutivas, de estadios, hablando de ba con el tiempo de la escolarización obli-
algo así como una “edad de oro” de la in- gatoria. La adquisición de la escritura, el
fancia, pero integrada en un conjunto muy aprendizaje de las leyes que rigen la orto-
dinámico. grafía de las palabras y la gramática de las
Esta noción evolutiva de la adquisición frases, la incorporación de las matemáti-
de diferentes estadios en la conducta hu- cas y de las ciencias favorecen el pensa-
mana ha sido utilizada por la psicología miento racional concreto y canalizan el
muchas veces para describir distintos as- funcionamiento mental a través de esque-

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mas exactos. Pero, paralelamente, esos es- pues de una fase crucial del desarrollo del
quemas son muy rígidos y acaban con es- pensamiento estético. Pero es obvio que
tas actividades creadoras. El conjunto de sólo unos cuantos individuos llegan a esta
los sistemas educativos da prioridad al de- última etapa. Ya hemos señalado que para
sarrollo de una mente lógica, ordenada, llegar a ella tienen que tener ese “algo
objetiva. Los valores concretos de la expe- más”, el talento o el genio, que los distin-
riencia son preferidos a los subjetivos de gue de sus semejantes, pero también esa
la intuición y del a priori. A partir de ahí fuerza, la motivación, sin la cual nada es
la expresión artística se caracteriza por posible, que les empuja a aceptar la vida
una tendencia hacia el convencionalismo. insegura del artista, la incomprensión, el
Se podría decir que la creatividad del niño, rechazo, las criticas. En plena posesión del
en esta etapa, traduce la búsqueda de la don, enriquecido por la experiencia perso-
conformidad y se diferencia claramente, nal, seguro de si mismo, el artista será en-
pues, del período anterior: a un estadio de tonces el maestro que la posteridad llegará
“realismo intelectual”, que se refería a una a reconocer.
lógica interna, le sucede un período de Vayamos al otro aspecto que, junto con
“realismo visual”, dependiente de la expe- la producción artística, cubre el campo de
riencia sensible. la psicología del arte: el de la compren-
Pero no habría que ver en esta fase co- sión. Frente a la obra del creador que todo
rrespondiente al tiempo de la escolariza- el mundo aplaude, el espectador siente una
ción una dimensión estrictamente negati- emoción indefinible que se califica nor-
va. Los métodos de educación modernos malmente de estética. Este sentimiento
se esfuerzan en preservar durante todo el tampoco es un fenómeno estático, dado de
tiempo posible la libre expresión del niño, una vez por todas. Al igual que la produc-
en respetar su propia personalidad y en fa- ción, se construye a lo largo de la vida.
cilitar el desarrollo de sus facultades de in- Hasta los 6 años la mayoría de los sujetos
tuición y de imaginación. Por otra parte son incapaces de un auténtico juicio de va-
este momento coincide con los aprendiza- lor y confunden, de hecho, el objeto artís-
jes esenciales. El pintor, el músico, el es- tico con la cosa representada. Para algu-
critor tienen que dominar su técnica, ad- nos, incluso, no existe diferencia esencial
quirir las competencias indispensables pa- entre una composición pictórica y una fo-
ra la práctica de su arte, comprender las tografía, o entre la música y otras produc-
multiples realidades simbólicas y conocer ciones sonoras armoniosas como es el rui-
las reglas y las convenciones que tendrán do de una caída de agua. No entienden
que saber superar o romper. bien quién es el autor de la obra. Pueden
La ampliación de los conocimientos les incriminar al hombre, pero también a
permitirá a los niños afinar las formas ins- Dios, a una máquina o, más aún, al utensi-
piradas por su emoción y expresar plena- lio utilizado: el poema viene del bolígrafo,
mente su personalidad. Serán dueños de el cuadro del pincel, la melodía del piano.
los instrumentos de sus producciones al Esa identificación es un tanto automática,
integrar los nuevos conocimientos dentro general, y no se reconocen los estilos par-
de su espontaneidad, de la imaginación, de ticulares.
la intuición que caracterizaban el mundo Hacia los 6 o los 7 años, el interés del
de su infancia. Estructurarán su mundo niño se centra en las obras realistas. La
mental para transformarse en “artistas” en perfección de la imitación constituye su
el sentido pleno de la palabra. Se trata criterio esencial de evaluación. A los 10

