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ENSAYO: LA PARTICIPACION JUVENIL EN ARMENIA

GUSTAVO ADOLFO HERNANDEZ ALVAREZ


PRACTICA II
15 DE MAYO DE 2010

INTRODUCCION
Desde hace unos años atrás se ha desarrollado un nuevo fenómeno desde el ciclo
vital que nos identifica como seres humanos, hago referencia al periodo de la
adolescencia y la juventud, como una parte fundamental de nuestro vivir o de
nuestra personalidad, permitiendo identificarnos como seres únicos, sujetos con
capacidades, habilidades excepcionales por la vitalidad y energía que
proyectamos. Además, que en estas dos últimas décadas, el joven ha demostrado
que puede ser esencial para el cambio drástico que debe tener esta sociedad
colombiana poseída por las viejas costumbres y que políticamente ha sido
marcada por la corrupción de nuestros dirigentes, que de alguna manera el joven
del país a gritado a viva voz las consecuencias de este fenómeno, pero que, el
estado se ha encargado de acallar a través de una estigmatización general de
individuos violentos, pero no solo ellos, muchos otros lo han hecho simplemente
por negar el cambio generacional, el actitud, el social, etc., que han demostrado
los jóvenes de hoy para gritarle al país que no estamos de acuerdo con la forma
como hemos sido tratados durante casi 2000 años.
Es por eso que hoy, a través de este documento, deseo expresar como ha sido
teórica, conceptual, histórica y legalmente toda esta transformación social del
joven de hoy, además me voy a permitir identificar o diferenciar varios elementos
claves que desde el estado se busca promocionar la participación del joven en los
programas desarrollados por este y que la juventud se ha propuesto apartarse de
ellos a través de unos nuevos modelos de participación que les permite dar una
mirada real a planteamientos distintos y actuales a los que siempre se han tratado,
sobre todo porque no creen en estas políticas dirigidas o asimiladas como
asistencialistas o paternalistas que solo buscan cubrir un presupuesto dirigido por
cada mandatario pero sin ningún control e interés por parte del gobierno por seguir
dándole continuidad a sus programas.
Se pretende reconocer con el texto la importancia de entender el porqué de esta
categoría de estudio a partir de unos nuevos autores que ha desarrollado con
anterioridad esta temática a nivel de Latinoamérica, Colombia y la Ciudad de
Armenia, mostrándonos la verdadera realidad que viven los jóvenes de nuestros
países, que comparten muchas cosas en común y que son fuente de investigación
en la actualidad, pero que a nivel local, en el caso de Armenia, no hay mucha
información, por eso es fundamental generar este tipo de trabajos para reconocer
nuestro contexto, que pasa con los jóvenes de la ciudad, como desempeñan su rol
de participación en cada uno de los barrios donde se encuentran ubicados o viven
cada uno de ellos, y que a partir de los nuevos sistemas de información han
implantado nuevos modelos estéticos y culturales que les permite identificarse en
grupos comunes a partir de intereses colectivos, como la música, el arte, la forma
de vestir, hasta su forma de hablar, claro está que en este estudio no nos
enfocaremos en identificar estos grupos sino conocer los modos o formas como se
asocian y participan en cada uno de ellos.
Se busca recoger todos los elementos que permitan identificar elementos
característicos del joven de Armenia, pero que los diferencia de los demás del
resto del país, a partir de una base teórica que permita aplicarlo a nuestro contexto
local, observando cómo las nuevas formas de participación desarrolladas por
estos autores se pueden ubicar en nuestra ciudad. Demos inicio entonces a todo
este recorrido que va a permitir enriquecer el fenómeno Juventud dentro de la
Participación tanto en los modelos tradicionales como las nuevas tendencias que
se desarrollaran mas adelante con profundidad.
LA PARTICIPACION
Desde la historia, se ha dado una mirada importante al inicio de la participación,
principalmente dando inicio en el S IV a. de C con Plutarco cuando derrumbo a la
tiranía instituyendo derechos y leyes para establecer un gobierno más
concordante con la búsqueda del bienestar. Tiempo después de la edad media
autores como Montesquieu y Rousseau establecieron sus teorías sobre la
soberanía del pueblo como los dueños del poder, de esta manera empieza a
desarrollarse la idea de un estado democrático, en donde toma más fuerza a partir
de la Revolución Francesa con el desarrollo de nuevas políticas, e ideales sociales
constituyendo de esta manera una asamblea constituyente que declaro la libertad
e igualdad de los ciudadanos ante la ley.
Pero, si damos una mirada sobre el papel del joven en todo este proceso, se
puede identificar un elemento indispensable, es el verdadero papel que
desempeñaban y las funciones que podían cumplir, históricamente se conoce la
existencia del joven, a partir de un elemento constitutivo como es la edad, desde
las sociedades primitivas, y que en cada sociedad debía cumplir un papel, siempre
el estipulado por la estructura social diseñada por la institución a la que
pertenecían y las creencias de sus padres. Pero el verdadero papel visible del
joven, como sujeto cargado de cuerpo social, empieza a vislumbrar a partir de la
era moderna como nos dice Sandra Souto en su documento: en donde la
modernización introduce una cierta autodeterminación de la juventud en relación
al acceso a una casa o a un mercado de consumo, la configuración de un vida
propia o una elección matrimonial independiente de la riqueza o de las
propiedades, al igual que supone la creación de espacios para los jóvenes en los
núcleos urbanos” ( Souto; 2007; pg. 172), lo anterior permite observar los primeros
síntomas de rebeldía para constituirse como sujetos de derechos y de esta
manera empezar a organizarse en movimientos juveniles como los desarrollados
en Francia, Gran Bretaña, que, con la modernización, los grupos juveniles
adquirieron mayor autonomía y responsabilidad, decidiendo ampliar su campo de
acción a mujeres jóvenes y adolescentes, pasando de transmitir unos valores
tradicionales a un heraldo de leyes propias a partir de lo que deseaban.
La participación de la juventud toma mucha más relevancia entre finales del S.
XVIII y principios del S. XIX, en donde las consecuencias de los cambios
desarrollados con la modernización económica, social y política, sobre todo con la
implementación del estado moderno, constituyo un conjunto de instituciones y
leyes que favorecieron tanto la organización como su forma de actuar
independiente. De esta manera la adolescencia pasa a ser parte de la toma de
decisiones personales importantes, desde el sexo, el estatus social, entre otros
existentes en las sociedades tradicionales, perdiendo de esta manera cierto grado
