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Compiladoras
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS:
DIÁLOGOS INTERDISCIPLINARIOS
SOBRE SOCIEDAD, HISTORIA, CULTURA,
FRONTERA Y TERRITORIO
María Laura Gili y Graciana Pérez Zavala
Compiladoras
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS:
DIÁLOGOS INTERDISCIPLINARIOS
SOBRE SOCIEDAD, HISTORIA, CULTURA,
FRONTERA Y TERRITORIO
Primera edición, 2015
ISBN 978-987-3851-00-1
Aspha Ediciones
Virrey Liniers 340, 3ro L. (1174)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Telf. (54911) 4864-0439
asphaediciones@gmail.com
www.asphaediciones.com.ar
Organización
Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas, Universidad Nacional
de Villa María.
Secretaria de Investigación y Extensión, IAPCH, Universidad Nacional de Vi-
lla María.
Centro de Investigaciones Precolombinas, Delegación Académica Villa María.
Red de Paisajes Integrados sobre Estudios Sudamericanos. Sede UNVM.
Internacional de Conocimiento.
Coordinadoras
María Laura Gili y Graciana Pérez Zavala.
Comité Organizador
Rodolfo Juncos, Alfredo Crespo, Cristina Gallo, Susana Dutto, Silvina Mercadal, Sil-
vina Simielli, Milena Lucero, Rubén Jaime, Sergio Alonso y Adriana Watson.
Declaraciones de interés
Municipal, Educativo y Cultural por la Municipalidad de Villa María.
Municipalidad de Villa Nueva.
Avales
Asociación Internacional para el estudio de la música popular (IASPM Améri-
ca Latina).
Centro de Estudios Históricos “Profesor Carlos S. A. Segreti”. Unidad Aso-
ciada a CONICET.
Centro de Investigaciones Precolombinas (CIP). Buenos Aires.
Centro de Investigaciones Precolombinas (CIP). Delegación Académica Río
Cuarto.
Centro de Investigaciones Precolombinas (CIP). Delegación Académica Truji-
llo.
Foro Latinoamericano de Educación Musical Sección Argentina (FLADEM
Argentina).
Departamento de Historia, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Na-
cional de Río Cuarto.
Escuela Normal Víctor Mercante, Villa María.
Instituto de Educación Superior del Centro de la República “Dr. Ángel Diego
Márquez” (INESCER), Villa María.
Instituto del Rosario. Profesorado Gabriela Mistral, Villa María.
Taller de Etnohistoria de la Frontera Sur (Tefros).
Auspicios
Secretaría de Políticas Universitarias. Ministerio de Educación. Presidencia de
la Nación.
Fundación de la Universidad Nacional de Villa María.
Deporte y Turismo de la Municipalidad de Villa María.
Índice
Prólogo............................................................................................................................ 17
María Laura Gili y Graciana Pérez Zavala
IV. Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura: la thesei occidental
puesta a prueba................................................................................................................... 53
Ana María Rocchietti
XIII. La ideología indianista: desafíos descolonizadores a las filosofías y las ciencias sociales
emancipadoras..................................................................................................................... 123
Gustavo R. Cruz
XIX. La irrupción del pobre y el nuevo “comienzo” del filosofar latinoamericano según el
pensamiento de Juan Carlos Scannone................................................................................. 177
Guillermo Carlos Recanati
XXIX. Una mirada desde lo postcolonial y la otredad acerca de los migrantes bolivianos en
Río Cuarto. Reflexiones sobre el documental el ‘imperio de los colores................................... 285
María Noelia Galetto y Mariana Lerchundi
XXXI. Palabras migrantes. Ver al otro a través del idioma otro. Diálogos interculturales e
interliterarios entre renovación e integración.......................................................................... 305
Massimo Palmieri
XXXIV. Las “áreas de desarrollo indígena” en Chile: una observación crítica desde los
aportes de Habermas y Dussel............................................................................................. 339
Victoria Rivera Ugarte y Francisca Gómez Lechaptois
XXXV. Diseño de políticas públicas sobre el espacio urbano a partir de la percepción de los
niños. El caso de la localidad de Morrison (Córdoba).......................................................... 349
Emiliano Spontón, Mauricio Menardi, Antonella Vagliente, Olivia Antonio,
Ignacio Cancé y Emilio Pérez Campanelli
XLII. Música y estructura social en la Frontera Sur de Córdoba durante la segunda mitad
del siglo XIX: una analogía................................................................................................ 413
Gustavo Torres
XLIII. Relaciones entre Música y Sociedad en Los Pasos Perdidos, de Alejo Carpentier...... 425
Isabel Abellán Chuecos
XLIV. La música popular chilena durante el proceso de conformación y consolidación de la
unidad popular en chile: el caso de Víctor Jara y su interpretación aurática de la realidad..... 431
Pablo Reyna Manero
XLVI. Performance del tango en Villa María y Río Cuarto entre 1940 y 1970.
Comparación del repertorio y las creaciones........................................................................... 451
Silvia Irene Aballay y Alfredo José Crespo
XLVII. La gestión turística sobre los bienes patrimoniales medidas de mitigación ante su
aplicación............................................................................................................................ 461
Yanina Aguilar
XLVIII. La herencia social como potencial cultural histórico local. Villa Nueva (la del
Paso de Ferreyra). Pedanía Villa Nueva. Cuenca del Tercero Abajo. Córdoba................... 469
María Laura Gili, Graciana Pérez Zavala, Silvina Simieli, Adriana Watson,
Sergio Alonso, Paula Fernández, Celeste Audagna, Matías Luna Broggi y
Nahuel Diaz
LII. Los discursos fundacionales de la conquista: la negación del “otro” en los procesos de
construcción territorial.......................................................................................................... 513
Juan Manuel Borgatello
LVI. Fantástico, policial, religioso, amoroso: la voz del “otro” social en la literatura
cordobesa............................................................................................................................. 543
Mariana Celeste Valle
Autores............................................................................................................................ 561
PRÓLOGO
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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PARTE I
PROBLEMÁTICAS LATINOAMERICANAS
I
EXPRESIÓN PÚBLICA, INTEGRACIÓN Y
DEMOCRACIA MÁS ALLÁ DEL ESTADO-
NACIÓN: REFLEXIONES PARA LAS
PROFESIONES DEL CONOCIMIENTO DESDE
EL PENSAMIENTO NUESTRAMERICANO1
Eduardo Devés-Valdés
Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago de Chile
eduardo.deves@usach.cl
1 Conferencia realizada en Simposio Internacional sobre Estudios Latinoamericanos: Diálogos interdisciplinarios sobre
sociedad, historia, cultura, frontera y territorio, Universidad Nacional del Villa María, 18 de abril de 2013.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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Expresión pública, integración y democracia… E. DEVÉS-VALDÉS
Este apetito por ir más allá de las fronteras se advierte fácilmente, pues hoy el
quehacer académico busca realizarse construyendo sistemas de trabajo, evaluación y
acreditación internacionales, tendiendo hacia los convenios, hacia la participación en
equipos y en congresos. Nos parece que nuestro quehacer de ningún modo se valida
ni se justifica socialmente si no se proyecta meta-nacionalmente.
Quiero hacerles existencialmente presente el hecho que progresivamente con-
cebimos el escenario para desplegarnos como algo que trasciende las fronteras locales
e incluso nacionales o, dicho de otro modo, que para realizarnos profesionalmente, e
incluso muchas veces personalmente, sentimos la necesidad de ir más allá de lo nacio-
nal, hacia lo meta-nacional, en ondas progresivas hacia lo vecinal, lo consureño, lo
latinoamericano y más allá.
Por cierto, ello no ocurre únicamente en las universidades e instituciones
académicas sino en los ámbitos más diversos. Hace ya buen tiempo, por ejemplo,
Andrés Serbin (1997:10) constataba que desde los años 1980 numerosos movimientos
sociales y ONGs han adquirido una proyección tanto a nivel regional como global,
como es el caso de movimientos de mujeres, derechos humanos y organizaciones
indígenas, dando lugar a un entramado social que configura los gérmenes de una so-
ciedad civil regional.
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Expresión pública, integración y democracia… E. DEVÉS-VALDÉS
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Expresión pública, integración y democracia… E. DEVÉS-VALDÉS
Reflexión 5- Las voces del sur, las voces de las periferias en la discusión públi-
ca mundial como contribución a la democracia, como participación como gen-
te-cracia mundial
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cionales sino más bien desde la sociedad civil, la opinión pública; desde la expresión y
el bienestar de la especie; no desde la gobernabilidad o gobernanza, sino desde la con-
vivencialidad; no para tener un mundo gobernado, bien gobernado y bien homogenei-
zado, sino un mundo donde tiendan a desaparecer los gobiernos.
Recapitulación y proyecciones
Para terminar quiero poner en relieve unos pocos asuntos que se desprenden
o se proyectan desde las reflexiones que acabo de ofrecerles:
Se ha pretendido presentar un conjunto de conceptos que permitan pensar
mejor Nuestra América en el mundo, sin tener como principal unidad de análisis el
Estado – Nación.
Luego el deseo o apetito meta-nacional que inspira a las instituciones acadé-
micas y a las redes intelectuales.
Se ha presentado a continuación la sociedad civil en tanto que expresión
pública como unidad de análisis para pensar la historia regional como totalidad, desta-
cando algunos hitos en la historia de la sociedad civil.
Se ha mostrado a continuación la significación del pensamiento latinoameri-
cano como expresión pública regional y las posibilidades de mejorar la participación
de nuestra expresión en la esfera mundial.
Por último, se ha destacado la necesaria precaución para no idealizar la socie-
dad civil.
Quiero terminar con cuatro breves propuestas para una agenda intelectual:
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Expresión pública, integración y democracia… E. DEVÉS-VALDÉS
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Muchas gracias
Bibliografía
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II
HACIA UNA HISTORIA PARA LA
INTEGRACION LATINOAMERICANA1
Edmundo Aníbal Heredia
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
eanibalheredia@hotmail.com
1 Conferencia brindada en Simposio Internacional sobre Estudios Latinoamericanos: Diálogos interdisciplinarios sobre
sociedad, historia, cultura, frontera y territorio, Universidad Nacional del Villa María, 19 de abril de 2013.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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Hacia una historia para la integración Latinoamericana E. A. HEREDIA
poco permeable a los aportes de otras ciencias que tratan del hombre, haya sido la
causante principal de esta situación que observábamos en aquellos tiempos, y que
felizmente estamos superando.
Historia y actualidad
Cada vez es más notorio que el estudio de la historia de las relaciones interna-
cionales se instala en el pasado reciente o aún en lo inmediato (lo que ocurrió ayer
nomás), y relega o desatiende su contextualización en tiempos históricos mayores.
Aún falta profundizar en el reconocimiento de que lo que ocurrió ayer y aun lo que
está ocurriendo hoy es resultado y consecuencia necesaria de lo que ha ocurrido en un
tiempo histórico largo. La tendencia señalada obedece, sin duda, a que los aconteci-
mientos actuales son los que demandan mayor dedicación no sólo por la importancia y
por la significación intrínseca que se le asigna en la vida de los pueblos y de las nacio-
nes, sino también, y fundamentalmente, porque el avance de los medios de comunica-
ción masiva así lo imponen. Vivimos un estado de precipitación de los acontecimien-
tos que en rigor es una percepción exaltada de esos acontecimientos, lo que debe ser
superado en la medida en que se asigne mayor importancia al conocimiento histórico.
También se percibe que, en tanto es más actual el objeto de estudio más se
acerca a ramas de estas disciplinas, como son la política, la economía y la diplomacia.
Y esto tiene un efecto de rebote, porque la interacción entre los estudiosos del “tiem-
po largo” con los del “tiempo corto” da lugar a que los primeros adquieran las prácti-
cas propias de los segundos, incluyendo sus metodologías y teorías. Esta coyuntura
actual debe ser motivo de cuidado, pero también aprovechada tanto por historiadores
como por quienes analizan la situación actual, y en este sentido la interacción puede
ser un recurso beneficioso para la profundización del conocimiento de las relaciones
internacionales, tanto para los tiempos históricos como para la actualidad.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
cumentos escritos –entre otras cosas, porque los archivos públicos de tiempos recien-
tes están vedados-, por lo que la historia documental del siglo XIX, esto es desde el
comienzo de las nacionalidades latinoamericanas, tiende a ser considerada como una
arqueología, desde el punto de vista metodológico. Estas características marcan unas
diferencias notorias en los métodos de aproximación para el estudio de la materia,
según sea el tiempo de que se trata.
Nombres y conceptos
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Hacia una historia para la integración Latinoamericana E. A. HEREDIA
gran parte de estas controversias y las más graves en cuanto a estados de tensión y
guerra han sido las cuestiones territoriales. La historiografía que ponga atención en
estas regiones, al ser también “regiones de frontera”, podrá contribuir a crear condi-
ciones objetivas y subjetivas para que se conviertan en “regiones de integración”. En
estos casos, estas regiones comprenden más de una nación, esto es son bi o pluri-
nacionales, y también bi o multi-culturales o multi-étnicas, hasta conformar “regiones
culturales” que trascienden los límites geodésicos o arcifinios marcados y disputados
por los Estados nacionales y determinados por trabajosos Tratados internacionales. La
adopción de estos conceptos, hasta configurar las bases de una nueva teoría de las
relaciones internacionales para América Latina, debe traer como consecuencia una
mayor vinculación entre las varias especialidades de la materia general, y entre ésta y
otras ciencias sociales.
La identidad latinoamericana
Esto nos lleva a la conclusión de que el estudio de las relaciones entre los
pueblos y entre las sociedades latinoamericanas debe tener en cuenta a las identidades
de sus pueblos y de sus sociedades. La identidad nacional es una de las identidades que
tienen los individuos y las comunidades; hay otras identidades de los mismos indivi-
duos y sociedades, como la religiosa, la étnica, la profesional, la del género (o sexo),
etc. Entendiendo a América Latina como una región en el mundo, hay que reconocer
que hay una identidad latinoamericana, y que cada individuo latinoamericano es porta-
dor de una identidad que merece esa calificación, tanto como posee una identidad
nacional, una identidad cultural, etc. Una teoría para la historia de las relaciones inter-
nacionales latinoamericanas debe incorporar, en consecuencia, la entidad que le co-
rresponde a la identidad latinoamericana.
Por tanto, también se originan relaciones entre identidades compartidas, cua-
lesquiera sean ellas. Por ejemplo, yo estoy más relacionado con un ciudadano chileno,
por razones de amistad o de profesión, o por alguna otra afinidad, que con el vecino
que vive al lado de mi casa. Porque las identidades están determinadas más por facto-
res culturales que por la localidad o la nacionalidad, y las culturas no son respetuosas
de los límites territoriales de una nación, porque responden a otros factores. Si nos
preguntáramos cuál es la cultura o las culturas que conviven en territorio argentino,
por ejemplo, la respuesta nos daría elementos para apreciar mejor las relaciones con
otras naciones que tienen culturas afines a las nuestras.
Como parte inherente a esa identidad, una historia de las relaciones interna-
cionales latinoamericanas debe incluir, necesariamente, el drama de la conquista que
comenzó hace quinientos años, porque entonces se inició un proceso de sometimiento
de pueblos por invasores que impusieron su cultura, sobreponiéndolas a las origina-
rias, las cuales no obstante subsistieron y cuyos relictos o vivencias son hoy una repre-
sentación vívida de aquel pasado. Las numerosas y variadas culturas existentes a la
llegada del europeo quedaron entonces involucradas en una misma situación, con lo
que se inauguró el proceso que conduciría a la identidad latinoamericana. Este proceso
ha sido persistente a través de los siglos, esto es las relaciones entre dominadores y
dominados, lo que se trasunta en la estratificación socio-económica de los pueblos
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
latinoamericanos, más acentuada en unos países que en otros, pero en todos presente
en la actualidad. Es éste uno de los factores esenciales de esa identidad.
En fin, es necesaria una nueva historiografía de las relaciones entre las nacio-
nes y los pueblos latinoamericanos que tengan como base las premisas señaladas;
cuando se hayan puesto de relieve las afinidades y semejanzas, ya no será necesario
hablar de integración: ésta aparecerá ante nuestros ojos porque los lazos emergerán
hacia la superficie desde la América profunda.
Historia e integración
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Hacia una historia para la integración Latinoamericana E. A. HEREDIA
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Hacia una historia para la integración Latinoamericana E. A. HEREDIA
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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Hacia una historia para la integración Latinoamericana E. A. HEREDIA
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III
EDUCACIÓN Y FILOSOFÍA EN
NUESTRA AMÉRICA1
Mauricio Langon
Universidad de la República
mlangon@gmail.com
Introducción
1 Conferencia dictada en Simposio Internacional sobre Estudios Latinoamericanos: Diálogos interdisciplinarios sobre
sociedad, historia, cultura, frontera y territorio, Universidad Nacional del Villa María, 19 de abril de 2013.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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Educación y filosofía en Nuestra América M. LANGON
2Kant distingue entre ciencias “como las matemáticas” y ciencias “como la historia”.
3 Esta distinción se funda en las palabras griegas correspondientes. “Con ella se marcarían dos maneras
diferentes de pensar. Una, la dogmática como un pensamiento aferrado a sus propias premisas, a puntos
de partida dejados fuera de cuestión. Otra, la cetética siempre dispuesta a poner en cuestión problemática
premisas y puntos de partida.” Warat, Luis Alberto “Cuestiones dogmáticas y cetéticas más allá de Tercio
Sampaio”. http://periodicos.ufsc.br/index.php/sequencia/article/viewFile/17342/15914
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
tionamiento radical, original de y para nuestros pueblos, para enfrentar nuestros pro-
blemas, para pensar, actuar y crear en nuestra realidad. En diálogo; en democracia.
4 El equipo está integrado por Marisa Berttolini, Isabel González y yo. En las instancias iniciales también
lo integró Carolina Macedo. En cada instancia trabajamos con varios profesores y profesoras.
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Educación y filosofía en Nuestra América M. LANGON
do, explicarlo todo y aplicarlo a todo presente y futuro. Se trata de construir la convi-
vencia y el com-pensar de seres humanos distintos en sociedades justas.
5 En Uruguay “Filosofía” es una “asignatura” del currículo obligatorio de todas las orientaciones u opcio-
nes, en los últimos 3 años de Bachillerato, con una carga horaria de 3 horas-clase semanales.
6 Los cursos de Filosofía se ordenan generalmente según un criterio de exposición de conocimiento
temático (que puede ser más o menos sistemático) o histórico. Organizarlos en torno a problemas permite intro-
ducir tanto cuestiones históricas como temáticas, como recursos para trabajar algunos problemas, y en función
de esto. En cambio, la exposición histórica y la temática pueden prescindir de problematizar y hacerse, de
hecho, antifilosóficas. No es posible abarcarlo todo en esos criterios, sino simplificando, recargando, omitiendo u
organizando la información con determinada orientación. Es decir, son del orden de las respuestas y no de las pregun-
tas; por lo cual caen fácilmente en dogmatismos o matan los problemas.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
debo hacer? ¿qué me cabe esperar? Ese tipo de problemas, aparecen como mero tema
a desarrollar demostrando conocimiento de una información dada que se le pasa al
estudiante. Puede pasar todos los cursos sin rozar siquiera sus problemas existenciales. Ni
los problemas reales a los cuales se ha enfrentado y se encuentra enfrentada la huma-
nidad.
Este partir de problemas y problematizar permitió que los docentes de filoso-
fía desarrolláramos la noción de “función filosófica”.
Función filosófica
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Educación y filosofía en Nuestra América M. LANGON
7De paso, menciona a dos personas a las que los interlocutores contarán su conversación: ambos, en la
época de composición del diálogo, ya se sabe que no son “almas adecuadas”.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
posible dar a éstas y otras preguntas análogas las respuestas más abiertas, abarcadoras
o democráticas. Hay que filosofar con todos. Pero igual siguen siendo problemas reales
y prácticos como filosofar con Pablo, que “siempre está molestando”; con Alberto, que
“me deja la cara y se va”; con Esther, que se pinta y se mira al espejo mientras hablo;
con Alicia, que ya sabe que es superior porque su padre es…?, ¿con Jeniffer, que ya
sabe que es inferior porque su madre es…? El trabajo filosófico con todos no es sen-
cillo. Pero, sin él, no hay sociedad democrática.
En tercer lugar nos ocupamos del rigor filosófico. ¿Qué se puede entender rigu-
rosamente por filosófico? ¿Hay un rigor filosófico? Si lo hay ¿en qué consistiría? Y si
hay un rigor propio del aula filosófica ¿qué características tendría?
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Educación y filosofía en Nuestra América M. LANGON
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
gando. A la vez que actuando. Pero la acción filosófica también tiene estas mismas
características: no tiene garantía; nada garantiza su éxito y, cada vez, probará de
vuelta…
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IV
EXTREMO PASADO.
DEL ORIGEN DE LAS ESPECIES AL
MALESTAR EN LA CULTURA:
LA THESEI OCCIDENTAL PUESTA A PRUEBA1
Ana María Rocchietti
Universidad Nacional de Río Cuarto
anaau2002@yahoo.com.ar
Introducción
Desde que se aceptó esa nueva situación casi física, la alteración en las
condiciones de su vida fue tan sustancial que merece ser designado con
1 Conferencia ofrecida en Simposio Internacional sobre Estudios Latinoamericanos: Diálogos interdisciplinarios sobre
sociedad, historia, cultura, frontera y territorio, Universidad Nacional del Villa María, 18 de abril de 2013.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
El origen de las especies por selección natural, escrito por Charles Darwin, se publicó
en 1859. Venía a culminar una tradición de pensamiento de acuerdo con la cual hay
una razón material en la estructura y desenvolvimiento del cosmos. Ese libro puso a los
vivientes en la dimensión de los flujos causales independientes y los liberó de su enclave
en el ámbito del ser. Cumplía así el mandato positivista de extirpar la metafísica en una
sociedad que acababa de terminar económica y políticamente con la sociedad feudal y
su ideología religiosa.
Sin importar la magnitud de su complejidad (desde organismos unicelulares a
complejos sistemas funcionales) lo viviente ya no respondía a una forma y voluntad
inmutables sino a las restricciones ambientales del planeta que habitaban, se multipli-
caban respondiendo a la exigencia de la selección natural y su historia biológica se
volvía un complicado itinerario geológico de especiaciones y extinciones.
La singularidad de Darwin consistió en su capacidad para ofrecer un modelo
de transformaciones que tenía posibilidades de ser comprobado, explicando cómo
funciona la evolución a partir de la interacción entre los organismos y su ambiente. Sin
embargo, los resultados de su esfuerzo no fueron para siempre: el desarrollo de la
biología genética abrió nuevas perspectivas para comprender el misterio de la vida.
Desde Anaximandro (500 AC) a Darwin, la posición del Hombre en ese enigma ha
tenido implicaciones sociológicas y éticas.
La contribución darwiniana a la ideología burguesa estaba contenida en su li-
bro fundamental, culminando el esfuerzo de filósofos y juristas que –desde el siglo
XVII- intentaban fundamentar el iusnaturalismo como piedra basal política del Estado,
del comercio y de la expansión colonial europea. Decía Darwin:
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Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura… A. M. ROCCHIETTI
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
ra es enormemente superior para las respuestas adaptativas al medio y una de sus ven-
tajas es la velocidad porque se transmite de una generación a otra; la base genética que
ha hecho posible la cultura les otorga a sus poseedores una ventaja adaptativa de una
potencia sin precedentes (Dobzhansky 1964:93-94).
La cultura, generativa y multiplicadora, genealógica y generacional, lingüística
y discursiva se vuelve, en el marco evolucionista, una herramienta efectiva para sobre-
vivir. Una fuerza sujeta a otras fuerzas anónimas y funcionales; su racionalidad implíci-
ta y su economía política apuntan a una sistematización orgánico-fisiológica de la pri-
vilegiada supremacía humana.
La distancia que va de Darwin a Dobzhansky (significativos exponentes de la
historia del evolucionismo) expresa la confianza comtiana en el poder del pensamiento
burgués. Comte, al señalar las ventajas de su curso de filosofía, dice:
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Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura… A. M. ROCCHIETTI
lencia de la sexualidad. El fundamento interior era tan biológico como el exterior evo-
lutivo. El Hombre podía liberarse de la casta, del despotismo, de la Iglesia, de la gleba
pero no de su pulsión erótica, de sus símbolos y de sus síntomas.
La carrera fulgurante y polémica de Sigmund Freud empezó con una investi-
gación sobre la etiología de las parálisis.4 Su formación era anatomo-patológica y la de
los psiquiatras franceses, clínica. Esto marcaba una diferencia controversial entre
quienes eran partidarios del laboratorio-morgue y aquellos que preferían la observa-
ción de síntomas (Maffi 2005:14). Con Charcot, Freud aprendió a asignar el origen de
la enfermedad a un trauma, a un golpe, a una marca lejana que retornaba en forma de
síntoma. El trauma psíquico sería un acontecimiento inadvertido pero con fuerza
etiológica (Freud 1992). Pronto, Freud empieza a asignar a esta causa el funcionamien-
to de toda la vida mental. En ella, la “descarga del afecto” es crucial: un afecto conte-
nido, asociado a un trauma, que no llega a ser descargado, puede retener un recuerdo
doloroso por años. Esta idea la tomó de la teoría de Darwin sobre el desarrollo de las
emociones en los animales y en el hombre: toda energía aportada a un organismo vivo
debe ser descargada (ley de la derivación de la excitación). La pregunta de por qué, si es así,
no permanece en la memoria consciente del enfermo, la responderá la vía simbólica: hay
un proceso subterráneo, libidinal, inconsciente que desplaza y sublima el dolor, lo
insoportable del trauma al síntoma. El síntoma es símbolo cuya naturaleza Freud
siempre preservó como real, histórica y biológica. Sus sucesores estructuralistas ha-
brían de convertir la libido en lenguaje. Es decir, el inconsciente se conduciría como
lenguaje hasta el punto tal que sólo existiría la primacía del significante y éste sería el
vehículo de lo real (aquello que, estando más allá del lenguaje, no se puede nombrar), lo
simbólico (cresta del iceberg de lo no decible) y la realidad (el mundo en sí mismo).
El malestar en la cultura
Freud define a la cultura de una manera audaz: las obras del Hombre se vuel-
ven hacia él en forma de culpabilidad erótica o tanática. Inevitablemente retornan en
forma de malestar neurótico. La civilización posee un precio enorme, fatal. Especial-
4 Concretamente cuando en 1895, cuando viajó a Paris para asociarse a Charcot en los estudios de las
histerias, quien dirigía La Salpètriere, en donde había dos mil quinientos casos (Maffi 2005).
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
mente porque ella habría de consistir en una renuncia progresiva al incesto. Ésa es su
naturaleza.
Comienza relatando que un lector sobresaliente –cuyo nombre no menciona-
le ha escrito a propósito de su trabajo El porvenir de una ilusión, señalándole que en el
principio la religiosidad es un sentimiento oceánico, una sensación de eternidades en el
seno de una experiencia esencialmente subjetiva, fuente de la energía religiosa.
“…Sólo gracias a este sentimiento oceánico podría uno considerarse religioso, aunque
rechazara toda fe y toda ilusión…” (Freud 1979: 3017).
Se trata, razona Freud, de un sentimiento de comunión, de inseparable perte-
nencia al mundo exterior. Intenta, entonces, una explicación psicoanalítica, a la que
define como genética. Por empezar, la experiencia del Yo como mismidad –cuestión que
aparece como indiscutible- es engañosa ya que el Yo se continúa hacia adentro sin
límites precisos, con una entidad psíquica que llama Ello. Hacia el exterior el Yo pare-
ce tener límites claros y precisos -sólo lo pierde en circunstancias patológicas-. Sólo los
pierde cuando está enamorado. Cuando amamos, sostenemos que Yo y Tú son una
sola cosa.
Esta situación del Yo no puede haber sido de la misma manera siempre. Es
necesario verlo de manera evolutiva.5 El lactante no discierne entre él mismo y el
mundo exterior. Lo aprenderá gradualmente por los estímulos que le llegan sin poder
discernir, al comienzo, entre los estímulos que recibe desde su propio cuerpo y aquel
que no está siempre disponible: el seno materno. Comienza a distinguir entre lo que pro-
duce dolor y displacer y aquello que lo induce a abandonar el principio del placer. Sin
embargo, tendrá lugar el intento de disociar del yo todo cuanto pueda constituirse
como fuente de displacer, a expulsarlo formando un yo completamente hedónico.
“Los límites de este primitivo yo placiente no pueden escapar a reajustes ulteriores
impuestos por la experiencia.” (Freud 1979: 3019)
Finalmente, el hombre entroniza el principio de realidad, el cual habrá de do-
minar en toda la evolución ulterior. El yo debería defenderse de estímulos displecente-
ros internos y externos. Originalmente, el yo lo incluye todo, luego desprende de sí al
mundo exterior. Nuestro actual sentido yoico no es más que el residuo atrofiado de un
sentimiento universal de comunión entre el yo y el mundo. Sus contenidos ideativos
son los de, infinitud, de comunión con el Todo.
No es sorprendente que lo primitivo se conserve junto a lo evolucionado (la
psique adulta) sino que lo característico de lo humano sea que nada de lo que se ha
formado se desvanezca, que no puede desaparecer jamás. Y que pueda volver a surgir
en circunstancias como las de una regresión profunda. Es la constancia de lo pretérito.
Es-ser-lo uno-con-el-todo implícito en su contenido ideativo:
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Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura… A. M. ROCCHIETTI
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
constitución psíquica. Nuestra llamada cultura llevaría gran parte de la culpa por la
miseria que sufrimos y podríamos ser mucho más felices si la abandonásemos para
retornar a condiciones de vida más primitivas.
¿Qué razón habría para esta hostilidad hacia la cultura? Habría razones histó-
ricas para eso, dice Freud: primero, el triunfo del cristianismo sobre las religiones pa-
ganas, con su desprecio por el mundo terrenal; segundo la creencia de los europeos -
lanzados a viajes de exploración- de que los pueblos primitivos llevan una vida simple,
modesta y feliz (después se ha visto que no es así); tercero, existe una motivación
histórica: cuando el hombre aprendió a conocer la neurosis (que socava las posibilida-
des de felicidad de la sociedad civilizada) y a comprender que el ser humano no logra
soportar la frustración que le impone la sociedad en aras de sus ideales de cultura, se
deberían eliminar o atenuar las exigencias culturales.
El control de la Naturaleza logrado en el transcurso de las últimas generacio-
nes no ha elevado la satisfacción placentera que se esperaba. Resulta, pues, que no nos
sentimos muy cómodos en nuestra actual cultura. Entonces hay que dedicarse a la
esencia de esta cultura cuyo valor para la felicidad humana se pone en duda.
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Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura… A. M. ROCCHIETTI
En Tótem y Tabú (1913), Freud había presentado a la familia primitiva con una
autoridad ilimitada (la del padre) frente a la cual se había producido la alianza fraternal:
los hijos al aliarse para matar al padre habrían descubierto que la asociación es más
poderosa que el individuo. La fase totémica de la cultura se basa en las restricciones
que los hermanos debieron imponerse mutuamente para consolidar este nuevo
sistema. El Tabú fue la primera Ley, el primer Derecho. La vida en común de los
hombres adquirió un doble fundamento: por un lado, la obligación del trabajo y, por
otro, el poderío del amor (impedía al hombre prescindir de su objeto sexual, la mujer,
y a ésta de su amor por el hijo). Los padres de la cultura humana fueron, entonces,
Eros y Ananké (la necesidad). La genealogía de la política es, pues, totémica.
¿Por qué la cultura no hace felices a los seres humanos?
Hay que señalar que el amor genital –fuente del mayor placer y de la mayor
felicidad- establece una dependencia del objeto de amor y se puede experimentar el
mayor sufrimiento cuando se pierde el objeto del amor. Los que logran la felicidad por
medio del amor deben efectuar un sinfín de modificaciones psíquicas (depositando su
amor no en un solo objeto sino en una variedad de ellos o amando a la Humanidad o
6 En este punto de la argumentación, Freud señala que hasta el momento el examen de las características
de la cultura ha sido intuitivo, sin contradecir el lenguaje o el sentido común y evitando caer en el error
del prejuicio que la equipara con la perfección.
7 Ejemplifica esta afirmación con la atracción erótico anal en el niño que se resuelve como ahorro, orden
y limpieza.
61
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
8 Aquí Freud explica por qué el precepto ama a tu prójimo como a ti mismo parece insensato a los fines del
individuo. Sin embargo el mandato de un amor genérico y universal sirve a los fines de la cultura.
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Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura… A. M. ROCCHIETTI
9 En este punto de la obra, Freud critica a los comunistas y su concepción del psiquismo.
63
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
10 Esta antropología –denominada por Freud psicoanálisis- destinada a estudiar el primitivo en mí pero que
explora la huella en la cultura del malestar provocado por el descubrimiento de que hay algo primitivo
estructurante que se proyecta socialmente, tiene como trasfondo el devenir de la Primera Guerra Mundial y
el ascenso del nazismo.
64
Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura… A. M. ROCCHIETTI
El colonialismo
Cada vez que el europeo encuentra a la mujer argelina en sus sueños eróticos,
se manifiestan las particularidades de sus relaciones con la sociedad colonizada. Sus
sueños no se desenvuelven ni en el mismo plan erótico ni al mismo ritmo de los que
se refieren a la europea.
11 El cuidado de un padre sobre su hijo es explicado por el impulso de la selección natural (Cf. Ruse 2008
125).
12 Religare, palabra latina de donde proviene religión significa unión.
65
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Conclusiones
La obra darviniana fue realizada con una finalidad grandiosa pero hasta cierto
punto conformista. Ofrecer un cosmos al thesei burgués, concreto y experimental,
comprobable apenas se observara a los vivientes en su ambiente natural. Algo sucedió
con la mentalidad burguesa porque al final del siglo que la engendró en todo su poten-
cial, se puso a bucear las profundidades de un physei perturbador cuya consistencia
básica radicaba en la biología del malestar, de la desesperación. El colonialismo, una
modalidad de Extremo Pasado encierra una impotencia fundadora: una vez que lo ha
destruido todo, se ha demolido a sí mismo; una vez que ha domesticado todo, no tiene
más opción que disolverse a sí mismo en el peso de la razón colonial.
Referencias bibliográficas
COMTE, Augusto, Curso de Filosofía Positiva, Buenos Aires, Ediciones del Libertador,
2004.
66
Extremo pasado. Del origen de las especies al malestar en la cultura… A. M. ROCCHIETTI
DARWIN, Charles, El origen de las especies, Buenos Aires, Centro Editor de Cultura,
2007.
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RUSE, Michael, Charles Darwin, Madrid, Katz, 2009.
SAUSSURE, Ferdinand de, Curso de Lingüística General, Buenos Aires, Losada, 1945.
67
PARTE II
POLÍTICA E INTERCULTURALIDAD
V
SUPERACIÓN DEL MULTICULTURALISMO Y
CIUDADANÍAS INTERCULTURALES
EMERGENTES1
Alcira B. Bonilla
Facultad de Filosofía y Letras (UBA) / CONICET (ANCBA)
alcirabeatriz.bonilla@gmail.com
Introducción
71
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Por cierto que el ego cogito cartesiano nunca tuvo una sola cara, en
cuanto que la posesión de la ciencia no le era ajena, en absoluto, a la po-
sesión de la naturaleza y, con ella, esos seres a los que el colonialismo eu-
ropeo bautizó con el nombre de ‘naturales’. Las Cartas de la Conquista de
México (1519-1526), de Hernán Cortés constituyen, por eso mismo, algo
así como la versión fáctica del Discurso del Método y el modo como, desde
la tragedia, nos abrimos a la modernidad. El ego cogito cartesiano tuvo
siempre a su lado, para nosotros en particular, el ego conqueror cortesia-
no. Cartesianismo y cortesianismo se nos dieron a la par y hasta podría-
mos decir que el primero nos llegó con la cara del segundo (Roig
2005:235-236).
72
Superación del multiculturalismo y ciudadanías interculturales… A. C. BONILLA
como “lugar vacío” fue representada también como el “desierto” (y devenida desierto
por los genocidios) o el lugar de la “barbarie”.
Para entender la gestación del saber filosófico en la región, debe considerarse
que la Conquista institucionalizó la “ciudad letrada”. Una pléyade de religiosos, admi-
nistradores, educadores, profesionales, escritores y servidores intelectuales constituye-
ron “(…) el anillo protector del poder y el ejecutor de las órdenes” (Rama 2004:57).
Tras ella, reforzándola, la “ciudad escrituraria” comienza en 1538 con la creación de la
Universidad de Santo Domingo a la que sucedieron otras rápidamente; ellas se encar-
garon de la “escritura del orden”, que, según funciones y oportunidad, se realizó en
latín o en castellano. Tales acontecimientos fundacionales signan en gran medida el
porvenir filosófico de América; o sea, el carácter dependiente de su filosofía durante
siglos, hasta hoy. Roig constata que en nuestras instituciones académicas y fuera de
ellas existieron producciones filosóficas que, si bien tuvieron un carácter europeísta o
norteamericano en virtud de su condición colonial, también se convirtieron en ins-
trumentos de emancipación (Roig 2005:531-550). Empero, la filosofía intercultural
concluye que, fueran de signo ideológico conservador o progresista, la mayor parte de
las expresiones filosóficas nuestroamericanas, en razón de tales orígenes, manifiestan
su dependencia de la filosofía monocultural europea y de los mitos que están en la
base de la misma. R. Panikkar analiza tres: 1) el principio del pensar analítico que, al
dividir por partes, opera por identificación y no tolera ni la multivocidad ni la equivo-
cidad.; 2) el principio del pensar conceptual o racional, cuyo instrumento privilegiado,
el concepto, reduce la pluralidad a unidad y permite captarla, manejarla y dominarla
(cf., las etimologías de conceptus y Begriff5). El imperio de este modo de pensamiento
llevó a olvidar formas del conocimiento simbólico o por participación; 3) el principio
del pensar escrito, con la consiguiente desvalorización de la palabra hablada (y de la
“palabra dada”), la negación de un lugar en la historia para las culturas ágrafas, la su-
presión de los saberes de transmisión oral, etc. Este principio, elevado a privilegio
sagrado por las “religiones del Libro”, va de la mano con la ontologización del dere-
cho, que convierte en realidad una normativa de disciplinamiento y dominación social
(Panikkar 2004:27-44).
Hoy, a más de cuarenta años del “Manifiesto en pos de una Filosofía de la Li-
beración”, superador de la discusión sobre la existencia de una filosofía latinoamerica-
na entre A. Salazar Bondi (1968)6 y L. Zea (1969)7, interesa, lo mismo que a E. Dussel
y a los firmantes del Manifiesto, subrayar la necesidad de liberación real no sólo para
las clases oprimidas, sino del epistemicidio sufrido y de la dependencia de nuestros
saberes y prácticas filosóficas, sin olvidar que el tiempo transcurrido entre ese momen-
to y nosotros no puede medirse en años, sino con la serie luctuosa de acontecimientos
5 Para la revisión de las etimologías correspondientes (conceptus, proveniente del verbo capio; y Begriff, del
verbo begreifen), cf. los diccionarios de Ernout y Meillet (1959), respectivamente.
6 Este filósofo juzga que el espléndido desarrollo de la filosofía en América Latina refleja una tradición
imitativa, casi servil e inauténtica del filosofar, incapaz de generar sus propias categorías. Sólo un retorno
a la sustancia histórica de nuestras comunidades puede ayudar en la búsqueda de estas categorías origina-
les.
7 El autor reconoce el carácter imitativo de la filosofía latinoamericana, pero sostiene que los autores se
han abocado a la resolución de los problemas planteados por la propia realidad histórica, superando la
inautenticidad original en la autenticidad de la asimilación.
73
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Los discursos sobre lo político de estos treinta años evidencian un giro desde
las teorías liberales y socialistas de la homogeneización modernizadora al planteo de
un lugar teórico para las minorías de origen étnico, migrante y otras (Colom 1998:58-
59). El empleo de la categoría de “multiculturalismo”, en general excede la mera fun-
ción descriptiva y se convierte en una categoría normativa teórica y de la praxis políti-
ca, que facilita institucionalizaciones pluralistas de la heterogeneidad cultural (Colom
1998:11-12), incluidas las políticas migratorias (Mármora 2004:27). Los filósofos del
multiculturalismo principalmente han vinculado cultura e “identidad cultural” con
ciudadanía, a partir de C. Taylor, con su defensa de la recognition, y de W. Kymlicka,
que propugna un liberal culturalism.
En Multiculturalism and “The Politics of Recognition” (1992), Taylor recurre a la ca-
tegoría de “reconocimiento” (Anerkennung) de la primera ética hegeliana (Honneth
2003), motivado por las luchas de los grupos francófonos en Québec. Sensible a las
diferencias e identidades culturales, critica los modelos procedimentalistas liberales
que en nombre de principios abstractos de justicia rechazan las cuestiones referidas a
la “vida buena” y las metas colectivas. Sin embargo, al entender el derecho a la identi-
dad cultural y moral y su reconocimiento en términos de “survivance” (supervivencia
cultural a través de las generaciones), aunque convoca al diálogo bajo la categoría ga-
dameriana de “fusión de horizontes”, olvida las mediaciones que éste puede llegar a
establecer y que de algún modo redundan en cambios en los sujetos y grupos implica-
dos que siempre afectan de un modo u otro sus identificaciones con las identidades
culturales de origen. Estas dificultades se vuelven más evidentes en el Informe Fonder
l’avenir. Le temps de la conciliation, texto oficial del Gobierno de Québec, redactado por
Taylor en colaboración con el historiador G. Bouchard (2008), donde la discusión se
plantea en términos de “interculturalidad” (dada la resistencia quebequense a aceptar
el estatuto multicultural de la Multicultural Act de 1988). El interculturalismo quebe-
74
Superación del multiculturalismo y ciudadanías interculturales… A. C. BONILLA
quense asumido por los autores, no parece tal, en tanto defienden el francés como
lengua común de las relaciones interculturales, el cultivo de una orientación pluralista
protectora de derechos, la tensión entre la diversidad y la continuidad del núcleo
francófono, el acento en la integración y la participación y el fomento de las prácticas
de interacción cultural. La noción sesgada de interculturalidad que proponen está cal-
cada de un modelo esencialista o fixista débil del contacto cultural que, si bien preten-
de ser inclusivo, es deudor de modelos de “integración” que ignoran la riqueza, el
dinamismo cultural de los intercambios, cruces y mestizajes y el potencial innovador
del “otro”.
El modelo del liberal culturalism pretende hacerse cargo de la brecha entre el
igualitarismo de la teoría política liberal y la realidad de las democracias liberales, im-
plicadas “en cuestiones relacionadas con la nacionalidad y los derechos de las minor-
ías” (Kymlicka 2003:14). Si bien concibe la ciudadanía como un “ideal normativo de-
mocrático” de participación plena e igualitaria de todos los individuos en los procesos
políticos, con la noción de “ciudadanía diferenciada” de I. M. Young Kymlicka habilita
un modelo para integrar a los miembros de los grupos marginados en la comunidad
política a partir de la pertenencia grupal. Distingue dos categorías de “ciudadanías
diferenciadas”: los grupos que demandan derechos grupales como modo de alcanzar
mayor inclusión y participación (pobres, mujeres, minorías raciales e inmigrantes) y las
minorías nacionales, que comparten un territorio, una lengua y una historia, y exigen el
derecho a gobernarse autónomamente dentro de un régimen federal o confederal. El
ejercicio de la ciudadanía multicultural, en consecuencia, ha de pensarse ligado a dere-
chos específicos en función de la pertenencia grupal: 1) los derechos de autogobierno
serían concedidos a las minorías nacionales, si bien bajo el paraguas de una federación
multinacional (Kymlicka 2003:166); 2) los derechos poliétnicos se reconocerían a las
comunidades de inmigrantes; y 3) los derechos especiales de representación se estable-
cerían para ciertos grupos como remedio a sus desventajas para la participación políti-
ca. La representación por grupo no es intrínsecamente unívoca, siendo posible imagi-
nar modalidades alternativas a la legislativa. Kymlicka defiende también la idea de una
cultura nacional para asegurar la igualdad entre los grupos y la libertad y la igualdad en
el seno de los mismos de modo que las diferencias puedan “gestionarse” en forma
pacífica y justa dentro del estado nacional (Kymlicka 1996: 266). Poniendo al inmi-
grante como caso testigo, F. Colom expone algunos límites de esta teoría de la ciuda-
danía multicultural, en tanto aquél ocupa un lugar secundario en una sociedad política
multicultural organizada sobre este modelo de ciudadanía. En su defensa de la auto-
nomía del individuo liberal, Kymlicka desconoce que los colectivos de inmigrantes
muchas veces no han “elegido” migrar, sino que fueron conminados a la migración.
Además, si bien Kymlicka insiste normativamente en la idea de que la cultura societa-
ria es la condición de posibilidad de toda vida buena, tal nexo carece de necesidad
porque concede a la adscripción cultural un valor meramente instrumental, en tanto
“(…) la determinación del nomos de nuestra conducta recaería sobre la libertad moral
de cada persona” (Colom 1998:131). Además, el principio de este multiculturalismo
quedaría anulado si se extiende su funcionalismo hasta las últimas consecuencias:
75
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
76
Superación del multiculturalismo y ciudadanías interculturales… A. C. BONILLA
dos indudablemente por las políticas de población, salud, educación y trabajo de los
estados nacionales contemporáneos, los cuales, total o parcialmente sometidos a las
diversas dinámicas y estrategias de la globalización económica y comunicacional, son
igualmente los responsables de la aplicación de estas políticas y de la normativa que las
regula (a veces adecuada a lineamientos regionales, como en la Unión Europea y el
Mercosur). En la concepción y establecimiento de políticas migratorias, así como en el
tratamiento que la población nativa otorga a las y los migrantes y en la formación de
subjetividad y empoderamiento de las y los migrantes, juega un papel decisivo el ima-
ginario social o ideología existente en cada contexto acerca de éstas y éstos8.
Respecto de la temática de este acápite, resulta indispensable una referencia a
la legislación y políticas migratorias de la Argentina actual, cuya población de origen
migrante proviene principalmente de países limítrofes o cercanos y se radica en las
ciudades. La aparición urbana de estos grupos con caracterísiticas fenotípicas propias
de los pueblos originarios, así como la implementación de las políticas neoliberales de
ajuste, destrucción de industrias y falta de empleo, derivó en episodios de xenofobia y
racismo que los tuvieron por objeto sobre todo en la década de los ’90 (Grimson y
Jelin 2006:70). Entonces las políticas migratorias, restrictivas y selectivas, se atenían a
la “Ley Videla” de 1981 basada en el principio de la seguridad nacional. La ley Nº
25.871, vigente desde comienzos de 2004, que es, en parte, fruto de los debates
multiculuralistas por el “reconocimiento” 9, en su Art. 4º establece el derecho humano
a migrar. Como señalan estudios bastante recientes, este derecho se fundamenta como
desarrollo del derecho humano a la libre circulación: si emigración e inmigración están
inextricablemente vinculadas entre sí, la Declaración de los Derechos Humanos y los
estados se han quedado a medio camino en su reconocimiento del derecho a circular
(Pécoud y de Guchtenaire 2008:23). Un logro similar fue la Ley 18.250 de la República
Oriental del Uruguay en 2008, que también establece el derecho a la migración como
derecho humano. En ambas leyes se supera la antinomia “legal–ilegal”, estigmatizante
y generadora de vulnerabilidad, y reconocen el derecho a la migración como derecho
inalienable de las personas. G. Chausovsky interpretó ambos textos de modo señero:
77
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Conclusiones
10Cf., emergere (Ernout y Meillet 1959:399) y “emergencia”, “emergente”, “emerger” (RAE 2002: 802). Ver
los diccionarios citados en la Bibliografía.
78
Superación del multiculturalismo y ciudadanías interculturales… A. C. BONILLA
Agradecimiento
Bibliografía
79
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
80
Superación del multiculturalismo y ciudadanías interculturales… A. C. BONILLA
ROIG, Arturo A., “Historia de las Ideas”, en SALAS ASTRAÍN, Ricardo (coord.),
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81
VI
POBREZA Y EXCLUSIÓN DE LAS PERIFERIAS
ETNIZADAS E IDEALIZADAS1
Jorge Alberto Kulemeyer
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales – Universidad Nacional de Jujuy
jorgeak@gmail.com
Introducción
83
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
las metrópolis de los países del Cono Sur para, finalmente, ser planteada como ideal de
modelo de organización social y modo de asumir el buen vivir para las zonas más
periféricas y empobrecidas. Se genera en las elites un discurso “políticamente correc-
to”, del que se apropian la mayoría de las banderías políticas, que pone énfasis en las
políticas identitarias permitiendo desalojar del centro del debate temas omnipresentes
como la pobreza, falta de equidad en la distribución de los recursos y marginalidad 2.
Una de las características salientes del discurso que propone la posmoderni-
dad es el uso de un nuevo léxico que da forma al discurso social, político y académico
que tiende, muchas veces eufemismos mediante, a signar positivamente aquello que
décadas atrás se consideraba el producto del atraso o de la explotación del hombre por
el hombre al plantear la realidad social en términos de diferencias culturales (multicul-
turalismo como proceso político y “diversidad cultural” o de “multiculturalidad” en
términos de contexto social). En este proceso es frecuente el debate en torno a la
pertinencia del uso de vocablos cuyo ciclo de vida atado a una determinada connota-
ción suele ser corto y controvertido debido a que, luego de un tiempo de ser conside-
rados pertinentes pasa a considerarse que tienen una connotación negativa e inade-
cuada (caso de las expresiones indio, indígena, aborigen). El indigenismo es entendido
como las políticas generadas desde el Estado para los indígenas en tanto que se plan-
tea al indianismo como las políticas que se plantean para sí mismos los indígenas co-
mo ese otro universo posible, opuesto a las recetas omnipresentes de la economía
política y de la cultura política neoliberales. Boccara y Ayala plantean que con el auge
del neoliberalismo se va conformando una nueva “configuración semántica” para dar
cuenta de una realidad social que, en referencia al caso de la emergencia de la nueva
cuestión étnica en Chile, es descripta como organizada a un tiempo por un compo-
nente valorado negativamente “… alrededor de las nociones de exclusión, negación de
la diferencia cultural, des-empoderamiento, paternalismo y asistencialismo…” en tanto
que un segundo conjunto de valoraciones son de carácter positivo en las que se inclu-
ye “… las de capital social y cultural, empoderamiento, agencia, cultural asset, fortale-
cimiento institucional, patrimonio cultural, participación y responsabilización (Bocca-
ra y Ayala 2011). La percepción de que en el presente las relaciones sociales se expre-
san cada vez más en el léxico de la “antropología” se contrapone con la idea de que
“… la antropología es un "hecho de escritura", y como tal debe ser tratado, producido
por el Occidente dentro de su geopolítica del saber” (Amodio 2005:148).
Este desdibujamiento o pérdida de fuerza de las expresiones que se usan para
designar la realidad socioeconómica dura y compleja de sectores de la población es un
instrumento que está acompañado por una fuerte tendencia al “pragmatismo” ideoló-
gico con una perspectiva en la que prevalecen las actitudes y pensamientos individua-
listas, desentendidos de idealismos y compromisos personales y, al mismo tiempo,
2 Aguilar Díaz y Tantaleán (2008) señalan (citando a Miguel Canales 2003), que “La posmodernidad, si
bien es cierto que significa la extensión de una partida de defunción al modernismo, es decir, el recono-
cimiento que la filosofía burguesa ha llegado a su fin, no señala ningún camino, sencillamente lo niega,
reducen la filosofía al lenguaje de modo que el objeto ya no es conocer la verdad sino deconstruir las
palabras; así, la pobreza y el saqueo que la gran mayoría sufre por todas partes del mundo es cuestión,
para ellos, de interpretación, las bombas y balas de la agresión de los más poderosos contra las víctimas
por poseer materias primas son pura representación del lenguaje”.
84
Pobreza y exclusión de las periferias etnizadas e idealizadas J. A. KULEMEYER
permite dar lugar a escenarios en los que no hay “enemigo” del cual no se haya sido
aliado ni con el cual no se pueda volver a conformar una alianza. Esta ambivalencia
entre el discurso y la práctica aparece especialmente expuesta en la pretensión de ob-
tención de autonomía socio-política para los actores indígenas. Los miembros de las
comunidades muchas veces asumen y se hacen cargo de construcciones y visualizacio-
nes iconográficas que, de ellos mismos, han sido realizadas por otros. Se observa en el
imaginario construido desde los grandes centros urbanos en relación a los habitantes
de las comunidades que viven en la pobreza de las periferias una demanda de indiani-
zación que requiere de éstos la exteriorización de algunas expresiones visuales y con-
ceptuales acordes con los estereotipos asignados.
Desde la corriente de pensamiento postcolonial se achaca que “… la opresión
de clase forma parte del canon de ideas hegemónico en las izquierdas…” en tanto que
“… la dominación étnica o racial aún no ha sido asimilada como uno de los ejes de
análisis necesarios para entender las sociedades latinoamericanas” (Lang 2012) en una
evaluación simplista que no se condice con la realidad histórica y que no puede ser
tratada como alternativas de observación de la realidad excluyentes entre sí. La pro-
puesta de vigencia de convivencia de tratamientos diferentes de la población que
comparte un mismo territorio en aspectos fundamentales de su organización y vida
cotidiana (sistema jurídico, tenencia de la tierra, ciencia, salud, educación, etc) en base
a criterios determinados por la pertenencia étnica, no puede sino concluir en una ato-
mización marcada por enfrentamientos extremos. Esta aseveración no significa resal-
tar supuestas excelencias de los sistemas dominantes ni pretende menoscabar la im-
portancia de mejorarlos o cambiarlos. Por el contrario, se pretende señalar que el im-
pulso auspiciado desde los centros de poder de la segregación de la asignación de de-
rechos y obligaciones sobre la base una organización étnica de la sociedad no solucio-
na las necesidades de la población sino que las profundiza. En efecto, el reconoci-
miento “multicultural” se acompaña casi siempre de la emergencia de “agentes so-
cialmente competentes”, de mediadores y nuevas elites capaces de negociar y expresar
las reivindicaciones de “las comunidades”. Pero estas nuevas elites se transforman a
veces en expresiones individuales de la etnicidad, cuando los agentes “socialmente
comprometidos”, aprovechan los nuevos espacios de derechos colectivos para benefi-
cios propios, individuales o de grupos restringidos (familiares o clientelares) algunos
de los “riesgos del multiculturalismo” mencionados por la postura crítica (fragmenta-
ción, mercantilización, exclusión).
