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COMUNICADO DE PRENSA

ASOC. CIVIL GRUPO DE MADRES DE BARRIO ITUZAINGÓ ANEXO

Desde la Asoc. Civil Grupo de Madres de Barrio Ituzaingó Anexo reclamamos por la paralización de la causa
“Amuchástegui y otros sobre delito de contaminación ambiental”, radicada en la Cámara 7ma del crimen y
anunciamos que el pasado viernes 10 de agosto constituímos como nuestro nuevo abogado, al Dr. Germán
Matheu de la Fundación Lucadesa (Lucha contra la Contaminación Ambiental en defensa de la Salud). El
resto de las y los querellantes del barrio, incluidos nuestros hijos, siguen con el patrocinio del Dr. Nayi.

El próximo 22 de agosto se cumplen 6 años de la primera condena en Argentina, América Latina y el mundo a
un productor y un aeroaplicador por el delito de poner en peligro la salud de la población con fumigaciones
agrotóxicas. Sin embargo, el 2do juicio por hechos que también pusieron en peligro la salud de una población
declarada en emergencia sanitaria, se encuentra paralizado hace casi 5 años en la Cámara 7ma del crimen.
En esta causa, además de los ya condenados, el productor Francisco Parra y el aeroaplicador Edgardo
Pancello, también están imputados los empresarios Javier y Fernando Amuchástegui, directivos de la
empresa Tecnocampo S.A., (con sede central en Montecristo), la ingeniera agrónoma Alejandra Mendizábal
Pizarro y Gustavo Alejandro Amaya (también aeroaplicador). La causa se encuentra radica en la Cámara 7ª
del Crimen, presidida por Victor Velez.

Para movilizar la causa hemos incorporado como abogado del grupo al Dr. Germán Matheu, abogado de la
Fundación LUCADESA, confiando en que podamos realizar un trabajo mancomunado para que se realice
efectivamente el juicio, porque la justicia que es lenta no es justicia. Y en nuestro barrio cientos de personas
siguen padeciendo las consecuencias de la contaminación sin contar con tratamientos a las y los afectados,
sin equipos médicos especializados para un seguimiento de cientos de personas expuestas y con
enfermedades y afectaciones varias asociadas a la contaminación agrotóxica.

Los defensores de los condenados han interpuesto muchos recursos para que la condena del 2012 no quede
firme pero no lo lograron. En 2015 el Tribunal Superior de Justicia de la Provicia ratificó la sentencia con una
ejemplar argumentación en la resalta el bloque normativo que sostiene la figura del delito de peligro, reconoce
la declaración de la emergencia sanitaria del barrio y advierte sobre la falta de controles de parte del estado,
en especial del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, que nos tiene en estado de abandono pese a
que el juicio puso a luz pública los testimonios de las afectaciones a nuestra salud y de nuestras familias y
vecinos. En 2017 esta condena también fue ratificada por la Corte Suprema de la Nación.

La condena del año 2012 en la causa Gabrielli y otros, al productor Parra y el aeroaplicador Pancello se
estaría cumpliendo según información brindada sin detalles en la ventanilla del Juzgado de Ejecución de
Sentencia N°2 a cargo de Cristóbal Laje, 8hs de trabajo no remunerado en hospitales públicos e inhabilitación
de registros, sin embargo no nos consta aún dónde ni cómo están cumpliendo la condena, algo que también
exigimos conocer públicamente, como parte de las medidas que son necesarias para reparar la salud y la
memoria colectiva por el delito que cometieron en el barrio. El 2do juicio no puede seguir esperando.

Sabemos que tenemos toda la verdad de nuestro lado, y el respaldo del TSJ y la Corte Suprema en la
condena anterior, ya es hora que la Cámara 7ma del Crimen ponga fecha para que se haga justicia.

A nivel internacional acompañamos la lucha global contra Monsanto y celebramos la histórica condena a la
multinacional de los agrotóxicos por ocultar la toxicidad del glifosato y lograr así la aprobación así tanto en
EEUU como en Argentina y toda la región. Al igual que el tribunal de California, exigimos que el Poder Judicial
actúe en vida de las y los querellantes, porque algunos ya han fallecido.

Llamamos también a la solidaridad de las luchas en nuestro país y toda América Latina, de madres y
maestras, de comunidades indígenas, campesinas y urbanas, de investigadores independientes en las
universidades públicas que defienden los derechos a la vida, la salud y el ambiente y le dicen no a los
agrotóxicos en el agua ni en nuestros alimentos, ni el aire ni la luvia ni en la tierra donde juegan y estudian
nuestras hijas e hijos, nuestras nietas y nietos, que le dicen no a los desmontes y exigen la erradicación de
silos y depósitos de agrotóxicos del medio de pueblos y ciudades, de fábricas de químicos y biocombustibles
y termoeléctricas y depósitos de residuos de agrotróxios en medio de barrios y áreas pobladas. Basta de
agrotóxicos en la sangre de nuestras niñas y niños, basta de enfermar y poner en peligro a las actuales y
futuras generaciones, basta de la invisibilización del problema por parte de los ministerios de salud y
ambiente y las cámaras empresariales y de profesionales.

Asoc. Civil Grupo de Madres B° Ituzaingó Anexo


Córdoba Capital, 12/08/2018

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