CAPITULO UI, EL DERECHO DE LA FASE VIRREINAL .
A, Panorama general de Ia época virreinal .
B. El derecho indiano .
C. Aspectos juridicos del preludio exribe; at establecimiento det
contacto entre los dos mundos .
D. Las autoridades indianas .
E. La organizacién de la justicia .
F: La organizacién territorial de la Nueva Espatta
G. La inmigracién occidental a las Indias
H. La esclavitud Foe
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74EI derecho en la fase virreinal’
A. PANORAMA GENERAL DE LA EPOCA VIRREINAL
En realidad, la Nueva Espafta cra una t{pica “colonia”, sino mas bien
un reino, que tuvo un tey, eoincidente con el rey de Castilla, representado
aqui por un virrey, asistido por érganos locales con cierto grado de autono-
mia vigilada, y viviendo entre siibditos de la Corona que, aunque a menudo
de origen peninsular, habian desarrollado un auténtico amor a su patria
ultramarina, y generalmente no estuvieron animados por el deseo “coloni-
zador” de enriquecerse aqui para regresar luego a Ja Madre Patria (desde
Tuego, hubo excepciones al respecto). También la preocupacién de la Corona
por los intereses espirituales y materiales de los indios se destaca favorable-
mente del espiritu “colonial” que observamos en otras empresas coloniza-
doras, ¢fectuadas por paises occidentales en aquellos mismos siglos.
Asi como el rey tenia 2 su lado un Consejo de Castilla para los asuntos
de Castilla, pronto hubo un Consejo de Indias para las cuestiones indianas,
Sin embargo, esta optimista construccién del régimen de la Nueva Espafia
como una estructura politica paralela a la de Ja antigua Espafia, y no un
apéndice de ésta, sufre por tres circunstancias asimétricas:
a) la sede de los supremos poderes (Corona, Consejo de Indias, Casa
de Contratacién) se encontraba en Espafia;
b) Ios intereses econémicos de Ja Nueva Espafia quedaban supeditados
a los de Espafia (aunque durante el siglo xvut la situacién respectiva se
mejoré mucho), y
c) para las altas funciones en las Indias fueron preferidos los “peninsu-
lares”, y no los “criollos” (0 sea personas de origen espafiol, pero cuya
familia ya estaba desde hace una generacién o més radicada en las Indias).
Esta discriminacién de los criollos en beneficio de los “gachupines” produjo
un creciente rencor que contribuy6 finalmente al complicado movimiento
1 Brevitatis causa utilizamos el término de “vireinal”, a pesar de que la época en
cuestién tambiéa comprende casi dos decenios anteriormente al establecimiento del vi-
rreinato, en 1535; pose a esta falla, el término “virreinal” me parece ligecamente més
correcto que el de “colonial”, que quizés tiene para el lector conotaciones de subordina-
cién, explotacién y falta de autonomfa, que no corresponden completamente a la realidad
que prevalecié en la Nueva Espafia; por otta parte, el término de “colonial” no es total-
mente absurdo, ya que durante el crepfisculo de la era colonial general, en estas sitimas
generaciones, se pudieron observar regimenes “‘coloniales” imbuidos de preocupaciones
sociales y caractetizados por intentos de educacién hacia Ia democracia local, que po-
dsfan compararse con el régimen establecido por los espafioles en Ia Nueva Espatia.44 CUILLERMO FLORIS MARGADANT 8.
de la Independencia, junto con la labor de la masoneria, cl rencor anti-
Madrid de Tos dispersos exjesuitas, tan poderosos ¢ inteligentes, la labor
de ciertos grupos judios, la ideologia del Siglo de las Luces, la decadencia
total de la Espaiia del comienzo del siglo pasado, la inverosimil ineptitud
de un Carlos IV o Femando VII, y la intervencién napolednica en los
asuntos espaiioles.
Asi, aunque la Nueva Espafia no era una tipica “colonia”, la influencia
de Madrid era tan preponderante, que el establecimiento de fases en la
historia novohispanica nos presenta un resultado, que depende de los grandes
cambios en Ia politica interior de Espafia.
Como sepercusidn de las grandes fases de Ja historia espafiola de aquellos
siglos, podemos subdividir la época virreinal en cinco perfodos.
I. el de Carlos V, el magnifico hombre plenario del Renacimiento, cuyo
lugarteniente muy representativo en la Nueva Espafia es Cortés, y mds tarde
el virrey Antonio de Mendoza. Durante su régimen se experimenté mucho
con las Indias, pero finalmente cristalizaron las ideas fundamentales sobre
las cuales surgié la Nueva Espafia. Se legé a rechazar definitivamente la
idea de la esclavitud de los indios, organizando primero la encomienda,
reducienda ésta luego a un minimo (las Nuevas Leyes de 1542), para
suavizat después esta politica contraria a los encomendetos; se sustituyé a
Cortés por dos sucesivas Audiencias, para luego combinar la Audiencia con
el virrey (1535); surgié la ilusién de las “siete cindades de oro”, y del camino
facil a la China, para desaparecer lucgo y ceder su lugar a una organizacin
seria de la agricultura, mineria y ganaderia, y de una acumulacion de for-
tunas, sin cortapisas fantasticas, al estilo del Renacimiento occidental
gencral. Cuando Carlos V se tetira del poder, la Nueva Espaiia ya estd
basada, despues de muchos vaivenes, en las ideas politicas y econémicas
que le darian su fisonomia durante los préximos siglos;
IL. el de Felipe Il, el sombrio y severo trabajador, cuyo estilo es repre-
sentado aqui, por ejemplo, por un Luis de Velasco;
TIT. Luego la fase de la progresiva decadencia peninsular durante el siglo
xvir o sea durante el resto de la dinastia austriaca,® fase que para la Nueva
Espafia también es de decadencia relativa, aunque por razones distintas: aqui
“el siglo de depresién” (Woodrow Borah) debia sus aspectos negativos sobre
todo al agotamiento de las minas més féciles de explotar. Sin embargo, el
aspecto depresivo de algunas ramas de la mineria novohispinica fue en
parte compensado por el florecimiento de la agricultura;
2En Espafia, uno de los factores de la decadencia econdmica habra sido, probable-
mente, la expulsion de los moriscos, en 1609, que causd el éxodo de aproximadamente
ton millén de personas, en gran parte hibiles e industriosas. Ya en 1619 encontramos
que hubo una seunién especial del Consejo de Castilla para tratar del urgente problema
de la miseria.