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años la apreciación estética se sitúa aún li- refleja los diversos estadios de la evolu-
gada a una visión literal del texto, pero las ción filogenética. La aplicación de ese
diferentes formas de arte empiezan a defi- principio al caso del arte es, en realidad,
nirse y los estilos a reconocerse. Más tar- inversa. Sería ahora la “filogenia”, la his-
de el juicio liberado del principio realista toria de la producción artística, la que pa-
se afinará progresivamente, permitiendo la sa por estapas semejantes a las de la “on-
plena apreciación del objeto de arte. Las togenia”, al desarrollo individual de las
figuraciones imaginarias, simbólicas u capacidades perceptivas del arte. Existiría,
descriptivas, los matices cromáticos o mu- así, un período arcaico en el cual las for-
sicales, los aspectos expresivos y emocio- mas artísticas, con un aspecto primitivo,
nales, las cualidades técnicas serán apre- se parecerían a las producidas por el niño.
ciadas a partir de ese momento. Le seguiría una fase de realismo literal, en
La huella genética, de la misma forma la que la descripción exacta sería el objeti-
que concedía capacidades diversas para la vo esencial a conseguir, y, por último, se
producción del arte, también varia de un alcanzaría un tercer estadio en el que do-
individuo a otro y da a ciertos de ellos más minarían los procesos de organización y
elementos básicos para tener sentimientos de abstracción.
estéticos. Pero la aptitud final depende, Gombrich, como decimos, es uno de los
una vez más, de la educación y del marco autores que más se ha esforzado en explicar
afectivo-cultural en el cual se desarrolla el —en su obra Art and Illusion (1960)— la
sujeto. Su desarrollo puede a veces dete- larga evolución de la pintura hacia el realis-
nerse, fijándose en un estadio primitivo. mo, utilizando para ello lo que conocemos
Algunos individuos, por ejemplo, son in- de las diferentes etapas del desarrollo men-
capaces de apreciar una obra que no se re- tal del niño. Gardner (l982) reconoce que,
fiere a una realidad objetiva. Es interesan- gracias a Gombrich, hemos logrado una
te citar al respecto el trabajo de Parsons mayor apreciación de la historia del arte
(1987) quien, utilizando el marco piagetia- pictórico, y también es cierto que podemos
no, intenta establecer los estadios de la ca- encontrar claras afinidades entre la psicolo-
pacidad de apreciación del arte. gía de la creación artística humana y el cur-
La teoría del desarrollo evolutivo en so de la historia del arte. Aun así, la consi-
distintas etapas del pensamiento estético deración global de la historia del arte exige
se ha utilizado por parte de algunos auto- que vayamos más allá del marco de re-
res, como Gombrich o Gablick, para inten- ferencia que nos brindó Gombrich. En par-
tar explicar ciertos aspectos de la historia ticular, Gombrich deja sin aclarar muchos
del arte, imaginando que la evolución del interrogantes. Por ejemplo, por qué los ar-
arte reproduce, en cierto modo, la ontogé- tistas llegaron a rechazar el realismo en fa-
nesis. Este planteamiento sigue de cerca vor de otros sistemas estéticos mucho más
otro similar que se propuso en el seno de complejos desde el punto de vista de la re-
la biología del siglo pasado (Haeckel, presentación simbólica, como son cubismo
1866) y alcanzó hasta la época inicial del o el expresionismo. O por qué los gustos en
neodarwinismo (Severtsov, 1931). En esta materia están sujetos a un movimiento
aquel entonces se sostuvo la existencia de pendular, en virtud del cual el realismo es
una recapitulación semejante por medio exaltado en ciertos momentos mientras que
del principio “ontogenia resume filoge- otros se lo relega a un papel secundario.
nia”, que entiende que el embrión pasa por Al tratar de explicar la misma progre-
distintas fases de su desarrollo en las que sión histórica que describió Gombrich,