de independencia que anteriormente tenían, así la juventud tiende a estructurar su
cotidianidad en la participación a partir de unos elementos que se volvieron
característicos de la modernidad, principalmente porque desarrollaron en los
jóvenes un sentido de competencia, en donde si no funciona en esta maquinaria
se excluye, abandonando los modelos de socialización tradicionales, en donde las
instituciones encargadas de los adolescentes los confundían con una serie de
normas y valores distintos a los que conocían.
Se regula entonces el acceso fácil al mercado laboral, la educación se vuelve
obligatoria para acceder al campo profesional, la conformación de los ejércitos a
través del servicio militar obligatorio o la regulación al derecho al voto.
Con estas nuevas organizaciones se desarrollaron nuevas actividades de ocio
debido al tiempo libre que tenían los jóvenes en este tiempo, pero,
lamentablemente estaban limitados para unos pocos, en este caso para la clase
media, alta y la clase obrera, lo que eran los salones de baile, bares, y tiempo
después las salas de cine o los eventos deportivos, mientras que los de clase baja
tenían que trabajar más tiempo en los talleres y ganaban menos dinero, perdiendo
así la posibilidad de ser participes de estos grupos selectos. “Estas
organizaciones fueron patrocinadas por adultos en Europa, especialmente porque
consideraban que durante esta época industrial desarrollaron la idea que a los
jóvenes debían curarlos, los primeros fueron las confesiones religiosas,
fundamentalmente la católica, la más importante la JOC (Juventud Obrera
Cristiana) que se desarrollo en Bélgica y contaba con más de 2000 jóvenes
participantes, en Francia con la Asociación Católica de la Juventud Francesa que
surgió en la mitad de los años 20, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial el
15% de los jóvenes franceses pertenecían a un movimiento católico”. (Souto,
2007; pg. 175),
En 1908 Robert Baden-Powell crea los Boys Scouts Britanicos que buscaba
educar a los jóvenes, divididos en diferentes edades, sobre valores y actitudes
conformistas y conservadores en materia de religión, moral, y política; en
Alemania se desarrollo el wandervögel, que literalmente eran los pájaros
migratorios, un grupo formado por estudiantes de secundaria de clase media.
A partir de esa modernización y la conformación de la juventud como un grupo
social definido permitió el desarrollo de movimientos juveniles independientes. En
un primer momento surgen durante la enseñanza superior, movimientos
estudiantiles universitarios que se forman tras las guerras napoleónicas y en otros
casos estuvieron en el origen de la movilización política juvenil, en cuanto a los
primeros movimientos juveniles obreros surgieron por el mismo agrupamiento de
los propios jóvenes por sus derechos, no por la decisión de sus respectivas
organizaciones de adultos. Así, la primera oleada del joven en movimientos
estudiantiles se desarrolla durante el proceso de entreguerras, fundamentalmente
porque la guerra cambio muchas de las instituciones sociales en donde se llevaba
su socialización, se desintegro las familias, muchos de estos niños y jóvenes
quedaron huérfanos asumiendo roles que no debían como los que tenían padres
en el frente.(Souto, 2007; pg. 177), En muchos casos los dirigentes comenzaron
a ver a los jóvenes como un grupo de personas a los cuales debían atraer por
medio de sus políticas para convertirlos en la gran fuerza dirigente del futuro, de
esta forma la participación política de los jóvenes termina siendo politizada, crecen
aún más las organizaciones juveniles y su autonomía, siendo claves en la
conformación de nuevos movimientos pero esta vez con diferentes características,
como las de tendencias comunistas, fascistas o nazistas.
Estos episodios de los movimientos juveniles en los países europeos también
tuvieron gran similitud en Latinoamérica, especialmente por la tendencia
revolucionaria en los países de Suramérica, los casos de Chile y de Argentina son
muy conocidos, especialmente la confrontación con las dictaduras en donde
participaron muchos jóvenes y los cuales fueron asesinados, la gran mayoría
jóvenes con tendencias de izquierda que no apoyaban las políticas del dictador.
Para el caso de Colombia es una historia muy similar la participación del joven,
especialmente la tendencia de los movimientos estudiantiles en las universidades
del país, muchos de ellos con tendencias marxistas e igualmente reprimidos por el
estado. De esta forma siguió hasta la actualidad la participación juvenil, aunque es
poco el activismo reportado, las exigencias siguen siendo las mismas. Lo que
actualmente existe, a partir del modelo globalizador, es una tendencia a asociarse
a partir de unos intereses culturales comunes, a través del establecimiento de
unas subculturas con las que se permiten identificarse con su indumentaria, estilo
estético y musical.
Por esto es necesario tener en cuenta que la juventud, más que una categoría de
edad, es un conjunto de elementos sociales, políticos, biológicos y culturales que
van a permitir entender los verdaderos intereses por los cuales están en una
constante lucha, buscando desarrollarse como actores sociales que pueden
generar realmente una transformación real desde su individualidad, su
subjetividad, su rebeldía que les permita pensarse como sujetos de cambio de su
propia realidad.
Pero entonces ¿Qué es la Participación? Algunos autores clásicos como Hegel,
pasando por Gramsci, o Parsons, hasta los autores actuales han estudiado la
participación, desde una forma general hasta la especificidad de sus tipos, pero
antes de hablar de ellos, hay que adentrarnos a esa concepción general de lo que
es realmente la participación y la manera cómo influye en una sociedad, para
finalizar con la participación juvenil. Tratare de dar una visión de forma global para
pasar después al ámbito latinoamericano y después a Colombia.
El primer autor a tratar es Hart (1993) el cual define la participación como: la
capacidad para expresar decisiones que sean reconocidas por el entorno social y
que afecten a la vida propia y/o a la vida de la comunidad en la que uno vive.
(Botero, Torres y Victoria 2008, pg. 590). El autor es muy claro en decir que lo
que realmente hace importante esta participación es que se pueda expresar
decisiones, es decir, poder comunicar con facilidad, desde unos criterios o
conocimientos adquiridos, las opiniones que se tengan sobre una necesidad, la
cual ha sido reconocida de forma colectiva y que afecta la cotidianidad del grupo,
otorgándole la importancia requerida para tomar los respectivos correctivos,
teniendo en cuenta que si no hay un grado de consenso entre todo los miembros
del grupo no se puede desarrollar las respectivas tareas.

