You are on page 1of 55
(ec ___EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICO Asociacién de Maestros, et al. Recurridos 018-0006 ve Departamento de Educacién, et al. Pet icionarios Opinién disidente emitida por la Juez Asociada sefiora Rodriguez Rodriguez a la que se unen la Jueza Presidenta Oronoz Rodriguez y el Juez Asociado sefior Colén Pérez San Juan, Puerto Rico, a 9 de agosto de 2018. La Convencién Constituyente no perturb6 la delicada arquitectura de estas xecomendaciones. Por = el contrario, hizo aGn més clara su voluntad de cerrar todo camino a la utilizacién de fondos pGblicos para el sostenimiento o beneficio de escuelas privadas, confesionales o laicas, o de institucién sectaria alguna, excepto al grado en que éstas pudiesen derivar provecho indirectamente de servicios no educativos ofrecidos para proteccién o el bienestar de la nifiez.? Mediante la sentencia y las opiniones de conformidad que se emiten durante el dia de hoy, se determina que la concesién de certificados a estudiantes del sistema de educacién para que éstos puedan matricularse en escuelas 3 José Trias Monge, Historia Constitucional de Puerto Rico, Vol. III, en la pag. 179 (Ed. U.P.R. 1982) (énfasis suplido) CT-2018-0006 2 privadas no constituye un desembolso de fondos piblicos para sufragar los gastos de una educacién privada. Asimismo, se determina que la cldusula de sostenimiento contenida en nuestra Constitucién permite que se establezcan escuelas que sean operadas y administradas por entidades ajenas al Departamento de Educacién. Con este proceder, producto de un infausto ejercicio de revisionismo histérico, se trastocan los cimientos de esa delicada arquitectura instaurada por nuestros constituyentes y se abre, en definitiva, ese camino vedado a la utilizacién de fondos pGblicos para - irOnicamente- privatizar nuestro sistema de educacién. Las disposiciones legislativas en controversia y el recuento del tracto procesal de este caso estén comprendidos integramente en las opiniones de conformidad. No obstante, la interpretacién desafortunada de la_—clausula constitucional de sostenimiento que hace una mayoria y la revocacién indeliberada de un precedente judicial de este Tribunal, como artilugio para alcanzar el resultado deseado, me compele a exponer en detalle los fundamentos sustantivos de mi disenso. Los errores conceptuales y desaciertos juridicos de los integrantes de la mayorfa no sélo evidencian una propension indebida al criterio general de las ramas politicas, sino que, ademas, reflejan un afén desmedido por desentrafiar los significados e interpretaciones que mejor se adaptan a la conclusién que se proponen adelantar. En este ejercicio retérico, y hasta tautolégico, el criterio mayoritario contrapone los términos “sostenimiento” y “sustitucién” para cT-2018-0006 3 concluir que el establecimiento de escuelas que operarén como organizaciones sin fines de lucro y no serén administradas por el] Departamento de Educacién no tiene el efecto de sustituir o suplantar las escuelas piblicas, por lo que no se configura una violacién a la cléusula de sostenimiento de nuestra Constitucién. De igual forma, como parte de una semAntica discursiva difusa, la mayorfa parece equiparar los términos “beneficio” con “sostenimiento” y sefiala que “todo sostenimiento equivale a que exista un beneficio” y que los constituyentes entendieron que “el término ‘beneficio’ estaba inmerso dentro de la palabra ‘sostenimiento’”. Op. de Conformidad (J. Rivera Garcia) en la pég. 39. Sin embargo, a pesar de abordarlos como sinénimos inicialmente, la mayoria entiende que el beneficio que suponen los certificados para la libre seleccién de escuelas privadas no constituye el tipo de sostenimiento que proscribe nuestra Constitucién. En cuanto a esto, la mayoria apoya la conclusién que consiste en que, para que se configure una violacién a la clausula de sostenimiento “el beneficio que se conceda debe llegar al punto de sostener la entidad privada". Id. en la pag. 44. Inextricablemente, se subraya que, “un beneficio debe llegar a tal grado que sostenga, m&s ain, que sustituya". Id. (Enfasis en original). Asi, pues, a pesar de que los certificados redundan en una contribucién o asistencia econémica a las escuelas privadas, la mayorfa parece entender que, hasta tanto la totalidad de los estudiantes de dichas escuelas si subvencionada por los referidos CT-2018-0006 4 certificados, no se estar& ante un sostenimiento, sino ante un simple beneficio. Es decir, si en una escuela privada cuya matricula es de 500 estudiantes y s6lo 499 de éstos reciben “certificados de ayuda”, no cabe hablar de que el Estado sostiene esa escuela privada en violacién al texto constitucional, porque hay un estudiante que no recibe tal ayuda. Asi de desatinado e incongruente es el “razonamiento