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INTRODUCCION
Desde hace unos años atrás se ha desarrollado un nuevo fenómeno desde el ciclo
vital que nos identifica como seres humanos, hago referencia al periodo de la
adolescencia y la juventud, como una parte fundamental de nuestro vivir o de
nuestra personalidad, permitiendo identificarnos como seres únicos, sujetos con
capacidades, habilidades excepcionales por la vitalidad y energía que
proyectamos. Además, que en estas dos últimas décadas, el joven ha demostrado
que puede ser esencial para el cambio drástico que debe tener esta sociedad
colombiana poseída por las viejas costumbres y que políticamente ha sido
marcada por la corrupción de nuestros dirigentes, que de alguna manera el joven
del país a gritado a viva voz las consecuencias de este fenómeno, pero que, el
estado se ha encargado de acallar a través de una estigmatización general de
individuos violentos, pero no solo ellos, muchos otros lo han hecho simplemente
por negar el cambio generacional, el actitud, el social, etc., que han demostrado
los jóvenes de hoy para gritarle al país que no estamos de acuerdo con la forma
como hemos sido tratados durante casi 2000 años.
Es por eso que hoy, a través de este documento, deseo expresar como ha sido
teórica, conceptual, histórica y legalmente toda esta transformación social del
joven de hoy, además me voy a permitir identificar o diferenciar varios elementos
claves que desde el estado se busca promocionar la participación del joven en los
programas desarrollados por este y que la juventud se ha propuesto apartarse de
ellos a través de unos nuevos modelos de participación que les permite dar una
mirada real a planteamientos distintos y actuales a los que siempre se han tratado,
sobre todo porque no creen en estas políticas dirigidas o asimiladas como
asistencialistas o paternalistas que solo buscan cubrir un presupuesto dirigido por
cada mandatario pero sin ningún control e interés por parte del gobierno por seguir
dándole continuidad a sus programas.
Se pretende reconocer con el texto la importancia de entender el porqué de esta
categoría de estudio a partir de unos nuevos autores que ha desarrollado con
anterioridad esta temática a nivel de Latinoamérica, Colombia y la Ciudad de
Armenia, mostrándonos la verdadera realidad que viven los jóvenes de nuestros
países, que comparten muchas cosas en común y que son fuente de investigación
en la actualidad, pero que a nivel local, en el caso de Armenia, no hay mucha
información, por eso es fundamental generar este tipo de trabajos para reconocer
nuestro contexto, que pasa con los jóvenes de la ciudad, como desempeñan su rol
de participación en cada uno de los barrios donde se encuentran ubicados o viven
cada uno de ellos, y que a partir de los nuevos sistemas de información han
implantado nuevos modelos estéticos y culturales que les permite identificarse en
grupos comunes a partir de intereses colectivos, como la música, el arte, la forma
de vestir, hasta su forma de hablar, claro está que en este estudio no nos
enfocaremos en identificar estos grupos sino conocer los modos o formas como se
asocian y participan en cada uno de ellos.
Se busca recoger todos los elementos que permitan identificar elementos
característicos del joven de Armenia, pero que los diferencia de los demás del
resto del país, a partir de una base teórica que permita aplicarlo a nuestro contexto
local, observando cómo las nuevas formas de participación desarrolladas por
estos autores se pueden ubicar en nuestra ciudad. Demos inicio entonces a todo
este recorrido que va a permitir enriquecer el fenómeno Juventud dentro de la
Participación tanto en los modelos tradicionales como las nuevas tendencias que
se desarrollaran mas adelante con profundidad.
LA PARTICIPACION
Desde la historia, se ha dado una mirada importante al inicio de la participación,
principalmente dando inicio en el S IV a. de C con Plutarco cuando derrumbo a la
tiranía instituyendo derechos y leyes para establecer un gobierno más
concordante con la búsqueda del bienestar. Tiempo después de la edad media
autores como Montesquieu y Rousseau establecieron sus teorías sobre la
soberanía del pueblo como los dueños del poder, de esta manera empieza a
desarrollarse la idea de un estado democrático, en donde toma más fuerza a partir
de la Revolución Francesa con el desarrollo de nuevas políticas, e ideales sociales
constituyendo de esta manera una asamblea constituyente que declaro la libertad
e igualdad de los ciudadanos ante la ley.
