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Casilla Electrónica Nº 9902

Especialista Legal: Mirta Condori


Expediente Nº 183-2018
Cuaderno: PRINCIPAL
Escrito Nº 02
Absuelve excepción

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO CIVIL DE ANDAHUAYLAS


FLORINDA PALOMINO OSCCO, en los seguidos con la
Municipalidad Provincial de Andahuaylas sobre acción contencioso
administrativo, ante Ud. con el debido respeto digo:
Que dentro del plazo de ley absuelvo la excepción de falta de
agotamiento de la vía administrativa en los términos siguientes:
Primero.- Señor juez como ya se tiene expuesto en la demanda -
concretamente en el fundamento primero- esta se interpuso al haberme
acogido al silencio administrativo negativo, puesto que desde la fecha de
interposición de mi reclamo administrativo de fecha dos de febrero del
2018 contra la carta a través de la cual se me comunica el termino de
mi contrato por vencimiento del plazo sin que medie acto administrativo,
transcurrieron más de treinta días hábiles.

Segundo.- De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 197.3° del


TUO de la Ley N° 27444 que establece claramente que “EL SILENCIO
ADMINISTRATIVO NEGATIVO TIENE POR EFECTO HABILITAR AL
ADMINISTRADO LA INTERPOSICIÓN DE LOS RECURSOS
ADMINISTRATIVOS Y ACCIONES JUDICIALES PERTINENTES”. Por lo
tanto lo cierto es que la vía administrativa quedo agotada con el
silencio administrativo, conforme lo dispone el artículo 226.2º
literal a) del TUO de la Ley Nº 27444. En efecto, de acuerdo con la
citada norma “Son actos que agotan la vía administrativa el acto respecto
del cual no proceda legalmente impugnación ante una autoridad u
órgano jerárquicamente superior O CUANDO SE PRODUZCA SILENCIO
ADMINISTRATIVO NEGATIVO”. ¿Y cuándo se produce silencio
administrativo negativo? Simplemente al no darse respuesta dentro del
plazo (30 días hábiles) como en el presente caso. Al tratarse de un
Procedimiento de Evaluación Previa es de aplicación los artículos 38° y
151° del TUO de la Ley N° 27444 que claramente preceptúan que “El
plazo que transcurra desde el inicio de un procedimiento administrativo
de evaluación previa hasta que sea dictada la resolución respectiva no
puede exceder de treinta (30) días hábiles, salvo que por ley o decreto
legislativo se establezcan procedimientos cuyo cumplimiento requiera
una duración mayor”… “No puede exceder de treinta días el plazo que
transcurra desde que es iniciado un procedimiento administrativo de
evaluación previa hasta aquel en que sea dictada la resolución
respectiva, salvo que la ley establezca trámites cuyo cumplimiento
requiera una duración mayor”
Tercero.- En tal sentido señor Juez la excepción deducida
desconoce lo dispuesto en las normas precedentes al ignorar QUE EL
SILENCIO ADMINISTRATIVO NEGATIVO COMO EN EL PRESENTE
CASO AGOTA LA VIA ADMINISTRATIVA.
Cuarto.- Finalmente agregamos que para acogerse al silencio
administrativo -en este caso, negativo- no se requiere presentar
documento alguno a través del cual al administrado declare su intención
de acogerse judicialmente al silencio, tal como así lo ha señalado el
Tribunal Constitucional en el Exp. Nº 0766-1998-AA/TC que el
acogimiento al silencio administrativo no requiere aviso a la
administración al disponer que:
“No es un derecho cuya eficacia se encuentre condicionada al hecho de que
el administrado tenga que poner en conocimiento de la Administración su
determinación por la opción del silencio negativo administrativo, sino más bien
al contrario, que se ejerce plenamente como consecuencia de la inercia o mora de
la Administración en la resolución de las diversas peticiones o medios impugnatorios
que se plantean ante ella; ya sea para acudir a una instancia administrativamente
superior o, en su caso, el de cuestionarla en sede judicial.
Una interpretación como la esbozada por la segunda instancia de la jurisdicción
ordinaria, que condiciona la posibilidad de acogerse al silencio negativo
administrativo a la comunicación de la opción por el administrado a la
Administración, supondría enervar los supuestos de la configuración de dicho
instituto jurídico, no ya como un derecho del que los administrados puedan optar
como consecuencia de la inercia administrativa, sino como un derecho cuya
posibilidad de ejercicio requiere de la aceptación (implícita o expresa) de la
Administración.
(STC dictada en el Exp. Nº 01420-2009-AA/TC)
“Este Colegiado no comparte el criterio de la parte emplazada, dado que conforme
a la Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley N.º 27444, el efecto del
silencio administrativo es habilitar al administrado para que interponga los
recursos administrativos o acciones judiciales pertinentes (artículo 188.3º), esto
es, que no constituye una prerrogativa o atribución de la administración, sobre
todo cuando, conforme al artículo 188.4º del mismo dispositivo, “Aun cuando opere
el silencio administrativo negativo, la administración mantiene la obligación de
resolver, bajo responsabilidad, hasta que se le notifique que el asunto ha sido
sometido a conocimiento de una autoridad jurisdiccional o el administrado haya
hecho uso de los recursos administrativos respectivos”, situación esta última que no
se ha verificado en autos, por lo que dicha obligación continúa subsistente. Por
cierto, la obligación de dar respuesta también contiene la de que ésta debe estar
debidamente motivada.
(STC dictada en el Exp. 2306-2004-AA/TC)
“Este Colegiado no comparte el criterio adoptado por el a quo y la Sala, según el
cual no se agotó la vía administrativa, pues, tal como se ha dejado sentado en la
STC N.° 1003-1998-AA/TC, “[...] el administrado, transcurrido el plazo para que la
Administración resuelva el recurso impugnativo interpuesto, tiene la potestad de
acogerse al silencio administrativo –y así acudir a la vía jurisdiccional– o de esperar
el pronunciamiento expreso de la Administración”.
“De tal premisa se colige que es el administrado quien tiene la facultad de utilizar
el silencio administrativo en los supuestos de acceso a una instancia
administrativa superior o a la sede judicial, de ahí que exigir al administrado
que, luego del transcurso del plazo previsto para que la Administración emita
un pronunciamiento, remita un documento en el que manifieste su decisión
de acogerse al silencio administrativo negativo, importa una carga desmedida
y arbitraria que no encuentra asidero en la finalidad del instituto, pues este ha
sido establecido a favor del administrado. Además, en el caso de autos, el
actor, al interponer la demanda, consigna, de manera expresa, que se ha
producido el silencio administrativo negativo, y, en consecuencia, se tiene por
agotada la vía administrativa”.

Quinto.- Por consiguiente solicito que se declare infundada la


excepción deducida, por la demandada.
POR TANTO:

Al juzgado, solicito se sirva tener por absuelto el traslado.

Andahuaylas, 19 de Julio del 2018.

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