mayoritario.” Por Gltimo, a pesar de caracterizar la cldusula de sostenimiento como una autéctona y aclarar que, a diferencia de la de establecimiento, su enfoque es uno “estrictamente econémico", confusamente se alude a jurisprudencia federal que interpreta esa cléusula religiosa para explicar que, “en el 4mbito juridico, el término tiene su origen en la jurisprudencia federal que considera e¢1 sostenimiento (support) como una forma de establecimiento”.? Id. en la pag. 22. As{, algunos integrantes de este Foro recurren a casuistica federal en la que se avalé el uso de vales educativos bajo el fundamento de que éstos eran neutrales hacia todas las religiones. Ciertamente, dicha casuistica es 2 Como se discute posteriormente, la palabra “support”, es una traduccién adecuada para la palabra “sostenimiento”. Juste por ello, la definicién de la Real Academia Espafiola citada por la mayoria de “sostener” incluye entre sus acepciones “proveer apoyo”. Sin embargo, el uso de “support” por parte en el razonamiento mayoritario es incompatible con la definicién que finalmente formulan de lo que constituye un sostenimiento conforme a la cléusula objeto de su andlisis. Como se expone a lo largo de este disenso, las incongruencias semAnticas de la mayorfa al momento de interpretar el alcance de la palabra “sostenimiento” develan una metodologia adjudicativa que parece responder a esa infame maxima politica -y no judicial- a los efectos de que ‘el fin justifica los medios”. cr-2018-0006 5 del todo inaplicable a la controversia ante nuestra consideracién, puesto que no existe una disposicién homéloga a muestra cléusula de sostenimiento en la Constitucién federal y el enfoque de la cléusula de establecimiento es, evidentemente, uno estrictamente religioso. Confundir una con otra, como en la pr&ctica hace la mayoria, pone de manifiesto un patente enredo de espiritu. La privatizacién acompasada de nuestro sistema de ensefianza piblica que se viabiliza mediante la legislacién que hoy se valida, se asienta en una transgresién al mandato constitucional el cual, sin ambages, establece que, “{nlo se utilizara propiedad ni fondos pGblicos para el sostenimiento de escuelas o instituciones educativas que no sean las del Estado”. Art. II, Sec. 5, Constitucién de Puerto Rico, L.P.R.A. Tomo 1, Ed. 2008, en la pag. 292 (en adelante, Const. P.R.). De esta forma, y mediante una interpretacién artificiosa, la mayoria emascula el texto constitucional y hace suya la tesis de privatizacién que subyace la llamada Reforma Educativa, tesis que se sustenta sobre la premisa de “socializar las pérdidas y rifar las ganancias.” Manolo NGfiez Negrén, La tiza y la pizarra, 28 de abril de 2018, https: //www.elnuevodia .com/opinion /columnas/latizaylapizarracolumna-2416358/ (iltima visita 9 de agosto de 2018). Ds Como antesala a una discusién sustantiva del criterio mayoritario, y en atencién a los fundamentos juridicos y la metodologia adjudicativa empleada por algunos integrantes de cT-2018-0006_ é la mayorfa para disponer del presente caso, me veo en la obligacién de discutir, si bien brevemente, ciertas doctrinas b&sicas del federalismo. Estas evidencian la incompatibilidad del razonamiento mayoritario con el resultado al cual arriban. Una vez mas, una mayoria recurre a la praéctica irreflexiva de aplicar, sin un verdadero rigor metodolégico, precedentes federales para analizar una controversia al amparo de una cléusula constitucional autéctona. Resulta insélito que, en un caso que requiere interpretar el alcance de una clausula inherentemente puertorriquefia, una mayorfa entienda apropiado referirse a un sinntimero de decisiones del Tribunal supremo de Estados Unidos que jinterpretan una disposicién constitucional distinta, presuntamente “para propésitos ilustrativos”. Op. de Conformidad (J. Rivera Garcia), en la pag. 30. Con relacién a la interaccién entre las cortes estatales y federales, el ex Juez Asociado del Tribunal supremo de Estados Unidos, William J. Brennan dr., public6é en los afios setenta un articulo célebre mediante el cual hizo un llamado a las cortes estatales estadounidenses a interpretar sus propias constituciones de manera independiente a la Constitucién federal con el propésito de ampliar la proteccién de los derechos individuales. véase William J. Brennan, Jr., State Constitutions and the Protection of Individual Rights, 90 Harv. L. Rev. 489 (1977). La tesis central del escrito dio paso al movimiento llamado nuevo federalismo judicial o state constituionalism movement, cuyo Se, cT-2018-0006 propésito ha sido, entre otras cosas, proponer teorias interpretativas para examinar situaciones en las cuales las cortes estatales se enfrentan a derechos reconocidos tanto a nivel estatal como federal y/o cuando interpretan un derecho que no tiene una contraparte en la