Psicothema, 1997 65
HACIA LA PSICOLOGÍA DEL ARTE

Gablick (l976) recurre a las nociones de Vigouroux hace también un análisis criti-
Piaget sobre el desarrollo de las facultades co de la posible clasificación de lo artístico
intelectuales. En su opinión, los artistas en función de la especialización hemisférica
del Renacimiento procedían a la manera que permitiría sostener que existe un arte
de los niños que todavía no son capaces de del hemisferio izquierdo y otro del derecho.
ejecutar operaciones lógicas. Los renacen- Vigouroux utiliza para sus tesis un modelo
tistas eran comparables a los niños que se ya clásico de la especialización hemisférica,
encuentran en la etapa de las operaciones en el que la emoción estética supone la acti-
concretas. Sólo los artistas contemporáne- vidad de ambos, pero con diferentes tareas.
os que se dedican al arte conceptual o Si tomamos en cuenta las distintas estrate-
computarizado muestran toda la gama de gias utilizadas por el cerebro en su com-
las operaciones intelectuales. prensión de la realidad, nos es posible dis-
Estos planteamientos son, sin duda, in- cernir realizaciones del tipo del hemisferio
teresantes, pero Vigouroux los considera derecho, caracterizadas por una expresivi-
cuestionables por la simplificación que su- dad emocional, intuitiva, matizada pero po-
pone el equiparar a los artistas tradiciona- co ordenada, y del tipo del hemisferio iz-
les con los niños, cosa que nos llevaría a quierdo, definidas por notaciones más ra-
sostener unas ciertas limitaciones en las fa- cionales y organizadas. Así, el hemisferio
cultades intelectuales de los artistas de derecho, activaría una toma de posesión
épocas anteriores. De manera general, Vi- global, inmediata, intuitiva de la obra; el iz-
gouroux considera falso el esquema expli- quierdo, por contra, llevaría a cabo el análi-
cativo que establece equivalencias entre la sis secuencial y temporal de la composición.
evolución ontogenética y la evolución filo- Los sujetos competentes, con una solida for-
genética del arte porque, como es natural, mación, utilizarían de manera particular, se-
las obras producidas por los primeros artis- gún Vigouroux, este último modo de trata-
tas son realizaciones de cerebros adultos y miento. Sin embargo, ese planteamiento es,
no de cerebros a medio camino en su tarea como reconoce Vigouroux, en gran medida
de maduración. De hecho las primeras re- especulativo e incierto. Cualquier diso-
presentaciones gráficas que existen, las del ciación de la vida mental en funciones espe-
Paleolítico, se caracterizan por un claro va- cíficas proviene de una gran parte de utopía
lor simbólico y, quizá, una significación y, de hecho, no hay un sector de la vida in-
mística. La organización aparentemente terna que opere de manera aislada. La inter-
desordenada, aleatoria, de los sujetos pin- vención más específica, en un momento da-
tados en las grutas del Paleolítico superior do, de un hemisferio en particular se produ-
no tienen nada que ver con las composicio- ce en función de las intenciones, de la tarea
nes egocéntricas de los niños preescolares. que hay que llevar a cabo, pero no existe en
La disposición de las figuras, por el con- el cerebro un área específica del pensamien-
trario, evoca un sistema coordinado que tu- to estético. Siguiendo un planteamiento que,
vo probablemente que ver con la expresión como hemos visto, procede de Vygotski,
de concepciones religiosas o mágicas de la también Vigouroux considera que el arte es
comunidad. El aspecto de las primeras un asunto de todo el cerebro.
obras depende más bien de las condiciones Existe una vía de comprobación empírica
geográficas, económicas, sociales y cultu- de ese principio, y Vigouroux la utiliza am-
rales que dirigían la vida de los hombres de pliamente para apoyar sus tesis: la de las le-
aquella época que de una supuesta inmadu- siones cerebrales. Resumiremos brevemente
rez artística difícil de documentar. ese tipo de evidencias. Cuando un escritor,