Pero, si damos una mirada sobre el papel del joven en todo este proceso, se
puede identificar un elemento indispensable, es el verdadero papel que
desempeñaban y las funciones que podían cumplir, históricamente se conoce la
existencia del joven, a partir de un elemento constitutivo como es la edad, desde
las sociedades primitivas, y que en cada sociedad debía cumplir un papel, siempre
el estipulado por la estructura social diseñada por la institución a la que
pertenecían y las creencias de sus padres. Pero el verdadero papel visible del
joven, como sujeto cargado de cuerpo social, empieza a vislumbrar a partir de la
era moderna como nos dice Sandra Souto en su documento: en donde la
modernización introduce una cierta autodeterminación de la juventud en relación
al acceso a una casa o a un mercado de consumo, la configuración de un vida
propia o una elección matrimonial independiente de la riqueza o de las
propiedades, al igual que supone la creación de espacios para los jóvenes en los
núcleos urbanos” ( Souto; 2007; pg. 172), lo anterior permite observar los primeros
síntomas de rebeldía para constituirse como sujetos de derechos y de esta
manera empezar a organizarse en movimientos juveniles como los desarrollados
en Francia, Gran Bretaña, que, con la modernización, los grupos juveniles
adquirieron mayor autonomía y responsabilidad, decidiendo ampliar su campo de
acción a mujeres jóvenes y adolescentes, pasando de transmitir unos valores
tradicionales a un heraldo de leyes propias a partir de lo que deseaban.
La participación de la juventud toma mucha más relevancia entre finales del S.
XVIII y principios del S. XIX, en donde las consecuencias de los cambios
desarrollados con la modernización económica, social y política, sobre todo con la
implementación del estado moderno, constituyo un conjunto de instituciones y
leyes que favorecieron tanto la organización como su forma de actuar
independiente. De esta manera la adolescencia pasa a ser parte de la toma de
decisiones personales importantes, desde el sexo, el estatus social, entre otros
existentes en las sociedades tradicionales, perdiendo de esta manera cierto grado
de independencia que anteriormente tenían, así la juventud tiende a estructurar su
cotidianidad en la participación a partir de unos elementos que se volvieron
característicos de la modernidad, principalmente porque desarrollaron en los
jóvenes un sentido de competencia, en donde si no funciona en esta maquinaria
se excluye, abandonando los modelos de socialización tradicionales, en donde las
instituciones encargadas de los adolescentes los confundían con una serie de
normas y valores distintos a los que conocían.
Se regula entonces el acceso fácil al mercado laboral, la educación se vuelve
obligatoria para acceder al campo profesional, la conformación de los ejércitos a
través del servicio militar obligatorio o la regulación al derecho al voto.
Con estas nuevas organizaciones se desarrollaron nuevas actividades de ocio
debido al tiempo libre que tenían los jóvenes en este tiempo, pero,
lamentablemente estaban limitados para unos pocos, en este caso para la clase
media, alta y la clase obrera, lo que eran los salones de baile, bares, y tiempo
después las salas de cine o los eventos deportivos, mientras que los de clase baja
tenían que trabajar más tiempo en los talleres y ganaban menos dinero, perdiendo
así la posibilidad de ser participes de estos grupos selectos. “Estas
organizaciones fueron patrocinadas por adultos en Europa, especialmente porque
consideraban que durante esta época industrial desarrollaron la idea que a los
jóvenes debían curarlos, los primeros fueron las confesiones religiosas,
fundamentalmente la católica, la más importante la JOC (Juventud Obrera
Cristiana) que se desarrollo en Bélgica y contaba con más de 2000 jóvenes
participantes, en Francia con la Asociación Católica de la Juventud Francesa que
surgió en la mitad de los años 20, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial el
15% de los jóvenes franceses pertenecían a un movimiento católico”. (Souto,
2007; pg. 175),
En 1908 Robert Baden-Powell crea los Boys Scouts Britanicos que buscaba
educar a los jóvenes, divididos en diferentes edades, sobre valores y actitudes
conformistas y conservadores en materia de religión, moral, y política; en
Alemania se desarrollo el wandervögel, que literalmente eran los pájaros
migratorios, un grupo formado por estudiantes de secundaria de clase media.