Constitucién | federal. véase en general, Robert F. Williams, In the Glare of the Supreme Court: Continuing Methodology and Legitimacy Problems in Independent State Constitutional Rights Adjudication, 72 Notre Dame L. Rev. 1015 (1997). Proponentes de este movimiento han sefialado con gran acierto que “an underappreciation of state constitutional law has hurt state and federal law and has undermined the appropriate balance between state and federal courts in protecting individual liberty". Jeffrey S. Sutton, 52 Imperfect Solutions: States and the Making of State Constitutional Law 6 (Oxford University Press, 2018 (énfasis suplido). Cénsono con esta visién, se ha indicado que, como “minimo irreductible”, las cortes estatales deben impartirle contenido propio a sus constituciones respetando asi sus trasfondos constitucionales particulares, al igual que las tradiciones legales que las inspiraron. Id. en la Pag. 189. Segiin este acercamiento a la distribucién de soberanias entre el gobierno federal y los estados, cuando la cléusula a interpretarse no tiene una contraparte en la Constitucién federal -como ocurre con la cldusula de sostenimiento objeto de an4lisis en el presente caso- hay un consenso en que la interpretacién de ese tipo de cldusulas conllevaré un cT-2018-0006 8 analisis particularizado sobre el alcance del derecho que se reconozca o la prohibicién que en ésta se le imponga al gobierno. Ello, sin necesidad de recurrix a la jurisprudencia de la esfera federal. Véase Ann M. Lousin, Justice Brennan's Call to Arms-What Has Happened Since 19777, 77 Ohio St. L.J. 387, 395-99 (2016). En el contexto especifico del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, esta discusién ha sido enmarcada en un reconocimiento de que nuestra Constitucién, en particular su carta de Derechos, es de “factura mas ancha” que la Constitucién federal. Véase Ernesto L. Chiesa, Los derechos de los acusados y la factura més ancha, 65 Rev. Jur. U.P.R. 83 (1996). A lo largo de muestra historia, esta interpretacién ha propiciado el reconocimiento de derechos que no necesariamente existen en la esfera federal, proveyendo asi mayores protecciones individuales para nuestra ciudadania. © Tatiana = vallescorbo — Cuevas, Interpretando la factura més ancha, 46 Rev. Jur. U.I.P.R. 303 (2012). Lamentablemente, en los Gltimos afios, una mayoria de este Tribunal, ha reducido sustancialmente el alcance de las protecciones y los derechos individuales que nuestra Constitucién contempla. Ejemplo de ello es el anélisis que hoy suscribe una mayoria. En Pueblo v. Diaz Medina, una mayoria de los miembros de este Tribunal adopté, mediante dictum, una metodologia para dilucidar controversias similares anclada en el reduccionismo judicial. El ex Juez Presidente Hernandez | Denton criticé la adopcién de esa metodologia y denuncié que | cT-2018-0006 9 ésta “no toma en consideracién la tradicién histérica del federalismo y la interaccién dinémica entre el constitucionalismo federal y estatal, la cual ha permitido que la democracia en Estados Unidos sobreviva y prospere por mas de dos siglos". Pueblo v. Diaz Medina, 176 D.P.R. 601, 656 (2009) (J. Hern&ndez Denton, Op. Disidente). Con la sentencia que se certifica en el dia de hoy, 1a mayoria olvida, nuevamente, cémo la Constitucién federal reconoce “un gran margen para que los tribunales supremos estatales interpreten las garantias de sus respectivas Constituciones con mayor amplitud y a la vanguardia de los preceptos enunciados en algunos de los dictémenes del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Esa es la virtud del federalismo estadounidense tan preciado por sus ciudadanos". Id. (énfasis en original) Uno de los integrantes de la mayoria sefiala que “contrario a la Constitucién federal, nuestra Constitucién es m4s extensiva y abarcadora. Contamos con una disposicién autéctona, la cléusula de sostenimiento.” Op. de Conformidad (3. Rivera Garcia), en la pag. 33. Sin embargo, en su anélisis e interpretacién de nuestro texto constitucional, se divaga entre impartirle contenido propio a esa clausula autéctona y emular la jurisprudencia federal que interpreta una cléusula distinta; a saber, la cléusula de establecimiento de la Constitucién federal. A fin de cuentas, los Jueces y Juezas que suscriben el criterio mayoritario se desentienden de su ineludible deber como | cT-2018-0006 10 intérpretes de nuestra constitucién de ampliar y extender el alcance de los derechos que cobijan a nuestra ciudadania. En este caso, el derecho en juego es el derecho de todos los nifios y nifias de nuestro Pafs a “una educacién que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y al fortalecimiento del respeto de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales”. Art. II, Sec. 5, Const. P.R. Nuestra constitucién, contrario a la