El nuevo perfil y protagonismo del espacio indígena incluye una mercantiliza-
ción de las identidades, en parte protagonizada especialmente por sectores urbanos de
clase social acomodada que proponen a lo indígena como una referencia estética y
cultural para sus actividades comerciales como es el caso de, por ejemplo, los diseña-
dores de la “alta costura” de las grandes ciudades como Buenos Aires que
85
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
En nuestro país el nuevo discurso puede ser asumido por buena parte de los
sectores políticos y sociales pues no plantea un compromiso efectivo de cara a la reali-
dad social, económica y ambiental pero sí algunos reacomodamientos en las políticas
destinadas a determinados pobladores de las zonas económicamente periféricas y de
baja densidad de población para quienes, en la medida que se organicen jurídicamente
en comunidades indígenas basados en el concepto de autoadscripción dando lugar a
procesos de multiplicación y diseminación étnica. Para los grupos así organizados se
plantean desde el Estado beneficios específicos tales la “devolución” de tierras (pro-
mesa que se cumple a cuentagotas de la mano de una compleja estructura política,
legal y administrativa, estando generalmente circunscripta solo aquellas tierras que no
se encuentran en manos de particulares), sistemas de becas, subsidios, “restitución” de
restos óseos humanos de época prehispánica (hecho que también, rara vez se cumple
en la práctica), etc. Aranda (2010:17) afirma que “el 60% de los argentinos tiene ante-
cedentes indígenas y componentes genéticos amerindios de los pueblos nativos” dato
que permite suponer que se encuentran descendientes de indígenas en todas las gran-
des ciudades del país, incluyendo la de Buenos Aires. Sin embargo allí los derechos y
las demandas de restitución de tierras para esos lugares no están siquiera planteados
como parte de su escenario político cotidiano como lo están, por ejemplo, para las
porciones económicamente más postergadas del país. Tampoco hay reclamos por la
intangibilidad de los restos humanos que puedan destruirse por encontrarse en zonas
urbanas, como es el caso de aquellos asociados con restos de presencia incaica en Bajo
la Viña (San Salvador de Jujuy).
La diversidad de los factores que hacen a los contextos locales y regionales de
cada una de las situaciones de conflicto (paisaje, población, formas de desarrollo
económico, antecedentes históricos, relaciones de poder, etc) hacen que todo ensayo
referido a la problemática corra el riesgo de constituir una visión demasiado sesgada
por interpretaciones surgidas de experiencias, intereses, formaciones, posibilidades y
exigencias particulares que modelan opiniones como, por ejemplo, para el caso argen-
tino, los marcados contrastes que ofrecen el mundo intelectual/académico del área
metropolitana de Buenos Aires y las provincias de Formosa, Chaco, Jujuy o Neuquén
por sólo señalar a algunas de los distritos que generan visiones diferentes a partir de
86
Pobreza y exclusión de las periferias etnizadas e idealizadas J. A. KULEMEYER
sus propias realidades. En este contexto nuestro país se inserta en las dinámicas macro
(los estructurantes globales) en el sentido de haber planteado y compartir la problemá-
tica que surge del instalar nuevos mecanismos administrativos, sociales, económicos y
educativos de organización para sectores de su población casi exclusivamente a partir
de “ciudadanía cultural” o “étnica” estereotipada que lo han conducido a un “callejón
sin salida” que va adquiriendo creciente protagonismo de conflictividad generalizada.
Esto ocurre a partir del hecho de haber dejado de lado las otras dimensiones de la
ciudadanía y la identidad, aquellas que requieren de urgente y permanente atención y
deberían ser prioritarias en toda propuesta política, tales como la laboral, creencias,
salud, justicia, ocio, posibilidades de acceso y uso de servicios, las tecnologías, la co-
municación, educación y otros tantos que hacen a un umbral para la construcción de
ciudadanía de manera equitativa.
Desde las políticas oficiales se refuerza la necesidad de diferenciación en un
gran número de grupos étnicos que en su mayoría, con anterioridad a los noventa, no
estaban organizados como tales y, que en el caso de la provincia de Jujuy, permite el
reconocimiento formal de la existencia de las comunidades Kolla, Omaguaca, Ataca-
ma, Ocloya, Tilián, Toara, Guaraní, Kolla Guaraní y Toba. Todo indica que, al menos
en lo que respecta al pasado prehispánico inmediatamente anterior a la llegada de los
europeos, el número de grupos y parcialidades debió ser considerablemente mayor
aún. En el caso de Jujuy, la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI,
2004/2005), determinó que es la provincia con el porcentaje más altos de hogares en
los que algún integrante se reconoce como indígena o descendiente de indígena (sobre
un total de 141.631 hogares, el 10,5%) y el 38% de la población rural es aborigen. El
Registro de Comunidades Provincial de Comunidades Aborígenes de Jujuy otorga su
primer “personería jurídica” en el año 1996 y desde entonces a diciembre 2010 se
cuenta con 268 comunidades dicha certificación registrada o en trámite (García Mo-
ritán y Cruz 2011).
La actual política de derechos indígenas es conducida y defendida con entu-
siasmo por los gobernantes como parte de un todo del que forman parte la declamada
enfática protección del medio ambiente y el patrimonio cultural al tiempo que, si-
multáneamente, impulsan sin restricción la producción de soja, tabaco y minera. Para
aquellos que ejercen el poder y sus seguidores no parece haber demasiada ambición ni
exigencia de coherencia entre el discurso y la práctica. Los medios de comunicación
pública transmiten mensajes que parecen reflejar un acuerdo generalizado y apasiona-
do en torno a este tema de los principales actores involucrados (representantes del
Estado e indígenas). Otro tanto puede observarse en los discursos relativos a, por
ejemplo, a políticas ambientales y de género. Y sin embargo los hechos parecen de-
mostrar otra realidad en la vida cotidiana. Para ilustrar esta situación, cabe mencionar,
sin pretender aquí entrar a valorar el grado de honestidad de las expresiones que a
continuación se reproducen, que esta política estatal permite al gobernador de la pro-
vincia de Jujuy (Eduardo Fellner), señalar que en “… una decisión política, no de hoy,
sino tomada hace muchos años” en cuanto al respeto de los derechos indígenas, des-
taca que “… somos pioneros en Argentina en este tipo de diálogo” y “estamos en
condiciones y podemos trabajar en conjunto” para lograr objetivos que son comu-
87
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
nes”3. Por su parte, el líder del principal partido de oposición provincial, el senador
nacional Gerardo Morales, también se muestra como ferviente defensor de los inte-
reses de las comunidades aborígenes cuando, por ejemplo, denuncia que el gobierno
nacional “… pretende reconocer a las comunidades originarias como personas jurídi-
cas privadas, cuando en realidad son organizaciones públicas preexistentes al Estado
nacional…” y anuncia la presentación de un proyecto de ley que
3 El Tribuno de Jujuy, 2/05/2013. Gobernador ratificó su apoyo a pueblos originarios. Leído el 2/05/13
http://www.eltribuno.info/jujuy/277162-Gobernador-ratifico-su-apoyo-a-pueblos-originarios.note.aspx
4 Jujuy al Día, 14/06/2013. Gerardo Morales: “el gobierno nacional quiere degradar a las comunidades
originarias”. Leído el 15/06/2013 http://www.jujuyaldia.com.ar/2013/06/14/gerardo-morales-el-
gobierno-nacional-quiere-degradar-a-las-comunidades-originarias/
5 La Nación (Buenos Aires), 09/06/2013. Jorge Capitanich: “Tengo un amor entrañable con las comuni-
88
Pobreza y exclusión de las periferias etnizadas e idealizadas J. A. KULEMEYER
A escala aún menor se puede citar el caso de las numerosas variedades dialec-
tales del idioma wichi que requiere ser estandarizado para su enseñanza escolarizada
(Ballena, 2013).
Finalmente, otra dimensión que se observa en las actuales modalidades de la
etnización, está dada por la fuerte tendencia a la aymarización que, por medio de sus
íconos representativos, ha sido adoptada de manera generalizada como representación
89
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
A manera de cierre
A diferencia de Bolivia (Browman 2007) y Perú (Méndez 2000) que han cons-
truido, con cierta discontinuidad a lo largo del tiempo, las raíces simbólicas de sus
estados nacionales a partir de enaltecer su pasado prehispánico, en Argentina es recién
a partir de la irrupción masiva del pensamiento multiculturalista en los ámbitos de
conducción política que surge la voluntad de sus clases dirigentes de búsqueda de un
anclaje de las raíces de la nacionalidad en el pasado y presente de “nuestros” indígenas.
Las actuales políticas públicas enuncian la premisa de la necesidad de imple-
mentar una política de “discriminación positiva” que, en la práctica, deja en peores
condiciones relativas a aquellos (criollos, campesinos, etc.) que comparten el mismo
territorio y son igualmente estructuralmente pobres pero que, por alguna razón no
deciden optar por la autoadscripción formal a un grupo étnico. Esta lógica de distri-
bución de los recursos está asociada a la necesidad de contar con una versión sobre el
pasado que debe ser refrendada en el presente con evidencias fácticas que sean pro-
ducto y reflejo de la pertenencia étnica que se plantea como propia y que, con fre-
cuencia, resulta de carácter esencialista.
En el discurso de la clase política dirigente constantemente se hace referencia
reconocimiento de los pueblos indígenas y respeto a sus derechos. A diferencia de
otros ámbitos jurídicos, como el impositivo, donde la legislación suele ser clara y de
rápida aplicación, la diversidad de situaciones y las contradicciones en la legislación
llevan a que no siempre quede claro en qué consiste, cuales son las razones y quienes
los destinatarios de dicho reconocimiento como tampoco cuales son los derechos que
se plantea se deba respetar.
Indudablemente las posturas poscoloniales carecen de un análisis situado que
permita suponer la posibilidad de convivencia entre lo indígena y la llamada “institu-
cionalidad eurocéntrica”. En realidad lo indígena no es un todo único. Como tampoco
lo es aquello que, en diversos grados, quiera definirse y vincularse con lo europeo en
tierras americanas y sus formas de institucionalización (y los diversos perfiles propios
que han adquirido). La realidad en el terreno es infinitamente más compleja pues no
hay una sociedad binaria en sus raíces geográficas, etnicidad y lógicas en los países
90
Pobreza y exclusión de las periferias etnizadas e idealizadas J. A. KULEMEYER
Agradecimientos
Bibliografía
91
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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92
VII
LO POLÍTICO Y LA INTERCULTURALIDAD1
Eduardo J. Vior
Universidad de Buenos Aires
ejvior@gmail.com
Introducción
93
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
94
Lo político y la interculturalidad E. J. VIOR
95
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
En América del Sur los sistemas políticos han sido tradicionalmente restricti-
vos. Tanto las relaciones entre los sistemas políticos y los regímenes de acumulación
capitalista periféricos como los modos coloniales de articulación cultural predominan-
tes han inducido la configuración de sistemas políticos formales que presentan gran-
des disociaciones por un lado respecto de las masas de población excluidas como por
el otro respecto de los centros de decisión. Desde la estructuración de los Estados
oligárquicos en el siglo XIX los centros de decisión han estado ubicados en la mayoría
de los países y en casi todo el tiempo fuera de los sistemas políticos formales 3. Este
fenómeno produjo una superposición de prácticas interrelacionadas entre los procesos
decisorios y los procesos formales de la representación y el gobierno.
Desde mediados del siglo XX movimientos nacionalistas más o menos apo-
yados en movilizaciones de masas4 quebraron este esquema incorporando a sectores
subalternos a los sistemas políticos, pero a más tardar en la década de 1970 estos pro-
cesos fueron clausurados por las dictaduras autoritarias de nuevo tipo y el estableci-
miento de la hegemonía neoliberal.
3 Podrían señalarse Brasil, Colombia, Chile y Uruguay como ejemplos en contrario, pero no escapan a la
regla: si bien en todos estos países en distintas épocas los sistemas institucionales parecieron tener una
gran autonomía y capacidad de articulación e integración de intereses dentro de las clases dominantes, las
decisiones sobre las variables determinantes de sus sistemas económicos siempre se tomaron (y en gran
medida se siguen tomando) fuera del ámbito estatal e incluso en el exterior y su carácter oligárquico les
quitó representatividad y capacidad gubernativa, de modo que, cuando situaciones de crisis en sus articu-
laciones con el sistema mundial y/o procesos de movilización social y cultural cuestionaron su legitimi-
dad, se quebraron y debieron acudir a métodos violentos para afianzarse.
4 En distintas publicaciones el autor ha rechazado la calificación de “populistas” que se suele dar a estos
96
Lo político y la interculturalidad E. J. VIOR
97
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
5 Para una revisión crítica de las contribuciones sobre el concepto de “sistema político” en la teoría políti-
ca, pero también para su rescate, cf. Vior (2013).
6 La referencia a la tendencia a la estabilidad del sistema se hace en recuperación crítica de los aportes de
D. Easton (1969).
98
Lo político y la interculturalidad E. J. VIOR
7 Sobre la aplicación del análisis del discurso político cf. Dreidemie y Vior (2011).
8 Este paso de la argumentación recupera las contribuciones de la teoría cibernética de los sistemas políti-
cos (Deutsch 1970), pero poniendo el acento no en los contenidos que se trasmiten a través de las redes
comunicativas, sino en la articulación de las mismas. Los contenidos son contingentes; las articulaciones,
en cambio, se repiten, constituyendo clases tipificables.
9 En su tesis de doctorado sobre Bilder und Projekte der Nation in Brasilien und Argentinien [Imágenes y proyectos
99
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Considerando que toda relación política es cultural, las relaciones entre quie-
nes forman parte del sistema político y quienes están excluidos del mismo deben en-
tenderse como relaciones interculturales de un tipo específico: relaciones políticas
interculturales. Sin embargo, estas relaciones no se dan entre interlocutores que se
encuentren al mismo nivel de competencia discursiva. En general la relación intercul-
tural se da entre una cultura hegemónica, integrada y en desarrollo y fragmentos de
culturas subalternas, deconstruidas por largos siglos de sometimiento, o sea con una
capacidad limitada para la producción de discursos sobre el orden político.
Los movimientos populares que en coaliciones diversas con restos del Anti-
guo Régimen han accedido al poder político en la década de 2000 pujan por modificar
las imágenes nacionales a su semejanza, para imponer su concepto de ciudadanía.
Aunque reconocen la diversidad –y en algunos casos (como Bolivia y Ecuador) hasta
la diferencia- cultural, su necesidad de legitimación los lleva a reforzar las imágenes
nacionales en transformación, lo que nuevamente conduce al monoculturalismo 10.
En tanto la apelación a la imagen nacional en la lucha por la hegemonía cons-
truye representaciones de ciudadanía11, estas referencias cruzadas a la imagen nacional
vigente en las relaciones interculturales reorganizan constantemente las dimensiones
simbólicas de los sistemas políticos modificando sus reglas de incorporación y funcio-
namiento. Esta modificación de las metas y objetivos de la política plantea la necesi-
dad de grandes debates sociales para alcanzar consensos, pero los mismos no pueden
construirse sobre el supuesto ilusorio de la igualdad de las condiciones de partida y
una lógica de la argumentación compartida. Muy por el contrario, deben considerar la
heterogeneidad cultural como un dato de partida y como parte del proceso. Idealmen-
te podrían proponerse alcanzar la convivencia de culturas “diversas” (o sea, diferentes,
pero isonómicas) con centros de poder político equivalentes que se reconozcan recí-
procamente. Pero esta utopía no es pensable bajo la predominancia de estados nacio-
nales.
Conclusiones
10 Puede especularse con la posibilidad de que existan imágenes nacionales pluriculturales. Suiza, Bélgica,
Canadá parecerían ofrecer ejemplos exitosos de esta especulación. Algo similar se propone Bolivia, al
intentar fundar “una nación de naciones”. Sin embargo, la evidencia empírica de los estudios migratorios
demuestra que esas imágenes se limitan a los “pueblos fundadores” y son nuevamente excluyentes de
otros movimientos étnicos y culturales no previstos en el plan originario.
11 En su doble acepción de individuo dotado de plenos derechos y de espacio público en el que los ciuda-
100
Lo político y la interculturalidad E. J. VIOR
les habían surgido nuevos actores sociales que sustituyeron en gran parte a los estados
nacionales en el gobierno de sus sociedades. La construcción de nuevos regímenes
políticos democráticos a partir de principios de este siglo debió pasar en consecuencia
por algún tipo de articulación con los movimientos sociales surgidos en el período
anterior. Sin embargo, estas articulaciones se hicieron particularmente difíciles con
aquellos grupos subalternos (indígenas, afroamericanos y comunidades de origen in-
migrante) que en su “suplencia” del Estado nacional desarrollaron identidades cultura-
les diferentes a las de éste.
En el trato con tales grupos las elites reformistas persisten mayormente en
construir sistemas políticos monoculturales, por más que reconozcan la “diversidad”
de sus sociedades. En los países en que la transformación de los antiguos sistemas
políticos sólo se está desarrollando progresivamente este error está condicionado por
la adhesión de las elites las imágenes nacionales monoculturales hegemónicas. A su
vez, en los países que han roto y refundado sus sistemas políticos, a pesar de haber
proclamado la interculturalidad como principio político y constitucional, es la propia
lógica de la soberanía la que los devuelve al predominio de discursos nacionales. Co-
mo por otra parte han renunciado a la coacción como forma de sometimiento e inclu-
sión subordinada de las minorías étnicas y culturales, estas elites se encuentran en un
dilema: necesitan ampliar sus bases de apoyo, incorporando a dichas minorías a los
sistemas políticos existentes, pero sin (poder) renunciar a las articulaciones culturales
monocéntricas que los organizan, en particular a las imágenes nacionales. No importa
que las mismas hayan sufrido grandes cambios en sus contenidos y articulaciones; por
más que hayan sido democratizadas y hoy tiendan a representar comunidades políticas
igualitarias y democráticas, siguen estando organizadas por una lógica discursiva de
matriz occidental que no reconoce otros centros de la comunidad que los estatales-
nacionales. En estas condiciones se hace imposible incorporar a los sistemas políticos
reconociendo la igualdad de sus derechos políticos a comunidades que están desarro-
llando fuertes procesos identitarios.
A esta altura de la discusión los procesos reformistas en curso en América del
Sur parecen estar presos de una aporía: para ampliar la ciudadanía y legitimarse, nece-
sitan imponer la adhesión a las imágenes nacionales de referencia de sus sistemas polí-
ticos, pero al hacerlo, están excluyendo a grupos subalternos con referencias identita-
rias diferentes. Si por el contrario prescindieran de toda referencia a imágenes naciona-
les, les faltaría el tercer elemento unificador en la relación entre política y economía. Se
ha producido un conflicto que parece insalvable entre la homogeneidad de la ciuda-
danía y la individualidad de las imágenes nacionales. Pareciera que, si se quiere ampliar
la ciudadanía, se debería prescindir de la nación, pero esto es imposible. Evidentemen-
te es necesario desarrollar simultáneamente varios espacios ciudadanos que convivan
en el mismo ámbito de dominación con referentes simbólicos diferentes, pero con
derechos políticos iguales y recíprocamente reconocibles, una especie de confedera-
ción de las culturas y los sistemas políticos que quizás sólo pueda construirse a escala
sudamericana.
101
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Agradecimientos
Bibliografía
102
Lo político y la interculturalidad E. J. VIOR
103
PARTE III
IDEOLOGÍAS, FILOSOFÍAS Y CIENCIAS
SOCIALES EN LOS PROCESOS LIBERADORES
DE NUESTRA AMÉRICA
VIII
FILOSOFAR DESDE SUJETOS Y PROCESOS
LIBERADORES DE NUESTRA AMÉRICA1
Horacio Cerutti Guldberg, Carmen Elena Villacorta, Carlos Asselborn,
Oscar Pacheco y Gustavo R. Cruz
Cooperativa Filosófica Pensamiento del Sur
gustavorcruz@gmail.com
1Ponencias debatidas en el marco de la Mesa Redonda “Ideologías, filosofías y ciencias sociales en los
procesos liberadores de Nuestra América”.
107
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Investigaciones en proceso
2 Para una panorámica de la cuestión, ver: La liberación indígena en la Bolivia contemporánea. Crítica filosófica a la
políticas-estéticas racializadoras, Córdoba-Argentina, EDUCC, 2009, capítulo I.
108
IX
EL DERECHO A DESEAR
Horacio Cerutti Guldberg
109
X
ANÁLISIS DE LA IDEOLOGÍA DEMÓCRATA
CRISTIANA A PARTIR DE LA FILOSOFÍA
NUESTROAMERICANA Y LA FILOSOFÍA DE LA
REALIDAD HISTÓRICA
Carmen Elena Villacorta
111
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
mayorías. Para que ello ocurra debemos arriesgarnos a pensar por nosotros mismos, a
recuperar nuestra propia tradición de pensamiento y usarla al servicio de la compren-
sión de nuestro presente y la construcción de nuestros proyectos de futuro.
Compartiendo la apuesta por la politicidad, la eticidad, la historicidad y la par-
cialidad liberacionista de la filosofía nuestroamericana, se encuentra la filosofía de la realidad
histórica de Ignacio Ellacuría. De ella rescato su definición de la realidad como una
unidad estructural y dinámica. La realidad es un conjunto de elementos cuyos vínculos
forman sistemas constantemente cambiantes. Los sistemas son más que la mera suma
de las partes. Son nuevas realidades, tanto en el mundo material, como en el mundo
social e histórico. Ellacuría ve en la historia el lugar en donde la realidad se manifiesta
más plenamente, en donde lo real se encuentra en toda su complejidad y densidad, en
donde ha dado más de sí. De ahí su énfasis en la historia como el objeto de la filosofía.
Dado que son los sistemas sociales y políticos los que definen los modos en los que
han de organizarse las sociedades, posibilitando o negando posibilidades para la so-
brevivencia y desarrollo de los seres humanos, en ellos se juega el potencial liberador
de la filosofía. Una filosofía que pretenda ser liberadora ha de ocuparse, pues, de la
sociedad, la economía y la política.
Es poco lo que en lengua castellana se ha publicado sobre las ideas demócrata
cristianas y social demócratas y su impacto en América Latina. Dos textos relevantes
en este sentido son: la compilación de los politólogos estadounidenses Scott Mainwa-
ring y Timothy R. Scully La democracia cristiana en América Latina. Conflictos y competencia
electoral, publicado en español por el Fondo de Cultura Económica en 2010; y La otra
izquierda. La socialdemocracia en América Latina, del historiador argentino Fernando Pe-
drosa, publicado por la editorial bonaerense Capital Intelectual, en 2012. Ambas obras
surgen como respuesta a una carencia evidente en las ciencias sociales. Me detendré en
la primera, referida directamente a mi tema. Se trata de bibliografía actualizada que
cuestiona la vieja premisa de la homogeneidad doctrinal de las DC en América Latina,
enfatizando en la diversidad de los partidos democratacristianos latinoamericanos y en
las variaciones de sus trayectorias. El hecho de que las experiencias socialcristianas
presenten notables diferencias entre países y también modificaciones importantes a lo
largo del tiempo ha pasado desapercibido por los académicos dedicados al estudio de
estos partidos 1. Mainwaring asegura que, con todo y esas variaciones, los partidos
demócrata cristianos en Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México y Vene-
zuela ocuparon papeles protagónicos
1Ya Horacio Cerutti señalaba esto en 1986, en su ensayo Ideologías políticas contemporáneas, Coordinación de
Humanidades, UNAM, México. Cabe subrayar que los autores de la obra en cuestión dialogan básica-
mente con la academia estadounidense.
112
Análisis de la ideología demócrata cristiana… C. E. VILLACORTA
2 Se refieren a Anthony Downs, pionero de la aplicación de criterios económicos al análisis del compor-
tamiento electoral y de la “teoría de la elección racional”.
113
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bibliografía
114
XI
LA SUPRESIÓN DE LA DEMOCRACIA POR
MEDIO DEL UTOPISMO DEMOCRÁTICO
Carlos Asselborn
Punto de partida
Preguntas
115
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
116
La supresión de la democracia… C. ASSELBORN
Bibliografía
117
XII
REVOLUCIÓN Y DEMOCRACIA:
¿UNA VINCULACIÓN UTÓPICA?
Oscar Pacheco
119
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
120
Revolución y democracia… O. PACHECO
Bibliografía
121
XIII
LA IDEOLOGÍA INDIANISTA: DESAFÍOS
DESCOLONIZADORES A LAS FILOSOFÍAS Y LAS
CIENCIAS SOCIALES EMANCIPADORAS
Gustavo R. Cruz
1 Situamos el inicio en 1940, pues es el año en que publica su primera obra titulada Mitayos y Yanaconas
(1940).
2 El pensamiento indianista de Reinaga se explaya en dos trilogías. La primera se caracteriza por ser una
radical disputa ideológica contra los “enemigos del indio”: El indio y el cholaje boliviano. Proceso a Fernando
Diez de Medina (1964), La intelligentsia del cholaje boliviano (1967) y El indio y los escritores de América (1968). La
segunda es de contenido programático político para la “liberación del indio”: La revolución india (1970,
cinco ediciones), Manifiesto del Partido Indio de Bolivia (1970) y Tesis india (1971).
123
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1. Para filosofar nos interesar precisar qué problemas pensamos. Los problemas de los
que nos ocupamos son “nuestros problemas”. Es decir, pensamos a partir de
problemas que son relevantes para nuestro contexto geo-histórico. Desde allí es-
cogemos autores, perspectivas, metodologías.
2. Un problema eje es la necesidad de profundizar políticas liberadoras o emancipa-
doras de toda dominación y los modos de pensar esas políticas. Destacamos la
cuestión del “sujeto político” (que es plural) y los “procesos políticos” (que son
ambiguos). En ese sentido, entendemos nuestra reflexión a partir de una “episte-
mología de la filosofía” o “filosofía de la filosofía” y una “filosofía política” desde
América Latina o Nuestra América o Abya Yala. Epistemología y política, política
y epistemología son los cruces que nos ocupan.
3. Una cuestión epistemológica central es la necesaria historización de los pensa-
mientos. De ahí la centralidad de la historiografía para: a) superar nuestra ignoran-
cia sobre la historia de América Latina; b) superar las perspectivas provincianas y
pobres en materia de análisis geopolítico, propias de la educación formal de todos
nuestros países; y c) aportar a una historia del pensamiento crítico de nuestra re-
gión. Aquí destacamos una tensión entre lo común de las sociedades y pueblos de
América (del norte, del centro, del sur) y las diferencias específicas de cada país,
por ejemplo de sus “culturas políticas”. ¿Lo común posee preeminencia ante las
diferencias estatales-nacionales? ¿o es lo inverso? En ese sentido la Historia de las
Ideas surge como un aporte a revisar junto al estudio de las historiografías nacio-
nales y regionales existentes y en gestación.
4. De la cuestión histórica surge una preocupación común: indagar sobre las filoso-
fías de la historia “subyacentes” en diferentes teorías, ideologías y procesos políti-
124
Filosofar desde sujetos y procesos liberadores de Nuestra América… H. CERUTI GULDBERG ET AL.
125
PARTE IV
DEBATES FILOSÓFICOS E HISTÓRICOS
XIV
LA CRÍTICA DESCOLONIAL DE LOS
SUPUESTOS EPISTEMOLÓGICOS Y POLÍTICOS
DE LA MODERNIDAD
Carlos Alberto Merlo
Universidad Nacional de Córdoba
merlocarlos2002587@hotmail.com
1 La tradición descolonial no es una escuela monolítica de pensamiento. La integran entre otros Anibal
Quijano, Dussel, Mignolo, Castro Gómez, Lander, Grosfoguel, Catherine Walsh, Zulma Palermo y Fer-
nando Coronil. Se alimenta de la crítica posestructuralista, la teoría crítica y la poscolonial, perspectivas a
las que intenta trascender en la condición de una reflexión situada.
129
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Castro Gómez argumenta que las teorías modernas incurren en la hybris del
punto cero, porque de modo similar al Dios de la metáfora, se “ubican” fuera del mundo
(punto cero) para poder observar el mundo. Pero a diferencia de la deidad, no logran
obtener una perspectiva orgánica sino solo analítica. La ciencia y la filosofía moderna
pretenden ser como Dios y ubicarse en el punto cero de observación, pero carecen de
la capacidad de hacerlo. Buscan un punto de vista que esté sobre todos los demás
puntos de vista, pero sin que de ese punto de vista pueda tenerse un punto de vista
(Castro Gómez 2008:123). Es por ello que cometen el “pecado” de la desmesura.
Mediante el apoyo incondicionado de los fundamentos epistemológicos y/o antro-
pológicos ahistóricos y suprasociales, tratan de neutralizar las determinaciones socio-
históricas, geopolíticas y geo-culturales bajo las cuales surgen y se legitiman. La nega-
ción de esos condicionamientos implica la caída en un objetivismo que oculta un
compromiso etnocéntrico velado.
La desmesura epistemológica se produce cuando el sujeto cognoscente huma-
no y por lo tanto finito, limitado y condicionado, apela a una plataforma metateórica
supuestamente objetiva, aséptica y universal para lograr que la observación, el análisis
racional y el consecuente conocimiento de la realidad se basen en un punto de partida
independiente del tiempo histórico y el espacio geográfico y sociocultural. La exigencia
de neutralidad metacognoscitiva responde a la necesidad de un polo de observación
incontaminado por factores contingentes. Un principio epistemológico absoluto sobre
el que se levanta el edificio del conocimiento, punto de observación libre de las “taras”
del pensamiento metafísico y precientífico que permite alcanzar una mirada objetiva y
totalizante sobre el objeto de estudio (Castro Gómez 2005:24-27).
La sujeción de los relatos modernos a esa supuesta objetividad, implica la ex-
clusión de formas alternativas de comprender la modernidad. Frente a esto, la opción
descolonial reclama una reinterpretación que se efectúe desde una perspectiva geopolí-
tica y geocultural no eurocéntrica.
El enfoque descolonial liga el surgimiento de la modernidad a factores, a) so-
ciopolíticos y geopolíticos, como el desarrollo y despliegue planetario del capitalismo y
su contracara: el colonialismo y, b) geoepistémicos: la colonialidad, que opera en el
plano del conocimiento. Aspectos a los que las teorías modernas desconocen, en gran
medida, por el condicionamiento sociocultural, geocultural y geopolítico a los que
están sometidas.
En nuestra revisión de los postulados de los pensadores modernos: Descartes,
Hegel y Marx y Habermas, analizamos las estructuras y principios sincrónicos que
proponen y sus concepciones socioevolutivas.
Descartes caracteriza al conocimiento como un saber que no debe tener bases
en el sentido común, los sentidos e incluso la razón, si no superan la duda metódica.
Sigue una estrategia escéptica para definir el fundamento libre de toda duda que sean
la base indubitable del saber legítimo. Finalmente termina postulando al Ego cogito
como ese punto de partida (Descartes 1982a; 1982b), el cual opera como elemento de
legitimación epistémica y política.
Por su parte, respecto de la lógica del progreso histórico se destacan los apor-
tes de Hegel y Marx, quienes conciben la historia a partir de la acción de un macrosu-
jeto -Espíritu absoluto (Hegel 1974:66-68) y Genero humano (Marx 1997:190) respec-
130
La crítica descolonial y los supuestos epistemológicos… C. A. MERLO
2 Para una defensa de la comprensión del materialismo histórico en clave antifatalista y no mono-
secuencial y eurocéntrica, véase: Hobsbawm 1972; Arico 1982, 2011; Claudín 1974 y Godelier 1966.
131
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
132
La crítica descolonial y los supuestos epistemológicos… C. A. MERLO
interpretación que la entiende como un fenómeno global acaecido a partir del “descu-
brimiento” de América y el advenimiento del sistema mundo moderno (ii).
i. El primer concepto sitúa su surgimiento con la Reforma protestante (y la Re-
volución francesa) cuyos aportes son apropiados reflexivamente por las prin-
cipales filosofías ilustradas. Las que definen a la modernidad con la ayuda de
nociones como ausang (salida) de la autoculpable minoridad, ego cogito, sujeto
trascendental, imperativo categórico, subjetividad y progreso, fundamentales
en la reconceptualización del conocimiento, la moral, la política y la historia.
La interpretación tradicional de la modernidad -desde Hegel (Dussel 2001a:
61) a Weber, Habermas (2008), y Taylor (2006)- es deudora de la noción
hegeliana de la Historia, como un trayecto que va desde las sociedades despó-
ticas de la Mesopotamia asiática hasta la modernidad centroeuropea, bajo el
despliegue dialéctico de la razón, que de modo análogo al movimiento del sol
inicia su travesía en Oriente y culmina en Occidente (Hegel 1976:116-117).
La metanarrativa de Hegel es fundamental en la articulación del mito de la
modernidad. Su influencia se observa incluso en Habermas. Ambos consideran que
los eventos que imponen conceptual y materialmente el principio moderno de subjeti-
vidad son, la Reforma protestante, la Ilustración y la Revolución francesa (Habermas
2008:28).
El postulado de la subjetividad -afirma Habermas - tiene cuatro connotacio-
nes: a) el individualismo, b) el derecho de crítica, c) la autonomía de la acción y d) la
autoconciencia de la modernidad a través de la propia filosofía idealista. Este principio
práctico impacta en la ciencia moderna (objetivante) pues desencanta el mundo y
emancipa al sujeto de conocimiento (Habermas 2008:27-28).
La modernidad es entendida como un fenómeno autopoiético. En esa sinto-
nía Marx (2000) explica la acumulación primaria fundamentalmente por la extracción
de la plusvalía de la que es objeto el proletariado. Por su parte Weber (1995) asigna el
rol de factor decisivo -aunque no monocausal ni absoluto- al ethos calvinista en el
mismo proceso.
ii. El segundo concepto de modernidad configurado por el prisma decolonial, su-
giere una lectura alternativa de la filosofía, la historia, la economía y el conoci-
miento. Refuta la visión de la historia signada por el mito de la modernidad y la
idea hegeliana de una historia unitaria. Los descoloniales argumentan que la
concepción eurocéntrica soslaya el hecho de que hasta la expansión hispánica
hacia America y la portuguesa hacia Oriente, no existían sino una pluralidad de
historias yuxtapuestas y aisladas: la romana, la persa, la de los reinos hindúes, de
Siam, de China y del mundo indoamericano: incas y aztecas (Dussel 2001b:349).
Plantean que una interpretación adecuada de la modernidad debe situar su ini-
cio con la invasión de Amerindia en 1492, hito que da inicio al sistema mundo
moderno y a la consecuente interconexión paulatina -bajo una lógica colonial
eurocéntrica- de las distintas regiones de la tierra. Este primer momento de la
modernidad sobreviene con el ascenso de España como imperio mundial, la co-
lonización, la explotación de los recursos naturales americanos y el desplaza-
miento del Mediterráneo por el Atlántico como centro del intercambio comer-
cial. En esta primera fase ibérica “humanista” y católica, la del aniquilamiento
133
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
de las culturas precolombinas, se produce la afirmación del espíritu del ego con-
quiro (yo conquisto) que impone su dominación a los “otros” por la violencia de
las armas. Es una primera instancia del ego moderno, a posteriori convertido en
ego burgués, imperial-colonial.
La lectura provinciana eurocéntrica de la modernidad responde -según Dussel-
a prejuicios implícitos en el mito de la modernidad: a) la superioridad de la civilización
(moderna) europea, que la obliga a civilizar y educar a las culturas menos desarrolladas,
b) el modelo de desarrollo es el mundo europeo occidental, c) si los no civilizados se
oponen de algún modo a la praxis de la modernidad, se hace legitima la violencia para
remover los obstáculos a su avance, d) La modernidad aparece -dada la condición de
culpable que se asigna al bárbaro o primitivo por oponerse al proceso civilizatorio- co-
mo una fuerza inocente que emancipará o redimirá a las victimas de su culpa y, e) los
sacrificios, sufrimientos y costos impuesto a los no modernos por los modernos, son
inevitables (Dussel 2001b:68-69).
Respecto de la ubicación de Habermas respecto de la modernidad y su pro-
yecto, no se puede situarlo en el mismo nivel de los filósofos eurocéntricos confesos
como Hegel, pero aun así su concepción teórica tiene resabios etnocéntricos, además
de presentar otros flancos tematizables.
La estructura pragmática universal supone una plataforma cuasitrascendental
de la racionalidad, tesis contra la cual se levanta el dictum gadameriano de que no
podemos trascender radicalmente nuestro horizonte dialógico-cultural (Mc Carthy
1995:229). También es bueno recordar la sentencia de Rorty acerca de que todos so-
mos etnocéntricos, incluso los que presentan sus principios metateóricos sociohistóri-
camente situados como válidos universalmente (Rorty 2000:246).
En lo que atañe al plano evolutivo, la teoría habermasiana también presenta
dificultades en particular respecto de su falsabilidad. Con la separación entre lógica y
dinámica evolutiva se inmuniza contra las refutaciones empíricas: las matanzas de
musulmanes bosnios en Kosovo, el Gulag soviético y la solución final nacionalsocia-
lista. Además el resurgimiento de las prácticas y creencias religiosas en sociedades
mayoritariamente seculares que contradice la evolución histórica de la conciencia mo-
ral orientado hacia la generalización del ateísmo de masas. Ante los contraejemplos,
Habermas responde que pueden explicarse como regresiones momentáneas de la con-
ciencia moral. Pero entonces si su teoría socioevolutiva se vuelve inmune ante los
datos que la falsan, nos encontramos ante una eurocéntrica metafísica del progreso
que además no considera la multiplicidad de historias paralelas y solapadas que siguen
lógicas locales de desarrollo y que -en todo caso- recién son subsumidas en un gran
relato a partir de la conformación del sistema-mundo moderno.
Otro tema a discutir es la diferencia entre emancipación y liberación. El pro-
yecto kantiano-habermasiano privilegia la emancipación social pero soslaya la pro-
blemática de la liberación de los pueblos bajo el yugo colonial o semicolonial. Esto
significa la exclusión del proyecto ilustrado de todos aquellos bajo la colonización, el
imperialismo y sus derivados: la colonialidad, el racismo, el sexismo y la explotación
socioeconómica. La diferencia entre emancipación y liberación consiste en que mien-
tras el primer concepto pertenece al discurso de la Ilustración europea, la noción de
liberación plantea la decolonización política-económica y epistemológica. Emancipa-
134
La crítica descolonial y los supuestos epistemológicos… C. A. MERLO
135
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bibliografía
136
La crítica descolonial y los supuestos epistemológicos… C. A. MERLO
137
XV
DUSSEL Y APEL
UNA CUESTIÓN DE PRINCIPIOS
Eduardo Ovidio Romero
Universidad Nacional de Villa Mercedes
Consejo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica
eduovi@yahoo.com.ar
Introducción
139
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Según Apel (2004:27), la cuestión de “cómo podría ser posible evitar la supo-
sición de las cosas en sí incognoscibles y la metafísica dualista de los dos mundos deri-
vada por Kant a partir de allí, sin renunciar a la agudeza crítica de la filosofía kantiana”
sólo pudo encontrar una respuesta más acabada, pero no definitiva, en el pensamiento
de Charles S. Peirce, el fundador del pragmatismo americano. Apel retoma de Peirce
las siguientes tesis:
Lo real como aquello que no debe ser identificado ni con la idea de una “cosa
en sí incognoscible”, ni con lo “fácticamente dado” sino con lo cognoscible in
the long run. De esta forma Apel ve en Peirce la salida tanto a todo realismo me-
tafísico externo, como a la problemática de la posibilidad de alcanzar un cono-
cimiento definitivo, acabado, de lo real en sentido fáctico. Con ello Peirce in-
gresó, para Apel, en la discusión sobre la dualidad correspondiente entre la
cosa en sí y lo fenoménico, la distinción entre lo conocido bajo reserva de fa-
libilidad y lo cognoscible como lo aún por conocer (Apel 1997: 41-83).
Una comunidad ilimitada de comunicación asumida como condición de posi-
bilidad e ideal regulativo en el dilucidamiento de lo real y la verdad. En este
punto Apel ve en el denominado “realismo crítico del sentido” peirceano que
el conocimiento de lo real y la verdad no pueden reducirse a un sujeto, como
así tampoco a una determinada comunidad (Apel 1985:182).
Desde estos dos puntos de partida es que Apel continuará con el desarrollo de
las principales tesis de Peirce y planteará la superación del solipsismo metodológico kantia-
no presente, por ejemplo, en los términos de un sujeto trascendental entendido como
unidad sintética a priori en la apercepción de sí. Con ello se transforma el trascenden-
talismo kantiano y se supera dicho solipsismo al postular en su lugar la idea de una
comunidad ilimitada de comunicación -o “comunidad sin límites definitivos” (Apel
1985:181)-, entendida como supuesto trascendental del conocimiento. En este marco
Habermas resalta, entorno a la articulación entre trascendentalismo y contexto prácti-
co, que
140
Dussel y Apel una cuestión de principios E. O. ROMERO
sólo mediante la ‘idea regulativa’ de una última unidad de convergencia del proceso de
investigación potencialmente infinito” (Apel 2004:28). Con ello Apel se distancia de la
Filosofía trascendental kantiana
141
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Esta vía lleva a una consideración que va más allá del plano meramente gno-
seológico. La tesis de una validez constituida intersubjetivamente, presupuesta de modo
contrafáctico en cada acto de habla argumentativo bajo la idea de una comunidad ilimita-
da de comunicación e interpretación de signos, no reduce su función a mera superación del
objetivismo gnoseológico, dado que
Según Apel, la idea de comunidad -si bien no asumida en los términos del giro
pragmático-lingüístico- puede encontrarse ya en Kant, pero no a partir de la perspecti-
va gnoseológica del yo trascendental, sino más bien desde la perspectiva ética de un
reino de los fines, dilucidable por medio de la razón pura práctica, en donde se asume el
mutuo reconocimiento de co-sujetos autónomos de la legislación moral, pero con un
altísimo costo en tanto suposición metafísica de dicha comunidad; supuesto que, si
bien es necesario, debe ser despojado de este déficit, como pretende Apel al recons-
truir dicha comunidad como comunidad ideal de comunicación supuesta como “con-
dición de una fundamentación filosófico trascendental de la ética (como también -in-
cluso- de la filosofía teorética y la teoría de la ciencia)” (Apel 2004:34). Esto último
142
Dussel y Apel una cuestión de principios E. O. ROMERO
implicará el reconocimiento del anclaje o referencia, por parte de todo sujeto, a deter-
minados contextos de acción, modos de vida, situaciones vitales, sistemas de auto-
afirmación, etc.; es decir: a su existencia en una comunidad real de comunicación. La
focalización en este punto posibilitará a Apel superar determinadas falencias del pro-
yecto moral kantiano, por ejemplo: al considerar no solamente el cumplimiento de la
norma moral en atención al principio ético fundamental explicitado en la comunidad
ideal de comunicación -asumido como ideal regulativo-, sino también considerando
los sistemas de autoafirmación ante la necesidad de asumir una responsabilidad y co-
rresponsabilidad solidaria con las consecuencias deseadas y no deseadas de la acción.
En este sentido Apel considera que Kant:
Bajo este giro introducido por la Ética del Discurso se logra, por un lado, su-
perar el clásico rigorismo del proyecto ético de la filosofía kantiana, caracterizado por la
exigencia incondicional, sin lugar a ningún tipo de excepción, del seguimiento de la
norma regida por el imperativo categórico de obrar según el deber y por el deber
mismo. Por otro lado, también resulta posible concluir, ahora de forma satisfactoria, el
proyecto de fundamentar la razón práctica en la razón teórica en un estricto marco
postmetafísico (Apel 2007:21-49). Es decir, del consenso en tanto que a priori de la co-
munidad ideal de comunicación supuesta ya siempre en cada acto de habla argumenta-
tivo se deduce la exigencia de tornar reales las situaciones ideales de realización de la
fuerza ilocutiva del acto de habla en cuestión so pena de incurrir en autocontradicción
performativa (Apel 1988).
143
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
144
Dussel y Apel una cuestión de principios E. O. ROMERO
Consideraciones finales
145
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Es decir, el espacio, ético, político, alterativo, etc. no puede, por principio, ser
radicalmente heterogéneo como propone Dussel. Si esta heterogeneidad fuera radical
no nos sería ni siquiera posible formularla en un lenguaje articulado con sentido -o,
dicho de otro modo, dado que es posible articular lingüísticamente y con sentido la
heterogeneidad descripta y supuesta en el método analéctico dusseliano, esta no puede
ser radical-. Las distintas totalidades del ser, en tanto que diversos mundos de la vida, no
están cerradas, como Dussel las concibe, sino que se encuentran en permanente diálogo
y con límites difusos con diversos horizontes culturales (Apel 1985:69-102).
Bajo estas correcciones, es posible desde la Ética del Discurso seguir, en el
presente contexto, la tesis que propone que nuestro entendimiento del otro está con-
dicionado, en una medida empíricamente esencial, por la comprensión del mundo de la
propia forma de vida y tradición cultural. En este sentido Enrique Dussel puede pre-
suponer el concepto de mundo de la “ontología fundamental” y también el de la histori-
cidad del ser, concebida más tarde por el mismo Heidegger. Pero es difícil seguir la es-
peculación histórico-filosófica de Dussel sobre la relación de una ontología histórico-
hermenéutica o limitada por la forma de vida, por un lado, y la ética trascendental en
tanto que metafísica trans-ontológica del Alter, por otro lado.
En este punto es necesario hacer notar que la oposición señalada por Apel en-
tre la filosofía occidental orientada por Grecia, la cual elabora el problema de la subjeti-
vidad como una dialéctica de la identidad y la filosofía semítica vista como una analéctica
que trasciende toda dialéctica de la identidad, en el sentido de la analogía del ser de diver-
sas personas, épocas y culturas está irresuelta, al menos al parecer del autor del presen-
te trabajo, en la Ética de la Liberación dusseliana (Dussel y Apel 2005:260).
Desde esta perspectiva es posible entender que la comprensión del ser en el senti-
do de un mundo de la vida, determinado históricamente, y particularmente los juicios de
valor inherentes en el sentido de una moral sustancial pueden ser cuestionados radical-
mente por la interpelación del otro en el discurso y esto sucede ciertamente al intentar
llegar a una comprensión de diferentes formas de vida socio-culturales. El otro es, en
alguna medida, el sujeto -al menos como representante- de otra constitución del senti-
do del mundo. Pero es posible preguntarse con Apel: ¿esto puede significar que la
comprensión del ser del otro sea tan diferente de la mía que rebase toda identidad
imaginable de una “totalidad”?, ¿esto no contradice, también, la concepción de analogía
del otro que Dussel supone ad intra en el método analéctico? (Dussel y Apel 2005:249-
267). O, para regresar al problema de la hermenéutica trascendental, queda claro que no
resulta posible preguntar, con sentido, por las condiciones de posibilidad del entendi-
miento válido -pregunta a la cual Dussel no renuncia-, si no acordamos con Apel que
podemos presuponer, por principio la identidad de la razón en el otro y en nosotros,
aunque esto nunca se pueda saldar empíricamente (Dussel 2009:94-96).
Bibliografía
APEL, Kark Otto, La transformación de la Filosofía, Tomos I y II, Madrid, Taurus, 1985.
APEL, Kark Otto, Diskurs und Verantwortung. Das Problem des Übergangs zur
postkonventionellen Moral, Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1988.
APEL, Kark Otto, El camino del pensamiento de Charles S. Peirce, Madrid, Visor, 1997.
146
Dussel y Apel una cuestión de principios E. O. ROMERO
147
XVI
EL A PRIORI ANTROPOLÓGICO EN LA
PROBLEMATIZACIÓN DEL CONCEPTO DE
DESARROLLO
Oriana Cosso
Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires
orianacosso@gmail.com
149
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1 “La filosofía, frente a la posición “miserable” de aceptar su conversión en una disciplina ordinaria, debe
asumir la posición heroica de resistir y preservar su libertad de circular por el campo de los saberes por
otras razones que las disciplinarias. La filosofía es útil como diagonal entre los saberes, una diagonal cuya
regla no está determinada de antemano sino que debe ser resultado de una invención. He aquí las resis-
tencias al destino técnico del conocimiento, del cual la división en disciplinas es solo un aspecto” (Badiou
2007).
150
El a priori antropológico… O. COSSO
pensador que reniega de la etiqueta de filósofo en su siglo, el XIX, razón por la cual
logra atraer a las mentes más filosóficas del siglo XX.
El pensamiento de Nietzsche nos permite pensar las prácticas de veridicción
articuladas con las prácticas de sí. Nos permite tomar cierto grado de conciencia acer-
ca de cómo nuestra vida cotidiana, hasta nuestro más mínimo gesto, materializa las
relaciones de fuerza de la época que habitamos. Así, podemos empezar a pensar el
régimen de verdad en que vivimos como correlato del régimen de dominación. Así,
podemos empezar a dar forma a una hipótesis sobre los ministros de economía y no-
sotros.
151
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
152
El a priori antropológico… O. COSSO
153
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
154
El a priori antropológico… O. COSSO
discursivas a las que se les confiere valor ontológico, tal como sucedía en el Medioevo,
porque de este modo pueden sostener las normas que pretenden regir la vida humana.
En este sentido, Roig advierte la necesidad de prestar atención a los universales ide-
ológicos que se producen y reproducen en cada época: no son meras construcciones
discursivas sino que tienen performatividad, son políticos, se constituyen en principios
para la organización de la conducta humana. Su alto poder simbólico, esto es, su po-
der invisible, no puede ejercerse sino con la complicidad de los que no quieren saber
que lo sufren o que lo ejercen. En este sentido, cabe recordar que las tomas de posi-
ciones ideológicas de los dominantes son estrategias de reproducción que tienden a
reforzar en la clase y fuera de la clase, la creencia en la legitimidad de la dominación de
clase (Bourdieu 2000:65-73).
A modo de conclusión
Hoy, la dominación opera de modo más sutil, mucho más sofisticado, no por
ello menos cruento. Y de la filosofía será la tarea de interrogarla. Lo que me propongo
es enfocar un aspecto de este modo de dominación que está emergiendo, el rol que
155
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bibliografía
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El a priori antropológico… O. COSSO
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ROIG, Arturo, Ética del poder y moralidad de la protesta, Mendoza, EDIUNC, Serie
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ROIG, Arturo, “Teoría y crítica del pensamiento latinoamericano”, Edición a cargo de
Marisa Muñoz. Proyecto Ensayo Hispánico [en línea]. Dirección URL: http://http://
www.ensayistas.org/filosofos/argentina/roig/teoria/indice.html [acceso 24 de ma-
yo de 2013].
157
XVII
EL IDEAL EMANCIPATORIO DEL
PENSAMIENTO FILOSÓFICO
NUESTROAMERICANO EN EL CONTEXTO
INSURRECCIONAL DEL PERÍODO 1968-1974
Norma Lidia Rodriguez
Universidad Nacional de Córdoba
normalrodriguez@hotmail.com
La inevitable revolución
159
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
una etapa tumultuosa de hombres con voluntad transformadora, a la cual los intelec-
tuales no podían escapar. La política y la actividad intelectual debían marchar estre-
chamente unidas (Terán 1991:140-141). Una oleada de convulsiones sociales se fueron
dando, por medio de guerrillas armadas, movilizaciones y luchas de estudiantes y tra-
bajadores urbanos, e incluso en algunos lugares se sumaron los campesinos sin tierra,
en especial en aquellos países con mayoría aborigen. La nota dominante para los revo-
lucionarios fue el marxismo, pero con un tinte latinoamericanizado. Según Zanatta
(2012:180-184), se manifiesta una esencia del universo ideal latinoamericano con ten-
dencia al monopolio del poder y a homogeneizar al pueblo, con una manifiesta hosti-
lidad a la democracia liberal –considerada formal– frente a la democracia sustancial
que es fruto de la revolución. No obstante, la asunción en 1970, de Salvador Allende
en Chile por vías formales, suscitó esperanzas.
Se agudizó el debate por los nuevos “sujetos revolucionarios”: los intelectua-
les, los estudiantes, los jóvenes, los negros. Y según la región de América Latina, se
plantearon las figuras de la “clase revolucionaria”: el proletariado urbano, el proleta-
riado rural, el campesinado. La agenda política además incluía el repudio a toda poten-
cia colonial, el antiimperialismo, la soberanía y liberación nacional (Gilman 2003:29-
30). Las alternativas eran excluyentes: “socialismo o fascismo”, “revolución o muerte”,
“Liberación o dependencia”.
Desde el ámbito marxista, tuvo gran recepción la noción de imperialismo
propuesta por Lenin. La misma sostenía que el capital financiero en pos del control de
las materias primas y de los mercados a nivel mundial dividía al mundo en áreas de
influencia, controlando económicamente así a las colonias y semicolonias (Georgieff
2008:192-193). Ya desde el movimiento descolonizador iniciado desde 1945, la libera-
ción nacional se había convertido en una consigna de la izquierda, los pueblos ances-
trales a los que se impedía ejercer su derecho natural a la autodeterminación fueron
reclasificados como «colonias» que también se liberaban a sí mismas de la explotación
imperialista (Hobsbawn 1998:152). En esta misma línea, es considerable la circulación
y adhesión que obtuvo “Los condenados de la tierra” de Franz Fanon, la cual sostiene que
la contradicción principal es entre naciones opresoras y oprimidas. Sustituye a través
de esas categorías la clásica contradicción marxista entre burguesía y proletariado. La
tarea de la independencia es inevitablemente del pueblo, pero puede tener como alia-
dos a las burguesías locales. Para él la conciencia revolucionaria de los hombres es
proporcional al grado de opresión al que están sometidos. Solo la fuerza popular con
fines liberadores puede quebrar la lógica de la dominación (Ponza 2010:127-129).
De acuerdo a la exposición del filósofo argentino Nicolás Casullo, en síntesis
puede definirse esta época a través de tres características:
- Es un tiempo contestatario: Cuestiona al mundo desde la relación con los padres
hasta con el imperialismo. Se movilizan fuerzas sociales y políticas que manifiestan
su disconformidad con modelos de gobernabilidad, órdenes establecidos y valores
de vida imperantes.
- Existen fuertes elementos utópicos: Asume una herencia revolucionaria de largo
linaje histórico.
160
El ideal emancipatorio del pensamiento filosófico… N. L. RODRÍGUEZ
161
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
En 1968, Augusto Salazar Bondy publica “¿Existe una filosofía de Nuestra Améri-
ca?” cuyos postulados son puestos en cuestión inmediatamente (1969) por Leopoldo
Zea en su obra “La filosofía Latinoamericana como filosofía sin más”.
Salazar Bondy (2004) asume en su obra la consideración de si el pensamiento
hispanoamericano puede decirse que es una filosofía original, genuina y peculiar, por
un lado. Por otro, hace una apuesta normativa sobre cómo debe ser la filosofía hispa-
noamericana si quiere lograr autenticidad y por último, si “lo hispanoamericano” debe
o puede ser tema de reflexión filosófica. Para cumplir con esos objetivos, el autor
primero realiza una recuperación del pensamiento en la región, dejando manifiesto
que lo que se opera es un “trasplante” de ideas europeas. Ese trasplante, para él, se
inicia con la conquista y colonización. Da cuenta del predominio de la escolástica has-
ta el siglo XVIII, siglo en el que llegan los ideales modernos a los intelectuales locales.
Luego el siglo XIX adopta los principios románticos que inspiran tanto a liberales
como a conservadores. Desde fines del siglo XIX hasta 1920 domina el positivismo.
Ante ese enfoque, desde 1930 se constituyó un movimiento antinaturalista en el que
surgieron figuras entre las que destacaron Alejandro Korn y José Vasconcelos. A lo
largo del siglo XX presenta la recepción del marxismo, la filosofía neotomista, el posi-
tivismo lógico y el existencialismo francés.
Luego de ese recorrido, arriba al diagnóstico de que la filosofía en hispano-
américa ha sido fundamentalmente imitativa de las discusiones Europeas, con ausencia
162
El ideal emancipatorio del pensamiento filosófico… N. L. RODRÍGUEZ
de proclividad teórica y de aportes originales aunque reconoce que se les ha dado co-
lor local. A estas preocupaciones por actualizar en clave hispanoamericana, se dedica,
cuando menciona a Alberdi, para quien la filosofía no debe ser pura o abstracta sino
aplicada a la solución de problemas de la organización social. Luego, reafirma sí, la
preocupación de los pensadores acerca de la necesidad de una filosofía aunque mu-
chos plantean que no hay rasgos propios ni originalidad (Mariátegui, Risieri Frondizi,
Wagner de Reyna). Sin embargo, reconoce también los aportes de José Gaos y Leo-
poldo Zea que dan otro giro a la cuestión. Tanto uno como el otro, defienden que no
hay que proponerse hacer filosofía americana, sino hacer filosofía sin más.
