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LA GATA ENCANTADA

Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas


deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su
tiempo jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del
hogar.
Un día, dijo en voz alta:

Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo.

En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que


dijo:

Príncipe tus deseos se han cumplido

El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en


una bellísima muchacha.

Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del
reino que acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia.
Pero, de pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que
zigzagueaba por el salón y zampárselo en cuanto lo hubo atrapado.

El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que


convirtiera a su esposa en la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y
nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su
esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio.
EL NUEVO AMIGO

Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda


jugaba con unos enanitos en el bosque. De pronto se escucho un largo
aullido.
¿Que es eso? Pregunto la niña .

Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devoraría le explico el enano


sabio.

Al día siguiente volvió a escucharse el aullido del lobo y Belinda ,


apenada, pensó que todos eran injustos con la fiera. En un descuido de los
enanos, salio, de la casita y dejo sobre la nieve un cesto de comida.

Al día siguiente ceso de nevar y se calmo el viento. Salio la muchacha a


dar un paseo y vio acercarse a un cordero blanco, precioso.

¡Hola, hola! Dijo la niña. ¿Quieres venir conmigo?

Entonces el cordero salto sobre Belinda y el lobo, oculto se lanzo sobre


el, alcanzándole una dentellada. La astuta y maligna madrastra, perdió la piel
del animal con que se había disfrazado y escapo lanzando espantosos gritos
de dolor y miedo.

Solo entonces el lobo se volvió al monte y Belinda sintió su corazón


estremecido, de gozo, mas que por haberse salvado, por haber ganado un
amigo.
EL HONRADO
LEÑADOR

Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una
jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayo el
hacha al agua.

Entonces empezó a lamentarse tristemente: ¿Como me ganare el sustento


ahora que no tengo hacha?

Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al
leñador:

Espera, buen hombre: traeré tu hacha.

Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro


entre las manos. El leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez
se sumergió la ninfa, para reaparecer después con otra hacha de plata.

Tampoco es la mía dijo el afligido leñador.

Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al reaparecer llevaba un


hacha de hierro.
¡Oh gracias, gracias! ¡Esa es la mía!
Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza
a la mentira y te mereces un premio.
EL CABALLO
AMAESTRADO

Un ladrón que rondaba en torno a un campamento militar, robo un


hermoso caballo aprovechando la oscuridad de la noche. Por la mañana,
cuando se dirigía a la ciudad, paso por el camino un batallón de dragones que
estaba de maniobras. Al escuchar los tambores, el caballo escapo y, junto a
los de las tropa, fue realizando los fabulosos ejercicios para los que había
sido amaestrado.

¡Este caballo es nuestro! Exclamo el capitán de dragones. De lo contrario no


sabría realizar los ejercicios. ¿Lo has robado tu? Le pregunto al ladrón.

¡Oh, yo...! Lo compre en la feria a un tratante...

Entonces, dime como se llama inmediatamente ese individuo para ir en


su busca, pues ya no hay duda que ha sido robado.

El ladrón se puso nervioso y no acertaba a articular palabra. Al fin,


viéndose descubierto, confeso la verdad.

¡Ya me parecía a mí exclamo el capitán Que este noble animal no podía


pertenecer a un rufián como tu!

El ladrón fue detenido, con lo que se demuestra que el robo y el engaño


rara vez quedan sin castigo.
LA AVENTURA DEL
AGUA

Un día que el agua se encontraba en su elemento, es decir, en el soberbio


mar sintió el caprichoso deseo de subir al cielo. Entonces se dirigió al fuego:
-Podrías tú ayudarme a subir mas, alto?

El fuego aceptó y con su calor, la volvió más ligera que el aire,


transformándola en sutil vapor.

El vapor subió más y más en el cielo, voló muy alto, hasta los estratos
más ligeros y fríos del aire, donde ya el fuego no podía seguirlo. Entonces las
partículas de vapor, ateridas de frío, se vieron obligadas a juntarse
apretadamente, volviéndose más pesados que el aire y cayendo en forma de
lluvia.

Habían subido al cielo invadidas de soberbia y fueron inmediatamente


puestas en fuga. La tierra sedienta absorbió la lluvia y, de esta forma, el agua
estuvo durante mucho, tiempo prisionera del suelo y purgó su pecado con
una larga penitencia.
EL MAR NO PUEDE MORIR
El mar no puede morir.
Se quedará navegando
aunque no haya nadie aquí.