El siguiente autor que propone una concepción sobre la participación es


Habermas (1995), el cual es muy específico en darle una importancia muy clara al
fenómeno comunicativo diciéndonos que La participación se comprende como
motivación comunicativa en una red de pluralidad de espacios no necesariamente
institucionalizados u organizados desde lo formal. (Botero, Torres, y Victoria 2008,
pg. 575 ). Habermas le presta mucha atención al proceso comunicativo en donde
es fundamental entender las opiniones, criticas, ideas, fuentes o contenidos que
se tiene sobre un tema en especifico ya que de él se podrá rescatar elementos
comunes para después llevarlos al colectivo; pero, el autor es muy claro aclarando
que no necesariamente se tienen que dar en un espacio organizado, es decir, no
se tiene que estar en una reunión muy puntual para expresar estas ideas, tampoco
esperar a que una institución brinde las herramienta de tiempo y espacio para
tratar de compartir estos elementos, no, solamente desde el momento en que se
está interesado, a partir de un grupo pequeño, en compartir lo que piensan es que
se vive realmente la participación, por ejemplo, en la familia, en la escuela, en el
parche de la esquina, con mi pareja, etc. Es que realmente se desarrolla la
participación.

Y por último, hablando de autores generales, Fraser, nos ilumina definiendo la


participación de la siguiente manera: La participación se da en la negociación de
intereses en medio del conflicto; de esta manera desarrolla la categoría de
contrapúblicos plurales en competencia que a partir de la opresión y la exclusión
desarrollan nuevas formas de expresión de lo público. (Botero, Torres, y Victoria,
2008, pg. 576). este autor es muy especifico con esta definición ya que trae a este
ejercicio de participación el conflicto, con esto nos dice que para que suceda este
fenómeno es muy necesario que haya una discrepancia en cuanto a los intereses
colectivos, ya que a partir de la confrontación entre el opresor y el excluido, en
este caso hablamos del régimen capitalista, es que se dan unos espacios nuevos
en donde se pueda desarrollar una negociación entre ambas partes permitiendo la
expresión de las inquietudes, inconformidades y necesidades puntuales para que
se facilite este espacio de participación que ha sido necesario para enfrentar las
problemáticas de los grupos minoritarios.

Para entrar al caso de Colombia, se especifica que ciertos autores remiten


siempre a una autora, Esperanza Gonzales, la cual desarrolla otra idea de
participación, la cual nos dice que la participación “es toda forma de intervención
social en donde unos individuos al reconocerse como actores tienen la
oportunidad de identificarse a partir de unos intereses, expectativas y demandas
comunes, están en capacidad de traducirlas en formas de actuación colectiva con
una cierta autonomía frente a otros actores sociales y políticos. (Gonzales; 1995,
pg. 17). En este concepto ya vemos otros dos elementos característicos para la
participación, el primero la intervención social, como aquella que es realizada por
un tercero para tratar de entender la problemática de una comunidad, ayudándolos
a que se empoderen de su realidad e identifiquen el elemento común para
después desarrollar propuestas que permitan construir unos objetivos puntuales; y
el segundo, la acción, como un elemento que permite tomar decisiones reales que
permitan dar cumplimiento a cada de uno de estos objetivos desde el
reconocimiento de sus derechos y la ejecución de instrumentos de presión para
lograr conseguirlos.

Es necesario tener claro que la comunidad debe ser la que se encargue de


presentar las soluciones a su problemática con unas acciones puntuales desde el
consenso común y no desde unos pocos individuos que toman la palabra por los
demás sin una consulta previa.

Si llevamos el caso de la participación a partir de las definiciones anteriores al


ámbito juvenil se rescata la posibilidad de darle una proyección única a este
fenómeno, ya que, como se presento al principio, la juventud es un solo campo de
estudio que permite entender la problemática en la que ellos viven. Por eso
proyectare algunos conceptos que son propios de esta temática.

El primer caso el cual voy a tratar es el planteado por el autor Rodríguez que es
uno de los más recientes, el cual nos dice que desde la política pública la
participación juvenil es un derecho que integra a los jóvenes y a las jóvenes en los
procesos de formación y formulación de la política constituyéndose en imperante,
para generar procesos de sensibilización, apropiación, construcción y legitimación
de la política. (Botero, Torres, y Victoria 2008, pg. 582). Con esta definición hay
que tener claro que es la estipulación de una política, identificando principalmente
que la participación juvenil es un derecho que tienen los jóvenes para ser
participes en la toma de decisiones que a ellos les compete, es decir, solo ellos,
los mismos jóvenes, pueden decidir sobre los temas que más les inquietan y que
necesitan ser tratados con urgencia, en este caso, los que tienen que ver con el
acceso a la educación, al campo laboral, a la etapa productiva, etc. Ya que
muchas veces se observa que no hay los espacios suficientes para que los
jóvenes accedan con facilidad a cada uno de ellos. El joven estudia, son pocos los
que pueden ser profesionales y de estos, algunos no pueden acceder o
desempeñar su profesión porque los limitan a tener un tiempo o experiencia en el
campo, si no existe tal cosa, no pueden laborar con suficiencia.

Por eso es necesario que a partir de lo planteado por Rodríguez, todos los
jóvenes, no unos pocos, se encarguen de estudiar y evaluar toda política que a
ellos se refieran, ya que los ejercicios desde el gobierno son muy asistencialistas y
se rompen en el paso de un gobierno a otro, además, no se tienen en cuenta los
avances del antecesor provocando una ruptura en el trabajo, logrando de esta
manera que los procesos no se continúen y tengan que volver a empezar de cero.

El siguiente autor es Balardini el cual propone que “Los jóvenes de hoy, cuando
participan, buscan hacerlo en instancias de relación cara a cara, concreta y
próxima, en un vinculo de eficacia con el esfuerzo que se realiza, donde el
producto de su participación sea visible y tangible. Con acciones puntuales, con
reclamos y denuncias concretas relacionadas a su vida por cierta proximidad y no
canalizada a través de organizaciones tradicionales.” (Botero, Torres, y Victoria,
2008 pg. 593) Ya en esta definición es muy explícita la denuncia, en donde los
jóvenes expresan sin temor alguno sus necesidades en donde el contacto sea
directo, sin intermediario, el cual le permita tener un acceso fácil y rápido con el
dirigente para que recoja él mismo las inquietudes sobre los temas que afectan a
los jóvenes.

Lamentablemente considero que en la práctica realmente es muy poco el interés


por parte de las instituciones para aceptar esta actitud del joven, ya que ellas
buscan siempre tener el control sobre este ejercicio y tratan de imponer sus
parámetros o criterios de trabajo, es por eso que el grado de aceptabilidad por
parte del joven en este tema es muy escaso; los jóvenes ya no comen cuento de
lo que les dicen los políticos ni de las propuestas que desarrollan para trabajar con
la juventud.

Por último, en esta parte de conceptualización, se tratará la definición propuesta


de FUNLIBRE, propone que “La participación real fomenta el desarrollo de
capacidades, exige responsabilidades y aporta beneficios, facilita la toma de
conciencia sobre la realidad y favorece procesos de organización basados en el
protagonismo infantil y juvenil”. (Botero, Torres, y Victoria, 2008 pg. 591) El tema
puntual en este caso son las capacidades, los jóvenes tienen la facilidad y el
compromiso para adecuarse a las propuestas planteadas por alguna organización
para que se enfrenten a la realidad que se les propone, asumiendo con
responsabilidad todo el trabajo que se les propone para llevarlo a la práctica.

Si se tratara de recoger todo los conceptos en un solo punto, tratando de traerlos


al contexto de la ciudad de Armenia se puede entender varios elementos, el
primero, que los jóvenes de la ciudad, algunos, no todos, están comprometidos
con la necesidad de participar esperando que hayan los espacios suficientes para
hacerlo; el segundo, la falta de interés y de continuidad de las instituciones
estatales para desarrollar una propuesta seria, a largo plazo, que permita agrupar
a todos los jóvenes en una política desarrollada por ellos y para ellos mismos; y
el tercero, además muy preocupante, es la falta de credibilidad que tiene el
estado dentro de la juventud de la ciudad, ya que ellos consideran que el sistema
estatal los están utilizando simplemente para cumplir unos programas
desarrollados desde el puesto de trabajo sin la aproximación adecuada a la
realidad juvenil.