El capítulo 3 del libro de Salazar Bondy, “Una Interpretación” ofrece aspectos
interesantes al tema que se viene perfilando en este artículo, ya que como señala Ra-
maglia pone en el centro la temática de la dependencia, lo que implica tomar en cuenta
los condicionamientos materiales para la producción intelectual (Ramaglia 2009:386).
En ese capítulo sostiene que el carácter imitativo de la producción filosófica local la
convierte en “inauténtica” puesto que se hace ideas sobre “lo que es”, tomando como
imagen suya la de otro, ofreciendo así una imagen incorrecta de la realidad, “vivimos
alienados de la realidad que se ofrece como una instancia defectiva” (Salazar Bondy
2004:83). Arriesga una hipótesis sobre las causas que llevan a este pensamiento
inauténtico: el subdesarrollo, la dependencia y la dominación. Se ha instaurado una
cultura de dominación por la relación histórica de subdesarrollo respecto de España,
Inglaterra o Estados Unidos. La cultura de dominación se afinca por:
- Una disposición a la “receptividad” generada por la dependencia económica.
- La sociedad hispanoamericana carece de fuerza y dinamismo por la condición
deprimida de su economía y la falta de integración y organicidad.
- Las producciones espirituales carecen del vigor metodológico necesario y de
sistematicidad, por lo tanto no pueden insertarse como aportes novedosos.
- Una distancia entre las elites intelectuales extranjerizantes y las masas pauperi-
zadas.
Pero, el autor no se queda en el diagnóstico sino que formula una manera de
darle autenticidad al pensamiento de nuestra América. La filosofía podría ser la parte
de la humanidad que se empine sobre sí misma de la negatividad a formas superiores:
163
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Coincide con Salazar Bondy en que pretender ser lo que no somos es un exis-
tir inauténtico. Pero, le refuta que considere solamente como genuina filosofía la que
alcanza la construcción de grandes sistemas, ya que por un lado se olvida de que inclu-
so la filosofía europea tiene poemas como el de Parménides o pensamientos como los
de Epicuro o Pascal. También disiente en que el subdesarrollo sea premisa de la filo-
sofía inauténtica. Ya que implicaría que solo los pueblos no subordinados pueden
filosofar. Acusa Zea, más bien de inauténtica a la filosofía europea que habla del hom-
bre y es la negación del hombre mismo:
164
El ideal emancipatorio del pensamiento filosófico… N. L. RODRÍGUEZ
Desde estos debates, pasando por otros aportes teóricos e ideológicos se fue
conformando el inicio de la filosofía de la liberación que define como su acta funda-
cional el Manifiesto firmado en el Congreso Nacional de Filosofía de Alta Gracia en
1972 suscripto por: O. Ardiles, M. Casalla, H. Cerutti Guldberg, C. Cullen, J. de Zan,
E. Dussel, A. Fornari, D. Guillot, A. Kinen, R. Kusch, A. Roig y J.C. Scanonne.
Esta nueva empresa teórico-práctica, abreva por un lado de la Teología de la
liberación, la cual denuncia que las masas empobrecidas son una clara manifestación
de pecado mortal. Cristo murió para liberar del pecado, por tanto, el reino de Dios no
se hace presente, sin una liberación de la opresión y la injusticia. La liberación tiene
entonces tres niveles: redentivo-salvífico, socioeconómico-político y utópico-histórico
(Moreno Rejon 1989:91-92). En 1972, Juan Carlos Scanonne afirma en este sentido:
1Para ahondar en los matices que imprime cada uno de estos autores a la teoría de la dependencia ver
Cerutti-Guldberg 2006:117-150.
165
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
materialidad negativa que considera los efectos manifestados en dolor y miseria de las
víctimas del autoritarismo y el capitalismo. Pero esta primera generación con notas
eurocéntricas no alcanzaba –a su juicio– a responder a un horizonte que excede el
europeo o norteamericano (Dussel 2006:78-83).
La palabra liberación, es tomada de los movimientos de Argelia, África, y
América Latina. Al hablar de liberación, se refiere a algo que toca lo material, lo físico,
lo real, que es el sufrimiento del pueblo. A la interpelación de Salazar Bondy, Dussel
(2007) responde afirmativamente; es posible filosofar para pensar la explotación, la
dominación, el ser periférico y la esperanza de una liberación.
Y dicha esperanza estaba puesta en el pueblo. Dussel, rescata esta categoría
considerada en general, por las ciencias sociales, como no científica. Para él, es fun-
damental, si se pretende entender la contraposición de “centro-periferia”. Pueblo es el
oprimido que quiere cambiar el sistema. Ese cambio, es radical en tres sentidos: Es
una revolución patriótica, en tanto que busca la liberación nacional; una revolución
social, en pos de la liberación de las clases oprimidas y una revolución cultural que se
da en lo pedagógico como develación del proyecto de la oligarquía ilustrada. Los inte-
lectuales, deben cumplir la función crítica, comprometiéndose con el proceso de libe-
ración, oponerse a esa oligarquía y alentar al pueblo a defenderse (Dussel 1973:109-
111).
Volviendo al tema de la originalidad, en este caso vemos que se da en la asun-
ción de la localización histórica que responde al sufrimiento real y concreto de los
victimizados.
Paralelamente, se desarrolla en el seno de la filosofía de la liberación, una línea
que cuestiona esta confianza en el pueblo, caratulándola de populista. Esta otra expre-
sión se hace pública a través del “Manifiesto salteño” (1974) elaborado por Roig, Ma-
turana y Cerutti Guldberg:
Conclusiones
Para finalizar esta apretada presentación del profuso debate sobre la filosofía
latinoamericana, en relación al imperativo de posicionarse frente a la liberación o la
dependencia, cabe hacer mención a la actualidad de la filosofía de la liberación para
una nueva constelación de pensamiento crítico sobre un reconfigurado capitalismo
globalizado. Ante esta nueva realidad, la pregunta por cómo lograr la liberación de los
sectores que continúan siendo marginados o excluidos de una vida digna es más que
166
El ideal emancipatorio del pensamiento filosófico… N. L. RODRÍGUEZ
Agradecimientos
Bibliografía
167
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
168
XVIII
PENSAMIENTOS SOBRE MARIÁTEGUI:
APORTES PARA UN MARXISMO
LATINOAMERICANO
Rocío Fatyass
Universidad Nacional de Villa María
rofatyass@hotmail.com
169
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
visualizar mejor las estrategias de dominación y frente a esto las estrategias de resisten-
cia, negociación y producción de nuevos sentidos sobre lo social por parte de lo subal-
terno.
En síntesis, este trabajo aborda lo subalterno en América Latina como metá-
fora histórica e hipótesis de cambio histórico, para cuestionar activamente la domina-
ción y como verdad teórica, es decir, como categoría analítica y perspectiva crítica, que
pretende conciliar la reflexión sobre las prácticas de los agentes combinando el análisis
sobre las condiciones subjetivas y objetivas de la agencia.
170
Pensamientos sobre Mariátegui… R. FATYASS
En este camino, Mariátegui sostenía que el APRA debía ser un frente, es decir
al estilo Lenin, debía constituirse en el partido de clase como instrumento de acción.
Asimismo, no se trataba de ir en busca de un actor social ya constituido objetivamente
-como prescribía la ‘ortodoxia’ soviética asentada en un materialismo economicista-
sino que la tarea de la organización revolucionaria consistía en construir políticamente
al sujeto para la revolución. Es decir, como explica también José Martí (2005), se con-
sidera que hay que generar al sujeto revolucionando, no copiando los procesos de
otros lugares, sino creando de acuerdo a las propias necesidades históricas. En estos
sentidos, el nuevo frente de clase tenía que ser compuesto, específicamente en la reali-
dad peruana, por el campesinado, el indígena y el proletariado urbano, así como tam-
bién era necesario el acompañamiento de los intelectuales subalternos.
Se combinan así los postulados del Marx europeo con una realidad latinoame-
ricana, sin caer en el exotismo o el folclorismo ni tampoco en la visión únicamente
universal. En estas síntesis conceptuales se puede visualizar la dialéctica entre lo parti-
cular y lo universal, entre América y Europa, entre lo nacional y lo internacional, entre
la tradición socialista europea y la tradición comunista incaica.
Avanzando en las reflexiones, 1928 fue clave ya que Mariátegui (2005) escribe
Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, donde intenta investigar la formación
social peruana utilizando el método marxista, pero nuevamente sin limitarse a repetir a
la ortodoxia. Desde acá comienza a plantearse las posibilidades históricas para una
transición de una organización socialista a una etapa de organización comunista incai-
ca, basada en el trabajo cooperativo de la tierra y la comuna agraria.
Mariátegui se opone así al primer Marx -quien recalca la necesaria destrucción
de la comunidad agrícola- y con ello cuestiona a una filosofía fatalista supra histórica,
universal y necesaria. Frente a esto, la revolución comunista en Latinoamérica, debe
sacar el problema indígena de su ambiente restringido para “denunciar la opresión
indígena ya al lado de las demás opresiones que se realizan en el mundo” (Aricó 1999:
101). Se cuestionan entonces, como también lo sostiene claramente el autor Aníbal
Quijano (1992), las ideas de racionalidad y modernidad eurocéntrica que anulan otros
procesos sociales e instauran identidades históricas dicotómicas y estigamatizantes.
De esta manera, las temáticas que analiza Mariátegui tienen que ver funda-
mentalmente con el problema de la tierra y el indio, e incluso con el desarrollo de una
literatura autónoma. Estas especificidades históricas constituyen lo propiamente lati-
noamericano en la obra de Mariátegui.
Lo anterior implica pensar que la liberalización nacional viene de la mano de
la recuperación del derecho a la tierra por parte de la comunidad indígena y campesi-
na. De este modo, el problema nacional se mezcla con el problema de la raza y de la
etnia. Ambos conceptos, aunque adquiere más relevancia el segundo, son utilizados en
Mariátegui de manera conjunta para marcar las estructuras biológicas y fundamental-
mente socioculturales, conformadas históricamente, que intervienen en los procesos
de organización nacional. Entonces, a diferencia de los enfoques positivistas que
hacen hincapié en el estudio de las razas ligadas únicamente a principios evolutivos y
171
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
biológicos, que sirven para legitimar la superioridad de una nación sobre otras, nuestro
autor reconoce los orígenes sociales e históricos de estos procesos permitiendo visibi-
lizar otras historias posibles sin establecer dicotomías.
Bajo estos ejes, la propuesta del autor tendrá que ver puntualmente con la
praxis revolucionaria entendida en los siguientes términos:
172
Pensamientos sobre Mariátegui… R. FATYASS
173
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
174
Pensamientos sobre Mariátegui… R. FATYASS
Bibliografía citada
ARGUMEDO, Alcira, Los silencios y las voces en América Latina, Buenos Aires, Colihue,
2009.
ARICÓ, José, “Marxismo latinoamericano”, en Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y
Gianfranco Pasquino, Diccionario de política, Siglo Veintiuno, México, 1985.
ARICÓ, José, Escritos sobre el Socialismo en América Latina, Buenos Aires, Editorial Su-
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LANDER, Edgardo “Marxismo, eurocentrismo y colonialismo”, en Atilio A. Boron,
Javier Amadeo y Sabrina González (comp.) La teoría marxista hoy: problemas y perspec-
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LÖWY, Michael, “Marxismo y romanticismo en la obra de José Carlos Mariátegui”,
Revista Herramienta debate y crítica marxista, N° 8,1998.
MARIÁTEGUI, José Carlos, Amauta, N°17, Lima, 1928.
MARIÁTEGUI, José Carlos, Defensa al marxismo, Lima, 1969.
MARIÁTEGUI, José Carlos, Obra Política, México, Ediciones Era, 1984.
MARIÁTEGUI, José Carlos, Siete ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, Buenos
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MARTÍ, José, Nuestra América y otros escritos, Buenos Aires, El Andariego, 2005.
MORSE, Richard, El espejo de Próspero, México, Siglo XXI, 1980.
175
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
176
XIX
LA IRRUPCIÓN DEL POBRE Y EL NUEVO
“COMIENZO” DEL FILOSOFAR
LATINOAMERICANO SEGÚN EL
PENSAMIENTO DE JUAN CARLOS SCANNONE
Guillermo Carlos Recanati
Universidad Católica de Córdoba
guillermorecanati7@hotmail.com
Introducción
P ara Juan Carlos Scannone la interpelación ética desde los pobres y el profundo
asombro ante la manifestación de vida en medio de circunstancias de muerte
que ellos padecen, forman parte de las dos caras (positiva y negativa) de la po-
sibilidad de un novedoso “comienzo” del filosofar.
ya que la prosigue en el camino del preguntar crítico radical. Aunque, a la vez, es no-
vedoso (discontinuo) ya que se trata de una pregunta, tanto inconfusa como indivisa-
mente teórica y práctica, metafísica, gnoseológica e histórica, ética y política. Dicha
pregunta obliga a una respuesta profundamente reflexiva y crítica y al mismo tiempo
una con-versión intelectual, existencial y socio-histórica –socio-estructural e histórico-
cultural– (Scannone 1993:133).
1 Scannone afirma que alude aquí a Aristóteles, Santo Tomás, Descartes, Kant, Heidegger y Levinas.
177
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
No obstante, para poder captar plenamente esa palabra sin reducir o anular su
verdad y significado, y en consecuencia, para poder pensarla luego en conceptos y
razones filosóficas, es imprescindible la respuesta práctica de la libertad que elige acep-
tar esa crítica, se abre a ella e intenta –con responsabilidad– ponerla en práctica (Scan-
none 1993:134).
La palabra primera, que no se puede escuchar sin la opción práctica, da razón
de esta, la ilumina y justifica, y a la vez, juzga críticamente a la elección anti-ética (anti-
humana y anti-histórica) que no esté abierta a la interpelación del pobre. Esta circula-
ridad no es viciosa, ya que en cada caso se refiere a una prioridad diferente: “en el
orden especulativo del sentido y la verdad, y en el orden práctico, de la apertura res-
ponsable ante los mismos” (Scannone 1993:134).
Al mismo tiempo, esta apertura práctica, por más que no forme parte de la ar-
ticulación del sentido y de la fundamentación racional de la verdad, permite su com-
prensión cada vez más honda –igual que un movimiento en espiral– en su sentido
cuestionador e interpelante, en su “plus” de sentido y en su contenido sapiencial. Es
ésta la condición sine qua non para dicha comprensión de la verdad (Scannone
1993:134).
178
La irrupción del pobre y el nuevo “comienzo” del filosofar… G. C. RECANATI
2Scannone señala que esa expresión la toma de P. Ricoeur, quien la expresa en “Biblical Hermeneutics”,
en Semeia 4, 1975, 29-147, ver pág. 122 ss. También refiere nuestro autor a K. Jaspers, quien habla de
“situaciones límite” y las experiencias de las que parte la pregunta por el ser en Heidegger, Einführung in die
Metaphysik, Tübingen, 1958, 1. Citado en Scannone, 1993:135, nota 12.
179
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
La opción ética por la vida, la dignidad y la libertad del hombre, es, por ra-
zones históricas, preferencial por los pobres, más amenazados por la muerte,
la degradación de su dignidad humana y la opresión (Scannone
1993:136).
Según nuestro filósofo (y aquí recurre a M. de Certeau) lugar es “lo que permi-
te y prohíbe”. No obstante, al tratarse de una elección auténticamente ética, entiéndase,
integralmente humana por lo integralmente humano, y por lo tanto, racional de acuer-
do con la razón recta, la misma provoca la apertura del pensamiento a la verdad y
otorga un horizonte de comprensión radicalmente humano, y por consiguiente, uni-
versal. No resta autonomía teórica al filosofar sino que la posibilita liberándolo de
posibles condicionamientos negativos (Scannone 1993:136).
Ahora bien, al tratarse de un lugar histórico –social y cultural– al mismo tiem-
po “prohíbe” otras perspectivas que también son universales, pero históricas y cultu-
ralmente diferentes, a tal punto, que dicho horizonte, por el mismo hecho de serlo,
jamás podrá posicionarse como saber absoluto, aunque de hecho provoque la apertura
al saber de lo absoluto (del ser, la verdad y el bien en sí). Es, por lo tanto, una auténti-
ca universalidad, pero analógica y situada (histórica y culturalmente situada) (Scannone
1993:136).
La opción preferencial por los pobres es segunda, no primera, se constituye
en respuesta responsable a la palabra primera, la misma es cuestionamiento ético in-
condicionado y surgimiento originario de sentido, la cual surge de los pobres. Ahora
bien, ella permite (dentro del círculo hermenéutico) el horizonte de comprensión de la
misma palabra, ya que está abierta práctica e intelectualmente a ella. La filosofía puede
tematizar reflexivamente y articular sistemáticamente –pero no agotarlo– dicho hori-
zonte de sentido y percepción de verdad. Y esa tematización origina las categorías
fundacionales de un nuevo pensar teórico reflexivo, o sea, de una filosofía primera. 3
No obstante, debido a la ambigüedad de la interpretación de la palabra prime-
ra y de la opción que le responde, la reflexión filosófica, además de ser teórica debe ser
crítica. Ya que, tanto la interpretación teórica metafísica como la opción práctica ética,
se encuentran mediadas por una particular comprensión histórica (social, cultural,
política, etc.) de la pobreza actual latinoamericana.
3Scannone aclara que aplica aquí en el nivel filosófico, lo que B. Lonergan expresa con respecto al hori-
zonte de comprensión y su tematización en “foundations”, cf. Lonergan, B., Method in Theology, New
York, 1972, cap. 11. Citado en Scannone 1993:136, nota 13.
180
La irrupción del pobre y el nuevo “comienzo” del filosofar… G. C. RECANATI
4 Nuestro autor toma de Levinas la importancia que éste le da a la “altura” o “grandeza” del otro en
cuanto otro en la relación ética del “cara a cara”, para el filósofo europeo el otro por antonomasia es “el
pobre, el extranjero, el huérfano y la viuda”, cf. Totalité et Infini. Essai sur l’ extériorité, La Haye, 1961. Citado
en Scannone 1993:137, nota 14.
5 Scannone señala que “el momento de excedencia se relaciona tanto con la ‘eminencia’ y el ‘excessus’ de
la analogía tomista como con la ya citada ‘altura ética’ y el ‘infinito’ que excede la idea, según Levinas, así
como también con la sobreabundancia de sentido de los símbolos y la categoría de la sobreabundancia, de
las que habla Ricouer”. Scannone 1993:137, nota 15.
181
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
182
La irrupción del pobre y el nuevo “comienzo” del filosofar… G. C. RECANATI
Scannone concluye afirmando que a partir de este nuevo inicio y lugar her-
menéutico del filosofar (la irrupción del pobre) es
183
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Tal vez con mayor claridad que otras culturas del llamado Tercer Mundo, la
cultura mestiza latinoamericana, que ha sido –y es– fruto de la fusión conflictiva pero
fecunda de las culturas amerindias, europeas y africanas, es capaz de asumir a partir de
su propia realidad los aportes de la filosofía occidental. Es decir, puede mediar o
“mestizar” los principios de dicha filosofía, logrando plantear, de esa manera, una
universalidad que esté situada histórica y culturalmente. La misma debe estar abierta a
todos los ámbitos de la vida y la razón humanas, en especial la dimensión sapiencial, y
también con apertura a la fusión entre distintas culturas y formas inculturadas del
filosofar. Esto podrá ser posible únicamente desde “una concepción comunicativa,
histórica y analógica de la universalidad” (Scannone 1989:10).
El objetivo no sólo es la contribución para ubicar las diferentes maneras de
expresión de la razón filosófica y científica en relación con la razón sapiencial, ni la
asimilación transformadora de los aportes históricos de otras formas de racionalidad,
sino más bien la resistencia, desde la propia cultura y desde la filosofía inculturada en
ella, a las formas reduccionistas e imperialistas de la razón. Es este un histórico recla-
mo de los pueblos latinoamericanos (cuyas culturas mestizas están marcadas por la
resistencia) a la filosofía del sub-continente, para que la misma tome las riendas de
dicha resistencia frente al imperialismo reduccionista y su falta de respeto a las dife-
rencias culturales.
Las contribuciones de la cultura de América Latina a la filosofía (y a su elabo-
ración futura) poseen como símbolo los aportes de la reflexión de un gran número de
filósofos latinoamericanos que teorizan (desde hace ya mucho tiempo) “sobre el pobre
como lugar hermenéutico histórico de un filosofar liberador e inculturado en América
Latina” (Scannone 1989:10). Esto se debe a que, por un lado, los pobres han resistido
históricamente a la opresión económica, política, social y religiosa, y por otro, a que su
misma existencia cuestiona e interpela tanto desde el ámbito epistemológico como
ético e histórico a toda forma de hacer filosofía que no tenga en cuenta (o bien, olvide
voluntaria e ideológicamente) la situación de injusticia estructural que genera pobreza.
El pobre, por eso, invita a pensar de manera tanto crítica como liberadora y llama a la
filosofía a ponerse “al servicio teórico de la liberación histórica integralmente humana
y humanizadora, y –por eso mismo– racional” (Scannone 1989:11).
La filosofía se ve interpelada especialmente por la sabiduría de la vida de los
pueblos latinoamericanos, una sabiduría que se manifiesta en la convivencia entre los
hombres, con la naturaleza y con Dios. El pobre latinoamericano posee en general una
visión trascendente de la vida, un sentido último de la misma que se manifiesta, por
ejemplo, en su religiosidad popular, con sus símbolos, ritos y celebraciones. Además
184
La irrupción del pobre y el nuevo “comienzo” del filosofar… G. C. RECANATI
A modo de conclusión
Bibliografía
ORTIZ, Gustavo, El vuelo del búho. Textos filosóficos desde América Latina, Ed. Ferreyra
Editor, Córdoba, 2003.
185
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
186
XX
NARRATIVAS PERONISTAS.
PRESENCIAS Y AUSENCIAS DE UNA
OBSTINACIÓN ARGENTINA1
Ana Lucia Magrini
Universidad Nacional de Quilmes- CONICET
analucia.magrini@gmail.com
Introducción
1 Retomamos del análisis de Pablo Feinmann la noción de peronismo como obstinación Argentina. “El
peronismo no es –entonces– una obstinación peronista. Es una obstinación argentina. Si la obstinación pro-
sigue, si no se detiene, es porque todos la alimentan. Peronistas y no peronistas. No sólo los no peronistas
que pactan con el peronismo o se le acercan en coyunturas en que “la patria lo reclama”. Sino (y muy
poderosamente) los antiperonistas” (Feinmann 2007: IV).
187
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
2 El gaitanismo es un movimiento político liberal de corte popular colombiano. Como proceso político,
se desarrolló entre 1928 y 1948. Luego del asesinato de su líder, Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de
1948, el movimiento quedó en una posición políticamente “marginal” en las disputas por la hegemonía
política en Colombia.
3 Las narrativas son entendidas en esta investigación como una instancia de mediación necesaria para dar
cuenta del proceso de reconstrucción de la lucha por la imposición de los sentidos sobre el gaitanismo y
el peronismo. Las narrativas no son, por tanto, una réplica de lo que acontece, ni mero reflejo, sino la
construcción de una trama que retoma lo previo y lo configura. Tampoco aquí se agota el proceso, ya que
en la recepción se refigura y resignifica también (Ricoeur 2004).
4 Vale señalar que las narrativas seleccionadas refieren a textos que reconstruyeron sentidos sobre el
188
Narrativas Peronistas. Presencias y ausencias… A. L. MAGRINI
llas intervenciones que resultan significativas para mostrar la emergencia de tres posi-
ciones enunciativas, narrativas objetivantes, subjetivantes y polifónicas.
I. a. Objetivaciones histórico-sociológicas
6 Cabe aclarar que el revisionismo histórico representa una corriente historiográfica bastante heterogénea
en Argentina. Es posible ubicar aquí la perspectiva nacionalista y popular, así como intelectuales naciona-
listas conservadores y nacionalistas católicos. Véase: Tulio Halperín Donghi 1996.
7 Para un análisis de la biografía intelectual y la producción de saber de Germani, véase: Federico Neigurg
[1988]1998 y Alejandro Blanco 2004; 2006. Para una compilación la producción de saber de Germani,
véase: “Gino Germani: La renovación intelectual de la sociología. Selección de textos y estudio preliminar
de Alejandro Blanco” (2006).
189
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Parte de la lucha por la definición del peronismo estuvo marcada por una se-
rie de relatos producidos desde una revisión del pasado argentino en clave nacional y
popular. Vale mencionar que esta mirada no fue homogénea 10 y que se construyó a
partir de una compleja relación, no del todo explicita, con la perspectiva marxista.
Algunos trabajos, como los de Hernández Arregui, retomaron categorías de análisis de
la tradición marxista, mientras que en términos generales los nacionalistas populares se
diferenciaron del marxismo ortodoxo en su orientación anti-extranjerizante.
Bajo este lente analítico, la historia argentina fue re-significada desde una serie
de oposiciones binarias como “pueblo-nación” frente a “oligarquía-imperio-lo extran-
jero”. Dicotomías que llevaron a la exaltación de figuras como Mariano Moreno, Ro-
sas e Yrigoyen. De este modo, las disputas políticas pasadas asociadas a la emergencia
de “lo popular” en la escena política argentina fueron articuladas a la irrupción del
peronismo, el 17 de octubre de 1945, como un evento fundacional de un período de
reivindicación nacional e integración de los sectores populares. El dispositivo narrati-
vo de la visión dualista (Altamirano 2011) antagónica y bipolar de la Argentina
―presente ya en las narrativas de los ‘30― puede advertirse a través de dos ejemplos.
Por un lado, el extenso trabajo de Abelardo Ramos ([1957] 1965) “Revolución y contrarre-
volución en la Argentina”, cuyo argumento principal sostiene el enfrentamiento entre
personajes que encarnan cada uno de los polos antagonismo (revolucionario vs. con-
trarevolucionario). Por otro lado, “Los profetas del odio” de Arturo Jauretche, trabajo
publicado en 1957, donde el dualismo se escenifica a través de la oposición entre la
8 Dos trabajos de Germani que respondieron, visiblemente, a estos dispositivos son “La estructura social
de la Argentina; análisis estadístico” publicado en 1955 y “Política y sociedad en una época en transición”
de 1962.
9La categoría de “anti-sujeto” proviene de la perspectiva semiótica, y refiere a la dimensión polémica de
toda narrativa, representada en los receptores epistémicos opositores de un relato (Bernard 1999:2).
10 Algunos miembros de este grupo de intelectuales provenían de FORJA (Fuerza de Orientación Radical
de la Joven Argentina) fue un grupo de intelectuales radicales de orientación nacionalista, popular y anti-
imperialista que se conformó en 1935.
190
Narrativas Peronistas. Presencias y ausencias… A. L. MAGRINI
11 Si bien es posible identificar momentos de emergencia y períodos en los que nuestras narrativas se
mantuvieron en posiciones relativamente hegemónicas, estos relatos coexistieron durante casi todo el
período. Nuestra pretensión no es definir el inicio y el final de las narrativas, sino identificar los momen-
tos en los que cada narrativa fue más “audible”.
12 Para una reconstrucción interesante de las disputas entre laboristas, sindicalistas peronistas y radicales
renovadores véase: Torre 1974; 1990. Véase también Reyes, Cipriano 1987.
191
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
La disputa por la idea también involucró un nuevo relato, el polifónico, que con
un profundo anhelo de ampliar las voces y las miradas, configuró una narrativa multi-
perspectival que venía a nombrar pedacitos de objetos, recortes de miradas13.
Encontramos una de las primeras narrativas polifónicas en el texto compilado
por Carlos Fayt (1967) “Naturaleza del peronismo”. El mencionado trabajo fue reali-
zado por la Cátedra de Derecho Político de la UBA con un objetivo académico, “pro-
veer de material para el conocimiento del qué y el por qué del peronismo en la realidad
Argentina” (Fayt 1967:13).
Esta narrativa reúne 23 interpretaciones sobre el peronismo que van desde
Germani, José Luis Romero, Jorge Abelardo Ramos, Hernández Arregui, Ezequiel
Martínez Estrada al propio Perón. Ello naturalmente no exime que la postura de Fayt
respecto al “hecho peronista” sea configurada desde una oposición al peronismo 14.
Ahora bien, posiblemente esta narrativa remita menos a una polifonía multi-
perspectival y más una polifonía bi-perspectival o fuertemente polarizada por la oposi-
ción peronismo/anti-peronismo. Esto posiblemente se encuentre en estrecha relación
al contexto de producción del libro. El cual aparece un año después del golpe de Es-
tado de Juan Carlos Onganía (1966-1970).
Otro texto que conserva algunos rasgos polifónicos es el trabajo de Félix Lu-
na ([1968]1971) “El 45. Crónica de un año decisivo”. Quizás el componente más po-
lifónico de este trabajo esté asociado a la crónica, género que habilita la reconstrucción
de una multiplicidad de voces y hechos. El texto tiene una pretensión polifónica, sobre
todo si miramos su estructura, que siguiendo una misma trayectoria temporal muestra
“el camino de la oposición” -de aquí resulta especialmente interesante la reconstruc-
ción de las tensiones y posiciones internas de los radicales durante el 45 y “el camino
de Perón”.
¿Qué aspectos hacen de esta narrativa un trabajo relativamente polifónico? En
principio, la crónica parece responder más un subgénero, que a una dimensión estruc-
tural del relato. Pareciera que la reconstrucción de la multiplicidad de hechos que se
sucedieron durante el 45 se encuentra supeditada a la “interpretación de La Historia”.
Voz, que si bien es matizada por la reconstrucción de voces diversas no deja de estar
presente en el transcurso de la narración. Por otro lado, al final de la obra se incluye
un epilogo, en el que es posible identificar la posición del narrador, en este caso, de
“La Historia de las voces del peronismo y el anti-peronismo durante el 45”.
13 Vale mencionar que en el caso argentino es a fines de los ‘90 que se asiste a una suerte de “auge de las
narrativas polifónicas”, producidas principalmente por investigaciones antropológicas. Conforme a nues-
tra lectura, las condiciones de decibilidad de estos relatos, más recientes, se vincula a debates anteriores,
como los aquí referenciados.
14 La posición del narrador se identifica en el texto en las conclusiones de la primera parte del libro, que
192
Narrativas Peronistas. Presencias y ausencias… A. L. MAGRINI
15 Para comprender la reactivación de las narrativas objetivantes durante estos años signados por un clima
intelectual hostil y represivo, vale recordar algunos acontecimientos políticos significativos: (1) la
intervención universitaria de 1966 y la represión a docentes y estudiantes de cinco facultades de la UBA el
29 de julio de ese año, producida por el golpe de Estado de Juan Carlos Onganía (1966-1970); (2) el
levantamiento estudiantil y obrero de 1969 “el cordobazo”; y (3) el retorno de Perón a la Argentina, en
1973, luego de 40 años de exilio.
193
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
efecto de esta lectura fue la desarticulación del argumento clásico del peronismo como
patología o desviación.
Este trabajo resulta significativo porque dislocó las interpretaciones disponi-
bles hasta el momento y desplazó el debate desde lo político a lo social, en tanto lucha
de intereses de clase. El trabajo de Murmis y Portantiero se enmarca en un contexto
de construcción conceptual latinoamericanista, que recurrió a una perspectiva sobre el
tercer mundo en la que se insertaba la Argentina. Esta narrativa desarrolla al menos
tres elementos que serán el centro de la discusión hacia la década siguiente: la rele-
vancia del sindicalismo para comprender la génesis del peronismo, la interpretación del
peronismo como un movimiento populista desde una mirada no peyorativa (aunque hasta
aquí tampoco benefactora de dicho concepto), y presenta una mirada comparada entre el
“modelo populista” brasilero (varguismo) y el argentino (peronismo).
Entrados los años ochenta se configuraron una serie de debates que pusieron
en cuestión las reglas de juego político y de la democracia. Ello fue producto de la
finalización de un período fuertemente represivo -el denominado “Proceso de
Reorganización Nacional” (1976-1983)-. La sociedad y la arena política se habían frac-
turado durante la represión, la democracia venía con una promesa de plenitud, suturar
lo simbólico, lo social y lo político. Adicionalmente, se produjo el regreso de intelec-
tuales exiliados, así como la publicación de obras censuradas durante el último golpe
cívico-militar. En lo político, el peronismo se vio cuestionado y debió nuevamente re-
significar su sentido.
16 El libro es producto de una investigación doctoral iniciada durante los años setenta, finalizada durante
los ochenta y publicada por primera en 1990.
17 Una referencia ineludible en este contexto es el trabajo de Sigal y Verón ([1986] 2003) “Perón o muerte”,
texto que se propuso analizar discursivamente peronismo desde la teoría de la enunciación. Este texto
194
Narrativas Peronistas. Presencias y ausencias… A. L. MAGRINI
Conclusiones
resulta central para comprender otro viraje que dieron los debates sobre peronismo durante los años
ochenta, el peronismo y el problema de la mediación del lenguaje.
18 En palabras de Torre: “Quienes hemos sido estudiantes de Gino Germani fuimos iniciados muy tem-
prano a esta reflexión; nuestra evolución intelectual ha sido marcada por ella” (Torre 1990:9).
195
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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197
XXI
EL PRIMER PERONISMO COMO EXPERIENCIA
REVOLUCIONARIA. LA INTERPRETACIÓN DE
JORGE ABELARDO RAMOS Y JUAN JOSÉ
HERNÁNDEZ ARREGUI
Gerardo Russo
Universidad Nacional de Tres de Febrero
gerardo.russo@villamaria.gob.ar
Introducción
199
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1La denominada “izquierda nacional” estaba integrada además de Ramos y Hernández Arregui, por
Rodolfo Puiggrós y Arturo Jauretche, entre otros. Y si bien esta corriente de pensamiento no tenía un
200
El primer peronismo como experiencia revolucionaria… G. RUSSO
Es importante destacar que, tanto para Ramos como para Hernández Arregui,
la correcta caracterización del país, desde el punto de vista político y económico, cons-
tituía un elemento central para poder interpretar la irrupción del peronismo en la es-
cena nacional y la adhesión de las masas obreras al nuevo movimiento político. Para
ambos autores, la Argentina anterior al año 1943 era un país semicolonial, dependiente
del imperio Británico. Este imperio, había deformado su economía ligándola íntima-
mente a las alternativas de las grandes potencias (Ramos 2009a:1), ejerciendo de esta
manera el control de su economía y de la toma de las decisiones políticas en el país
(Hernández Arregui 1972:298). La profundización de estas políticas por parte de los
sectores dominantes tornaba al estado argentino, para Ramos y Hernández Arregui, en
“prisionero del control oligárquico-imperialista” (Ramos 2009a:14). Dos ejemplos les
sirven a los autores para ejemplificar tales apreciaciones: El manejo por parte de capi-
tales británicos de la política monetaria nacional, y el control del medio de transporte
y comunicación más importante del país, el ferrocarril. El primero de los casos era
posible, merced al control que el capital financiero británico ejercía sobre el Banco
Central de la República Argentina. Regulando de esta manera, de hecho, la emisión de
moneda y la política económica nacional. Mientras que, en el caso de los ferrocarriles,
estos constituían una herramienta decisiva para el desarrollo económico argentino.
Regulando mediante su política tarifaria, a manera de aduana interior, la prosperidad o
no de las diferentes provincias e industrias argentinas. De esta manera, a partir de los
ejemplos citados entre otros tantos y recurriendo a las tesis planteadas por Lenín,
Trotski, Stalin y el propio Marx, sobre la cuestión colonial, Ramos y Hernández Arre-
gui sostendrán “no solo el papel regresivo de los capitales invertidos en colonias, sino
su función estranguladora de la economía nacional en los países atrasados” (Ramos
2009a:7-8; 2009b:12-13).
Esta situación, que Peter Walmann ha definido como crisis de dependencia de
la Argentina frente a las naciones industrializadas, se manifestó claramente durante la
década de 1930-1940. Circunstancia esta, que puso de manifiesto además, un senti-
miento de indignación y humillación en amplias capas sociales ante los manejos que
los círculos terratenientes hacían del aparato estatal en beneficio propio y de sus so-
cios, el capital extranjero (Walmann 2009:34-35). Esta realidad que no era exclusiva
del país, sostiene tanto Ramos como Hernández Arregui, también pesaba sobre todos
aquellos países “atrasados” del continente americano, asiático y africano, que veían
como se hundía el nivel de vida de las grandes masas campesinas y obreras que los
habitaban. Este explosivo panorama mundial, más la crisis del imperialismo, producto
de la segunda gran guerra, trajo aparejado, sostiene Ramos, “un terremoto histórico
que cambia la faz del planeta. En ese año (1945) las grandes masas de los países colo-
niales bajaron a la arena”, iniciando un “ciclo de levantamientos nacionales revolucio-
narios que luchan por su autodeterminación” (Ramos 2009a:1-2).
Este es el contexto nacional e internacional, descrito muy brevemente por
cierto, en el que surge el peronismo. Y ello resulta de vital importancia en la compren-
sión y explicación que, tanto Ramos como Hernández Arregui, darán sobre su natura-
leza, sus acciones y su persistencia en el tiempo.
mínimo de homogeneidad política, coincidían en líneas generales, en sus enfoques sobre la cuestión
nacional y en definir al peronismo como un movimiento nacional.
201
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Como hemos visto, para Ramos y Hernández Arregui, los conflictos que esta-
llaron hacia 1945 en las diferentes naciones dependientes, tenían como causa principal
la explotación imperialista de esos países. Por lo que, sostienen los autores, la principal
acción a llevar a cabo por parte de todas aquellas fuerzas interesadas en terminar con
la dominación extranjera, consistía en iniciar un proceso de liberación nacional en
aquellos países dependientes. Ese proceso antiimperialista, fue iniciado en Argentina
en el año 1945 por el peronismo, siendo interrumpido por el golpe de estado en 1955.
Y requirió según manifiestan, “enfrentar una doble lucha, contra las metrópolis por un
lado y las oligarquías de la tierra del otro, ligadas por mutuos intereses económicos, y
por lo tanto, adversas, ambas fuerzas, a toda revolución anticolonialista” (Hernández
Arregui 2009a:27). Para tamaña empresa, inconclusa y vigente según expresan ambos
autores abordados, se requirió
202
El primer peronismo como experiencia revolucionaria… G. RUSSO
203
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
2Ramos sustenta este “apoyo crítico” a la burguesía nacional y a Perón en lo sostenido por Marx, Engels,
Lenín y Trotsky en cuanto a la política que debe impulsar el proletariado de un país colonial o semicolo-
nial (Ramos 2009c:13-16).
204
El primer peronismo como experiencia revolucionaria… G. RUSSO
todo su gobierno, su propio carácter, y sus debilidades tanto como sus aciertos, fue
definida por Ramos como una conformación de tipo Bonapartista.
3Tanto Ramos como Hernández Arregui ponderan detalladamente el nacionalismo económico del pero-
nismo. Sobre este tema consúltese: Ramos 2009a:9-11 y Hernandez Arregui 2009b:21-26.
205
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
profundización, hubiera resuelto, sostiene, los otros límites cruciales para su programa
de gobierno: el desarrollo industrial del país en base al predominio de la industria li-
viana y una insuficiente industria pesada, y la propiedad territorial oligárquica que
permaneció intacta durante los años de gobierno peronista. Será precisamente esto
último, y en esto coinciden Ramos y Hernández Arregui, el límite que más le costo
cruzar a Perón.
206
El primer peronismo como experiencia revolucionaria… G. RUSSO
La imagen del nuevo partido no era nítida, y Perón debió manejarse en-
tre estas corrientes encontradas, entre antítesis irreconciliables. El pero-
nismo aflora bajo esta constelación ideológica múltiple y antagónica de
sus partes constituyentes […]
Pero fue la clase obrera […] la que condicionó en la práctica un progra-
ma nacional muy unitario pese a sus divergencias intestinas, que Perón
con genio político, logró consolidar en un frente anticolonialista (Her-
nández Arregui 2009c:1).
4Para Lenin la organización y unión del proletariado solo era posible si previamente las masas obreras
habían obtenido su libertad política. Basándose en dicha tesis, Hernández Arregui concibe al 17 de octu-
bre como el acto de libertad política del proletariado argentino.
207
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
5 “El propio Engels, concibe, también en una aplicación particular del concepto, formas del `bonapartis-
mo’ progresistas, no reaccionarias”, sostiene el autor.
6 Si bien Hernández Arregui refuta muchas de las tesis centrales de la obra de Ramos sobre el peronismo,
comparte con él otras tantas, exhibiendo por su trabajo un profundo respeto intelectual. Diferente es el
trato que le confiere a los representantes de la izquierda marxista ortodoxa en argentina, en especial al
Partido Comunista Argentino, con los cuáles polemiza en duros términos.
7 “La política de nacionalizaciones de ramas enteras de la producción, de la banca, de los servicios, el
208
El primer peronismo como experiencia revolucionaria… G. RUSSO
Y si no pudo ir más allá, fue por los límites fijados por el equilibrio de fuerzas
que lo condicionaban, y porque el programa inicial del peronismo fue interrumpido
drásticamente por la contrarrevolución de 1955, argumenta Hernández Arregui. Lo
objetivo y cierto, afirma, es que el derrocamiento del peronismo no fue causado por
sus debilidades. La constelación ideológica múltiple y antagónica que lo caracterizaba,
no era impedimento para profundizar el programa de liberación nacional iniciado en
1945. Mientras la clase trabajadora siguiera siendo peronista, sería esta, en última ins-
tancia la que condicionaría la dirección general de los acontecimientos. Por lo tanto,
tampoco era imprescindible la constitución de un partido revolucionario que dotara de
desarrollo doctrinario a la acción revolucionaria de las masas nucleadas en el peronis-
mo.9
En definitiva, para Hernández Arregui, el peronismo cayó derrocado en 1955
por sus aciertos más que por sus limitaciones. Fueron sus gérmenes socializantes los
que “arremolinaron la aguerrida y ciega -como en toda lucha de clases- coalición de
fuerzas que derribó al régimen” (Hernández Arregui 2009c:2), reflexiona finalmente.
Conclusión
209
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
210
El primer peronismo como experiencia revolucionaria… G. RUSSO
Bibliografía
10Ambos autores publican las obras revisadas en el presente trabajo, mayoritariamente durante la década
de 1960, por lo que “su presente” se encuentra condicionado por las luchas sociales y políticas de este
período de la historia nacional, y “cierta certeza” de estar viviendo un proceso revolucionario en ciernes.
211
XXII
EN LA PERIFERIA: DE LA CRÍTICA LITERARIA
AL ESTUDIO DE LA CULTURA DE MASAS
Silvina Mercadal
Universidad Nacional de Villa María
silvinamerc@hotmail.com
Introducción
1 Alabarces evidencia los vínculos subterráneos con los estudios culturales británicos: “Lo que Ford,
Rivera y Romano habían inventado, sin saberlo, eran los cultural studies: sin su formalización, sin su reper-
torio de citas, como parte de un clima intelectual extendido que incorporaba a Gramsci” (Alabarces
2008:274).
213
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
estudios literarios a lo político-cultural, esto es, a las articulaciones entre los fenóme-
nos literarios con la economía y la sociedad, considerando el impacto del desarrollo de
los medios de comunicación. El título de la publicación “30 años después: política,
comunicación y cultura” explicita las relaciones entre los campos.
En la década del 80 Andreas Huyssen situaba la emergencia histórica del dis-
curso de “la gran división”, así advertía que la distinción entre literatura y medios de
comunicación -o la dicotomía arte elevado y cultura de masas- ha predominado duran-
te las últimas décadas del siglo XIX y los primeros años del XX, y en las décadas pos-
teriores a la Segunda Guerra Mundial. Para Huyssen tal división configura una creen-
cia que asegura la disociación de los estudios literarios y la investigación sobre la cultu-
ra de masas, la que resulta impugnada por la tradición vernácula de los Estudios Cul-
turales -aunque la adscripción es posterior-, los incipientes desarrollos teóricos -en el
caso de Ford- y las investigaciones realizadas durante la transición democrática en
argentina -por Sarlo- se sitúan en aquella perspectiva.
2 En el período de instauración de las relaciones capitalistas en la producción literaria emerge “la imagen
carismática del escritor”, o dicho de otra manera su carácter aurático que repele la asimilación de su
actividad a los valores mercantiles. El surgimiento de la sociedad burguesa implica a su vez una profunda
214
En la periferia: de la crítica literaria… S. MERCADAL
rio” son conceptos que Walter Benjamin decide dejar de lado para analizar las tenden-
cias evolutivas del arte con la reproducción técnica).
Para Altamirano y Sarlo la “sociología del autor” tiene por objeto situar al es-
critor en la estructura social lo que implica su conciencia de pertenencia a determinado
grupo, las condiciones materiales de existencia y el reconocimiento social de su activi-
dad. Los estudios sociológicos sobre la condición del escritor en la historia de la cultu-
ra tienden a privilegiar el análisis de su relación con la institución del patronazgo y del
mercado: así hasta el siglo XVIII el patronazgo es la institución básica para la produc-
ción letrada, momento en que declina con la expansión de las relaciones mercantiles y
la aparición de un público lector. En el siglo XIX se consolida el mercado como rela-
ción social dominante con la constitución de una industria editorial de producción en
masa en los países centrales del mundo capitalista. La constitución del mercado a su
vez libera al escritor de las sujeciones propias de las relaciones de patronazgo (integra-
ción al séquito de la corte o dependencia de la pensión o suscripción del patrón, entre
otras); y la profesionalización se articula con la formación de un público lector asocia-
do a los procesos de alfabetización, urbanización e industrialización-.
El escritor se vincula con el mercado por medio del editor, quien asume el rol
de empresario en la producción del libro como parte de la producción general de mer-
cancías. El editor no es un mero intermediario sino “agente activo” de las relaciones
entre el escritor y el mercado: por las decisiones y recursos que “pone en juego”: elec-
ción del texto, la forma material del libro y vínculo con el mercado de lectores (Char-
tier 2005). La asunción del libro como mercancía y las condiciones para el ejercicio de
la escritura que se establecieron fueron resultado de un proceso conflictivo, en el que
distinguen la actitud de aquellos encuentran degradada la “dignidad de las letras” de
los apologistas de la mercantilización de la literatura:
trasformación del lazo social, así surge una manera de experimentar la “individualidad” (la intimidad o
subjetividad). En la segunda mitad del siglo XVIII la emergencia de la escritura autobiográfica, con las
Confesiones de Jean Jacques Rousseau, es muestra de este cambio (Altamirano y Sarlo 1993:64-66).
3 En el clásico estudio Teoría de la vanguardia Peter Burgüer desarrolla la hipótesis de la crisis del arte bur-
215
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
4 El proyecto -agregan los autores- no es un programa conciente, otorga cierta unidad al trayecto biográfi-
co, el que “debe atravesar en cada ocasión el campo de los posibles”, es decir el espacio social e histórico
que circunscribe lo que un individuo puede hacer (Altarmirano y Sarlo 1993:75).
5 La importancia de lo escrito -entre los siglos XVI y XVIII- transforma la cultura occidental, en relación
con la construcción de un orden político -el Estado moderno-, y la instauración de normas sociales me-
diante el sistema educativo. La cultura occidental también se apoya en lo escrito en la construcción de una
esfera privada que se sustrae a los dominios del Estado, pero a la vez en su circulación se reconoce la
constitución de una “esfera pública política” (según los términos de Jürgen Habermas) que origina un
espacio crítico de debate para las personas privadas.
216
En la periferia: de la crítica literaria… S. MERCADAL
6 “La apropiación -aclara Chartier- tal como la entendemos nosotros apunta a una historia social de los
usos e interpretaciones, relacionados con sus determinaciones fundamentales e inscritos en las prácticas
específicas que los producen” (Chartier 2005:53).
7 En el siglo XVIII europeo se desgrana la unidad de las Bellas Letras que incluía a la historia, la filosofía,
217
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
8En 1913 se funda la cátedra de literatura argentina, su primer titular Ricardo Rojas orientó su labor a
definir la tradición literaria nacional, establecer la bibliografía, rescatar textos olvidados, y escribe una
monumental Historia de la literatura argentina.
218
En la periferia: de la crítica literaria… S. MERCADAL
9 Las clases fueron dictadas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y
recuperadas de una edición en mimeógrafo para su publicación por la UNLP.
10 Vázquez Villanueva menciona la crítica que realiza Jorge Rivera en 1987 a la carrera de Letras, la que
coincide con la propuesta que Ford desarrolla en 1973: “Las carreras de Letras –escribe Rivera- privile-
gian de manera convencional las grandes obras que conformarían el campo de la literatura; en este campo
las condiciones de producción, circulación y consumo no son consideradas; ciertos textos definidos como
no literarios son excluidos de los programas”. La cita forma parte de un volumen sobre la investigación en
comunicación social, asimilando los estudios literarios al campo (Rivera 1987).
11 Foucault define el “archivo” como “el sistema general de la formación y transformación de los enun-
ciados”. La noción remite a prácticas de interpretación, las que pueden ser orales o estar vinculadas a la
escritura -con sus reglas de formación-, y en la institucionalización de relaciones de poder (Foucault
1995:219).
219
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
“Es imposible hoy -afirma- estudiar la literatura sin plantearse, por ejem-
plo, los cambios en las formas de producción de la cultura, operados es-
pecialmente a partir del desarrollo de los nuevos medios de comunica-
ción” (Ford 1994:45).
220
En la periferia: de la crítica literaria… S. MERCADAL
12 Esta expresión supone una formulación similar a la noción de “circulación cultural” de Mijail Bajtin. En
el estudio sobre la obra de Francois Rabelais el investigador ruso plantea la influencia recíproca entre la
cultura popular y la cultura oficial. Véase Bajtin 1987; Ford 1994:54.
13 En relación a esta afirmación Ford ejemplifica con la revista Caras y Caretas: un proyecto de intelectua-
les de la clase media produce cambios en la cultura argentina en diálogo con sectores de las clases popula-
res. El semanario se publicó entre 1898-1941.
221
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
14 En la respuesta de Ford a la encuesta realizada por Jorge Lafforgue en 1972 para la revista Latinoameri-
cana sobre el rol de la crítica literaria -reeditada luego como “Cultura dominante y cultura popular”- se
plantean estas afirmaciones con los objetos a incorporar en el análisis. Véase Ford 1985.
15 Con este concepto avant la lettre Ford introduce la noción de hibridación en el análisis cultural de mane-
ra anticipada al estudio de Néstor García Canclini (1989).
16 Si se toma como referencia la literatura griega y latina incluye epistolarios, biografías, crónicas, entre
otros textos.
17 La referencia es el campo de la non-fiction.
222
En la periferia: de la crítica literaria… S. MERCADAL
cine, la narrativa de las revistas, los guiones de historietas, entre otras (Ford 1994:116).
El corpus enrarece el concepto de literatura, evidencia su relatividad y redefine el obje-
to de estudio con la muestra concreta del material a analizar.
En esta perspectiva el concepto de literatura tiene un carácter histórico, cultu-
ral y convencional, se amplía a formas de expresión oral (una “literatura oral”) y usos
del lenguaje cotidiano. En base a esta concepción Ford plantea que aquello legitimado
como literatura corresponde a la “retórica dominante” -defendida por las institucio-
nes- que desplaza al margen de la “no literatura” o “subliteratura” todo aquello que
supone una ruptura de la convención. La ampliación del campo de estudio debe aten-
der entonces a la cambiante relación entre convención -escrituras consagradas- y rup-
tura -subliteratura- donde se situarían las formas de expresión del corpus citado, con
las formas de la oralidad.
En la tentativa de construir una perspectiva interdisciplinar que incorpore la
dimensión política y económica en los estudios literarios, Ford elabora un enfoque
original que supone no sólo un concepto ampliado de literatura, sino su relación con
la cultura y la comunicación. Así el “archivo” de las clases muestra una apertura con-
ceptual -y también una estrategia pedagógica- que sitúa avant la lettre a los estudios
literarios en el campo de estudios de comunicación y cultura, y en el campo de los
estudios literarios muestra la pertinencia de pensar los problemas de la comunicación
(el desarrollo de nuevos géneros asociados a la prensa, su impacto en las formas litera-
rias, los “textos híbridos” que se encuentran en las fronteras entre disciplinas).
En las clases Ford cuestiona las fronteras disciplinarias, muestra el carácter
histórico de los conceptos, produce una apertura en la noción de literatura que antici-
pa los estudios de discurso social. La propuesta comporta un diálogo crítico con el
discurso de “la gran división” pues reconoce las relaciones de poder que articulan la
oposición alto/bajo, y en los proyectos elitista, distributivo y masivo la exclusión de
expresiones de la cultura popular. Además desplaza la crítica literaria al análisis cultu-
ral, en tal movimiento reconoce la necesidad de construir una perspectiva que abarque
la dimensión política y económica.
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XXIII
ASPECTOS DIACRÓNICOS EN LA
CONCEPCIÓN ESTRUCTURALISTA:
UNA APLICACIÓN EN LA HISTORIA DE LA
ARQUEOLOGÍA
María Virginia Ferro
Universidad Nacional de Río Cuarto
mveferro@gmail.com
Introducción
225
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
226
Aspectos diacrónicos en la concepción estructuralista… M. V. FERRO
Los filósofos de la ciencia contemporáneos han señalado etapas por los que
ha atravesado la disciplina, distinguiendo cronológicamente: el período clásico en que
se asienta la concepción heredada de la ciencia, abarcando desde fines de la década del
20 hasta los 60; en segundo lugar un período historicista que se desarrolla entre la
década de los 60 hasta principios de los 80 y un tercer período contemporáneo que
marca el final de las dos décadas del siglo XX y que se extiende hasta el presente (Lo-
renzano 2002; Díez Calzada 1997).
Otra noción primitiva tenida en cuenta es el de “precedencia histórica”, que
implica la relación diádica entre períodos históricos, denotada por el símbolo “<” que
indica precedencia entre un par de períodos.
(A) Una comunidad científica (CC), normalmente dura más que el lapso
de la vida de cualquiera de sus miembros particulares. En otras palabras,
una CC debería verse como una entidad genidéntica.
(B) Los límites de una CC son usualmente difusos. Con respecto a algu-
nos científicos en particular puede ser una cuestión debatible si pertenece
o no a una determinada CC. Por lo general, las CC´s no son grupos de
personas altamente institucionalizados.
(C) Cualquier CC dada consiste en subconjuntos (por lo general varios)
de SOPH llamados “generaciones científicas” (que abreviamos G´s). Ca-
da G dentro de una CC está asociada unívocamente a un período históri-
co, a saber, el período durante el cual el grupo de personas que pertenece
a una CC está científicamente activo. Formalmente, esto significa que
227
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
podrá construirse una función g tal que, si COM es la clase de todas las
comunidades científicas, entonces:
g. HIST COM Pot (SOPH)
Tal que g es biyectiva dentro de Du (g). Cada valor g (hi, CCj) de g es
una generación científica. Escribimos. G (hi, CCj)=Gk. Llamamos a g
una “función de generación”.
(D) Los miembros de una G se comunican entre sí en un “lenguaje
científico” específico que sólo ellos dominan como grupo y que difiere
de los lenguajes naturales ordinarios más o menos tajantemente. Este
lenguaje científico tiene un vocabulario propio y con frecuencia también
reglas de formación y transformación diferentes.
