You are on page 1of 116
Prélogo Durante mucho tiempo sd escribiarticulos Para coloquios, congresos,jor- nadas, grupos de trabajo, O sea textos destinadosa ser lefdos, que no podian ex- cederla paciencia de un pibico a menudo expuestoa verdaderos excesos de tra- bbajos, de manera que ninguno de ellos podia contar con més de diez 0 quince paginas. Era largamente suficiente para presentar una pregunta, volver a plat tear un problema o participar de un debate. En aproximadamente veinte afios no tuve en absoluto otras ambiciones de escritura; me dedicaba a la misma es- trategia,elaborada cada vee al pie del caién, cuando en mis comienzos me en- ‘contraba redactando «papeles» en un hebdomadario de gran difusién yen una revista profesional muy especializada. El hebdomadario en cuestién era Le Nowvel Obsevateur. Una amiga que ‘rabajaba en este semanario mehabia, en efecto, propuesto el puesto decriticode libros rferidos ala psicologta yal psicoandliss ya que, aun estudiante, yo estaba, enlabisqueda crénica de algunos dineros. De 1973. 1976, me encontiaba cada miércoles ala mafiana con personas cuyos nombres se han olvidado un poco hoy pero que pertenecian todos ala atistocracia parisiense dela cultura, E servicio estaba dirigido por Guy Dumur, entonces un célebre critico de teatro, amigo {ntimo (4 no lo ocultaba) de los mds grandes nombres de la época. Parece que lo igo decir todavia ~casi sin fanfarronear-: «Yo puedo hacer o deshacer la reputacién de una obra de teatro en menos de diez lineas» ~j¥ era cierto!~. Las discusiones eran a menudo agradables yvivas entre Jean Freustié Jean-Francois Josselin, Jean-Louis Bory, Michel Grisoia, Jean-Paul Aron et Nicole Boulanger 7

You might also like