Pero, la participación no solamente es una generalización conceptual, sino, que se


ha diferenciado en varios tipos, representados en lo público y en lo privado, en
donde cada uno de ellos maneja una participación especifica, además, entender
que a partir de este mundo moderno y del desinterés de los jóvenes por los
programas del estado, se ha desarrollados unas nuevas formas de participación
las cuales vamos a tratar de explicar a partir de lo planteado por Martin
Hopenhayn en su modelo de participación, identificando cada uno de ellos.

En las últimas décadas se ha establecido que la participación en lo público está


determinada por la participación política y la ciudadana, mientras que en la
privada se estipula la participación social y comunitaria, intentemos establecer
estas diferencias. La participación Política, desde el planteamiento de Parsons, es
una trama de relaciones interactivas empíricamente auto subsistente, en la cual
las instituciones relacionales conformadas por actores individuales o colectivos
actúan basándose en intereses, y la solidaridad entre los individuos en la llamada
a definir las acciones de integración del sistema, mediante la deliberación.
(Botero, Torres, y Victoria, 2008, pg. 574) Es muy clara la estipulación a la
interactividad en donde se busca desarrollar estrategias a partir de la colectividad
de un grupo de personas, o desde otro punto, de uno actores individuales que
buscan encontrar soluciones a las necesidades que han sido socializadas y que,
desde un común acuerdo se pretende llegar a una deliberación con el estado
sobre lo que deberían realizar para dar unas soluciones al problema. Desde otro
punto de vista, con la mirada de Norberto Bobbio, la participación Política se
constituye en la base para la conformación de asociados civiles y partidos
políticos que hacen resistencia al poder estatal, y así mismo en la fuerza y
contrapoder que agencia los intereses no solo a través de dichos grupos sino
también de los medios de comunicación. (Botero, Torres, y Victoria, 2008 pg. 575)
El autor es muy puntual en la idea que desde este tipo de participación es donde
se establece la Sociedad Civil, agrupaciones que buscan generar un consenso
entre la comunidad y el Estado, proporcionando espacios de interlocución sobre
las formas de manejar el poder y realizar propuestas para controlar los recursos
del mismo estado; sobre todo la conformación de los partidos políticos como
herramientas para ejercer presión sobre el estado y establecer adeptos a una
causa política, pero que lamentablemente son muy pocos los que realmente
conocen el fin de sus partidos.

En el caso de Colombia, Esperanza Gonzales plantea que la participación política


es la intervención de los ciudadanos a través de ciertos instrumentos para lograr
la materialización de los intereses de una comunidad política. (Gonzales, 1995, pg.
19) Para el país esta idea comienza a desarrollarse a partir de la constitución de
1991 con la implementación de los mecanismos de participación como el voto en
la elección popular de alcaldes, que anteriormente no existía. Lamentablemente
esta figura es poco utilizada por los jóvenes mayores de edad y los que participan
de este proceso electoral no se dan a la tarea de conocer y entender las
propuestas de los candidatos, no desarrollan una reflexión real, critica o analítica
sobre lo que cada uno quiere, simplemente se dejan convencer por la masificación
de los medios de las posturas de uno que otro representante.

Desde otro punto de vista, los jóvenes se dejan manejar por los partidos, los
cuales de alguna manera ofrecen beneficios que después no cumplen, este caso
no es muy aislado de la realidad juvenil en Armenia, en los últimos comicios se
observo una gran cantidad de jóvenes realizando propaganda a los candidatos
participantes, pero, la pregunta es ¿con que fin lo hacen? ¿Será que las promesas
dadas son tan beneficiosas que no las rechazan? Porque es un fenómeno que se
ha dado últimamente en la ciudad, volviéndose demasiado interesante para
desarrollar un completo estudio de esta situación. Otro elemento importante para
rescatar en esta figura, ha sido la creación de los Consejos Municipales Juveniles,
que para el caso de Armenia es alarmante la falta de compromiso para votar de
parte de los jóvenes, ya que de los 5000 inscritos para el último periodo,
solamente lo hicieron 1287 jóvenes, aptos para el sufragio (la Crónica, 2009),
algunos por falta de interés, otros por desconocimiento , debido a que no tenían el
documento de identidad para realizar la votación, o por el descredito que tienen
estos consejos juveniles.

El segundo mecanismo es la consulta municipal, que permite la intervención de la


comunidad en los asuntos relacionados con la vida local, pero, lamentablemente
no es muy utilizado por falta de claridad para su aplicación, ya que restringe
demasiado la realización de dicha propuesta y el tiempo para desarrollarlo es
escaso.

El tercer mecanismo es el cabildo abierto, que les permite a los miembros de una
comunidad participar, opinar y discutir temas de interés para el desarrollo y
mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes. En este caso se
observa la constante realización de este mecanismo en el país, pero, se realiza no
mas a petición del presidente, los gobernadores y alcaldes no desarrollan la
iniciativa de formalizarlo dentro de la ciudad, acá, la participación de los jóvenes
es poca por no decir nula, no hay interés de parte de nosotros por asistir a estas
reuniones. Además se tiene entendido que solamente van las personas que a van
a intervenir, y la asistencia de algunos presidentes de la JAC o miembros de las
instituciones públicas.

El cuarto mecanismo es la Revocatoria del Mandato, es muy importante para la


ciudadanía porque permite revocar al alcalde de sus funciones en caso de
incumplimiento de su programa de gobierno. Este mecanismo es aun menos
conocido ya que son pocas las experiencias que se tiene sobre este tema, sobre
todo por la falta de interés y de organización para llegar a un mutuo acuerdo para
solicitar la revocación.

El quinto mecanismo es el referendo, el cual es un instrumento que posibilita al


ciudadano de aprobar o rechazar un proyecto de acuerdo o resolución, o derogar
o no una norma ya vigente. En el caso colombiano se han tenido cierto tipo de
experiencias desde esta figura, el más reciente ha sido en esta década durante el
gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, el cual no fue aprobado por una gran
cantidad de votos, pero para efecto de nuestro estudio no existe un estudio que
nos permita establecer cuantos jóvenes votaron en esa fecha.

De esta manera finalizamos todo el elemento de la participación política, mas


adelante enfatizaremos en unos nuevos elementos que permiten visualizar otras
formas de participación política entre otros tipos, ya que cada joven a partir de sus
asociatividad refleja su estilo de participación. Continuemos entonces con esta
dinámica conceptual de los demás tipos existentes en la ley para integrarnos y
solicitar servicios.

Para hablar de Participación Ciudadana, algunos autores la han especificado, en


este caso tendremos a Touraine y a Souza, el primero dice que “La participación
ciudadana se configura como un conjunto de ejercicios que inciden en la dinámica
de las interacciones dependiendo de las características constitutivas del sistema
político en el cual se inscribe esta”. (Botero, Torres, y Victoria, 2008, pg. 578).
Cuando el autor propone que es un conjunto de ejercicios nos habla de unos
procesos prácticos o acciones puntuales que van a permitir establecer una
influencia en los criterios del estado para la aplicación de unas políticas que van a
ir acorde a las exigencias e intereses tanto de la ciudadanía como para el mismo
estado, claro está que el mismo gobierno prefiere establecer unos parámetros
específicos que tiendan a beneficiar mas sus intereses que a la misma sociedad.
Es por eso necesario que no se quede solamente el ejercicio participativo en unos
pocos, sino que existan una gran variedad de ciudadanos representantes de
varios gremios que permitan ejercer un mayor control sobre estas políticas para
evitar desacuerdos o variaciones en la distribución de los recursos.