(E) Los miembros de una G comparten técnicas particulares para obser-
var, clasificar y sistematizar sus objetos de estudio; en las ciencias cuanti-
tativas también tienen técnicas y aparatos de medición específicos y pro-
cedimientos de cálculo para contrastar las hipótesis (Balzer et.al 2012:
272-273).
De tal manera:
N es una red teórica idealizada syss existen T y o tales que:
(1) N= (T,o)
(2) T es un conjunto finito, no-vacío, de elementos teóricos
(3) o ⊆ TxT es la relación de especialización (restringida a T)
228
Aspectos diacrónicos en la concepción estructuralista… M. V. FERRO
229
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Desplazamiento de un ámbito más viejo por otro más nuevo que tiene mejo-
res perspectivas de éxito conservando las aproximaciones anteriores: Nueva
Arqueología Anglosajona y Arqueología Post-Procesual, en relación a los nu-
dos de discusión: leyes, alcance, etc.
Con respecto a los períodos históricos, es posible observar secuencias finitas:
Evolucionismo (1850/ 70).
Difusionismo (1870/1926).
Arqueología Cultural Historicista (1920-1945).
Arqueología Tecnológica (1945- 1960).
Nueva Arqueología Anglosajona (1960-1980).
Arqueología Pos-Procesual (1980- 2000 y más).
Sobre la precedencia histórica:
Fines de siglo XIX/ primeros años del siglo XX: Evolucionismo / Difusio-
nismo.
Décadas comprendidas entre 1920/40- 1940/60: Arqueología Cultural Histo-
ricista/Arqueología Tecnológica/Arqueología Marxista Moderna.
Los usuarios potenciales y las generaciones pueden ser claramente visibles:
Evolucionismo:
Thomsen- Worsaae: interés por elaborar tipologías de edades prehistóricas.
Pitt Rivers: interés por elaborar una ley de las tipologías con vistas a ordenación: “To-
do material arqueológico puede ordenarse según secuencias tipológicas.
Arqueología tecnológica:
Wadell: impacto del uso de la Sedimentología; Elliot Douglas: datación den-
drocronológica, Agache y Osbert Crawford: uso de prospección del área. Lo que im-
plica una extrapolación de métodos y técnicas de otras áreas disciplinares, un intento
de no sólo ordenamiento, sino también de jerarquización.
Las entidades genidénticas pueden ser entendidas en el marco de los intereses
generacionales de cada escuela. Las características propias de cada comunidad según lo
postulado por la concepción modeloteórica estructuralista se cumplen, dado que es
posible identificar estrategias, procedimientos, uso de recursos pragmáticos o semánti-
cos, instrumentos utilizados, y aún más alternativas de análisis conceptual y pretensio-
nes de elucidaciones o de aplicaciones intencionales, como ya se dijo en el apartado
anterior.
Por ejemplo, en el caso de la Arqueología Procesual o Nueva Arqueología, el
interés por reconstruir completamente de manera virtual los procesos culturales del
ser humano, utilizando como base las teorías de nivel medio postuladas por Robert
Merton y Talcott Parsons (1984).
Todo el desarrollo de la Arqueología como disciplina científica puede soste-
nerse en una red teórica.
En el caso de los Holones, es central la identificación de colecciones de ele-
mentos conectados interteóricamente.
Recordemos que los elementos teóricos constituyen el núcleo teórico de la
ciencia empírica. Allí se alojan los modelos potenciales y los modelos, tanto como las
condiciones de ligadura que caracterizan las relaciones entre diferentes aplicaciones o
230
Aspectos diacrónicos en la concepción estructuralista… M. V. FERRO
modelos de la misma teoría; contiene también vínculos inter teóricos que caracterizan
las conexiones esenciales del elemento teórico con otras teorías, representadas por
otros elementos teóricos, y una clase de modelos parciales o fragmentos de modelos
potenciales que pueden ser entendidos independientemente del elemento teórico en
cuestión (Balzer et al. 2012). Entonces si pensamos en la identidad de una teoría, ten-
dremos:
T es un elemento teórico si y sólo si: tiene un núcleo K y un dominio de apli-
caciones intencionales I.
Los modelos y las aplicaciones diferentes no están aisladas, sino conectadas
por condiciones de ligadura.
En el marco de los conceptos, puede distinguirse estructuralmente: conceptos
específicos en el marco de una teoría T (T- teóricos) y conceptos independientes o que
pertenecen a otra teoría subyacente (t-no teóricos).
En nuestro ejemplo, se entiende el tipo de labor arqueológica realizada como
un dominio de aplicaciones intencionales de núcleos teóricos vistos anteriormente.
Parte de ese dominio lo constituye lo que llamamos “labor arqueológica”.
Labor arqueológica: empírica, descriptiva y taxonómica fundamentalmente
(Escuelas arqueológicas propias de fines de siglo XIX y principios del XX).
Labor arqueológica: uso de modelos para reconstrucción de procesos cultura-
les. (Arqueología Procesual)
Labor arqueológica: extrapolación e interpretación utilizando categorías de la
teoría previa. (Arqueología Marxista Moderna)
Las redes teóricas y los holones permiten vincular condiciones de ligadura en-
tre modelos y aplicaciones intencionales, como también definen los dominios de apli-
caciones intencionales en el ámbito de la historia de la arqueología, dado el breve
ejemplo mencionado arriba.
Conclusión
En este trabajo la estrategia que se sigue implica jugar tanto con la mirada dia-
crónica o local, como la sincrónica, como una manera de ir introduciéndonos en la
Concepción Estructuralista de las Teorías, iniciada por Joseph Sneed.
Una manera de pensar los diálogos interdisciplinarios en un marco de integra-
ción intelectual supone enlazar las nociones implicadas desde conceptos de evolución
teórica, redes teóricas y holones en el desarrollo de la arqueología con la posibilidad de
extenderlos a otras áreas disciplinarias.
Lo importante aquí, es el andamiaje, la estructura conceptual sobre la cual in-
troducir interpretaciones alternativas.
Los conceptos introducidos desde la metateoría estructural nos permiten ana-
lizar conjuntos de conceptos tanto sincrónica como diacrónicamente.
Las implicancias de las reconstrucciones siguiendo la Concepción Estructura-
lista han tenido cabida en el ámbito de diferentes ciencias sociales (Sociología, Eco-
nomía o Psicología), se relacionan con una nueva manera de presentar las teorías utili-
zando una lógica basada en teoría de los conjuntos y de las clases. Las experiencias
desde estos ámbitos mencionados no han hecho distinción con respecto a qué susten-
231
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
to ideológico está por detrás de las teorías. En este sentido, constituye un nuevo apor-
te en el campo de la Historia de Arqueología.
Referencias bibliográficas
232
PARTE V
ESTADO, TERRITORIOS, MIGRACIONES E
INTERCULTURALIDAD
XXIV
MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO:
LOS DESPLAZADOS EN AMERICA LATINA
Florencia Chiffel Valdez 1 - Clara Dalmasso2
1 – 2 Universidad Católica de Córdoba
2 Centro de Investigaciones y Estudios sobre la Cultura y la Sociedad
2 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
florencia.chiffel@outlook.com - clara_dalmasso@hotmail.com
Introducción
E n estos tiempos nos encontramos frente a una crisis ambiental sin preceden-
tes, en la que las lógicas de apropiación de los recursos naturales están gene-
rando cuestionamientos a las estructuras sociales y políticas existentes, e inter-
pelando directamente a la relación hombre-naturaleza. La minería a cielo abierto, la
privatización de tierras, la construcción de represas, la implementación de la agricultu-
ra industrial, como el monocultivo de soja, la explotación hidrocarburífera, los proyec-
tos previstos por la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sura-
mericana (IIRSA) en materia de transporte, energía y comunicaciones, y los biocom-
bustibles (etanol y biodiesel), son ejemplos claros de las numerosas actividades que
conforman este modelo extractivo vigente en Latinoamérica y que implican enormes
cambios y transformaciones que destruyen por completo economías, condiciones y
estilos de vida de pueblos enteros.
Este paradigma no contempla al Medio Ambiente como un sistema vital para
la supervivencia humana, sino que lo ve como una mercancía más a ser apropiada y
explotada. Una consecuencia directa de esto son los desplazados por cuestiones am-
bientales y de desarrollo que son, en la actualidad, un fenómeno migratorio que genera
grandes preocupaciones a nivel mundial y se hace cada vez más visible en la región.
Este sistema hegemónico ha invisibilizado por décadas a otros sistemas de producción
y relacionamiento con la naturaleza, pero están resurgiendo hoy en Latinoamérica
voces que lo cuestionan, apoyadas en formas de vida ancestrales. A lo largo del conti-
nente se plantea un nuevo -viejo- paradigma comunitario, sustentado en nuevas for-
mas de relacionamiento entre sí, y con la naturaleza: el “buen vivir”, que representa
una cosmovisión diferente a la actual, el vivir en plenitud y armonía con la naturaleza.
En este trabajo, nos proponemos ahondar en la problemática que generan los
modelos de producción actuales y los desplazamientos de personas –internos e inter-
235
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
nacionales- que como consecuencia se dan. Proponemos ver también, como forma
superadora del actual relacionamiento con la naturaleza, las ideas del paradigma del
“buen vivir” que plantean los Pueblos Originarios.
Extractivismo y Desarrollo
Nos encontramos hoy frente a una crisis ambiental jamás vista, en la que las
lógicas de apropiación de los recursos naturales están cuestionando a las formas de
relacionamiento del hombre con la naturaleza, e interpelando a las estructuras políticas
y sociales existentes. Como bien dice Alimonda:
Esta situación, sin embargo, no es nueva, sino que a lo largo de siglos, ecosis-
temas enteros fueron arrasados por la implantación de distintos modelos de produc-
ción y organización social. En efecto, la relación actual que se propone con la natura-
leza responde a una lógica de apropiación con el consecuente establecimiento de de-
terminadas relaciones de poder y que, según Alimonda, “se trata de una matriz de
relaciones de poder social, que está vigente en América Latina desde el período colo-
nial, y que tuvo como predicado central el acceso a la tierra y otros recursos naturales
y su control” (Alimonda 2011:44).
A lo largo y ancho de la región, la mayoría de los gobiernos latinoamericanos
han implementado y aplicado esta lógica en sus modelos de producción y organización
social promoviendo políticas que alientan y profundizan la instalación de este sistema
colonial. Este modelo, extractivista de los recursos, responde a una nueva división
internacional del trabajo, basada en la utilización y explotación intensiva de recursos
no renovables, sin tener presente las consecuencias sociales y ambientales que éste
genera, y que tiene como resultado un proceso de re-primarización de la economía,
236
Medio ambiente y desarrollo… F. CHIFFEL VALDEZ y C. DALMASSO
237
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
De esta forma, y a través del recorrido por diversos autores, queda clara la
idea de que el desarrollo fue una de las claves para la reconstrucción del orden inter-
nacional tras la segunda guerra mundial y que su procedencia intelectual-ideológica
resulta evidente. Esta construcción de la idea de desarrollo ha sido internalizada, apli-
cada y reproducida en América Latina. Actualmente, sigue vigente y está siendo reacti-
vada bajo la aplicación del modelo extractivista, en la que actúa de manera funcional
para implantarlo, promoverlo y justificarlo. Queda evidente también el tipo y el senti-
do de desarrollo que traen consigo tales actividades para las poblaciones y sociedades
enteras, que por supuesto, no es desarrollo. “Y sin embargo, de la tan anhelada transfor-
mación, parece que el desarrollo solo hubiera logrado multiplicar al infinito los pro-
blemas socioeconómicos de Asia, África y América Latina” (Escobar 2007:11).
238
Medio ambiente y desarrollo… F. CHIFFEL VALDEZ y C. DALMASSO
1 De acuerdo al Banco Mundial, cerca de 10 millones de personas anualmente resultan desplazadas y/o
reasentadas debido a grandes proyectos de infraestructuras (Castles 2003).
239
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
240
Medio ambiente y desarrollo… F. CHIFFEL VALDEZ y C. DALMASSO
sus vidas o sus condiciones de vida, se ven obligadas a dejar sus hogares
habituales, o deciden hacerlo voluntariamente (Pérez García 2011:6).
Por ende, los migrantes influidos por el desarrollo y los cambios ambientales
que éste genera son hoy un fenómeno reconocido a nivel mundial, y existen probados
estudios que dan cuenta de la relación que existe entre las formas de acercamiento con
la naturaleza y las lógicas extractivas, y las consecuencias en los desplazamientos masi-
vos y forzados de personas en el mundo -y en aumento constante en Latinoamérica-.
El deterioro de los suelos, el cambio climático que provoca sequías e inundaciones y
las catástrofes naturales derivadas de éste, son pruebas de que los modelos producti-
vos actuales están destrozando el medio ambiente, y que otras alternativas al desarrollo
son posibles y deseables, o hasta incluso indispensables.
241
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Estos pueblos oponen el término vivir bien al de vivir mejor que propone la mo-
dernidad. El paradigma moderno propone que vivir mejor es ganar más dinero y ser más
exitoso, provocando una competencia individuo-individuo que incita al consumismo,
a la acumulación material y a la competencia desmedida, “para que algunos puedan
vivir mejor millones y millones tienen y han tenido que vivir mal. Es la contradicción
capitalista” (Caoi 2010:50). Los principios en los que reposan sus concepciones ances-
trales son los siguientes (Palacin Quispe et. al. s/f:15): relacionalidad (el hombre, la so-
ciedad y la naturaleza constituyen un punto de convergencia de múltiples relaciones y
significados cruzados y todo lo que ocurre en cada uno de estos ámbitos hombre-
sociedad-naturaleza repercutirá en el resto); complementariedad (nada existe separado
sino coexiste con su complemento específico); dualidad (todo tiene su pareja y es el
modo natural y único de existir); reciprocidad (todo lo que haga un ser humano, sea
bueno o malo, con respecto a otro o a la comunidad, será retribuido y correspondido
por ellos).
Basados en ellos, proponen que las políticas públicas sean entonces el reflejo
de las prácticas de gestión territorial de los pueblos originarios. Un programa agrario,
por ejemplo, debe tener en cuenta la dimensión espiritual de la Pachamama, en ar-
monía con la naturaleza y con los demás hombres. Los Pueblos Originarios se han
reunido en diversas oportunidades2 para plantear estas problemáticas, y para buscar
soluciones en sus tradiciones y conocimientos ancestrales. Sus propuestas, todavía, no
han sido escuchadas en los foros internacionales que tratan el tema del medio ambien-
te, y quizás por eso no se han logrado avances en la materia, solo efusivas declaracio-
nes sin cambios o planes sustanciosos, ni mucho menos compromisos a largo plazo.
Bibliografía
2 En el tema del cambio climático, tres reuniones indígenas han sido vitales: la Conferencia Internacional
"Custodia de los Pueblos Indígenas a la Diversidad Cultural: los efectos de la deforestación y de las emi-
siones de gas en el Cambio Climático" (2008); la Cumbre Mundial de los Pueblos Indígenas sobre el
Cambio Climático (2009); y la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya
Yala (2009).
242
Medio ambiente y desarrollo… F. CHIFFEL VALDEZ y C. DALMASSO
Documentos Oficiales
ACEVEDO MENANTEAU, Paulina, Desplazados ambientales, globalización y Cambio
Climático: una mirada desde los Derechos Humanos y los Pueblos, Chile, Observatorio
Ciudadano, Diciembre, 2011.
BLACK, Richard, ACNUR, Enviromental Refugges: Myth or Reality?, Marzo de 2001.
BROWN, Oli, OIM, Migración y Cambio Climático, S/f.
Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja,
Informe Mundial Sobre Desastres, 2010.
243
XXV
LA RESIGNIFICACIÓN DE LOS ESPACIOS
URBANOS A PARTIR DE PROCESOS
MIGRATORIOS: MUJERES CHAMULAS EN
LEÓN GUANAJUATO
Erika Julieta Vázquez Flores
Universidad de Guanajuato
vazquezflores@yahoo.com
Introducción
Identidad
Debo empezar por aclarar qué entiendo por identidad, no sin antes señalar
que este concepto es uno de los más difíciles de definir ya sea por su carácter polisé-
245
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
mico o por su controversia ideológica. Sin embargo se sigue utilizando como herra-
mienta de análisis para entender los procesos de resignificación cultural de ciertos
grupos humanos, sobre todo de aquellos que por diferentes circunstancias tienen que
moverse de su lugar de origen, lo que conlleva a una serie de procesos y prácticas de
resignificación identitaria.
Hiernaux (2000:94) define
246
La resignificación de los espacios urbanos… E. J. VÁZQUEZ FLORES
dad de los “otros” a partir de nuestra autoconcepción de lo que no somos frente a los
“otros”. Así pues, cuando hablamos de identidad indígena muchas veces, estamos
reproduciendo discursos racistas y discriminatorios que han venido construyéndose
por años y que en la medida que se “naturaliza” se convierten en verdades irrefutables.
A partir de la experiencia particular de las mujeres Chamulas que trabajan
vendiendo sus artesanías en las calles principales del centro histórico de León, ex-
pondré tres premisas de análisis; 1) la identidad y su relación con la diferencia, 2) Iden-
tidad y la relación con el lugar, 3) la identidad y la construcción de espacios urbanos.
247
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
El enfoque teórico-metodológico
248
La resignificación de los espacios urbanos… E. J. VÁZQUEZ FLORES
Melitona
1Posh es una bebida fermentada de maíz que contiene alcohol, se usa de manera ceremonial en la iglesia
de San Juan Chamula.
249
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Don Pancho, padre de Melitona, se casó con Juanita y juntos se hacen cargo
de ella, esta madre sustituta le enseña a crecer fuerte, a darse paso ante la vida y a no
amilanarse por las miradas hirientes. Como cualquier mujer de su comunidad, se casa y
a los 19 años tiene a su primera hija; Juanita, que mejor nombre que el de aquella mu-
jer que la había criado. Su matrimonio duró poco, pues no aguantó los golpes de su
marido, aunque primero se refugió en el alcohol, ella nos cuenta que tomaba mucho
posh, le gustaba andar todo el día borracha, pero cuando “conoció a Cristo” fue que
dejó el alcohol y comenzó a ser responsable con sus hijos y con su trabajo. Decidió
dejar la bebida y al marido y convertirse al cristianismo, pero sus problemas apenas
habían comenzado; ante los ojos de la comunidad un cristiano no es bien visto por lo
que queman su casa, días después es expulsada de la comunidad junto a su familia,
esto sucede a principios de los años noventa.
Melitona se va a vivir al barrio conocido como La hormiga en San Cristóbal
de las Casas2. Ahí, conoce al padre de su segundo hijo; Vicente. La situación de extre-
ma pobreza en Chiapas junto a la inestabilidad y conflictos políticos que generaron el
estallido armado del Ejército Zapatista en 1994, dio como resultado la migración de
muchas familias chiapanecas a otros estados, incluso hacia Estados Unidos. Melitona,
junto con su familia decide probar suerte en Cancún, Quintana Roo; lugar turístico
por excelencia tanto de extranjeros como de nacionales.
Allá, vivían de la artesanía que elaboraban y vendían en los principales centros
turísticos. Al principio, les iba bien, pero deciden buscar otro lugar porque creen que
sus hijos corren el peligro de ser robados por el DIF3. Ellas fueron testigo de cómo
funcionarios de dicha institución, se llevaron a niños de otras mujeres indígenas de
Chiapas y sólo se los entregaban con la condición de regresar a sus lugares de origen.
Estas medidas poco difundidas en la prensa y maquilladas como programas de Estado
que intentan proteger a la niñez de la explotación laboral, no son sino disposiciones
que discriminan y atentan contra los derechos humanos, específicamente con el dere-
cho de libre tránsito.4
2 La negativa de los conversos a beber alcohol y cooperar para las fiestas, fue el pretexto para dar comien-
zo a un gran movimiento de expulsión de las familias campesinas por parte de las autoridades tradiciona-
les, que dio origen a una masiva migración al centro urbano más importante de la región alteña, la ciudad
de San Cristóbal de las Casas” (Robledo Hernández 2007:109).
3 Desarrollo Integral de la Familia. Institución Federal encargada de llevar programas orientados al desa-
parte del presidente del Colegio de Abogados Postulantes de Cancún, Héctor Salinas Almaguer, quien
revela las terribles violaciones de los derechos humanos de las mujeres chiapanecas y sus hijos por parte
de la institución, a partir de un programa llamado “repatriación”, que implica retornar a mujeres, hom-
bres y niños indígenas a sus lugares de origen, violentando la libertad de tránsito. El funcionario señala
que: “.…no se puede aplicar el término “repatriación” porque son patriotas mexicanos, y tienen todo el
derecho de transitar por todo el territorio mexicano, asimismo el presidente del Colegio de Abogados,
insistió en que se viola a estos chiapanecos su derecho de transitar libremente, pero lo más grave dijo, es
que se atenta contra las garantías individuales de los menores, porque ¿Qué delito estarían cometiendo,
cuando la misma constitución garantiza la libertad para andar en el comercio? Asimismo destacó el DIF
no tiene ninguna facultad para hablar de una repatriación, porque se trata de personas mexicanas. Fue una
violación fragante a los derechos humanos y civiles, porque ya la constitución nos garantiza que ellos en
primer lugar son nacionales mexicanos no son extranjeros entonces no se puede llamar repatriación
250
La resignificación de los espacios urbanos… E. J. VÁZQUEZ FLORES
Esthela
porque son de Chiapas además el DIF no tiene la facultad de hacer el procedimiento de repatriación”
(Radio Enfoque, junio 2011).
251
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Se fueron a vivir a una colonia marginal en San Cristóbal de las Casas, llamada
“la Hormiga”, que justamente se inició en los años ochenta por expulsados de las
comunidades ya sea por problemas religiosos o políticos. Siguiendo con el relato de
Esthela nos cuenta que en La Hormiga vivieron poco ya que se trasladaron a México,
Distrito Federal.
Bueno había una señora antes que nos llevó, nos decían váyanse, éramos bien
pobres, ni terminé yo la primaria porque de los recursos y los trabajos y de la humilla-
ción que hay ahí, pues ya no nos dejaban terminar. Entonces me salí, no teníamos
nada que comer. Existía mi abuela, ya estaba enferma y mi mamá la cuidaba. Tuve que
salir adelante y una señora nos invitó a trabajar a México a vender artesanía. En ese
tiempo no se vendía nada. Bueno a lo mejor no sabíamos vender.
Esthela aprendió a hablar español desde chiquita, sus padres se lo enseñaron,
pues sabían que aprenderlo marcaría la diferencia para sobrevivir. En México vivieron
momentos muy difíciles. Esthela recuerda: “un día cuando no teníamos nada, fui a
robar yerbabuena y la vendí y con eso comíamos. Costaba en ese entonces la lata de
frijol 4.50 pesos, allá en Chamula. Entraba yo a robar, pero si veían que robabas ya te
metían al bote aunque fueras chiquita, menos mal que no me vieron”.
En México permanecieron poco tiempo, aproximadamente 1 año, las expe-
riencia fueron muy tristes y traumáticas. De ahí se pasaron a Veracruz, donde perma-
necieron 4 meses, luego a Puebla, poco tiempo después se fueron a Guadalajara, don-
de permanecieron 3 años vendiendo artesanías en la Plaza Tapatía. Hace poco fueron
a probar suerte a Cancún, pero con un largo suspiro me dijeron que esa era historia
muy larga y triste que luego me iban a contar.
Esthela señala que su padre ya no la siguió, al poco rato llegó Melitona, su
hermana, a la que luego se agregó Juanita, la más grande del grupo y madre de Esthela
y Monserrat, la más joven con apenas 19 años. Esthela señala que son sólo mujeres las
que viajan, “sin maridos, sin padres ni hermanos”. El hecho de ser solo mujeres las
que andan viajando y buscando espacios laborales de inserción las ha llevado a tener
muchas experiencias desagradables. Esthela señala que la prostitución es una de las
actividades a las que muchas de sus paisanas caen engañadas, pero que ellas afortuna-
damente han salido bien libradas de la situación. Ellas prefieren ganar poco pero sien-
do dueñas de su propio cuerpo, aprender a sortear a las autoridades del mercado,
aprender a convencer al turista y local para que compren sus mercancías, buscan estra-
tegias para que sus hijos no dejen de ir a la escuela, establecen nexos con ciertos secto-
res para que les permitan trabajar en ciertos lugares de la ciudad, en pocas palabras
resignifican su identidad, reconociendo sus diferencia, apropiándose de espacios y
reconfigurando espacios urbanos; a esto podemos llamarlo también desarrollar una
capacidad de agencia, pues aunque no tienen como objetivo organizarse políticamente
frente a una estructura de poder que las discrimina y violenta, ellas lo hacen de manera
cotidiana, tal como lo señala Ortner (2006) existe una agencia intencionada pues recu-
rren a la práctica rutinaria de la resistencia al poder, de la construcción de metas y
objetivos no sólo individuales, pues ellas se conforman como un grupo de mujeres
que toman decisiones compartidas, pero que a su vez han construido en la ciudad un
rol distinto; Melitona es la líder; ella decide a dónde hay que moverse, Esthela es joven
y tuvo la oportunidad de estudiar un poco más que todas, se ha apropiado de un dis-
252
La resignificación de los espacios urbanos… E. J. VÁZQUEZ FLORES
curso citadino, utiliza estrategias de convencimiento y sabe como tratar con las autori-
dades que constantemente buscan timarlas, Juanita la mayor, aunque es la que menos
habla el español, es reconocida y respetada por todas, ellas, sus hijas, adoptivas o de
sangre, harían cualquier cosa para cumplir sus sueños.
Finalmente Esthela suspira y nos dice
Mi sueño es tener mi casa ya con mi terreno, pero no sé, a ver que em-
piezo a vender para seguir adelante con mi hijo, es lo único que me hace
seguir luchando para tener eso. Es lo que yo necesito en la vida, una casa
ya con eso me conformo y ya voy a vivir tranquila, con mi hijo, es mi
único sueño, darle lo mejor a mi bebé, darle un estudio, que no se vaya
como yo, de aquí a diez años ya no hay ventas, viviendo la crisis como
nosotros (cuando le pregunto si quiere encontrar pareja me dice)… No
para que? El amor fracasa, luego a veces se pelean. Yo estoy muy enamo-
rada de mi vida, ya tengo mi bebé y eso es lo único que yo necesito.
Conclusiones
Hay todavía mucho por hablar de estas mujeres, solo aquí se plantea un pe-
queño semblante a fin de ver la pertinencia de analizar los estudios de migración indí-
gena femenina a partir de la reflexión de dos conceptos clave: identidad y capacidad de
agencia.
Los estudios realizados parecen indicar que existe un doble proceso: tanto un
cambio considerable e irreversible en cómo la mujer indígena migrante se va perci-
biendo asimisma, efectuándose el pasaje de roles tradicionales a roles no tradicionales,
de mujeres-madres subordinadas a mujeres sostenedoras de su hogar en relación de
mayor reciprocidad con sus compañeros masculinos, tanto como una continuidad por
el cual el proceso migratorio refuerza procesos de subordinación y control patriarcal.
Por nuestra parte no descartaríamos una tercera opción, en relación a situaciones de
ambigüedad o de compromiso entre ambos factores, lo que indicaría la existencia de
variables en procesos de transición.
En lo que respecta a la migración indígena femenina, los estudios interdisci-
plinarios han aportado interesantes debates acerca de cómo la mujer indígena que
migra trastoca los roles que tradicionalmente le han asignado, lo que da pauta al em-
poderamiento y a la capacidad de agencia, pero por otro lado se verifica también que
al salir de su terruño, al no dominar la lengua castellana y al no contar con herramien-
tas que le permitan descifrar una ciudad extremadamente violenta, se incrementa su
explotación y sufren de constante discriminación. Simultáneamente no es poco fre-
cuente que estas mujeres no solo subsanen su condición de extrema pobreza en la que
vivían en sus comunidades, sino que además, a partir de que se apropian de espacios
urbanos, resignifican su rol como mujeres activas en la comunidad a la que pertenecen
tolerándose menos el maltrato machista tanto de hombres como de mujeres.
Bibliografía
ARIZA, Marina, Ya no soy la que dejé atrás... Mujeres migrantes en República Dominicana,
México, Plaza y Valdés, 2000.
253
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
254
XXVI
INTERCULTURALIDAD Y
PLURINACIONALIDAD EN EL CAMINO DE LA
DEMOCRATIZACIÓN. ESTADO Y PUEBLOS
INDÍGENAS EN ARGENTINA Y BOLIVIA DEL
SIGLO XXI
María Virginia Quiroga 1 - Mariano Yedro 2
1 UniversidadNacional de Río Cuarto-CONICET
2 Universidad Nacional de Río Cuarto -IFDC/SL
mvirginiaq@yahoo.com.ar - marianoyedro@gmail.com
Introducción
La teoría política liberal y el discurso jurídico del Estado moderno han legiti-
mado la equivalencia entre nación y Estado. En América Latina ello contrastaría con la
existencia concreta de pueblos heterogéneos en su constitución, costumbres, episte-
mes y cosmologías. La pretensión moderna de consolidar estados nacionales homogé-
255
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
256
Interculturalidad y plurinacionalidad en el camino… V. QUIROGA y M. YEDRO
1 Aludimos a la perspectiva esbozada por Ernesto Laclau (1980 [1978], 2005) para comprender al popu-
lismo. Se trata de un modo especifico de articulación política, cuyas precondiciones remiten a la construc-
ción de solidaridades entre demandas diversas pero comúnmente insatisfechas, el trazado de fronteras
políticas, y la consolidación de una identidad popular. Una interesante reconstrucción, desde esta lectura,
sobre el discurso populista del primer peronismo puede encontrarse en el trabajo de Groppo 2009.
2 La Ley Nacional Indígena se dicta en 1985, se reglamenta en 1989 y el INAI surge dos años después.
3 Artículo 75. Inc. 17 de la Constitución Nacional: “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los
pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e
intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitaria
de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarro-
llo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos.
Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los
afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones”.
4 Región noreste: pueblos Mbyá – Guaraní, Mocoví, Pilagá, Toba, Vilela y Wichi; en la región del Noroes-
te Atacama, Ava – Guaraní, Chané, Choroté, Chulupí, Diaguita – Calchaquí, Kolla, Omaguaca, Tapiete,
Toba, Tupí – Guaraní y Wichí; en el sur Mapuce, Ona, Tehuelche y Yamana; en el centro Atacama, Ava –
Guaraní, Diaguita – Calchaquí, Huarpe, Kolla, Mapuce, Rankulche, Toba y Tupí – Guaraní.
257
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
5 Expresión utilizada por el literato boliviano Carlos Medinaceli, para referir a la paradoja irresuelta del ser
nacional boliviano.
6 Tomamos prestada la frase que utiliza Pablo Stefanoni para dar título a su obra publicada en 2010: ¿Qué
de 2010.
258
Interculturalidad y plurinacionalidad en el camino… V. QUIROGA y M. YEDRO
De este modo, algunos autores (Mires 1988; Pearse 1984) marcan que la iden-
tidad campesina se superpuso a la identidad indígena, en tanto que la tenencia comuni-
taria debió dar lugar en muchos casos, y forzosamente, a un tipo parcelario o indivi-
dual de explotación de la tierra. Ello influyó en la creciente difusión de una nueva
identificación para los sectores indígenas, en tanto “campesinos”, en el marco de un
proyecto de nación boliviana mestiza.
Luego, las reivindicaciones indígenas adquirieron mayor resonancia con el as-
censo del “indianismo/katarismo”10. Esta corriente encontró rápido eco en las comu-
nidades, en tanto sostenía la necesidad de descolonizar la historia nacional y, al mismo
tiempo, lograr que las culturas originarias, particularmente aymara y quechua, desarro-
llen un proyecto alternativo.
Otro momento en que las demandas indígenas parecieron encontrar cabida en
la agenda gubernamental fue durante la gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada hacia
1993. La inclusión del dirigente aymara Víctor Hugo Cárdenas como candidato a vice-
presidente se enmarcaba en una serie de reformas que tendían a incorporar las de-
mandas “pluri-multi” al neoliberalismo (Stefanoni y Do Alto 2006:66). En este senti-
do, a través de la sanción de la nueva Constitución Política del Estado en 1994, se
reconoció el carácter pluricultural y multiétnico de Bolivia, y se fomentó la educación
intercultural bilingüe.
Las reivindicaciones de las naciones-pueblos indígenas también adquirieron
notoria presencia en el discurso del Instrumento Político de las organizaciones cocale-
ras del Trópico de Cochabamba, bases de la plataforma política que condujo a Evo
Morales al poder a partir de enero de 2006. Para Xavier Albó el “indio” reemplazó en
gran medida al obrero como sujeto del cambio, y se erigió como el “nombre” de una
identidad plebeya cuya base material son las economías familiares del campo y la ciu-
dad (Albo 2009).
La Constitución boliviana aprobada por referéndum en enero de 2009, dio un
paso más allá de las anteriores reformas multiculturalistas y reconoció al Estado su
carácter plurinacional y comunitario. También se han realizado avances en este sentido
a través de la reestructuración de instituciones de representación y participación con la
sanción de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización y la Ley del Régimen
Electoral. Dichas normativas reglamentan las tres formas de la “democracia intercultu-
ral” a las que alude la nueva Constitución: democracia directa y participativa, demo-
cracia representativa y democracia comunitaria. A su vez, la organización del Estado
nacional bajo gobierno de Evo Morales ha contemplado instituciones para atender las
problemáticas indígenas, por ejemplo el Ministerio de Autonomías y su Viceministerio
de Autonomía indígena originaria campesina y organizaciones territoriales o el Minis-
terio de Cultura y sus Viceministerios de Descolonización y de Interculturalidad. Pro-
fundizaremos estas cuestiones en lo sucesivo, luego de reparar en las nociones de
multiculturalismo, interculturalidad y plurinacionalidad.
10 Katarismo en alusión a Tupac Katari, quien fue un aymara protagonista de la resistencia al dominio
español en el Alto Perú. Katari encabezó un levantamiento conocido como el asedio a La Paz, durante
cinco meses en 1872, y luego fue muerto y descuartizado.
259
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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Interculturalidad y plurinacionalidad en el camino… V. QUIROGA y M. YEDRO
261
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
quén, fue tomada por sectores de los pueblos indígenas mapuce. Dicha medida expre-
saba el reclamo por una “gestión comunitaria” (Indymedia 2008) entre docentes de la
Provincia y docentes y representantes Mapuce12. Así la política del Estado nacional –
provincial se traduce, en términos prácticos, en una desprotección de los pueblos indí-
genas. En consecuencia, la interculturalidad parecería hoy no revertir la estructura de
dominación sino solo modificar su forma.13
En el caso de Bolivia, la constitución aprobada por referéndum en 2009, sig-
nificó un sustantivo avance en la articulación entre Estado y naciones indígena-
originario-campesinas14. No obstante, el texto no contempló varias cuestiones que
originalmente plantearon las organizaciones indígenas en el marco del denominado
“Pacto de Unidad”.15 No tuvo cabida, por ejemplo, la demanda por una Asamblea
Legislativa Plurinacional Unicameral que incluyera a sus representantes por elección
directa al interior de las comunidades. Tampoco se respetó integralmente la propuesta
de los tres niveles de autonomía: territorios indígenas originarios y campesinos; inter-
cultural urbana, y regional.16
La nueva figura de autogobierno indígena -reconocida por la Constitución y
reglamentada por la Ley Marco de Autonomías- son las Autonomías Indígena-
Originario-Campesinas (AIOC).
A pesar de ello, la autora señala que solamente 11 de los 337 municipios que
existen en Bolivia están en proceso de conversión, lo que reflejaría las dificultades
para modificar la institucionalidad vigente. Asimismo, en las nuevas construcciones
12 Los reclamos son diversos: que los docentes que envía el gobierno no saben la lengua Mapuce; que
muchos de los docentes que trabajan en la escuela no conocen las problemáticas de la comunidad da
cuenta; que la historia que se enseña en mapudungun continúa siendo la historia oficial; que la escuela
niega la interculturalidad debilitando su cosmovisión, argumentando que la religión católica no se contra-
dice con la suya, sino que se complementa.
13 En palabras de Diana Oliva, werken del pueblo ranculche, el “Estado intercultural” significa la partici-
pación en el sistema parlamentario y la coparticipación de las políticas que allí se diseñan pero que no se
cumplen. Diana Oliva en las I Jornadas sobre movimientos indigenistas, discursos y literaturas latinoamericanas, los
días 7 y 8 de octubre de 2010.
14 Reiteramos que esa es la denominación que les confiere la Constitución política del Estado Plurinacio-
nal de Bolivia: “Es nación y pueblo indígena originario campesino a toda la colectividad humana que
comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya
existencia es anterior a la invasión colonial española.” (artic.30).
15 De cara a la realización de la asamblea constituyente, las organizaciones indígenas confeccionaron un
documento constitucional conjunto, presentado el 5 de agosto de 2006 como “Propuesta de las Organi-
zaciones Indígenas, Originarias, Campesinas y de Colonizadores hacia la Asamblea Constituyente”, que se
conoció como “Pacto de Unidad”. Su objetivo era apoyar e incrementar los esfuerzos del gobierno para
la concreción de la misma; e incluyó la expresión de múltiples organizaciones.
16 Finalmente la nueva Constitución establece cuatro tipos de autonomía: regional, departamental, muni-
cipal e indígena; a las cuales les corresponden autoridades propias. Además, se sostiene que “las entidades
territoriales autónomas no serán subordinadas entre ellas y tendrán igual rango constitucional”.
262
Interculturalidad y plurinacionalidad en el camino… V. QUIROGA y M. YEDRO
aparecen las diferencias entre las distintas naciones indígenas, que están lejos de pre-
sentar una visión univoca u homogénea.
Por otra parte, algunos conflictos desatados recientemente en Bolivia ponen
de manifiesto las tensiones entre la democracia representativa y la organización comu-
nitaria, entre la centralidad del Estado a nivel nacional y la pretendida autonomía en el
nivel comunitario. Tal es el caso del problema en torno al Territorio Indígena y Parque
Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), a partir de las intenciones del gobierno de cons-
truir una carretera que uniría las localidades de Villa Tunari (Cochabamba) con San
Ignacio de Moxos (Beni). Mientras diversos movimientos indígenas protestaron contra
su construcción, porque atravesaría el corazón de una de las mayores reservas natura-
les del país, con presencia de población nativa; desde el Poder Ejecutivo se argumentó
que se trataba de una ruta clave para el desarrollo económico y comercial del país.
Palabras finales
263
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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264
Interculturalidad y plurinacionalidad en el camino… V. QUIROGA y M. YEDRO
Fuentes
265
XXVII
DE BOLIVIA A LA ARGENTINA, FRONTERAS
CRUZADAS POR MUJERES. EL CASO DE LAS
MIGRANTES BOLIVIANAS EN LA PROVINCIA
DE CÓRDOBA
María Luz Holgado - Mariana Gottero
Universidad Nacional de Villa María
malu_holgado@hotmail.com - mariana.gottero@hotmail.com
Introducción
E l artículo que presentamos tiene como objetivo reflejar nuestro primer acer-
camiento a la problemática de las mujeres migrantes bolivianas en Córdoba,
en el marco del proyecto de investigación “La población de origen boliviano
de zonas periurbanas de ciudades cordobesas. Territorialidades, relaciones e identida-
des sociales, culturas y política”. Pretendimos aproximarnos a la experiencia de cruzar
las fronteras de las mujeres bolivianas que trabajan en la producción hortícola y ladri-
llera en las ciudades de Córdoba y Villa María (Argentina). Para ello hemos realizado
un acercamiento teórico desde la perspectiva de género(s), tratando de analizar algunas
cuestiones específicas observadas en los años de trabajo de campo realizado (desde
2011 hasta principios de 2013).
Las conceptualizaciones que proponemos desde este punto de vista contri-
buyen al estudio y análisis de la presencia de las mujeres en las migraciones y sus
situaciones particulares en el país receptor, en tanto mujeres y en tanto migrantes,
indagando acerca de cuáles son los principales obstáculos que deben atravesar por esta
doble condición, acentuando la mirada en aspectos no observados desde los estudios
tradicionales sobre migraciones.
En nuestro país, desde tempranas épocas, se observa la presencia femenina en
las migraciones, por lo tanto hablar de migración femenina, no es aludir a un tema
nuevo, sino a un contenido que durante muchos años ha sido ignorado en los estudios
que abordaban las migraciones, quedando de esta manera su presencia invisibilizada.
Históricamente, cuando se hace referencia a la migración, se piensa en los desplaza-
mientos que realizan hombres en busca de mejores condiciones laborales, económicas,
que represente una mejora en su vida cotidiana. Las mujeres en este proceso sólo son
267
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
pensadas como “acompañantes” de sus cónyuges o de sus padres; es decir, se las pien-
sa como migrantes en condiciones familiares, otorgándoles un papel pasivo.
Esta invisibilización de las mujeres como actrices sociales participantes de los
procesos migratorios y su especificidad ha comenzado a ser cuestionada desde y por la
teoría feminista en la década del setenta del siglo XX. Si bien los primeros estudios
académicos situaban a las mujeres en movimientos que se realizaban en un contexto
familiar, conforme se comenzó a adentrarse en las situaciones particulares, se las puede
encontrar como promotoras de las migraciones y trabajadoras en el lugar de destino.
El informe del año 2009 elaborado por el programa de las Naciones Unidas
para el desarrollo, revela que a escala mundial, cerca de la mitad de los migrantes son
mujeres, percibiendo un marcado aumento de su número en el conjunto de migrantes
sobre la base del fenómeno de las migraciones internacionales. Siguiendo ese informe,
Argentina continua siendo en la actualidad un polo de atracción de migrantes de la
región, principalmente provenientes de los países limítrofes: Paraguay 21,2%, Bolivia
15,2%, Chile 13,9%, Uruguay 7,7% y Brasil 2,3%. El total de migrantes representa un
3,9% de la población total del país, y hay aquí una fuerte presencia femenina. De allí
que para dar cuenta de este fenómeno se acuñó el concepto “feminización de las migracio-
nes” como una forma de dar nombre al inmenso caudal femenino de los flujos migra-
torios, como así también a las transformaciones en las relaciones y roles de género, es
decir, al cambio respecto a la importancia de las mujeres en tanto promotoras del des-
plazamiento, en los papeles desempeñados en la sociedad de recepción, en las familias
y en los vínculos entre varones y mujeres (Magliano 2008).
Sin embargo, no podemos dejar de remarcar que este proceso de feminización
de las migraciones no se da en forma pareja en todos los colectivos de mujeres, ya que
las condiciones socioeconómicas de los países que expulsan población, el lugar de
procedencia de los diversos colectivos femeninos, las condiciones familiares, etc.,
actúan como factores decisivos a la hora de emprender un movimiento hacía el exte-
rior por parte de las sujetas antes mencionadas.
En el caso de nuestro país, se desprende de los datos censales que el colectivo
más numeroso de mujeres migrantes que ingresan son de nacionalidad paraguaya,
insertándose laboralmente en su mayoría en el sector de servicios. Mientras que las
mujeres bolivianas que nos interesa analizar corresponden al segundo grupo más nu-
trido, con la particularidad de que son migrantes en condiciones familiares ya que
llegan junto a sus padres, cónyuges o hermanos a trabajar dentro de unidades produc-
tivas familiares.
Para Mallimaci (2011), las características de migrar de las mujeres bolivianas
no se asocian en términos generales a los grupos de mujeres que caracterizan la “femi-
nización de las migraciones”. La autora plantea dos hechos fundamentales que lo ca-
racterizan, a saber, el aumento cuantitativo de la cantidad de las mujeres que se des-
plazan, y un cambio significativo en su rol. En el caso específico de este colectivo de
mujeres, el aumento del número de mujeres migrantes no se evidencia como en otros
colectivos de extranjeras, sin embargo, el segundo hecho fundamental si se corres-
ponde a estas mujeres en la actualidad, ya que a diferencia de sus antepasadas que se
trasladaban bajo la forma de reunificación familiar, ellas lo hacen como promotoras y
en algunos casos hasta cabeza del desplazamiento.
268
De Bolivia a la Argentina, fronteras cruzadas… M. L. HOLGADO y M. GOTTERO
De los datos que aquí se presentan, podemos observar que en el caso del con-
junto de migrantes bolivianos/as que residen en la provincia en estudio, no hallamos
un elevado número de mujeres en comparación con los varones de la misma naciona-
lidad. Este hecho, puede deberse a que en su mayoría, -los migrantes bolivianos resi-
dentes en Córdoba- se dedican a trabajos donde la particularidad es su carácter de
trabajo familiar. En la provincia, podemos encontrar a los migrantes bolivianos traba-
jando básicamente en tres rubros: la construcción, donde se encuentran ubicados los
varones exclusivamente; la producción hortícola y la producción de ladrillos (de carác-
ter mixto). En estos dos últimos rubros de producción es donde se insertan mayorita-
riamente las familias migrantes.
Ahora bien, ¿qué sucede con las mujeres en particular? Las migrantes bolivia-
nas, a nivel nacional, dentro de la estructura económica se ubican predominantemente
269
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1 Todas aquellas actividades destinadas al mantenimiento y cuidado del hogar (Carrasquer 1998).
270
De Bolivia a la Argentina, fronteras cruzadas… M. L. HOLGADO y M. GOTTERO
para el grupo familiar, así como potenciales lugares donde insertarse productivamente.
Otra función relevante de las mencionadas redes es que en las mismas se generan
lazos de solidaridad mediante los cuales las mujeres se acompañan, se ayudan entre sí,
comparten saberes y contienen en situaciones de necesidad.
Las redes sociales son mecanismos valiosos de acceso a información que se
generan entre las personas de una misma nacionalidad y son una herramienta significa-
tiva a la hora de tomar la decisión de migrar y hacia dónde hacerlo. Entre las personas
migrantes se generan lazos de carácter invisible, con un fluir de información muy im-
portante para ellos. Aquellos que formen parte de este entramado de relaciones socia-
les que conforman las redes sociales, deben estar dispuestos a dar información así
como a utilizarla de la mejor manera para el funcionamiento de dicha red.
Quienes constituyen estas redes sociales, pueden hacer uso de ellas de dos
maneras, a saber, un uso fuerte o débil según lo explica Oliva (2003). Con el primer
tipo de uso, los migrantes pueden acceder a un mejor empleo y ubicación. La proxi-
midad física no es importante para desempeñar determinado uso; mientras que el uso
débil sí necesita de la proximidad física porque se genera con en el trascurso de la
trayectoria migratoria.
En la Argentina en general, y en Córdoba particularmente, una de las carac-
terísticas en cuanto a la ubicación de las migrantes, que se relaciona en muchos casos
con el tipo de trabajo que realizan, es su ubicación espacial. A saber, en lo que respecta
a las migrantes que trabajan en la producción de ladrillos, las familias habitan en los
mismos predios donde están construidos los hornos. Las mujeres trabajan junto a sus
familiares directos, padres, hermanos/as, esposos e hijos/as. Lo hacen en contextos
muy precarios, con escaso acceso a los servicios, en malas condiciones ambientales; en
muchos casos las viviendas no poseen baño ni cloacas y utilizan “hoyos” en el piso,
compartidos con otros que trabajan en el mismo predio. La tenencia de la tierra es
muy baja, la mayoría de los horneros arriendan un “pedazo” de tierra e incluso hay
diversos arrendatarios juntos que montan en un mismo terreno varios hornos.
Según Pizarro (2011) un amplio conjunto de la población de origen boliviano
que habitan en la provincia de Córdoba lo hacen en condiciones desfavorables, ya que
se encuentran no sólo en precariedad de vivienda sino también respecto a servicios y
medio ambiente.
A su vez, son múltiples las actividades que efectúan las mujeres. No sólo se
dedican a realizar las tareas en el hogar (tareas reproductivas) sino que trabajan a la par
de los varones en los hornos (tareas productivas) donde los niños y niñas también
llevan adelante tareas livianas junto a su familia. Este hecho hace que la “doble jorna-
da” que realizan estas mujeres sea interminable. En las entrevistas se plantea la falta de
tiempo, no sólo para realizar las actividades sobre todo del hogar, compartir tiempo
con sus hijos e hijas -lo que se traduce en la vivencia de culpa, por un mandato mater-
no que opera en sus cuerpos y que no pueden resolverlo en términos prácticos- sino
también la posibilidad de disponer de un tiempo propio, del cuidado de sí, desde el
aseo personal, hasta el cuidado de la propia salud y la posibilidad de encuentro con
otros y otras en actividades recreativas. La vida de estas mujeres, observamos que
mayoritariamente consiste en el trabajo, en producir a un determinado ritmo que ga-
rantice los ingresos económicos para el sustento familiar.
271
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Consideraciones finales
Bibliografía
272
De Bolivia a la Argentina, fronteras cruzadas… M. L. HOLGADO y M. GOTTERO
OLIVA, Alicia Susana, “El concepto de red social en la migración boliviana. Estudio de caso de
Villa María y Villa Nueva”. Trabajo final de grado, Universidad nacional de Villa
María, 2003.
PIZARRO, Cinthia (ed.), “Ser Boliviano” en la región metropolitana de la ciudad de Córdoba.
Localización socio-espacial, mercado de trabajo y relaciones interculturales, Córdoba, EDUCC,
2011.
273
XXVIII
VIDA COTIDIANA, TRABAJO Y MIGRACIÓN:
PRÁCTICAS Y ESPACIALIDADES
COMPARTIDAS
Claudia Isabel Ortiz
Escuela de Ciencias de la Información-Centro de Estudios Avanzados
Universidad Nacional de Córdoba
claudiaisabel.ortiz@gmail.com
Introducción
1 Este trabajo forma parte del proyecto de tesis doctoral denominado Culturas laborales: prácticas y relaciones
de poder en los cortaderos de ladrillos. Un estudio de caso de migrantes bolivianos en el mercado de trabajo de Córdoba a
partir del año 2000, dirigido por Roberto Benencia y becado por el Programa de Becas de Finalización de
Posgrados de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Córdoba.
2 Existen varias vertientes de estudios sobre la informalidad en América Latina. Para este caso adopto la
hipótesis planteada por Gonzalo Saraví con respecto a las actividades informales “como actividades
gestadas mayoritariamente, por individuos que cuentan con muy escasos recursos. Constituyen la alter-
nativa que está al alcance de sus manos, y que les permiten subsistir en el medio urbano. Pero, gestadas
desde abajo, con muy pocos recursos, y mayormente por individuos con pocos años de educación y
escasa calificación, los ingresos que se obtienen rara vez alcanzan a un mínimo establecido. (...) La
pobreza inicial genera un círculo de pobres informales e informales pobres, del cual sólo unos pocos
encuentran un punto de fuga” (Saravi 1994).
275
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
liar y las relaciones laborales en un mismo espacio, llevó a interrogarme sobre ¿qué
significados sobre el trabajo y la vida de estas familias se traman en ese espacio que las
une?
Dentro de la perspectiva de los estudios referidos a la vida cotidiana se ha da-
do cuenta de la importancia que tienen las coordenadas espacio-temporales para situar
su análisis. Es decir, es el “lugar desde donde se conoce” (Tapia Uribe 1997:155). En
general en este tipo de líneas teóricas, predomina el análisis de la temporalidad sobre la
espacialidad de la acción social. Sin embargo, ¿qué sucede cuando nos encontramos
con ciertas formas de la vida cotidiana en las cuales el espacio aparece como principio
organizador sobre la temporalidad? Este es el interrogante que atravesó distintas eta-
pas de mi trabajo de campo desarrollado en el paraje de Punta de Agua y de la inmer-
sión personal en la interpretación de las lógicas prácticas de la vida de estos trabajado-
res del ladrillo. Fundamentalmente, como el cortadero emerge como “una totalidad”
orientadora de las mismas.
El desarrollo de esta presentación se organiza de la siguiente manera: en la
primera parte sitúo el tema dentro del contexto de la inserción laboral de migrantes
bolivianos recientes en la denominada Región Metropolitana de Córdoba, en especial
en un paraje rural que es parte del municipio de la ciudad de Malagueño. Una de las
actividades en esta zona es la producción a pequeña escala de ladrillos artesanales.
Luego, establezco algunas coordenadas teórico-metodológicas para comprender el
análisis propuesto sobre las prácticas de residir/trabajar en espacio de los cortaderos.
276
Vida cotidiana, trabajo y migración… C. I. ORTIZ
3 La situación de los trabajadores en estos emprendimientos ha sido denunciada por la prensa local y el
Centro de Residentes Bolivianos de la ciudad de Córdoba. Sin embargo, esta representación mediática
contribuye con la visibilización de la migración en término de problema, aspecto específico que merece una
revisión crítica.
4 Centro de actividad regional para la producción limpia, 2006. También véase Hervia 2001.
5 Camara de la vivienda y equipamiento urbano de la Republica Argentina, 2007.
6 A pesar de esta situación, de los cambios en los sistemas constructivos y la incorporación de una amplia
diversidad de materiales, el ladrillo artesanal común (macizo) no ha sido reemplazado aún y se lo incluye
como una opción económica principalmente, destinado a la autocontrucción. También, se lo utiliza
como complemento de otros tipos de mampuestos que son empleados, en mayor volumen (es el caso de
los ladrillos cerámicos portantes huecos), para las obras públicas, grandes proyectos edilicios de zonas
urbanas y edificaciones industriales.
277
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
278
Vida cotidiana, trabajo y migración… C. I. ORTIZ
279
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
son centrales para tratar de comprender las dimensiones que integran la vida en los
cortaderos de ladrillos. A simple vista, estos emprendimientos productivos parecen
funcionar de manera homogénea. Sin embargo, a través de la observación y las entre-
vistas pude reconocer un universo heterogéneo de procesos, actores y situaciones.
Cuando realicé la entrevista al Sr. Vallejos, aún no había ingresado a ningún
cortadero. La aproximación al tema fue a través de la lectura de algunos informes téc-
nicos sobre las problemáticas medioambientales ocasionadas por las emisiones gaseo-
sas de la quema de ladrillos, la degradación de los suelos fértiles (que por lo general
son utilizados para la agricultura) por la actividad extractiva y en menor medida, los
riesgos laborales y de salud de los trabajadores en este tipo de oficio. En términos
generales, una de las mayores dificultades fue la disponibilidad de información sobre
este tema. Esta primera entrevista me permitió tener en cuenta ciertas coordenadas de
interpretación de las situaciones a abordar. Sin embargo, el mundo del cortadero se
manifestó en las sucesivas visitas a la zona.
Por lo tanto, lo que advertí fue la fragilidad organizativa de algunas de estas
unidades productivas que guarda relación con las posibilidades de continuidad en el
tiempo, dinámicas relacionadas con la incorporación de trabajadores, etc. En especial
aquellas que se configuran a partir de la sola disponibilidad de dos recursos básicos: el
terreno y la familia. Se trata de pequeños emprendimientos que suelen iniciar la fabri-
cación de ladrillos, en algunos casos, como escisiones de otros de mayor tamaño y
capacidad productiva. Por lo general, funcionan de forma contigua y complementan el
proceso productivo de los anteriores. En ese marco se generan ciertos intercambios o
“arreglos” (de productos, herramientas y fuerza de trabajo) en términos de prácticas
de trueque. De esta manera, el espacio del cortadero crece y se extiende de manera
difusa, tanto en términos espaciales como en relación a la capacidad de la fuerza labo-
ral que los moviliza.