A partir de esa modernización y la conformación de la juventud como un grupo
social definido permitió el desarrollo de movimientos juveniles independientes. En
un primer momento surgen durante la enseñanza superior, movimientos
estudiantiles universitarios que se forman tras las guerras napoleónicas y en otros
casos estuvieron en el origen de la movilización política juvenil, en cuanto a los
primeros movimientos juveniles obreros surgieron por el mismo agrupamiento de
los propios jóvenes por sus derechos, no por la decisión de sus respectivas
organizaciones de adultos. Así, la primera oleada del joven en movimientos
estudiantiles se desarrolla durante el proceso de entreguerras, fundamentalmente
porque la guerra cambio muchas de las instituciones sociales en donde se llevaba
su socialización, se desintegro las familias, muchos de estos niños y jóvenes
quedaron huérfanos asumiendo roles que no debían como los que tenían padres
en el frente.(Souto, 2007; pg. 177), En muchos casos los dirigentes comenzaron
a ver a los jóvenes como un grupo de personas a los cuales debían atraer por
medio de sus políticas para convertirlos en la gran fuerza dirigente del futuro, de
esta forma la participación política de los jóvenes termina siendo politizada, crecen
aún más las organizaciones juveniles y su autonomía, siendo claves en la
conformación de nuevos movimientos pero esta vez con diferentes características,
como las de tendencias comunistas, fascistas o nazistas.
Estos episodios de los movimientos juveniles en los países europeos también
tuvieron gran similitud en Latinoamérica, especialmente por la tendencia
revolucionaria en los países de Suramérica, los casos de Chile y de Argentina son
muy conocidos, especialmente la confrontación con las dictaduras en donde
participaron muchos jóvenes y los cuales fueron asesinados, la gran mayoría
jóvenes con tendencias de izquierda que no apoyaban las políticas del dictador.
Para el caso de Colombia es una historia muy similar la participación del joven,
especialmente la tendencia de los movimientos estudiantiles en las universidades
del país, muchos de ellos con tendencias marxistas e igualmente reprimidos por el
estado. De esta forma siguió hasta la actualidad la participación juvenil, aunque es
poco el activismo reportado, las exigencias siguen siendo las mismas. Lo que
actualmente existe, a partir del modelo globalizador, es una tendencia a asociarse
a partir de unos intereses culturales comunes, a través del establecimiento de
unas subculturas con las que se permiten identificarse con su indumentaria, estilo
estético y musical.
Por esto es necesario tener en cuenta que la juventud, más que una categoría de
edad, es un conjunto de elementos sociales, políticos, biológicos y culturales que
van a permitir entender los verdaderos intereses por los cuales están en una
constante lucha, buscando desarrollarse como actores sociales que pueden
generar realmente una transformación real desde su individualidad, su
subjetividad, su rebeldía que les permita pensarse como sujetos de cambio de su
propia realidad.
Pero entonces ¿Qué es la Participación? Algunos autores clásicos como Hegel,
pasando por Gramsci, o Parsons, hasta los autores actuales han estudiado la
participación, desde una forma general hasta la especificidad de sus tipos, pero
antes de hablar de ellos, hay que adentrarnos a esa concepción general de lo que
es realmente la participación y la manera cómo influye en una sociedad, para
finalizar con la participación juvenil. Tratare de dar una visión de forma global para
pasar después al ámbito latinoamericano y después a Colombia.
El primer autor a tratar es Hart (1993) el cual define la participación como: la
capacidad para expresar decisiones que sean reconocidas por el entorno social y
que afecten a la vida propia y/o a la vida de la comunidad en la que uno vive.
(Botero, Torres y Victoria 2008, pg. 590). El autor es muy claro en decir que lo
que realmente hace importante esta participación es que se pueda expresar
decisiones, es decir, poder comunicar con facilidad, desde unos criterios o
conocimientos adquiridos, las opiniones que se tengan sobre una necesidad, la
cual ha sido reconocida de forma colectiva y que afecta la cotidianidad del grupo,
otorgándole la importancia requerida para tomar los respectivos correctivos,
teniendo en cuenta que si no hay un grado de consenso entre todo los miembros
del grupo no se puede desarrollar las respectivas tareas.
El primer caso el cual voy a tratar es el planteado por el autor Rodríguez que es
uno de los más recientes, el cual nos dice que desde la política pública la
participación juvenil es un derecho que integra a los jóvenes y a las jóvenes en los
procesos de formación y formulación de la política constituyéndose en imperante,
para generar procesos de sensibilización, apropiación, construcción y legitimación
de la política. (Botero, Torres, y Victoria 2008, pg. 582). Con esta definición hay
que tener claro que es la estipulación de una política, identificando principalmente
que la participación juvenil es un derecho que tienen los jóvenes para ser
participes en la toma de decisiones que a ellos les compete, es decir, solo ellos,
los mismos jóvenes, pueden decidir sobre los temas que más les inquietan y que
necesitan ser tratados con urgencia, en este caso, los que tienen que ver con el
acceso a la educación, al campo laboral, a la etapa productiva, etc. Ya que
muchas veces se observa que no hay los espacios suficientes para que los
jóvenes accedan con facilidad a cada uno de ellos. El joven estudia, son pocos los
que pueden ser profesionales y de estos, algunos no pueden acceder o
desempeñar su profesión porque los limitan a tener un tiempo o experiencia en el
campo, si no existe tal cosa, no pueden laborar con suficiencia.