Además, Souza aclara que “La participación de los ciudadanos y ciudadanas se


elimina bajo una democracia tutelada, restringida, que siente en ésta una
amenaza cuando no es posible, y siempre que sea posible, destruye las
condiciones mismas para su ejercicio.” (Botero, Torres, y Victoria, 2008 pg. 580)
el autor es muy claro en especificar este punto, ya que no se puede llamar a un
país como democrático sino existe la posibilidad de una participación de su
ciudadanía, del pueblo, porque estaría convirtiéndose en un estado totalitario que
ejerce una represión sobre lo que piensa la comunidad y no los deja participar.

Es increíble pensar que solo en Colombia se da la oportunidad de participar a la


comunidad a partir del 91, fueron 190 años de imposición y de lucha por derechos
civiles, los cuales fueron reprimidos por oleadas de violencia, ¿cómo pensar
entonces de tratar de expresar opiniones sino se respetaba la vida misma?

Por lo anterior Esperanza Gonzales establece una idea distinta de participación a


partir de lo estipulado por la Constitución de 1991 y la reforma municipal,
estableciendo “que La participación ciudadana se define como la intervención de
los ciudadanos en la esfera pública en función de intereses sociales de carácter
particular” (Gonzales, 1995, pg. 19). Hace referencia a todas aquellas
posibilidades para ser parte o miembros de organismos estatales, como las JAL,
los comités de Veeduría y Control, pertenecer a las juntas de usuarios de
Servicios Públicos, etc. Todo por la necesidad de ser parte de estos elementos,
como una manera de ejercer el derecho de participar en lo referente a entidades
gubernamentales para velar por su funcionamiento y no se vulnere los derechos
de los ciudadanos. Se reconoce una alta actividad por parte de los ciudadanos en
estos espacios, pero no se tiene identificado realmente si la juventud ha tenido
representatividad en cada uno de ellos, sobre todo por desconocimiento de estos
mecanismos, y muchos menos en la ciudad de Armenia.

En cuanto a la participación comunitaria Esperanza Gonzales lo especifica como


“las acciones ejecutadas colectivamente por los ciudadanos en la búsqueda de
soluciones a las necesidades de su vida cotidiana”. (Gonzales, 1995, pg. 18) Es
decir todas aquellas actividades que hacen la misma comunidad para dar solución
a los problemas que enfrentan dentro del barrio, vecindad, o conjunto residencial,
etc. En este tipo de participación se encuentra una gran variedad de experiencias
en muchos barrios, demostrando que si hay posibilidad de desarrollar actividades
propias desde la comunidad, claro está que es indispensable tener una buena
organización para establecer funciones y responsabilidades en donde cada
encargado cumpla con su labor. No se puede esperar que unos pocos intercedan
por toda una comunidad o barrio especifico, el compromiso debe ser de todos.

Los mecanismos que están establecidos para la participación comunitaria son


similares a las anteriores, incluyendo la contratación comunitaria en donde se le
permite a las organizaciones comunales realizar contratos con las
administraciones locales para dar cumplimiento a los posibles proyectos
establecidos desde las juntas comunales. Es interesante estos mecanismos, como
anteriormente se dijo, cada una de ellas han tenido un papel fundamental en las
dos últimas dos décadas, aunque muchas veces no tienen un buen
funcionamiento, ya sea por desconocimiento, por desinterés de los
administradores locales que no les da valor a estas propuestas o solo aprueban
las que tengan alguna conveniencia política para ambas partes.

Y el último tipo de participación es el social, en donde la UNICEF la define “como


derecho humano esencial de toda persona y una sociedad puede considerarse
democrática cuando todos sus ciudadanos y ciudadanas participan. La
participación es uno de los componentes más importantes de la construcción de
la democracia y a través de ella, se contribuye a asegurar el cumplimiento de
otros derechos.” (Botero, Torres, y Victoria, 2008, pg. 590). Esta definición es muy
amplia, abarca una generalización de la participación del individuo, denotándola
como un derecho esencial, y considero que es algo cierto, solo que algunos no
están interesados en hacer parte de una colectividad y otros lo están pero mal
organizados, ya sea por falta de conocimiento o simplemente porque no quieren
organizarse como un grupo fuerte y solamente buscan pasar un buen rato.

Este tipo de participación se puede observar durante un buen periodo de la


historia sobre todo por la cantidad de movimientos en busca de derechos, estaban
los movimientos obreros, los estudiantiles, los juveniles, los religiosos, etc. Que
dieron pie para la estructuración de otros en la actualidad, para nuestro estudio,
las agremiaciones o grupos juveniles, que han desarrollado una gran tendencia en
la actualidad, la cual veremos más adelante.

Para Armenia, estas agremiaciones juveniles han tenido una constitución de forma
continua, cada año se acaban unas pero se crean más, con unas temáticas
especificas de trabajo, dándole una especificidad a sus interacciones a través de
unos interese comunes, como el deporte, el ocio, las actividades espirituales, etc.
para este tipo no hay una claridad frente a los mecanismos, solamente hay un
reconocimiento desde lo jurídico a partir de una ajustada y estricta organización
jerarquizada, dejando a un lado los intereses colectivos de conformación. Se
exige demasiado, hay una muy fuerte reglamentación para ser admitidos como
grupo por parte del estado y siempre bajo la tutela de esta, si no cumplen con los
requerimientos los sancionan o no les siguen brindando el apoyo respectivo.

No les permiten tener esa libertad que tenían cuando se reunieron por primera
vez, olvidando su juventud.

Estos elementos han permitido tener un acercamiento a cada tipo de participación


y a sus debidos mecanismos para el territorio colombiano, pero, si se especifica la
forma como se ha trabajado todo este tiempo, han permitido a autores como
Martin Hopenhayn decidir que estos tipos son de tendencia tradicionalista y que
están obsoletos, establecidos a partir de una reglamentación estatal que no da
libertad para definir de que manera la juventud puede participar, sin estar
condicionados por una estricta normativa que no permite desarrollar propuestas
acertadas a partir de las necesidades de la juventud. Por eso el autor plantea a
partir de su investigación unas nuevas tendencias o formas de participación de la
juventud, y como a partir de la modernidad, con su desarrollo informático a gran
escala, se estructura unos nuevos comportamientos participativos en donde se
presta más atención a la individualización de la asociatividad en las redes sociales
que a las de pequeños sectores populares. La aldea global permite interactuar con
otros jóvenes de todo el mundo con la necesidad de entender y compartir sus
experiencias personales. Los jóvenes de Armenia no son ajenos a estas
facilidades, sobre todo con las oportunidades que se tienen para crear estas
relaciones sociales virtuales que permiten tener interacciones con otros jóvenes de
otros países de Latinoamérica, debido a la facilidad del lenguaje para comunicarse
en cada uno estos países permitiéndoles compartir sus culturas.