Con respecto a la caracterización precedente, cuando llegué a Punta de Agua 7
el recorrido inicial de la zona lo realicé junto a la trabajadora social del Centro de Sa-
lud del paraje. Desde la perspectiva de la profesional, en Punta de Agua se reconoce
una zona alta, en la cual se localiza la escuela, la iglesia y las viviendas más antiguas en
cercanía con el paraje conocido como La Juanita 8 y una zona baja, donde se concen-
tran los cortaderos, viviendas de familias que no trabajan en la fabricación de ladrillos
y campos cultivados. Avanzamos en el recorrido hasta una lomada que funcionaba
como divisoria del camino. Allí nos detuvimos y me señaló ese lugar para ubicar las
referencias del paraje. Hacia la derecha se visualizan tres casas con corrales de anima-
les y hacia el fondo de las mismas, se podía advertir un amplio terreno, sin vegetación,
con tierra seca y situado como en un pozo. A lo lejos se recortaban las pilas de ladri-
llos y unas casitas de techos de chapa de zinc, entre las cuales sobresalía nylon negro,
con ladrillos que oficiaban de sostén de esa estructura. El primer croquis que confec-
cioné lo realicé de acuerdo a estas indicaciones y consigné en mi primer registro de
campo lo siguiente:
7 Uno de los aspectos centrales de estos parajes es que se encuentran alejados de los centros urbanos (tanto
del mismo Municipio de Malagueño como de otras ciudades vecinas) y su accesibilidad es dificultosa.
8 La Juanita es un yacimiento minero que integra el sistema de las canteras de caliza características de esta
región.
280
Vida cotidiana, trabajo y migración… C. I. ORTIZ
las casas lucían cercanas, más no juntas. Dispersas pero formando una
hilera que acompañaba la calle de tierra por donde transitábamos. No se
observan medianeras entre los terrenos de las viviendas. Una depresión
del terreno se ubica en el centro de ese espacio y las casitas parecen for-
mar una corona. Es sorprendente el tamaño de ese pozo. En ese pozo
enorme se pueden reconocer montículos de ladrillos, bultos de nylon ne-
gro y una especie de hornos similares a los hornos de pan pero de un
tamaño mayor. A lo lejos de escucha el motor de un tractor y dos hom-
bres están revisando el horno. En el mismo predio se puede observar
una mujer lavando la ropa en fuentones plásticos.9
Luego, con el avance en la realización de las entrevistas, estas zonas (alta y ba-
ja) eran una referencia espacial constante en las narraciones y aludían a los contextos
a través de los cuales se organizaban las relaciones vecinales. En esta ocasión no me
referiré a ellas, si bien son parte de las categorías en las cuales se puede analizar la
trama de la vida cotidiana de la zona, junto a las correspondientes al ámbito domésti-
co, laboral y de tiempo libre.
Retomando mis registros en torno al lugar del trabajo integrado por el pisade-
ro de barro, la cancha de secado y el horno, se suelen ubicar las viviendas de la familia.
Así, a partir de la observación de estos ámbitos, la organización del trabajo y la vida
doméstica de los cortaderos, emergen diversas conexiones temporales y espaciales que
modelan su cotidianidad. Estas interconexiones muestran a las prácticas diarias orga-
nizadas por la predominancia de la espacialidad del trabajo en el cortadero. ¿Qué resul-
taba significativo de esa situación? Primero, la abrumadora monotonía de las rutinas
del proceso de trabajo y de los hogares. Segundo, aparentemente, en la sucesión de los
días iguales, llenos de silencios, de sufrimientos escondidos no se observaba algo signi-
ficativo, es decir, “acontecimientos” que irrumpieran en esa continuidad. Sin embargo,
ahí se encontraba el problema de mi interpretación.
Esa cotidianidad que se anclaba en prácticas espaciales cuasi fijas, confrontaba
con la espacio-temporalidad de lo urbano (que convive con estos escenarios a unos
pocos kilómetros de distancia). Como investigadora y observadora externa mis pro-
pias categorías de referencia para analizar estos escenarios estaban constituidas por el
espacio urbano: los movimientos que realizan las personas que se van de sus hogares a
sus lugares de trabajo, de los espacios de tránsito, la fragmentación de las prácticas y
las discontinuidades de las temporalidades impuestas por la vida laboral y doméstica
escindida. En cambio, en el cortadero, la complejidad se urde entre las prácticas coti-
dianas (laborales-domésticas), los tiempos que demanda la producción de los ladrillos
y la espacialidad que las fija o anuda. Una actividad caracterizada por el uso de la fuer-
za laboral de manera intensiva, de prolongada jornadas laborales y que transcurre en el
mismo lugar. Se trata de “estar ahí” y de “unir los esfuerzos” de los integrantes de la fami-
lia para “sacar adelante”, esa producción que, de temporada en temporada, podría gene-
rar ingresos suficientes para el mantenimiento del grupo o tal vez, no.
9 Registro de Observación Nro.1 realizado el día jueves 17 de Noviembre del año 2008.
281
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
10Esta categoría es recuperada por Lindón de la primera época de la obra de Alain Touraine (1965) y de
Chombart de Lauwe (1963).
282
Vida cotidiana, trabajo y migración… C. I. ORTIZ
A modo de cierre
Bibliografía
283
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
284
XXIX
UNA MIRADA DESDE LO POSTCOLONIAL Y LA
OTREDAD ACERCA DE LOS MIGRANTES
BOLIVIANOS EN RÍO CUARTO. REFLEXIONES
SOBRE EL DOCUMENTAL EL ‘IMPERIO DE
LOS COLORES’
María Noelia Galetto - Mariana Jesica Lerchundi
Universidad Nacional de Río Cuarto
noeliagaletto@hotmail.com - marianalerchundi@gmail.com
1. Introducción
1 “En dos años se duplicó la comunidad boliviana que vive en la ciudad Diario Puntal”, Puntal, Río Cuar-
to, julio de 2009. Dirección URL: http://www.puntal.com.ar/notiPortal.php?id=28241 (Consulta: 15 de
mayo de 2013).
285
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
2 Con un documental retratan la vida de inmigrantes bolivianos, Puntal, mayo de 2010. Dirección URL:
http://www.puntal.com.ar/noticia_ed_anteriores.php?id=80174 [Consulta: 15 de mayo de 2013].
286
Una mirada desde lo postcolonial y la otredad… M. N. GALETTO y M. LERCHUNDI
287
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Cabe destacar que los migrantes bolivianos son los únicos que se identifican
como colectivo porque crearon su propio barrio, mantienen sus costumbres, consoli-
daron en reclutamiento mediante redes migratorias, fortalecieron su territorio y gene-
raron riqueza. Mantienen escaso contacto con el resto de la sociedad riocuartense.
En síntesis, a través de las diferentes historias se reflejan situaciones de discriminación
y vulnerabilidad; y un gran esfuerzo, por parte de algunos migrantes bolivianos para
que su cultura sea reconocida y respetada.
288
Una mirada desde lo postcolonial y la otredad… M. N. GALETTO y M. LERCHUNDI
289
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
ido cambiando sus objetos de estudio, teorías, métodos y técnicas; por lo que se pue-
den diferenciar tres momentos claves de la Antropología en Europa y Estados Unidos:
la construcción de la otredad por la diferencia, por la diversidad y por la desigualdad
(Boivin et.al 1999). A continuación se explican brevemente cada uno de esos perío-
dos.
a) Construcción de la otredad por la diferencia: A fines del siglo XIX el evolu-
cionismo fue el modelo paradigmático de la construcción de la otredad por la
diferencia, es decir, las diferencias entre los hombres se pensaron como ‘dife-
rencias culturales’ (Boivin et.al 1999). Se retoman las obras de Tylor 1871) y
Morgan (1871) con la finalidad de describir y explicar las características princi-
pales del primer período de la Antropología. Desde esta perspectiva, la otredad
frente al ‘nosotros’ es anterioridad, ausencia o incompletud; confusión total o
parcial.
b) Construcción de la otredad por la diversidad: Este momento está marcado por
el período entre guerras (1918-1946), en el cual las teorías relativistas se pre-
ocupan por mostrar que, si bien las culturas son distintas entre sí, a su vez, son
equivalentes, y en consecuencia, diversas. Durante este período, se comenzó a
emplear el término ‘diversidad’ entendida como variedad, abundancia de cosas
distintas, y se utiliza para explicar la construcción de la otredad a partir de dos
teorías, que reaccionaron contra el evolucionismo: el funcionalismo con Mali-
nowski, y el estructuralismo con Lévi-Strauss (Boivin et.al 1999).
Por un lado, desde el enfoque funcionalista, para Malinowski (1976), la diver-
sidad es un hecho que se puede constatar empíricamente y que expresa la hete-
rogeneidad de modalidades culturales de la vida humana. Para Malinowski, el
‘nosotros’ se caracteriza por ser complejo y especializado; en cambio, el mun-
do de los ‘otros’, por la generalización (Boivin et.al 1999). Por otro lado, se en-
cuentra la teoría estructuralista, representada por Lévi-Strauss (1984), quien en
sus obras vincula la noción de diversidad con la unidad y la diversificación.
c) Construcción de la otredad por la desigualdad: Es el momento, que se sitúa
cronológicamente después de la Segunda Guerra Mundial y se caracteriza por
los aportes del marxismo a la Antropología, teoría que permitiría dar una pri-
mera explicación acerca de la desigualdad cultural y la dominación -de Occi-
dente sobre las culturas dominadas. El cambio de perspectiva de pasar de pen-
sar a la diversidad cultural como desigualdad se debió a las transformaciones
de las sociedades ‘primitivas’ en sociedades ‘complejas’, a causa de la situación
colonial, los procesos de descolonización y la situación postcolonial; hechos en
los que prevaleció siempre una relación de dominación. Así, el neomarxismo -
en tanto corriente antropológica- comienza a tener mayor fuerza para explicar
la otredad cultural a partir de la desigualdad (Boivin et.al 1999).
Por medio de lo expuesto acerca de las teorías de otredad, se puede decir, que
en el cortometraje se refleja la relación nosotros (sujetos locales) – otros (sujetos mi-
grantes). Relación que no sólo surge del contacto cultural sino que además se refiere
constantemente a él. En este caso particular, ‘los otros’, es decir, los migrantes bolivia-
nos son vistos y considerados como extraños y ajenos, debido a que poseen una cultu-
290
Una mirada desde lo postcolonial y la otredad… M. N. GALETTO y M. LERCHUNDI
ra, una tradición y un modo de vida ‘diferente’ a la del ‘nosotros’. A través de las histo-
rias que se narran en el video, los migrantes bolivianos expresan cómo, muchas veces,
sus prácticas culturales son desvalorizadas al ser consideradas ‘diferentes’ y, a su vez,
los deseos que tienen de que ‘su cultura’ sea conocida, valorada, aceptada e integrada a
la cultura local. Por medio de sus historias, Simón, Fidel y Omar comentan algunas
experiencias o situaciones en las que están presentes ciertas relaciones de dominación
de algunos ciudadanos locales hacia ellos. Los migrantes bolivianos relatan que vivie-
ron situaciones de preeminencia de la cultura del país de llegada, a partir de las rela-
ciones asimétricas que ocurren entre ambos grupos, por ejemplo, en el trato cotidiano
hacia ‘ellos’, en la desvalorización y desconocimiento de sus creencias, costumbres,
actividades económicas y modos de vida. En este caso se presentan relaciones de po-
der y de dominación entre grupos culturales diferentes. Cabe señalar que en la relación
de otredad que se construye entre diversos grupos siempre los ‘otros’, los ‘diferentes’
son invisiblizados y considerados inferiores frente a la sociedad local -como suele
ocurrir con la comunidad boliviana en la Ciudad de Río Cuarto.
El documental aquí analizado -a través de las tres historias que refleja- invita a
reflexionar sobre las experiencias de vida y los sufrimientos que ‘padecen’ tres sujetos
migrantes bolivianos. Al mismo tiempo, el cortometraje exhibe caracteres propios de
la cultura boliviana como la celebración típica que realizan todos los 6 de agosto o las
reuniones en la cancha los días domingo. Con el relato de Simón, uno de los protago-
nistas del film, claramente, se puede observar la necesidad de mostrar su propia cultu-
ra para que el resto de los sujetos locales conozcan las costumbres, los significados y
prácticas culturales de este grupo de migrantes.
4. Consideraciones Finales
291
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
les ‘diferentes’ y por lo tanto opuestos. En consecuencia, los ‘otros’ -la mayoría de las
veces- no son reconocidos ni considerados por la sociedad local.
A partir de la realidad descripta, se considera que, para modificar paulatina-
mente estas situaciones que afectan a la comunidad boliviana, y lograr una mejor con-
vivencia sería necesario trabajar de manera conjunta conociendo, valorando, com-
prendiendo y encontrándose con el ‘otro’ para lograr un auténtico intercambio y un
enriquecimiento mutuo que favorezca al desarrollo de una sociedad más justa e iguali-
taria.
Referencias bibliográficas
292
Una mirada desde lo postcolonial y la otredad… M. N. GALETTO y M. LERCHUNDI
Documentos
293
XXX
PROCESOS INTERCULTURALES:
EXTRATERRITORIALIDAD Y
DESTERRITORIALIZACIÓN EN LA LITERATURA
CONTEMPORÁNEA
Silvia Cattoni
Universidad Nacional de Córdoba
cattonisilvia@gmail.com
Introducción
295
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1Contrariamente a las opiniones generalizadas que reconocen a W. von Humboltd la creación de la lin-
güística moderna, hay quien piensa que fue Herder con su texto Tratado sobre el origen de la lengua (de 1770
pero publicado en 1772) quien marcó en la historia de la filosofía una nueva interpretación del lenguaje
en tanto considera a la lengua como expresión de la naturaleza especifica del hombre.
296
Procesos Interculturales: Extraterritorialidad y Desterritorialización… S. CATTONI
2 Juan Rodolfo Wilcock (1919-1978) escritor argentino vinculado al grupo Sur que en 1957 se radicó
definitivamente en Italia. Luego de una importante producción en español en la que se destaca la poesía,
produjo en italiano una importante obra en la que se destaca sobre todo la narrativa.
3 Héctor Bianciotti (1930-2012) escritor y crítico literario argentino radicado en Francia. Vivió desde 1961
en París, en 1981 se naturalizó francés y al año siguiente dejó de escribir en español. Fue el único miem-
bro de la Academia Francesa procedente de un país hispánico.
4 Tanto en su autobiografía como en distintas entrevistas Bianciotti señala, una y otra vez, la naturalidad
297
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
298
Procesos Interculturales: Extraterritorialidad y Desterritorialización… S. CATTONI
8 Una detallada referencia de esta nueva y compleja realidad cultural es ofrecida por Armando Gnisci en el
libro sobre el fenómeno migratorio y la literatura italiana de hoy: Nuovo Planetario Italiano. Geografia e anto-
logía della letteratura della migrazione in Italia e in Europa, Enna Citta aperta Edizioni.
9 Adrian Bravi escritor argentino de lengua italiana. Su familia se radicó en Italia a finales de la década de
los ’80 como consecuencia de los problemas sociales y económicos de Argentina en esos años. Estudió
filosofía en la universidad de Macerata, actualmente es bibliotecario en Recanati.
10 Milton Danilo Fernández es un actor, director teatral y escritor uruguayo radicado en Italia. Ha escrito
Fattebenefratteli (2001, Premio concorso Terre di mezzo), Versi randagi (Gedit, 2004, Primo premio Dipar-
timento di Italianistica dell’Università di Bologna), Bracadà (Mangrovie Edizioni, 2008), L’Argonauta (Ra-
yuela Edizioni 2010), Sapessi, Sebastiano... (Rayuela Edizioni, 2011), Per arrivare a sera (Rayuela Edizioni
2012), Sua maestà Il Calcio (Rayuela Edizioni 2013).
299
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
300
Procesos Interculturales: Extraterritorialidad y Desterritorialización… S. CATTONI
ción, el estudio del cambio de lengua permite señalar los nuevos contextos de alteridad
y las nuevas zonas de contacto intercultural presentes en las literaturas nacionales e
impugnando en ellas toda ilusión de homogeneidad.
Radicados en Italia desde la década del ’80 y con un ritmo sostenido de escri-
tura literaria, Adrian Bravi y Milton Danilo Fernández constituyen un reflejo de las
transformaciones sociales en acto. Ellos representan este nuevo tipo de escritor que
como señala W. Mignolo es capaz de escribir
Conclusión
301
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
fenómenos migratorios que caracterizaron el fin del siglo XX. Su ocurrencia favorece
zonas de contacto que impugna los paradigmas culturales esencialistas. En estos nue-
vos contextos el cambio de lengua redefine la identidad de los sistemas literarios na-
cionales a la luz de nuevas tradiciones a la vez que cuestiona concepciones literarias
inherentes a la alta cultura. La conformación de nuevas geografías lingüísticas en el
interior de una nación producto de las transformaciones sociales de las últimas déca-
das coloca la práctica literaria no sólo como objeto de estudio artístico sino como
objeto de análisis de las diferentes prácticas sociales.
Bibliografía
302
Procesos Interculturales: Extraterritorialidad y Desterritorialización… S. CATTONI
303
XXXI
PALABRAS MIGRANTES. VER AL OTRO A
TRAVÉS DEL IDIOMA OTRO. DIÁLOGOS
INTERCULTURALES E INTERLITERARIOS
ENTRE RENOVACIÓN E INTEGRACIÓN
Massimo Palmieri
Universidad Nacional de Córdoba
palmassimo@hotmail.com
Introducción
305
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Abismos y puentes
el polaco decía algo sabio: el hombre tiene un abismo inmenso que sal-
var, y éste no consiste más que en el espacio existente entre un hombre y
otro. Maximiliano Mariotti, en unos de sus cuentos de 10 de Guerra,
sostiene algo parecido que me parece clarísimo: “hay un abismo entre dar
y recibir, y el abismo más angosto es el más difícil de salvar” (Vidal s/f).
306
Palabras migrantes. Ver al otro a través del idioma otro… M. PALMIERI
He aquí que el abismo más angosto entre dar y recibir se hace insalvable. No
hay posibilidad de salvación, de rescate si no es a través del sacrificio que no deja hue-
llas, quedando incomprensible para quien lo recibe. El gesto noble no es otra cosa que
un deseo de acercarse al otro, de cruzar la frontera entre seres humanos condenados a
no entenderse.
Como afirma Bajtin (2011), a través del intercambio literario las sociedades
hablan entre sí, dialogan buscando palabras siempre nuevas en una polifonía de dis-
cursos. Si la palabra es el instrumento príncipe de la comunicación reflexiva humana,
la literatura es su máxima representación tanto a nivel estético como expresivo y por
ende un espacio de intercambio simbólico de enorme potencialidad.
Los cuentos de Mariotti levantan puentes entre mundos lejanos y cercanos al
mismo tiempo. El escritor revive su guerra y la de otros, de varios individuos y otros
tantos pueblos. La absurda máquina bélica sirve de referencia para echar una mirada a
360 grados entre las miserias humanas y el destino y busca su forma en un idioma que
no es el suyo.
El juego creativo
307
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Integración y renovación
Bravi abandona sus lugares para plasmar con la lengua su nuevo lugar. Pero
volviendo al abismo infranqueable de Mariotti y desplazándolo de lo humano a lo
lingüístico se puede llegar a afirmar que la proximidad lingüística deja hendiduras pro-
fundas difíciles de descifrar. En este espacio vale la pena moverse y buscar indicios y
sugerencias.
Como en la idea de rizoma de Deleuze-Guattari (1980), la dialéctica próxi-
mo/lejano se hace particularmente intrincada y no sistemática. La proximidad lingüís-
308
Palabras migrantes. Ver al otro a través del idioma otro… M. PALMIERI
tica y los vericuetos interpretativos que ella determina se unen a una lejanía geográfica
y de fuerte asimetría en donde el imaginario colectivo europeo queda atrasado y atra-
pado, atrasado en caminos de viejos estereotipos que quitan profundidad a la com-
prensión del otro y atrapado en una maraña de estímulos de fácil atracción hacia lo
exótico que sabe a naturaleza, a emoción, a sensualidad. Así se explica en parte el éxito
del tango en Italia.
Puede ser útil a este punto retomar contacto con una realidad que pertenece a
un proceso que nació mucho antes, cuando el flujo migratorio era al revés, desde Eu-
ropa hacia América. Mariotti ha sido parte de ese movimiento, de su manera de sentir,
de sus esperanzas y decepciones y elige el idioma del país huésped para tratar de ex-
presar realidades tan distintas. En otro cuento de 10 de guerra describe cómo una bom-
ba destruyó el cementerio de un pueblo. La danza entre lo macabro y lo humorístico
de los esqueletos revoloteando en el aire bajo el bombardeo es una suerte de surreal
Spoon River donde junto a las bombas estalla la realidad y lo absurdo de la guerra. El
título es emblemático: “Cuento a mi hijo para que nunca juegue a la guerra”.
Los esqueletos danzantes toman actitudes y poses de su vida pasada; el viejo
cura, por ejemplo, parece bendecir en el aire y otros hacen reverencias. Lo absurdo se
hace metáfora perfecta de la guerra, pero es curioso también notar cómo los nombres
quedaron en italiano cuando la lengua que los hace revivir es el castellano. Otra vez
proximidad y lejanía, tentativo de acercar en búsqueda tal vez de un lenguaje universal
que sepa franquear fronteras. Las palabras clave del episodio narrado por Mariotti son
quizás arraigo, guerra, absurdidad, conjunto de palabras que indican una realidad que
supera lo surreal. Las palabras clave de la novela de Bravi pueden identificarse en ob-
sesión, búsqueda, absurdidad, palabras que indican una realidad que supera al hombre.
Absurdidad es una de las palabras que hacen de nexo entre los dos mundos,
entendidos ya sea como contexto espacio temporal ya sea en cuanto fronteras se-
miosféricas.
Conclusión
Mientras la guerra de Mariotti sirve para subrayar una condición humana es-
clava de lo absurdo, para describir un mundo en donde se multiplican los abismos
infranqueables entre seres sólo aparentemente unidos en un destino común, el perso-
naje de la novela de Bravi se encuentra de repente agobiado por la absurdidad de lo
cotidiano y frente a la caída de sus defensas, elige huir hacia Laponia.
Sin embargo su viaje termina en una gruta escondida en los bosques no muy
lejos del lugar de donde había huido, donde se transforma a su pesar en una especie de
santo ermitaño al que la gente acude para curar sus enfermedades tocándole los pocos
pelos que le adornan la cabeza. El protagonista pasa de una situación absurda a otra y
termina con emprender una vez más la fuga hacia espacios lejanos.
En esta novela Bravi transforma la dramaticidad en una suerte de humor sutil
e irónico que se adapta como un perfecto molde a su manera de manejar el idioma,
como si fuera un juego muy serio, es decir con la curiosidad de un niño y el atrevi-
miento de un experimentador, demostrando un notable avance con respecto al estilo
de La pelusa, su trabajo anterior ya mencionado.
309
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
En ambas novelas los personajes son marginados por sus obsesiones, pero en
Il riporto el drama se hace comedia al mismo tiempo en que la lengua se deja plasmar
por la intervención de un escritor en condiciones de jugar a hacerla propia.
Los cuentos de Mariotti son hijos de tiempos distintos, de la necesidad de
contar una vez más el horror para exorcizarlo de alguna manera; los abismos se crean
para que alguien encuentre la forma de construir puentes. El idioma que Mariotti usa
es parte de un proceso en donde el juego todavía no está permitido porque el fracaso
de la modernidad se puede ver a partir de mundos alternativos pero no a través de una
materia alternativa. El instrumento lingüístico tiene reglas dictadas a las que no sirve
enfrentarse.
Las novelas de Bravi, en cambio, esconden detrás de su liviandad y minima-
lismo una urgencia de encontrar alternativas expresivas que intervienen más sobre la
materia misma, o sea la lengua, que sobre la historia.
En los dos casos nos encontramos en plena frontera semiótica, en un lugar
privilegiado de diálogo entre culturas a través del texto literario que por cierto repre-
senta también un espacio de enorme interés para el estudio en clave comparatista de
nuevas narraciones en las cuales van formándose nuevos discursos sociales entre inte-
gración y renovación.
Bibliografía
BAJTIN, Mijail, Estética de la creación verbal, Buenos Aires, Siglo XXI, 2011.
BARBETTA, María Cecilia, Änderungsschneiderei Los Milagros, S. Fischer, Frankfurt am
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BRAVI, Adrián N., Il riporto, Roma, Nottetempo, 2011.
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Paris, Les Éditions de Minuit, 1980.
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STEINER, George, Extraterritorial, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2009.
VIDAL, Gabriela Andrea, “Juan Carlos Alarcon: identidad y literatura social”, Espacio-
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dal_gabriela/juan_carlos_alarcon.htm [Consulta 6 de julio de 2009].
310
XXXII
DESANDANDO LA INTERCULTURALIDAD:
PROBLEMAS Y DESAFÍOS DERIVADOS DE UNA
EXPERIENCIA DE INTERVENCIÓN
Paula Ayelén Sánchez Marengo - Truyitraleu Tappa - Milva Natalí Valor - Iván Zgaib
Área Política, Cultura e Interculturalidad - Programa Multiculturalismo, Migraciones y Desigual-
dad en América Latina - Centro de Investigaciones y Estudios sobre la Cultura y la Sociedad-
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - Centro de Estudios Avanzados -
Universidad Nacional de Córdoba
grupointerculturalidad@gmail.com
Hacia el año 2010, en el período inicial del área Cultura, Política e Intercultura-
lidad,1 el proyecto comenzó con la realización de observaciones y entrevistas, cuyo
311
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
312
Desandando la interculturalidad: problemas y desafíos… P. A. SÁNCHEZ M ARENGO ET AL.
docentes para conocer cuáles eran las preguntas, pensamientos, ideas, etc. que tenían
sobre las “efemérides”, término que pensábamos podría colaborar en el diálogo con
las maestras como bisagra entre sus intereses y los nuestros (intentando evitar hablar
de modo directo de “actos escolares”).
Comenzamos entonces con la lectura de textos conceptuales y otros descrip-
tivos sobre intervenciones, trabajos de campo, propuestas metodológicas y políticas
públicas llevadas adelante en torno a este tema. Así, nuestras preguntas fueron en-
focándose hacia cómo intervenir y qué perspectiva construir: cómo hacer que nuestro
planteo dialogue con los problemas sentidos como tales en las escuelas, cómo sugerir
interrogantes que acorten la distancia entre las formas de trabajar convencionales en la
academia y aquellas propias de la escuela, cómo interpelar a los docentes sin llevar a
cabo prácticas verticalistas y sin proponer unidireccionalidad de pensamiento. Respec-
to a la interculturalidad, nos preguntamos sobre las estrategias de la institución escolar
para incluir la diversidad cultural: cómo y por qué lo hace, así como también cuáles
son los riesgos de ese discurso y práctica. Comenzamos a pensar entonces la interven-
ción como un espacio de diálogo de reflexión y discusión sobre los ejes que mutua-
mente se reconocieran como necesarios, y en el que la experiencia de las docentes
tuviera un lugar importante. De esta manera, descartamos las ideas iniciales que pensá-
ramos como posibles instrumentos de intervención, como por ejemplo la producción
de un cuadernillo, que -reflexionamos luego- se proponía la transferencia de ciertos
contenidos seleccionados por el grupo de investigación sin participación de las docen-
tes. Así, comenzamos a pensar en otras herramientas que nos permitieran promover el
acercamiento desde la academia a la educación primaria.
Fue entonces a partir de la temática de interculturalidad que finalmente deci-
dimos realizar la intervención en una sola escuela, a modo de prueba piloto (dejando
abierta a futuro la posibilidad de repetir la experiencia en otras instituciones). Algunos
de los establecimientos con los que teníamos contacto experimentaban en aquel mo-
mento cambios institucionales, por lo que decidimos no tomarlas como espacios de
trabajo, quedando así como opción más viable la escuela Vicente Forestieri.
De esta manera, en el año 2012 ya comenzado el ciclo escolar, establecido el
contacto y explicitado el interés desde ambas partes, tuvimos algunas reuniones con el
equipo directivo de la escuela elegida. En estos encuentros fuimos definiendo conjun-
tamente los ejes que serían más factibles de ser abordados, las fechas tentativas y la
forma de inscripción de las docentes participantes. Cuando todo esto estuvo definido,
concurrimos algunos integrantes del grupo a una reunión de docentes que se realiza de
forma periódica. En esa ocasión, expusimos nuestra propuesta (verbalmente y por
medio de una presentación de diapositivas), con la intención de que se inscribieran
aquellas docentes que se sintieran interpeladas por la propuesta.
La intervención finalmente consistió en la realización de dos talleres llevados a
cabo después del horario de clases, y contó con la participación de las vice directoras -
en tanto encargadas de la difusión de los talleres-, las maestras que coordinarían el
acto del 12 de octubre y otras docentes. El primer taller, que tuvo lugar el 27 de sep-
tiembre del año 2012, giró en torno al tema de la “Interculturalidad”, con el objetivo
de discutir esta categoría en el ámbito de la escuela desde las concepciones y prácticas
cotidianas de las docentes. El taller se desarrolló a partir de dinámicas orientadas a
313
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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Desandando la interculturalidad: problemas y desafíos… P. A. SÁNCHEZ M ARENGO ET AL.
la fecha del 12 de octubre, lo cual se volvía evidente cuando las maestras criticaban
aquellos materiales que incorporaban símbolos o posiciones tradicionales y estereoti-
padas. Sin embargo, las diferencias se mostraban cuando las decisiones del cómo con-
tar el relato apuntaban a distintas perspectivas sobre las condiciones de desigualdad
que supone la interculturalidad y las posibilidades de igualdad a las que apuesta el pro-
yecto de la escuela. En este sentido, una de las docentes sostuvo que más allá de las
posturas institucionales respecto a la diversidad cultural, aún queda un vacío a llenar
para romper con la dinámica del acto a partir de la creación de “otra cosa con la mis-
ma fuerza”.
Como cierre del taller, después de compartir estas reflexiones, abrimos la po-
sibilidad de quedar en contacto, aportarles material y proyectar un proceso de acom-
pañamiento y asesoramiento por parte del grupo a las docentes, que en ese momento
principalmente demostraban necesidades prácticas e interés por los materiales alusivos
al 12 de octubre. También surgió la iniciativa de facilitar material bibliográfico para
quienes estuvieran interesadas en continuar la reflexión sobre la problemática tratada.
Para ello, se creó una casilla de correo con el propósito de tener una vía de comunica-
ción directa entre docentes y grupo de intervención. Como instancia de cierre de lo
trabajado en los talleres, asistimos a los actos escolares organizados por la escuela el 11
de octubre que celebraba “el último día de libertad de los pueblos originarios”,
haciendo un registro de los mismos.
Las lecturas teóricas sobre las cuales se apoyaron las discusiones hasta aquí
descriptas, abrieron el panorama para delinear una concepción particular de lo que
entendíamos por interculturalidad. Bajo este punto de vista, la definición teórica se
volvía entonces crucial para la construcción del objeto a abordar en la intervención.
En este sentido, los distintos autores trabajados (Briones 2002; Heras Monner Sans
2002; Blázquez 1996) apuntan a comprender el fenómeno de la interculturalidad desde
los procesos de alterización que se ponen en juego en las relaciones sociales. El lugar
desde el cual nosotros nos posicionamos como equipo, hace hincapié en subrayar
cómo las formas particulares de concebir y construir las relaciones entre grupos dife-
rentes no puede leerse si no es en una clave histórica, es decir, en tanto formas situa-
das de configurar dichas modalidades.
Teniendo esto en cuenta, apostar por un proceso de intervención supone con-
templar las maneras en que las relaciones interculturales se materializan entre los mu-
ros de la escuela de acuerdo a las dimensiones institucionales, socioeconómicas y cul-
turales que la atraviesan. Estos factores configuran el espacio sobre el cual decidimos
actuar. Así, las preguntas sobre el cómo intervenir tuvieron que estar siempre guiadas
por las condiciones específicas que hacen a la Escuela Vicente Forestieri. La experien-
cia de este proceso de investigación-intervención nos lleva a pensarlo como una ac-
ción situada y en contexto, en función del cual la problemática de la interculturalidad
adquiere rasgos específicos.
315
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
316
Desandando la interculturalidad: problemas y desafíos… P. A. SÁNCHEZ M ARENGO ET AL.
317
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
El aula aparece así como lugar conflictivo donde se ponen en juego diversas
situaciones desafiantes para las maestras, pero también como su lugar para hacer, don-
de se sienten cómodas y pueden introducir algunos cambios. A su vez, dicha práctica
docente parece transitar entre el proyecto institucional de “educación descolonizado-
ra” al que adhieren las maestras, y el cómo llevar adelante dicho proyecto en las situa-
ciones de diversidad que se dan en el aula con los alumnos o que se plantean hasta en
los mismos actos escolares.
3. Conclusiones
2Taller “¿Qué entendemos por interculturalidad?”, Escuela Vicente Forestieri, 27 de septiembre del año
2012.
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Desandando la interculturalidad: problemas y desafíos… P. A. SÁNCHEZ M ARENGO ET AL.
Bibliografía
BLÁZQUEZ, Gustavo, ¡¡¡Viva la Patria!!! Una etnografía de los actos escolares. Córdoba,
Tesis de Maestría. CEA, Universidad Nacional de Córdoba, 1996.
319
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
320
PARTE VI
POLÍTICAS PÚBLICAS, CIUDADANÍA,
ALTERIDAD Y EDUCACIÓN
XXXIII
LA NOCION DE “FORMACION PROVINCIAL
DE ALTERIDAD” PARA PENSAR LOS
PROCESOS DE INCLUSIÓN HABITACIONAL
EN LOCALIDADES CHAQUEÑAS
Cecilia Quevedo
Centro de Estudios Avanzados-Universidad Nacional de Córdoba
Universidad Nacional de Villa María - CONICET
quevedoceci@gmail.com
Introducción
1 Briones (1998a; 2005) propone llamar “neoliberalización de los estándares metaculturales hegemónicos”
al proceso por el cual la diferencia se convierte en un valor.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
2 La política habitacional escogida para el análisis intenta responder a problemáticas históricas como
acceso a la propiedad de la tierra, el déficit habitacional o las enfermedades endémicas ligadas al hábitat
como el Mal de Chagas. Son algunos elementos discursivos ineludibles a la hora de comprender cómo se
configura la cuestión indígena y la gestión de la vivienda social como tematización estatal en el presente
provincial. A la vez es fundamental introducir los factores socio-económicos contextuales como el mode-
lo productivo provincial en crisis, la obra pública estatal como el intento de crear puestos de trabajo, entre
otros.
3 En el caso de la provincia de Chaco, la gobernación encabezada por Jorge Capitanich desde el 2007 al
2013 por el partido Frente para la Victoria. El recorte temporal de la investigación enfatiza a partir del
2004 debido a que en ese año tiene sanción el Convenio Marco del Programa Federal de Mejoramiento
de vivienda (29 de julio de 2004) a la luz de la cual tiene implementación políticas provinciales focalizadas
para población indígena (dependientes del Instituto de vivienda provincial –IPDUV- y articulados a
Municipios). En este período, el gobernador la provincia de Chaco es Roy Nikich por la UCR (2003-
2007).
4 El Departamento Güemes se conoce como la región del “Impenetrable” por el contexto de monte. El
Impenetrable está constituido, entre sus localidades de tercera categoría (centros de población de hasta de
5.000 habitantes), por El Sauzalito, Misión Nueva Pompeya, El Espinillo, Miraflores, Castelli y Villa Río
Bermejito. En este proyecto de tesis el trabajo de campo se realiza en las localidades de El Sauzalito y
Misión Nueva Pompeya con población Wichí, y Villa Río Bermejito con población Qom.
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La noción de “formación provincial de alteridad”… C. QUEVEDO
5 La noción de aboriginalidad en esta autora, tomándolo de Beckett quien propone la categoría para el caso
australiano, expresa los procesos particulares de construcción de alteridad entendiéndolas como formas
históricas de construcción de grupos como “otros internos” permitiendo, de esta manera, poner en evi-
dencia las formas específicas de construcción de etnicidad por parte del Estado. Así, es posible problema-
tizar construcciones singulares en relaciones sociales que a partir de denominaciones como las de “indio”,
“indígena”, “aborigen”, “originario”; convirtiendo a la noción en una categoría central para el análisis de
realidades concretas y relaciones sociales de identidad/otredad como los que la presente tematización
pretende.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
6 Así, Briones (2005) propone dos puntos teóricos y metodológicos de partida para analizar las particula-
ridades que la estructuración del Estado-nación tuvo en Latinoamérica, a saber:
- Las construcciones de alteridad hegemónicas se van copiando con las particularidades y propios
matices según relación provincia/nación y provincia/alteridades internas.
- Variaciones de un mismo pueblo según distintas provincias. Las fronteras tienen capacidad performa-
tivas respectos a las subjetividades indígenas.
7 Esta perspectiva puede vincularse con una de las nociones analíticas de Briones: las geografías estatales de
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La noción de “formación provincial de alteridad”… C. QUEVEDO
diversidad interior” (Briones 2005:17). Es aquí donde la autora refiere visión tripartita de la estructura
federal: estado federal, estados provinciales y estados municipales. Paralelamente, a estos niveles Briones
les atribuye la misma lectura foucaultiana -y basándose en Stuart Hall- al entenderlos como formaciones
multidimensionales que condensan discursos y prácticas políticas en un hacer sistemático cuyo objetivo es
la regulación y normalización de lo social.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
8 El último Municipio en fundarse es el de El Espinillo en 2010, el cual antes era un paraje en dependen-
cia administrativa de Villa Río Bermejito y en vinculación social permanente (comercial o por servicios
públicos) con la ciudad de J. J. Castelli por cercanía geográfica y disponibilidad de medios de transporte.
Este municipio es el segundo en contar con un Intendente qom (y el tercero en la elección de un intenden-
te indígena luego de la experiencia de El Sauzalito con los intendentes de origen wichí Rogelio Herrera y
Romualdo Martínez), habiendo sido electo Ricardo Sandoval en las elecciones de 2011. En el departa-
mento, la ciudad de J. J. Castelli (cabecera departamental) y Miraflores son las únicas localidades de pri-
mera y segunda categoría respectivamente y no las contempla en el análisis.
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La noción de “formación provincial de alteridad”… C. QUEVEDO
329
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
10 Las expresiones “gente del intendente”/”no es gente del intendente” son también utilizadas para dar
cuenta por parte de los Wichí los procesos de identificación y diferenciación social en la localidad de
Nueva Pompeya (donde el intendente, por la UCR, es reelecto en cuatro gestiones en el cargo –periodo
1999-2003/2003-2007/2007-2011/2011-2015-; situación similar al intendente de El Sausalito y de Berme-
jito, ambos reelectos por tres gestiones -2003/2007-2007/2011-2011/2015-).
11 Es por ello, que Briones aclara la necesidad que la fue llevando a introducir el concepto de “economía
política de producción de diversidad cultural” (Briones 2001; 2005), a partir de una matriz de mayor
complejidad de alterizaciones y normalizaciones relacionadas con cuestiones estructurales.
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La noción de “formación provincial de alteridad”… C. QUEVEDO
12 La noción de “condiciones de habitabilidad digna” esta en estrecha relación con el expresión “casa
digna”, que como ideologema, sustituye a la marginalidad por la membrecía de lo indígena dentro del
campo igualitario de la ciudadanía.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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La noción de “formación provincial de alteridad”… C. QUEVEDO
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
14 Siguiendo a Tamagno (2001), esto no implica que los ámbitos del campo y de la ciudad sean realidades
separadas, una tradicional, la otra moderna; una resistiendo al cambio, otra basándose en él sino que las
tendencias y contradicciones de una determinada formación social se manifiestan tanto en las áreas rura-
les como urbanas.
15 En la realización del trabajo de campo se puede constatar que un gran porcentaje de viviendas, (reco-
nocibles por las características arquitectónicas: una piecita pintada de colores llamativos) ha sido en su
mayoría realizada en las plantas urbanas no sólo de Bermejito sino de Nueva Pompeya y fundamental-
mente en El Sauzalito. A partir de comparar las tres localidades, se llega a la hipótesis de trabajo de que
existen tres lógicas de construcción de las viviendas dependientes de los Estados locales: Caso 1: lógica
espacial de sectorización indígena (Barrio Nuevo y Barrio Norte en Villa Río Bermejito); Caso 2: lógica
espacial de “integración” al indígena (viviendas “entreveradas” entre indígenas y no-indígenas en El
Sauzalito); Caso 3: Lógica espacial mixta (en el Barrio wichí y en las 20.000 hectáreas de propiedad indí-
gena comunitaria que contornea la planta urbana en Nueva Pompeya).
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La noción de “formación provincial de alteridad”… C. QUEVEDO
Reflexiones finales
16En la realización del trabajo de campo en Misión Nueva Pompeya, no se pudo acceder a los documen-
tos pero en una actividad exhaustiva de mapeo de viviendas estatales con informantes claves se notó que
en el caso de las viviendas del programa Mejor Vivir II (que formalmente suponía la construcción de
comedor-cocina y dos habitaciones) fueron construidas de dos maneras: para aborígenes wichí en las
20.000 hectáreas de propiedad comunitaria, y son sólo una habitación, y para los criollos en la planta
urbana con la tipología esbozada desde el programa federal (Mejor Vivir II, 28 de Octubre de 2010, Reso-
lución 1030/2010 – Secretaria de Obras Públicas de la Nación).
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bibliografía
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La noción de “formación provincial de alteridad”… C. QUEVEDO
337
XXXIV
LAS “ÁREAS DE DESARROLLO INDÍGENA” EN
CHILE: UNA OBSERVACIÓN CRÍTICA DESDE
LOS APORTES DE HABERMAS Y DUSSEL1
Victoria Rivera Ugarte1 - Francisca Gómez Lechaptois2
1 Universidad Santo Tomás – Pontificia Universidad Católica de Chile
2 Universidad Alberto Hurtado – Pontificia Universidad Católica de Chile
victoriaru@gmail.com - fjgomezl@uc.cl
Introducción
E ste artículo busca responder a la pregunta por la forma en que los principios
normativos que han marcado el horizonte de las políticas públicas de los últi-
mos años en Chile –como participación, derechos e integración– han sido
traducidos por la política indígena, específicamente las Áreas de Desarrollo Indígena
(ADI), definidas como
Este análisis se realizará desde dos teorías éticas que permiten efectuar un
análisis crítico particularmente de la dimensión normativa de las policies: la teoría haber-
masiana y la teoría dusseliana. Éstas han sido operacionalizadas por las autoras en sus
respectivas tesis de posgrado en la forma de principios de análisis de política pública
(Rivera 2010), y que ahora se transforman en una serie de preguntas que interrogan en
un nivel de mayor concreción a la política pública.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
puede ser interpretado como una expresión del proceso decolonización del mundo de
la vida por parte de sistemas sociales. Aquí y en el marco del proceso de moderniza-
ción del Estado, los procesos políticos se han tecnificado, encontrando como espacio
privilegiado de validación la racionalidad estratégica y técnica 3.
Ante esto, toma relevancia la ética deliberativa, que ofrece principios que
permiten evaluar la validez de las normas, lo que en el proceso chileno ha sido esca-
samente incorporado a las políticas. Específicamente, esta ética ofrece dos principios,
el dialógico (“D”) y el universalista (“U”), desde donde es posible testear las condicio-
nes para que en la política pública los afectados puedan participan en un diálogo simé-
trico, donde cada cual sea reconocido como un interlocutor válido, es decir, con capa-
cidad de argumentación; además de observar si a la política pública subyacen proce-
dimientos que permitan la ponderación de consecuencias, respectivamente (Habermas
2000). En el horizonte de superar la perspectiva monológica y subjetiva, incorpo-
rando el diálogo y entendimiento, para la política pública esta teoría abre una mirada
crítica que exige que las decisiones públicas trasciendan las burocracias estatales e
incorporen a actores diversos de manera simétrica y con perspectiva universalista,
relevante para el trabajo en un contexto plural.
Así, en consideración de los principios U y D, es posible observar analítica-
mente algunos elementos subyacentes a las ADI, cuya interpretación se operacionalizó
a través de los elementos que se presentan en el apartado siguiente.
2 Además de las obras citadas en esta ponencia, ver los aportes conceptuales de Serrano y Raczinsky
(1998) o la mirada evaluativa de Fernández y Ordoñez (2007).
3 Para observar el énfasis técnico que el proceso de modernización del Estado ha tenido, ver:
http://www.modernizacion.gob.cl/nuestra-agenda/
4 Los Comités de Coordinación Zonales, COZ están conformados por el Intendente, Gobernadores y
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Las “áreas de desarrollo indígena” en Chile… V. RIVERA UGARTE y F. GÓMEZ LECHAPTOIS
implica esto desde la ética dialógica? Que los afectados no participan directamente,
sino a través de representantes, donde el proceso de validación de su elección no es
aludida por el programa. A su vez, éstos se ponen en diálogo en un espacio donde la
voz mayoritaria corresponde a funcionarios públicos no elegidos democráticamente 5.
Finalmente, las iniciativas nacen de las comunidades, pero deben ser aprobadas por un
equipo técnico, quienes en última instancia determinarán la realización o no del pro-
yecto.
Respecto al “uso del discurso como medio de interacción” éste estará presen-
te cuando la política contemple un espacio formal y permanente para su construcción,
donde los principios de funcionamiento estén basados en la universalidad y discurso, a
partir de los cuales se construyen normas, recogiendo la argumentación y capacidad de
consenso y deliberación colectiva por parte de los actores involucrados.
Para su observación, se consideraron preguntas como: los afectados por las
decisiones ¿qué medios disponen para comunicar sus visiones de mundo?; estos me-
dios ¿son inclusivos para que todos los afectados puedan formar parte de las decisio-
nes pertinentes a la política, considerando factores culturales, idiomáticos, geográficos,
etáreos, de género, etc.?; ¿forman parte de los procedimientos contemplados por la
política, o más bien irrumpen desde afuera?
En efecto, los procedimientos que desde la ley determinan los medios de co-
municación son los Consejos Directivos de las ADI y los COZ, donde hay un predo-
minio de actores estatales validados por la razón técnica, señalándose que “establecen
nítidamente los organismos del Estado que deben participar pero en ningún caso se
hacen cargo de los mecanismos de participación indígena” (Asesorías para el Desarro-
llo 2005). Existen además mecanismos externos de coacción al diálogo, dadas por
líneas de desarrollo definidas antes de que se constituyan estos espacios de participa-
ción (Espinoza 2007:6). Por otra parte, los planes participativos deben pasar por una
evaluación técnica, siendo esta racionalidad la que determinará que las decisiones de
los actores involucrados se traduzcan en prácticas efectivas. Con esto, la diversidad de
argumentos queda solapada por un aparente consenso basado, en realidad, en la racio-
nalidad instrumental que predomina desde la burocracia estatal, dejando en segundo
plano el diálogo orientado al entendimiento.
5 La excepción aquí son los alcaldes, quienes según la legislación chilena, pasan por un proceso de elec-
ción popular cada cuatro años. Sin embargo, éstos representan intereses no sólo de las comunidades
indígenas, sino de la población en general que habita una comuna.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Al respecto, se observa que las ADI se implementan desde una estructura pi-
ramidal y centralizada, destacando el rol de los técnicos por sobre los ciudadanos.
Específicamente, el programa es operado desde la Secretaría Ejecutiva, la que actúa
desconcentradamente a través de las Unidades Ejecutoras Zonales presentes en cada
región que participa en el programa. Estas unidades son conformadas por un coordi-
nador y un equipo compuesto por técnicos y especialistas en las áreas de desarrollo
rural, administración financiera, además de promotores locales, quienes se coordinan
con funcionarios de las agencias co-ejecutoras en sus respectivas regiones y con las
administraciones locales. Esta estructura puede comprenderse si se considera que el
programa funciona en un marco de procedimientos determinado desde la lógica esta-
tal, que busca coordinar y focalizar una oferta de servicios ya definida.
En tanto la ponderación de consecuencias, se observará mediante la existencia
de un espacio discursivo abierto, las consecuencias positivas (oportunidades, produc-
tos a lograr, etc.) y externalidades negativas, para los diversos afectados, asociadas a la
política.
Se consideran espacios de información sobre estas consecuencias. Las pregun-
tas orientadoras aquí fueron: ¿la política incorpora criterios de ponderación de conse-
cuencias desde los afectados?; ¿la política considera las consecuencias que afectarán a
grupos no presentes, como generaciones futuras u otros impedidos de participar por
razones no posibles de controlar por la política, de participar?
Al respecto, se observa que sí existe una ponderación de consecuencias, pero
reducida a la evaluación técnica de los proyectos, los que si bien fueron formulados
por las comunidades a través de un proceso declarado como participativo, finalmente
son analizados y evaluados por los equipos regionales del Programa, y aprobados a
nivel regional por los (COZ).
En síntesis, puede reconocerse que el principio dialógico reconoce la capaci-
dad de habla de quienes forman parte de las instituciones formales de la burocracia
estatal, estableciéndose desde allí los procedimientos validadores para la política. Esto
puede comprenderse como una expresión de la democracia representativa en tanto
principio formal que enmarca esta política y, por añadidura, la generalidad de las polí-
ticas del país. Sin embargo, no se estarían entregando condiciones para que en los
contextos en donde se aplica la política, exista una comunidad de habla concreta que a
la luz de los principios “D” y “U”, den forma a un procedimiento con validez local y
contextual.
La mirada crítica que levanta Dussel a la ética dialógica, aun cuando bebe de
ella, se vincula al desconocimiento que esta teoría tendría del nivel material como nivel
ético originario, así como a la inexistencia de condiciones de simetría para el discurso
en el caso de las comunidades de víctimas. Desde esta vertiente, el nivel fundante de
toda relación es el encuentro con el Otro, un Otro que es siempre trascendente, que
no es una cosa ni un mero medio para la consecución de determinados fines, cuestión
clave a considerar si en relación a las ADI se afirma que ellas pueden ser pensadas
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Las “áreas de desarrollo indígena” en Chile… V. RIVERA UGARTE y F. GÓMEZ LECHAPTOIS
Toda política pública que tenga 'pretensión de justicia política' debe tener como contenido la
producción, reproducción y desarrollo de la vida humana en comunidad, en el largo plazo (fundamen-
tal). Para guiar el análisis, se formularon las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los obje-
tivos y ejes principales de la política?, ¿Incorpora la producción, reproducción y desa-
rrollo de la vida humana? ¿De qué forma lo hace?, ¿El desarrollo de la vida humana
está pensado en relación al individuo, grupo, y/o comunidad?, ¿Cuál es la noción de
desarrollo que subyace a la política?, ¿Quién o quiénes define(n) el contenido de la
política?, ¿Qué dimensiones y/o elementos del desarrollo de la vida humana se incor-
poran en la política?, ¿La política se piensa a corto, mediano y/o largo plazo? En el
nivel crítico, las preguntas se repiten al nivel anterior, a él se accede cuando la respues-
ta a dichas preguntas habla de un no cumplimiento del principio: Una política pública
injusta es aquella que no permite la producción, reproducción y desarrollo de la vida de los afectados,
en el largo plazo (crítico).
Respecto a la producción, reproducción y desarrollo de la vida de los pueblos
indígenas, la ley establece que las ADI están orientadas al “mejoramiento de la calidad
de vida de las personas de origen indígena” que habitan determinados territorios.
¿Qué significado tiene calidad de vida? Se precisa que el desarrollo propuesto en este
marco se compone de crecimiento, acceso equitativo a mejores condiciones de vida y
superación de la pobreza; sumándose en este caso la solución a los problemas de tie-
rras y aguas y la afirmación de la propia identidad. Lo que no se incorpora –aun cuan-
do es la misma ley la que lo identifica como ‘estratégico’ para el desarrollo con identi-
dad, y aun cuando, leído dusselianamente es requisito para cumplir con el principio mate-
rial- es la idea de territorio, sin territorio no hay pueblo, sin territorio no hay identidad,
aun cuando esta política recurre una y otra vez a este último concepto como “condi-
ción de factibilidad y legitimidad” de la política6.
6 Cabe señalar que el borrador de discusión de la ley indígena en 1990 establecía los denominados “terri-
torios de desarrollo indígena”, sin embargo, finalmente en la discusión parlamentaria se decidió eliminar
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Toda política pública que tenga 'pretensión de justicia política' debe alcanzar su legitimidad
por la participación pública, efectiva, libre y simétrica de los afectados (fundamental). La política
sería interrogada a partir de las siguientes preguntas: ¿Qué mecanismos de participa-
ción establece la política? ¿Aseguran estos mecanismos una participación pública de
los afectados? ¿Aseguran estos mecanismos una participación efectiva de los afecta-
dos?, es decir, ¿una participación que incida en la toma de decisiones en la política?
¿Aseguran estos mecanismos una participación libre de los afectados?, es decir, ¿sin
coacción? ¿Existe un acceso al habla simétrico de los afectados?
A nivel crítico, una política pública que tenga pretensión de construir estructuras políticas
justas debe establecer un diálogo simétrico con las comunidades de víctimas (que pueden tener la forma
de movimientos sociales), acogiendo la exigencia de transformación de sus estructuras de dominación y
negación de la vida de las víctimas. De esta exigencia, emergen las siguientes preguntas a la
política: ¿Se establecen mecanismos de diálogo entre la política y los afectados? ¿Cuá-
les? ¿Cuál es el rol de los movimientos sociales u otros actores (que toman la figura de
comunidades de víctimas) en la política pública? ¿Cuál es el/los espacio/s de trans-
formación dentro de la propia política?
La ley reitera la importancia del protagonismo indígena en la forma de un de-
sarrollo con identidad “tal como lo definan las propias comunidades involucradas”.
Pero ¿cuáles son los mecanismos para concretar esta intención? La ley especifica res-
pecto de la participación: el derecho de los indígenas de mantener y desarrollar sus
propias manifestaciones culturales (art. 7); y la obligación de los servicios de la admi-
nistración del Estado de escuchar y considerarla opinión de las organizaciones indíge-
nas reconocidas en la ley (art. 34). Es decir, los organismos públicos están obligados
sólo a escuchar y considerar la opinión de las organizaciones indígenas pero ella no es
vinculante, siendo una participación más bien consultiva. Durston es claro al decir que
en la actual ley
la palabra territorio para incorporar la palabra “área” un término más técnico, neutro y con menos conte-
nido etnopolítico.
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Las “áreas de desarrollo indígena” en Chile… V. RIVERA UGARTE y F. GÓMEZ LECHAPTOIS
Por otra parte, que la política pública asegure la simetría de los participantes
significa hacer frente a la dificultad de incluir en la argumentación a aquellos ‘hablan-
tes’ que se ubican en la exterioridad y cuyo lenguaje no se corresponde con el del
‘oyente’ que es parte de la ‘comunidad de comunicación real’. Dificultad que se hace
evidente en políticas públicas que intervienen con comunidades indígenas, donde el
hablante (el indígena) no sólo se ubica en la periferia sino que además proviene de un
‘mundo de la vida’ distinto de aquél al cual pertenece el oyente (el ‘occidental’) (Bautis-
ta 1994).
Toda política pública que tenga 'pretensión de justicia política' debe tener en cuenta las con-
diciones lógicas, empíricas, ecológicas, económicas, sociales, etc. de la posibilidad real de su concreción
(fundamental). La pregunta clave que emerge es: ¿Ha sido formulada la política de
acuerdo a las condiciones lógicas, empíricas, ecológicas, económicas, sociales, etc.,
necesarias para su concreción?
