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Si bien la palabra de Dios nos dice que para él somos todos iguales, debemos tener presente que él es un Dios muy
ordenado y ha establecidos roles y jerarquías para que podamos desenvolvernos en nuestra vida social. Si es difícil para
toda relación aceptar los roles, cuanto más difícil y necesario se hace aceptarlos en el matrimonio.
Si hablamos de desafíos actuales para los matrimonios uno de ellos es aceptar, establecer y poner en práctica los roles
indicados por Dios para el matrimonio y por ende para la familia. Si hay algo que el mundo no está respetando son los
roles que Dios estableció para el matrimonio y la familia. Considero que el mayor desafío actual es mirar la palabra e
identificar el rol que Dios me ha asignado en el matrimonio. Esto traerá salud, bienestar y proyección futura para mi
matrimonio.
La regla de oro establecida por Dios para el matrimonio la encontramos en Efesios 5:21-33y esta es:
También en la cita de Efesios encontramos los roles que Dios establece para el matrimonio, así como Cristo es cabeza de
la iglesia, el esposo es cabeza de la mujer, y así como la iglesia está sujeta a Cristo, la mujer este sujeta a su esposo en
todo.Separemos la regla...
Si analizamos esta regla de oro para el matrimonio, a algunos les va a parecer injusta, mas cargada para un lado (para el
lado de los hombres) pensando que amar es más fácil que someterse, quizás a alguien le parezca una regla anticuada y
pasada de moda, por eso vamos a separarla y ver lo importancia de cada rol establecido. Entonces, el rol del hombre es
amar a su esposa y el rol de la mujer es sujetarse, someterse, respetar a su marido.
Vamos a ver que del dicho al hecho hay una gran diferencia, a continuación algunas citas que nos pueden ayudar a
profundizar en el rol del esposo.
1.- No olvide que el hecho de ser cabeza de la mujer implica una gran responsabilidad de liderazgo, no solo frente a su
esposa e hijos, sino también ante Dios.
Efesios 5:25-27
Usted como cabeza de su hogar es responsable ante Dios del bienestar espiritual, físico y mental de su esposa.
Si Dios tocara a la puerta de mi casa por alguna situación grave vivida y sale Paula a abrir lo más probable es que yo
como mujer lo salude y comience a tratar de dar explicaciones de lo vivido, sin embargo Dios no va a hablar nada
conmigo, él va a insistir... donde esta Luis, yo busco al responsable que deje en este hogar.
2.- Trátela con amor, con honor, como a vaso frágil para que sus oraciones no tengan estorbo.
7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. 1Pedro 3:7
El liderazgo no es algo que se imponga, es algo que se gana y una de las formas de ganarse ese lugar de liderazgo y
sacerdocio en su hogar es haciendo lo que nos ordena Dios a través de Pedro en estos versículos.
Parece que Dios, a propósito de la esencia del hombre que es concreto, practico, no de pensar mucho y actuar de forma
sensorial, externo, les enseña como amar a su mujer... Mira... si la tratas con cuidado, si las tratas con honor, haciéndola
sentir importante, valiosa, entonces ella va a entender que la amas.
Entonces amar no es simplemente decir te amo, hay algo que hacer para expresar ese amor.
3.- El enojo...
Todos sabemos que el enojo es muy habitual en toda relación y se multiplica mil veces más en el matrimonio, por
muchas razones... y antes de terminar quisiera dejar sobre los hombres esta responsabilidad. Usted como líder es
responsable en buscar la reconciliación cuantas veces sea necesario, no lo tome como una orden, tómelo como un buen
consejo para el bienestar de su matrimonio.
26
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27
ni deis lugar al diablo. Efesios 4:26-27
Pablo en otras palabras nos está diciendo... “si no te reconcilias antes de amanezca, vas a abrir las puertas de par en par
para que el enemigo destrice tu matrimonio”
¿Quién de los dos es el que le da vueltas y vueltas a un asunto su mente? Por naturaleza es la mujer, y el campo de
batalla del enemigo es la mente.