federal, garantiza la existencia de “un sistema de instruccién pGblica el cual seré libre y enteramente no sectario”. Id. La mayoria, sin embargo, parece entender que el derecho en juego es el acceso a una educacién privada, en instituciones completamente desvinculadas del Estado. validar los programas aqui en disputa bajo el fundamento de que éstos amplian las oportunidades educativas y mejoran nuestro sistema de educacién no es m&s que un subterfugio para adelantar una agenda neoliberal y libertaria a costa de muestra Constitucién y los valores sociales y democréticos que ésta encarna. Ir. La conclusién de una mayoria de los integrantes de este Foro se sustenta en una interpretacién de los debates que se suscitaron durante la Convencién Constituyente en lo xelativo a la prohibicién contenida en la precitada cléusula de sostenimiento. Ese debate, en el marco de una controversia parecida a la que se plantea en el caso de epigrafe, ya habia sido analizado por este Tribunal en Asoc. de Maestros P.R. Srio. Educacién, 137 D.P.R. 528 (1994). En aquella v. eT-2018-0006 _ qa ocasién, la Asociacién de Maestros, entidad que también figura en este caso como parte recurrida, cuestioné la constitucionalidad de la disposicién de la Ley de Becas Especiales y Libre Seleccién de Escuelas, Ley Nam. 71 de 3 de septiembre de 1993 (18 L.P.R.A. sec. 911 et seq.). Mediante esta legislacién, entre otras cosas, se pretendieron instituir incentivos econémicos para que los | padres de estudiantes de escuelas piblicas pudiesen transferir a sus hijos a escuelas privadas.? Al pasar juicio sobre la constitucionalidad de ese programa de becas o incentivos econémicos, en Asoc. de Maestros de P.R., este Tribunal evalué la compatibilidad de la disposicién legal que establecia esos beneficios con la prohibicién contenida en la cléusula de sostenimiento de nuestra Constitucién. En aquel momento, le correspondié a este Foro impartirle contenido a esa disposicién constitucional autéctona y delimitar el alcance de la palabra “sostenimiento”. Asi, el Tribunal ejercié su deber de interpretar el texto constitucional y concluy6 que el programa de jincentivos econémicos establecido por la legislatura y el ejecutivo creaba un esquema prohibido por 3 De manera virtualmente idéntica a las disposiciones sobre libre seleccién de escuelas que hoy se validan, el programa de becas evaluado en Asoc. de Maestros de P.R., contaba con cuatro (4) modalidades de seleccién de escuela, a saber: (1) el traslado de estudiantes de escuela piblica a cualquier otra escuela piblica de su preferencia; (2) el traslado de estudiantes de escuela privada a cualquier escuela ptblica; (3) la provisién de incentivos monetarios para que estudiantes de escuelas piblicas pudiesen transferirse a escuelas privadas, y (4) la otorgacién de permisos e incentivo para que estudiantes talentosos tomaran cursos en instituciones universitarias. | cr-2018-0006 12 la clausula de sostenimiento. Esto, puesto que derivaba en la utilizacién de fondos piblicos para beneficiar instituciones académicas que eran privadas y, como tal, estaban exentas del control y la administracién del gobierno. Especificamente, se sefial6 lo siguiente: En primer lugar, debemos notar que 1a palabra “sostenimiento” no esta cualificada en el texto constitucional. Todo sostenimiento = esta prohibido. Naturalmente, el problema consiste en delimitar qué interaccién entre las escuelas privadas y el Estado es permisible y qué cooperacién no lo es por constituir el sostenimiento que nuestra Constitucién proscribe. Asoc. de Maestros de P.R., 137 D.P.R. en la pag. 544. Dado que el término ‘sostenimiento” no estaba cualificado, y por entender que la prohibicién textual parecia ser una absoluta, le correspondié a este Tribunal delimitar el alcance de la prohibicién y analizar los debates que se suscitaron en la Convencién Constituyente para determinar en qué instancias la interaccién entre el Estado y las instituciones educativas privadas era permisible sin que se infringiera la prohibicién constitucional de sostenimiento. Evaluado ese extremo, se concluyé que: Un examen del historial de los debates en la Convencién Constituyente sobre la clausula del sostenimiento apoya una interpretacién amplia del alcance de la prohibicién. No hay duda de que la Sec. 5 del Art. II de nuestra Constitucién, supra, no permite que el Estado sostenga ninguna institucién educativa privada, sea religiosa o no. Su objetivo va mas alla de la separacién de Iglesia y Estado, pretendiendo proteger y fortalecer al maximo nuestro sistema de instruccién piblica frente a toda institucién educativa privada. Id. en las pags. 544-45; 547. cr-2018-0006 13 A tenor con esta interpretacién, el Tribunal invalidé las disposiciones legislativas que permitian el otorgamiento de incentivos econémicos