Al establecer las ADI como espacios de focalización de políticas coordinadas
del Estado, la ley da condiciones legales para el funcionamiento de las mismas a través
de convenios generados entre CONADI y otros organismos públicos y privados. Asi-
mismo, existe –en teoría- un reconocimiento a la identidad de los sujetos de la política
como un factor importante para su misma concreción, además del incentivo -en el pa-
pel- del protagonismo y potenciamiento de las propias y autogestionarias capacidades de
los indígenas. Sin embargo, se debe considerar que “los objetivos del desarrollo de las
ADI y las estrategias para alcanzarlos se deciden en los ministerios y son coordinados
por ellos” (Durston 2002); además, no existirían mecanismos concretos de participación
que permitan la definición autónoma del contenido de la política también por parte de
los ‘beneficiarios’ de la misma. Lo cual evidentemente quita posibilidades de concreción
de la política.
Otra de las condiciones establecidas, es el uso racional de los propios recursos
naturales, humanos, económicos y culturales de los indígenas de modo de “dotarse así
de procesos sustentables”, y de la generación de “condiciones legales para que la ges-
tión territorial en zonas geográficas en las que habitan indígenas puedan ser realizadas
sustentándose en las formas particulares que tienen las culturas indígenas de relacio-
narse con su hábitat ecológico y social”. Sin embargo, la ley o sus instrumentos no
establecen cuales son dichas condiciones legales y de qué manera ellas aseguran el
respeto de las particularidades indígenas. Más aún, la ley sólo se limitaría “a proponer
la creación de las ADI estableciendo lineamientos mínimos para su declaración pero
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
3. Comentarios finales
El análisis efectuado permite afirmar en primer lugar que las teorías haberma-
siana y dusseliana cobran un nuevo sentido al ser utilizadas para la observación de polí-
ticas públicas. Ambas miradas constituyen un aporte en tanto iluminan la dimensión
normativa y no sólo técnica de las policies. Relevamos en este sentido el carácter crítico
de ambas posturas, desde Habermas en tanto instala principios contrafácticos para
observar el punto de vista moral que subyace a la política pública, y el lugar que ocu-
pan los afectados; desde Dussel en tanto permite pensar la política desde un locus de
enunciación distinto, ya no desde una perspectiva eurocéntrica que tiene pretensión
universal, sino desde la razón del Otro que irrumpe exigiendo el cumplimiento de
derechos negados. Ambos autores permiten incorporar al Otro no sólo como medio
para la concreción de determinados fines sino como un fin en sí mismo, como un
Otro que es siempre trascendente (Dussel) y puede ser visto como un interlocutor
válido (Habermas), y que por tanto, en el caso de la política pública no puede ser re-
ducido a meras categorías como la de ‘cliente’, ‘beneficiario’, o ‘indígena’, en este caso.
Así, en un análisis que incorpora una ética formal habermasiana, es significati-
vo integrar la dimensión del contenido, haciendo ver que –aun cuando son importan-
tes- no basta con el cumplimiento de principios formales (Habermas) sino primero
deben cumplirse principios materiales (vida). Éstos últimos marcarán un horizonte
crítico respecto a las condiciones concretas, pero debe reconocerse que el estableci-
miento de dicho horizonte tendrá un arraigo contextual ineludible, en este caso, vincu-
lado a los procesos socio históricos locales que enmarcan la relación establecida entre
el Estado y los pueblos indígenas. Por esto, frente al diagnóstico habermasiano de la
primacía y colonización de la racionalidad estratégica, se requeriría establecer puentes
comprensivos para su aplicación al análisis de políticas en este lado del mundo, no
negando, sino poniendo en cuestión la eficacia del principio formal del reconocimien-
to del otro en su capacidad de habla, como medio para la generación de condiciones
materiales para la producción de la vida, en donde Dussel se inclina hacia la dimensión
de la vida lograda, que negativamente no es permitida en la figura de la víctima.
Indudablemente esta es una propuesta que hay que continuar complejizando,
trabajando, discutiendo, investigando, y no sólo en el ámbito académico, sino también
con actores de la política en general. Se abren nuevas preguntas como la pertinencia de
la utilización de una teoría de origen europeo como la habermasiana, y las mediaciones
necesarias para su aplicación en contextos latinoamericanos, y la importancia de poner
en discusión el aporte de Dussel para pensar la política pública en estos contextos,
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Las “áreas de desarrollo indígena” en Chile… V. RIVERA UGARTE y F. GÓMEZ LECHAPTOIS
Bibliografía
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XXXV
DISEÑO DE POLÍTICAS PÚBLICAS SOBRE EL
ESPACIO URBANO A PARTIR DE LA
PERCEPCIÓN DE LOS NIÑOS; EL CASO DE LA
LOCALIDAD DE MORRISON (CÓRDOBA)
Emiliano Spontón - Mauricio Menardi - Antonella Vagliente - Olivia Antonio
Ignacio Cancé - Emilio Pérez Campanelli
Universidad Nacional de Villa María
Instituto de Formación para la Participación Ciudadana
Bomberos Voluntarios de Morrison
emiliano.sponton@gmail.com - mauricio.menardi@gmail.com
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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Diseño de políticas públicas sobre el espacio urbano… E. SPONTÓN ET AL.
351
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
se” o “nada” cuando preguntamos “¿Qué imagen viene a tu mente cuando oyes hablar
de Morrison?”, reflejan que ese niño o niña no ha logrado conectarse emotivamente
con el pueblo, ya que las mismas llevan implícitas indiferencia en cuanto a lo que su
localidad es, o a lo que en ella sucede. Otros tipos de respuestas obtenidas son por
ejemplo “es un pueblito muy humilde”; “Morrison no me da alegría porque Morrison
es un pueblo muy asqueroso, pero a lo mejor si a otra personas le gusta”.
Cabe aclarar, a la hora de leer estos datos, que cada niño, al igual que cada
adulto, posee una atmósfera personal con la que convive todos los días. Así, debemos
tener en cuenta que influye mucho ese micro-espacio en cada una de las respuestas.
También es preciso aclarar que tratamos de buscar puntos comunes, nociones estere-
otípicas que nos permitan acercarnos a la visión que los niños tienen de Morrison, sin
desviar el análisis hacia estas otras causas que influyen en el niño a la hora de respon-
der a una pregunta.
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Diseño de políticas públicas sobre el espacio urbano… E. SPONTÓN ET AL.
Según las respuestas de los niños, los lugares más mencionados a la hora de
orientarse en la ciudad son:
Parque de la Hermandad: A través de acotaciones como “me gusta porque
hay muchos juegos donde me puedo divertir con mis amigos y hermanos”, todos los
niños lo tienen como referente en la localidad.
La mayoría son comentarios positivos, ya que lo utilizan como espacio de jue-
go, encuentro y recreación. Es éste un espacio nuevo en la localidad que ha permitido
una importante apropiación de la comunidad faltando aún el desarrollo natural de la
forestación. En cuanto al Cristo que allí se ubica, los niños aluden que el mismo les
sirve para saber la ubicación del parque desde lejos.
Durante la realización de la actividad hubo un comentario emitido concreta-
mente sobre el Cristo: uno de los niños manifestó su disconformidad con respecto a la
orientación Norte que la figura posee. Tras un análisis de la situación, podemos diag-
nosticar que el comentario refleja un sentimiento que podrían incluso compartir otros
miembros de la localidad y que creemos trasciende a la simple queja “yo quiero que el
Cristo también mire para mi lado”. Analizando a Morrison como una de las tantas
localidades cordobesas del Siglo XIX, podemos decir que el fenómeno tiene su origen
en la fundacional división de la localidad entre el norte y el sur, originada por el traza-
do del ferrocarril, con un mayor desarrollo posterior de la zona norte sobre la sur en
términos infraestructurales, comerciales, etc. En este caso el Cristo refuerza la visión
de una localidad de por sí fragmentada territorialmente, haciéndolo ahora a través del
simbolismo que implica que éste “dé la espalda al sur” y su rostro mire hacia el norte.
Plaza Centenario: Posiblemente sea un elemento de referencia por ser la plaza
del centro, por el hecho de encontrarse en frente de la Iglesia “Cristo Rey” (especial-
mente por la edad de los niños, puesto que muchos de ellos están realizando la comu-
nión) y por ser sede de varios de los actos cívicos que todos los años se festejan en la
comunidad. Es un espacio agradable para la vista ya que está muy bien mantenida:
“me alegra la plaza porque me siento con mis amigas en la sombrita a tomar unos
mates con galletitas”.
Bomberos Voluntarios: El cuartel de Bomberos está muy presente en el ima-
ginario de los niños, ya que es una institución que despierta una gran admiración por
el trabajo que realiza día a día para su comunidad. Ejemplos de descripciones acerca
de la misma son “se encargan de cuando hay accidentes o incendios” o “en un incen-
dio llegan siempre a horario”. Otro motivo es que varios de los niños poseen un lazo
directo con los Bomberos ya que la Escuela de Cadetes les brinda la posibilidad de
participar activamente en la Institución.
Municipalidad: Pese a que no es un espacio a los que los niños concurran
habitualmente, muchos de ellos consideran que ejerce un rol importante dentro de la
localidad (“desde allí se desarrollan las ideas para mejorar el pueblo y para hacerlo más
bello”).
Iglesia “Cristo Rey”: En algunos niños significa una institución importante
porque provienen de familias católicas en donde la Iglesia juega un rol fundamental
(“siempre me cuenta sobre Dios”), mientras que para otros constituye únicamente un
elemento de orientación.
353
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Otros lugares tomados como referencia son la Policía (“cuidan las calles para
que no haya robos”), el Arco de ingreso, mojón que está presente en todos los dibujos
(“muestra el camino de entrada a Morrison”) y las Escuelas.
El gráfico que presentamos a continuación ilustra los elementos de la estruc-
tura urbana a través de los cuales los niños se orientan en Morrison.
Hitos de orientación en la
localidad
Parque de la her- 40%
mandad
Plaza Centenario 32%
Bomberos Volunta- 31%
rios
Municipalidad 27%
Iglesia 21%
Arco de Ingreso 16%
Escuela L. Lugones 16%
Policía 14%
Escuela N. de 12%
Fuente: elaboración propia Ayohumna
A mí me gusta…
Cada sitio de la localidad es percibido de forma diferente por cada niño. Es así
como las escuelas, el río y las plazas fueron caracterizadas como lugares de agrado por
algunos y como espacios de desagrado por otros.
Según las encuestas, los lugares de los cuales los niños más disfrutan son:
- El Parque de la Hermandad (y dentro de éste, el “Cristo”, que según los
niños se distingue desde el arco de entrada a Morrison).
- Las plazas (plaza centenario principalmente).
- Las canchitas de fútbol.
- El centro de la localidad, que sobresale como espacio de encuentro.
Por otro lado, los niños dicen: “…un lugar común en el cual solemos juntar-
nos con mis compañeros, es el ciber”. Este espacio privado señala numerosas dico-
tomías en términos de aceptación y negación por parte de los niños y jóvenes, ya que
es caracterizado como un espacio de juego y de encuentro pero al cual asisten simultá-
neamente (en palabra de los niños/as) “borrachos” y “mala gente”. Uno de ellos ex-
presó: “cambiaría la sala de juegos porque se venden bebidas alcohólicas y se arma
pelea…” “(…) viene gente de afuera (…)”.
354
Diseño de políticas públicas sobre el espacio urbano… E. SPONTÓN ET AL.
40
35
30
25
20
15
10
0
Plaza Plaza Parq Parq Canc Ceme Espa
Ns/N Bomb Iglesi Eucal
Cente faluc ue uesit Llug NAHU has Cyber Otros nteri cios rio otros
c eros a iptus
nario ho herm o Futbo o Oscu
Agrado 7 22 10 6 45 7 7 6 6 16 12 27 0 0 0 11 38
Desagrado 10 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 23 8 10 5 7
355
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
políticas públicas que en los distintos niveles de gobierno el ciudadano peticiona cons-
tantemente.
Vegetación: El imaginario de Morrison como el “Pueblo de las Flores” parece
estar en el inconsciente de los niños, quienes han expresado su deseo de que haya más
color en la vegetación. Seguramente esto se deba a los comentarios de padres y abue-
los que recuerdan al pueblo en los años ’70, época en la que logró esa identidad gracias
a la identificación que las flores y los árboles generaron en los morricenses.
Actividades Deportivas: Una de las herramientas de promoción de habilidades
para la vida es el deporte y los niños parecen percibirlo. Un gran porcentaje de ellos ha
dicho que le agregaría a Morrison mayor cantidad de actividades deportivas:
me gustaría que haya más deportes para las chicas porque hay voleyball
solamente”; “me gustaría que hubiera cine u otros juegos como una can-
cha de saltos de caballo”; “(…) patín, natación”. “(…) fútbol femenino”
“(…) rugby.
Reflexiones finales
356
Diseño de políticas públicas sobre el espacio urbano… E. SPONTÓN ET AL.
Parque de diversiones
en blanco
La Escuela
Cyber
Sala de juegos
Lugares oscuros
Nada
Cines
Shoppings
Más act. Deportivas
Más juegos
Otros
ALBET, Abel, Una geografía humana renovada: lugares y regiones en un mundo global. Barcelo-
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ciencias sociales’, Michoacán, Colegio de Michoacán, 2006.
357
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
358
Diseño de políticas públicas sobre el espacio urbano… E. SPONTÓN ET AL.
359
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
360
XXXVI
LA EXPANSIÓN DEL DERECHO A LA
EDUCACIÓN… ¿HA GENERADO ESCUELAS
MÁS DEMOCRÁTICAS?
Silvia María Paredes - Andrea Riva
Universidad Nacional de Villa María
sparedes@arnet.com.ar - rivandrea@hotmail.com
361
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Si bien esta escuela para todos nunca fue, exactamente, para todos, la idea de una
progresiva democratización del acceso a la educación estuvo siempre vigente y cons-
truyó un cierto sentido común. Desde esta perspectiva el crecimiento fue entendido
como un proceso de democratización constante, ya que permitió la incorporación de
sectores sociales, que no tenían acceso a la escuela. La generalización y expansión de
los sistemas educativos nos prometían democratización ilimitada y ambos procesos se
encontraban fuertemente entrelazados. O, dicho de otro modo, la manera de construir
democratización era a través de la expansión de los sistemas educativos.
“América Latina es hoy una de las regiones del mundo con mayores desigual-
dades sociales” (Sidicaro 2009). Esta persistencia de las desigualdades sociales -his-
tóricamente construidas- se han visto profundizadas por los procesos de globalización;
mientras que pequeños sectores sociales tienen la capacidad de apropiarse y de benefi-
ciarse con las novedades (tecnológicas, económicas, etc.) de los procesos de globaliza-
ción, otros sectores quedan nuevamente y doblemente excluidos de ese acceso.
Aún así la escuela y los sistemas educativos han hecho un esfuerzo importante
para que todos entren a ella, si bien al persistir y profundizarse las desigualdades socia-
les esa inclusión no logra su propósito, opera lo que Gentili (s/f) llama “la exclusión
incluyente”.
Siguiendo a Robert Castel (1997) hay diferentes formas de exclusión. Una de
ellas es la supresión completa de una comunidad; otra la reclusión o el confinamiento
y una tercera, más generalizada y más sutil es aquella que consiste en segregar inclu-
yendo, “esto es, atribuir un status especial a determinada clase de individuos” (Gentili
s/f). Esto significa que los chicos pueden entrar a la escuela, están ahí, pero no se
garantizan las condiciones para que se dé un aprendizaje adecuado. Se mantienen las
362
La expansión del derecho a la educación… S. M. PAREDES y A. RIVA
desigualdades que naturalizan que a unos les vaya bien en la escuela y a otros les vaya
mal y deban abandonar tempranamente sus expectativas de igualdad de acceso a la
cultura.
En otro texto Gentili rescata y valora los procesos de expansión escolar pero
los relativiza al señalar que existen diferentes tendencias que contrarrestan los avances
alcanzados en los procesos de expansión de los sistemas educativos, a estas tendencias
las denomina: “Universalización sin derechos” y una “expansión condicionada”.
363
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Debo confesar que estos regímenes que ustedes con mucha ligereza de-
nominan ‘democracias latinoamericanas’, en rigor de verdad, son oligar-
quías o plutocracias, es decir, gobiernos de minorías en provecho de ellas
mismas. En realidad, el componente ‘democrático’ de esas formaciones
deriva mucho menos de lo que son que del simple hecho de que surgie-
ron con la caída de las dictaduras de seguridad nacional y recuperaron al-
gunas de las libertades conculcadas en los años setentas, pero de ninguna
manera llegaron a instituir, más allá de sus apariencias y rasgos más for-
males, un régimen genuinamente democrático. Por lo tanto, si su caracte-
rización como ‘plutocracias’ u ‘oligarquías’ les parece demasiado radical o
les resulta indigesta –lo dijo mirando fijamente al joven doctor– sugiero
entonces otro nombre: ‘regímenes post-dictatoriales’. Pero ‘democracias’,
jamás (Borón s/f).
1 A través de diferentes autores tuvimos acceso a las discusiones sobre las “diferentes mode-
los/conceptos/ construcciones de democracia”, muchas de ellos muy interesantes y complejos. A los
364
La expansión del derecho a la educación… S. M. PAREDES y A. RIVA
no del estado. Y viene entrelazada con otras formas, con otros modos de hacer políti-
ca, ellas son: oligarquías, burocracia, tecnocracia, partidocracia y corporatismo y las
“dosis” de cada uno de estos elementos en la trama democrática varía según los mo-
mentos históricos y los países (Strasser 2000).
Más allá de que pudiéramos discutir esta idea es bien interesante considerar
los efectos políticos ya que, al decir del autor, estas conceptualizaciones requieren
construir una ciudadanía de “baja intensidad” y requieren también el mantenimiento
de prácticas clientelares que garanticen estas modalidades de hacer política.
Desde otra perspectiva, Boaventura de Souza Santos expresa las relaciones
entre capitalismo y democracia. En ese sentido, analiza diferentes cuestiones pero
enfatiza que en este contexto de debilitamiento del Estado, la democracia se vacía de
esa capacidad de igualación o de atención universal, se emparenta con el capitalismo
global y termina funcionando a la par.
Señala enfáticamente que en la actualidad las sociedades se vuelven política-
mente democráticas pero socialmente fascista. Esto significa que se contrarrestan los
avances en el plano de los derechos de los ciudadanos y su respecto universales por
una –diría Aristóteles- apariencia democrática.
En este escueto punteo de discusiones en torno al concepto de democracia,
nos preguntamos ¿vale la pena hacer un esfuerzo de dotar al concepto de un significa-
do? ¿Tiene algún valor seguir disputando sentidos en torno a esta categoría? Nos res-
pondemos que es una tarea central de la producción teórica, forma parte del aporte
que las disciplinas sociales y humanas hacen a la compresión y la transformación de la
sociedad. Según Tapia -citado por Bonetto- podemos afirmar que:
fines del trabajo no podemos recrear aquí esos aportes pero es válido señalarlo. Entre otros: Reigadas,
María Cristina; Reigadas Maria Cristina en Tealdi (Comps.) Strasser, Carlos; Macpherson C.B.; Bonetto,
Susana. Y sobre las maneras en que la democracia está presente/ausente y los procesos de despliegue en
diferentes planos de la vida social revisamos algunos aportes de los textos publicados en Ansaldi (compi-
lador) “La ética de la democracia”.
365
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Figura 12
2 Le agradecemos a la Lic. Susana Paez a quien le pedimos la foto que ella se la pidió a una amiga…. Esas
cosas que van de mano en mano, ¿será también democratizar? Creemos que sí, por eso gracias a Susana y
a su amiga.
366
La expansión del derecho a la educación… S. M. PAREDES y A. RIVA
Bibliografía
BORÓN, Atilio, Aristóteles en Macondo: Notas sobre el fetichismo democrático en América Lati-
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CASTEL, Robert, La metamorfosis de la cuestión social: una crónica del asalariado, Buenos
Aires, Paidos, 1997.
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367
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
cuela como máquina de educar. Tres escritos sobre un proyecto de la modernidad, Buenos Aires,
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SIDICARO, Ricardo, “Reflexiones sobre los sistemas escolares y las desigualdades
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STRASSER, Carlos, Democracia y desigualdad. Sobre la democracia real a fines del siglo XX,
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razza, R. (comp.) Pensar en lo público. Notas sobre la educación y el Estado, Buenos Aires,
Ed. Aique, 2008.
368
XXXVII
SOBRE MESTRES E APRENDIZES: RELAÇÃO
UNIVERSIDADE-ESCOLA NA FORMAÇAO
INICIAL DE PROFESSORES
Tatiana Leite da Silva Pessoa
Universidade Federal Fluminense
tatyanaleyte@yahoo.com.br
Introdução
1 Com Célia Linhares (2004) entendemos que os movimentos instituintes “não emergem em redomas de
vidro, nem tampouco institucionais; não crescem isolados da vida, da história, das ações coletivas e indi-
viduais, mas alimentam-se de circuitos incessantes de religação entre passado e futuro, entre as disciplinas,
entre afetos, linguagens, emoções, saberes e conhecimentos. É por isso que esses movimentos, e a expe-
riência deles decorrente, estouram nos mais diferentes espaço e tempos de vida. Sua potência criadora
depende também de nossa capacidade de reconhecê-los, de refletir suas promessas, possibilidades e
limites, de interligá-los, sem achatá-los ou homogeneizá-los, para que possam ir conjugando projetos
múltiplos de sociedade e de educação”.
2 A Subcoordenadoria de Apoio à Prática Pedagógica Discente é um setor integrante da PROAC, res-
ponsável pela efetivação das relações concretas entre a universidade e a escola básica.
369
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
370
Sobre mestres e aprendizes: relação universidade-escola… T. L. DA SILVA PESSÔA
371
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Não é só pelo conteúdo que ela transmite, você percebe nos olhos dela a
fascinação por aquela disciplina, o gosto por aquilo, então isso me deixou
372
Sobre mestres e aprendizes: relação universidade-escola… T. L. DA SILVA PESSÔA
mais encantado ainda e me deu ainda mais certeza de que era isso que eu
queria para o resto da minha vida. (Depoimento do estudante Monteiro)
Eu olho para os meus colegas na sala e vejo que têm algumas dificulda-
des que realmente eles não tirar ali. Pra você que já teve essa oportunida-
de de estar desenvolvendo atividades no magistério, você vê que só vai
ser resolvida aquela dificuldade no magistério. Só que infelizmente quan-
do ele for descobrir já está tarde demais, ele já vai ter se formado e ele
vai acumular aquelas inseguranças, aquelas dúvidas, é o que acaba acon-
tecendo com muitos professores, eles não tem essa chance, essa oportu-
nidade que eu tive e quando eles vão dar aulas, eles assumem uma turma
e passam essa insegurança toda para os alunos deles, que a partir daí só
vai piorando, piorando (Depoimento do estudante Monteiro).
373
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
A sala de leitura poderia ser uma caixa de pandora, mas sem os males do
mundo, somente com o bem, que abre para poder ensinar, porque ali
tem tudo, até mesmo o que nós não sabemos tem ali (Depoimento do
estudante Monteiro).
A caixa possui valor simbólico por seu conteúdo. “A caixa sempre contém
um segredo: encerra e separa do mundo aquilo que é precioso, frágil ou temível”
(Chevalier & Gheerbrant 2009:164). Nesse contexto, a sala de leitura representa o
conteúdo precioso da caixa, um segredo que precisa ser revelado.
Clarice sempre quis ser professora, era um desejo de menina. Ela queria fazer o
curso normal, mas como trabalhava e o curso era em período integral teve que cursar
contabilidade que era oferecido no período noturno, embora não tivesse a ver com o
que queria. Na faculdade, escolheu o curso de Letras, habilitação Português-Frances, e
pode, então, fazer um curso de formação de professores, aperfeiçoando o desejo pelo
magistério que já fazia parte do seu cotidiano.
Eu gosto de lidar com pessoas, com crianças com adolescentes, dessa co-
isa de você ensinar um pouco do que você aprende e de você aprender
também um pouco com as pessoas, eu gosto muito disso. Sempre gosta-
va de ajudar, as amigas da minha filha precisavam de um reforço em Por-
tuguês e iam para minha casa. Eu queria também ensinar as pessoas a le-
rem, tenho muitos amigos, muitas pessoas que eu conheço em Itaboraí
não lêem nem escrevem, aí eu me ofereço: vamos lá que eu te ensino.
A fala de Clarice revela seu desejo em ser professora como algo que surge qua-
se que quando ela tem consciência de si no mundo, desde menina. Ferreira (2003:21) diz
que “uma das ‘chaves’ para a compreensão dos diferentes caminhos que cada ser
humano trilha no que diz respeito ao trabalho a que vai se vincular durante a sua
existência pode estar no imaginário”.
Isso nos remete à perspectiva vocacional, que durante muito tempo e ainda
hoje é negligenciada. Entendo com Ferreira (2003) vocação como uma das dimensões
de humanidade que não nega qualquer outra.
374
Sobre mestres e aprendizes: relação universidade-escola… T. L. DA SILVA PESSÔA
375
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
É que lido com gente. Lido, por isso mesmo, independentemente do dis-
curso ideológico negador de sonhos e das utopias, com os sonhos, as es-
peranças tímidas, às vezes, mas às vezes, fortes, dos educandos. Se não
posso, de um lado, estimular os sonhos impossíveis, não devo, de outro,
negar a quem sonha o direito de sonhar. Lido com gente e não com co-
isas. E porque lido com gente, não posso, por mais que, inclusive, me dê
prazer entregar-me à reflexão teórica e crítica em torno da própria práti-
ca docente e discente, recusar a minha atenção dedicada e amorosa à
problemática mais pessoal deste ou daquele aluno ou aluna (Freire
2000:163).
376
Sobre mestres e aprendizes: relação universidade-escola… T. L. DA SILVA PESSÔA
Conclusão
377
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Referências Bibliográficas
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SEVERINO, Antonio Joaquim, Pensando em subsídios filosóficos para a formação do educador,
Revista Humanidades, N° 43, 1997.
378
XXXVIII
A PROPOSTA PEDAGÓGICA DA UFPR – SETOR
LITORAL, E O PROGRAMA DE EXTENSÃO:
MÍDIA E EDUCAÇÃO NAS ESCOLAS DAS ILHAS
DO LITORAL PARANAENSE
Rafael Da Silveira Falcão
Universidade Federal do Paraná – Setor Litoral
rafael.silveira@ufpr.br
Introdução
E ste presente trabalho possui como princípio e eixo motivador de sua apresen-
tação, o fomento e a visibilização de uma articulação pedagógica inovadora,
tendo como alicérces o contexto político-educacional brasileiro. Este Projeto
Político Pedagógico (chamado PPP), foi pensado para o ensino superior do litoral
paranaense, através da instauração do compus/setor Litoral da Universidade Federal
do Paraná, UFPR.
Estruturando-se em dois níveis, este artigo traerá as experiências obtidas du-
rante a realização do projeto PIBID (Programa Institucional de Bolsa de Iniciação a
Docência), nas escolas das ilhas do litoral paranaense, que tem consigo as marcas de
ser desenvolvido dentro dos fundamentos pedagógicos que constituem o processo de
aprendizagem desta universidade.
Neste contexto realizou-se o projeto de intercâmbio em parceria universitária
a nível de graduação, entre a Universidade Federal do Paraná – Setor litoral (UFPR –
Litoral) e Universidade Nacional de Río Cuarto (UNRC), com o seguinte título: “Um
intercâmbio que propõe um estudo sócio-comunitário e humanístico nas regiões de
influência das instituições de ensino superior (IES)”. Finalmente cabe aclarar que o
mencionado programa de intercâmbio teve apoio da Coordenação de Aperfeiçoamento de
Pessoal de Nível Superior (CAPES) e Ministério da Educação Brasileiro.
379
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
teve primeiramente o objetivo de ampliar as vagas para o ensino superior, neste âmbi-
to viu-se a oportunidade de instalar um projeto pedagógico distinto dos demais seto-
res, e que na época constituíam a Universidade Federal do Paraná. Além da oportuni-
dade de levar desenvolvimento à uma região desacreditada sócio e economicamente.
Em 2005 no Município de Matinhos/PR, foi constituída e portanto legitimada
a instauração do novo PPP (Projeto Político-Pedagógico) e posteriormente firmada
sua implantação em 2008 com a eleição e posse da direção. A elaboração do projeto
teve como ferramenta orientadora, um diagnóstico da realidade socioeconômica da
região, fato este que fortaleceu sua concepção.
Apresentando um posicionamento que leva em consideração uma educação
anti-hierárquica e anti-exclusivista, o setor surge e compromete-se efetivamente com
seu papel de intervenir socialmente. Neste sentido sentido a universidande, através do
seu projeto político pedagógico (PPP), mantém como princípio de ação que:
380
A proposta pedagógica da UFPR – setor Litoral… R. DA SILVEIRA FALCÃO
381
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
- Evolução do Estudante
APL – Evolução normal;
AS – Evolução mediada;
APS – SEI (Semana de Estudos Intensivos);
AI – Re-periodização.
382
A proposta pedagógica da UFPR – setor Litoral… R. DA SILVEIRA FALCÃO
383
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Conclusão
384
A proposta pedagógica da UFPR – setor Litoral… R. DA SILVEIRA FALCÃO
Bibliográfia
385
XXXIX
UNA MIRADA DIFERENTE SOBRE IQUITOS
María Victoria Fernández
Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González;
Centro de Investigaciones Precolombinas
mvicfernandez@gmail.com
Introducción
387
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Belén nació a orillas del río Belén Cocha, un pequeño brazo del río Itaya que
desembocaba en el río Amazonas por el año 1886.
Antes de 1860, año en que fundó el puerto, la factoría y el apostadero naval,
ya existía un caserío de pescadores omaguas, quienes habitaban unas chozas flotantes
formadas por palafitos de topas y palos entrecruzados:
388
Una mirada diferente sobre Iquitos M. V. FERNÁNDEZ
Entre 1950 y 1960, Belén era una barriada intensamente poblada y ya tenía
graves problemas de hacinamiento y salubridad. La amplia playa que se formó frente
al puerto da nacimiento a Pueblo Libre. Aquí podemos mencionar un dato interesante:
gran parte de Belén era propiedad de la familia de Julio César Arana, un patrón cau-
chero. Esto daba lugar al alquiler de viviendas por parte de la familia Arana y al uso
discrecional de esas tierras sin considerar los intereses de sus pobladoras. Esta situa-
ción llega a su fin con la expropiación de terrenos a dicha familia, y su venta al precio
de un sol a los habitantes de Belén dispuesto por el gobierno de del Gral. Juan Velasco
Alvarado.
Belén presenta un trazado urbano con calles y carreteras que muestra un or-
den y amplitud que difiere con la alta densidad ocupacional descripta en todos los
trabajos que tratan sobre marginalidad y pobreza:
389
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Contexto Observacional
Entre los años 1998 y 2002 recorrimos Belén junto a Augusto Cárdenas Gref-
fa y Julissa Rondón Campana y estudiantes de la Universidad Nacional de la Amazon-
ía. Se hicieron observaciones en el mercado y en el interior del barrio, donde nos
adentramos por estar acompañados por ellos, aunque hubo zonas donde no pudimos
pasar. A partir de lo visto en las zonas recorridas podemos enumerar lo siguiente:
El Distrito no posee servicio de agua potable, cloacas, recolección de residuos,
seguridad. La red eléctrica es el único servicio público existente.
Los puestos de venta en el Mercado de Belén se encuentran sectorizados (pesca-
dería, agrícolas, productos alimenticios, ropa y calzado). Vale aclarar que la activi-
dad pesquera y comercial es una fuente de abastecimiento local.
Hay comederos y también puestos de juego donde se apuesta por dinero.
Belén es un centro de atracción para los migrantes, ya que ese encuentra cercano a
Iquitos, entonces ven la posibilidad de un cierto acceso a la educación de niños y
jóvenes, servicios de salud, conseguir empleo y disfrutar de los beneficios de la
modernidad (televisión, radio, cine, internet).
La prostitución es una práctica común. Se realiza en las casas, cantinas y lugares
camuflados.
Los asentamientos del Bajo Belén y poblado de San José no poseen tierras titulari-
zadas debido a que la zona no es apta para la construcción de viviendas, por lo
tanto, la tierra es considerada propiedad fiscal.
Las viviendas en su mayoría están construidas sobre palafitos, sobre balsas, siendo
escasas las casas de material por su alto costo y porque el suelo es blando, lo cual
lo hace inestable a la hora de edificar.
Belén a pesar de toda esta descripción observacional es un sitio atrayente por
sus características particulares.
Ahora bien, el futuro de Belén según el Plan de Desarrollo Urbano Sostenible
2011-2021, Municipalidad Provincial de Maynas y a cargo de la Arq. Adela Esmeralda
Jiménez Mera, se plantea crear un "Nuevo Mercado Mayorista" con el equipamiento
390
Una mirada diferente sobre Iquitos M. V. FERNÁNDEZ
adecuado: camal (lugar destinado a sacrificar y faenar las reses), terminal pesquera,
almacenes de frutas y verduras y diversas instalaciones para la conservación de alimen-
tos. Esto permitirá que el Mercado de Belén mantenga sus funciones en el plano zonal
y sus valores se potenciarían como mercado turístico; también se podrán controlar y
regular eficazmente las actividades comerciales, des una óptica tributaria, sanitaria y de
seguridad, así como también mejorar la calidad de los productos y la competencia de
las cadenas productivas y de distribución (Jimenez Mera s/f).
Por eso a continuación hablaremos de un contexto dual que no solo es propio
de Belén sino también de la misma ciudad de Iquitos, y que no pensamos que desapa-
rezca a manos de diferentes políticas de desarrollo.
Contexto Dual
391
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
marido si posee canoa oficia de “llevo, llevo”. Dos caras contrapuestas en una misma
ciudad (Fernández 2002).
Conclusiones
Bibliografía
FERNÁNDEZ, María Victoria, “Una mirada diferente sobre Iquitos”, Boletín del Cen-
tro de Investigaciones Precolombinas, Nº 4, Año 2, Buenos Aires, 2002.
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392
PARTE VII
HERENCIA SOCIAL, FORMAS DE
PERTENENCIA Y EXPRESIÓN
XL
RAIZ COMUN DE LAS MUSICAS
SUDAMERICANAS E INFLUENCIAS MUTUAS
Alejandro Arelovich
Universidad Nacional de Villa María
arelo_19@yahoo.com
Introducción
E ste estudio forma parte de un Trabajo Final de Grado titulado “De la Raíz a
Otra Copa” y pretende contribuir y reforzar la idea de que los países de Lati-
noamérica somos parte de una región más grande que tiene rasgos culturales
en común (ritmos, danzas, entre otros).
La música argentina de raíz folclórica tiene una historia en común con la música de
gran parte de Sudamérica. Esto implica que en la música argentina se pueden encon-
trar elementos musicales que provienen de géneros arraigados en otros países sudame-
ricanos y que sin embargo no suenan como un elemento “extraño y foráneo” sino que
la enriquecen y amplían sus posibilidades.
Desde el ámbito académico, a través de investigaciones y diversos documen-
tos se ha demostrado la raíz común y la mutua influencia que tienen las músicas de los
países sudamericanos. En el presente estudio se realiza un repaso por las investigacio-
nes realizadas por Carlos Vega y los textos de Juan Pablo González que trabajan en
torno a esta temática.
En el campo de la práctica musical, el guitarrista, compositor y arreglador Lu-
cho González propone “la hermandad” de muchos géneros musicales sudamericanos
y cuando toca la guitarra demuestra empíricamente esta idea.
Ambito académico
395
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
cas que de allí derivan. Esto puede corroborarse con un ejemplo muy gráfico y claro
que se trasluce en los nombres y los patrones rítmicos básicos de las danzas. En Perú
hay una danza que se llama Zamacueca y a partir de ella nacieron en Argentina la
Zamba y la Cueca. Estas tres danzas tienen una base rítmica muy similar que pueden
observarse si comparamos el patrón rítmico básico de la Zamacueca con el cuadro de
los patrones rítmicos básicos de las especies birrítmicas realizado por Juan Falú y Jor-
ge Cardozo (Cardozo 2006:45).
Mientras que en las regiones más cercanas al Atlántico los centros de difusión
cultural han sido Río de Janeiro, Buenos Aires y Montevideo, y a partir de ahí nacen
los diversos géneros musicales de pie binario que se sustentan en la acentuación 3-3-2
y sus múltiples rítmicas derivados. Para corroborar esta afirmación es preciso y con-
tundente lo que plantea María del Carmen Aguilar, quien sostiene que la milonga, el
rasguido doble, la chamarrita y el candombe poseen estructuras rítmicas similares,
variando la velocidad, los instrumentos y los tipos de toque pero que pueden sinteti-
zarse en el siguiente esquema rítmico (Aguilar 1991:32-33):
396
Raíz común de las músicas sudamericanas e influencias mutuas A. ARELOVICH
En la década del ‘80 Juan Pablo González (1986:60-61; 64-66) ensaya una cla-
sificación en cuatro géneros para la música popular latinoamericana. En este trabajo
solo se hará mención y se analizarán los que permitan reforzar la idea de la raíz común
y la influencia mutua entre diversos géneros musicales de Sudamérica. Un primer
género es la folklorización de la Música Popular. El autor plantea que hay algunos
géneros musicales (Tango, Choro, Vals, Bolero, Samba Urbana) originados y desarro-
llados en un determinado país que han trascendido las fronteras de su país de origen y
se han constituido en patrimonio cultural comunitario para el pueblo latinoamericano.
Por ejemplo: en la actualidad hay conjuntos musicales y solistas de diferentes países de
Latinoamérica que componen e interpretan Tango. Esta práctica que se desarrolla en
simultáneo en diversas zonas enriquece al Tango y le imprime un rasgo distintivo en
cada lugar, ya que se da un proceso de fusión e influencia con las músicas propias de
cada país.
Otro género es la Masificación del folklore y dentro de éste realiza una divi-
sión en tres sub-géneros. Para este estudio es importante destacar el sub-género Nue-
va Canción. El autor habla de una nueva canción latinoamericana que surge en la
década del ’60 y se desarrolla paralelamente en México, Cuba, Brasil, Uruguay, Argen-
tina y Chile. También plantea que la Nueva Canción trasciende las fronteras de cada
país ya que la temática de sus letras aborda problemáticas y esperanzas comunes de
todo el pueblo latinoamericano. Y por otro lado, en lo musical favorece el sincretismo
e integración de instrumentos, ritmos y especies folclóricas de distintas regiones de
Latinoamérica. Entre los músicos encuadrados en el movimiento de la Nueva Canción
fue una práctica muy habitual integrar en el repertorio obras de autores y composito-
res de diversos países de Latinoamérica. En Argentina el caso más paradigmático y
claro se puede ver en la conformación del repertorio de los primeros discos que grabó
Mercedes Sosa. Por ejemplo en el disco “Yo no canto por cantar” se puede observar
que hay una obra perteneciente al poeta Pablo Neruda y al músico Vicente Bianchi,
ambos chilenos. Y otra obra cuya letra y música pertenecen al uruguayo Daniel Vi-
glietti (Sosa 1966: track Nº 6 y Nº 11).
Referentes musicales
397
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
quece la música y amplía los límites de los géneros musicales respetando su esencia. A
continuación se darán ejemplos musicales en los que se intercalan patrones rítmicos
característicos de diversos géneros musicales latinoamericanos en una misma obra
musical.
En el disco Esta parte del camino de Lucho González (2001) se utiliza este re-
curso en muchas de sus interpretaciones. Una de las herramientas que más utiliza y
que insta a usar en su labor como docente es la de duplicar el tempo del acompaña-
miento en algunos pasajes o compases. Es decir tomar como unidad de medida para
pensar el pulso una figura que dure la mitad del tempo real del tema. Esto provoca
una superposición entre la melodía que sigue su curso en el tempo que venía y el
acompañamiento que utiliza los golpes graves, los agudos y los chasquidos con figuras
rítmicas más pequeñas que los que corresponden al tempo real del tema. Esto permite
superponer rítmicas de géneros que se interpretan tradicionalmente a tempos bien
diferenciados como por ejemplo una Marinera (lento) y un Joropo (rápido). En el
tema “Improvisación por marineras” se puede apreciar como el cajón y la guitarra en
un momento aplican esta práctica:
398
Raíz común de las músicas sudamericanas e influencias mutuas A. ARELOVICH
Puntos de encuentro
Con lo que se ha expuesto y desarrollado hasta aquí se puede afirmar que hay
coincidencias y puntos de encuentro entre lo que exponen las investigaciones y teorías
elaboradas desde el ámbito académico y lo que se puede percibir y analizar de la
práctica musical llevada a cabo por los referentes musicales del presente trabajo.
Por un lado, Carlos Vega advirtió un origen común para los géneros musicales
de los diversos países de Sudamérica. En esa misma línea Juan Pablo González hizo
notar como a lo largo del siglo XX se traspasaron las fronteras nacionales y se dieron
diferentes procesos de fusión, sincretismo e influencia mutua entre músicas prove-
nientes de distintos países de Latinoamérica.
399
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Agradecimientos
A Silvia Aballay por acompañarme en este camino. A mi familia por saber
comprender mis dilatados tiempos y mis contradicciones para finalizar este trabajo.
Bibliografía
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400
Raíz común de las músicas sudamericanas e influencias mutuas A. ARELOVICH
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401
XLI
EL SIKU: EXPRESIÓN DE LA COSMOVISIÓN
ANDINA EN EL NOA
Susana Dutto
Universidad Nacional de Villa María
coquidutto@yahoo.com.ar
Introducción
E
Corral.
l presente trabajo se enmarca en un proyecto de investigación acreditado por
la UNVM y el Trabajo Final de Maestría en Artes y Ciencias titulado: La Fiesta
del viento. Sincretismo en la procesión a la Virgen de Copacabana del Abra de Punta
403
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1.1 Clasificación
3 Banda o Tropa son los nombres que se asigna al grupo de sikuris según la región.
404
El Siku: expresión de la cosmovisión andina en el NOA S. DUTTO
1. 2 Origen
Una leyenda muy famosa dice que el emperador Huangti hizo cortar en
las montañas occidentales cinco tubos de bambú (au) con los que se pu-
dieron establecer las notas fundamentales exactas en la música y obtener
4Esta leyenda, que se transcribe en la versión de Isabel Aretz, es también referida con ciertas diferencias
en detalles, por Valencia Chacón (2006:7), y datando la misma en 4700 a C.
405
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1. 2. 1 Antecedentes en América
5 Excede al presente trabajo un detalle de la evolución en los estudios de las escalas musicales, aunque se
puede tomar como referencia de los mismos a numerosos investigadores (Vega 1932, Holzmann 1966,
Bolaños 1988, Gudemus 2010).
6 El estudio comprende toda la región de los Andes, desde Ecuador hasta el norte de Argentina y Chile.
406
El Siku: expresión de la cosmovisión andina en el NOA S. DUTTO
7César Bolaños propone una hipótesis importante para el presente trabajo y es que con los Vicús tar-
díos o Moches tempranos, la antara W pueda haber sufrido un cambio convirtiéndose en la antara com-
plementaria Moche (100 a C. a 800 d C.), que es considerado uno de los modelos más cercano al utiliza-
do en la práctica actual de los habitantes del NOA.
407
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Antara de piedra
408
El Siku: expresión de la cosmovisión andina en el NOA S. DUTTO
409
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
ocasiones propicias para compartir la música, la danza y los cantos entre la refinada
clase incaica y las prácticas de los diferentes ayllus9. Estas fiestas estaban organizadas
en torno al ciclo agro pastoril y tuvieron cuatro como principales, que se celebraban
en todo el Tahuantinsuyo y especialmente en Cuzco (Bolaños 2007b:46).
Los Incas procuraron unificar el sistema musical, de increíble variedad meló-
dica a partir de las posibilidades que generaban los instrumentos, a través del uso de la
pentatonía.
9 Ayllu: grupo de familias extensas que poseían en común las tierras de cultivo o pasto. Constituyó la base
de la organización oscila de los pueblos andinos anteriores al establecimiento inca.
10 La arqueomusicología es la rama de la musicología que se dedica a estudiar los instrumentos musicales
antiguos.
11 Shadi Solis (2000) señala que algunas flautas presentan huellas de posibles ataduras, lo que permite
plantear la hipótesis de que hayan servido para establecer la unión entre dos músicos ejecutantes, cada
uno de los cuales tocaba la flauta amarrada por un extremo y conectada a la otra por un cordel.
410
El Siku: expresión de la cosmovisión andina en el NOA S. DUTTO
taciones en la iconografía Mochica, en la práctica del wawku (cráneo del venado), como
así también en ilustraciones de Huamán Poma.
Conclusiones parciales
411
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
ello se deba a la voluntad de preservar sus tradiciones milenarias, las que –sin embar-
go- se manifiestan claramente mixturadas con el lenguaje occidental aportado por la
conquista.
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412
XLII
MÚSICA Y ESTRUCTURA SOCIAL EN LA
FRONTERA SUR DE CÓRDOBA DURANTE LA
SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX:
UNA ANALOGÍA
Gustavo Torres
Universidad Nacional de Río Cuarto
gustavotorres_7@hotmail.com
Introducción
E ste trabajo se inserta en la Historia Cultural (Burke 2001, 2004) por cuanto se
centra en el análisis de las vinculaciones entre el arte de la música y la historia
fronteriza. Es común que los estudios históricos utilicen ejemplos iconográfi-
cos y/o sonoros para caracterizar una época, un período o un hecho, debido a que
éstos poseen una carga valorativa e ideológica.
Un elemento que se ha distinguido en el devenir histórico del hombre es la
música, la cual existe desde la prehistoria y se mantiene vigente en las relaciones coti-
dianas de la humanidad. Se puede insertar a la música como un componente de lo
cultural, Clifford Geertz (1987) ofrece un concepto representativo de la cultura, defi-
niéndola como un esquema históricamente transmitido de significaciones representa-
das en símbolos, heredados y expresados en formas imaginadas por medio de los cua-
les los hombres comunican y desarrollan su conocimiento.
El objetivo es establecer las características generales de las prácticas musicales
en la Frontera Sur de la Provincia de Córdoba durante la segunda mitad del siglo XIX,
tomándolas como un hecho socio-cultural. Para ello se examinará el contexto históri-
co de época; los partícipes en las prácticas musicales; los lugares en que éstas se lleva-
ban a cabo y el sentido y significado propio de la música y sus elementos. Ello permi-
tirá sostener que la música puede ser considerada una expresión de la interacción so-
cial en un escenario signado por el contacto pero también por el conflicto.
El carácter del trabajo será exploratorio debido a la ausencia de trabajos pre-
vios relacionados con el tema en el ámbito regional, que se aplica a la segunda mitad
del XIX. Por esta razón, los motivos que fundamentan este trabajo de investigación
son la escasez de antecedentes directos sobre el tema y la intención de aportar nuevos
enfoques para enriquecer la historia regional. Se desarrollará en base al análisis de
413
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
fuentes éditas, como los libros: “Una excursión a los indios ranqueles” del Coronel
Lucio Mansilla; “La Conquista del Desierto. Memoria militar y descriptiva de la tercera
división expedicionaria”, del Coronel Eduardo Racedo; “La vida de un soldado o re-
miniscencias de las fronteras” del Gral. Ignacio Fotherigham y “La guerra al malón”
del Comandante Manuel Prado.
A los efectos de organizar el trabajo, se ofrecerá una breve revisión del con-
cepto de frontera que en Argentina decimonónica, en términos generales, se interpreta
al espacio fronterizo como la última etapa del proceso de expansión de la sociedad
criolla, en donde había que eliminar los elementos que dificultaban el avance de dicho
poblamiento. A continuación, se analizará el contexto y las características de las prácti-
cas musicales realizadas en la Frontera Sur de Córdoba a mediados del siglo XIX. Por
último, se expondrán aspectos vinculados al orden social relacionando armonía musi-
cal y estructura social.
414
Música y estructura social en la Frontera Sur de Córdoba… G. TORRES
415
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Música en la frontera
Por todas partes el ruido del tambor marcando el compás del paso, los
toques de clarín, los relinchos de los caballos, voces de mando, ruido de
pasos uniformados, choques de armas, y alertas de centinelas formaban
el gran concierto que alegraba el espíritu de los que se preparaban para
morir o matar (Fotheringham 1998:93).
416
Música y estructura social en la Frontera Sur de Córdoba… G. TORRES
La música también puede ser considerada desde el uso que hacen los actores
sociales en relación a su forma de vida. En esta dirección, existirían prácticas musicales
que llaman a trabajar, otras que convocan a la guerra, a enterrar a los muertos, a re-
memorar o a bailar. En suma, a marcar los diferentes momentos del día.
417
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Las prácticas musicales sirven para movilizar a las personas y para reforzar la
conciencia de clase, de grupo étnico o de nación. Así describió Fotheringham los sen-
timientos despertados y anhelados al tocar el Himno Nacional:
Este ajuste entre el contexto y las necesidades del oyente se puede entender
desde lo planteado por Merrian (1964), quien propone la existencia de una sinestesia
entre el canal auditivo y otras modalidades de experiencia sensorial que produce una
confusión efectiva entre los estímulos procedentes de distintos sentidos y es en virtud
de esta capacidad de asociación que se entremezclan datos sensoriales diversos.
Para la mayoría de los grupos sociales, la música cumple la función de integra-
ción social, un medio por el cual muchas sociedades comparten sentimientos de per-
tenencia. Es un elemento del que las personas se apropian y sirve para la construcción
de una identidad individual y social.
Cualquier intento por delimitar una identidad musical en la Frontera Sur de la
Provincia de Córdoba debe partir de concepciones teóricas e ideológicas que se re-
montan al contexto particular del Estado en formación, el cual no tenía el control
pleno de las áreas fronterizas. Estas regiones alejadas de los centros urbanos impor-
tantes se encontraban cruzadas por identidades heterogéneas.
Orden social
418
Música y estructura social en la Frontera Sur de Córdoba… G. TORRES
sonidos y en una estructura que sirva para producir una práctica musical. Ya hacia
mediados del siglo XIX, el compositor italiano radicado en Córdoba, Inocente Cárca-
no (padre de Ramón J. Cárcano) señalaba que la música
419
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Conclusión
420
Música y estructura social en la Frontera Sur de Córdoba… G. TORRES
421
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
cia se basa en relaciones matemáticas racionales que funcionan dentro de una escala,
que afectan el sentido de los oyentes produciendo sensaciones de tensión y relajación,
conflictos y resoluciones.
La analogía entre la estructura social y armonía musical se puede emplear de
manera descriptiva para representar la combinación de notas al mismo tiempo, para
producir acordes. Pero también se puede utilizar para expresar un sistema de princi-
pios estructurales que administran la combinación de esas notas.
En un espacio como la Frontera Sur en el que no se puede diferenciar entre el
músico aficionado y el profesional, la música aparece como un aspecto de la vida coti-
diana. Esto no significa que no exista una especialización en los ejecutantes de instru-
mentos musicales, sino que las personas que no eran de profesión “músicos profesio-
nales” interpretaban también prácticas musicales. En la frontera la música cumple un
propósito orientado al entretenimiento quedando comprendida por la cultura a la que
pertenece. Esta situación se traduce en una representación simbólica y en ocasiones en
una respuesta física producida por las prácticas musicales. La música interpretada en la
Frontera Sur presume así un refuerzo de la conformidad a las normas sociales y con-
tribuyen a la continuidad y estabilidad de una integración cultural de la sociedad.
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423
XLIII
RELACIONES ENTRE MÚSICA Y SOCIEDAD EN
LOS PASOS PERDIDOS, DE ALEJO
CARPENTIER
Isabel Abellán Chuecos
Universidad de Murcia / Universidad Nacional de La Plata (UNLP)
isabel.abellan.chuecos@hotmail.com
1. Introducción
L a literatura se nos muestra como vía y realidad para poder analizar una dialécti-
ca interdisciplinar sobre sociedad, historia, cultura, música y frontera. En este
caso nos serviremos para ello de uno de los grandes autores cubanos del siglo
XX, Alejo Carpentier. Además de escritor y periodista, Carpentier fue musicólogo, por
lo que consideramos muy significativas las vinculaciones que entre uno y otro lenguaje
se dan en su escritura. Igualmente su curiosidad lo llevó a abordar otros aspectos co-
mo la Historia, cultura o Arquitectura.
Interdisciplinar en sí mismo, Carpentier nos sirve para abordar la dialéctica
que puede darse entre Historia, Humanismo, Literatura, Sociedad y Música. Entre
estos ámbitos nos moveremos para entablar este estudio, centrándonos en el diálogo
entre música y sociedad (la concepción de la primera en ojos de la segunda, las rela-
ciones entre ellas, el ámbito cultural...).
La obra seleccionada para nuestro trabajo, Los pasos perdidos, responde perfec-
tamente a este diálogo entre música y sociedad, pues en ella un músico occidental
viajará hasta los lugares más recónditos de la selva y allí hallará la música e instrumen-
tos ancestrales, aquello que él reconocerá como “el Nacimiento de la Música” (Car-
pentier 2005:672) y que hará que en su interior se planteen cuestiones sobre la verdad
que existe en las diversas músicas, la verdad que existe en sí mismo a través de ellas y
donde observará cómo la sociedad concibe, por lo general, a esta arte y ciencia –eje en
el que basaremos nuestro análisis-.
Además, Los pasos perdidos permite atisbar en relación a este tema musical y de
identidad también una cuestión de frontera, separando entre Norte y Sur, Occidental e
Indígena. El personaje descubrirá las músicas selváticas y éstas propiciarán su auto-
gnosis. Pero aunque él sienta esta experiencia decisiva, la concepción de la música por
aquellos que lo rodean no será siempre como él quisiera.
425
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
2. Música y sociedad
Aunque la música sea una profesión merecedora de los más sinceros respetos,
el desconocimiento de todo lo que en torno a ella se cierne hará que en ocasiones su
sentido pueda desvirtuarse. No concibiéndola el vasto de la sociedad serio oficio sino
más bien elemento de diversión, nos encontraremos con dos cuestiones relevantes.
Por una parte, la posible incomprensión y rechazo hacia los músicos de tradición oc-
cidental -que han estudiado la música y se dedican a ella, y que presentan costumbres
propias a las que no suelen acceder quienes no se encuentran dentro de su círculo-;
por otra, el eterno vínculo de ésta a lo festivo, ese eslabón que siempre se establece
entre la música y el contento, la fiesta, lo lúdico, la alegría, a pesar de que la música no
pueda ceñirse exclusivamente a estos arquetipos y sea, sin duda, mucho más.
Esta doble concepción paradójica por parte de la sociedad –gustan de la
música pero no aprecian ni entienden realmente a los músicos- se dará a lo largo de la
obra narrativa de Alejo Carpentier, presentando ejemplos claros en obras como La
consagración de la primavera o El acoso, entre otras. De esta manera, si en la primera se
desprecia, por ejemplo, el “oficio de saltimbanqui” (Carpentier 1998:438) que es para
los nuevos ricos el de bailarina, o a los músicos negros, que solamente deben actuar en
cabarets, en El acoso se verá la incomprensión de quienes no entienden que “el repaso
de los ejercicios no significaba una transgresión del luto, y que el aprendizaje de la
música clásica era compatible con el dolor sentido por la muerte de un pariente” (Car-
pentier 1983:87) o quienes comentan el “irrespeto de quien allá arriba, tan cerca de
una muerte, tenía los discos sonando. No era música de bailar, desde luego; pero la
música siempre se toca por contento” (Carpentier 1983:127).