El rol de la esposa
Hay un valor tan grande en la sumisión, hoy en día hablarles a las mujeres, incluso a las cristianas sobre la sumisión es
algo complicado, sin embargo a la luz de la palabra es posible y fundamental adquirir este rol.
Si eres joven y aun no te casas es clave que escojas bien bajo la autoridad que hombre te vas a sujetar.
Mientras más elevada sea la relación del hombre que escojas con Dios más fácil será para ti someterte. Cuando
un hombre no tiene sueños, no tiene metas, no piensa en crecer, la mujer se verá obligada a estar
constantemente trabajando para que ese hombre se levante y en lugar de estar cómodamente sujeta su esposo
se ve agotada tratando de salir adelante.
La éxito de una mujer sumisa está basado en que su confianza esta puesta en Dios y no en su esposo, ama y
respeta a su esposo pero no le pedirá a él proveer para sus necesidades, le pedirá a Dios que provea de todas las
cosas a su esposo.
Aquí vamos a entrar en un tema que podría llevarnos a la raíz del desastre que se vive en la sociedad debido al
imparable trabajo del enemigo para destruir la familia.
Aunque a las mujeres del siglo 21 nos cueste aceptar que nuestro lugar es en nuestra casa cuidando de nuestras
familias, debemos aceptar estando ya al punto del colapso como sociedad que es ahí donde debemos estar.
La Revolución femenina
La mentalidad femenina comenzó a cambiar a inicios de la década de 1920, las mujeres de entonces comienzan a
transformarse, la ultra femenina y sumisa ama de casa adopta un estilo más masculino, usa ropa más sencilla para
trabajar; algunas se cortan el pelo, fuman, usan pantalones, practican deportes varoniles, conducen automóviles, viajan
con independencia.
La segunda oleada feminista se da en la década de 1960, con el auge de la rebelión hippie y la liberación sexual que
impulsa abiertamente la promiscuidad sexual y el amor libre.
Los principales objetivos del movimiento feminista, siguen siendo los mismos: el derecho de voto, la mejora de la
educación, la capacitación profesional, la apertura de nuevos horizontes laborales, la igualdad de sexos en la familia
como medio de evitar la subordinación de la mujer y el que ella pueda tener un mayor control sobre su sexualidad, entre
otros.
Hoy en día, estos temas que se plantearon hace más de 50 años no dan cuenta de que colapsó el proyecto de la
liberación femenina, trayendo resultados nefastos sobre la sociedad, hijos abandonados en sus casas al cuidado de la
internet y la televisión, libertad de decidir sobre que sexo tomar, libertad de decidir si quiero o no tener un hijo que ya
esta gestación, vemos expresiones en mujeres como “útero libre” donde hago lo que quiero no solo con mi sexualidad si
no también con mi cuerpo. Hoy en día las mujeres aunque sutilmente lo digan, se han dado cuenta que asumir el rol de
salir de la casa ha puesto sobre sus espalda un peso más grande de él que según el modelo de Dios podrían cargar.
Como en todas las cosas hay excepciones, hay mujeres que deben trabajar y otras lo hacen prudentemente y basadas en
el perfil de la mujer virtuosa de proverbios 31.
La respuesta la vimos más atrás, porque mi confianza no está puesta en el hombre si no en Dios.
Aunque este durmiendo con el enemigo, deje todas las cosas a Dios, usted asuma su rol y hágalo para agradar a Dios.
17
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
18
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
19
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la
venganza, yo pagaré, dice el Señor.
20
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de
fuego amontonarás sobre su cabeza.
21
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Romanos 12:17-22
1 Samuel 25
Ella fue pacificadora, inteligente, intercesora. Ella cumplió su rol de sumisión aun cuando su marido no era el líder que
Dios esperaba para ella.
Debemos levantarnos con la contrarrevolución, debemos tener el valor de defender esta regla de oro y mostrar con
nuestros propios matrimonios que aún está vigente y es la única base para el éxito.
Trabajo porque merezco tener una vida digna. Trabajo para ayudar en las finanzas a mi
esposo.
Paga mal por mal Sana el mal con el bien.