Otro elemento característico de estas nuevas tendencias es la forma como los


jóvenes, a partir de las tribus urbanas, establecen su condición política, algunos
con referencias anarquistas, otras socialistas, etc. Este elemento permite entender
la importancia de la inclusión del elemento político a sus grupos, los cuales son
muy estrictos en sus reglas internas, provocando así un aislamiento a ciertas
personas que no se sienten identificadas con esos elementos culturales.

Además de esta tendencia política, también se observa una forma autentica de


participación social, en donde se asocian a partir de unos elementos comunes
como lo es la música, la estética, el lenguaje, etc. Que les permite crear unos
lazos propios en cada uno de ellos.

En Armenia este tipo de participación es demasiada marcada, en donde es muy


clara la división de las tribus y las formas cómo interactúan entre ellos, pero,
desgraciadamente no existe espacios adecuados que permitan brindar un
acompañamiento adecuado a este tipo de manifestaciones en donde expresen sus
ideas sobre lo que quieren para el país y como construirlo desde sus expresiones
culturales.

El siguiente elemento es importante porque nos permite entender los factores de


la participación juvenil, en donde, dependiendo de la temática de trabajo, se ven
ciertas características especificas como el nivel socioeconómico y el género,
estas son las agrupaciones religiosas en donde dependiendo del recurso
económico a medida que va ascendiendo el nivel son más los integrantes en estas
prácticas, pero si desciende el nivel socioeconómico son menos los que desean
hacer parte de los grupos; también, que son más las mujeres jóvenes las que
participan en estos grupos que buscan integrarlas en algún programa especifico.

Otra de estas agrupaciones son las deportivas, y son integradas en su mayoría


por hombres, aunque dependiendo del deporte tiene una tendencia hacia las
mujeres, claro está que en estos últimos años se ha demostrado una alta
participación de las mujeres desde muy chicas a la práctica de deportes
exclusivamente de hombres, es el caso del futbol, del baloncesto, del rugby, entre
otros más. De esta manera se enfoca entonces estos tipos de agrupaciones, que
de alguna forma en Armenia están empezando a desarrollarse con gran auge
aunque se sabe que estos grupos ya venían un tiempo atrás con estas
modalidades.(Espinoza, 2009)

La cuarta tendencia actual es esa necesidad que tienen los jóvenes en crear
conciencia sobre temas específicos, pero no toman las debidas acciones que
corresponden a cada una de ellas, es el caso de la necesidad de construir la paz,
su opinión frente a la guerra, su compromiso por los derechos humanos, etc. Ellos
saben y entienden todos estos elementos pero no han aprendido a desarrollar
acciones puntuales y reales que permitan afrontar cada uno de estos temas.
Considero que este elemento lo viven todos los jóvenes de nuestro país, debido a
la falta de organización y del compromiso de todos para desarrollar propuestas
que permitan enfrentar estos temas de actualidad.

La quinta tendencia es el marcado uso de la televisión como fuente de


asociatividad para estas generaciones en donde el grado de influencia de esta
ejerce presión sobre las decisiones que los jóvenes puedan tomar sobre temas
relevantes para sus vidas o, en el caso de la política, la imagen que se vende
acerca de algunos funcionarios públicos como corruptos, desprestigiando de esta
manera el papel o imagen del estado frente a la juventud. Esta característica
demuestra el grado de influencia que pueden tener los medios comunicativos
sobre los jóvenes, en donde considero que de alguna manera no están
preparados para tomar decisiones sobre ciertos temas fundamentales del país,
sobre todo porque no se dan a la tarea de conocer realmente la problemática, y
se dejan llevar por la masificación de la información, tengo que aclarar que no
todos tiene este problema, algunos logran interiorizar estas situaciones logrando
buscar la verdad antes de dar un punto de vista final sobre la situación. Los
jóvenes de Armenia no se quedan atrás frente a esta situación, la mayoría de ellos
se dejan llevar por lo común, especialmente aquellos que no tienen esa cultura de
fijarse realmente en las problemáticas que se presentan en la actualidad y que
afectan la cotidianidad del ser humano.

La sexta tendencia es la participación en voluntariados, en donde la decisión de


participar en estos grupos es muy importante debido a la facultad que la
autonomía le da, los jóvenes se adhieren a este tipo de trabajo porque es su
voluntad de ser parte de estas actividades, además, porque se van a encontrar
con otros jóvenes que comparte este interés en particular y que los convierte en
un fuerte colectivo social. Este tipo de grupos ha tomado fuerza en el país, y cada
vez mas son los jóvenes los interesados en estas clases de actividades, en el
caso de Armenia con organizaciones como Visión Mundial y la ACJ o el caso de
“UN TECHO PARA MI PAIS” son en donde más tienen participación los jóvenes
de la ciudad, teniendo así un compromiso con otras personas, creando un sentido
ético, y permitiéndose sentirse a gusto con el trabajo realizado.

Una última tendencia de participación actual de los jóvenes va referida a la forma


como desacreditan la política que se desarrolla en los países, debido a la forma
como se han denunciado a los políticos por corrupción o malversación de los
recursos a través de los medios de comunicación que dan a conocer estos
sucesos. Esto demuestra la falta de confianza hacia la democracia del país por
parte de los jóvenes, que frente a lo anterior presentan poca participación en los
comicios electorales, no participan en sindicatos, ni en partidos políticos, ni en
organizaciones comunitarias, etc. Valoran la participación como mecanismo para
enfrentar las situaciones de vulneración de derechos, con lo que no están de
acuerdo es con las formas tradicionales de hacer política que no permiten un
desarrollo adecuado del país. Es de consideración realizar un verdadero estudio
de esta tendencia en la ciudad de Armenia debido a unas inconsistencias entre la
teoría y la realidad, como dije anteriormente en los últimos comicios para el
Congreso de la República hubo muchos jóvenes vinculados con los partidos
políticos apoyando a los candidatos, pero hay que considerar cuales fueron los
verdaderos motivos para ser parte de este evento.

Todas estas nuevas formas de participación anteriormente presentadas


demuestras una actitud distinta frente a los tipos presentados a partir de la
legislación colombiana, es de rescatar el impulso por tomar la decisión, de parte
de los jóvenes, de plantearse otras maneras para vincularse a procesos
participativos de manera novedosa, autónoma, libre, sin estar bajo la tutela de un
adulto que los cohíba a realizar acciones propias, proponiendo acciones ligadas a
los avances tecnológicos y a la internet; pero, no nos podemos desligar de lo que
sucede a nuestro alrededor, hay que tener en cuenta que existe otros jóvenes
cerca de nosotros, los cuales comparten unas situaciones especificas y que los del
otro lado no conocen, es importante volver a los grupos juveniles, a la charla sana
de la esquina en donde compartían experiencias o discusiones sobre su
cotidianidad, ya que el momento histórico que vive el país permite volver a
recuperar todos estos elementos, teniendo claro la visión de expresar opiniones
bajo la consigna de respetar lo que el otro dice, teniendo en cuenta la diferencia y
la diversidad de opiniones.