Si a todos les agrada la música como entretenimiento –y en este sentido sí
aprecian a quienes ejercen la música-, sin embargo, no suelen sentir afecto o aprecio,
ni tan siquiera un ápice de comprensión, por quienes tienen como forma de vida la
dedicación a este arte más allá de la diversión. Al asociar la música a la fiesta y el jolgo-
rio, todo se reduce a eso, sin comprender a quienes se dedican seriamente a tal profe-
sión y no pueden verla simplemente como un entretenimiento, divertimento o distrac-
ción. Sin embargo, no se trata de un desprecio consciente, sino que suele darse por el
gran desconocimiento; es la imposibilidad de la empatía con lo desconocido.
Además, centrándonos en el caso de Los pasos perdidos, nos encontraremos con
la dualidad entre la oralidad y la escritura. Mientras los músicos que provienen de una
tradición occidental conocerán la escritura musical, los indígenas carecerán de este
conocimiento. Este dato supondrá una barrera más a la hora de comprender plena-
mente algo que se desconoce por completo, es la línea divisoria que indica la separa-
ción de unos y otros, esa separación que es visible, tangible, y dificultosa en cuanto a
su pronta superación. “Conocer es resolver” (Martí 2004:161), como diría José Martí
en Nuestra América, pero si no se conoce, difícilmente podrá darse la resolución más
conveniente, acertada u oportuna. Todo lo que conoce el indígena en cuanto a música
proviene de una más o menos larga, distendida y extensa tradición oral, o bien es im-
426
Relaciones entre Música y Sociedad en Los Pasos Perdidos… I. ABELLÁN CHUECOS
provisación, pero en cualquier caso no está sometida a los signos que otros han escrito
en un papel pautado. Sin embargo, el estudioso de la música, además de su conoci-
miento por tradición (y transmisión) oral, se encuentra sometido e interpreta lo que ha
nacido bajo otras plumas y ha sido expresado y acotado por los medios del papel y la
tinta, e igualmente este músico es capaz de crear por los mismos medios, para que
otros puedan interpretar bajo sus designios. Así, el protagonista nos dirá:
427
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
428
Relaciones entre Música y Sociedad en Los Pasos Perdidos… I. ABELLÁN CHUECOS
intérprete militar, muy cerca de donde se exponían los horrores de ésta, “A dos pasos
de aquí, una humanidad sensible y cultivada -sin hacer caso del humo abyecto de cier-
tas chimeneas, por la que habían brotado, un poco antes, plegarias aulladas en yiddish-
seguía coleccionando sellos, estudiando las glorias de la raza, tocando pequeñas músi-
cas nocturnas de Mozart, leyendo La sirenita de Andersen a los niños” (Carpentier
2005:577). No se trata solamente de la diferenciación social sino, en este caso, también
racial. Es, además, la hipocresía y, al mismo tiempo, la ironía de quien nos habla de
ella, pues esa “humanidad sensible y cultivada” no presenta tanta sensibilidad hacia las
personas que están siendo asesinadas, privadas de su vida, a dos pasos de ella, y se
preocupa solamente por su cultivo intelectual, creyéndose sensible y culta cuando su
insensibilidad para con el prójimo es mucho más grande de lo que pueda ser la sensi-
bilidad que posean y muestren hacia esas obras que leen o estudian. La música, la lec-
tura, el estudio o el coleccionismo forman parte de la vida de estas personas cultivadas
pero, en esta preocupación, cierran los ojos y tapan sus oídos hacia otras cuestiones y
preocupaciones mayores, de las cuales prefieren evadirse.
Es por todo esto, como podemos ver, que las relaciones entre música y socie-
dad son múltiples y complejas. La música forma parte de la sociedad y la sociedad
juzga la música, pero al mismo tiempo esta última nos sirve para juzgar a la primera.
Se trata, por tanto, de una simbiosis que conforma al individuo y lo va justificando. El
arte nos sirve, indudable e ineluctablemente para esto. Es a través del arte y las huma-
nidades en donde podemos observar cómo es el comportamiento humano. Es cierto
que en ocasiones las humanidades se ven vejadas en relación a las ciencias técnicas o
naturales, apelando a su falta de utilidad -entendiendo ésta como lo que normalmente
se asocia con la utilidad inmediata (y generalmente física) que pueden proporcionar
cosas como una nueva vacuna o un nuevo fármaco-, pero la utilidad de las humanida-
des -como también se ha podido entrever en estas relaciones entre música y sociedad-
es de otro tipo; las humanidades nos ayudan a entender la formación y el pensamiento
del hombre.
Si no estuviéramos conformes con esto, siempre podríamos preguntarnos en
relación con las humanidades… ¿es lo humano útil? Lo humano quizás no sea útil, no
sea práctico, pero –sin duda- es lo único que nos justifica.
Bibliografía
CARPENTIER, Alejo, Guerra del tiempo, el acoso y otros relatos, en Obras completas de Alejo
Carpentier; 3. Madrid, Siglo XXI, 1983.
CARPENTIER, Alejo, La consagración de la primavera, Edición crítica a cargo de Julio
Rodríguez Puértolas, Madrid, Castalia, 1998.
CARPENTIER, Alejo, Los pasos perdidos, en Narrativa completa I, Barcelona, RBA-
Instituto Cervantes, 2005.
MARTÍ, José, Ensayos y crónicas, Madrid, Cátedra, 2004.
429
XLIV
LA MÚSICA POPULAR CHILENA DURANTE EL
PROCESO DE CONFORMACIÓN Y
CONSOLIDACIÓN DE LA UNIDAD POPULAR
EN CHILE: EL CASO DE VÍCTOR JARA Y SU
INTERPRETACIÓN AURÁTICA DE LA REALIDAD
Pablo Reyna Manero
Universidad Católica de Córdoba
pavloreyna@gmail.com
Introducción
431
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
nica. Cuando hablemos de clases dominantes nos referiremos no sólo a los sectores
dueños de los medios de producción, sino a aquellos estratos que a partir de su lugar
en la sociedad ejercen poder real y simbólico sobre los sectores subalternos.
1 Este concepto dusseliano, implica pensar al actual sistema capitalista como positividad sostenida desde
el poder, es decir, como sistema de valores, creencias, normas, y estructuras vigentes que constituyen el
fundamento de la racionalidad sistémica. Al respecto ver Jalif de Bertarnou 2001.
2 La Escuela de Frankfurt quizás sea la corriente que más exhaustivamente a revisado los postulados de la
modernidad.
432
La música popular chilena… P. REYNA MANERO
Benjamin, pasa a ser parte del patrimonio cultural. Podemos afirmar que, al verse
obligadas a salir de su estado original-mágico, ritual-religioso, es decir, al no responder
ya a fines trascendentales y creativos; al entrar en el circuito comercial o formar parte
del legado patrimonial de una sociedad, impregnadas de la lógica hegemonizante pro-
pia del capitalismo, la obra de arte y la cultura, se integran a la vida social como pro-
ductos fetichizados con su correspondiente valor de cambio. De esta manera, al expe-
rimentar el “torbellino” del proceso histórico moderno, la función aurática de la obra
de arte se desliga de su propuesta inicial, y se asiste a una profanación del espíritu
creador. También Gramsci sugiere que la cultura burguesa re-presenta la “ideología”
del bloque hegemónico que es internalizada a base de coerción y consenso por las
clases subalternas (Gramsci 2011:491 y ss). Es decir, se interioriza como valor univer-
sal una ideología que intenta expresar, vivenciar, explicar e interpretar el mundo y el
orden social, desde parámetros de la clase dominante, aunque esta postura sea o no
explícita en las manifestaciones artísticas. Sin olvidarnos que la ideología va dina-
mizándose con el proceso histórico y no siempre presenta las mismas características,
ni podemos ver en ella vestigios de su posicionamiento ante la realidad. A ello nos
referíamos cuando decíamos que la cultura es un campo dinámico de fuerzas.
Dentro de estas manifestaciones que se oponen a la cultura hegemónica se
encuentra la música folclórica, de la que nos importa señalar un doble sentido: prime-
ro, que ha sido y es trascendental en los pueblos de Nuestra América, como modo de
expresión y cauce de los sentires de esos pueblos, y en segundo lugar, como espectro
posible de anclaje para los estudiosos de lo social. Rescatar la cultura popular, y más
precisamente la canción folclórica es, desde una perspectiva histórica, un intento de
mostrar la multidimensionalidad de los procesos históricos y el complejo entramado
social. Benjamin advierte a los historiadores que “sería un error menospreciar su valor
combativo” (Benjamin 2011), refiriéndose directamente al trabajo artístico de la so-
ciedad.
es una canción que habla del amor de dos obreros, dos obreros de ahora,
de esos que usted mismo ve por las calles y a veces no se da cuenta de lo
que existe dentro del alma. De (…) cualquier lugar de nuestro continente
(Parot 1999).
433
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
3 Para una mayor comprensión de los elementos que ayudan a la consolidación de la NCC, ver Simôes
s/f.
434
La música popular chilena… P. REYNA MANERO
Cuba”, de 1969, es otras de las piezas musicales en donde se percibe una admiración
hacía la revolución caribeña.
4 Utilizaremos el concepto de “Tercer Mundo”, aunque en la actualidad es una categoría discutida por
algunos intelectuales por la supuesta visión “eurocentrista” que subyace al término.
5 En 1970 el número de beneficiarios de la reforma agraria era sólo de 20.000 en vez de los 100.000,
s/f.
435
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
436
La música popular chilena… P. REYNA MANERO
El análisis que antecede nos permite identificar cual era el clima que precedió
a las elecciones que en 1970 llevaron a Allende al poder: aunque, sin dudas la repre-
sión y el asesinato de diez personas que ocupaban tierras en la población meridional
de Puerto Montt por parte del Ejército durante el gobierno de Frei, fue uno de los
picos que demuestran la violencia y el aire que se respiraba durante esos días. Jara
reflejará en una de sus canciones (“Preguntitas sobre Puerto Montt”) este acontecimiento
en particular.
Como decíamos, aumentaron las apropiaciones de terrenos urbanos y granjas,
mientras grupos de izquierda pasaban a la clandestinidad. Provocando, de esta mane-
ra, reacciones desde la derecha, que intentaban legitimar la violencia ejercida desde el
Estado. Cinco meses antes de que asumiera Allende al poder, tuvo lugar una huelga
nacional que contribuyó a instalar definitivamente en la sociedad el problema de las
tierras y su posesión. La UP, ya conformada, se proponía como la única alternativa
que posibilitaría solucionar los problemas estructurales de los chilenos.
Ahora: ¿cuál fue el puente entre lo estrictamente político y la NCC? Al res-
pecto en el mismo Programa de la UP se daba lugar a una nueva cultura que “surgirá
de la lucha (…) contra la colonización cultural; por el acceso de las masas culturales al
arte, la literatura y los medios de comunicación contra su comercialización” (Simôes
s/f:129). Es considerable, aquello que planteábamos en relación a la función social del
arte: se pregona, desde el programa de la UP, una vuelta al acto rituálico, dando un
lugar privilegiado a los artistas en el camino al socialismo.
437
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Central es, en este sentido, la figura del “hijo de la rebeldía”, Ernesto “Che”
Guevara, que despertó seguramente admiración en Jara, ya que le dedica varias can-
ciones, como mostramos cuando analizábamos la NCC. Es evidente que, otros proce-
sos latinoamericanos también repercutieron en su obra: Jara le canta a Camilo Torres
(la canción es de Daniel Viglietti) y a la Revolución Mejicana, retomando corridos
mexicanos dedicados a los campesinos y a Pancho Villa.
Aunque creemos que Jara, ubica al campesino en un lugar privilegiado a la
hora de cantar. Orgulloso entonces de su raíz, cree y tiene fe en el campesinado como
actor político central en el proceso de la vía al socialismo de la UP. Temas como “El
arado”, “El cigarrito”, “El niño yuntero”, “Juan sin tierra”10, y “El lazo”, son poesías que
innegablemente reflejan deseos, formas de vivir y sentir, anécdotas e historias, de la
vida campesina. ¿Cómo evitar pensar en las condiciones pésimas en que se encontra-
ban los campesinos cuándo Jara canta: “el sudor me hace surcos, yo hago surcos a la tie-
rra…sin parar” en “El Arado”?11 Hay, entonces, una dignificación y ennoblecimiento
del campesino como actor político. En “¿Qué saco rogar al cielo?”, nos dice:
10 De Jorge Saldaña.
11 Caso aparte se merece el álbum “La Población” en el que todas las letras de sus canciones están relacio-
nadas con los nuevos actores que llegan a las ciudades.
12 Canción “Vamos por Ancho camino”.
438
La música popular chilena… P. REYNA MANERO
chet, cuando asesinó a Víctor Jara, le destrozó las manos. Las manos “nacedoras” no
sólo de música, sino sembradoras de futuro.
Agradecimientos
A Verónica y Florencia Fuentes, por sus tiempos. A José Chapu Jaccard, por
su sinceridad; y al Pez, por ser Pez nomás…
Bibliografía
Documentales
PAROT, Carmen Luz (Dir. Prod.) El derecho de vivir en paz, Chile. 1999, DVD.
439
XLV
SUBJETIVIDAD MULTICULTURAL Y
PERFORMANCE ARTÍSTICA: ÓPERA Y MÚSICA
POPULAR EN EL SUDESTE CORDOBÉS A
PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI
Manuela Reyes
Universidad Nacional de Villa María
manuelareyes85@hotmail.com
Introducción
tal vez sería mejor no hacer un libro. Tampoco una película, ni una tele-
novela, nada que se entregue en capítulos y vaya de un principio a un fi-
nal. Quizá puede usarse este texto como una ciudad, a la que se ingresa
por el camino de lo culto, el de lo popular o el de lo masivo. Adentro to-
do se mezcla, cada capítulo remite a los otros, y entonces ya no importa
saber por qué acceso se llegó (García Canclini 1989:16).
441
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1 Todos los datos citados en el presente trabajo, correspondiente a testimonios, entrevistas, encuestas,
material periodístico y de programas de mano forma parte del corpus de información que es fuente pri-
maria de mi tesis de Maestría en Humanidades y Artes U.N.V.M. “I Capuleti ed I Montecchi en el sudeste
cordobés entre 2007 y 2009: ópera como performance vocal” actualmente en elaboración.
2 Véase Bellini 1994 y s/f.
3 “Capuletos y Montescos”, Teatro Verdi de Villa María, 23 de junio de 2007, Programa de mano de la
piano eléctrico, por motivos económicos y logísticos. Este detalle no es relevante al resultado sonoro,
pues el timbre y volumen utilizado no diferían del producido por un piano acústico. Entrevista a la pianis-
ta Lucía Zapata, Archivo Particular de la autora.
5 Tomamos como referencia la siguiente definición instrumental de Música Popular “Entenderemos
como música popular urbana una música mediatizada, masiva y modernizante. Mediatizada en las relacio-
nes música/público, a través de la industria y la tecnología; y música/músico, quien recibe su arte princi-
palmente a través de grabaciones. Es masiva, pues llega a millones de personas en forma simultánea,
globalizando sensibilidades locales y creando alianzas suprasociales y supranacionales. Es moderna, por su
relación simbiótica con la industria cultural, la tecnología y las comunicaciones, desde donde desarrolla su
capacidad de expresar el presente, tiempo histórico fundamental para la audiencia juvenil que la sustenta”
(Gonzalez 2001:38–64).
442
Subjetividad multicultural y performance artística… M. REYES
en 40 años en esa ciudad. No habían asistido a una función de ópera antes de cantar
en una función de ópera,6 circunstancia muy relevante cuando hablamos de un género
musical-teatral cuya principal característica intrínseca actualmente es la de ser “en
vivo”, una práctica artística arcaica en su relación con el cuerpo, el sonido y el espacio-
tiempo real.
Antes de continuar nuestro desarrollo, debemos aclarar que cuando hablamos
de ópera nos referimos a la performance en vivo propiamente dicha, y no a los videos
o grabaciones, ni a las fuentes escritas. A la vez, aunque no lo tenemos particularmen-
te en cuenta en este trabajo, no ignoramos la carga simbólica que caracteriza al género
en cuanto práctica cultural en Latinoamérica.
6 Sólo uno de los cantantes asistió a una función de Carmen en el Teatro Colón en 2003. Entrevistas al
elenco, Archivo Particular de la Autora.
443
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Los sujetos
7 Respecto a la lectura de este tema que realiza Pierre Bourdieu en su fundacional obra La Distinción,
actualiza García Canclini “La obra de Bourdieu, poco atraída por las industrias culturales, no nos ayuda a
entender qué pasa cuando hasta los signos y espacios de las élites se masifican y se mezclan con los popu-
lares. Tendremos que partir de Bourdieu, pero ir más allá de él para explicar cómo se reorganiza la dialéc-
tica entre divulgación y distinción cuando los museos reciben a millones de visitantes, y las obras literarias
clásicas o de vanguardia se venden en supermercados, o se convierten en videos” (García Canclini
1989:37).
8 Para un panorama de la historia de la ópera en la Argentina, uno de los casos de mayor difusión del
género en el espacio latinoamericano, ver Ferro 1997, García Brunelli 1999 y Sanguinetti 2001.
9 A modo de ejemplo, puede considerarse como primeros antecedentes en la región la producción de La
Flauta Mágica de 2003 en la ciudad de Córdoba, que marca la aparición pública de la compañía indepen-
diente A Cuerda, y las funciones de Orfeo y Eurídice del Ensamble Lírico Orquestal en ciudades del interior
de la Provincia de Buenos Aires en el período 2003 - 2010. Programas de mano de las funciones – Archi-
vo Particular de la autora.
444
Subjetividad multicultural y performance artística… M. REYES
Ninguno era lo que puede llamarse consumidor del género como público, ni
había asistido nunca a una función de ópera en vivo, con una única excepción (1 de
los cantantes había asistido 1 única vez a una función de ópera, 4 años antes).
Las entrevistas arrojaron información que puede leerse organizándola en tres
aspectos. Por un lado los datos del contexto, que acabamos de exponer sintéticamen-
te, además, las cuestiones artísticas intrínsecas, en particular las diferencias entre las
performances (MP y ópera) y por último las cuestiones sociales, centrándonos en las
ideas acerca del género previas a la performance.
A partir de los datos vertidos en las entrevistas, sabemos que previo a su par-
ticipación en I Capuleti… estos cantantes habían accedido a alguna información acerca
445
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
del género por dos vías: lo que estudiaron en la materia Historia de la Música en la
Universidad, y las referencias generales presentes en el ambiente sociocultural.
Lo percibían como algo interesante, bello, pero ajeno e inaccesible.
Vemos que tanto la educación formal como los mensajes en los mass media
tienden en este caso a reforzar la actitud ya presente en nuestro medio social de
aproximarse a ciertos objetos –en este caso artísticos- como cosas para ser miradas
(admiradas) desde afuera. Todas las referencias citadas por los entrevistados pueden
encuadrarse en esta corriente de política cultural que García Canclini llama “divulga-
ción de lo selecto como recurso para reproducir la hegemonía”:
Conclusiones
446
Subjetividad multicultural y performance artística… M. REYES
aspecto de la ópera como performance que por sus diversos significados debe anali-
zarse con cuidado, y es el hecho de que este género, aún siendo un espectáculo sufi-
cientemente “espectacular” en sentido debordiano10 para ser percibido como potente
en nuestro medio social actual, es un género teatral-musical acústico, es decir, se canta
y se toca sin amplificar.
La inversión económica que requiere no está aplicada a parafernalia tecnológi-
ca, sino a recursos humanos capacitados con ciertas destrezas específicas. Por supues-
to que la adquisición de estas destrezas, que son un tipo de conocimiento, también
implicó de algún modo costos económicos para el sujeto que las ejerce, pero un costo
económico que está integrado al sujeto como conocimiento: en un sentido no menor a
la hora de realizar, el artista de ópera, sea cantante, instrumentista, actor, director mu-
sical o regisseur, posee los medios de producción.
Este hecho tiene consecuencias que juzgamos importantes en el contexto ac-
tual, en que
10 En 1967, “Guy Debord llama espectáculo al advenimiento de una nueva modalidad de disponer de lo
verosímil y de lo incorrecto mediante la imposición de una separación fetichizada del mundo de índole
tecnoestética. Prescribiendo lo permitido y conveniente así como desestimando en lo posible la experi-
mentación vital no controlada, la sociedad espectacular regula la circulación social del cuerpo y de las
ideas” (Ferrer 2008).
“El espectáculo se presenta como una enorme positividad indiscutible e inaccesible. Dice solamente lo que
aparece es bueno y lo que es bueno aparece. La actitud que exige por principio es esa aceptación pasiva que de
hecho ha obtenido por su modalidad de aparecer sin réplica, por su monopolio de la apariencia” (Debord
2008:12).
11 Tomando como base datos económicos de algunas compañías independientes de ópera en las ciudades
de Córdoba y Buenos Aires, cabe plantearse como tema de investigación hasta qué punto los costos de
producción que se le atribuyen al género en Latinoamérica, y sirven para justificar incluso en teatros
estatales un precio de entrada a las funciones inaccesible para las mayorías, son exagerados deliberada-
mente como estrategia de marketing.
447
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Tal vez una tarea clave de las nuevas políticas culturales sea, como lo en-
sayan ciertas performances artísticas, reunir de otros modos afectos, sa-
beres y prácticas. Reencontrar o construir signos que representen creí-
blemente identidades de sujetos que a la vez quieren, saben y actúan: su-
jetos que respondan por actos y no personajes que representan marcas
de entidad enigmática. Este es un núcleo dramático del presente debate
cultural, o sea del sentido con que están reelaborándose las opciones de
desarrollo social (García Canclini 2004:212).
448
Subjetividad multicultural y performance artística… M. REYES
Por estar implantado en este contexto institucional, pensamos que este pri-
mer encuentro performático con la ópera a partir de un título tradicional puede llevar-
nos a un proceso de experimentación creativa con el género que, tomado como lo que
es intrínsecamente y sin complejos de inferioridad social, nos ayude a construir nues-
tro ser/estar en el mundo como artistas latinoamericanos.
Bibliografía
449
XLVI
PERFORMANCE DEL TANGO EN VILLA MARÍA
Y RÍO CUARTO ENTRE 1940 Y 1970.
COMPARACIÓN DEL REPERTORIO Y LAS
CREACIONES
Silvia Irene Aballay - Alfredo José Crespo
Universidad Nacional de Villa María
aballay_crichigno@hotmail.com - alfredojosecrespo@yahoo.com.ar
Introducción
E
la UNVM.
l presente estudio se enmarca en la investigación “Aproximaciones a la Per-
formance musical. Estudio, innovación y producción musical. Aportes a la
ejecución instrumental desde ópticas renovadoras” acreditada y subsidiada por
1 Villa María se encuentra a 150 kilómetros de Córdoba, capital de la provincia y a 545 kilómetros de la
capital de la República Argentina. Río Cuarto se encuentra a 235 kilómetros de Córdoba y a 603 de la
capital de la República Argentina.
451
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
2 Este trabajo fue presentado en el VI Congreso de la IASPM y ha sido publicado en las actas del Congre-
so en su página: www.iaspm-al/actas/.
3 Investigación subsidiada por la Universidad Nacional de Villa María. Año 2005. Resolución de Consejo
Superior 072/2005. Año 2006/2007 Resolución de Consejo Superior 106/2006. Como producto de esta
investigación se publicó el libro: Aballay, et al. 2008.
452
Performance del tango en Villa María y Río Cuarto… S. I. ABALLAY y A. J. CRESPO
actuaba una orquesta típica de Buenos Aires no podía actuar una local y sólo podía
hacerlo una característica. Se debe aclarar que para los bailes se solía contratar dos
orquestas una de cada repertorio (la de tango y la característica), como las orquestas de
Buenos Aires eran famosas y más conocidas que las locales, éstas últimas tuvieron que
hacer el gran esfuerzo en parecerse, en todo lo posible a las de Buenos Aires. Esto
generó una competencia que trajo aparejadas varias exigencias para los directores y los
integrantes. Por un lado, debían tener un alto nivel para poder permanecer y trabajar,
por el otro, era necesario parecerse a las orquestas de Buenos Aires para que las con-
trataran.
En relación con la existencia de composiciones de villamarienses, los libros de
historia local no presentan registros y los entrevistados plantean que no había o que
eran escasas. En principio se recopilaron obras de 18 compositores. Esto permite
inferir que deben existir más, pero no se ha podido encontrar referencia de ellas. En
total fueron recopiladas 48 obras. Esta diferencia permite vislumbrar que algo limita-
ba, entre otras cuestiones, la posibilidad de difusión de las creaciones en Villa María lo
que analizaremos más adelante.
4 Tomando como referencia a García Canclini, al hablar de patrimonio, consideramos a las obras creadas
como parte del conjunto de manifestaciones de la cultura consabida como construcción social, es decir
independiente de “la oficial” dado que ese conjunto de bienes culturales reunidos a lo largo de la historia
de una comunidad, sumado a lo que crea cotidianamente, no pertenece a todos por igual, ni identifican
cultural e históricamente a todos. Pues se debe reconocer, además, la desigualdad de los colectivos socia-
les en su producción, la diferencia de oportunidades al acceso a los mismos y la diferente valoración que
453
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
cada colectivo le da a esos bienes. Lo que además deja trasuntar una diversidad cultural que está materiali-
zada en estas creaciones como una parte del patrimonio de las dos ciudades estudiadas que no ha sido
reconocido como tal (Garcia Canclini 1993).
5 Las orquestas Típicas se dedicaban a las expresiones tangueras, contando con 2 o 4 violines, 2 o 4 ban-
doneones, contrabajo y piano. Por otro lado la orquesta característica tenía una estructura no tan definida,
siendo integrada por instrumentos de viento, percusión (batería, castañuelas, pandero) y otros; que inter-
pretaban obras de diferentes proveniencias, entre ellas: Tarantelas (Italiana), Paso doble (Español), Polca
(Polaca), Fox trot (Estados Unidos), y demás.
454
Performance del tango en Villa María y Río Cuarto… S. I. ABALLAY y A. J. CRESPO
planilla de Sadaic figuran 4 obras grabadas y hay información verbal de varias graba-
ciones pero solo se encontraron algunas copias en el Archivo de Radio Río Cuarto.
Carlos Di Santo, hijo de Nicolás, compuso fundamentalmente tangos, la pri-
mera de ellas fue un tango “Compañeros” que data de 1950 escrito a la edad de 15
años, también compuso valses y fox-trot. Cuando estuvo en Buenos Aires compuso
junto a Ernesto Baffa dos tangos “Cachet” y “Hola Popof”.
Como consideraciones en relación a lo estudiado en Río Cuarto, según se pu-
do analizar a lo largo del trabajo, en este interior de la Argentina hubo un movimiento
tanguero importante potenciado por la característica identitaria de la ciudad, ya que
debido a su condición de ciudad de paso albergó a los más importantes músicos y
cantores de tango de la época, lo que posibilitó un fluido contacto de los músicos
locales con el centro tanguero, que fue Buenos Aires.
Se pudo comprobar que el salón de baile el Florida tuvo una nutrida actividad
tanguera ininterrumpida durante 32 años y que, a pesar de que fue cambiando de
público y que numerosos locales lo precedieron o se crearon durante su existencia, dos
generaciones de músicos se sustentaron con él. Su creador fue un referente del interior
para Buenos Aires, como lo manifiesta el hecho de que varios letristas fueran colabo-
radores de él en sus creaciones y también fue referente para los músicos de Río Cuar-
to, ya que fue promotor para resguardar sus composiciones y lograr el rédito por su
difusión.
Por otro lado, Carlos Di Santo fue y es un referente ya que además de ser el
bandoneonista clave, a la hora de necesitar a alguien para que acompañe cantores invi-
tados, en épocas del Florida, los músicos de Buenos Aires cuando recalaban en Río
Cuarto lo iban a escuchar y solían sumarse a su orquesta por el placer de hacer música.
En su primera época el Florida tuvo una gran importancia en la vida social de
una zona de Río Cuarto porque asistía la familia y tenía una nutrida y sostenida concu-
rrencia, constituyéndose en una parte de la historia de la localidad. La cantidad y va-
riedad de obras fichadas demuestran una profusa actividad, las que son parte del con-
junto de manifestaciones de la cultura de ese colectivo, y que atesoran el mérito de ser
testimonio de una porción del pasado histórico de Río Cuarto.
455
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
establecer parámetros para luego delinear los ejes temáticos de las entrevistas en pro-
fundidad. La recopilación de obras se realizó a partir de los archivos personales de
músicos y familiares. Los criterios para elegir a los entrevistados fueron los actores
directos, los protagonistas de la historia del tango en Villa María, músicos integrantes y
directores de orquestas y compositores.
En Villa María se estilaban dos tipos de bailes: en el verano, al aire libre en las
pistas de baile, y en invierno, en los salones. Los lugares más frecuentes fueron los
clubes Ameghino, Sarmiento, Unión, Central Argentino, Sport, la Sociedad Española,
la Sociedad Italiana, el Palace Hotel, el Jockey Club, entre otros 6. Había mucha activi-
dad, lo que traía aparejada la creación de gran cantidad de orquestas en la ciudad. Hab-
ía numerosas formaciones y todas tenían trabajo, como relata el cantor Bringas.
Pero acá, mire… acá en la década del ’50 (que fue la década más fuerte)
[...], había diez orquestas, doce, y había siete, ocho bailes acá nomás, en
Villa María. [...] ¡Tocaban todas! Nosotros teníamos seis, siete bailes
mensuales, que no es fácil hacerlos [...] bailes: el Sport Club… en el Pala-
ce Hotel, donde ahí se hacían los bailes de estudiantes, de promocio-
nes… así que… acá copaba todo Villa María, más que todo, porque tenía
más orquestas.7
El desarrollo del tango en la ciudad fue muy importante, y el auge de los bailes
fue tal que mientras en Buenos Aires el tango decaía por diferentes factores, en Villa
María se siguió practicando varios años más. Pero la necesidad de competir con las
orquestas de Buenos Aires trajo aparejado la obligación de parecerse a dichas orques-
tas para que las contrataran. Lo antedicho es confirmado por un compositor de la
época que dice:
Todas las orquestas trataban de tener repertorio de los temas más cono-
cidos y los de uno no se hacían, con decirte que yo tocar un tango
mío!!!… nunca. Vanzetti tampoco, nunca tocó el tango de él en la or-
questa, es decir, nadie, Calderón tampoco. Pero uno, hasta, no sé… pa-
recía que era imponer algo en la orquesta, entonces se elegían los tangos
más populares8.
456
Performance del tango en Villa María y Río Cuarto… S. I. ABALLAY y A. J. CRESPO
457
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
458
Performance del tango en Villa María y Río Cuarto… S. I. ABALLAY y A. J. CRESPO
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459
XLVII
LA GESTIÓN TURÍSTICA SOBRE LOS BIENES
PATRIMONIALES MEDIDAS DE MITIGACIÓN
ANTE SU APLICACIÓN
Yanina Valeria Aguilar
Universidad Nacional de Río Cuarto
feryanin@yahoo.com.ar
Introducción
461
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
A su vez la misma ley crea la figura del Consejo Federal de Turismo y el Insti-
tuto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR). Al primero le corresponde
examinar y pronunciarse sobre cuestiones referentes a la organización, coordinación,
planificación, promoción, legislación y estrategias de las actividades turísticas de carác-
ter federal. Cabe mencionar que si bien están representados allí todos los organismos
oficiales de turismo de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el
mismo tiene carácter consultivo y carece de poder de decisión. Por su parte el IN-
PROTUR tiene la facultad de desarrollar y ejecutar los planes, programas y estrategias
de promoción del turismo receptivo internacional y de los productos directamente
relacionados con él, así como la imagen turística del país en el exterior. Estas funcio-
nes, sin embargo, las concentra lo que se denomina Estrategia Marca País, iniciativa
conjunta entre la Secretaría de Medios de la Nación, el Ministerio de Relaciones Exte-
riores y la Secretaría de Turismo (Correa 2010:120-121).
Teniendo en cuenta lo propugnado por dichos organismos a partir de las fa-
cultades que le otorga la ley mencionada, podemos advertir una tendencia turística que
prioriza una gestión cultural orientada a la promoción internacional, en tanto el objeti-
vo que tiene el INPROTUR de administrar y gerenciar la Estrategia Marca País (EMP)
y la Marca Argentina implica articular, con el sector público y el privado, la utilización
de la Marca Argentina para optimizar la imagen de la República Argentina en el exte-
rior, como así también coordinar el trabajo interjurisdiccional en materia logística,
administrativa y organizativa (Decreto 2102/2008, Poder Ejecutivo Nacional).
Bajo esta perspectiva nos preguntamos acerca de los criterios de activación
patrimonial que realiza el Estado ante el objetivo de posicionar a la Argentina en el
mercado global a partir de las políticas turísticas empleadas a partir de sus recursos
patrimoniales.
En el plano estratégico activar un repertorio patrimonial implica seleccionar
determinados referentes y exponerlos de una determinada manera. Ello equivale a
articular un discurso que dependerá de los referentes escogidos, de los significados de
estos referentes que se destaquen, de la importancia relativa que se les otorgue y del
contexto. Ninguna activación patrimonial es neutra, sean conscientes o no de ello los
correspondientes gestores del patrimonio (Prats 1998, citado por Gómez Schettini,
2008:117).
De esta manera la relación entre turismo y patrimonio muestra un nuevo tipo
de consumo cultural, y por ende de gestión turística, que tiene como objetivo refun-
cionalizar el territorio con el propósito de generar ingresos económicos. Las estrate-
gias que se diseñan e implementan para dinamizar la economía se posiciona a partir de
la receptibilidad y movimiento del turismo internacional, en particular y del turismo
interno en general.
Podemos citar el caso de la ciudad autónoma de Buenos Aires que en el año
2004 el gobiernos de la ciudad y la Secretaria de turismo de la Presidencia de la Na-
ción, celebraron el convenio N° 21 de cooperación para la promoción de los atracti-
vos turísticos de la ciudad, en el cual se establece, entre otras acciones, la coordinación
entre dicho organismo nacional y la Subsecretaria de Turismo de este gobierno, con el
fin de participar conjuntamente en las misiones internacionales programadas por la
Nación. Dicho convenio como marco legal para el desarrollo y la promoción en su
462
La gestión turística sobre los bienes patrimoniales… Y. AGUILAR
463
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
tradicional de esta última donde el turismo se práctica a partir de la visitas a los muse-
os, las artes dramáticas o las galerías que estatizan una historia decimonónica.
Esto nos conlleva a mencionar la tematización cultural como uno de los
puentes que une al turismo con la cultura como una estrategia de desarrollo que se
instala cada vez más, no sólo en nuestro país en particular sino en el mundo en gene-
ral. La tematización cultural puede estar asociada a los recursos patrimoniales cuando
se ponen en valor y se promocionan los centros históricos, conjuntos de museos o
monumentos. También puede vincularse a polos de producción y creación artística,
vinculados a productos de las industrias culturales o simplemente a sectores urbanos
en los que se puede acceder en forma directa a la creación artística, a través de la expe-
rimentación o el consumo (Correa 2010:56).
Por lo tanto es de suma importancia considerar que el turismo cultural como
una industria asociada a la espectacularización de la cultura, debe atender a las norma-
tivas que implica la ordenación del territorio, ya que el turismo nos muestra que si bien
atiende a las condiciones necesarias para transformar un recurso en un destino turísti-
co, el desarrollo de esta industria tiene mucho de estrategia, y también de inversión
por parte de actores públicos o privados. El turismo parte de la existencia de un lugar
y de la voluntad de desplazamiento por parte de otros. Está lejos de ser un fenómeno
espontáneo, su crecimiento y desarrollo depende de la sistematización de los recursos,
la planificación y la gestión relacionados con los recursos, los mercados potenciales, la
infraestructura y la necesidad de una localidad de tener al turismo como un elemento
para el desarrollo económico (Brusadin 2005:40).
Entonces ¿cómo articular las políticas turísticas que los Estados justifican en
beneficio socioeconómico de acuerdo con las alteraciones naturales y antrópicas de los
territorios donde la gestión turística apunta al atractivo de este último?
Primero debemos considerar que tipo de gestión turística patrimonial se
adopta desde el ámbito de las administraciones estatales.
Si sostenemos que los lineamientos del desarrollo económico, implican un de-
sarrollo equilibrado territorialmente, con la lógica de un modelo basado en la cultura
como mercancía y en las potencialidades de cada una de las comunidades locales y
regionales, haciendo referencia a entornos territoriales innovadores, estamos pensando
en una intervención territorial desde una sostenibilidad, que prioriza estrategias de
desarrollo económico que tradicionalmente se visualizan como procesos secuenciales,
vinculados a la industrialización, tercerización y urbanización, que son asimilados al
avance de la modernización.
464
La gestión turística sobre los bienes patrimoniales… Y. AGUILAR
465
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Conclusiones
466
La gestión turística sobre los bienes patrimoniales… Y. AGUILAR
Agradecimientos
Bibliografía
Documentos Consultados
467
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
468
XLVIII
LA HERENCIA SOCIAL COMO POTENCIAL
CULTURAL HISTÓRICO LOCAL. VILLA NUEVA
(LA DEL PASO DE FERREYRA). PEDANÍA VILLA
NUEVA. CUENCA DEL TERCERO ABAJO.
CÓRDOBA
María Laura Gili - Graciana Pérez Zavala - Silvina Simieli - Adriana Watson - Sergio
Alonso - Paula Fernández - Celeste Audagna - Matías Luna Broggi - Nahuel Diaz
Universidad Nacional de Villa María
mlauragili@yahoo.com.ar
Introducción
469
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
de Villa Nueva, Pedanía Villa Nueva, antiguo Paso de Ferreyra, posta del Camino
Real, en la Cuenca del Tercero Abajo. Ubicada a 32° Lat. S 63° Long. O; a 194 msnm;
con 21.200 habitantes. Se encuentra en la provincia pampeana, en el límite con la pro-
vincia del espinal.
Área de escasa población indígena, se desconoce el potencial arqueológico de
la región de la cuenca del Tercero Abajo; solo se tiene constancia del asentamiento en
Yukat (Granado 1975; Laguens y Bonin 2007) y en tres sectores a la altura del actual
Parque Yrigoyen, Villa Nueva (Granado 1975). El primer reparto de tierras en merce-
des en la región data de 1585. Durante el período independentista la región fue paso
del ejército y camino de postas (Podestá y Coria 1987; Pereyra 2012). Y eje regional
durante los siglos XVIII y XIX. Villa Nueva reconoce su fundación en octubre de
1826, con población ya establecida en torno al Paso de Ferreyra. En ese año, Juan
Bautista Bustos, gobernador de la Provincia de Córdoba, le daba trazado urbano (Pe-
reyra 2012:14). En 1857 fue declarada Municipalidad Departamental del Tercero Aba-
jo (Fonseca 2004). En 1891 una inundación provoco desplazamiento poblacional. En
el siglo XX se instalaron empresas agroindustriales y lecheras en la ciudad. Las casonas
de finales del s. XIX e inicios del XX, fueron puestas en el centro de atención por el
actual itinerario histórico urbano realizado por la Junta Municipal de Historia. La ciu-
dad cuenta con Junta Municipal de Historia, Archivo Histórico, Casa de la Cultura,
Itinerario histórico urbano, historiadores locales, escuelas públicas y de gestión priva-
da, grupos de música popular (cuarteto, tango, folclore). Carece de un registro de si-
tios históricos y arqueológicos; el Archivo Histórico es reducido y falta sistematiza-
ción. La Casa de la Cultura carece de muestras permanentes y de un depósito inventa-
riado.
Villa Nueva es una localidad del centro-este de la provincia de Córdoba, cuyo
relato histórico la sitúa en los inicios del proceso colonizador y como eje regional en el
Camino de Postas del periodo independentista. El relato histórico actual, manifiesto
en el itinerario histórico urbanístico realizado por la Junta de Historia Municipal, resal-
ta dicha situación y la urbanización de finales del siglo XIX e inicios del XX, momento
de crecimiento económico del poblado junto al tendido del ferrocarril y el avance en la
región del modelo agroexportador que cerró la sociedad de frontera, desplazó las so-
ciedades indígenas del territorio nacional y abrió las puertas a la inmigración.
Observamos como principal problema de investigación en esta instancia pre-
liminar que, las representaciones sobre la historia local, tensan por proyectar un ima-
ginario moderno sobre su conformación social, invisibilizando su diversidad social
constitutiva y el pasado criollo de la región, presente en formas de cotidianeidad, ex-
presiones artísticas-musicales, arquitectura tradicional.
El inventario y relevamiento patrimonial de Villa Nueva (viviendas urbanas,
edificios de administración pública, escolares y religiosos neoclásicos, oficios tradicio-
nales, grupos de música popular, relatos orales) tiene por finalidad comprobar la inter-
acción entre vestigios y representaciones.
470
La herencia social como potencial cultural histórico local… M. L. GILI ET AL.
471
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
San Francisco. En 1770, allí se radicaría la Posta del Paso del Ferreira, punto más ac-
cesible para vadear el rio.
472
La herencia social como potencial cultural histórico local… M. L. GILI ET AL.
473
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Luego cita a Walter L.B. Bose, en su obra “Córdoba, Centro de las Comuni-
caciones Postales en las provincias unidas del Río de la Plata 1819-1824”, y sostiene:
474
La herencia social como potencial cultural histórico local… M. L. GILI ET AL.
HS: Ahí era lindo en Sanabria, por las fiestas… había carreras… como a
mí me gustaba correr a caballo… (…) era livianito. Si… amansaba y
también hacia eso… (…) Y tenía un campo en Cárcano, también. Y es
ese tiempo, mire, ahí, don José Cañas y don Borsatto, me acuerdo, si no
se hacía carrera de, de… caballos… corrían ellos, de a pie!.(…)
MLG: carrera de trote.
HS: esta de furia, con caballo, y de trote.
MLG: y Ud. hacia la carrera de trote o de furia?
HS: que tiene?
MLG: Ud.?
HS: de furia. Corría ese.
Y así manifiesta las otras miradas sobre la ciudad y sus vivencias. Las costum-
bres ancestrales que sobreviven en las periferias de las prácticas y tradiciones urbanas:
los juegos criollos. Los documentos dan cuenta de ellos en el siglo XIX. La corres-
pondencia entre ellos da cuenta de las jineteadas, compra y venta de caballos, apuestas
y demás actividades relacionadas a “…los caballos y las carreras cuadreras eran la gran
afición de Manuel Lopez y su hijo” (Pereyra 2012).
La gestión del patrimonio en relación al territorio urbano es relativamente re-
ciente en Latinoamérica. La tradición por la preservación del patrimonio urbano trans-
formo las áreas céntricas en ciudad histórica y patrimonio monumental, en centros a renovar
(Correa y Hayakawa 2010). Ello género que:
…las áreas centrales fueran vistas más como una suerte de ficción mu-
seística pletórica de edificios de gran valor, antes que como un espacio de
vida y cultura en permanente cambio (Correa y Hayakawa 2010).
475
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Conclusión
476
La herencia social como potencial cultural histórico local… M. L. GILI ET AL.
Agradecimientos
Bibliografia
477
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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478
XLIX
VILLA NUEVA (PROVINCIA DE CÓRDOBA):
CARACTERÍSTICAS DE SU POBLACIÓN A
PARTIR DEL CENSO DE 1869
Graciana Pérez Zavala - María Laura Gili - Silvina Simieli
Universidad Nacional de Villa María
gracianapz@gmail.com
Introducción
1Proyecto de Investigación El Potencial Cultural-Histórico de Villa Nueva (la del Paso de Ferreyra). Pedanía Villa
Nueva. Cuenca del Tercero Abajo. Córdoba (IAPCH, Instituto de Investigación, Universidad Nacional de Villa
María, Argentina).
479
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
La “Guía para conocer el Recorrido Histórico por Villa Nueva” que ofrece el
Municipio, y cuya elaboración estuvo a cargo de la Junta Municipal de Historia de
Villa Nueva, se constituye en el principal documento para conocer el modo en que los
habitantes de dicha ciudad conciben su patrimonio histórico-cultural.
En la misma se incluye diversos lugares que, según su contenido y uso público
o privado, hemos agrupado en: Parques: Parque Hipólito Irigoyen, Parque ecológico;
Puentes: Puente Juan Bautista Alberdi, Puente “Negro” Isidro Fernández Núñez, Fe-
rrocarril Pacífico; Puente de Hierro en la Cañada de los Castañones y Puente “Viejo”
Vélez Sarsfield; Plazas: Plaza Capitán de los Andes, Plazoleta del Tranway “Olmos”,
Plaza de las Carretas; Escuelas: Escuela Bartolomé Mitre, Escuela República de Bolivia;
Cementerio: Cementerio San José; Iglesias de culto católico: Parroquia Nuestra Señora del
Rosario, Instituto Inmaculada Concepción e Iglesia Quinta San Ignacio; Construcciones
ligadas a producciones económicas y de servicios: Estación de trenes y tanques del ferrocarril,
Defensa Agrícola, La vieja Bodega Menicor, Ex fábrica Nestlé y Planta de tratamiento
de líquidos cloacales (CAPYCLO); Construcciones político-culturales: Municipalidad de
Villa Nueva, Casa de la Cultura, Casa de la Familia Villasuso (antiguo almacén de Ra-
mos Generales).
La elección y valorización de dichos lugares da cuenta de la impronta de las
producciones económicas ligadas al modelo agropecuario y sus derivados (plazas,
casas de Ramos Generales, Defensa Agrícola). A su vez, advierte sobre la huella de la
iglesia católica y de la educación. En el circuito conviven lugares de uso cotidiano que
asientan en múltiples pasados: algunos de larga data como el Parque Hipólito Irigoyen,
donde hacia fines del siglo XVIII y bajo el nombre de Paso de Ferreyra transitaba el
camino real que comunicaba a Buenos Aires con Córdoba y los circuitos alto perua-
nos. Otros lugares remiten a estructuras edilicias gestadas en el marco de las transfor-
maciones de las últimas décadas del siglo XIX, tales como la instalación del ferrocarril
y los puentes que conectan a Villa Nueva con Villa María, fundada en 1867. En cam-
bio, la mención de la Planta de tratamiento de líquidos cloacales o la Ex fábrica Nestlé
remiten al devenir del siglo XX. Algunas edificaciones han sido puestas en valor, co-
mo es el caso de la Casa de la Cultura, en tanto otras, están limitadas en su conserva-
ción y uso.
Ahora bien, ¿en qué medida estos lugares patrimonializados nos permiten ac-
ceder al pasado socio-económico de la población de Villa Nueva durante el XIX?
En 1865 Richard Seymour, un inglés que buscó probar suerte en las pampas
argentina radicándose en Fraile Muerto, Provincia de Córdoba, apuntó las siguientes
impresiones sobre Villa Nueva y su geografía:
480
Villa Nueva, provincia de Córdoba… G. PÉREZ ZAVALA ET AL.
Villa Nueva, del otro lado del río Tercero, es un importante pueblo de
3345 habitantes, el tercero de la Provincia de Córdoba y centro de consi-
derable comercio. Exporta cueros, lana, ganado y frutas sécas. Este co-
mercio se estima en 60.000 libras esterlinas anuales, importándose otro
tanto en mercaderías europeas. Tiene cuarenta pulperías, además de car-
pinterías, herrerías, panaderías, etc. y una fonda, pero a veces se carece
de médico. Los indios suelen en sus incursiones aproximarse a él tanto,
que se les puede divisar desde el techo de la iglesia, pero desde 1870 en
que se comenzó la nueva línea ferroviaria hasta el Río Cuarto, han dejado
de invadir. Villa Nueva ofrece un pobre aspecto, pues casi todas sus vi-
viendas son de adobe o barro y techos de paja. El río tiene allí poca agua
por lo general, pero cuando cree, amenaza al pueblo2. A media cuadra de
éste existe un puente de hierro sobre el río Tercero (Saymour 2003:68).
2En diciembre de 1891 se produjo una inundación del Río Tercero, que afectó notoriamente al poblado
de Villa Nueva. El puente de Hierro de la Cañada de los Castoñones que había sido construido un año
antes de la inundación fue derrumbado. El actual puente de hierro data de 1906.
481
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
siglo XIX. Cabe destacar que el poblado analizado estaba emplazado en las proximi-
dades de las dos fronteras con indígenas que existían en la Provincia de Córdoba (Pe-
reyra 2012). La del Este y la del Sur (sobre el curso del río Cuarto). Los 100 kms que
separaban a Río Cuarto de Villa Nueva (residencia de la Comandancia del Departa-
mento 3° Abajo) no impedían el ingreso de los malones ranqueles en momentos de
tensión interétnica. Justamente, en los años 1866 y 1867, en coincidencia con la mon-
tonera puntana de los Saa, las invasiones afectaron toda la frontera sur cordobesa y
llegaron a las inmediaciones de Villa Nueva (Tamagnini y Pérez Zavala 2003). Una
parte militar proveniente de dicho poblado informaba en diciembre 1867:
3 Servicios Históricos del Ejército. Doc. N° 967. Rte: Sargento Mayor de Guardias Nacionales de la
Provincia y Comando Municipal Apolinario Ipola al Ministro de Gobierno de la Provincia de Córdoba,
Luis Vélez. Villa Nueva, 27/12/1867. Se respeta la ortografía del documento.
482
Villa Nueva, provincia de Córdoba… G. PÉREZ ZAVALA ET AL.
483
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Según Álvarez et. al. (2004:3), estos censos presentan como características ge-
nerales: el empadronamiento individual (relevamiento de cada uno de los habitantes
del hogar por separado), la universalidad (incluye a todas las personas que están pre-
sentes en la zona abarcada), la simultaneidad (todas las personas y todos los hogares
deber ser empadronados al mismo tiempo) y la periodicidad definida (para disponer
de información comparable). Estos principios fueron aplicados en el Censo objeto de
estudio.
484
Villa Nueva, provincia de Córdoba… G. PÉREZ ZAVALA ET AL.
485
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
gen, debe ser vinculada con las convocatorias forzadas de hombres de distinta proce-
dencia provincial ante el conflicto con el Paraguay (González 1997:394). Es posible
que estos cuerpos censados en Villa Nueva hayan estado retornando a sus lugares de
origen dado que en 1869 el conflicto bélico estaba llegando a su fin.
486
Villa Nueva, provincia de Córdoba… G. PÉREZ ZAVALA ET AL.
Las viviendas
487
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
488
Villa Nueva, provincia de Córdoba… G. PÉREZ ZAVALA ET AL.
El estudio del Primer Censo Nacional del año 1869 aporta un conjunto ele-
mentos para el análisis de la herencia social y las formas de apropiación, re significa-
ción y silenciamientos en la memoria colectiva de Villa Nueva. Las actividades agríco-
la-pastoriles, artesanales y comerciales de tipo tradicional registradas en dicho docu-
mento nos impulsan a reflexionar sobre su destacado rol durante el siglo XIX. Al
pensar esta dimensión histórica se advierte -y se procurará profundizar en esta investi-
gación- la larga duración en las formas de trasmisión de los oficios como también en
los constructivos edilicios, pero también los procesos de desdibujamiento de las mis-
mas durante el siglo XX.
489
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bajo esta línea de análisis lo llamativo es la ruptura entre las prácticas ancladas
en buena parte de la población y las representaciones gestadas en las propuestas de
Municipio tendientes a dar a conocer la historia de Villa Nueva. En este sentido, sería
importante complejizar el recorrido histórico a partir de la incorporación de las casas
de adobe. Si bien las dificultades en su conservación inciden en su ausencia (por las
demoliciones naturales y artificiales) u ocultamiento (revestimientos) en el paisaje ac-
tual de Villa Nueva, es posible llevar adelante acciones que tiendan a su identificación,
registro y re valorización. De igual modo, el patrimonio intangible debería constituirse
en la base del relato histórico. Es decir, no es necesario contar con lugares físicos para
dar cuenta del pasado de Villa Nueva en su vinculación con la frontera con los indíge-
nas y con los movimientos de tropas en momentos de consolidación del Estado ar-
gentino. Tampoco lo es para profundizar en las identidades de su población, en las
que el componente “cordobés” se enlaza y redefine a partir de herencias provenientes
de otras provincias y países. De igual modo, la variedad de “profesiones, oficios, ocu-
paciones o medios de vida” mencionadas en el Censo de 1869 debería ser potenciada
en tanto ella remite a la riqueza de prácticas laborales, técnicas, uso de materiales y
saberes que organizaron la vida del poblado y que, de manera solapada, perviven en
algunos moradores.
Referencias Bibliográficas
490
Villa Nueva, provincia de Córdoba… G. PÉREZ ZAVALA ET AL.
491
L
UN ANÁLISIS DE LA CULTURA POLÍTICA
OBRERA: EL CASO DE LA CIUDAD DE RÍO
CUARTO (1930-1943)
Martha Grodsinsky - Gabriel Germanetto †
Universidad Nacional de Río Cuarto
mgrodsinsky@hum.unrc.edu.ar
Introducción
493
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
un segundo plano y lo que toma preeminencia es estudiar el proceso por el cual las
experiencias de los obreros se plasmarían en formas culturalmente específicas.
Dividimos el trabajo en tres partes, la primera la iniciamos con los debates
acerca del término cultura para hacer hincapié también en un abordaje sociocultural
que resulta vital para comprender la cultura política. En la segunda parte, nos aboca-
remos a desarrollar el término de cultura política, y tercero, lo aplicamos al contexto
riocuartense entre 1930 y 1943.
tienen vigencia porque, fuera del mundo académico, no ceden las visio-
nes de la cultura que la identifican con las bellas artes, ni los esencialis-
mos que pretenden predecir el rendimiento escolar de los niños según su
color o su etnia, y porque nacen los fundamentalismos que avizoran y
propugnan un choque entre civilizaciones, culturas o religiones (Grimson
y Semán 2005:2).
494
Un análisis de la cultura política obrera… M. GRODSINSKY y G. GERMANETTO
Estamos de acuerdo con los autores, cuando sostienen que la identidad es una
categoría analítica, por lo que para ellos el análisis social que incluiría la profundización
en torno a las identidades políticas, requeriría categorías de análisis relativamente in-
equívocas.
Pero también observan que es una categoría tanto práctica como de análisis:
495
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
establecen que hay dos tendencias que, aunque en disputa, son las prin-
cipales. Una de ellas, usada con más frecuencia entre los científicos polí-
ticos, considera que la cultura se compone de valores, creencias, normas,
símbolos e ideologías, en otras palabras, los productos mentales. El otro
enfoque, que es más apropiado para el estudio de la cultura política, se
refiere a la cultura como la forma de vida de las personas, sus relaciones
interpersonales así como sus actitudes (Solano Rocha s/f:6).
Por lo tanto, la diferencia entre los dos enfoques reside en que el primero con-
sidera “cultura” a todo lo que el individuo ha adaptado en cuanto a creencias y valores –
sesgo cultural–, mientras que el otro enfoque abarca, además de lo anterior, la forma en
la que los individuos se relacionan socialmente –forma de vida–.
El término “Política” denota relaciones de poder, por lo que no hay nada que
no sea política, de la misma manera que se afirma que no hay nada que no sea cultura.
La relación que podemos establecer entre estos dos conceptos es que la cultura políti-
ca incluye las actitudes acerca de lo que el gobierno hace (o debe hacer), así como lo
que la gente fuera del gobierno intenta hacerle hacer.