a padres de estudiantes de escuelas piblicas para que asistieran a escuelas privadas. Fundamenté su dictamen en lo siguiente: La cléusula del sostenimiento impide que el Estado provea beneficios, ayudas o apoyo a una escuela privada. Naturalmente, no estar{a prohibido por lo anteriormente expuesto que la escuela privada se beneficie indirecta e incidentalmente de servicios que el Estado provee a toda la ciudadania, como los de policia y bomberos. Si estaria el Estado impedido de prestar servicios o ayuda a una escuela privada que, al contribuir directamente a la misién educativa de 1a institucién, constituyen el sostenimiento prohibido por nuestra Constitucién. A manera de ejemplo, el Estado no podria asignar fondos piblicos para la construccién de escuelas privadas. Id. en las pags. 547-48. Mediante la sentencia que se certifica hoy, se deja sin efecto el precedente establecido en Asoc. de Maestros de P.R.4 Ello, a pesar de que el texto constitucional objeto de 4 Como se indic6, la mayoria correctamente mantiene en vigor la determinacién sobre la legitimacién activa de los aqui yecurridos. Concurro con esa determinacién. No obstante, tal y como expresara el ex Juez Asociado Fuster Berlingeri en su Opinién de Conformidad en Asoc. de Maestros de P.R. estimo que la legitimacién de la Asociacién en este caso se fundamenta en los criterios convencionales pautados para las asociaciones en nuestra jurisprudencia. Por ello, entiendo que resulta innecesario reproducir el esquema de andlisis pautado en Flast v. Cohen, 392 U.S. 83, 99-100 (1965), sobre la legitimacién activa de contribuyentes para pleitos incoados al amparo de la cldusula de establecimiento federal; m&xime cuando la resolucién del presente pleito se fundamenta en una jinterpretacién de la clausula de sostenimiento de nuestra Constitucién. Véase Asoc. de Maestros de P.R., 137 D.P.R. en la pag. 572 (J. Fuster Berlingeri, Op. Conformidad) 14 cr-2018-0006 interpretacién no ha sido enmendado por la Rama Legislativa.* Ese proceder representa una reduccién inusitada y sustancial -por no decir absoluta- del alcance y contenido que se le impartié a una cléusula constitucional autéctona ideada para promover y fortalecer ese “sistema de instruccién piblica . . libre y enteramente no sectario" y exteriorizar el compromiso més cabal de nuestros constituyentes con el derecho de todos los nifios y nifias de nuestro Pais a una educacién gratuita, segin lo consagrado en nuestra Constitucién. Véase Art. II, Sec. 5, Const. P.R. La actuacién de la mayoria, ademas, se revela como una manifestacién m&s de esa sagaz insistencia en no respetar nuestros precedentes judiciales cuando éstos no se atemperan © divergen de la formulacién de politica piblica de gobiernos afines.¢ Esta actitud obcecada y del todo incompatible con nuestra funcién como Jueces y Juezas de este Tribunal pone en duda la independencia judicial y la legitimidad de una imstitucién que no puede estar sujeta a los caprichos de quienes la integran. La predictibilidad, uniformidad y certeza del Estado de Derecho que derivan de la adopcién de la doctrina de stare decisis en nuestra jurisdiccién se 3 El profesor José Julian Alvarez Gonzalez, al discutir con aprobacién la decisién del Tribunal en Asoc. de Maestros de P.R., justamente sefialé que para cualquier “actuacién gubernamental dirigida a proveer un beneficio especial para el sistema de educacién privada” el gobierno tenia a su haber el proceso de enmienda constitucional. José Julian Alvarez Gonzalez & Ana Isabel Garcia Satil, Derecho Constitucional, 65 Rev. Jur. U.P.R. 799, 843 (1996). ® véanse e.g. Pueblo v. Sénchez Valle, 192 D.P.R. 594 (2015); Rivera Schatz v. ELA y C. Abo. PR II, 191 D.P.R. 791 (2014); ELA v. Crespo Torres, 180 D.P.R. 776 (2011). / | | cT-2018-0006 as disipan irrevocablemente cada vez que una mayorfa olvida que la toga es imperturbable e inmutablemente negra.” La interpretacién acomodaticia que hace una mayoria de la discusién que se suscité durante la Convencién constituyente no solamente es diametralmente opuesta a la que hiciera este Tribunal en Asoc. de Maestros de P.R. sino que, adem&s, tergiversa y descontextualiza expresiones realizadas por los delegados con el propésito de fundamentar su errada conclusién y restarle contenido a la clausula constitucional que explicitamente prohibe el sostenimiento de instituciones educativas privadas con fondos piiblicos. Veamos. Iz. Como cuestién de umbral, conviene examinar la definicién univoca adoptada por una mayorfa de la palabra “sostenimiento”. Lejos de un estudio lingiistico o etimolégico del concepto y cémo éste fue empleado por los constituyentes durante los debates de la convencién, la mayoria opta por recurrir al diccionario de la Real Academia Espafiola para asignarle un significado que, segin se 7 Nétese