Por eso es necesario que a partir de lo planteado por Rodríguez, todos los
jóvenes, no unos pocos, se encarguen de estudiar y evaluar toda política que a
ellos se refieran, ya que los ejercicios desde el gobierno son muy asistencialistas y
se rompen en el paso de un gobierno a otro, además, no se tienen en cuenta los
avances del antecesor provocando una ruptura en el trabajo, logrando de esta
manera que los procesos no se continúen y tengan que volver a empezar de cero.
El siguiente autor es Balardini el cual propone que “Los jóvenes de hoy, cuando
participan, buscan hacerlo en instancias de relación cara a cara, concreta y
próxima, en un vinculo de eficacia con el esfuerzo que se realiza, donde el
producto de su participación sea visible y tangible. Con acciones puntuales, con
reclamos y denuncias concretas relacionadas a su vida por cierta proximidad y no
canalizada a través de organizaciones tradicionales.” (Botero, Torres, y Victoria,
2008 pg. 593) Ya en esta definición es muy explícita la denuncia, en donde los
jóvenes expresan sin temor alguno sus necesidades en donde el contacto sea
directo, sin intermediario, el cual le permita tener un acceso fácil y rápido con el
dirigente para que recoja él mismo las inquietudes sobre los temas que afectan a
los jóvenes.
Desde otro punto de vista, los jóvenes se dejan manejar por los partidos, los
cuales de alguna manera ofrecen beneficios que después no cumplen, este caso
no es muy aislado de la realidad juvenil en Armenia, en los últimos comicios se
observo una gran cantidad de jóvenes realizando propaganda a los candidatos
participantes, pero, la pregunta es ¿con que fin lo hacen? ¿Será que las promesas
dadas son tan beneficiosas que no las rechazan? Porque es un fenómeno que se
ha dado últimamente en la ciudad, volviéndose demasiado interesante para
desarrollar un completo estudio de esta situación. Otro elemento importante para
rescatar en esta figura, ha sido la creación de los Consejos Municipales Juveniles,
que para el caso de Armenia es alarmante la falta de compromiso para votar de
parte de los jóvenes, ya que de los 5000 inscritos para el último periodo,
solamente lo hicieron 1287 jóvenes, aptos para el sufragio (la Crónica, 2009),
algunos por falta de interés, otros por desconocimiento , debido a que no tenían el
documento de identidad para realizar la votación, o por el descredito que tienen
estos consejos juveniles.
El tercer mecanismo es el cabildo abierto, que les permite a los miembros de una
comunidad participar, opinar y discutir temas de interés para el desarrollo y
mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes. En este caso se
observa la constante realización de este mecanismo en el país, pero, se realiza no
mas a petición del presidente, los gobernadores y alcaldes no desarrollan la
iniciativa de formalizarlo dentro de la ciudad, acá, la participación de los jóvenes
es poca por no decir nula, no hay interés de parte de nosotros por asistir a estas
reuniones. Además se tiene entendido que solamente van las personas que a van
a intervenir, y la asistencia de algunos presidentes de la JAC o miembros de las
instituciones públicas.
Para Armenia, estas agremiaciones juveniles han tenido una constitución de forma
continua, cada año se acaban unas pero se crean más, con unas temáticas
especificas de trabajo, dándole una especificidad a sus interacciones a través de
unos interese comunes, como el deporte, el ocio, las actividades espirituales, etc.
para este tipo no hay una claridad frente a los mecanismos, solamente hay un
reconocimiento desde lo jurídico a partir de una ajustada y estricta organización
jerarquizada, dejando a un lado los intereses colectivos de conformación. Se
exige demasiado, hay una muy fuerte reglamentación para ser admitidos como
grupo por parte del estado y siempre bajo la tutela de esta, si no cumplen con los
requerimientos los sancionan o no les siguen brindando el apoyo respectivo.
No les permiten tener esa libertad que tenían cuando se reunieron por primera
vez, olvidando su juventud.