496
Un análisis de la cultura política obrera… M. GRODSINSKY y G. GERMANETTO
…cada cultura política, cada grupo, considera que sus valores y formas
de vida son los ideales, ignorando que es la presencia en el mundo de
personas que no son como ellos lo que les permite ser como son. Por lo
tanto, la teoría cultural añade un “teorema de necesidad” donde el con-
flicto entre culturas es una precondición para lograr una identidad cultu-
ral (Solano Rocha s/f:30).
Acorde con esta línea argumental, los sujetos históricos no aparecen sólo por
los cambios socioeconómicos, sino cuando se insertan en una red cultural que estruc-
tura sus vivencias y aspiraciones. Esta concepción se halla en el trabajo de Pérez Le-
desma, que centra sus análisis en la “cultura obrera”. Para ese autor, la aparición del
sujeto clase es tanto un hecho económico como político cultural. Esto significa que
hay que tener en cuenta no sçolo las experiencias obreras derivadas de los procesos de
industrialización y proletización, sino también la cultura que permite a los operarios
interpretar dichas experiencias. Y esto implica que:
497
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
En la medida en que la identidad obrera depende del marco cultural que la es-
tructura, ésta no deriva directamente de las relaciones de producción ni tampoco
adopta una forma única. Desde esta posición:
498
Un análisis de la cultura política obrera… M. GRODSINSKY y G. GERMANETTO
darle. Lo que sí observó Viguera es la marcada influencia socialista en estos festejos, que
se manifestaba “…en la mesura de los actos conmemorativos” (Viguera 1991:65).
En este sentido, Gutiérrez y Lobato (1992:35) consideran que la realización:
1 El Pueblo, Año XXI, N° 9649, miércoles 3 de mayo de 1933, Río Cuarto, pág. 4.
499
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
debe solamente a la acción estatal, sino también a la influencia ideológica ejercida por
los medios de comunicación y su posición con respecto al gobierno de turno, sobre
todo nacional. Pero también es importante evaluar el accionar de las diferentes organi-
zaciones que organizaban actos para esta fecha, las cuales “manipulaban” el significa-
do de la misma según el objetivo inmediato que perseguían.
De esa manera, la configuración de rituales en torno al poder de los trabajado-
res se manifestó, en los festejos en los cuales se observan prácticas que mantuvieron
cambios de sentidos y mutaciones en los patrones de sociabilidad por los que transita-
ron las organizaciones gremiales.
Esa fecha fue adquiriendo un carácter más obrero y confrontador que marcó
el sentido de los discursos y se proyectó al espacio público, al elegirse lugares de alta
exhibición, como las calles y plazas; los mismos tenían un tono de arenga que incitaba
a la organización y a la lucha gremial. Asimismo, a través de la introducción de bande-
ras rojas, emblemas del socialismo, las columnas de trabajadores de los distintos gre-
mios eran precedidas por una banda de música que ejecutaba himnos obreros,
otorgándole un tono festivo a la celebración que fue perfilando la identidad de este
sector en la población de esta ciudad del sur cordobés.
Otra variable a tener en cuenta para la comprensión de la formación de la cul-
tura obrera de Río Cuarto, es la publicación de periódicos por parte de diversas orga-
nizaciones de trabajadores. En el Archivo Histórico Municipal de Río Cuarto, hemos
encontrado dos publicaciones: Despertar, periódico mensual obrero, redactado por la
Unión Gráfica Riocuartense y La Reforma, perteneciente al Centro de Empleados de
Comercio. El primero de ellos, son dos ejemplares fechados el 30/10/1937 y
04/11/1937. Del segundo, también se han hallado dos impresos, de junio de 1941 y
agosto del mismo año. Lamentablemente, son los únicos cuatro documentos de este
tipo a los que pudimos acceder.
Con respecto a la prensa obrera, Mirta Lobato expresa:
500
Un análisis de la cultura política obrera… M. GRODSINSKY y G. GERMANETTO
A modo de conclusión
501
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Referencias bibliográficas
Referencias documentales
Archivo Histórico Municipal Río Cuarto (AHMRC), Despertar, Año I, Nº 1, Río Cuar-
to, 30 de octubre de 1937,
AHMRC, El Pueblo, Año XXI, N° 9649, Río Cuarto, 3 de mayo de 1933.
AHMRC, La Reforma, Año IV, Nº 50, Río Cuarto, agosto de 1941
502
PARTE VIII
LITERATURA, HISTORIA, GÉNERO E
IDENTIDADES
LI
LOS PROCESOS DE SUBVERSIÓN Y
RESISTENCIA EN EL CAMPO DE LAS
LITERATURAS DE “NUESTRA AMÉRICA”
Marisa Moyano
Universidad Nacional de Río Cuarto
marisamoyano@hotmail.com
Introducción
1 Walter Mignolo sostiene que la “Diferencia colonial es, básicamente, la que el discurso imperial construyó,
desde el siglo XVI, para describir la diferencia e inferioridad de los pueblos sucesivamente colonizados
por España, Inglaterra, Francia y Estados Unidos. La colonialidad no consiste tanto en la posesión de
tierras, creación de monasterios, el control económico, etc., sino más que nada en el discurso que justifica
mediante la desvalorización, la diferencia que justifica la colonización” (Mignolo 2005:88).
505
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
2 La utilización de la palabra “Corónica” por parte de Guaman Poma de Ayala puede ser objeto de análi-
sis y aclaraciones. Al respecto una perspectiva inicial podría indicar que la utilización de esta palabra no se
ajustaría al uso del canon genérico de época, desde la cual se interpretaría que la palabra “corónica” utili-
zada por un escritor indígena del siglo XVI constituiría simplemente una “deformación” de la palabra
“crónica”. Sin embargo, como estudiosos del autor, sostenemos que desde el contexto filológico de la
obra, podríamos interpretar que el uso de la palabra “corónica” por parte de Guaman Poma puede
resultar de un proceso de selección y elaboración del escritor a partir de una mezcla semántica bicultural
entre dos campos semánticos: por un lado, el de “crónica” entendida como género discursivo, y por otro,
el campo semántico correspondiente a “la Corona Española”, ya que el texto de Guaman constituye una
extensísima carta dirigida primero a Felipe II y, cuando éste muere, a Felipe III. De éste último proceso
derivaría –a nuestro juicio- la génesis y uso de la palabra “corónica” que el autor utiliza para titular su
obra.
3 Es imposible desarrollar en este apartado la problemática del “nombre” asignado e impuesto a estas
literaturas por cuestiones de espacio. Lo común es hablar de “literatura/s latinoamericana/s” como un
topoi genérico intersubjetivo reconociendo sus dificultades conceptuales. Para obviar el análisis de esta
problemática hablaremos en lo sucesivo de la literatura de “Nuestra América” en un sentido inclusivo de
todos los componentes a partir de los múltiples sentidos que abre la imagen utilizada por José Martí.
506
Los procesos de subversión y resistencia en el campo de las literaturas… M. MOYANO
4 Desde esta perspectiva teórica, para definir el objeto de las letras continentales y sus perspectivas de
abordaje consecuentes, asumiremos con Cornejo Polar el concepto de “totalidad contradictoria” y “sujeto
plural heterogéneo” en la literatura latinoamericana, como forma de dar cuenta de los plurales mundos y
modos de relación en una realidad múltiple en manifestaciones y plural en líneas de mundo simbólico,
donde conviven formas de oralidad, diversidad de estratos míticos, formas diferentes de escritura, trans-
cripción, traducción, multiplicidad de lenguas, fenómenos de heteroglosia y diglosia, textualidades varia-
das, receptores inscriptos en órdenes culturales altamente diferenciados e incluso antagónicos, en tanto
instancias generadoras de sentido (Cornejo Polar 1999:9-12).
507
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
clama dejarse oír, ser leída y ser interpretada, más allá de las legitimidades de los dispo-
sitivos hegemónicos de las teorías en boga, sencillamente, porque desde siempre esta-
ban allí -en las textualidades americanas- las palabras que la decían.
5 Las culturas indígenas están presentes en la evolución de esta literatura y su constitución como voz de la
subalternidad se va diseñando como una permanencia en el tiempo soterrada, a modo de bajo continuo
que asume o se subsume en algunas funciones de la otra serie letrada. Cfr. Pizarro 1993:32.
6 Tomamos este concepto de Rama 1982:23 y siguientes.
508
Los procesos de subversión y resistencia en el campo de las literaturas… M. MOYANO
509
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
510
Los procesos de subversión y resistencia en el campo de las literaturas… M. MOYANO
ños de América. Aún bajo la forma de un texto Neoclásico, es decir, bajo una forma
retórica emanada del propio corazón del canon literario eurocéntrico, Monteagudo es
capaz de resistir y rebelar, de impugnar a Europa y sentar las bases argumentales para
una oratoria jurídica que fundamenta la Revolución, invirtiendo desde adentro -o dan-
do vuelta una matriz de poder como una media- las propias matrices de pensamiento
que fundan el poder europeo sobre el mundo. Tan fuerte fue el impacto del texto que
se convirtió en un factor de poder que influyó con todo el peso de la resistencia y la
rebeldía sobre la realidad extratextual, dando origen a la Rebelión de Chuquisaca del
25 de mayo de 1809, germen de las futuras acciones libertarias independentistas.
Estos dos ejemplos, Guamán Poma, un indígena tomando la pluma para resis-
tir, y Bernardo de Monteagudo, un burgués letrado tomando la palabra para rebelar,
nos hablan de que las letras de nuestra América interpretadas desde el nosotros ameri-
cano suponen otros sentidos, formalizan otros dispositivos interpretativos que ponen
en tela de juicio la colonialidad del poder en el mismo tiempo en que colonialismo e
imperialismo se ejercen e imponen como supuestos parámetros únicos para el pensar
y el saber. Aprender a leer la resistencia entonces, parece ser la contrapalabra del noso-
tros que debemos ejercer.
511
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bibliografía
512
LII
LOS DISCURSOS FUNDACIONALES DE LA
CONQUISTA: LA NEGACIÓN DEL “OTRO” EN
LOS PROCESOS DE CONSTRUCCIÓN
TERRITORIAL
Juan Manuel Borgatello
Universidad Nacional de Río Cuarto
juanmanuelborgatello@yahoo.com.ar
Introducción
513
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
El espacio1 no sólo puede ser entendido como un fenómeno físico que está
ahí afuera, con una lógica natural que se impone sin más al individuo. Por el contrario,
el espacio es construido y por ello intervienen procesos subjetivos, simbólicos que lo
delimitan y lo ordenan (o lo reordenan) de acuerdo a intereses particulares de los suje-
tos o de la comunidad que lo habita y que, a su vez, define su identidad. En este senti-
do, Marisa Moyano explica que la “toponimia” no sólo sirve a los fines de señalar y
ubicar espacialmente sino que siempre “está al servicio de una verdadera toma de
posesión (simbólica o real) del espacio” (Moyano 2005:31), por lo que el territorio se
constituye entre los símbolos que estructuran las identidades colectivas.
Podríamos decir que el sujeto o la comunidad crean culturalmente una imagen
propia del territorio que responde a sus identidades como grupos étnicos. Pero esta
relación entre sujeto - territorio para que sea completa debe incorporar al discurso, es decir
a los dispositivos que son los portadores de la construcción de una imagen territorial.
Tomamos el sentido de la noción de “imaginación territorial” como fuera definida por
G. Montaldo (1999:16):
1 Según Mitchel de Certau (1988) la noción de espacio se diferencia de la de lugar en tanto la primera refiere
al territorio producido, en constante cambio, siempre coyuntural.
514
Los discursos fundacionales de la conquista… J. M. BORGATELLO
2 Para Arturo Chavolla (2005) el “eurocentrismo” es una ideología de dominación que tuvo su origen en
la convicción de superioridad histórica/política/cultural que los europeos formaron de sí mismos, a la
vez que ha brindado una justificación de tipo racional a sus empresas imperialistas.
515
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
las cartas o en las relaciones está configurado tanto por las observaciones y descripciones
de lo real como también por el propio “imaginario”3, el que traen los europeos desde
el otro lado del mar y que se impone sobre la nueva realidad.
En un texto fundacional como es la carta de Cristóbal Colón en la que se
anuncia el descubrimiento a los reyes de España, ya puede observarse que la narración
está atravesada tanto por sus observaciones de lo real como también por su imaginario
socio - cultural. De este modo, se produce un cruce entre literatura y realidad que
deviene en un referente soportado en el imaginario del “descubridor-conquistador”.
Dos son las fuentes de las que se nutre el referente imaginario que surge en la
carta: por un lado, los mitos y relatos fabulísticos que se reavivan con las expediciones
por tierras desconocidas y exóticas; y, por otro, la intertextualidad con la obra de Mar-
co Polo (El Milione), de quien fuera lector el genovés y que utiliza como un instrumen-
to de interpretación del paisaje y de los habitantes nativos.
El cruce genérico entre el discurso verdadero (el diario náutico) y la ficción es
lo que conduce a que hoy este texto figure dentro del canon de la literatura latinoame-
ricana además, por supuesto, de constituir una importante fuente historiográfica. Pero
no es sino la ambigüedad general lo que permite al discurso colombino ingresar al
campo de la literatura a la vez que se aleja de aquel discurso técnico y objetivo.
Como explica Lienhard (1993), la singularidad de estas textualidades se debe a
que se encuentran entre dos mundos, dos culturas; y por ello no entablan un verdade-
ro diálogo con el “otro”. También se presentan como unilaterales e intraculturales en
tanto el mensaje circula en la propia cultura, la del europeo, a la vez que excluye a la
otra, la del nativo - indígena. Ese esfuerzo por ignorar a los habitantes nativos y a su
cultura constituye un gesto deconstructivo de la realidad con la que se toparon, y por
lo tanto también de una configuración ya existente del territorio soportada en la
“cosmovisión” de las distintas culturas originarias que habían vivido desde siempre en
el continente. Esta “literatura egocéntrica” como la llama Lienhard (1993) a la vez que
ignora y niega construye una imagen del territorio soportada en el propio imaginario
socio - cultural del europeo.
Pero hay otros discursos, ya propios del ámbito jurídico - legal, aquellos capa-
ces de certificar y dar fe de los hechos, que experimentan en América algo similar a lo
que acontece con las crónicas, las relaciones o el diario náutico; a saber: se comportan como
un discurso literario en tanto el referente está ausente o es al mismo tiempo invención y
ausencia.
Discursos que legitiman la apropiación del espacio y la fundación del territo-
rio, que pueden tomar el carácter de una ceremonia formal: la del Requerimiento o la del
ritual de la espada, la cruz y el escribano, cuya presencia basta para institucionalizar
con fuerza legal el acto de posesión y la afirmación del derecho del conquistador para
con la tierra. En otros casos, la apropiación no es tan ceremonial y se cumple por el
simple y arbitrario acto de la re-nominalización y la consecuente imposición lingüística
al modo de un juego de lenguaje.
3 Según Castoriadis (1989) por imaginario se entiende: “una creación incesante y esencialmente inde-
terminada (social-histórica y psíquica) de figuras/formas/imágenes”. De esta manera lo que llamamos
realidad y racionalización son obras de esta creación.
516
Los discursos fundacionales de la conquista… J. M. BORGATELLO
Para Ferro (1994), lo que realmente institucionaliza con fuerza legal el acto de
posesión y la afirmación del derecho del conquistador era la participación de un escri-
bano o un escriba que redactara la escritura de las tierras. En primer lugar, porque con
ello se daba testimonio en la permanencia de la letra del acto fundacional; y, por otro,
se asentaba constancia de que ese acto tenía razón de ser por el mandato de una orde-
nanza real.
Sin embargo, la fundación del territorio por la escritura, por la letra es en sí
mismo paradójica; ya que se toma posesión de un territorio, de una ciudad, de una
villa que carece de concreción real pero, a su vez, se considera como un hecho notifi-
cado con carácter de verdad en un documento legal. En palabras de Ferro (1994:42)
“…la escritura fundacional dejaba establecido en el trazo que la ciudad era una refe-
rencia futura, que su origen queda inscripto en la letra que le daba esa posibilidad”.
Sólo la fe ciega del europeo en la escritura podía permitir este acto virtual. De
este modo, la letra escrita era el origen de lo que luego tomaría, en un futuro indeter-
minado, forma concreta en el mundo empírico de los objetos. No es sino la lógica de
la “ciudad letrada” de Rama: “…sólo ella es capaz de concebir, como pura especula-
ción, la ciudad ideal, proyectarla antes de su existencia, conservarla más allá de su eje-
cución material” (Rama 1984:46).
Conclusión
Bibliografía
517
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
518
LIII
LITERATURA E IDENTIDAD. FRONTERAS DEL
DISCURSO Y RELATOS IDENTITARIOS EN LA
REGIÓN PAMPEANA CORDOBESA
Marcela Fabiana Melana - Fabián Gabriel Mossello
Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas
Universidad Nacional de Villa María
marcelamelana@gmail.com - fmossello@gmail.com
519
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
520
Literatura e identidad. Fronteras del discurso… M. MELANA y F. MOSSELLO
521
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
522
Literatura e identidad. Fronteras del discurso… M. MELANA y F. MOSSELLO
523
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bibliografía
524
LIV
LA EMERGENCIA DE UNA SUBJETIVIDAD
AFROAMERICANA EN LA POESÍA DE NICOLÁS
GUILLÉN Y LUIS PALÉS MATOS
Giselle De la Cruz
Universidad Nacional de Río Cuarto
giselle_dlc@hotmail.com
Introducción
P ara hablar de literatura centro caribeña o antillana y las subjetividades que cons-
truye discursivamente no podemos hacerlo sin partir y enmarcarnos en la pro-
blemática más amplia y global sobre la literatura latinoamericana o “nuestra litera-
tura” como lo llaman muchos pensadores. Hoy por hoy, de acuerdo con lo que sostiene
Cornejo Polar, está en boga pensar a nuestra literatura como muchas literaturas imbrica-
das entre sí de manera belicosa y conflictiva; así como no se deja de asociar con, re-
flexionar sobre, y buscar la pretendida originalidad de la misma; es decir, qué o cuáles
son los componentes que hacen que esta literatura se distinga de las demás, que sea
propia y única de este bloque geográfico, histórico y cultural como es Latinoamérica.
La originalidad de nuestra literatura es buscada y visualizada desde cómo las
producciones literarias que surgen de nuestros espacios culturales diversos intentan
alejarse y transformar los parámetros y cánones que guían la literatura europea oficiali-
zada. Ello no implica dejar a un lado y tirar por la borda el legado que la cultura occi-
dental europea ha dejado a nuestra literatura, sino que significa el ingreso de elementos
que hacen a las cosmovisiones de las otras culturas alternativas que coexisten con la
occidental en América para dar lugar a un producto transculturado nuevo. La búsque-
da y el logro de la originalidad en nuestra literatura están en consonancia con el pro-
yecto mayor de construcción de una identidad latinoamericana.
A partir del binomio “otros-nosotros” que da lugar a la construcción de un
otro cultural cuyas prácticas resultan deslegitimadas por la falta de similitud con las
occidentales y forman parte de un circuito alternativo, estamos acostumbrados a en-
contrar la originalidad en el “otro-indio” olvidándonos de la consideración y estudio
del “otro-negro afroamericano”, el cual también ha vivenciado los procesos de con-
quista y colonización como los procesos históricos posteriores que ha atravesado el
continente. Este sujeto negro afroamericano, descendiente de africanos traídos como
525
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
esclavos hacia América, es portador de todo un acervo cultural propio que aporta su
dosis de originalidad al momento en que ingresa en las letras latinoamericanas. Especí-
ficamente en la literatura que se produce en las zonas caribeñas o antillanas, espacios
históricos culturales cuya gran parte de la población es integrada por negros y mulatos.
Así, las producciones líricas de Luis Palés Matos y Nicolás Guillén apuntan
hacia la búsqueda de la originalidad literaria y de una identidad antillana desde la inclu-
sión de elementos pertenecientes a la cultura desarrollada por los descendientes afri-
canos nacidos en América. La poesía de ambos autores es contemporánea y emerge
con peso a finales de la década del veinte del siglo anterior y continúa produciéndose
durante toda la década del treinta. Momento histórico que es visto por muchos críti-
cos como el “redescubrimiento del negro” (por parte de la raza blanca) debido a la
confluencia de factores tales como la publicación de varios estudios antropológicos
sobre África, la emergencia del concepto de la “negritud” de Aimé Césaire, el éxito de
nuevos géneros musicales como el son en Cuba, el jazz y el blues en Estados Unidos;
el auge del movimiento artístico Harlem-Reinassance, la poesía de Emilio Ballagas, la
pintura de Picasso con su plástica africana y la presencia de las vanguardias artísticas
como el surrealismo que ponían su acento en lo instintivo y la irracionalidad. Estos
factores indujeron que la mirada se enfoque en el negro como sujeto cultural.
La poesía de Nicolás Guillén en Cuba como la de Luis Palés Matos en Puerto
Rico, líricas que hicieron de la “negritud” de Césaire una práctica poética, significaron
tanto para el habitante negro como blanco reconocer la importancia de lo africano en
la cultura de su propio pueblo y el mestizaje como fenómeno consustancial con su
propia herencia (Cornejo Polar 1990). Y la literatura, en este contexto histórico, se
vuelve camino viable para la búsqueda del ser centroamericano, un ser que pueda
aceptarse a sí mismo como mestizo cultural a partir de propuestas estéticas que se
distancien de la imitación servil de los modelos culturales impuestos por Europa y que
permitan la confluencia de la cultura africana con la impuesta por el colonizador
(Zambrano s/f).
De esta manera, la poesía de estos autores, en la búsqueda de unas letras que
sean consecuentes con la idea de originalidad de nuestra literatura y de una verdadera
identidad como sujetos mestizos, construye discursivamente una subjetividad que po-
dríamos llamarla “negra” en cuanto manifiesta una cosmovisión heredada de los afri-
canos traídos hacia América.
La misma puede vislumbrarse en los poemas si prestamos atención a las estra-
tegias compositivas que ambos autores utilizan por igual para expresarla, éstas resultan
los moldes formales indicados e inherentes para expresar dicha subjetividad. Por un
lado, podemos distinguir estrategias compositivas formales desde el uso frecuente de
recursos fónicos e innovación lingüística en cuanto a la inserción de vocablos y frases
pertenecientes a otras lenguas; y por otro lado, tópicos constantes como el de la belle-
za de la mujer negra, el sincretismo religioso, la dualidad del canto para expresar felici-
dad y tristeza, la invitación y ensalzamiento del mestizaje, y lo ritual que se realiza a
partir de la fiesta y la danza.
526
La emergencia de una subjetividad afroamericana… G. DE LA CRUZ
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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La emergencia de una subjetividad afroamericana… G. DE LA CRUZ
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Hasta aquí hemos visto las estrategias compositivas que expresan una subjeti-
vad afroamericana desde el plano de lo formal. Ahora bien, vamos a ver cómo esta se
expresa también a partir de los tópicos que esta poesía de la negritud aborda y como
éstos se asocian y se vinculan entre sí.
Uno de los tópicos que atraviesa esta poesía y se corresponde con la intención
de exaltar la particularidad antillana es la expresión e invitación al mestizaje cultural,
característico de todos los pueblos de Latinoamérica. La lírica de Palés matos y Gui-
llén reconoce la existencia una cultura nacional a partir de la fusión de la cultura negra
con la cultura blanca, al mismo tiempo, que la fomentan y la festejan en cuanto resul-
tan representativas de su condición de puertorriqueño y cubano respectivamente. Se
trata de la imposibilidad de pensar a estos pueblos sin el componente cultural que
aporta el negro.
El poema de Guillén Son nº 6 resulta paradigmático en relación con lo expues-
to: “Estamos juntos desde muy lejos, /jóvenes, viejos, / negros y blancos, todo mez-
clado; / uno mandando y otro mandado, / todo mezclado” (Guillén 2003a:7). El poe-
ta manifiesta en pocos versos un estado cosas en el que si bien existe una subordina-
ción racial, ello no ha impedido que el peso de la historia y el paso del tiempo hicieran
lo suyo dando lugar al mestizaje cultural. Aun así, anida la esperanza de lograr la igual-
dad para todos los cubanos: “Adivinanza de la esperanza: / lo mío es tuyo, / lo tuyo
es mío; / toda la sangre / formando un río” (Guillén 2003a:7).
En otros poemas también podemos notar cómo el yo lírico pretende remarcar
la presencia de los dos componentes culturales y como ellos se unifican: “Pero mi
repique bronco, / mi profunda voz, / convoca al negro y al blanco, / que bailan el
mismo son, / cueripardos o almiprietos / más de sangre que de sol, / pues quien por
fuera no es de noche, / por dentro ya oscureció” (Guillén 2009:6).
En el caso específico de la poesía de Guillén, la concepción de una Cuba que
no puede pensarse sin su componente cultural africano se revela en la fuerte identifi-
cación que manifiesta el yo lírico con los grupos étnicos del África: “Yoruba soy, soy
lucumí, / mandinga, congo, carabalí” (Guillén 2009:7).
Versos de Palés Matos, por su parte, también expresan la particularidad de las
Antillas desde las categorías del mestizaje y desde la presencia ineludible del negro. En
el poema Ten con ten, título idóneo para anunciar la naturaleza puertorriqueña ya que
consiste en una expresión popular que se utiliza para expresar el movimiento de osci-
lamiento entre una cosa y la otra, podemos constatar lo dicho: “Al ritmo de los tam-
bores / tu lindo ten con ten bailas, / una mitad española / y otra mitad africana”
(Palés Matos 1993:139-140). Estos versos sugieren la lectura de un Puerto Rico que no
puede negar su ascendencia africana, porque ésta se delata por sí sola y es la que apor-
ta la particularidad propia del pueblo al ser una de las mitades culturales que se unen
con la española. Por lo tanto, la ascendencia africana no se trata de un componente
cultural vergonzoso sino glorioso, digno de ser festejado, en cuanto contribuyen a
diferenciar al pueblo de Puerto Rico frente a otros pueblos latinoamericanos.
Como se ha dicho en párrafos anteriores, existe en la poesía de estos autores
una arraigada asociación entre lenguaje y música. De ésta nace el tópico del canto y la
danza. Ambos, a su vez, están asociados otros aspectos relevantes a la subjetividad
afroamericana.
530
La emergencia de una subjetividad afroamericana… G. DE LA CRUZ
El canto, una de las manifestaciones vitales por excelencia, que posee una va-
loración humana altamente positiva y en general está vinculado con la alegría, paradó-
jicamente en la lírica de Guillén y Palés Matos podemos observar que el canto en va-
rias ocasiones va acompañado de la pena, la pena existencial que escinde al mestizo
afroamericano: “Yoruba soy, / cantando voy, / llorando estoy” (Guillén 2003a:7);
“bebe el negro su pena fría / alelado en la melodía/ que le sale de las entrañas” (Palés
Matos 1993:101). Así, el canto, para el negro africano es considerado como “alegre
llanto”, posibilidad feliz de expresar libremente su angustia, como un constitutivo de
la esencia del afroamericano: “Nuestro canto / es como un músculo bajo la piel del
alma, / nuestro sencillo canto” (Guillén 2009).
Sin embargo, la danza, la otra manifestación vital por excelencia, en los poe-
mas siempre va unido de la fiesta, ocasión propicia también para conectarse con la
espiritualidad religiosa: “¡Que rompa el son caliente, / y que lo baile la gente, / pecho
con pecho, / vaso con vaso / y agua con aguardiente!” (Guillén 2003a:8).
De esta manera, danza, canto y fiesta unificados adquieren la condición sa-
cramental de ritual, ritual en cuanto implica un modo de conexión con la sensación
íntima de libertad así como de experiencia religiosa.
Haciendo mención a la religiosidad, el sincretismo religioso, es decir, el culto a
entidades divinas que surge de la convergencia y fusión de dos credos diferentes, es
también un tópico recurrente ya que forma parte de la manera de concebir el mundo y
de la cultura popular del afroamericano. El sincretismo, en las regiones de Centroamé-
rica, se da con la trasfiguración de deidades africanas en deidades cristianas.
En los poemas de Nicolás Guillén, el sincretismo religioso es observable en
cuanto encontramos poemas que refieren explícitamente a las deidades africanas,
poemas que refieren a las deidades cristianas, a las trasfiguraciones de las deidades
africanas, y poemas cuyos versos metaforizan dicho sincretismo. Ejemplo de este
último caso son unos versos de La canción del bongó: “Santa Bárbara de una lado, / del
otro lado, Changó” (Guillén 2009:6). Changó, desde la religión africana yoruba, es uno
de Orishas del panteón, simboliza los truenos, los rayos, la justicia, la virilidad, la dan-
za, y el fuego así como la alegría de vivir, la pasión, la inteligencia y las riquezas. Éste,
en el culto pagano religioso sincretizó con Santa Bárbara y San Marcos; de manera
que, estos versos al ilustrar la dualidad y fusión de dos credos en el culto religioso, son
también metáforas del mestizaje cultural que caracteriza a Cuba.
Con respecto a la poesía de Palés Matos, hallamos varios versos que hacen
referencia al sincretismo religioso a partir del nombramiento del culto mismo “cuece
la noche mayombera” “Cuba- ñáñigo y bachata- / Haití - vodú y calabaza” (Palés
Matos 1993:119), como también de deidades “el negro embó de Obatalá” “y la Nigri-
cia es toda dientes / en la tiniebla –ñam-ñam” (Palés Matos 1993:100); y personajes
históricos que por sus acciones heroicas o mitos que giran en torno de ella han pasado
a formar parte de la espiritualidad religiosa de los afroamericanos de las Antillas “Jun-
gla africana- Tembandumba / Manigua haitana – Macandal” (Palés Matos 1993:97).
La fusión explícita de credos, africano y cristiano, se observa en versos como: “¡Gloria
a Dios en las alturas / que nos trae por fin al ñáñigo!” (Palés Matos 1993:125).
Otros tópicos recurrentes que podemos percibir en los versos de estos auto-
res aluden a las concepciones y asociaciones de significado en cuanto a los géneros
531
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Los poemas de Palés Matos, por su parte, crean sujetos femeninos personifi-
cados en mujeres que resultan ser diferentes pueblos de las Antillas o divinidades co-
mo la Nigricia o la virgen africana Tembandumba. Los rituales que se realizan en tor-
no a estas divinidades, descritos en los poemas, también están asociados con el ero-
tismo y la danza:
532
La emergencia de una subjetividad afroamericana… G. DE LA CRUZ
Conclusión
Estos han sido los tópicos en común a la poesía de ambos autores y que sobre
todo apuntan a la manifestación de una subjetividad que es propia de los sujetos ame-
ricanos de raza negra. La misma se encuentra atravesada por un pensamiento musical
que estructura todas las formas lingüísticas, al mismo tiempo que estas permiten lograr
la música. De allí la fascinación por las manifestaciones musicales y su disfrute mate-
rializada en los tópicos de la danza y el canto. Danza y canto que permiten el ritual, la
experiencia religiosa del sincretismo, la expresión íntima de los sentimientos, la co-
nexión con el erotismo y la sensualidad. Danza y canto en tanto constituyen espacios
de libertad, espacios para poder ser: ser mestizos culturales, ser negros.
La emergencia de esta cosmovisión en la poesía ha contribuido a la construc-
ción de una literatura mucho más original, “nuestra”, en cuanto retomó el imaginario
de las culturas populares centro caribeñas sedimentadas todas ellas por la presencia del
negro y en cuanto significó el redescubrimiento, el ensalzamiento, la valoración positi-
va y un autoconocimiento del ser afroamericano, así como conocer una partícula del
diverso y heterogéneo ser y sentirse latinoamericano.
Bibliografía
533
LV
¿QUÉ ES EL ARTE? LA IDEA DEL ARTE
AMERICANO DESDE LA PROPUESTA DE
RODOLFO KUSCH
Laura Mir
Universidad Nacional de Río Cuarto
mir_laura@hotmail.com
Introducción
535
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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¿Qué es el arte? es posible pensar un arte americano L. MIR
537
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Kusch (2000:783) en su obra rescata las palabras de Klages, quién dice que el
artista ejerce una especie de violencia al crear. El arte se vuelca con violencia, como
venciendo una resistencia, ya que expresa un contenido que adopta una forma. Reto-
mando la idea del cuadro de Van Gogh presentado por Heidegger, en la obra, “La
concepción de arte” se puede entender que
538
¿Qué es el arte? es posible pensar un arte americano L. MIR
1 Se entiende como estética del espanto según lo explica Kusch (2000:788) a ese choque que se produce al
ver las obras indígenas las cuáles la primera impresión que provocan son la de monstruosidad, provocada
por los mundos diferentes del cual somos participes y que está marcado por una rigurosa alteridad
además de marcarse el antagonismo del hábito cotidiano de sostener la distancia entre esa cultura y la
propia. Se ve al indígena como el exponente de luchas que han quedado alejadas y opuestas al sentir
ciudadano.
539
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
La respuesta a la pregunta que dio inicio a este escrito -¿es posible pensar un
arte americano?- no se puede responder de manera uniforme y homogénea. Como
Kusch, también Heidegger sostenía que el arte es un llegar a ser y acontecer de la ver-
dad, también como una esencia. Pero ese esencialismo encerraría al arte en una visión
absoluta y a-histórica, dejando sin alternativas a las nuevas proyecciones del ente,
robándonos su posibilidad de nuevas manifestaciones como respuestas de cada mo-
mento a las preguntas de la sociedad.
En esta línea de sentido, esta posición de la filosofía del arte propuesta por
Rodolfo Kusch se mantiene en las vías de un esencialismo primordial, lo que consti-
tuiría a su teoría como un marco de difícil aplicación a la hora de aproximarnos al
análisis de obras y movimientos artísticos latinoamericanos concretos y específicos.
Sin embargo, la lección de la filosofía del arte americano de Kusch resulta un aporte
540
¿Qué es el arte? es posible pensar un arte americano L. MIR
Bibliografía
541
LVI
FANTÁSTICO, POLICIAL, RELIGIOSO,
AMOROSO: LA VOZ DEL “OTRO” SOCIAL EN
LA LITERATURA CORDOBESA
Mariana Celeste Valle
Conicet, Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad
Nacional de Córdoba
mariana_valle17@hotmail.com
Introducción
El punto de vista del otro generalizado nos exige ver a todos y cada uno
de los individuos como seres racionales a los que les corresponden los
mismos derechos y deberes que quisiéramos atribuirnos a nosotros mis-
mos, (pero) al asumir este punto de vista nos abstraemos de la individua-
lidad y la identidad concreta del otro (Benhabib 2006:187).
Por el contrario, el punto de vista del otro concreto nos hace ver a cada ser
racional como un individuo con una historia, identidad y constitución afectivo emo-
cional concreta y, de esta manera, nos abstraemos de lo que constituye lo común entre
nosotros y nos centramos en la individualidad (Benhabib 2006:183). En el cruce entre
ambos términos surge el verdadero diálogo entre el “ser” y “el otro” para este autor.
543
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
1 Es el tema del cuento “Chau, espíritu santo” –de Adriana Pérez- que localiza a la Virgen y José obser-
vando el panorama de la pobreza urbana y hace que éstos se pregunten, asustados “¿no tendremos más
hijos, verdad?”, frase que resuena como una crítica hacia la inequidad del sistema del mundo moderno e,
incluso, hacia la iglesia adornada con “oro” que, al menos, presta sus grandes muros para el descanso de
los linyeras en la gran ciudad. En este relato la postura “piadosa” de la iglesia católica hacia el pobre es
cuestionada por los mismos padres de Jesús.
544
Fantástico, policial, religioso, amoroso: la voz del “otro” social… M. C. VALLE
moldes que estrujan/sin conciencia sin nombre sin alma/ cuando un día
su sangre caliente/moja y tiñe el asfalto insensible/ ¿Dónde está el asesi-
no?, gritamos/y ocultando “nosotros” decimos son “ellos”/ Es que el
hijo del hombre no tiene/ni aún dónde poner su cabeza (…)/ Él ha
muerto allá afuera en el campo/ comulgando con los expulsados/ el que
darnos su vida da todo/con ladrones está colocado./ Comunión que re-
dime en la lucha/y transforma la calle en patena./Comunión que con-
vierte la muerte/en camino de triunfo y ofrenda (Mariani 2003:54).
Ahora me pregunto, ¿no es ésta una manera de reducir al “otro concreto” ba-
jo el imaginario del “otro generalizado” en la mirada más ética del cristianismo occi-
dental?
El policía cordobés
2 Desde que Eduardo Gutiérrez escribió su Juan Moreira, utilizó el recurso de los sumarios policiales para
inspirar los sucesos de su novela, según nos lo recuerda Ludmer en El cuerpo del delito. José S. Alvárez
fue, como Retamoza, un gran “escritor-policía” cuyo cargo de funcionario y cronista policial le permitió
observar los tipos del hampa porteña, que trasladó a numerosas narraciones: Galería de ladrones de la
Capital (1880-1887), Vida de los ladrones célebres y sus maneras de robar (1887) y Memorias de un vigi-
lante (1897).
545
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Podríamos empezar esta breve reflexión sobre la relación posible entre los
términos “subalternidad” y “fantástico” pensando en el significado de ambas palabras.
¿Qué es lo subalterno? Para Guha lo “subalterno” puede ser definido como “de rango
inferior” (significado estricto del término): sintagma que, en su sintética composición,
es una excelente muestra de la configuración textual de la desigualdad. Resta delimitar,
entonces, el término opuesto en esta relación binaria, lo “superior”, contraposición
que exhibe la condición de posibilidad de lo subalterno en tanto sólo definible con
respecto a un “otro”, por lo tanto aquí nos referiremos a lo subalterno como equiva-
lente del “otro” social, marginado por el sistema económico, el lumpen-proletario de
Marx y Engels.
¿Qué es lo fantástico? Para Todorov, es el tiempo de la “incertidumbre” en el
lector, que vacilará sobre la posibilidad de que los hechos presentados en la narración
tengan una explicación “natural” o “sobrenatural”3.
Ya encontramos la primera regla de semejanza: Tanto lo “subalterno” como
lo “fantástico” se dirimen en torno a una figura exterior al sistema quien lo juzga, no
es el propio “subalterno” quien se califica como tal ni es el relato quien juzga su cuali-
dad de fantástico sino el lector que lo recibe. Se trata, en ambos casos, de cómo la
mirada ajena percibe a un sujeto-objeto que contempla.
3“Lo fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre (...) es la vacilación experimentada por un ser que
no conoce más que las leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural” (Todorov
2006:18).
546
Fantástico, policial, religioso, amoroso: la voz del “otro” social… M. C. VALLE
En segundo lugar, ambos términos sirven para designar a los márgenes siem-
pre en torno a la perspectiva de un sujeto privilegiado para definir la norma.
Si lo “sobre natural” es lo “fuera de”- en este caso, del sistema de lo “natural”
o “lógico”-; también así lo subalterno, lo “marginal” es lo que está por “fuera de” el
sistema económico productivo, cualidad que para Marx y Engels se define bajo el
concepto del “subproletariado”.
En tercer lugar, podemos decir que tanto lo fantástico como lo “subalterno”
generan curiosidad, pero también, muchas veces, temor y rechazo. Para Lovecraft
(citado por Todorov 2006:18) el criterio de lo fantástico incluso se sitúa en la expe-
riencia particular del lector, y esta experiencia debe ser el miedo.
Lo subalterno genera este efecto por parte de una sociedad que cuida celosa-
mente de sus posesiones y de su integridad física y ve en el “otro” -que siente que no
es como “uno”- una posible amenaza ya que la exclusión social impulsa a satisfacer las
carencias-urgencias de modo inmediato para garantizar la sobrevivencia, generando en
el imaginario construido desde la hegemonía cultural, la identificación de las zonas de
pobreza como territorios de crimen (Korol 2009:65).
En cuarto lugar, lo fantástico opera creando figuras y atmósferas que produz-
can este rechazo y, por ende temor, y la narración de la pobreza muchas veces tam-
bién lo hace. En estos relatos, la descripción del sujeto “pobre” y su entorno general-
mente destaca la fealdad y no la belleza de éstos. Y es que la pobreza no es “linda”,
biológicamente, la pobreza genera hambre y el hambre es un estado de indefensión
que provoca estragos físicos en el cuerpo: paralización del crecimiento en el sujeto
joven, lentitud, adelgazamiento, extenuación y al cabo, muerte (Masseyef 1960:31).
Por otro lado, podemos presuponer que el relato fantástico utiliza el rechazo y
el temor que provoca la figura del marginal en gran parte del imaginario promedio de
la sociedad en la que se inscribe el lector modelo para introducir el elemento “fantásti-
co” en su figura y en su entorno.
¿Cómo se representa lo subalterno desde una mirada “fantástica” en nuestro
corpus? La historieta “Nadie” de Massei y Aguirre lo hace a través de una interesante
metáfora sobre la condición del marginal, su “invisibilidad” en el trajinar diario de la
apresurada vida de la ciudad de Córdoba. De repente un día, la población abandona
las calles, deja de trabajar, de consumir y se recluye en sus casas. Esta atmósfera enra-
recida para un alienado muchacho que aún ocupa el territorio público de la Ciudad, se
transforma en una cualidad para percibir a los marginales que ocupan el territorio casi
desolado y son portadores de la verdad que resuelve el enigma del misterioso caso.
La condición casi “espectral” de los mendigos que sólo se tornan visibles cuan-
do la ciudad se detiene encierra una fuerte crítica al funcionamiento de una sociedad
capitalista que parece olvidar diariamente que los pobres existen y necesitan ayuda.
Otra mirada “fantástica” sobre lo subalterno es la de las leyendas urbanas re-
cogidas, en este caso, por Luisa Ventura en su libro Cuentos cordobeses de terror.
En “La Tipa de la Cañada” transforma el mito cordobés en una prostituta tra-
vesti que es víctima y victimaría de un escalofriante mandato. El cuento construye la
figura del marginal como un ser desprotegido e indefenso que, por tal condición, no
puede huir del ser maligno que termina “silenciosamente” cobrándose su vida y la de
tantas “tipas” más como él/ella.
547
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
4 Los efectos de temor que genera el “otro” social –comprendido desde el ángulo psicoanalítico y desde la
postura arquetípica de la “sombra” en Jung que refiere al plano reprimido que causa el temor hacia lo
desconocido, es recuperado por el antropólogo argentino Rodolfo Kusch, quien lo denomina el “hedor”
latinoamericano refiriéndose a los rasgos que toman los marginados de nuestro continente (indios, po-
bres, “cabecitas negras”) desde la óptica del discurso occidental anclado en buena parte del imaginario de
la clase media o alta.
548
Fantástico, policial, religioso, amoroso: la voz del “otro” social… M. C. VALLE
Por extensión con los que adornan nuestra Cañada cordobesa se les suele lla-
mar directamente “tipas” a las prostitutas que trabajan en esa zona de nuestra Ciudad.
El libro de Cristina Luz, Orgasmo, es una “autobiografía bárbara” donde la protago-
nista y escritora refiere su propio pasado de condena y pesadumbre a causa de la
práctica del “oficio más viejo del mundo”. Para dominé las “autobiografías bárbaras”
son aquellas que revierten el ingreso de la “voz” del “otro” sólo enmarcado por un
sujeto letrado ajeno a su condición (Dominé 1999).
Con respecto a estos relatos sucede algo curioso también analizado por Be-
verley. Para él, el “subalterno” ya no lo es “tanto” cuando se apodera del registro es-
crito y se posiciona en cierto lugar de privilegio que conlleva la literatura como bien
simbólicamente legitimado entre otros (algo que refiere analizando el caso de la escri-
tora Rigoberta Menchú y recuperando algunas nociones claves de Spivak en “¿Puede
hablar el sujeto subalterno?”). Para él, el narrador testimonial (de estos relatos) no es
lo subalterno, como tal tampoco sino más bien algo como un “intelectual orgánico”
del grupo o de la clase subalterna, que habla a (y en contra de) la hegemonía a través
de esta metonimia en su nombre. Por lo tanto, la naturaleza de estos testimonios está
marcada por una serie de aporías: es y no es “voz”; es y no es una forma auténtica de
cultura subalterna; es y no es “documental” (Beverley 1992:21).
Orgasmo es un relato de iniciación al mundo de la prostitución, donde la prota-
gonista aprende a acatar sumisamente los códigos que las más antiguas en el trabajo
han diseñado: no besarás, no sentirás placer, no te enamorarás.
Cristina Luz encarna desde joven el poder hegemónico que el hombre detenta
aún en nuestras sociedades modernas. Cuando adolescente, es violada por un joven de
alta alcurnia y si bien su madrastra conoce de la situación por su postura machista la
culpa a ella de todo.
Cuando crece, Cristina se transforma en “servidumbre” de un hombre violen-
to que la obliga a trabajar para consentir todos sus vicios (la droga fundamentalmente)
y caprichos, sometiéndola a todo tipo de vejaciones y humillaciones.
¿Pero, desde cuándo surge esta hegemonía del sexo masculino sobre la mujer
y por qué decimos que el libro de Luz es un relato revolucionario aún en nuestro
tiempo?
La tradición del poder patriarcal y la supremacía de la virilidad y la honra mas-
culina proviene de la tradición judeocristiana y griega, pero no está ausente en nues-
tros días. ¿En qué medida se ejerce sobre el sexo una relación de poder? Para Fou-
cault, la marca del poder era en la Antigua Grecia la situación anorgásmica bajo la cual
quedaba el “dominado” (mujer u hombre de inferior rango social) en el encuentro
sexual. Algo similar ocurría en la tradición judeo-cristiana donde, si bien no se explici-
5Según el léxico cordobés, se le llama “tipas” a los árboles que adornan de lado a lado La Cañada. “Des-
de el norte de América del sur a la provincia de Tucumán. Córdoba no es su ambiente nativo pero las
Tipas de La Cañada se adaptaron muy bien, hasta su corteza negruzca disimula el hollín de los autos. De
día las Tipas son el filtro del sol, dejando pasar apenas hilos de luz que luego se llevará el arroyo; de
noche las Tipas son los quietos testigos guardaespaldas mudos de las prostitutas de Güemes” (Fuente:
“Nosotros los Cordobeses”, web).
549
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
taba la ausencia del deseo en la mujer, se enfatizaba su rol pasivo y la preeminencia del
hombre sobre ésta (Medina Carrasco 2002).
En el relato de Cristina Luz todo el tiempo se enfatiza la relación entre su po-
sición subordinada en una sociedad machista con la incapacidad de sentir deseo. Que-
da embarazada después de una violación y, en sus sucesivas, concepciones sigue aún
sin experimentar nunca el goce del sexo. En su trabajo, la anorgasmia es una condi-
ción pautada por las más viejas en el oficio, para quienes “experimentar el orgasmo
implicaría un desgaste físico y emocional que perjudicaría su profesión” (Luz 2006:27).
Con uno de sus ex clientes, Cristina experimenta por primera vez un orgasmo.
La rueda ha girado y la ha convertido a ella en una mujer libre y capaz de decidir su
propio destino incluso en el ámbito íntimo de su sexualidad.
Orgasmo narra la búsqueda del dominio del propio cuerpo y de la palabra. To-
do el relato está orientado por esa búsqueda continua del placer. El encuentro con la
palabra escrita viene después del encuentro con el cuerpo mismo. Cuando el sujeto
antes dominado puede imprimir su soberanía sobre la piel desnuda de su cuerpo y el
papel en blanco.
Conclusión
Bibliografía
550
Fantástico, policial, religioso, amoroso: la voz del “otro” social… M. C. VALLE
551
LVII
NORMAS Y LEYES EN LA CONSTRUCCIÓN
DISCURSIVA DE LA FEMINIDAD
María Eugenia Álvarez
Universidad Nacional de Río Cuarto
malvarez@hum.unrc.edu.ar
553
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
ficatorio que identifica y define a las personas, como un rasgo que permitirá un primer
paso en la construcción de una representación. Pero curiosamente, en el segundo sis-
tema de representaciones que es en donde las categorías se ponen en funcionamiento
en relación con otros conceptos, surge la noción de género y se instala como una cate-
goría idéntica a la de sexo y, generalmente, hasta la sustituye.
En realidad el concepto tiene otro alcance ya que incorpora dentro de sus ras-
gos una serie de comportamientos y actitudes que poco tienen que ver con las carac-
terísticas físicas corporales. Así, la noción de género desplaza y reemplaza a la de sexo,
instalándose en la tradición cultural como una categoría sustancial del ser humano.
Evidentemente hay otras variables que entran en juego y hacen que el lenguaje cumpla
una función de regulador de prácticas discursivas y culturales.
Por lo tanto, podemos comprobar que el concepto trasciende los límites de lo
específicamente corporal y se traslada a otros ámbitos regulando, prescribiendo y
proscribiendo determinadas prácticas. Según este esquema, la asignación del género
está dada sólo por las diferencias corporales pero ordenada por reglas, se manifiesta
socialmente, y está condicionada por una comunidad determinada. Así, la feminidad no
sólo es reconocida a través de determinados rasgos que los cuerpos de las mujeres
manifiestan, sino también por las conductas que despliegan en diversos espacios. Pero,
además, estos comportamientos y aspectos físicos se encuentran regulados discursi-
vamente y se ponen de manifiesto en las diferentes interacciones que una persona
tiene cotidianamente. Además, se encuentran reforzados por la intervención del dis-
curso legitimado y autorizado de ciertos medios de comunicación.
Desde esta perspectiva, creemos que al establecer la división hombre/mujer
desde lo biológico se desplaza esta diferenciación hacia el ámbito de lo conductual y
de lo social de manera unidireccional y aparentemente lógica, de manera que se pro-
duce un sincretismo entre las categorías sexo y género, que se manifiesta en la promo-
ción de la división binaria de los géneros como una cuestión natural, indiscutible y
universal, y además, para reforzar esta distinción se proclaman series de normas a
través de estrategias discursivas y lingüísticas que las personas deben cumplir de
acuerdo con el rol social que, naturalmente, le ha asignado su sexualidad.
En este contexto, la palabra desempeña una función primordial en la transmi-
sión de conceptos, valores, mandatos y construye destinatarios específicos según el
orden socialmente establecido. Esto resulta posible debido a la capacidad performativa
del lenguaje, a la que Hugo Aguilar (2004: 4) define como “una dimensión que le per-
mite al enunciado no sólo producir un efecto desde la acción que constituye, sino
también y sobre todo instaurar una realidad”. Este rasgo constitutivo del lenguaje
humano es lo que permite que en un momento determinado, a través de una práctica
discursiva, se instale una forma de caracterizar al género femenino y dictar normas que
aseguren dicho esquema. En trabajos posteriores Aguilar (2007:06) nos dice
554
Normas y leyes en la construcción discursiva de la feminidad M. E. ÁLVAREZ
La ley y la regla
555
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Consideramos que actualmente vivimos en una sociedad que posee dos cuer-
pos de normas: uno debatido, discutido, consensuado, sujeto a modificaciones de
acuerdo con diferentes datos y hechos, codificado para su consulta, con carácter pres-
criptivo, transmitido a través de la escritura, que atiende a reclamos de la comunidad
en general, de las minorías, de la militancia activa; otro estable, fijo, indiscutible, tradi-
cional, disperso en distintos medios, circulante, general, transmitido a través de dife-
rentes lenguajes y que posee una gran fuerza al actuar en el terreno de las representa-
ciones colectivas de los que se considera género.
A un sistema, al de las reglas del orden jurídico, lo llamaremos “ley”, al otro
sistema, al de las reglas sociales, lo llamaremos “norma”. Creemos que el primero si
bien posee la fuerza de su aplicación obligatoria, a su vez tiene la debilidad de pertene-
cer al un ámbito al que sólo tiene acceso poca gente y no cuenta con la difusión masi-
va, recurrente y atractiva que sí tiene el segundo sistema. Las normas se transmiten de
manera intersubjetiva, con el empleo de diferentes discursos complejos que circulan
en distintos medios al cual acceden todas las personas desde edades muy tempranas.
De esta manera pertenecen al orden simbólico formando parte de la cultura y de la
idiosincrasia de los grupos sociales.
Dentro del primer sistema encontramos leyes que se han sancionado recien-
temente y que han abierto la discusión, han generado rechazos y adhesiones de dife-
rentes sectores de la sociedad, pero sobre todo han instalado en la opinión pública
temas que décadas anteriores eran tabú. Leyes como la del matrimonio igualitario, la
ley Nacional de Educación Sexual, la Ley de identidad de género suponen un salto
cualitativo en lo relativo al respeto a la diversidad cultural y social. Tomamos como
ejemplo la Ley 26.743 que define:
556
Normas y leyes en la construcción discursiva de la feminidad M. E. ÁLVAREZ
557
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Bibliografía
558
Normas y leyes en la construcción discursiva de la feminidad M. E. ÁLVAREZ
BUTLER, Judith, Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”,
Buenos Aires, Paidós, 2002.
EQUIPO LATINOAMERICANO DE JUSTICIA Y GÉNERO, Informes sobre Género
y Derechos Humanos. Vigencia y respeto de los derechos de las mujeres en Argentina (2005-
2008), Buenos Aires, Ed. Biblos, 2009.
TEXTO DE LA LEY 26743, Derecho a la identidad de género, Dirección URL:
http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/dsecretaria/Leyes/26743.pdf. (Consulta:
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TEXTO DE LA LEY 25673, Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Res-
ponsable, Dirección URL: http://www.msal.gov.ar/saludsexual/ley.php. (Consul-
ta: 25 de febrero de 2013).
TEXTO DE LA LEY 26.206, Ley de Educación Nacional, Dirección URL:
http://www.me.gov.ar/doc_pdf/ley_de_educ_nac.pdf. (Consulta: 25 de febrero
de 2013).
559
AUTORES
561
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
562
M. L. GILI y G. PÉREZ ZAVALA, COMP.
CRESPO, Alfredo José. Docente en la UNVM desde 2005: a cargo de Clarinete I, II,
III y IV, Teorías y Métodos del Análisis Musical, co-responsable de Metodología de la
Investigación Musical y Taller de Apoyo para la elaboración del Trabajo Final de Gra-
563
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
564
M. L. GILI y G. PÉREZ ZAVALA, COMP.
565
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
GILI, María Laura. Doctora en Ciencias Naturales. Magíster en Ética Aplicada. Pro-
fesora en Historia. Docente-investigadora, Universidad Nacional de Villa María.
Miembro del Programa Achiras Histórica. Nuevo enfoque para su planeamiento de
desarrollo cultural. Segunda Parte. SECYT-UNRC. Universidad Nacional de Río
Cuarto. Miembro del CIP. Centro de Investigaciones Precolombinas. Instituto del
Profesorado Dr. Joaquín V. González. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Buenos
Aires. Miembro del TEFROS. Taller de Etnohistoria de la Frontera Sur. Laboratorio
de Arqueología y Etnohistoria. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional
de Río Cuarto. Posee numerosas presentaciones y publicaciones en jornadas y congre-
sos del país y el exterior sobre arte rupestre, ética aplicada a la arqueología y los bienes
culturales, historia. Área de actuación: Historia, Patrimonio histórico/arqueológico,
Ética aplicada.
566
M. L. GILI y G. PÉREZ ZAVALA, COMP.
567
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
568
M. L. GILI y G. PÉREZ ZAVALA, COMP.
569
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
570
M. L. GILI y G. PÉREZ ZAVALA, COMP.
571
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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M. L. GILI y G. PÉREZ ZAVALA, COMP.
573
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
574
M. L. GILI y G. PÉREZ ZAVALA, COMP.
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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
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