Que no, que el mar no se muere,


que no se puede morir.
Seguirá que va y que viene,
yendo y volviendo a venir
cualquiera sabe hasta cuándo.
Hasta que encuentre por fin
la playa que está buscando.

Él no se puede morir.
Se quedará navegando
cuando no haya nadie aquí.
UNA FLOR
Una tarde bendecida
me diste , amada , una flor,
y de entonces su perfume
embriaga mi corazón.

Era un jazmín blanco y puro


más no tanto como tú ;
emblema de mis ensueños
símbolos de tu vida.

Yo lo conservo en mi pecho
y en el siempre vivirá;
lo han marchitado mis besos
y lo he regado al llorar.

Pero conserva el aroma


de tu aliento virginal
de tus lágrimas la huella,
de tus miradas quizá.

Será el dulce compañero


de mi triste soledad;
y mientras tú no me olvides
jamás me abandonarás.
LOS RATONES

Juntáronse los ratones


para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,


colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:

¿Quién de todos ha de ser


el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?
Autor: Lope de Vega.
LA MARIPOSA

Mariposa del aire


¡que hermosa eres!
Mariposa del aire
dorada y verde.

Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.

No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.

Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
quédate ahí.
Mariposa ¿estás ahí?
Autor: Federico García Lorca
AGUA, ¿DÓNDE VAS?

Agua, ¿dónde vas?

Riendo voy por el río


a las orillas del mar.

Mar, ¿adónde vas?

Río arriba voy buscando


fuente donde descansar.

Chopo, y tú ¿qué harás?

No quiero decirte nada.


Yo..., ¡temblar!

¿Qué deseo, qué no deseo,


por el río y por la mar?

Cuatro pájaros sin rumbo


en el alto chopo están.
Autor: Federico García Lorca
CINCO RATONCITOS

Cinco ratoncitos de colita gris,


mueven las orejas, mueven la nariz,
abren los ojitos, comen sin cesar,
por si viene el gato, que los comerá,
comen un quesito, y a su casa van,
cerrando la puerta, a dormir se van
QUE LLUEVA, QUE LLUEVA

Que llueva, que llueva,


la vieja de la cueva,
los pajaritos cantan,
las nubes se levantan,

¡Qué si!
¡qué no!
que caiga un chaparrón,
con azúcar y turrón,
que rompa los cristales de la estación.
Que siga lloviendo
los pájaros corriendo
florezca la pradera
al sol de primavera
¡Qué si!
¡qué no!
que caiga un chaparrón,
con azúcar y turrón,
que rompa los cristales de la estación.
PALMAS PALMITAS

Palmas, palmitas,
higos y castañitas,
azúcar y turrón
para mi niño/a son.
Palmas, palmitas,
que viene papa
palmas palmitas
que luego vendrá

Palmas, palmitas,
que viene papa
palmas palmitas
que en casa ya está
LOS NÚMEROS

Un, dos, tres


Un, dos, tres
Son los números
son los números
si, si, si
Uno, dos, tres, cuatro
si, si, si
Son los números
son los números
si, si, si
El uno es un soldado haciendo la instrucción.
El dos es un patito que está tomando el sol.
El tres una serpiente que baila sin parar.
El cuatro es una silla que invita a descansar.
El cinco es un conejo que salta sin parar.
El seis es una pera redonda y con rabito.
El siete un caballero con gorra y con bastón.
El ocho son las gafas que usa don Ramón.
El nueve es un hijito atado a un globito.
El cero una pelota que acaba esta canción.
'SACO UNA MANITA' PARA NIÑOS

Saco una manita la hago bailar,

La cierro, la abro y la vuelvo a guardar

Saco otra manita la hago bailar,

La cierro, la abro y la vuelvo a guardar

Saco las dos manitas las hago bailar,

Las cierro, las abro y las vuelvo a guardar.

A mis manos, a mis manos yo las muevo, y las paseo, y las paseo,

a mis manos, a mis manos yo las muevo, y las paseo haciendo así:

Haciendo ruido, y mucho ruido, golpeamos los pies, las manos


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