que la mayorfa, luego de ofrecer un listado de tres (3) razones por las cuales los precedentes judiciales pueden ser revocados a modo de excepcién, limita su analisis a indicar que “la normativa establecida y la interpretacién que hicimos sobre la clausula de sostenimiento en Asoc. de Maestros P.R. v. Srio. Educacién, es claramente errénea”, sin expresién ulterior. Op. Conformidad (J. Rivera Garcia) en la pag. 21. Acto seguido, se replican e intercalan en esa opinién esencialmente ad verbatim el an4lisis expuesto por el ex Juez Asociado sefior Rebollo Lépez en su disidente para ese caso y los argumentos esbozados en los alegatos del Estado y de las interventoras para el caso ante nuestra consideracién. __eT-2018-0006 16 desprende ce la propia Opinién de Conformidad del Juez Asociado sefior Rivera Garcia, es incongruente con la @iscusién habida en la convencién en torno al alcance de la palabra “sostenimiento". Delimitar el alcance del mandato constitucional que prohibe el sostenimiento de escuelas o instituciones educativas que no sean las del Estado requiere un estudio cabal y ponderado de las expresiones vertidas por los constituyentes y el desarrollo textual de lo que termin6é siendo la Seccién 5 del Articulo II de nuestra Constitucién. | Por ello, no cabe citar aisladamente comentarios y expresiones de los delegados, pues, al discernir la verdadera intencién de éstos, lo correcto es evaluar el | debate en su totalidad. Inicialmente, lo que vino a ser la cldusula de sostenimiento ni siquiera incluia la palabra con la que se le denominé y actualmente se le conoce. A esos efectos, la cldusula lefa de la siguiente manera: “No se utilizaré propiedad ni fondos piblicos para la ensefianza en otras escuelas o instituciones educativas que no sean las del Estado”. Diario de Sesiones de la Convencién Constituyente, } Tomos I, IF y T1%, en la pig. 1765, disponible en http: //www.oslpr.org/v2/PDFS/DiarioConvencionConstituyente -pdf (en adelante Diario de Sesiones) (énfasis suplido). £1 delegado Trias Monge propuso eliminar la palabra “ensefianza” y sustituirla por “sostenimiento”. Id. en la pag. 1791. Luego | de que la enmienda propuesta fuese secundada, el delegado Brunet propuso intercalar la palabra beneficio para que la cT-2018-0006 a7 cléusula leyera de la siguiente manera: "No se utilizaré propiedad ni fondos ptblicos para el sostenimiento o beneficio de otras escuelas 0 instituciones educativas que no sean las del Estado”. Id. Bl delegado Trias Monge explicé las dos enmiendas propuestas de la siguiente manera: Diria entonces: “No se utilizaré propiedad ni fondos p&blicos para el sostenimiento o beneficio de escuelas o instituciones educativas...." Se acepta a base de que el lenguaje que se esta proponiendo es basica o exactamente mas bien, ahora, el de la Constitucién del Hawaii, segin qued6 Gltimamente aprobada ya: y es también basicamente parecido, a la de la Constitucién de Illinois, que ha servido a mi juicio de base para esta disposicién y que mantiene més claramente que con la palabra ensefianza el principio de la debida separacién entre Iglesia y Estado, a la vez que no afecta la disposicién ulterior en la misma seccién al efecto de que nada en esta disposicién impedira que el Estado pueda prestar servicios no educativos a los nifios. La intencién es més bien entonces entre escuelas 0 instituciones, intercalar 0 ensefianzas y nifios, quedando debidamente salvaguardado el derecho de los nifios a recibir aquellas ayudas que el Estado ofrezca. Id. en la pag. 1792. Es decir, el delegado Trias Monge expresamente reconocié que el lenguaje propuesto era exactamente el mismo que el de la Constitucién de Hawaii vigente en aquel momento y que éste procuraba ampliar el alcance de la cléusula de establecimiento mediante una prohibicién adicional.* Id. ® Bl caso de Hawaii tiene especial relevancia para la interpretacién que hoy se hace de nuestra cléusula constitucional y el resultado al que se llega en base a ésta. Al momento de nuestra Convencién Constituyente, la cléusula de sostenimiento de la Constitucién de Hawaii establecia lo siguiente: “Nor shall public funds be appropriated for the support or benefit of any sectarian or private educational institution”. Cuando le correspondié al Tribunal supremo de Hawaii interpretar esa clausula, en Spear v. Honda, 449 P.2d 130 (1968), ese foro concluyé que los constituyentes habfan sido inequivocos al cerrar enteramente la puerta que hubiese permitido desembolsar fondos p&blicos para subvencionar | CT-2028-0006 18 Asi, mediante la sustitucién de “ensefianza” por “sostenimiento”, los constituyentes procuraron ser més categéricos en la prohibicién, haciendo ésta extensiva no | Gnicamente a la ensefianza, sino al sostenimiento en general | y a cualquier otro beneficio que el gobierno pudiese proveer