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GISÈLE MARTY

un pintor, un músico sufren una lesión de su pintan con más vigor aún. Objetivan bien en
sistema nervioso, las posibilidades creadoras sus dibujos los déficits instrumentales espe-
no se aniquilan más que cuando la alteración cíficos de su enfermedad, pero conservan
afecta a una zona indispensable para la ex- durante mucho tiempo las características de
presión del talento. Baudelaire tuvo, siendo su estilo. Incluso en los sujetos que han su-
ya mayor, una hemiplejía derecha asociada a frido un deterioro intelectual importante no-
una afasía de Broca, es decir, de tipo expresi- tamos una relativa conservación de las posi-
va y como consecuencia ya no pudo escribir bilidades artísticas.
más. Por el contrario, Valery Larbaud, poeta Del mismo modo, el sentimiento estético
y novelista apasionado por la literatura ex- se apaga sólo cuando la alteración de zonas
tranjera, tuvo también de joven una hemiple- extensas cerebrales destroza la personalidad
jía derecha. Su lenguaje fue profundamente única e irremplazable del ser. Desaparece só-
alterado en sus vertientes verbales y gráficas, lo cuando desaparece también aquello que
pero la comprensión se mantuvo a un nivel hace que seamos seres humanos. El arte só-
adecuado y llegó incluso a recuperar la capa- lo muere con el artista, concluye Vigouroux.
cidad de juzgar la calidad de sus obras. Este repaso rápido de algunos autores
Van Gogh, que era probablemente epi- que han estudiado la creación y la compren-
léptico, fue el genio atormentado que cono- sión artísticas utilizando los paralelos que
cemos. Su vida fue condicionada absoluta- existen con el lenguaje, tanto en los aspec-
mente por su enfermedad. Sin embargo, la tos estructurales como evolutivos, nos per-
repetición de crisis epilépticas no provocó mite sostener la tesis de que la psicología
en Van Gogh ninguna alteración de sus fun- del arte es una realidad. Cuando Gardner se
ciones intelectuales. Las telas más bellas del integró, desde el momento mismo en que
pintor fueron realizadas en un período parti- fue creado, en un equipo de investigación
cularmente atormentado, durante el cual las cuya tarea era descubrir la naturaleza del
crisis se multiplicaron. Es obvio que no de- pensamiento artístico, el grupo se denominó
terioraron su producción artística; todo lo “Proyecto Cero”. Asumía así que no se sa-
contrario, la estimularon. Para algún analis- bía nada de los mecanismos psicológicos de
ta “es la enfermedad la que le ha impedido la actividad estética. Pero las cosas han
vivir y obligado a pintar” Para otro “nadie cambiado ya, y es esperanzador constatar
ha escrito u pintado más que para salir del que muchos investigadores, desde perspec-
infierno”. Para el mismo Van Gogh “pintar tivas distintas y complementarias, han ele-
es hacer frente a lo que le mata”. Después gido precisamente la capacidad estética co-
de una crisis confiesa a su hermano que “su- mo objeto de estudio. No cabe la menor du-
fre una verdadera rabia de trabajo”. da de que así nos acercamos un poco más al
Los pintores hemipléjicos del lado dere- objetivo de todo psicólogo, es decir, a la ex-
cho, incapaces de hablar correctamente, plicación de toda la conducta humana.

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