La cuarta tendencia actual es esa necesidad que tienen los jóvenes en crear
conciencia sobre temas específicos, pero no toman las debidas acciones que
corresponden a cada una de ellas, es el caso de la necesidad de construir la paz,
su opinión frente a la guerra, su compromiso por los derechos humanos, etc. Ellos
saben y entienden todos estos elementos pero no han aprendido a desarrollar
acciones puntuales y reales que permitan afrontar cada uno de estos temas.
Considero que este elemento lo viven todos los jóvenes de nuestro país, debido a
la falta de organización y del compromiso de todos para desarrollar propuestas
que permitan enfrentar estos temas de actualidad.
Hay que tener en cuenta que los grupos que existen en la actualidad se tienen que
fortalecer y acompañar pero sin intervenir en su autonomía, en las personalidades
individuales de cada joven integrante de cada tribu que aportan sus visiones de la
vida, reconociendo la participación de estos como jóvenes en cada uno de los
grupos, sobre todo aceptar las demás formas como participa la juventud en las
ciudades, no solamente en Armenia sino en toda Colombia.
Para los jóvenes, tanto la normatividad presentada para cada caso en particular
como su aplicación real, son elementos anticuados por la desconfianza que
presentan ante la juventud, sobre todo por la imagen que se les ha presentado de
cada uno de estos elementos, los fraudes electorales, la corrupción política, la
politiquería, la malversación de recursos, etc. No son aceptados por la condición
de transparencia que deberían tener por ser propuestos por el estado, entonces,
se crea una antipatía hacia cada una de estas instituciones ya que consideran que
no están representados por esta legislación.
Para hacer referencia a la legislación juvenil se debe estudiar con mucha seriedad
la Ley N° 375 del 4 de julio de 1997 (ley de la Juventud), que estipula la manera
como debería cubrir el estado las problemáticas juveniles y en los cuales se divide
toda la ley, voy a intentar explicar de una manera sencilla los parámetros que en
esta se establece y que hay que tener en cuenta para mejorar las condiciones de
vida de los y las jóvenes colombianos.
Por eso es necesario tener claridad en cuanto cual es el propósito que se busca,
desde las administraciones, para desarrollar con la juventud, primero debería
haber una organización muy clara entre los jóvenes para que puedan identificar
las necesidades reales que son indispensables para tratar, segundo, que si no hay
un mandatario que se demuestre interesado en construir estas políticas, no se va
a llegar a nada, y tercero, una continuidad, que cada mandatario que llegue al
poder se comprometa a continuar lo que inicio el anterior, que exista dentro de los
jóvenes un comité de seguimiento que permita dar reconocimiento a lo que se está
haciendo o de evaluación que permita contar el grado de impacto de una política
frente a otra para después mejorarla, estas son algunas pautas que va a permitir
tener una mayor estructuración de las políticas públicas para la juventud.
Otro punto es que existe una reglamentación para que se comuniquen los trabajos
que se están haciendo para la juventud, pero realmente no se ejecuta porque no
hay recursos que permitan promocionar la ley y hacerla conocer por todos los
jóvenes. Es indispensable crear otros mecanismos para que ellos se interesen por
esta reglamentación, permitiéndoles ver que existe una manera para participar y
decidir lo que quieren como jóvenes.
También, debemos reconocer que pese a que hay unas nuevas formas de
participación, no están legalizadas, como lo son las redes sociales virtuales, los
movimientos juveniles, la masificación de los medios de comunicación, los
voluntariados, las culturas juveniles, etc. Pero, están siendo legitimadas por los
jóvenes y que por esto les permiten sentirse identificados con lo que hacen,
tenemos que procurar que el estado acepte y legalice estas formas para tener
mayor recursos para estos grupos y así acoger a mas jóvenes para que se
integren a estas propuestas y tengan una salida de las acciones violentas.
En consecuencia, el estado debe promulgar políticas para que los jóvenes acepten
las propuestas presentadas por ellos, en donde les permitan decidir si están de
acuerdo o no con ese tema y poder realizarle cambios específicos sin
complicaciones.
Es entonces donde los interrogantes sobre que están haciendo los jóvenes para
participar empiezan a responderse desde una mirada distinta al simple hecho de
asociarse, porque de nada sirve que estén en un grupo si no hay la facilidad de
expresarse para mejorar su entorno, por eso la participación debe ir dirigida a
encontrar dentro del mismo grupo de personas un punto en común, partiendo de la
discusión de los puntos de vista, que permita llegar a socializar y distinguir desde
el respeto mutuo lo que nos une, y desde allí dar posibles salidas al conflicto que
se ha planteado.