a instituciones educativas privadas mediante el uso de propiedad o fondos piblicos. A todas luces, la discusién que antecede choca con el alcance limitado que la mayorfa le atribuye a la palabra “sostenimiento” en el texto constitucional. Conforme a las definiciones provistas por la Real Academia Espafiola a las que se aluden en la Opinién de Conformidad del Juez Asociado sefior Rivera Garcia, la mayoria concluye que “el término sostenimiento equivale a proporcionar lo necesario para cualquier aspecto de la educacién privada. Luego de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos validara la implementacién de los vales educativos en el estado de Ohio, en Zelman v. Simmons-Harris, 536 U.S. 639, el gobierno de Hawaii emitié una consulta a su Secretario de Justicia en torno a la aplicacién de esa decisién en virtud de la cldusula de sostenimiento y si la implementacién de vales educativos violentaria la misma. En respuesta, el Secretario de Justicia emitié una opinién mediante la cual concluyd que la cléusula de sostenimiento de la Constitucién impedia que se instituyera un programa de vales educativos similar al validado por el Tribunal Supremo federal en Zelman. Razoné, en esencia, que la determinacién en ese caso se habia hecho al amparo de la cléusula de establecimiento y que la Constitucién de Hawaii contenia una cldusula adicional ausente en la constitucién federal que proscribia el desembolso de fondos piblicos a instituciones educativas privadas. El Secretario correctamente afirmé que, en ese aspecto, “the Hawaii State Constitution is more restrictive than its federal counterpart”. State of Hawaii, Department of the Attorney _— General, op No. 03-01, http: //ag. hawaii .gov/wp-content /uploads/2013/01/03-01. pd. En atencién a la Opinién del Secretario de Justicia, el estado de Hawaii enmendé su Constitucién para permitir la implementacién de un programa de vales educativos. CT-2018-0006 19 subsistir”. Op. de Conformidad (J. Rivera Garcia), en la pag. 22. Embozadamente, se explica que “en la medida en que se dé a alguien lo necesario para subsistir, es decir, para mantenerse, permanecer o conservarse implica que se le esta sosteniendo”. Id. Esto, a pesar de que una de las definiciones provistas por la Real Academia Espafiola para la palabra “sostener” que se cita es la de “prestar apoyo, dar aliento 0 auxilio". Id. Como se mencioné, cénsono con esa definicién, al referirse al presunto origen del término en la jurisprudencia federal, un integrante de la mayoria confusamente utiliza la palabra “support” como traduccién para “sostenimiento”. Ello, pese a haber rechazado esa adopcién de la palabra en su anélisis original. Esta Gicotomia sem&ntica que suscribe la mayoria al interpretar la palabra “sostenimiento” y la sucesién de premisas disparatadas que de ella resultan culmina con la siguiente afirmacié: {e]1 Art. I1, Sec. § de la Constitucién de Puerto Rico lo que quiso evitar era que el Estado, mediante el sostenimiento de escuelas, promoviera una religién en particular y sustituyera el sistema de ensefianza piblico por uno privado En el debate de la constituyente qued6 establecido que lo que el Estado no podia hacer era tomar el sistema becario para sostener escuelas privadas y tampoco sustituir el sistema de instruccién piblica por uno privado. Id. en la pag. 42 Para todos los efectos, pues, la determinacién de la mayoria tiene el efecto de enmendar, por via judicial, nuestro texto constitucional para que éste lea: ‘No se utilizaré propiedad ni fondos piblicos para la sustitucién de las escuelas o instituciones educativas del Estado por cT-2018-0005 _ 20 instituciones privadas”. Bs de esta manera que lo que los constituyentes vislumbraron como una prohibicién general y abarcadora al sostenimiento de instituciones educativas privadas se reduce a una simple prohibicién de sustituir un sistema por el otro. De esta manera, “sostener” no implica prestar “apoyo” o “auxilio” al sector privado, sino mas bien crear un esquema que tenga el efecto de “proporcionar lo necesario para [su] subsistencia” y propicie que las escuelas privadas pasen a ocupar el lugar de las escuelas del Estado. Id. en la pag. 22. De otra parte, y como evidencia adicional del amplio alcance que los constituyentes procuraron impartirle a la palabra “sostenimiento”, 1a enmienda propuesta por el delegado Brunet gener6 una discusién en torno a la necesidad de intercalar la palabra “beneficio” con “sostenimiento”. Asi, surgié el siguiente debate entre los delegados sobre la conveniencia y adecuacidad de afiadir el término “beneficio” Sr: IRIARTE: Quisiera una explicacién. Quisiera una explicacién del alcance de esta disposicién en la forma en que est& redactada: “No se utilizar propiedad ni fondos ptblicos para el sostenimiento © beneficio"— dice ahora, segin