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Motivación
La utilidad de la formulación lagrangiana se aprecia incluso en ejemplos sencillos. Por
ejemplo, considere una cuenta en un aro. Si se calculara el movimiento de la cuenta
usando la mecánica newtoniana, se obtendría un sistema complicado de ecuaciones que
considerarían las fuerzas que el aro ejerce en la cuenta en cada instante.
En cambio, en la aproximación de Lagrange, uno mira todos los movimientos posibles que
la cuenta podría tomar en el aro y encuentra matemáticamente el que reduce al mínimo la
acción. Hay muy pocas ecuaciones puesto que no se está calculando directamente la
influencia del aro en la cuenta en un instante dado.
Otro ejemplo es el caso del estudio de movimientos referidos a un sistema que gira, como
por ejemplo observaciones astronómicas vistas desde el planeta Tierra: en la formulación
newtoniana es necesario introducir a mano las fuerzas ficticias o fuerzas de inercia como
la fuerza centrífuga o el efecto Coriolis mientras que en la formulación lagrangiana estas
fuerzas aparecen de modo natural.
Los dos problemas considerados anteriormente son mucho más sencillos de resolver
empleando la formulación lagrangiana.
Ecuaciones de Lagrange
Las ecuaciones del movimiento en mecánica lagrangiana son las ecuaciones de Lagrange,
también conocidas como las ecuaciones de Euler-Lagrange. Debajo, bosquejamos la
derivación de la ecuación de Lagrange de las leyes de Newton del movimiento. Vea las
referencias para derivaciones más detalladas y más generales. En su forma más general,
puesto que el trabajo es una cantidad escalar física, debemos poder reescribir esta
ecuación en términos de las coordenadas y de las velocidades generalizadas. En el lado
izquierdo,
sin embargo, ésta debe ser verdad para cualquier conjunto de desplazamientos
generalizados δqi, así que debemos tener
para cada coordenada generalizada δqi. Podemos simplificar aún más esto
observando que V es una función solamente de r y t, y r es una función de las
coordenadas generalizadas y t. Por lo tanto, V es independiente de las
velocidades generalizadas:
Extensiones de la mecánica
lagrangiana
El hamiltoniano, denotado por H, es obtenido ejecutando
una transformación de Legendre en el lagrangiano. El
hamiltoniano es la base para una formulación alternativa
de la mecánica clásica conocida como mecánica
hamiltoniana. Es una cantidad particularmente ubicua en
la mecánica cuántica.
En 1948 Feynman descubrió la formulación por integral
de caminos extendiendo el principio de menor acción a la
mecánica cuántica. En esta formulación, las partículas
recorren cada trayectoria posible entre los estados
iniciales y finales; la probabilidad de un estado final
específico es obtenida sumando sobre todas las
trayectorias posibles que conduce a él. En el régimen
clásico, la formulación por integral de trayectorias
reproduce evidentemente el principio de Hamilton.