Hay que tener en cuenta que los grupos que existen en la actualidad se tienen que
fortalecer y acompañar pero sin intervenir en su autonomía, en las personalidades
individuales de cada joven integrante de cada tribu que aportan sus visiones de la
vida, reconociendo la participación de estos como jóvenes en cada uno de los
grupos, sobre todo aceptar las demás formas como participa la juventud en las
ciudades, no solamente en Armenia sino en toda Colombia.

Se debe reconocer que existe un potencial enorme en cada joven de la ciudad,


que se debe desarrollar más programas que permitan brindar espacios para que
los jóvenes pongan a trabajar ese potencial compartiendo sus experiencias,
respetando las opiniones de cada uno y permitiendo establecer unas líneas de
acción que permitan a la juventud de Armenia ser participes de la solución para el
desarrollo de la ciudad, creando, a través de políticas claras, una serie de
actividades que los beneficien, porque lo que buscan es tener o compartir esa
búsqueda de oportunidades desde una colectividad clara y puntual sin esperar
represiones de parte del estado, permitiendo ser autores de la construcción de sus
propias realidades para después compartirlas con otros jóvenes.

El siguiente punto, y no menos importante, lo refiero a la legislación que rige todo


el proceso de la participación, que dentro de este estudio se trabajara desde lo
general hasta la legislación juvenil. De qué manera se ha estipulado legalmente la
participación desde la Constitución Nacional de Colombia, como se ha llevado y la
aplicación legal de la participación en los jóvenes.
En un primer momento Esperanza Gonzales referencia el inicio del marco legal de
la participación a partir de la reforma Municipal de 1986, la cual nos dice que “la
Reforma Municipal contiene una serie de transformaciones relacionadas con el
desarrollo de una mayor autonomía política y administrativa y con el
fortalecimiento fiscal de los municipios. En esta reforma se establecen dos tipos
de normas, las de obligatorio cumplimiento y las normas sobre la participación
comunitaria, que son de carácter potestativo, cuya ejecución supone el
cumplimiento de ciertos requisitos adicionales de la ley, entre ellos la voluntad de
las autoridades locales para reglamentarlas y darles aplicación. (Gonzales, 1995)

Este proceso es de suma importancia porque le da la oportunidad al ciudadano de


poder se parte de las decisiones que se tomen para el cumplimiento de sus
derechos, y que puedan tener conocimiento sobre los gastos que se tienen de los
recursos del estado, permitiendo ejercer un debido control sobre este manejo para
que no se desvíen los recursos asignados hacía otros temas que no son de interés
del colectivo. Además hay que tener en cuenta que las normas establecidas en
esta reforma son de obligatorio cumplimiento, las primeras si se cumplen, pero con
ciertos altibajos a la hora de posicionar al candidato elegido, esto, debido a la
cantidad de fraudes que se desarrolla durante el proceso electoral, hechos que
han sido denunciados desde hace muchos años pero que no se les ha prestado la
debida atención por parte de las autoridades correspondientes y las segundas son
my poco aplicadas por el desconocimiento del ciudadano sobre la forma como
deben presentar dichas propuestas.

Para los jóvenes, tanto la normatividad presentada para cada caso en particular
como su aplicación real, son elementos anticuados por la desconfianza que
presentan ante la juventud, sobre todo por la imagen que se les ha presentado de
cada uno de estos elementos, los fraudes electorales, la corrupción política, la
politiquería, la malversación de recursos, etc. No son aceptados por la condición
de transparencia que deberían tener por ser propuestos por el estado, entonces,
se crea una antipatía hacia cada una de estas instituciones ya que consideran que
no están representados por esta legislación.

Para lograr un cambio efectivo en la aceptación de estos mecanismos, se debería


realizar una trasformación completa de las instituciones, hecho que para hacerse
realidad es casi imposible lograrse por la mano oscura que envuelve todas estas
instituciones, cuando hablo de mano oscura, estoy hablando de aquellas personas
que desde el anonimato realizan artimañas para evitar que los menos favorecidos
puedan lograr los cambios que desean, utilizan el poder del capital para comprar
la conciencia de las personas exactas que están en función de hacer cumplir o
negar las propuestas presentadas por el grupo representativo, otorgándole
beneficios a otros que realmente no necesitan el apoyo porque a través de ellos
van a conseguir sus propios intereses.

También esperanza Gonzales propone una relación existente en la Constitución


de 1991 de la república de Colombia con los diferentes tipos de participación,
específicamente la política, social y ciudadana, en donde desarrolla un exhaustivo
estudio sobre los artículos que hacen referencia a cada uno de ellos, en cuanto a
la participación social existen 6 artículos específicos que hablan de esta forma de
participación, tratando sobre la libre asociatividad, la constitución de sindicatos, el
establecimiento de estímulos y medios para la gestión de las empresas, la
promoción del acceso a la propiedad de la tierra y la fundación, por parte de
particulares, de establecimientos educativos. (Gonzales, 1995).

Para la participación política existen 18 artículos que estimulan este tipo de


participación, y hacen referencia de la utilización de los mecanismos de control, de
la posibilidad de participar en el control político, la libre oposición política, del
poder autónomo de los indígenas para hacer cumplir sus propias reglas, del voto,
de la elección directa de sus representantes, etc. (Gonzales, 1995)

Y en cuanto a la participación ciudadana existen 11 artículos, haciendo referencia


a la participación activa de los jóvenes en las organizaciones públicas y privadas
que velen por la juventud, de la garantía al acceso a la salud, de la participación
de los ciudadanos en las juntas de las empresas de los servicios públicos, del
derecho a un ambiente sano, de la presentación de proyectos que pueden
presentar los habitantes las entidades territoriales que sean de competencia de la
respectiva organización pública, del derecho de impugnar o defender las normas
sometidas a control en los procesos promovidos por otros, etc. (Gonzales, 1995)

Todo lo planteado anteriormente permite observar la disposición y facilidades que


existe dentro de nuestro estado para ejercer la participación, lamentablemente
muchas de estas citas no se cumplen por el desconocimiento que existe de esta
normativa, además, las instituciones no las respetan, como no existe quien las
exija entonces se hacen los de la vista gorda, desarrollando o aplicando la
normatividad como a ellos más les favorezca dejando a un lado posibles
propuestas que pueden dar respuesta a posibles problemas que necesitan una
solución urgente.

Para hacer referencia a la legislación juvenil se debe estudiar con mucha seriedad
la Ley N° 375 del 4 de julio de 1997 (ley de la Juventud), que estipula la manera
como debería cubrir el estado las problemáticas juveniles y en los cuales se divide
toda la ley, voy a intentar explicar de una manera sencilla los parámetros que en
esta se establece y que hay que tener en cuenta para mejorar las condiciones de
vida de los y las jóvenes colombianos.