la enmienda del compafiero Brunet- “de escuelas o instituciones educativas que no sean las del Estado”. zCémo se interpretarfa esa frase “o beneficio”? gCul seria el alcance de esa disposici6n? El compafiero Trias me parece que estaba explicando el alcance de la enmienda. El compafiero Brunet podria explicar el alcance de esa enmienda, porque el sostenimiento lo comprendo, pero “el beneficio” me parece tan lato que podria complicar cosas que no deberian complicar(se], a mi juicio. Quisiera una explicacién antes de poder argumentar en contra de la enmienda. Sr. TRIAS: Ami juicio, la enmienda es bésicamente de estilo y no expande el concepto indicado en la linea 10. Se sigue bAsicamente, como habia CT-2018-0006 indicado antes, el lenguaje consagrado en la Constitucién de Hawaii que a su vez, pues sigue modelos de otras constituciones estatales estableciendo la distincién entre la obligacién del Estado para atender al sostenimiento o beneficio de escuelas, tnicamente escuelas que estén bajo el dominio exclusivo del Estado; y que el principio de la separacién entre Iglesia y Estado, todos reconocemos pues que conlleva esa distincién b&sica; o sea, que el Estado, los fondos piblicos, no deben utilizarse para el sostenimiento o beneficio [de otras escuelas] y eso a mi juicio era lo que se queria decir con “ensefianza en las escuelas no bajo el dominio exclusivo del Estado.” Sr. IRIARTE: En contra de la enmienda, sefior Presidente, compafieros delegados. Me parece que la enmienda por adicién del compafiero Brunet a la enmienda propuesta por el compafiero Trias cambia completamente el propésito de la enmienda. No es lo mismo el sostenimiento de escuelas piblicas o instituciones educativas que no sean las del Estado, a el sostenimiento o beneficio de escuelas piblicas o instituciones que no sean las del Estado. Podria darsele la interpretacién que ya se le dio en los Estados Unidos a disposiciones parecidas a éstas, que han sido motivo de tantos debates piblicos y que fueron objeto de extensa informacién suministrada al Comité de la Carta de Derechos durante todo un dia por las personas que aqui comparecieron. Se podria entender que podria hacerse oposicién a que se beneficiaran indirectamente instituciones que no fueren las del Estado. Si se le dieran becas a determinados estudiantes para que fueran a estudiar en el extranjero, en los Estados Unidos, a instituciones que no fueran del gobierno de Puerto Rico o que no fueran del gobierno de los Estados Unidos, que fueran instituciones privadas, administradas o dirigidas por sectas religiosas, digamos, podria interpretarse que indirectamente estaban recibiendo beneficios esas instituciones por el hecho de asignarse becas a estudiantes que estuvieran matriculados en esas instituciones religiosas. Podria darse esa interpretacién agregandole esa frase ahi, “o beneficio". Me parece que seria bastante con que la limitaci6n se circunscribiera a muestras _—Limitaciones territoriales y quedara limitada a lo que implicaria la frase anterior, la enmienda del compafiero Trias Monge, pero no agregaéndole la frase “o beneficio". Si se le pone “beneficio” podria interpretarse de esa manera y entonces 21 cT-2018-0006 22 podria prestarse a discrimenes, que no creo que sea el propésito de la asamblea establecer, toda vez que se est4n condenando y se vienen condenando hasta ahora en lo que hemos leido en la carta de derechos, esos discrimenes. Diario de Sesiones, supra, en las pags. 1792-93. Nétese que la preocupacién del delegado Iriarte estribaba en que el término “beneficio" se interpretara para impedir el otorgamiento de becas a estudiantes para que completaran estudios en instituciones educativas privadas o en el extranjero. Segiin expresé, el otorgamiento de esas becas podia interpretarse como un beneficio indirecto para esas instituciones. Varias expresiones del delegado Trias Monge que también son citadas por la mayoria despejan toda duda relacionada con el alcance de la prohibicién de sostenimiento a instituciones educativas privadas. A modo de ejemplo, se desprende del debate que antecede que el delegado Trias Monge enfatizs cémo la obligacién del Estado para atender al sostenimiento o beneficio de escuelas se extendia finicamente a aquellas que estén bajo el dominio exclusivo del Estado. Asimismo, el delegado Trias Monge entendié que la adicién de la palabra “beneficio" constituia més bien un asunto de estilo que no tenfa el efecto de expandir lo que ya se disponia con el uso de la palabra “sostenimiento”. La aclaracién del delegado Trias Monge no puso fin a la preocupacién relacionada con la naturaleza de las becas y si tas podian considerarse beneficios provistos a las instituciones educativas ° a los estudiantes. Especificamente, se discutié lo siguiente: Sx. DAVILA MONSANTO:

You might also like