Primero, “La ley de la Juventud es un documento que reconoce en la juventud a


unos sujetos con derechos y a los cuales hay que otorgarles unos beneficios de
integración, participación, formación, etc.” (ley de la Juventud) Es muy claro este
concepto, que se reconozcan a los jóvenes como ciudadanos con derechos y
como tal debe haber un conjunto de reglas y normas que beneficien a la juventud,
en donde se entretejan el acceso a la educación, a la salud, al campo laboral,
cultural y social, sin discriminación, es decir: que no importe que sea jóvenes de la
ciudad o del campo, que sean blancos, mulatos, afro descendientes, indígenas,
con discapacidad, etc. Que sea una legislación incluyente mas no excluyente en la
sociedad.

Segundo, tener claridad en cuanto a los derechos y deberes de los jóvenes en


donde se puedan incluir a programas de utilización del tiempo libre, educación,
cultura y deporte, entendiéndolas como elementos fundamentales para el
desarrollo de la juventud.

Tercero, trata de las políticas que se utilizan para mejorar el sistema de


participación de la juventud, estableciendo los propósitos, las estrategias
pedagógicas y su representación. (ley de la Juventud). En cuanto a este tema,
tanto a nivel nacional como local, es decir Armenia, se observa en algunas partes
un adelanto en este tipo de trabajo, en ciudades como Medellín, Bogotá, y el Valle
del Cauca se hace un reconocimiento a los jóvenes que se ha preocupado por
establecer estas políticas, obteniendo unos resultados muy importantes, sobre
todo porque fueron los mismos jóvenes los que la construyeron. Para el caso de
de la ciudad de Armenia, se tiene conocimiento de la construcción de esta política
pública desde el 1994, en donde muchos jóvenes han participado en esta
construcción, como resultado de esto, se obtuvo una primera formalización de
dicha política, pero, a través de estos años se ha demostrado la falta de interés
de los gobiernos por retomarla y perfeccionarla, en cada periodo de gobierno la
persona encargada del proceso es diferente, se inicia pero no se llega a ningún
acuerdo porque no hay un acompañamiento serio tanto del gobierno como de los
mismos jóvenes por construirlo, entonces cada año o cada periodo son distintos
los que intentan generar propuestas para desarrollar la política pública.

Por eso es necesario tener claridad en cuanto cual es el propósito que se busca,
desde las administraciones, para desarrollar con la juventud, primero debería
haber una organización muy clara entre los jóvenes para que puedan identificar
las necesidades reales que son indispensables para tratar, segundo, que si no hay
un mandatario que se demuestre interesado en construir estas políticas, no se va
a llegar a nada, y tercero, una continuidad, que cada mandatario que llegue al
poder se comprometa a continuar lo que inicio el anterior, que exista dentro de los
jóvenes un comité de seguimiento que permita dar reconocimiento a lo que se está
haciendo o de evaluación que permita contar el grado de impacto de una política
frente a otra para después mejorarla, estas son algunas pautas que va a permitir
tener una mayor estructuración de las políticas públicas para la juventud.

Estos son algunos de los parámetros establecidos dentro de la ley además de


otros, pero de su verdadero funcionamiento queda mucho por decir, debido a que
no se está cumpliendo a cabalidad estos artículos, principalmente los que tienen
que ver con la participación juvenil, porque muchos de los artículos que tratan
sobre este tema, están hechos desde el escritorio y no a partir de un consenso
con la juventud en donde exista una interacción y concertación real para definir la
ley, sobre todo porque sigue bajo la tutela de los adultos, sin permitir que los
jóvenes tomen ciertas decisiones para establecer otros elementos dentro de esta
ley. Lo que está escrito es muy importante pero no se tiene muy claro si realmente
se está ejecutando y de qué manera lo están haciendo.

Otro punto es que existe una reglamentación para que se comuniquen los trabajos
que se están haciendo para la juventud, pero realmente no se ejecuta porque no
hay recursos que permitan promocionar la ley y hacerla conocer por todos los
jóvenes. Es indispensable crear otros mecanismos para que ellos se interesen por
esta reglamentación, permitiéndoles ver que existe una manera para participar y
decidir lo que quieren como jóvenes.

En fin, como conclusión a este estudio es necesario entender que la juventud no


puede seguir viéndose como una etapa más de la vida, sino, como dicen algunos
autores, como una parte importante de nuestros ser, en donde se entrecruzan las
nuevas personalidades con la imagen que se tiene de la juventud, permitiendo
rescatar las habilidades y capacidades que tenemos, ya que es nuestro fuerte en
la actualidad, si se pudiera recoger todo el talento en una sola actividad se tendría
un gran resultado. Los jóvenes deben además entender que somos nosotros
mismos los que podemos cambiar la imagen que tienen los adultos de la juventud,
a través de los medios masivos de información, en donde se muestre las cosas
positivas que hacen los jóvenes y se mermen los puntos negativos, ya que a las
personas los marcan más lo negativo que lo positivo.

También, debemos reconocer que pese a que hay unas nuevas formas de
participación, no están legalizadas, como lo son las redes sociales virtuales, los
movimientos juveniles, la masificación de los medios de comunicación, los
voluntariados, las culturas juveniles, etc. Pero, están siendo legitimadas por los
jóvenes y que por esto les permiten sentirse identificados con lo que hacen,
tenemos que procurar que el estado acepte y legalice estas formas para tener
mayor recursos para estos grupos y así acoger a mas jóvenes para que se
integren a estas propuestas y tengan una salida de las acciones violentas.

En consecuencia, el estado debe promulgar políticas para que los jóvenes acepten
las propuestas presentadas por ellos, en donde les permitan decidir si están de
acuerdo o no con ese tema y poder realizarle cambios específicos sin
complicaciones.

Lo siguiente es entender que la participación no es solamente integrar un grupo


característico sino que, el simple hecho de expresar lo que se piensa sin miedo a
represalias también es participar, ya que se da una oportunidad de dar a conocer
sus ideas y a través de ellas construir propuestas adecuadas para su edad.

Es entonces donde los interrogantes sobre que están haciendo los jóvenes para
participar empiezan a responderse desde una mirada distinta al simple hecho de
asociarse, porque de nada sirve que estén en un grupo si no hay la facilidad de
expresarse para mejorar su entorno, por eso la participación debe ir dirigida a
encontrar dentro del mismo grupo de personas un punto en común, partiendo de la
discusión de los puntos de vista, que permita llegar a socializar y distinguir desde
el respeto mutuo lo que nos une, y desde allí dar posibles salidas al conflicto que
se ha planteado.

Para los estudios posteriores es necesario tener claro que en Armenia no se ha


construido un documento base que permita recoger los trabajos que se están
desarrollando en la ciudad, sobre todo porque no se está construyendo
conocimiento, el trabajo practico se está haciendo, pero no se lleva a un
documento donde se presente los resultados obtenidos que faciliten la consulta de
todo el proceso desarrollado, por eso, es necesario que las entidades que tiene
propuestas de trabajo sobre juventud se arriesguen a realizar escritos sobre la
temática, ya que es indispensable recopilar la información para no perder todo el
trabajo en campo.

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